Llevamos a Dios en la oscuridad de la guerra
El padre jesuita Andriy Zelinsky, de la Curia Patriarcal de la Iglesia greco-católica, se encuentra en Roma para el Jubileo de las Fuerzas Armadas: el sentido de humanidad está hoy bajo ataque, junto a la verdad, la justicia y la belleza. De esta herida debemos ocuparnos todos.
Por Svitlana Dukhovych- Vatican News.
«Estamos al lado de los militares para hacer presente a Dios entre nosotros, en medio de la oscuridad de la guerra», dice a los medios vaticanos el padre Andriy Zelinsky, jesuita, vicejefe del Departamento de Capellanía Militar de la Curia Patriarcal de la Iglesia greco-católica ucraniana. Estos días se encuentra en Roma, donde ha participado en el encuentro de ordinarios militares y responsables de la capellanía castrense organizado por el Consejo de Conferencias Episcopales de Europa (CCEE), que ha tenido lugar del 6 al 8 de febrero, y después se ha unido a los actos del Jubileo de las Fuerzas Armadas, de Policía y de Seguridad, ayer y hoy, 9 de febrero. «Para no perder la esperanza en la oscuridad del mundo de hoy, debemos permanecer cerca unos de otros», ha señalado al recordar el Jubileo, y «mantener la mirada en el Crucifijo y no olvidar la Resurrección».
Padre Andriy, ¿cuál es la tarea de un capellán militar y cómo cambia su misión a causa de la guerra?
Creo que lo más importante en el servicio de un capellán militar es cuidar del espíritu, lo que significa cuidar de la humanidad de aquellos a quienes servimos. Servir a la humanidad significa servir a lo divino en el hombre, porque somos imagen de Dios, somos Dios presente en la Creación. Por tanto, significa estar cerca, estar al lado del hombre, para hacer presente a Dios entre nosotros, en medio de la oscuridad de la guerra.
Por lo tanto, la tarea de los capellanes es ayudar a los militares a mantenerse humanos, ayudarles a conservar la humanidad. Pero, ¿qué significa humanidad? ¿Cree que es necesario explicar su significado hoy en día?
Creo que es necesario, porque hoy vivimos en un mundo en el que precisamente la humanidad está herida por la guerra, por las atrocidades, por todo lo que experimentamos de manera tan evidente en Ucrania, pero no sólo: el nuestro es un mundo herido por la guerra. Es muy importante entender qué se entiende por «humanidad», para no dar interpretaciones diferentes. Creo que cuando hablamos del hombre, queremos decir «Dios presente en el mundo de la Creación». En la tradición teológica de la Iglesia católica, en la tradición cristiana, esta divinidad tiene características universales: Dios es la verdad, Dios es la bondad absoluta, Dios es la justicia, Dios es también la belleza. Lo más importante para nosotros, como personas que atravesamos la oscuridad de la guerra, es no olvidar que, dentro de todo esto, debemos contemplar la belleza. Y hay mucha: la belleza del corazón humano dispuesto a servir, dispuesto a compartir. Lo vemos cuando servimos tanto a los militares como a los civiles ucranianos, hay tanta, tanta belleza en el corazón humano y ésta es la fuente de la victoria, porque sólo el amor es capaz de vencer. Ser una persona humana es un don y exige de nosotros el esfuerzo de parecernos lo más posible a lo divino presente en el corazón humano, en el espíritu humano. Y para mí, las características que nos muestran el camino son cuatro: buscar la verdad, elegir el bien, defender la justicia y contemplar la belleza, incluso en la oscuridad de la guerra.
El padre Andriy Zelinsky en Radio Vaticana.
¿Cuáles son los mayores retos a los que se enfrentan los capellanes en el contexto de la guerra en Ucrania?
Ver cómo se destruye la humanidad, la humanidad real, la humanidad encarnada en un amigo, en una niña, en un ser humano, es muy difícil, y se hace aún más difícil teniendo en cuenta que el mundo del siglo XXI, el mundo del que todos somos ciudadanos, no quiere ver esto. Huimos de la responsabilidad, porque parece que la guerra está lejos, aunque sea una de las guerras más feroces desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Hoy vivimos en este contexto, contemplando cómo la belleza, la pureza, la humanidad misma, no sólo son destruidas por los tanques, sino también por el posible deseo de no luchar, de no preocuparse, de no sentirse responsable, y esto también es una herida de la humanidad. Así que, por supuesto, para un capellán militar que está en el frente, los retos son muchos, pero, en mi opinión, este reto moral es el más profundo: cuando ves todo esto y te das cuenta de que el mundo elige no verlo, aunque hablemos de las mismas cosas: verdad, justicia e incluso belleza. Entonces la humanidad está hoy bajo ataque. Y de esta herida tenemos que ocuparnos todos.
En los últimos años, especialmente en estos tiempos de guerra, se ha producido un intenso intercambio de experiencias en el campo de la capellanía entre Ucrania y otros países del mundo. Usted también se reúne a menudo con responsables de capellanías. ¿Cuáles son las diferencias entre ustedes y qué pueden aprender unos de otros en este contexto?
El capellán militar ucraniano tiene la experiencia del campo de batalla que nuestros socios suelen intentar aprender, porque el mundo ha cambiado. Es una experiencia dolorosa que puede servirnos hoy para estar más cerca unos de otros, porque, como he dicho, es toda la humanidad la que está herida por una guerra así, por lo que todos somos en cierta medida responsables de la humanidad herida.
El Padre Andriy Zelinsky
Estamos en el Año Santo cuyo tema es «Peregrinos de la esperanza». En el tiempo dramático y doloroso de la guerra, ¿cuáles son las circunstancias que pueden llevar a una persona a perder la esperanza? Y, en cambio, ¿qué pueden hacer las personas para ayudar a otras a mantenerla y cultivarla?
Ser peregrino forma parte de la naturaleza humana. Todos somos peregrinos en este mundo, estamos en nuestro propio viaje, y es importante que no estemos solos. Por eso debemos estar cerca unos de otros, para no perdernos en la oscuridad del mundo actual. Una lección muy importante que aprendemos en el campo de batalla es que el hombre no puede estar solo, necesita un compañero, necesita sentirse querido por su familia, por los hijos a los que defiende, por su mujer. Para nosotros, los cristianos, lo más importante es recordar cuál es la fuente de nuestra esperanza. Por eso debemos levantar la mirada hacia el Crucifijo. El Crucifijo es el mensaje más fuerte para este tiempo y sirve a los capellanes militares y a todo el pueblo ucraniano para no perderse en la oscuridad del dolor de esta guerra y para no olvidar la resurrección. Por eso no debemos detenernos, debemos seguir adelante, paso a paso, mirando hacia la mañana de la resurrección, no solos, sino siempre juntos, con la oración, con la mirada fija en el Crucifijo. Debemos estar unos con otros, debemos caminar unos con otros con los ojos abiertos, porque incluso dentro de esta oscuridad, dentro de este dolor, debemos seguir siendo siempre hombres y mujeres de esperanza. Ser humano significa buscar la verdad, significa elegir el bien, significa luchar por la justicia, defender la justicia y también contemplar la belleza.
Difamación, injuria y calumnia contra el Padre Jaime Baertl
Carta notarial en versión completa redactada por el Padre Jaime Baertl y dirigida al diario La República y su propietario, Gustavo Mohme. La versión completa, revela y presenta importante información sobre la que el Padre Baertl; pone en total evidencia la trama de imposturas, manipulaciones y mentiras del relato de la Ugaz, que Mohme blinda y defiende.
El Padre Baertl guardó silencio estoico durante años con la esperanza de que la verdad finalmente terminaría por aparecer y sería destacada por el medio de comunicación. Esto no ocurrió, y las difamaciones y agravios por parte de la novelista Paola Ugaz no han cesado. Claramente Ugaz ha difamado, injuriado y calumniado al sacerdote sodálite.
La República ha venido funcionando como una casa editorial de novelas de ficción en que sin ninguna verificación de fuentes ni cargos; ha mancillado el honor y reprodujo calumnias a diestra y siniestra. Siniestra complicidad con la mentira, con el relato sin pruebas, con la fantasía mentirosa y reiterada del relato típico del sesgo caviar. La Ugaz y La República han sido protagonistas activos de difamaciones bastante rastreras, que manchan con lodo la memoria y el nombre del diario que fundó Don Gustavo Mohme Llona; un Señor.
Jamás habría osado mancillar la honra de un sacerdote inocente que viene siendo sentenciado mediáticamente por alucinados relatos sin pruebas o con indicios sumamente débiles, que no resisten el menor proceso legal; como viene ocurriendo hace más de 9 años. El Padre Baertl ha sido expulsado de su institución sin debido proceso y sin prueba alguna : Le bastó a Jordi los artículos de la Ugaz.
Las mentiras archivadas por los fiscales del poder judicial investigadores demuestran que Martin Scheuch que se aferra a un TOC obsesivo y compulsivo que no puede probar, que supuestamente ocurrió hace más de 40 años y que no volvió a ocurrir nunca más con alguna otra persona a la que el Padre Baertl ofreció auxilio y asistencia espiritual a lo largo de su dilatada trayectoria consagrada al servicio de las personas mediante su sacerdocio. Nunca más. Ni uno sólo más. ¿No es este hecho, sintomático?¿ No es un indicio claro de no tener conducta impropia alguna? ¿No creen amigos que lo más probable es que Scheuch sea un farsante?
Lo que hizo Bertomeu sin prueba alguna y sesgo mal intencionado es una infamia. Lo expulsó del Sodalicio a sola firma y con documentos contradictorios entre el Dicasterio y la Nunciatura. Ambos textos no dicen lo mismo; pero revelan contubernio peligroso con el Nuncio, su amigo de juventud. Y veremos en los próximos días si su obsesión persecutoria terminó o esto recién empieza y todavía guarda bajo la manga castigos y sanciones mas abusivas aún. Lo veremos.
Jaime Baertl, sacerdote expulsado del Sodalicio por el Papa, exige rectificación a La República por afirmaciones falsas
El sacerdote Jaime Baertl Gómez ha enviado una carta al director del medio peruano La República exigiendo una rectificación inmediata ante lo que considera afirmaciones falsas y difamatorias publicadas en repetidas ocasiones sobre su persona.
En su misiva, Baertl denuncia que el medio de comunicación ha insistido en vincularlo con diversas irregularidades dentro del Sodalicio de Vida Cristiana (SVC), organización a la que perteneció, señalando que la información difundida carece de sustento y busca dañarlo injustamente. El sacerdote señala directamente a la periodista peruana y colaboradora del ABC Paola Ugaz como responsable de esta campaña contra él.
“La campaña se mantiene firme, con el poder y la voluntad de aniquilar la verdad”, expresó Baertl, refiriéndose a los artículos publicados los días 16, 17 y 23 de febrero de este año, en los que se le menciona reiteradamente. Según el sacerdote, en estos reportajes se han emitido afirmaciones inexactas, presentadas como hechos comprobados sin evidencia alguna.
Baertl desmintió categóricamente que haya sido fundador del Sodalicio o que haya tenido un rol preponderante en la organización. “Es falso que haya sido el hombre más poderoso dentro del Sodalicio”, afirmó. Asimismo, rechazó cualquier vínculo con el manejo de las finanzas de la institución religiosa, la compra de propiedades o la administración de fondos en el extranjero. “Es falso que haya influenciado en el manejo de fondos del Sodalicio en Estados Unidos”, agregó.
El sacerdote también negó de manera tajante cualquier relación con acciones ilícitas. “Es falso que haya promovido o dirigido alguna actividad ilícita dentro del Sodalicio”, sostuvo. Además, refutó las acusaciones de que habría participado en encubrimientos de abusos sexuales dentro de la organización, asegurando que nunca ocultó información ni tuvo conocimiento de situaciones irregulares. “Es falso que haya estado vinculado a acciones de encubrimiento”, enfatizó.
La Asociación Civil San Juan Bautista se comunicó con Infobae Perú.
Otro de los puntos abordados en su carta fue su presunta vinculación con el manejo de dinero en efectivo y préstamos de dudoso origen. “Es falsa la información de que moví una maleta para préstamos con intereses ilícitos”, manifestó, asegurando que jamás ha realizado transacciones de esa índole ni ha manejado recursos de procedencia sospechosa. También negó haber cambiado de identidad o haber huido del país, aclarando que siempre ha permanecido en el Perú y ha respondido ante cualquier requerimiento de las autoridades.
Baertl también se pronunció sobre otras afirmaciones vertidas en los reportajes, negando que haya sido sancionado por el Vaticano. “Es falso que el Vaticano me haya sancionado”, aclaró, señalando que hasta la fecha no ha enfrentado ninguna acusación formal por parte de la Santa Sede ni de ninguna otra entidad eclesiástica o judicial.
Finalmente, el sacerdote exigió a La República que corrija de inmediato las afirmaciones publicadas sobre él y su presunto rol dentro del Sodalicio. “Por lo expuesto, exijo una rectificación inmediata sobre las afirmaciones falsas difundidas en su medio respecto de mi persona”, concluyó en su carta.
Este sacerdote, ex asistente de Espiritualidad del Sodalicio, fue expulsado de la organización junto con Juan Carlos Len Álvarez, ex asistente de Temporalidades, del Sodalicio a finales de octubre en una de las varias purgas que el Papa realizó en el seno de esta institución antes de acordar la disolución definitiva del movimiento fundado por Luis Fernando Figari.
Fuente: Infovaticana.