Archivo por meses: mayo 2021

Santísima Trinidad 2021

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Evangelio según San Mateo 28,16-20.
En aquel tiempo, los once discípulos fueron a Galilea, a la montaña donde Jesús los había citado.
Al verlo, se postraron delante de el; sin embargo, algunos todavía dudaron.
Acercándose, Jesús les dijo: “Yo he recibido todo poder en el cielo y en la tierra. Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado. Y yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo“.

Homilía del Padre Paul Voisin CR, Superior General de la Congregación de la Resurrección:

A lo largo de la historia, la Santísima Trinidad ha sido representada en arte de diversas maneras. Uno de los más antiguos es el triángulo de tres lados iguales. San Patricio, en su evangelización de los irlandeses, usó un trébol, con sus tres hojas formando una hoja. Hace muchos años, encontré un libro infantil que hablaba de la Trinidad en términos de manzana. Se llama una imagen de Dios. 3 en 1, escrita por Joanne Marxhausen. En este libro:
la cáscara representa al Padre. Es la parte más evidente de la manzana, así como Dios el Padre se ha revelado a sí mismo a través de la creación que nos rodea. La cáscara es también el protector de las otras partes de la manzana.
La carne de la manzana representa al Hijo, como “la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros“. Jesús tomó nuestra humanidad, nuestra carne y huesos, pero permaneció uno con el Padre, en su divinidad.
Las semillas del núcleo representan al Espíritu Santo, la fuente de Nueva vida. Contienen el nuevo comienzo de la vida, como a través del Espíritu Santo nos enriquecemos con nuestro compartir en la vida de Dios.
Hoy celebramos la fiesta de la Santísima Trinidad. Es una oportunidad para nosotros, como comunidad de fe, para reflexionar sobre la vida que compartimos con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
Dios nos llama a la vida con él. ¡Se declara él mismo por nosotros! Ese es, para mí, el mensaje de la Primera Lectura, del Libro de Deuteronomio (4:32-34, 39-40). Dios se ha revelado a nosotros, y nos reclama como suyos. ¡Somos suyos! Sin embargo, en esta relación nos llama a guardar sus mandamientos y a vivir como él, el autor de la vida, ha deseado. Hay ‘beneficios‘ y bendiciones por ser un hijo de Dios, pero hay responsabilidades que vienen con ellas. Tan tranquilizadoras como son las palabras de Dios en la lectura, también es un desafío para nosotros responder a la gracia, plenamente a este Dios que está de nuestro lado.
Nuestra segunda lectura de la Carta de San Patricio Pablo a los Romanos (8:14-17) también proclama esta cercanía de Dios. Él no está fuera en algún lugar, desinteresado y sin involucrar. Prefiero que esté presente y tan ‘involucrado‘ como permitiremos que esté. Como seguidores de Jesús nos animamos por el Espíritu Santo y nos trasladamos al Padre. Él es nuestro ‘Abba‘ (‘Papá’), mostrando esa intimidad y conexión con nosotros, si se lo permitimos.
En nuestro evangelio (San Mateo 28:16-20) Jesús deja a sus discípulos, dejándolos con mandato: salir a compartir las Buenas Noticias, y bautizar en “el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo“. A medida que compartimos en la vida de Dios, tenemos el mandato de invitar a otros, por nuestras palabras y ejemplo, a que se unan a nosotros en esta relación amorosa con el Padre, Hijo y Espíritu Santo. Es en su nombre que somos bautizados, y vivimos en unión de ellos. En este domingo de trinidad celebramos, de manera especial, esta vida que compartimos, y que se ha compartido con nosotros.
Mientras reflexionaba sobre las lecturas, tuve que preguntarme a mí mismo: ¿Cómo experimentamos la vida con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo? Primero, por supuesto, en las Sagradas Escrituras se revelan, y llegamos a conocerlas y atribuirles diversas funciones y personalidad. En segundo lugar, esto se refleja en nuestra oración para ellos, nuestra comunicación con ellos.
En los ejercicios espirituales de San Ignacio, en el que participé como novicio (en 1974), se le pide al retirado, en diferentes momentos, que dirija su oración a una persona particular de la Trinidad, que pida gracia particular. Aunque esto no parezca tierra arrasada, para mí, en ese momento, me dio una apreciación más profunda de cada una de las personas de la Trinidad, y la relación única que tengo con cada uno. Ahora esto no significa que si dirigimos nuestra oración a la persona “equivocada” de la Trinidad que es como una carta que termina en la ‘Oficina de Cartas Extraviadas’ nunca para ser vista (o contestada). Sin embargo, creo (y desde mi experiencia desde entonces) que mi relación con cada persona se fortalece y se hace más significativa cuando la dirijo a una persona en particular por una razón particular. Así como tenemos relaciones únicas con cada miembro de nuestra familia, padre, madre y hermanos (s), también nuestra relación con el Padre es única, que es única con el Hijo, que es única con el Espíritu Santo. Y así, pido al Padre como Creador, al Hijo como Salvador, y al Espíritu Santo como Santificador.
Durante esta semana, hagamos un esfuerzo particular para identificar a quién rezamos y por qué gracia en particular. Esto ayudará a cada relación -con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo- a crecer y asumir una vida más personal. A veces la gente simplemente se refiere a su oración a ‘Dios‘, como si Dios fuera alguna nube en algún lugar. ¡Tal no es el caso! Cada persona de la Trinidad es un miembro vivo, y estamos llamados a crecer en nuestra relación con cada uno de ellos. Por ejemplo, con mi ejemplo de nuestras relaciones familiares, creceré más en relación con mis hermanos si hablo directamente con él/ ella /ellos, mucho más que hablar con mis padres. ¿Tiene sentido? Prueba, y verás cómo tu conciencia de cada persona crece y se desarrolla. Entonces, cuando celebremos el domingo de la Trinidad el próximo año, el primer domingo después de Pentecostés, verás hasta dónde has llegado conociendo, amando y sirviendo a cada persona de la Santísima Trinidad.
La próxima vez que te comas una manzana, piensa en la Trinidad, y cómo cada parte de la manzana es única, así como cada persona de la Trinidad es única. Lo que Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo más desean -y nos dan gracia para crecer- es que entramos más profundamente en sus vidas, y los invitamos a entrar más profundamente a nuestras vidas.

POR UN VOTO LIBRE E INFORMADO

Por + Javier Del Río Alba– Arzobispo de Arequipa.
La noticia que viene circulando en redes sociales, según la cual la Iglesia Católica estaría apoyando la candidatura del profesor Pedro Castillo a la Presidencia de la República, es falsa. En primer lugar, porque la Iglesia “respeta la legítima autonomía del orden democrático, pero no posee título alguno para expresar preferencias por una u otra solución institucional o constitucional” (Juan Pablo II, Centesimus annus, 47). En pocas palabras, la Iglesia no hace política partidaria. Ello, sin embargo, no le impide valorar las implicaciones religiosas y morales de los programas políticos (Compendio de DSI, 424). Y también por esta razón la Iglesia Católica no puede apoyar la candidatura del profesor Castillo ya que el Ideario y Programa del partido Perú Libre, por el cual es candidato, está abiertamente reñido con la doctrina y moral católicas, como se puede ver en ese documento oficialmente presentado ante el Jurado Nacional de Elecciones y fácilmente accesible en su página web.
En efecto, ese documento comienza declarando que Perú Libre es una organización marxista– leninista (cap. 1), ideología que niega la existencia de Dios, mientras que el Catecismo de la Iglesia Católica nos enseña que “el ateísmo es un pecado” (n. 2125). Del mismo modo, en su capítulo sexto, el Ideario y Programa del partido del señor Castillo afirma que la Iglesia Católica es un aliado político, mediático y propagandístico de la colonización territorial y cultural del Perú. Y basado en esa concepción totalmente falsa de la religión católica, en su capítulo 17 presenta como parte de su programa abolir el Concordato entre el Perú y la Santa Sede, y en el capítulo 21 hace un llamado a luchar para liberar a los pueblos supuestamente subyugados por la religión. No toma en cuenta, por cierto, todo el bien social que hace la Iglesia al gratuitamente brindar educación escolar a decenas de miles de niños, atender muchos miles más de enfermos, otorgar alimentos a familias pobres, acoger a niños y ancianos desamparados, por sólo mencionar algunas de las numerosas obras de caridad que lleva a cabo en todo el Perú, incluidos lugares donde el Estado no llega. En fin, podría citar muchos más postulados del partido del profesor Castillo que son totalmente opuestos a nuestra fe católica, pero el espacio no lo permite. Cito sólo uno más: la despenalización del aborto como vía imprescindible para salir de la pobreza (cap. 5), es decir que para que no haya más pobres hay que matarlos en el vientre materno.
Así pues, la Iglesia Católica iría en contra de su naturaleza y misión si apoyase una candidatura que, además, es diametralmente opuesta a su propia fe y a la correcta comprensión del ser humano. Si la Conferencia Episcopal Peruana invitó al profesor Castillo y la señora Fujimori a firmar la denominada “Proclama Ciudadana” no fue para favorecerlo a él, como algunos han sostenido, sino movida por su preocupación por el bien común de la nación (Francisco, Fratelli tutti, 276). Por eso mismo, en la reciente carta que los obispos del Perú hemos dirigido al Pueblo de Dios, hemos hecho una invocación “a votar de forma libre y bien informada” y, al hacerlo, “reafirmar los grandes valores éticos, morales y religiosos que sustentan nuestra nación desde sus inicios y constituyen la gran reserva moral del país que debemos cuidar y ennoblecer”.
Fuente: Boletín del Arzobispado de Arequipa.

Comunismo contra-natura

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Por Martha Meier M.Q.– Diario EXPRESO.
El autor, académico y trotskista británico John Molyneux (1948) rechaza la idea de que el socialismo no pueda sobrevivir por ser contrario a la naturaleza ambiciosa y egoísta del ser humano. Molyneux se equivoca, no resiste porque es contrario a la naturaleza humana. Según él, la sociedad capitalista es responsable de la existencia de personas individualistas, competitivas y avaras; dice que otro tipo de conductas y actitudes pueden ser aprendidas y reforzadas culturalmente, en buen cristiano mediante adoctrinamiento. Esto solo refuerza lo afirmado por el psicólogo evolutivo David Buss: que los cerebros humanos no están hechos para el comunismo.
Las personas llegamos a este mundo con tres deseos innatos que nadie podrá arrebatarnos: el amor por nuestra propia vida, el amor por la libertad y el amor por la búsqueda de la felicidad; cosas todas imposibles de garantizarse bajo el yugo comunista que persigue y mata a los disidentes, no permite el ejercicio de la libertad y menos aún el desarrollo de un proyecto de vida individual para alcanzar la felicidad. Estos tres anhelos son la razón por la cual la gran mayoría del mundo no comulga con el comunismo y lucha incansablemente por instaurar y proteger la democracia y con ello la libertad. Por la libertad es que centenares de cubanos arriesgan la vida, día de por medio, para cruzar en balsas rudimentarias el mar infestado de tiburones del estrecho de La Florida tratando de llegar a territorio estadounidense.
En los últimos meses, en La Habana ha florecido el opositor Movimiento San Isidro (MSI) con Luis Manuel Otero Alcántara a la cabeza, joven negro, de origen humilde y artista. El colectivo MSI denuncia la falta de libertades y exige apertura. Otero Alcántara inició una huelga de hambre y sed el 25 de abril, ocho días después fue hospitalizado por agentes del gobierno. Para sus allegadas esta es una forma de acallamiento e incomunicación. Cuba lo acusa de “mercenario al servicio de Estados Unidos”, mientras el país del norte y la Unión Europea piden a las autoridades comunistas garantizar su salud, reiterando sus usuales llamados -nunca escuchados- sobre la libertad de expresión y reunión en la isla. Amnistía Internacional reclama su liberación “inmediata e incondicional”.
Estamos a días de elegir entre el comunismo y la libertad, es decir entre Pedro Castillo y Keiko Fujimori de Fuerza Popular (K). Castillo está rodeado de corruptos, cercanos a las dictaduras de Cuba y Venezuela, al régimen cocalero de Bolivia, y de terroristas de Sendero Luminoso y el MRTA. El “pueblo” del que tanto habla es la suma de individualidades y solo los pueblos y sociedades libres, avanzan. Keiko garantiza la libertad, el progreso y la democracia con alternancia de poder. Los de Castillo han sido enfáticos al decir que “se llega al poder para quedarse”. Si llegan, van a perpetuarse y con ellos, el comunismo contra-natura.

Bermejo llevó a Castillo a Pichari para que se comprometa ante ‘Cheldo’ a legalizar la hoja de coca (FOTO: Canal N- 2021).

Bermejo llevó a Castillo al Vraem y lo comprometió a legalizar la hoja de coca

Acuerdo para legalizar la hoja de coca fue durante la primera vuelta; en la reunión participó un dirigente cocalero conocido por amenazar a periodistas

Por OSCAR M. QUISPE– Diario Perú21.
El narcotráfico en el Vraem es un problema igual de preocupante que el terrorismo. Es más, ambos subsisten en una simbiosis en la que Sendero Luminoso recibe dinero de narcotraficantes y cocaleros ilegales por cobro de cupos. Es precisamente en el distrito de Pichari, en la provincia de La Convención en Cusco, donde Perú Libre se comprometió a legalizar la hoja de coca que las autoridades nacionales buscan erradicar. Esto a iniciativa del hoy congresista electo Guillermo Bermejo.
En este contexto emerge un grupo radical de cocaleros de la zona sur del Vraem encabezados por Julián Pérez Mallqui, alias ‘Cheldo’. Este es conocido por ser uno de los principales impulsores de la oposición a las operaciones de erradicación de hoja de coca ilegal por parte de las fuerzas del orden.
En la campaña para la primera vuelta electoral, Guillermo Bermejo –procesado por pertenencia a la organización terrorista Sendero Luminoso autodenominado Militarizado Partido Comunista del Perú (MPCP) del Vraem– tuvo un papel importante en la presentación de Pedro Castillo en la región donde el domingo último murieron acribilladas 16 personas. El hoy congresista llevó a Castillo a Pichari para presentarlo ante los cocaleros de ‘Cheldo’. Esto quedó registrado en un video difundido por Canal N.
Bermejo llevó a Castillo al Vraem para que se comprometa a legalizar la hoja de coca. El diario La República informó sobre la denuncia de los periodistas de Ayacucho y Cusco contra ‘Cheldo’.
“Ahora desde Perú Libre la agenda de la hoja de coca es una agenda nacional… voy a presentar a Pedro Castillo”, dijo Bermejo ante ‘Cheldo’ y otros cocaleros del Vizcatán del Ene.
“Tenemos que declarar patrimonio cultural del país e industrializar esta bendita hoja de coca… la agricultura no debe tener un presupuesto menor al 10% y eso va a ir para ustedes”, dijo el candidato de Perú Libre. “Me preocupa bastante que esta zona del Vraem esté secuestrada con su estado de emergencia, 40 años de estado de emergencia(…) el Vraem debe ser uno de los primeros convocados para que nos sentemos en esta asamblea nacional constituyente”, añadió Castillo.
“LEGALIZAR LA COCA”
Después del compromiso del candidato, fue el turno de ‘Cheldo’. Este personaje fue denunciado por dos periodistas de Ayacucho y Cusco que sufrieron amenazas de parte del dirigente cocalero. Fue tan grave el hecho que el Instituto Prensa y Sociedad (IPYS) emitió una alerta internacional y el diario La República le dedicó, el año pasado, un espacio al hoy aliado de Pedro Castillo y Perú Libre.
“Acá estoy con mi Codipa (Comité Distrital de Productores Agropecuarios) del Ene, una zona bastante golpeada por las instituciones que siempre han venido a aprovecharse, Devida y otras más”, le dijo ‘Cheldo’ a Castillo.
Inmediatamente después, el radical dirigente cocalero agradeció el compromiso del profesor. “Tenemos un proyecto que hemos hecho, una propuesta de reducir los espacios cocaleros. Queremos llegar al modelo boliviano, estamos en ese camino, queremos industrializar la coca, queremos legalizar la coca. Pero desde la voluntad del gobierno de turno. En ese aspecto, pienso que usted tiene una buena propuesta”, señaló Julián Pérez Mallqui.
Castillo, seguro de sus palabras y antes de estrechar la mano del dirigente, sentenció: “Jamás vamos a cambiar, mi hermano. No hemos cambiado, no vamos a cambiar, porque venimos de abajo”.
Fuentes de la Dirección Antidrogas de la Policía señalaron, preocupados, a este diario que el “plan de reducción concertado es una forma de frenar la erradicación. Legalizar la hoja de coca es legalizar el narcotráfico, solamente el 10% de la hoja de coca a nivel nacional es legal y lo compra la Enaco”.

Sacerdote amenazado de muerte

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Dijo que el comunismo es enemigo de la Iglesia

Por WALTER SÁNCHEZ SILVA– ACI Prensa.
Desconocidos amenazaron de muerte al Padre Omar Sánchez Portillo, secretario general de Cáritas Lurín y conocido por su amplia labor solidaria a favor de miles de personas necesitadas en Perú, luego de haber criticado al comunismo en una homilía.
El 23 de mayo el sacerdote recordó en una Misa que el comunismo es enemigo de la Iglesia y que varios beatos peruanos fueron asesinados por el grupo terrorista Sendero Luminoso, que se declara marxista, leninista y maoísta. El sábado el Papa Francisco aprobó la beatificación de la religiosa María Agustina Rivas López, “Aguchita”, asesinada en 1990 también por los senderistas.
El Partido Comunista del Perú-Sendero Luminoso, calificado como uno de los más sanguinarios grupos terroristas, apareció en 1980 y causó decenas de miles de muertes en todo el país.
El sacerdote hizo esta precisión sobre el comunismo a dos semanas de la segunda vuelta electoral para elegir al nuevo presidente del Perú. Los candidatos son Pedro Castillo, del partido comunista Perú Libre; y Keiko Fujimori, de Fuerza Popular. La votación será el 6 de junio.
En una publicación en su cuenta de Facebook tras haber recibido las amenazas, el Padre Omar Sánchez precisó que ha “hablado con la verdad y solo he enseñado con claridad lo que enseña la Santa Madre Iglesia. Salvo que alguien me demuestre lo contrario”.
“A los que me amenazan de muerte, me insultan, me ofenden, me difaman, y engañan y mienten sobre mí, los amo en Cristo Jesús y los perdono. Rezo por ustedes”, agregó el sacerdote.
En declaraciones a ACI Prensa este 26 de mayo, el Padre Omar Sánchez dijo que “la gente piensa que las amenazas vienen del lado de Pedro Castillo pero no son de ellos. Han sido llamadas después del sermón del domingo”.
El Padre Omar dijo a ACI Prensa que “me llamaron tres personas diferentes amenazando con que me iban a matar. ‘Te vamos a perseguir por apoyar a Keiko, te vamos a perseguir’, me dijeron”.
“Puede ser cualquier persona. No sé de dónde vienen las amenazas. He llamado a los teléfonos al día siguiente y están siempre apagados. También hubo insultos en Facebook, ya sabes cómo son las redes”, agregó.
El sacerdote dijo que pese a las amenazas está tranquilo y sigue realizando sus labores normalmente.
“No van a paralizar mi vida. Me he reunido con mi obispo y he sentido su respaldo. Eso me da tranquilidad. No le daría más importancia a las amenazas”, comentó el Padre Omar.
Finalmente el sacerdote explicó que está “súper tranquilo. Mi vida continúa. Ahora voy a un lugar donde se cayó una capilla que era frágil para ver cómo la levantamos de nuevo”.

Carta a mis compatriotas

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Queridos Compatriotas: Después de haber orado y discernido, les escribo esta “Carta Abierta” ante la difícil encrucijada en la cual nos encontramos de cara a la segunda vuelta electoral. Mi amor al Perú me ha movido a hacerlo. Lo hago como un peruano más, que no quiere para su país que el totalitarismo comunista destruya nuestra libertad, nuestros derechos e independencia, aquellos que precisamente hace 200 años nos legaron nuestros Próceres y por la cual derramaron su sangre nuestros Héroes.
La disyuntiva electoral ante la cual nos encontramos ha traído a mi memoria males y peligros que pensé que nunca más volverían a aparecer en nuestro futuro como país. Ha traído el recuerdo de una ideología totalitaria que acepta que el fin justifica los medios, sin importar si éstos traen atropellos, violencia y muerte. Es la utilización de la democracia por quienes no creen en ella sino solamente en su ideología.
Cuando era un joven sacerdote me enteraba a diario con dolor y estupor de las atrocidades que cometía en aquel entonces el terrorismo demencial de Sendero Luminoso: masacres de comunidades enteras de humildes pobladores de nuestros Andes y Selva, así como de personas en las ciudades. A ello se sumaban los asesinatos de miembros de nuestras Fuerzas Armadas y Policía Nacional, y los demenciales atentados con coches bomba llenos de dinamita y anfo, de odio y muerte. En algunas ocasiones me tocó confortar espiritualmente a familias a quienes el terrorismo les asesinó o secuestró a un ser querido.
Los jóvenes de hoy no han vivido aquella época de barbarie y zozobra en las que además pasábamos largas noches sumidos en la oscuridad por el derribo de las torres de alta tensión, y nuestros padres esperaban nuestro regreso a casa sumidos en la angustia y el temor, pues no existían los celulares en aquellos tiempos.
Recuerdo que, cuando San Juan Pablo II realizó su histórico primer viaje apostólico al Perú el año 1985, regresando el 4 de febrero ya de noche de su visita a Piura y a Trujillo, Lima quedó en tinieblas por un nuevo atentado terrorista, y en la cumbre del cerro San Cristóbal se dibujó la hoz y el martillo, símbolos del nefasto comunismo, «intrínsecamente perverso» como enseñaba Pío XI, que proclama al odio y a la violencia como los motores de la historia. ¿Volverá a dibujarse 36 años después?
En 1989, fui vicario parroquial y me tocó servir pastoralmente en la zona de Ate-Vitarte, que en aquellos tiempos era un distrito con fuerte presencia senderista. Fui amenazado de muerte, exigiéndome Sendero cerrar el templo y no volver. No hice caso. Según me contaron mis entonces feligreses, por desencuentros providenciales en días y horas, los que iban a atentar contra mi vida no me encontraron.
Los comedores parroquiales de mi capilla de la Santísima Cruz de Ate, que daba alimento gratuito a los más pobres en aquellos tiempos de crisis y violencia homicida, fueron varias veces saqueados por los terroristas quienes se llevaban las reservas de alimentos para los pobres y destruían la humilde infraestructura de los comedores al grito de, “hoy es paro armado, aquí nadie cocina”, pretendiendo así amedrentar a las valerosas mujeres que se disponían a cocinar para las familias de su comunidad, pero que nunca dejaron de hacerlo a pesar de las amenazas. Jamás se dejaron robar la esperanza.
No olvidemos que el odio totalitario de Sendero Luminoso a la fe católica llevó al asesinato de tres sacerdotes por negarse a abandonar a su grey, los cuales fueron beatificados el 2015. Recientemente el Papa Francisco también ha firmado el decreto de beatificación por el martirio de la religiosa misionera María Agustina Rivas López conocida como «Aguchita», asesinada en 1990. El factor común de los cuatro era la práctica de la caridad con el prójimo y predicar en nombre de Cristo.
Para los llevados por la ideología senderista y comunista, darle de comer a los hambrientos, es adormecer sus conciencias frente a la “lucha de clases” y a la “revolución”. Para ellos, la religión es, como afirmaba Marx, el “opio del pueblo”. No nos extraña por eso su odio a la fe, a cuyo anuncio se ha forjado el Perú, y que ha sido y es fuente de unidad, amor y fraternidad entre los peruanos de todos los tiempos, de todas las clases sociales y de todas las sangres, porque sólo Cristo puede ser principio y fundamento de una auténtica reconciliación social.
Ahí está como prueba de ello la procesión del Señor de los Milagros, la manifestación pública de religiosidad popular más grande del mundo. Ahí está también, como prueba de ello, el decidido compromiso solidario y caritativo de la Iglesia en estos tiempos de pandemia con los enfermos y sus familias, y con los que hoy han perdido su trabajo y pasan hambre.
De otro lado, no olvidemos que la libertad religiosa es un derecho fundamental de la persona humana a defender, y que por encima de las ideologías y los partidos políticos, está la verdad de Cristo, plenitud de todo lo humano, y para los católicos, nuestra adhesión a la Iglesia, la cual siempre nos ha inculcado, junto con la fe, nuestro amor y compromiso con el Perú, nuestra Patria. No hay que olvidar que el 90% de los peruanos se identifica con la fe cristiana.
Soy consciente de la penuria, pobreza y miseria por la que pasan aún hoy en día millones de compatriotas que no tienen los más elementales servicios públicos, e igualdad de oportunidades para su realización personal, familiar y comunitaria. Ciertamente existe en amplios sectores sociales de nuestro país una rabia y una frustración por culpa de los malos gobiernos que hemos tenido y de un sector frívolo de nuestra sociedad que aborda la vida con superficialidad, preocupándose solamente por lo que le pasa a nivel individual, sin comprometerse con las necesidades de los demás, especialmente de los más pobres.
Todo ello se ha agravado aún más por la terrible pandemia que todavía sufrimos, acentuada por la pésima gestión de los que integran el Ejecutivo, y que ha cobrado la vida de miles de compatriotas, sumiendo en el dolor y la pobreza a muchísimas familias peruanas que no tienen un acceso digno a los servicios de salud. Las desigualdades injustas y la marginación han de ser un constante incentivo para toda conciencia, especialmente la cristiana, pero no por medio de opciones de odio y de muerte.
Precisamente como nos dijo de forma profética San Juan Pablo II en Ayacucho en 1985: “Grave es la responsabilidad de las ideologías que proclaman el odio, el rencor y el resentimiento como motores de la historia. Como el de los que reducen al hombre a dimensiones económicas contrarias a su dignidad. Sin negar la gravedad de muchos problemas y la injusticia de muchas situaciones, es imprescindible proclamar que el odio no es nunca camino: sólo el amor, el esfuerzo personal constructivo, pueden llegar al fondo de los problemas”.
Ver ahora que el peligro de la alternativa violentista y totalitaria de aquellos tiempos pueda hacerse del poder en el Perú en las próximas elecciones me lleva a decirles a mis compatriotas que no podemos permitir que grupos vinculados o afines a Sendero Luminoso, o acríticos a éste, puedan regir los destinos de nuestra Patria para perpetuarse en el poder y llevar adelante su agenda de división, violencia y más pobreza, bajo la falsa apariencia de formas democráticas, pero que son en verdad expresiones de la manipulación del poder y del adoctrinamiento.
¿Queremos ser otra Cuba, Bolivia, Nicaragua o Venezuela, donde la libertad sea conculcada? ¿Queremos un país sin democracia dónde la pobreza extrema llegue a niveles siderales? ¿Queremos un Perú donde nuestra fe cristiana no sea respetada y tomada en cuenta? La sangre de 70,000 muertos de la época de la delincuencia terrorista que sufrió el Perú, nos reclama no ser cómplices de la tragedia que les costó la vida. Esperemos que la sabiduría del pueblo no se vea engañada por falsas promesas que aprovechan sus frustraciones para llevarlo a un precipicio.
Los que nos han gobernado, especialmente en los últimos 20 años, tendrán que rendir cuentas, no sólo ante la justicia humana, sino sobre todo ante la Divina, por su incapacidad e indolencia para resolver los problemas estructurales del país pudiendo hacerlo, por no haber luchado contra la corrupción y/o haber participado de ella, por no haber promovido adecuadamente la justicia social en áreas tan importantes como la salud, la educación, la vivienda, el trabajo, y la economía habiendo recursos abundantes para ello, y por haber envilecido la política con la mentira y el beneficio propio, cuando ésta es una de las formas más preciosas de la caridad, porque el objetivo de la política es la búsqueda de algo tan noble y elevado como el bien común.
Los peruanos iremos a las urnas el próximo 6 de junio, curiosamente en la víspera del “Día de la Bandera”, que conmemora la gesta de Arica, donde un puñado de valientes peruanos resistió al invasor hasta el último cartucho. El Coronel Francisco Bolognesi Cervantes y sus soldados hoy nos miran desde la gloria. A ellos no les preocupaba sufrir o morir. Sólo les preocupaba una sola cosa: No defraudar al Perú. Y no lo hicieron, dejándonos una de las más hermosas páginas de amor a nuestro país. Hoy sus voces nos gritan desde lo más alto del Morro: “Peruanos, hermanos, no defrauden al Perú. Vean vertida nuestra sangre y entregada nuestras vidas. No defrauden a nuestra Patria”.
Que el próximo 6 de junio, Solemnidad del Cuerpo y Sangre de Cristo, fiesta de tanto arraigo y devoción en el Perú, Jesús, realmente presente en la Hostia Santa, bendiga a nuestra Patria, la libre de todo peligro presente y futuro que ponga en riesgo la paz, el orden social y los derechos fundamentales de todos los peruanos. Que Jesús Eucaristía, nos ayude a preservar nuestra frágil democracia, y con ella la libertad, la justicia, la unidad y la amistad social en el Perú.
San Miguel de Piura, 24 de mayo de 2021
Monseñor José Antonio Eguren Anselmi
DNI 07187551

Conferencia episcopal peruana: La Iglesia siempre ha rechazado y condenado al comunismo “perverso”

La Conferencia Episcopal Peruana emitió un pronunciamiento en el marco de la segunda vuelta electoral que se realizará el próximo 6 de junio. El documento llamado “Carta al pueblo de Dios”, expresa una serie de puntos entre ellos, que la Iglesia “siempre ha rechazado y condenado al comunismo” y al “capitalismo salvaje”.
La carta es un pronunciamiento que ha sido firmado por los obispos del Perú en el marco de la solemnidad del Pentecostés.
“Los obispos queremos acompañarles en los difíciles momentos que nos toca vivir, haciéndoles llegar la siguiente reflexión”, precisa la carta.
Entre los temas abordados, la Conferencia episcopal peruana indica que es un “deber ciudadano ir a votar y emitir un voto responsable, pensando en el presente y en el futuro del país”.
Asimismo, pide que “Dios nos conceda el don de la sabiduría para discernir y elegir lo mejor para nuestra patria” para así superar la “crisis social, política, económica, educativa, sanitaria, y la corrupción que nos afecta y golpea a todos, de manera especial a los más débiles y vulnerables”.
“En el contexto del bicentenario, estas elecciones deben ser una ocasión para fortalecer los valores fundamentales de la Nación: democracia, libertad, Estado de derecho, independencia de poderes, dignidad humana, la vida, la familia, la propiedad, el respeto de los tratados internacionales, que deben ser plenamente garantizados por el orden constitucional”, indica la Carta.
En otro punto de la carta, la Conferencia episcopal precisa que la Iglesia condena el comunismo y el capitalismo salvaje.
“La Iglesia, en fidelidad a la dignidad humana, siempre ha rechazado y condenado al comunismo por ser un sistema perverso que reduce al ser humano a la esfera de lo económico y restringe las libertades fundamentales de la persona; así mismo, la Iglesia rechaza al capitalismo salvaje que reduce al ser humano al “consumismo” y al afán de lucro desmedido, en desmedro de la dignidad humana. (Cfr. Centesimus Annus 8)”, señala.
Además, expresó su “condena al terrorismo”.
“La buena política debe también atender las urgentes necesidades, sobre todo de los más pobres y vulnerables y debe ser capaz de unirnos, no de dividirnos, pues “nadie se salva solo”, continúa el documento.
“Como ciudadanos necesitamos con urgencia recuperar la confianza entre nosotros para que juntos y con generosidad construyamos un Perú realmente fraterno, solidario, en paz. ¡No nos dejemos robar la esperanza!”, culmina la Carta al pueblo de Dios.
Fuente: Diario Perú21.

CARTA DEL OBISPO PRELADO DE MOYOBAMBA ANTE LA SEGUNDA VUELTA ELECTORAL A LA PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA DEL PERÚ 2021

Muy queridos sacerdotes, religiosos y fieles laicos de la Prelatura de Moyobamba:
Como obispo, en la misión de enseñar e iluminar las conciencias en materia política, sólo pretendo orientar a los fieles, según la doctrina social de la Iglesia, sobre cómo juzgar a la hora de emitir el voto.
Próxima ya la segunda vuelta electoral a la presidencia de la república del Perú, el próximo día 6 de junio, recuerdo a los fieles que, a la hora de votar, deben tener en cuenta que las propuestas de los candidatos a presidente y de sus partidos políticos sean compatibles con la fe y las exigencias de la vida cristiana y su sintonía hacia los valores que los cristianos debemos promover en la vida pública.
El ejercicio responsable del voto nos exige a todos un conocimiento suficiente de los programas de gobierno que presentan los dos candidatos, así como los idearios de los partidos políticos a los que representan. Los católicos hemos de actuar según los imperativos de una conciencia bien formada en los principios de la recta razón iluminada con la fe, propuesta por el Magisterio de la Iglesia, de modo que podamos elegir, entre las opciones políticas compatibles con la fe y la ley natural, aquella que se conforma mejor al bien común. Siempre y en todo hemos de pensar y actuar como católicos.
Uno de los candidatos a la presidencia de la República forma parte de un partido que, en su ideario propone el sistema comunista marxista-leninista como gobierno para Estado peruano y varios miembros del partido han sido acusados de tener vínculos con Sendero Luminoso.
Ya el Papa Pío XI, en el año 1937, en su encíclica “Divini Redemptoris” advertía que el comunismo es un sistema filosófico, político, social y económico “intrínsecamente perverso”, contrario a la fe cristiana.
Les ofrezco un resumen de la Encíclica.
Doctrina del comunismo
El comunismo de hoy encierra en sí mismo una idea de aparente redención. Un falso ideal de justicia, de igualdad y de fraternidad.
La doctrina del comunismo se funda sobre los principios proclamados por Marx del materialismo dialéctico y del materialismo histórico en 1848. Esta doctrina enseña que sólo existe una realidad, la materia, con sus fuerzas ciegas, la cual, por evolución, llega a ser planta, animal, hombre.
La sociedad humana no es más que una apariencia y una forma de la materia, que evoluciona y que por necesidad tiende, en un perpetuo conflicto de fuerzas, hacia la síntesis final: una sociedad sin clases.
En esta doctrina no queda lugar para Dios, no existe diferencia entre el espíritu y la materia, ni entre el cuerpo y el alma: no existe una vida del alma posterior a la muerte, ni hay esperanza en una vida futura.
Insistiendo en el aspecto dialéctico de su materialismo los comunistas procuran exacerbar las diferencias existentes entre las diversas clases sociales y se esfuerzan para que se produzca la lucha de clases.
El comunismo despoja al hombre de su libertad, principio normativo de su conducta moral, y suprime en la persona humana toda dignidad y todo sentido moral. La persona humana, en el comunismo, es una simple pieza del engranaje total, se niegan al individuo, para atribuirlos a la colectividad, todos los derechos naturales propios de la personalidad humana.
En las relaciones sociales de los hombres afirman el principio de la absoluta igualdad, rechazando toda autoridad jerárquica establecida por Dios, incluso la de los padres; porque, según ellos, todo lo que los hombres llaman autoridad y subordinación deriva exclusivamente de la colectividad como de su fuente.
Los individuos no tienen derecho alguno de propiedad sobre los bienes naturales y sobre los medios de producción. Toda especie de propiedad privada debe ser destruida radicalmente.
Al negar a la vida humana todo carácter sagrado y espiritual, esta doctrina convierte naturalmente el matrimonio y la familia en una institución meramente civil y convencional, nacida de un determinado sistema económico; niega la existencia de un vínculo matrimonial jurídico-moral que esté por encima de la voluntad de los individuos y de la colectividad, y niega también su perpetua indisolubilidad.
Niega a los padres el derecho a la educación de los hijos, porque este derecho es considerado como un derecho exclusivo de la comunidad, y sólo en su nombre y por mandato suyo lo pueden ejercer los padres.
La sociedad humana sería una colectividad, pero sin otra jerarquía unitiva que la derivada del sistema económico. Tendría como única misión la producción de bienes por medio del trabajo colectivo.
En la sociedad comunista, tanto la moral como el orden jurídico serían una simple emanación exclusiva del sistema económico contemporáneo, es decir, de origen terreno, mudable y caduco.
Se pretende introducir una nueva época y una nueva civilización, fruto exclusivo de una evolución ciega: «una humanidad sin Dios».
¡He aquí el pretendido evangelio nuevo que el comunismo ateo anuncia a la humanidad como mensaje de salud y redención! Un sistema lleno de errores y sofismas, contrario a la razón y a la revelación divina; un sistema subversivo del orden social, porque destruye las bases fundamentales de éste; un sistema que niega los derechos, la dignidad y la libertad de la persona humana.
Doctrina social de la Iglesia frente al comunismo
Frente a esta amenaza, la Iglesia católica no podía callar, y no calló. Es misión propia suya la defensa de la verdad, de la justicia y de todos aquellos bienes eternos que el comunismo rechaza y combate.
En el año 1846 Pío IX dice textualmente en la encíclica “Qui pluribus”: «A esto tiende la doctrina, totalmente contraria al derecho natural, del llamado comunismo; doctrina que, si se admitiera, llevaría a la radical subversión de los derechos, bienes y propiedades de todos y aun de la misma sociedad humana».
León XIII en el 1924, en la encíclica “Quod Apostolici numeris”, definió el comunismo como «mortal enfermedad que se infiltra por las articulaciones más íntimas de la sociedad humana, poniéndola en peligro de muerte».
Pío XI condenó el comunismo en las encíclicas “Miserentissimus Redemptor”, Quadragesimo anno”, “Caritate Christi”, “Acerba animi”, “Dilectissima Nobis”. “Divini Redemptoris, 1937”.
Pío XII culminó con la excomunión con los decretos del 4 de julio de 1949 y del 28 de julio de 1950 no sólo a los jefes, sino también a los que apoyaban el comunismo con el voto, afiliándose a partidos comunistas o favoreciéndolos; editando, propagando o leyendo libros, diarios o periódicos que patrocinen la doctrina comunista.
San Juan XXIII en la encíclica “Mater et Magistra”, 15 de mayo de 1961, trata la posición cristiana frente al comunismo y socialismo. Escribe el Pontífice: “La doctrina comunista y cristiana se hayan en violenta contradicción. Tanto el comunismo como el socialismo se dirigen a la consecución del bienestar de la vida presente, cercenando la libertad humana con el descuido de lo que es el verdadero social”.
San Pablo VI el 6 de agosto de 1964 publica la encíclica “Ecclesiam suam”. En el número 105 nos dice la reprobación al comunismo ateo. Dice el Papa: “Por estas razones, nos sentimos obligados, a reprobar los sistemas ideológicos que niegan a Dios y oprimen a la Iglesia. Estos principios están conectados a veces con la formación económica, social y política de los gobiernos, como sucede con el comunismo”.
San Juan Pablo II en la carta encíclica “Laborem exercens”, del 14 de septiembre de 1981 en los números 11c y d, donde hace referencia al comunismo: “La lucha de clases existente ha tenido su expresión en el marxismo, entendido como comunismo. El programa de esta última ideología tiende mediante la supresión de la propiedad privada a introducir el sistema colectivista. El objetivo es la revolución social e introducir en el mundo el sistema comunista”.
En “Centesimus annus”, 1 de mayo de 1991, en el número 18 a, expresa: “Por muchos años la mitad del continente (Europa) cae bajo el dominio de la dictadura comunista, muchos pueblos pierden el poder de autogobernarse, encerrados en los confines opresores de un imperio, mientras se trata de destruir su memoria histórica. Como consecuencia de esta violencia masas de hombres son obligados a abandonar su tierra”.
Catecismo de la Iglesia Católica nº 2425: “La Iglesia ha rechazado las ideologías totalitarias y ateas asociadas en los tiempos modernos al comunismo o socialismo”.
Ningún católico puede dudar que la Iglesia ha condenado desde el origen del comunismo hasta el presente los principios de este sistema político. Por eso, quiero recordar que ningún católico debe apoyar con su voto a candidatos o partidos que promuevan el aborto, la eutanasia, las uniones homosexuales, la ideología de género y el comunismo, si no quiere hacerse cómplice de tales errores. Los 70,000 muertos de la época del terrorismo y el Perú no se lo merecen.
Les invito a que ejerzan su derecho al voto con libertad y responsabilidad moral, recordando siempre que la ley de Dios está por encima de cualquier ley humana.
Ruego al Señor de los Milagros, a Santa María, Madre de la Iglesia, a San José, protector de la Iglesia y patrón del Perú y a la próxima beata peruana, María Agustina Robles, “Aguchita”. Que las próximas elecciones contribuyan a la promoción de la vida humana, la verdad, la justicia, la paz, el progreso de los más pobres y el bien común.
Con mi afecto y bendición. Moyobamba, 24 de mayo de 2021.
+ Rafael Escudero López-Brea
Obispo Prelado de Moyobamba.

EN COMUNICADO MONSEÑOR CABREJOS CONDENA AL TERRORISMO

En varias oportunidades hemos criticado en este portal a Monseñor Miguel Cabrejos, Arzobispo de Trujillo y Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana. Hemos discrepado con diversos aspectos de su labor episcopal. Sin embargo, en La Abeja creemos firmemente en practicar un periodismo honesto y estar siempre de lado de la verdad. Es por eso que esta vez tenemos que destacar un acierto de monseñor Cabrejos.
Ante el silencio de monseñor Carlos Castillo arzobispo de Lima o del cardenal Barreto la declaración de monseñor Cabrejos de condena al terrorismo adquiere mayor valor.
A través de un comunicado, Monseñor Miguel Cabrejos, expresó su “más profunda condena por el cruel asesinato de 14 personas, entre mujeres, niños y jóvenes”, ocurrido en el VRAEM por parte de terroristas de Sendero Luminoso, dirigidos por Víctor Quispe Palomino.
“Nadie tiene el derecho de quitar la vida a ninguna persona. La Vida es sagrada”, resaltó Monseñor Cabrejos.
El también Presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), dijo que este hecho trágico “nos recuerda la época de la barbarie y el terror que vivió el país durante más de 20 años, cuyo resultado fue más de 70 mil muertos y un gran número de desaparecidos”.
“Nunca más al terrorismo. Nunca más la violencia en el Perú, venga de donde venga. Nuestro país tiene el derecho de vivir en Paz y construir un futuro que beneficie a todos”, destacó, y pidió a Dios por el eterno descanso de estas víctimas.
Solo nos queda felicitar a monseñor Cabrejos por este claro pronunciamiento.

Cerrón con Sendero Luminoso

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Operador de los Quispe Palomino trabajó con Cerrón

El programa ‘Milagros Leiva Entrevista’ reveló los vínculos del hombre detrás del candidato Pedro Castillo (Perú Libre), el suspendido exgobernador regional de Junín Vladimir Cerrón, con Sendero Luminoso.
En un reportaje, el espacio conducido por la periodista Milagros Leiva mostró fotografías de Cerrón con Alex José Pimentel Vidal, operador de la cúpula senderista de los hermanos Quispe Palomino.
En las imágenes se ve a Vladimir Cerrón vistiendo un uniforme de la Policía Nacional del Perú, usurpando un cargo que no le corresponde, al lado del acusado de terrorismo Pimentel, que también esta ataviado de un traje de la PNP.
Ello fue en la escenificación de la batalla de Pucará, en Huancayo, que se realiza cada año en julio.
Como se recuerda, en agosto del 2018, Alex José Pimentel fue capturado por policías de la Dircote en Huánuco, quienes le requisaron aparatos electrónicos, como una laptop, chips de celular y un disco duro externo, en donde se le encontró fotos y videos del Partido Comunista del Perú.
En 2012, Pimentel facturó al gobierno Regional de Junín –liderado por Cerrón– S/13,500, según ha quedado registrado en el portal de Transparencia del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).
En 2018, la Dircote logró capturarlo en Huánuco por realizar trabajo de prensa y propaganda de los hermanos Quispe Palomino. Pimentel fue intervenido por la Policía y se le requisó videos, fotos y documentación del Militarizado Partido Comunista del Perú (MPCP), que está asentado en el Vraem.
Sin embargo, un juez descartó imponerle prisión preventiva y ordenó solo comparecencia, impidiéndole salir del país. No pasó mucho tiempo para que se haga humo y desparezca hasta hoy; abandonó, además, otro proceso en su contra por abuso sexual contra una menor de 11 años por el cual tiene una orden de captura vigente.
MATERIAL DEL TERROR
En un video al que accedió Perú21 se observa a Alex Pimentel en la selva del Vizcatán junto a otros seis sujetos, entre ellos –y quien lidera el grupo– Eddy Villarroel alias ‘Sacha’, quien actualmente es procesado por apología al terrorismo. ‘Sacha’ y Pimentel se reunieron con Víctor Quispe Palomino alias ‘José’, cabecilla de Sendero Luminoso en el Vraem.
También se observa a Pimentel manipulando un fusil de guerra.
ACERCAMIENTO. Pimentel en su incursión en el VRAEM (Foto: Perú21).
“Nos hemos atrevido a venir a estas alturas del Vizcatán de nuestros hermanos y compañeros del Partido Militarizado Comunista del Perú y estamos nosotros realizando los trabajos de campo. Desde este hermoso valle, mandamos un saludo a nuestro hermano país de Venezuela, que está resistiendo la opresión del imperialismo yanke”, dice ‘Sacha’ en el video. Los terroristas del Vraem cuentan con un plan de “conquista del poder en todo el país”, que pasa por “fortalecer y consolidar al ejército popular revolucionario”.
‘Sacha’ fue detenido en diciembre del 2019 por la Dircote por sus nexos con los Quispe Palomino, por lo que fue recluido en un penal y actualmente afronta un proceso. Es dirigente del movimiento de reservistas ASPRET-ERAT.
La relación de Alex Pimentel con Cerrón fue evidente. El dueño de Perú Libre lo defendió públicamente, pese a que ya se conocían sus vínculos con Sendero Luminoso. “Obviamente no lo he conocido en las nuevas facetas del cual se acusa. Sin embargo, considero todavía que Alex Pimentel es inocente y no creo que tenga los temas de terrorismo, o un activista de eso, en absoluto. Mantengo mis dudas. Pero definitivamente eso dirán las investigaciones”, dijo Cerrón.
“Para mí debe ser quizá un tema que la Policía tiene indicios, quiere hacer una profilaxis política, eso lo demostrarán finalmente las investigaciones. No nosotros”, agregó como si fuera el abogado del hoy prófugo.
Alex Pimentel era el encargado de implementar la nueva estrategia del MPCP: usar los medios digitales para hacer eco del discurso de esos dirigentes terroristas, como el último en donde se escucha la voz de la camarada ‘Vilma’.
En su momento, el propio terrorista Víctor Quispe Palomino agradeció y reconoció la visita del grupo liderado por Eddy Villarroel al Vraem.
“Por su atrevimiento y valentía de venir a saber la verdad acerca de la justa y sagrada guerra popular democrática del Perú”, refirió el sanguinario ‘José’.
En marzo pasado, las Fuerzas Armadas confirmaron la muerte del otro cabecilla Jorge Quispe Palomino, alias ‘Raúl’, quien había quedado herido en un enfrentamiento meses atrás.
Víctor Quispe Palomino, alias ‘José’, todavía figura en la lista de fugitivos elaborada por la Administración para el Control de Drogas (DEA).
Fuente: Diarios La Razón y Perú21.

Carlos Repetto: “Cerrón tiene un acercamiento muy fuerte con Sendero Luminoso”

A través de Repetto, el movimiento etnocacerista pide a sus huestes dejar de ser ‘guachimanes’ de Pedro Castillo porque los está utilizando.

Por OSCAR M. QUISPE– Diario Perú21.
Carlos Repetto es secretario de prensa del movimiento Etnocacerista. Este fin de semana, aseguró que, debido a los audios difundidos en la prensa –en los que Antauro Humala se jactaba de ser el único que podía controlar a las Fuerzas Armadas en un eventual gobierno de Pedro Castillo–, su líder se encuentra totalmente incomunicado. Pero antes de que llegue a esta situación, el etnocacerista le dejó clara su posición sobre el candidato de Perú Libre.
¿Cuándo podrá conectarse otra vez con Antauro Humala?
Es muy poco probable, porque la última conversación que yo tuve con él fue hace dos semanas, en la cual él me dijo claramente “yo no soy comunista, le estoy agradecido al señor Castillo por su buena intención de indultarme, pero nosotros no le hemos pedido eso”. Ahora está incomunicado por los audios, no hay comunicación con él, él no está llamando, no tiene uso de teléfono. No sabemos en realidad cuál es su situación. La última vez que fueron los abogados, no les permitieron ver a Antauro.
En los audios, Antauro asegura que es el único que puede sostener a las Fuerzas Armadas. ¿Esa situación se la hizo llegar directamente a Castillo o a alguna persona de Perú Libre?
Esos audios se dan de forma muy coloquial con una persona de su entorno privado. Él estaba conversando esas cosas. Esa fue simplemente una conversación que me parece a mí, no podría decirlo con certeza, fue sacada de contexto; por lo que escucho, es una persona a la que él le tiene mucha confianza y están conjeturando, tal vez, pensando cosas que se podrían dar. Que yo sepa, eso no ha sido presentado con Perú Libre.
En estos últimos días hemos visto que el movimiento etnocacerista es un aliado de Pedro Castillo y sus ideas. ¿En qué coinciden con el programa de Perú Libre?
El partido Etnocacerista no está aliado con Perú Libre, no hay ningún acuerdo formal. Lo único que sucedió es que Castillo hizo, de voluntad propia, un anuncio de que él quería indultar a Antauro de llegar al poder. Antauro no se lo pidió, nadie de la organización le pidió el indulto, que él lo haya hecho porque tal vez lo conoce a Antauro, le tiene cierto respeto o se enteró de que tiene un exceso de carcelería es una cosa muy particular y nosotros no tenemos ningún acuerdo de apoyar al señor Castillo. Antauro en la carta dice claramente que le agradece y que cuenta con el apoyo de Antauro, mas no con el partido Etnocacerista.
¿Pero el movimiento etnocacerista descansa en la figura de Antauro Humala? ¿O no es así?
Para comenzar, Antauro no es comunista, yo no soy comunista, el partido no esta basado en el comunismo, es 100% patriótico y nacionalista. Entonces no tenemos nada en común con lo que ha escrito Cerrón en su ideario. Nosotros pensamos que el capital debe ser puesto al servicio de la sociedad; respetamos el derecho a la propiedad, ellos no. Ellos tienen este concepto comunista de que el trabajo de uno debe ser repartido entre todos. Es por eso que en la página 14 (de su ideario) ponen que la riqueza individual no se promoverá, sino que se promoverá la riqueza grupal. Además, también Antauro todo lo que hace lo hace a través de notas escritas al CEN, el partido Etnocacerista, nosotros no hemos recibido ninguna nota escrita donde nos diga que le tenemos que dar apoyo a Castillo o a Keiko, a ninguno de los dos.
Entonces, ¿de dónde salió esta intención, esta idea, esta propuesta de campaña de indultar a Antauro Humala que Pedro Castillo ha dado y que ha conseguido que muchas personas que siguen a Antauro, se alineen a Perú Libre?
Correcto y para mí lo que ha hecho Castillo es una estafa, ha estafado a los etnocaceristas porque, una vez que pasó a la segunda vuelta con la ayuda de los etnocaceristas, ahora se deslinda él y dice: “No, no estoy ofreciendo el indulto, estoy diciendo que lo que diga el Poder Judicial lo voy a respetar”, pues hay que aclarar acá que obviamente lo que diga el Poder Judicial se tiene que respetar. Eso está de más, simplemente lo que él está haciendo y diciendo es una perogrullada, es una cosa muy típica de Castillo, que dice una cosa y hace otra. Nosotros no tenemos ninguna intención de darle respaldo porque no tenemos tampoco ninguna directiva de Antauro Humala de darle respaldo.
Entonces, ¿qué le podría decir usted a la gente que vemos en los mítines que tienen los polos de Antauro y prácticamente parecen seguridad de Pedro Castillo?
Me da gusto que me preguntes eso, porque mira, son más de 20 años que el movimiento Etnocacerista está luchando para conseguir un Perú mejor para todos los peruanos y que se haya levantado Antauro en Locumba contra Fujimori, en el ‘Andahuaylazo’ contra Toledo, que esté en la cárcel por 16 años, que haya habido muertos por el lado de los etnocaceristas y del lado de los policías, que haya sucedido todo esto para terminar de guachimanes del señor Pedro Castillo… yo los llamo a reflexión a mis compatriotas y les digo ‘eso no puede ser’, nosotros no tenemos ningún acuerdo, no tenemos por qué estar apoyando de esa manera a este señor. Si él nos hubiera invitado a conversar, bienvenido, pero no lo ha hecho, que hayan ido unas personas a conversar con él es otra cosa, pero como partido no hemos tenido esa invitación y, por lo tanto, no tenemos ningún acuerdo con él.
¿Con el señor Cerrón cómo es la relación?
Con el señor Castillo sí tenemos muchas coincidencias; sin embargo, con el señor Cerrón no tenemos ninguna coincidencia por el hecho de que él tiene un acercamiento muy fuerte a Sendero y nosotros, los etnocaceristas, somos licenciados del Ejército que han luchado contra Sendero Luminoso. Entonces, es imposible tener un acercamiento con Cerrón.
Antauro Humala suele usar los teléfonos de la prisión para comunicarse con sus allegados y emitir directivas.
En esas oportunidades, la persona que está al otro lado del teléfono lo conecta a una reunión virtual para que la voz de Antauro pueda ser escuchada entre los participantes de una conferencia por Internet.
Antauro Humala cumple condena por el asesinato de cuatro policías que intentaban recuperar la autoridad durante la toma de la comisaría de Andahuaylas por parte del movimiento etnocacerista.

SIEMPRE CERCA. Quiroga es un dirigente de izquierda radical con perfil bajo, tiene cerca de 800 personas que lo consideran un ‘líder’ (FACEBOOK/EDWAR QUIROGA VARGAS).

Operador islámico en campaña por Perú Libre y Pedro Castillo en Apurímac

Por ALFREDO LUNA VICTORIA VEREAU– Diario Perú21.
En Apurímac existe un grupo radical y muy peligroso para el país, el Inkarri Islam, que hasta hace poco tenía como director a Edwar Quiroga Vargas. Este personaje es el líder del movimiento islámico en el Perú, poco conocido por los medios televisivos, pero es muy influyente en las zonas mineras. Ha convertido el islamismo en una plataforma política. En varias ocasiones, Quiroga ha protagonizado violentas protestas en contra de la minería.
El Inkarri Islam, como ha bautizado la fusión entre la cosmovisión andina y la religión musulmana, es una organización vigilada tanto por las agencias antiterroristas internacionales como por la Dircote.
Quiroga Vargas es líder y fundador del Inkarri Islam (Facebook).
Quiroga Vargas habló en los medios de comunicación de su región y dio a conocer su total respaldo en las elecciones presidenciales de la segunda vuelta al candidato Pedro Castillo, a quien considera “hermano de lucha” en varias asonadas y conflictos sociales que dejaron heridos.
“Nuestro respaldo a Pedro Castillo es porque es nuestro compañero de lucha, nosotros estuvimos en diferentes luchas del magisterio y, así mismo, en diferentes luchas como contra la minería transnacional como Tía María– Arequipa (2015), Las Bambas– Apurímac (2014), Espinar– Cusco (2012), Conga– Cajamarca (2012) y otros”, señaló el líder islámico en Perú.
Sobre su relación y acercamiento con Castillo Terrones, candidato presidencial de Perú Libre, indicó que existen “intereses en común”, especialmente en la implementación de “una verdadera emancipación de la patria, la Asamblea Constituyente y una nueva Constitución”.
Asimismo, Quiroga descartó tener la necesidad de acudir a las reuniones partidarias de Perú Libre, para apoyar a Castillo. “No hace falta. Estoy directamente en el quehacer político, ideológico, filosófico, cultural y la reivindicación étnica del Tahuantinsuyo”, destacó.
Quiroga Vargas junto a Vladimir Cerrón, fundador de Perú Libre, y Gregorio Santos (Facebook).
“MOVADEF NO ES MALO”
Quiroga Vargas, ante la interrogante sobre el vínculo del partido Perú Libre con Movadef, fachada de Sendero Luminoso, aseguró: “No es malo, es una organización que reivindica a los presos políticos, a los detenidos políticos y a los desaparecidos; y hay que darle apertura al comunismo y no tenerle miedo”.
El pasado político de Edwar Quiroga está ligado también al movimiento Etnocacerista de Antauro Humala, quien cumple condena por el asesinato de cuatro policías después de la toma de la comisaría de Andahuaylas en 2005.
En 2010, con el objetivo de ser elegido como gobernador regional de Apurímac, Quiroga postuló sin éxito por el partido de Humala.
Además, no oculta su simpatía por líderes de izquierda radical. “Tengo una afinidad política con mi comandante Hugo Chávez. He ido a buscarlo a Venezuela. Igual en Bolivia. A hombres dignos y honorables, hay que buscarlos”, resaltó en 2016.
Edwar Quiroga Vargas, en otra ocasión, muy de cerca a Vladimir Cerrón, dueño del partido Perú Libre. (Facebook)
LUCHA DE CLASES Y RACISMO
Hoy este cuestionado líder islámico, también miembro del movimiento Pueblos Originarios y Movimientos Sociales del Perú, recorre las regiones de Apurímac y Cusco llevando el mensaje del comunismo y de la izquierda radical, indicando que le harán la entrega de un “manifiesto político” que serviría de guía para el partido de Castillo, donde habla de la descolonización de una colonia norteamericana-europea.
Sobre este mencionado proceso de descolonización, resaltó que, después del mismo, se enfocará en otro tipo de luchas sociales. “La lucha clasista es necesaria, pero después de un proceso de colonización”, precisó.
Anteriormente, durante sus varias charlas de adoctrinamiento, el líder islámico ha sostenido un discurso donde prima una repudiable lucha racial.
Sobre una de las conformaciones del gabinete del expresidente Pedro Pablo Kuczynski, Quiroga dijo lo siguiente: “Tenemos un gabinete ministerial de Ku Klux Klan. Es un gabinete racista y gringo. Ahí no vemos el color de los cholos y cholas peruanas. No vemos mestizos. Los apellidos son judíos. ¿Dónde están los Mamani? ¿Dónde están los Quispe? ¿Dónde están los apellidos originarios del Tahuantinsuyo?”.
¿JUSTICIA DIVINA?
Respecto de la posición del grupo islámico-peruano sobre Fuerza Popular, destacó que, por motivos religiosos, ningún miembro del Inkarri Islam debería apoyar a Fujimori.
“Es difícil que alguien de ese lineamiento pueda apoyar a Keiko (Fujimori), por un tema de justicia divina”, aseveró.
En 2019, según un informe de Perú21, Quiroga mantiene relaciones con miembros excarcelados de Sendero Luminoso y recibe apoyo económico y asesorías provenientes de Irán.
El nombre de Inkarri Islam proviene de las similitudes entre el Islam y el mito del Inkarri.

Movadef y paraísos fiscales

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Aliado. Edgardo Adrianzén sindicado de integrar el Movadef en el norte del país al lado de Pedro Castillo (Facebook: Edgardo Adrianzén).

Por Harry Gordillo- Diario Perú21.
El candidato presidencial de Perú Libre, Pedro Castillo, ha negado hasta el cansancio tener vínculos con el Movadef, el brazo político de Sendero Luminoso, pero demuestra lo contrario al corroborarse los vínculos que tiene la gente con la que coordina su campaña presidencial.
Agentes del Área Contra el Terrorismo (Arecoter) de la Policía de Lambayeque ha identificado al docente Edgardo Juvenal Adrianzén Ojeda, líder de la base de Huarmaca (región Piura) del Movadef, en una actividad proselitista que encabezó Castillo el lunes 26 de abril último, en la ciudad de Chiclayo.
Organigrama elaborador por la Policía de Lambayeque.
Se trató de una reunión entre docentes que tuvo lugar en el local de la Asociación de Huarmaquinos. La asistencia de Adrianzén se constata en un video grabado por el medio digital ‘Entrevistas Chiclayo’ en el que quedó registrada la llegada del aspirante presidencial a las 7:28 a.m.
Decenas de maestros lo esperaban en el lugar. Castillo llegó en una camioneta 4×4 negra de marca Toyota cuya propietaria, según los registros de la Sunarp, es Dayler Ramos Zevallos. Ramos figura como apoderada de tres empresas constructoras.
Antes de que el candidato descendiera del vehículo, aparecieron Edgardo Adrianzén y otros sujetos para desalojar a gritos a los periodistas que aguardaban al candidato.
“¡Bajen su cámara! Me estás grabando, eso no puede ser posible”, exclamaba muy nervioso Adrianzén.
Los periodistas fueron obligados a abandonar el recinto y la actividad de Castillo se desarrolló a puertas cerradas.
La identificación del miembro del Movadef fue inmediata por parte de la Policía. La identidad de Edgardo Adrianzén figuraba en un organigrama de la organización senderista del año 2012 que elaboró la misma división antiterrorismo mientras desplegaba sus acciones de inteligencia.
“Nos dimos cuenta de Adrianzén porque su rostro, junto al de otras tres personas, está dentro de un organigrama que elaboramos tras un largo trabajo de inteligencia cuando el coronel Jorge Linares (exjefe de la región policial Lambayeque) tenía a su cargo esta dependencia, en el año 2012”, comentaron fuentes policiales a Perú21.
Las mismas fuentes señalaron que el video está siendo analizado porque existe la sospecha de que más miembros del Movadef participaron de ese encuentro.
Este diario se comunicó con el secretario general de Perú Libre en la región Lambayeque, Humberto Heredia Morales, para corroborar la presencia de Adrianzén Ojeda en esa cita.
Heredia no descartó esa posibilidad, aunque se excusó alegando que no participó del encuentro por estar mal de salud. “Siempre habrá gente infiltrada o que quiera tomarse fotos”, expresó.
No es la primera que la Policía advierte la presencia del Movadef en Chiclayo. En enero del 2020, tres miembros de la organización fachada de Sendero fueron detenidos luego que se les hallara realizando campaña por el voto en blanco en las elecciones congresales.

Viaje de Vladimir Cerrón a paraísos fiscales bajo sospecha

Lleno de denuncias. Exgobernador regional es investigado por supuestamente lavar US$15 millones.

Por Junior Meza- Diario Perú21.
El líder de Perú Libre y jefe del candidato presidencial Pedro Castillo, Vladimir Cerrón, tiene cuentas pendientes con la justicia. Cerrón ha sido condenado por actos de corrupción cuando fue gobernador regional de Junín, pero afronta también otros procesos penales. Además de las nueve acusaciones fiscales que registra, como informó Perú21, tiene una investigación por lavado de activos en curso por hechos cometidos durante su primera gestión (2011-2014).
La Fiscalía de Huancayo le levantó el secreto bancario, bursátil, tributario y ordenó que se efectúen las pericias contables a la exautoridad, sus dos hermanos Fritz y Waldemar –este último elegido como congresista por Perú Libre–, y otras siete personas más como parte de la indagación por el presunto lavado de 15 millones de dólares.
La denuncia fue interpuesta en 2016 por Julián Ricardo Barzola Carhuancho, exfuncionario de entera confianza de Vladimir Cerrón. Barzola asegura que el exgobernador habría recibido ese millonario monto por parte de la empresa Chinalco a cambio de reubicar a los habitantes de la localidad de Morococha en el distrito Nueva Morocha.
De esa manera, según la hipótesis fiscal, la compañía asiática pudo iniciar el proyecto Toromocho, que es una mina a tajo abierto.
Según la Fiscalía, ese traslado se realizó sin la aprobación de un convenio marco que estaba proyectado a suscribirse en diciembre del 2012. De acuerdo a la denuncia, Cerrón era el destinatario final de ese monto, pero habría usado a su entorno familiar y laboral para ocultar el dinero.
Entre los investigados también se encuentran el exgerente general del gobierno de Junín, Henry López, y José Nieto, exsubgerente de acondicionamiento territorial.
Fuentes del Ministerio Público indicaron a Perú21 que López y Nieto habrían omitido sus deberes funcionales al permitir que la población residente de Morococha sea trasladada en 2012 sin la aprobación ni ejecución de dicho convenio.
Precisamente, esta pequeña ciudad fue construida por los mismos capitales chinos para desplazar a un aproximado de 1,200 familias que se encontraban dentro del área del proyecto minero.
Esta versión cobra fuerza con la declaración del representante de la Mesa de Concertación para la Lucha contra la Pobreza, Fred Moisés Goytendía, quien corroboró la intervención de las autoridades regionales.
Goytendía dijo a la Fiscalía haber participado de las coordinaciones para el reasentamiento de los habitantes de Morococha y reveló que fueron los representantes del gobierno regional de Junín quienes se opusieron a que se contrate los servicios de especialistas para la elaboración del Convenio Marco.
Fue de esa forma que, según ese testimonio, se dio paso a la mudanza de la población sin ningún acuerdo.
Prueba clave: los viajes
Unos meses después de entrar a gobernar la región Junín, Vladimir Cerrón y Henry López, su coinvestigado, viajaron juntos a Panamá: del 12 al 21 de julio de 2011, según detallan las fichas de movimiento migratorio de ambos y a las que este medio tuvo acceso.
En los meses de febrero y noviembre del 2012, López hizo dos viajes más, pero esta vez al país de El Salvador y la primera semana de enero del 2013 viajó a Panamá por siete días.
Estos viajes a los países considerados como paraísos fiscales han levantado las sospechas en el Ministerio Público. Las cuentas offshores suelen ser abiertas para sacar dinero sucio de un país.
Por ello, el fiscal Denis Rondón Castillo ha requerido información a esos países, vía Cooperación Judicial Internacional, para constatar si los investigados abrieron alguna cuenta offshore.
Rondón, además, requirió información al gobierno regional para conocer si los viajes de Cerrón y López fueron oficiales y si fueron declarados ante las instancias correspondientes.
En febrero pasado, el Poder Judicial otorgó seis meses a la Fiscalía para que realice pericias contables a Vladimir Cerrón y sus coinvestigados y así constatar si registran desbalance patrimonial.
Este diario se contactó con el gerente de comunicaciones de Chinalco, Francisco Sarmiento, para conocer la postura de la empresa. No obstante, dijo que no daría declaraciones.
El juez Leonidas Casas halla los restos del comunero Pedro Valverde, en Alto Mantaro. Había pasado un mes desde que desapareció. Foto: Juzgado de Paz de San Miguel de Ene.

La presencia de Sendero Luminoso en la selva peruana

Por Enrique Vera- Convoca.pe y CONNECTAS
Más de tres décadas después de haber protagonizado el mayor conflicto armado contra el Estado peruano, la organización terrorista Sendero Luminoso o, como ahora se denomina, Militarizado Partido Comunista del Perú, sigue sometiendo comunidades asentadas en los circuitos de la droga dentro del valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem). El grupo armado irrumpe en los pueblos, decide sobre las tierras e impone su brutal justicia.
El cadáver de Pedro Valverde apareció a diez metros de la casa de madera que había construido en su chacra, en el distrito de Vizcatán del Ene, selva del Perú. El juez de la comunidad, Leonidas Casas, lo halló entre la maleza, al borde de un riachuelo. Dentro de la casa encontró una olla con agua y, al lado, una taza de plástico vacía. Por eso la autoridad infirió que lo mataron allí al amanecer, cuando iba a prepararse algo antes de salir al campo. El estado del cuerpo evidenciaba que el asesinato de Valverde había ocurrido, cuanto menos, un mes atrás. Lo último que sus vecinos recuerdan de él es que participó en una tensa reunión de comuneros del centro poblado Alto Mantaro. Y que aquella tarde Pedro Valverde pronunció lo que habría sido su sentencia de muerte.
Para ese momento, enero del 2020, la policía había capturado a cinco informantes de Sendero Luminoso que operaban mimetizados entre los campesinos de Vizcatán del Ene. La Dirección contra el Terrorismo (Dircote) de la Policía seguía el rastro de otros 12 comuneros por sus vínculos con el grupo armado en algunos pueblos que Sendero tiene bajo control: Valle Manantial, Alto Mantaro, Valle Hermoso y Jesús de Belén, todos en Vizcatán del Ene. El día de la reunión, temeroso pero decidido, Pedro Valverde expresó: “Voy a decir toda la verdad”. La mañana siguiente subió a su chacra por última vez. Él era uno de los campesinos que estaban siendo investigados. La Dircote comprobó después que Valverde era un colaborador de la organización armada.
“Cuando Sendero duda de uno, es casi seguro que lo va a asesinar. Lo hace ante la mínima sospecha de que alguien cooperará en las investigaciones de las fuerzas del orden”, indica el general Óscar Arriola, director de la Dircote.
Sendero Luminoso tiene establecido un orden criminal en los pueblos de Vizcatán del Ene. Lo fue forjando hace unos 15 años, desde que este era un sector de cocales en expansión y aún no se formaban los centros poblados que más tarde lo definieron como distrito de la región Junín. La ausencia del Estado ha permitido que la organización armada opere como propietaria de tierras, administradora de su propia justicia, recaudadora de pagos y como una fuerza de seguridad local solo en función de sus intereses, de acuerdo con el relato de comuneros entrevistados en la zona para este reportaje, autoridades y especialistas en temas de terrorismo.
Según el conteo que llevan algunos exdirigentes vecinales que han huido de Vizcatán del Ene por temor, durante los últimos 10 años Sendero ha asesinado a por lo menos 14 comuneros que rechazaban el sometimiento de sus pueblos o que eran acusados de cooperar con la Policía y el Ejército. Pero, como explica la Policía, algunas de estas víctimas no figuran en los registros oficiales, pues sus cuerpos no han sido encontrados.
Vizcatán del Ene está enclavado en el valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), uno de los territorios más inhóspitos y peligrosos del Perú. Para acceder a los pueblos más remotos de este sector hay que viajar 16 horas en auto, desde Lima, hasta Pichari (Cusco). De allí otras tres horas de trayecto por carretera y el río Ene hasta el centro poblado Tununtuari.
Este distrito agolpa cadenas de quebradas boscosas, ríos con crecidas violentas, y árboles que raspan los 60 metros. Las selvas de montaña más profundas de Vizcatán del Ene resultan infranqueables para quienes no tienen costumbre de atravesarlas. Los comuneros les dicen el monte; o el monte de donde vienen los ‘tíos’, cuando aluden a las columnas de Sendero Luminoso que emergen de estos parajes e irrumpen en sus pueblos. El Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas (CCFFAA) sostiene que cualquier operación aquí entraña una dificultad y riesgo en nada comparable a la de otros puntos conflictivos del Perú.

Grupo narcoterrorista asesina a 16 personas en el principal valle cocalero de Perú

Militares y un juez de paz reportan que la masacre ocurrió en una cantina de Junín, en el centro del país

Por JACQUELINE FOWKS– Diario El País.
En vísperas de las elecciones generales en 2011 y 2016, y en las regionales de 2014, columnas armadas del clan de los hermanos Jorge y Víctor Quispe Palomino, quienes alguna vez pertenecieron al grupo terrorista maoísta Sendero Luminoso, se atribuyeron emboscadas y asesinatos en la zona de mayor producción de hoja de coca en Perú, el Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM). Este lunes, a dos semanas del balotaje, militares y un juez de paz informaron que una columna ligada a Víctor (alias José) asesinó la noche del domingo a 16 personas y dejó heridas a otras tres en dos cantinas del centro poblado San Miguel del Ene, en la provincia amazónica de Satipo, región Junín.
Desde hace 17 años, los hermanos Quispe Palomino se instalaron en un reducto del VRAEM, en una zona geográficamente difícil para la actuación de las fuerzas del orden, para dedicarse al narcotráfico, a la extorsión y a dar seguridad a otros operadores del narco. Jorge, alias ‘Raúl’, fue ultimado en un enfrentamiento con las fuerzas del orden en octubre, en una zona de la provincia de Huanta (Ayacucho) perteneciente al VRAEM, pero las autoridades confirmaron su muerte en marzo de este año.
El juez de paz Leonidas Casas denunció el crimen múltiple este lunes a la fiscalía y la policía en el centro poblado Natividad, y relató que, alertado por el presidente de un comité de autodefensa y otro ciudadano, encontró 18 cadáveres en dos cantinas al pie del riachuelo Chimpinchariato, en el VRAEM. Horas después, un comunicado del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas reportó que eran 14 fallecidos -por disparos de fusil- entre ellos los cuerpos de dos menores de edad calcinados. El juez de paz añadió que algunos heridos fueron atendidos en una posta médica y pidió apoyo a las autoridades para retornar al lugar de la masacre de modo que se cumpla el levantamiento de los cuerpos. “Nadie quiere ir”, aseguró. La noche de este lunes, la ministra de Defensa, Nuria Esparch, aumentó la cifra de fallecidos a 16.
Una fuente militar con conocimiento de los hechos, consultada por EL PAÍS, indicó horas después que el Comando Conjunto dispuso el apoyo para que Casas retornara acompañado a la escena del crimen. El jefe del comando conjunto de las fuerzas armadas, el general del Ejército César Astudillo, comentó en la emisora Radioprogramas que el 10 de mayo el grupo armado al mando de Víctor Quispe (alias José) repartió volantes en el VRAEM advirtiendo que harían una “limpieza social” de lo que consideran “personas al margen de la ley o que se comporten de manera libertina”. “Nada justifica lo que han hecho esos criminales”, añadió. En una conferencia de prensa, el ministro de Justicia, Eduardo Vega, agregó que algunas víctimas fueron asesinadas con arma blanca y calificó el hecho como “un típico acto de terrorismo”.
El encabezado del volante distribuido el 10 de mayo dice: “¡Basta ya de males sociales, hay que empezar a limpiar! Basta ya de cuchipampas (…) “Limpiar al VRAEM y al Perú de antros, de elementos de mal vivir, de parásitos y corruptos”. En el sitio del crimen, el juez de paz encontró también un volante dejado por los criminales, pero la imagen que circuló en la prensa no era legible. La fuente militar consultada recordó que en marzo el mismo grupo secuestró a una familia y asesinó a cuatro de ellos en Huanta, región Ayacucho. “Luego de la muerte del líder ‘Raúl’, los cuadros buscan ascender y demostrar sus cualidades de ‘comandantes’ con estas acciones. Los mandos medios tienen una mentalidad abusiva”, anotó.
El Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas denomina Comité Central de Sendero Luminoso VRAEM al grupo que encabeza Víctor (alias José) Quispe Palomino, pese a que su objetivo no es la toma del poder, sino ganar dinero por medio de la extorsión, la vigilancia de las narcopistas y el traslado a pie de cargas de estupefacientes. El grupo maoísta que se alzó en armas en mayo de 1980 llamado Sendero Luminoso y que pretendía destruir el Estado y la democracia en Perú, causó el 54% de las más de 69,000 víctimas fatales en 20 años de conflicto armado interno en Perú, entre 1980 y 2000.
Este es el lugar donde, la madrugada del 9 de abril del 2016, fue emboscada una caravana militar en el distrito de Santo Domingo de Acobamba.

Matanza en Vraem: 500 terroristas integran organización criminal que mató a 18 personas en Vizcatán del Ene

Banda dirigida por Víctor Quispe Palomino, ‘José’, mueve unos 100 millones de dólares producto de la protección al narcotráfico, reveló el director de la ONG Waynakuna, Luis Sánchez Cáceres

Sendero Luminoso volvió a derramar sangre en el VRAEM. Unos 500 combatientes integran la organización criminal Militarizado Partido Comunista del Perú (MPCP), que la noche del domingo asesinó a 14 personas, de acuerdo a confirmación del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas en el Vraem. Ahora bien, ¿quiénes y cuántos conforman esta organización terrorista?
Según Luis Alberto Sánchez Cáceres, director de la ONG de derechos humanos Waynakuna, el alevoso ataque perpetrado por una columna de veinte personas fuertemente armadas, habría sido liderado por el terrorista de alias ‘Roger’, uno de los lugartenientes del jefe de esa banda criminal, Víctor Quispe Palomino, ‘Camarada José’. Otra de las cabecillas del MPCP es una mujer de alias ‘Vilma’ o ‘Elena’.
Sánchez Cáceres afirmó que esa organización criminal, que es la continuación de Sendero Luminoso, tiene bases de apoyo en la zona del Vraem, así como redes de información o espionaje a cargo de pobladores y agricultores cocaleros. Asimismo poseen armamento de primera generación, como fusiles GALIL o AKM que compran con dinero del narcotráfico o que han sido robados tras emboscar y matar a miembros de las fuerzas armadas y policías.
DIARIOS TERRORISTAS
Esta información, dijo el director de Waynakuna, consta en los diarios terroristas del clan Quispe Palomino, que esa ONG publicó en el 2018, donde se señala que es el narcotráfico el que financia las actividades del MPCP.
‘Camarada José’ se esconde en la zona de Vizcatán del Ene, precisamente el lugar donde se ejecutó la matanza. El terrorista mueve alrededor de 100 millones de dólares producto de la protección que brinda a las bandas de la droga en esa zona de selva. “Hay que recordar que el 70% del negocio de la cocaína se gesta en el Vraem, entonces el terrorismo está moviendo millones de dólares. No descarto que el dinero que reciben estén como fondos en paraísos fiscales y cuentas en el extranjero. Con ese dinero compran armamento, municiones y alimentos. Los ‘emepecistas’, como se les conoce, no están aislados completamente, tienen contacto con el mundo moderno”, indicó.
MENSAJE
Según precisó, con esta matanza los terroristas están dando un mensaje a la población para que no colaboren en actividades contra el narcotráfico o den información a la policía y las fuerzas armadas sobre las actividades de los narcos.
Y cuando señalan en los panfletos encontrados en el lugar de los asesinatos, que quieren limpiar el Vraem de antros y prostitución, están reconociendo que están en campaña electoral. Más aún cuando conminan al final del documento que quien vote a favor de Keiko Fujimori es un traidor. “Es un mensaje hacia los habitantes de todos los caseríos de la región para que voten de determinada manera”, manifestó.
Sánchez Cáceres expresó su indignación ante este tipo de atentados masivos contra los derechos humanos y pidió hacer un buen examen de medicina legal para determinar si las personas asesinadas fueron quemadas vivas o después de morir. “Si se confirma todo, es posible que los próximos pasos sea incendiar las ánforas electorales o atacar al personal de la ONPE que desarrollará los comicios de segunda vuelta”, alertó el especialista.
Fuente: Diario El Trome.

Sólido equipo de gobierno sin corrupción

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Carlos Bruce: «Ellos no son los que van a estar en el gobierno, el señor Castillo traerá a los marxistas-leninistas de Cerrón»

“Nosotros no ofrecemos invasiones (como Perú Libre), nosotros ofrecemos su casa de techo propio”, aseguró.

En la fase de Infraestructura, Carlos Bruce (Fuerza Popular) y Andrés Alencastre (Perú Libre) fueron los encargados de exponer las propuestas del sector. Sin embargo, al concluir, ‘Techito’ arremetió contra toda la bancada rival, asegurando que ellos no son los que van a gobernar, porque son una pantalla de los «marxistas leninistas de Cerrón».
«A diferencia del equipo que está al costado, que además es muy probable que si salga elegido el señor Castillo, ellos no son los que van a estar en el gobierno, el señor Castillo traerá a los marxistas Leninistas del señor Cerrón, para gobernar al país ajena a las propuestas y de esa manera llevarnos al caos que el Perú no se merece», sentenció.
A estas palabras, el miembro del equipo técnico de Perú Libre respondió «Se sigue sembrando miedo, no hay otro argumento. Esto no es una competencia».
Durante el debate Andrés Alencastre propuso una ‘humanización’ de las tierras. Un plan que vaya y se acerque a los más pobres, comenzando por la descentralización. Por otro lado, Carlos Bruce aseguró que la mejor estrategia para construir es un plan de «Gobierno a Gobierno», además de explicar el complejo proceso para que las infraestructuras se completen de forma eficiente y transparente.
Es en este momento, cuando el conocido ‘Techito’, mostró el plan de gobierno de Perú Libre y aseguró que en la sección de vivienda no tenían una sola propuesta. Ante esto sentenció que Fuerza Popular si tiene un plan.
«Nosotros no ofrecemos invasiones (como Perú libre) nosotros ofrecemos su casa de techo propio que es lo que se merecen», concluyó Bruce.
Fuente: Diario EXPRESO.

Estas son las propuestas de Fuerza Popular sobre la protección del medio ambiente y desarrollo sostenible

El virtual congresista de Fuerza Popular, Nano Guerra García, fue el responsable de exponer las propuestas de esta agrupación política en el debate de equipos técnicos organizado por el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) en el bloque relacionado a la protección de medio ambiente y desarrollo sostenible.
En su participación, aseguró que en un eventual gobierno de Keiko Fujimori, promoverán los recursos naturales para que se conviertan en riqueza.
“Quienes convierten en riqueza son los emprendedores, la gente que todos los días sale a crear puestos de trabajo. Lo crea el pescado que va al mar, el agricultor que amanece temprano para sembrar”, indicó.
Agregó que desde Fuerza Popular pondrán atención para que no exista contaminación y las actividades puedan estar en orden con la ecología.
Además, Guerra García señaló que la minería debe existir, pero ayudando al campo y que la Amazonía no puede estar en conflicto con el petróleo.
“El litio tiene futuro, pero el Estado debe ser más ágil. Los minerales o tierras raras avanzan, se tiene que trabajar en eso, sino pierden competitividad internacional”, acotó.
Respecto al sector energético, mencionó que el país debe cambiar la matriz de energía por renovables, eólica, solar y que el transporte deje de usar combustibles fósiles.
Apoyo a emprendedores
Nano Guerra García indicó que se impulsarán los negocios ecosostenibles con una bioeconomía.
“Daremos beneficios y apoyo tributario a los negocios ecosostenibles, pero eso no será posible si no tenemos un mercado que emprende. Ahora los negocios abren con temor porque los persiguen, pero nosotros vamos a apoyar a los emprendedores”, aseguró.
Añadió que seguirán promoviendo las compras estatales del 40% de las micro y pequeñas empresas.
“También se conectará sus productos con el mundo y aún más si son de la biodiversidad”, puntualizó.
Fuente: Diario Correo.

Pentecostés 2021

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Evangelio según San Juan 15,26-27.16,12-15.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Cuando venga el Paráclito que yo les enviaré desde el Padre, el Espíritu de la Verdad que proviene del Padre, él dará testimonio de mí.
Y ustedes también dan testimonio, porque están conmigo desde el principio.
Todavía tengo muchas cosas que decirles, pero ustedes no las pueden comprender ahora.
Cuando venga el Espíritu de la Verdad, él los introducirá en toda la verdad, porque no hablará por sí mismo, sino que dirá lo que ha oído y les anunciará lo que irá sucediendo.
El me glorificará, porque recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes.
Todo lo que es del Padre es mío. Por eso les digo: Recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes”.

Homilía del Padre Paul Voisin CR, Superior General de la Congregación de la Resurrección:

Durante lo que solíamos llamar la ‘Guerra Fría’, los comunistas de Berlín Este construyeron una gigantesca torre de televisión que tenía como objetivo ser una obra de arte de ingeniería comunista para la gente de Berlín Occidental. Cerca de la parte superior de la torre, se construyó un restaurante giratorio, también para impresionar a la gente del oeste. Sin embargo, lo que no se dieron cuenta era que cuando el sol golpeó la torre en particular parecía una enorme cruz brillante. ¡Esa no era su intención! Intentaron pintar la cruz, para atenuar el brillo, pero sin éxito. El trofeo de la ingeniería comunista era ahora su vergüenza*.
Muy a menudo durante la historia de los individuos del mundo, grupos y naciones han intentado hacer desaparecer la influencia de Jesucristo, y los cristianos. En nuestro evangelio de este fin de semana, la gran fiesta de Pentecostés (Juan 20:19-23), el temor a los primeros discípulos fue otro ejemplo de ese uso de la fuerza para erradicar la fe cristiana Sin embargo, Jesús viene a ellos, y lo primero que les dice, como hacía a menudo, “La paz sea con vosotros”. En medio de su turbación y temor, les deseó paz. A menudo en las apariciones del Señor resucitado, estaban a puertas cerradas, “por temor a los judíos”. Las autoridades judías -incluyendo a Saúl de Tarso (que más tarde conocemos como Pablo el Apóstol)- querían eliminar esta banda de El hombre que habían crucificado. Sus seguidores dijeron que había resucitado de entre los muertos, lo que hizo que este Jesús, y sus seguidores, aún más peligroso para la seguridad de la paz romana en Palestina. Permitir a estos cristianos correr salvajes y compartir su doctrina podría derribar la mano pesada de los romanos sobre ellos, por lo que a toda costa querían eliminar a estos cristianos y su influencia sobre la vida de la gente en Palestina.
En nuestra primera lectura de los Hechos de los apóstoles (2:1-11) escuchamos sobre ese primer Pentecostés y la venida del Espíritu Santo sobre aquellos reunidos. Hubo una dramática manifestación física del Espíritu, el viento y las lenguas de fuego. La otra manifestación dramática fue su alabanza a Dios en varios idiomas. En la fe judía hubo una fiesta llamada Pentecostés, celebrada cincuenta días después de la Pascua. Así, había judíos de toda esa parte del mundo en Jerusalén en este momento. Cada uno de los que entró en contacto con los discípulos, llenos del Espíritu Santo, escuchó la alabanza de Dios en su propio idioma, para su sorpresa. Había varios idiomas, pero un mensaje, en la alabanza de Dios y testimonio de Dios.
Esto tiene un paralelo increíble en el Antiguo Testamento con la historia de la Torre de Babel. Aquí también había una manifestación de gente hablando multitud de idiomas (Génesis 11:4-9), pero no trajo la unidad, sino la confusión y el caos, y fue visto como un castigo, porque la construcción de la Torre de Babel fue vista como una Afrenta a Dios, como señal de que el hombre era tan grande y poderoso que no necesitaba a Dios.
Desde el momento de Pentecostés sobre los discípulos fueron cambiados significativamente. Ya no vivían con miedo, y dudando en compartir las Buenas Noticias. Que la venida del Espíritu les permitió salir con coraje y testimonio de Jesucristo, el Hijo de Dios que fue crucificado, y resucitado de entre los muertos. Comenzaron a hacer actos milagrosos, tal como Jesús lo había hecho. Los discípulos ahora estaban llevando a cabo la misión de Jesús, y haciendo la voluntad del Padre.
Nuestra Segunda Lectura de la Primera Carta de San Pablo a los Corintios (12:3 b-7, 12-13) continúa el tema del cuerpo de Cristo que escuchamos sobre la semana pasada, que Jesús “es la cabeza de todos”. La analogía del cuerpo de San Pablo nos recuerda que somos uno en Cristo, y que el Espíritu se manifestará en cada uno de nosotros de una manera única y personal. Dios no nos ha hecho con cortadores de galletas, y cada uno somos únicos en nuestros dones y talentos. Por medio del Espíritu Santo, y sus dones, que la vida de Dios se manifiesta en y por medio de nosotros de una manera única. Nuestros dones espirituales son diferentes, y se complementan mutuamente. Una vez más, hay unidad en el Espíritu, no división ni caos.
Mientras reflexionaba sobre las lecturas de esta semana, lo que más me vino a la mente fue esta transformación de los discípulos de gente temible a gente valiente. Esa venida del Espíritu Santo y ese coraje no permitiría que las autoridades judías o los romanos eliminaran su misión. En nuestro tiempo y nuestro lugar todavía hay esfuerzos para hacer desaparecer el cristianismo y Cristo. El término utilizado más frecuentemente es ‘secularización’. De acuerdo con el diccionario en línea ‘secularización’ significa “separado de la conexión religiosa o espiritual o de las influencias; hacer mundano o antiespiritual”. El primer ejemplo que viene a la mente de este fenómeno es en Navidad, el saludo ‘Felices Fiestas’ reemplazando a ‘Feliz Navidad’. Otro ejemplo se reflejó en el censo más reciente en muchos países, hace unos años, cuando se identificó que el grupo de mayor crecimiento bajo la “religión” era “ninguna afiliación religiosa”. Esto es de hecho una amenaza para nuestra cultura, que generalmente se ha considerado como una cultura judeocristiana, una cultura basada en valores religiosos y revelada verdad. El crecimiento del ‘relativismo’ ha cambiado esto, creyendo que no hay verdad objetiva, y que cualquier creencia o opinión es tan buena como la próxima. Así que nuestra fe católica cristiana continúa bajo asedio, ya sea el Imperio Romano, o el Comunismo, o ahora la secularización y relativismo.
Por nuestra vida fuera de nuestra fe: a través de la oración, el estudio, la generosidad y la evangelización (para usar los términos de Matthew Kelly en los cuatro signos de una dinámica católica) -podemos ser, y deberíamos ser- como esa cruz brillante en Berlín Este, recordando el mundo en el que Dios existe, esa fe está viva, y que Jesús está actuando en y a través de cada uno de nosotros. Así como los discípulos recibieron el Espíritu Santo en Pentecostés, y fueron transformados, hemos recibido el mismo Espíritu en nuestro Bautismo, y en nuestra Confirmación, para ser transformados también en Cristo, y para proclamar a Jesús con valentía en nuestro tiempo y lugar. El Espíritu Santo no puede forzarse sobre nosotros. Debemos dar la bienvenida e invitar al Espíritu Santo a nuestra vida, para transformarnos y manifestarse a través de nosotros. Oremos a este Pentecostés que hagamos esto todos los días, y que la paz que Jesús trae sea nuestra.
* Esta historia introductoria es tomada de Illustrated Sunday Homilies, Año A, Series II, por Mark Link SJ. Tabor Publishing, Allen Texas. Página 47.

G. K. Chesterton

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G.K Chesterton, Londres, 29 de mayo de 1874– Beaconsfield, 14 de junio de 1936.

Más conocido como G. K. Chesterton, fue un escritor y periodista británico de inicios del siglo XX. Cultivó, entre otros géneros, el ensayo, la narración, la biografía, la lírica, el periodismo y el libro de viajes.
Chesterton escribe desde una perspectiva cristiana: para él, el cristianismo es como la llave que permite abrir la cerradura del misterio de la vida, porque hace encajar las distintas piezas (Autobiografía). Los dogmas no son una jaula, sino que marcan un camino hacia la verdad y la plenitud; de hecho, todos tenemos dogmas, más o menos inconscientes, que es otra de sus tesis recurrentes. Sus argumentos nunca son teológicos, sino basados en la razón, la experiencia y la historia, y en defensa de la sensatez –en inglés sanity– ante el alocado mundo moderno, al que sin embargo amaba, implicándose profundamente en su transformación a través de sus escritos y sus empresas periodísticas, como el GK’s Weekly.
El punto de partida de Chesterton es el asombro por la existencia, pues podríamos no ser. Hay un mundo real ahí fuera que –a pesar de sus contradicciones– es esencialmente bueno y hermoso, y por tanto hay que estar alegres y llenos de agradecimiento.
Pequeñas pinceladas de su vida.
Educado en una familia anglicana pasó por épocas en las que se interesa por el espiritismo o el ocultismo. Cómo otros conversos en su camino de búsqueda de la verdad explora campos que llaman su atención.
En su juventud se volvió agnóstico «militante». En 1901 contrajo matrimonio con Frances Blogg, anglicana practicante, quien ayudó en un principio a que G. K. se acercara al cristianismo. La inquietud de Chesterton se puede ver claramente en el siguiente artículo: «No puedes evadir el tema de Dios, siendo que hables sobre cerdos, o sobre la teoría binominal estás, todavía, hablando sobre Él. Ahora, si el cristianismo es… un fragmento de metafísica sin sentido inventado por unas pocas personas, entonces, por supuesto, defenderlo será simplemente hablar de metafísica sin sentido una y otra vez. Pero si el cristianismo resultara ser verdadero, entonces, defenderlo podría significar hablar sobre cualquier cosa, o sobre todas las cosas. Hay cosas que pueden ser irrelevantes para la proposición sobre que el cristianismo es falso, pero ninguna cosa puede ser irrelevante para la proposición sobre que el cristianismo es verdadero».
Luego, con el pasar de los años se acercó cada vez más al Cristianismo. Volvió a la religión de su infancia, al anglicanismo. A la idea del superhombre planteada por Nietzsche y seguida por Shaw y Wells respondió con un ensayo titulado ¿Por qué creo en el Cristianismo?: Si un hombre se nos acerca (como muchos se nos acercarán muy pronto) a decir, «Yo soy una nueva especie de hombre. Yo soy el superhombre. He abandonado la piedad y la justicia»; nosotros debemos contestar: «Sin duda tú eres nuevo, pero no estás cerca de ser un hombre perfecto, porque él ya ha estado en la mente de Dios. Nosotros hemos caído con Adán y nosotros ascenderemos con Cristo, pero preferimos caer con Satán, que ascender contigo».
Cada vez se adentraba más y más en el estudio y lectura de los escritos de los Padres de la Iglesia.
Contacto con otros conversos.
Durante el año 1921 Chesterton no publicó ningún libro, pero sí se dedicó mucho al periódico “The New Witness”. Durante esa época mantuvo una constante correspondencia con Maurice Baring, el Padre John O’Connor y el Padre Ronald Knox, quienes lo ayudaron mucho a ir cambiando su pensamiento y sus creencias hacia la fe que ellos, todos conversos a su vez al catolicismo, profesaban.
Y terminó por convertirse a la Iglesia católica, en la cual ingresó en 1922.
En su búsqueda de la verdad se toparía con diversos obstáculos, pero siempre iría con una mentalidad abierta y no se detendría ante estos muros a no ser que estuviera convencido de que debía derribarlos para poder continuar con su búsqueda:
Siempre antes de romper un muro, hay que preguntarse por qué lo han construido en primer lugar.
Sobre las críticas al conservadurismo de la Iglesia católica Chesterton diría que no quiere una Iglesia que se adapte a los tiempos, ya que el ser humano sigue siendo el mismo y necesita que lo guíen: Nosotros realmente no queremos una religión que tenga razón cuando nosotros tenemos razón. Lo que nosotros queremos es una religión que tenga razón cuando nosotros estamos equivocados…
La Iglesia católica y la conversión
En un ensayo titulado «¿Por qué soy católico?» se refiere a la Iglesia Católica de la siguiente forma: No hay ningún otro caso de una continua institución inteligente que haya estado pensando sobre pensar durante dos mil años. Su experiencia naturalmente cubre casi todas las experiencias, y especialmente casi todos los errores. El resultado es un mapa en el que todos los callejones ciegos y malos caminos están claramente marcados, todos los caminos que han demostrado no valer la pena por la mejor de las evidencias; la evidencia de aquellos que los han recorrido.
El influjo católico lo recibió por diferentes partes. Sir James Gunn pintó un cuadro en el que aparecen Chesterton, Hilaire Belloc y Maurice Baring (los tres amigos que comparten la mesa y también la filosofía y las creencias), al que tituló «The Conversation Piece» (La Pieza de Conversación).
La mayor influencia se dio a través de un párroco llamado John O’Connor, en quien Chesterton se apoyó. Decía Chesterton que sabía que la Iglesia Romana tenía un conocimiento superior respecto del bien, pero jamás pensó que tuviera ese conocimiento respecto del mal, y fue el Padre O’Connor quien, en las largas caminatas que realizaban juntos, le demostró que él conocía el bien tal cual como G.K. suponía, pero que además conocía la maldad, y estaba muy enterado de ella, principalmente gracias al Sacramento de la Penitencia, ya que allí escuchaba tanto cosas buenas cuanto cosas malas.
Siguiendo con la metáfora del mapa, plantea que la Iglesia católica lleva una especie de mapa de la mente que se parece mucho a un mapa de un laberinto, pero que de hecho es una guía para el laberinto. Ha sido compilada por el conocimiento, que incluso considerándolo como conocimiento humano, no tiene ningún paralelo humano.
La conversión de Chesterton al catolicismo causó un revuelo semejante al que provocó la del cardenal John Henry Newman o la de Ronald Knox.
Fuente: Solinet.

La cruz azul

Bajo la cinta de plata de la mañana, y sobre el reflejo azul del mar, el bote llegó a la costa de Harwich y soltó, como enjambre de moscas, un montón de gente, entre la cual ni se distinguía ni deseaba hacerse notable el hombre cuyos pasos vamos a seguir.
No; nada en él era extraordinario, salvo el ligero contraste entre su alegre y festivo traje y la seriedad oficial que había en su rostro. Vestía un chaqué gris pálido, un chaleco, y llevaba sombrero de paja con una cinta casi azul. Su rostro, delgado, resultaba trigueño, y se prolongaba en una barba negra y corta que le daba un aire español y hacía echar de menos la gorguera isabelina. Fumaba un cigarrillo con parsimonia de hombre desocupado. Nada hacia presumir que aquel chaqué claro ocultaba una pistola cargada, que en aquel chaleco blanco iba una tarjeta de policía, que aquel sombrero de paja encubría una de las cabezas más potentes de Europa. Porque aquel hombre era nada menos que Valentín, jefe de la policía parisiense, y el más famoso investigador del mundo. Venía de Bruselas a Londres para hacer la captura más comentada del siglo.
Flambeau estaba en Inglaterra. La policía de tres países había seguido la pista al delincuente de Gante a Bruselas, y de Bruselas al Hoek van Holland. Y se sospechaba que trataría de disimularse en Londres, aprovechando el trastorno que por entonces causaba en aquella ciudad la celebración del Congreso Eucarístico. No sería difícil que adoptara, para viajar, el disfraz de eclesiástico menor, o persona relacionada con el Congreso. Pero Valentín no sabía nada a punto fijo. Sobre Flambeau nadie sabía nada a punto fijo.
Hace muchos años que este coloso del crimen desapareció súbitamente, tras de haber tenido al mundo en zozobra; y a su muerte, como a la muerte de Rolando, puede decirse que hubo una gran quietud en la tierra. Pero en sus mejores días -es decir, en sus peores días-, Flambeau era una figura tan estatuaria e internacional como el Káiser. Casi diariamente los periódicos de la mañana anunciaban que había logrado escapar a las consecuencias de un delito extraordinario, cometiendo otro peor.
Era un gascón de estatura gigantesca y gran acometividad física. Sobre sus rasgos de buen humor atlético se contaban las cosas más estupendas: un día cogió al juez de instrucción y lo puso de cabeza «para despejarle la cabeza». Otro día corrió por la calle de Rivoli con un policía bajo cada brazo. Y hay que hacerle justicia: esta fuerza casi fantástica sólo la empleaba en ocasiones como las descritas: aunque poco decentes, no sanguinarias.
Sus delitos eran siempre hurtos ingeniosos y de alta categoría. Pero cada uno de sus robos merecía historia aparte, y podría considerarse como una especie inédita del pecado. Fue él quien lanzó el negocio de la «Gran Compañía Tirolesa» de Londres, sin contar con una sola lechería, una sola vaca, un solo carro, una gota de leche, aunque sí con algunos miles de suscriptores. Y a éstos los servía por el sencillísimo procedimiento de acercar a sus puertas los botes que los lecheros dejaban junto a las puertas de los vecinos. Fue él quien mantuvo una estrecha y misteriosa correspondencia con una joven, cuyas cartas eran invariablemente interceptadas, valiéndose del procedimiento extraordinario de sacar fotografías infinitamente pequeñas de las cartas en los portaobjetos del microscopio. Pero la mayor parte de sus hazañas se distinguían por una sencillez abrumadora. Cuentan que una vez repintó, aprovechándose de la soledad de la noche, todos los números de una calle, con el solo fin de hacer caer en una trampa a un forastero.
No cabe duda que él es el inventor de un buzón portátil, que solía apostar en las bocacalles de los quietos suburbios, por si los transeúntes distraídos depositaban algún giro postal. Últimamente se había revelado como acróbata formidable; a pesar de su gigantesca mole, era capaz de saltar como un saltamontes y de esconderse en la copa de los árboles como un mono. Por todo lo cual el gran Valentín, cuando recibió la orden de buscar a Flambeau, comprendió muy bien que sus aventuras no acabarían en el momento de descubrirlo.
Y ¿cómo arreglárselas para descubrirlo? Sobre este punto las ideas del gran Valentín estaban todavía en embrión.
Algo había que Flambeau no podía ocultar, a des- pecho de todo su arte para disfrazarse, y este algo era su enorme estatura. Valentín estaba, pues, decidido, en cuanto cayera bajo su mirada vivaz alguna vendedora de frutas de desmedida talla, o un granadero corpulento, o una duquesa medianamente desproporcionada, a arrestarlos al punto. Pero en todo el tren no había topado con nadie que tuviera trazas de ser un Flambeau disimulado, a menos que los gatos pudieran ser jirafas disimuladas.
Respecto a los viajeros que venían en su mismo vagón, estaba completamente tranquilo. Y la gente que había subido al tren en Harwich o en otras estaciones no pasaba de seis pasajeros. Uno era un empleado del ferrocarril -pequeño él-, que se dirigía al punto terminal de la línea. Dos estaciones más allá habían recogido a tres verduleras lindas y pequeñitas, a una señora viuda -diminuta- que procedía de una pequeña ciudad de Essex, y a un sacerdote católico-romano -muy bajo también- que procedía de un pueblecito de Essex.
Al examinar, pues, al último viajero, Valentín renunció a descubrir a su hombre, y casi se echó a reír: el curita era la esencia misma de aquellos insulsos habitantes de la zona oriental; tenía una cara redonda y roma, como pudín de Norfolk; unos ojos tan vacíos como el mar del Norte, y traía varios paquetitos de papel de estraza que no acertaba a juntar. Sin duda el Congreso Eucarístico había sacado de su estancamiento local a muchas criaturas semejantes, tan ciegas e ineptas como topos desenterrados. Valentín era un escéptico del más severo estilo francés, y no sentía amor por el sacerdocio. Pero sí podía sentir compasión, y aquel triste cura bien podía provocar lástima en cualquier alma. Llevaba una sombrilla enorme, usada ya, que a cada rato se le caía. Al parecer, no podía distinguir entre los dos extremos de su billete cuál era el de ida y cuál el de vuelta. A todo el mundo le contaba, con una monstruosa candidez, que tenía que andar con mucho cuidado, porque entre sus paquetes de papel traía alguna cosa de legítima plata con unas piedras azules. Esta curiosa mezcolanza de vulgaridad -condición de Essex- y santa simplicidad divirtieron mucho al francés, hasta la estación de Stratford, donde el cura logró bajarse, quién sabe cómo, con todos sus paquetes a cuestas, aunque todavía tuvo que regresar por su sombrilla. Cuando le vio volver, Valentín, en un rapto de buena intención, le aconsejó que, en adelante, no le anduviera contando a todo el mundo lo del objeto de plata que traía. Pero Valentín, cuando hablaba con cualquiera, parecía estar tratando de descubrir a otro; a todos, ricos y pobres, machos o hembras, los consideraba atentamente, calculando si medirían los seis pies, porque el hombre a quien buscaba tenía seis pies y cuatro pulgadas:
Apeóse en la calle de Liverpool, enteramente seguro de que, hasta allí, el criminal no se le había escapado. Se dirigió a Scotland Yard -la oficina de policía- para regularizar su situación y prepararse los auxilios necesarios, por si se daba el caso; después encendió otro cigarrillo y se echó a pasear por las calles de Londres. Al pasar la plaza de Victoria se detuvo de pronto. Era una plaza elegante, tranquila, muy típica de Londres, llena de accidental quietud. Las casas, grandes y espaciosas, que la rodeaban, tenían aire, a la vez, de riqueza y de soledad; el pradito verde que había en el centro parecía tan desierto como una verde isla del Pacífico. De las cuatro calles que circundaban la plaza, una era mucho más alta que las otras, como para formar un estrado, y esta calle estaba rota por uno de esos admirables disparates de Londres: un restaurante, que parecía extraviado en aquel sitio y venido del barrio de Soho. Era un objeto absurdo y atractivo, lleno de tiestos con plantas enanas y visillos listados de blanco y amarillo limón. Aparecía en lo alto de la calle, y, según los modos de construir habituales en Londres, un vuelo de escalones subía de la calle hacia la puerta principal, casi a manera de escala de salvamento sobre la ventana de un primer piso. Valentín se detuvo, fumando, frente a los visillos listados, y se quedó un rato contemplándolos.
Lo más increíble de los milagros está en que acontezcan. A veces se juntan las nubes del cielo para figurar el extraño contorno de un ojo humano; a veces, en el fondo de un paisaje equívoco, un árbol asume la elaborada figura de un signo de interrogación. Yo mismo he visto estas cosas hace pocos días. Nelson muere en el instante de la victoria, y un hombre llamado Williams da la casualidad de que asesina un día a otro llamado Williamson; ¡una especie de infanticidio! En suma, la vida posee cierto elemento de coincidencia fantástica, que la gente, acostumbrada a contar sólo con lo prosaico, nunca percibe. Como lo expresa muy bien la paradoja de Poe, la prudencia debiera contar siempre con lo imprevisto.
Arístides Valentín era profundamente francés, y la inteligencia francesa es, especial y únicamente, inteligencia. Valentín no era «máquina pensante» insensata frase, hija del fatalismo y el materialismo modernos. La máquina solamente es máquina, por cuanto no puede pensar. Pero él era un hombre pensante y, al mismo tiempo, un hombre claro. Todos sus éxitos, tan admirables que parecían cosa de magia, se debían a la lógica, a esa ideación francesa clara y llena de buen sentido. Los franceses electrizan al mundo, no lanzando una paradoja, sino realizando una evidencia. Y la realizan al extremo que puede verse por la Revolución Francesa. Pero, por lo mismo que Valentín entendía el uso de la razón, Palpaba sus limitaciones. Sólo el ignorante en motorismo puede hablar de motores sin petróleo; sólo el ignorante en cosas de la razón puede creer que se razone sin sólidos e indisputables primeros principios. Y en el caso no había sólidos primeros principios. A Flambeau le habían perdido la pista en Harwich, y si estaba en Londres podría encontrársele en toda la escala que va desde un gigantesco trampista, que recorre los arrabales de Wimbledon, hasta un gigantesco toastmaster* en algún banquete del «Hotel Métropole». Cuando sólo con- taba con noticias tan vagas, Valentín solía tomar un camino y un método que le eran propios.
*El que dirige los brindis.
En casos cómo éste, Valentín se fiaba de lo imprevisto. En casos como éste, cuando no era posible seguir un proceso racional, seguía, fría y cuidadosamente, el proceso de lo irracional. En vez de ir a los lugares más indicados -bancos, puestos de policía, sitios de reunión-, Valentín asistía sistemáticamente a los menos indicados: llamaba a las casas vacías, se metía por las calles cerradas, recorría todas las callejas bloqueadas de escombros, se dejaba ir por todas las transversales que le alejaran inútilmente de las arterias céntricas. Y defendía muy lógicamente este procedimiento absurdo. Decía que, a tener algún vislumbre, nada hubiera sido peor que aquello; pero, a falta de toda noticia, aquello era lo mejor, porque había al menos probabilidades de que la misma extravagancia que había llamado la atención del perseguidor hubiera impresionado antes al perseguido. El hombre tiene que empezar sus investigaciones por algún sitio, y lo mejor era empezar donde otro hombre pudo detenerse. El aspecto de aquella escalinata, la misma quietud y curiosidad del restaurante, todo aquello conmovió la romántica imaginación del policía y le sugirió la idea de probar fortuna. Subió las gradas y, sentándose en una mesa junto a la ventana, pidió una taza de café solo.
Aún no había almorzado. Sobre la mesa, las ligeras angarillas que habían servido para otro desayuno le recordaron su apetito; pidió, además, un huevo escalfado, y procedió, pensativo, a endulzar su café, sin olvidar un punto a Flambeau. Pensaba cómo Flambeau había escapado en una ocasión gracias a un incendio; otra vez, con pretexto de pagar por una carta falta de franqueo, y otra, poniendo a unos a ver por el telescopio un cometa que iba a destruir el mundo. Y Valentín se decía -con razón- que su cerebro de detective y el del criminal eran igualmente poderosos. Pero también se daba cuenta de su propia desventaja: el criminal -pensaba sonriendo- es el artista creador, mientras que el detective es sólo el crítico. Y levantó lentamente su taza de café hasta los labios…, pero la separó al instante: le había puesto sal en vez de azúcar.
Examinó el objeto en que le habían servido la sal; era un azucarero, tan inequívocamente destinado al azúcar como lo está la botella de champaña para el champaña. No entendía cómo habían podido servirle sal. Buscó por allí algún azucarero ortodoxo…; sí, allí había dos saleros llenos. Tal vez reservaban alguna sorpresa. Probó el contenido de los saleros, era azúcar. Entonces extendió la vista en derredor con aire de interés, buscando algunas huellas de aquel singular gusto artístico que llevaba a poner el azúcar en los saleros y la sal en los azucareros. Salvo un manchón de líquido oscuro, derramado sobre una de las paredes, empapeladas de blanco, todo lo demás aparecía limpio, agradable, normal. Llamó al timbre. Cuando el camarero acudió presuroso, despeinado y algo torpe todavía a aquella hora de la mañana, el detective -que no carecía de gusto por las bromas sencillas- le pidió que probara el azúcar y dijera si aquello estaba a la altura de la reputación de la casa. El resultado fue que el camarero bostezó y acabó de despertarse.
—¿Y todas las mañanas gastan ustedes a sus clientes estas bromitas? -preguntó Valentín-. ¿No les resulta nunca cansada la bromita de trocar la sal y el azúcar?
El camarero, cuando acabó de entender la ironía, le aseguró tartamudeante, que no era tal la intención del establecimiento, que aquello era una equivocación inexplicable. Cogió el azucarero y lo contempló, y lo mismo hizo con el salero, manifestando un creciente asombro. Al fin, pidió excusas precipitadamente, se alejó corriendo, y volvió pocos segundos después acompañado del propietario. El propietario examinó también los dos recipientes, y también se manifestó muy asombrado.
De pronto, el camarero soltó un chorro inarticulado de palabras.
—Yo creo -dijo tartamudeando- que fueron esos dos sacerdotes.
—¿Qué sacerdotes?
—Ésos que arrojaron la sopa a la pared -dijo.
—¿Qué arrojaron la sopa a la pared? -preguntó Valentín, figurándose que aquella era alguna singular metáfora italiana.
—Sí, sí -dijo el criado con mucha animación, señalando la mancha oscura que se veía sobre el papel blanco-; la arrojaron allí, a la pared.
Valentín miró, con aire de curiosidad al propietario. Éste satisfizo su curiosidad con el siguiente relato:
—Sí, caballero, así es la verdad, aunque no creo que tenga ninguna relación con esto de la sal y el azúcar. Dos sacerdotes vinieron muy temprano y pidieron una sopa, en cuanto abrimos la casa. Parecían gente muy tranquila y respetable. Uno de ellos pagó la cuenta y salió. El otro, que era más pausado en sus movimientos, estuvo algunos minutos recogiendo sus cosas, y al cabo salió también. Pero antes de hacerlo tomó deliberadamente la taza (no se la había bebido toda), y arrojó la sopa a la pared. El camarero y yo estábamos en el interior; así apenas pudimos llegar a tiempo para ver la mancha en el muro y el salón ya completamente desierto. No es un daño muy grande, pero es una gran desvergüenza. Aunque quise alcanzar a los dos hombres, ya iban muy lejos. Sólo pude advertir que doblaban la esquina de la calle de Carstairs.
El policía se había levantado, puesto el sombrero y empuñado el bastón. En la completa oscuridad en que se movía, estaba decidido a seguir el único indicio anormal que se le ofrecía; y el caso era, en efecto, bastante anormal. Pagó, cerró de golpe tras de sí la puerta de cristales y pronto había doblado también la esquina de la calle.
Por fortuna, aun en los instantes de mayor fiebre conservaba alerta los ojos. Algo le llamó la atención frente a una tienda, y al punto retrocedió unos pasos para observarlo. La tienda era un almacén popular de comestibles y frutas, y al aire libre estaban expuestos algunos artículos con sus nombres y precios, entre los cuales se destacaban un montón de naranjas y un montón de nueces. Sobre el montón de nueces había un tarjetón que ponía, con letras azules: «Naranjas finas de Tánger, dos por un penique» Y sobre las naranjas, una inscripción semejante e igualmente exacta, decía: «Nueces finas del Brasil, a cuatro la libra». Valentín, considerando los dos tarjetones, pensó que aquella forma de humorismo no le era desconocida, por su experiencia de hacía poco rato. Llamó la atención del frutero sobre el caso. El frutero, con su carota bermeja y su aire estúpido, miró a uno y otro lado de la calle como preguntándose la causa de aquella confusión. Y, sin decir nada, colocó cada letrero en su sitio. El policía, apoyado con elegancia en su bastón, siguió examinando la tienda. Al fin exclamó:
—Perdone usted, señor mío, mi indiscreción: quisiera hacerle a usted una pregunta referente a la psicología experimental y a la asociación de ideas.
El caribermejo comerciante le miró de un modo amenazador. El detective, blandiendo el bastoncillo en el aire, continuó alegremente:
—¿Qué hay de común entre dos anuncios mal colocados en una frutería y el sombrero de teja de alguien que ha venido a pasar a Londres un día de fiesta? O, para ser más claro: ¿qué relación mística existe entre estas nueces, anunciadas como naranjas, y la idea de dos clérigos, uno muy alto y otro muy pequeño?
Los ojos del tendero parecieron salírsele de la cabeza, como los de un caracol. Por un instante se dijera que se iba a arrojar sobre el extranjero. Y, al fin, exclamó, iracundo:
—No sé lo que tendrá usted que ver con ellos, pero si son amigos de usted, dígales de mi parte que les voy a estrellar la cabeza, aunque sean párrocos, como vuelvan a tumbarme mis manzanas.
—¿De veras? -preguntó el detective con mucho interés-. ¿Le tumbaron a usted las manzanas?
—Como que uno de ellos -repuso el enfurecido frutero- las echó a rodar por la calle le buena gana le hubiera yo cogido, pero tuve que entretenerme en arreglar otra vez el montón.
—Y ¿hacia dónde se encaminaron los párrocos?
—Por la segunda calle, a mano izquierda y después cruzaron la plaza.
—Gracias -dijo Valentín, y desapareció como por encanto.
A las dos calles se encontró con un guardia, y le dijo:
—Oiga usted, guardia, un asunto urgente: ¿Ha visto usted pasar a dos clérigos con sombrero de teja?
El guardia trató de recordar.
—Sí, señor, los he visto. Por cierto que uno de ellos me pareció ebrio: estaba en mitad de la calle como atontado…
—¿Por qué calle tomaron? -le interrumpió Valentín.
—Tomaron uno de aquellos autobús amarillos que van a Hampstead.
Valentín exhibió su tarjeta oficial y dijo precipitadamente:
—Llame usted a dos de los suyos, que vengan con- migo en persecución de esos hombres.
Y cruzó la calle con una energía tan contagiosa que el pesado guardia se echó a andar también con una obediente agilidad. Antes de dos minutos, un inspector y un hombre en traje de paisano se reunieron al detective francés.
—¿Qué se le ofrece, caballero? -comenzó el inspector, con una sonrisa de importancia. Valentín señaló con el bastón.
—Ya se lo diré a usted cuando estemos en aquel autobús -contestó, escurriéndose y abriéndose paso por entre el tráfago de la calle. Cuando los tres, jadeantes, se encontraron en la imperial del amarillo vehículo, el inspector dijo:
—Iríamos cuatro veces más de prisa en un taxi.
—Es verdad -le contestó el jefe plácidamente-, siempre que supiéramos adónde íbamos.
—Pues, ¿adónde quiere usted que vayamos? -le replicó el otro, asombrado.
Valentín, con aire ceñudo, continuó fumando en silencio unos segundos, y después, apartando el cigarrillo, dijo:
—Si usted sabe lo que va a hacer un hombre, adelántesele. Pero si usted quiere descubrir lo que hace, vaya detrás de él. Extravíese donde él se extravíe, deténgase cuando él se detenga, y viaje tan lentamente como él. Entonces verá usted lo mismo que ha visto él y podrá usted adivinar sus acciones y obrar en consecuencia. Lo único que podemos hacer es llevar la mirada alerta para descubrir cualquier objeto extravagante.
—¿Qué clase de objeto extravagante?
—Cualquiera -contestó Valentín, y se hundió en un obstinado mutismo.
El autobús amarillo recorría las carreteras del Norte. El tiempo transcurría, inacabable. El gran detective no podía dar más explicaciones, y acaso sus ayudantes empezaban a sentir una creciente y silenciosa desconfianza. Acaso también empezaban a experimentar un apetito creciente y silencioso, porque la hora del almuerzo ya había pasado, y las inmensas carreteras de los suburbios parecían alargarse cada vez más, como las piezas de un infernal telescopio. Era aquel uno de esos viajes en que el hombre no puede menos de sentir que se va acercando al término del universo, aunque a poco se da cuenta de que simple- mente ha llegado a la entrada del parque de Tufnell. Londres se deshacía ahora en miserables tabernas y en repelentes andrajos de ciudad, y más allá volvía a renacer en calles altas y deslumbrantes y hoteles opulentos. Parecía aquel un viaje a través de trece ciudades consecutivas. El crepúsculo invernal comenzaba ya a vislumbrarse -amenazador- frente a ellos; pero el detective parisiense seguía sentado sin hablar, mirando a todas partes, no perdiendo un rasgo de las calles que ante él se desarrollaban. Ya habían dejado atrás el barrio de Camden, y los policías iban medio dormidos. De pronto, Valentín se levantó y, poniendo una mano sobre el hombro de cada uno de sus ayudantes, dio orden de parar. Los ayudantes dieron un salto. Y bajaron por la escalerilla a la calle, sin saber con qué objeto los hablan hecho bajar. Miraron en torno, como tratando de averiguar la razón, y Valentín les señaló triunfalmente una ventana que había a la izquierda, en un café suntuoso lleno de adornos dorados. Aquel era el departamento reservado a las comidas de lujo. Había un letrero: Restaurante. La ventana, como todas las de la fachada, tenía una vidriera escarchada y ornamental. Pero en medio de la vidriera había una rotura grande, negra, como una estrella entre los hielos.
—¡Al fin!, hemos dado con un indicio -dijo Valentín, blandiendo el bastón-. Aquella vidriera rota…
—¿Qué vidriera? ¿Qué indicio? -preguntó el inspector-. ¿Qué prueba tenemos para suponer que eso sea obra de ellos?
Valentín casi rompió su bambú de rabia.
—¿Pues no pide prueba este hombre, Dios mío? -exclamó-. Claro que hay veinte probabilidades contra una. Pero, ¿qué otra cosa podemos hacer? ¿No ve usted que estamos en el caso de seguir la más nimia sospecha, o de renunciar e irnos a casa a dormir tranquilamente?
Empujó la puerta del café, seguido de sus ayudantes, y pronto se encontraron todos sentados ante un lunch tan tardío como anhelado. De tiempo en tiempo echaban una mirada a la vidriera rota. Pero no por eso veían más claro en el asunto.
Al pagar la cuenta, Valentín le dijo al camarero:
—Veo que se ha roto la vidriera, ¿eh?
—Sí, señor -dijo éste, muy preocupado con darle el cambio, y sin hacer mucho caso de Valentín.
Valentín, en silencio, añadió una propina considerable. Ante esto, el camarero se puso comunicativo:
—Sí, señor; una cosa increíble.
—¿De verdad? Cuéntenos usted cómo fue -dijo el detective, como sin darle mucha importancia.
—Verá usted: entraron dos curas, dos párrocos forasteros de ésos que andan ahora por aquí. Pidieron alguna cosilla de comer, comieron muy quietecitos, uno de ellos pagó y se salió. El otro iba a salir también, cuando yo advertí que me habían pagado el triple de lo debido. Oiga usted (le dije a mi hombre, que ya iba por la puerta), me han pagado ustedes más de la cuenta.» ¿Ah?», me contestó con mucha indiferencia. «Sí», le dije, y le enseñé la nota… Bueno, lo que pasó es inexplicable.
—¿Por qué?
—Porque yo hubiera jurado por la santísima Biblia que había escrito en la nota cuatro chelines, y me encontré ahora con la cifra de catorce chelines.
—¿Y después? -dijo Valentín lentamente, pero con los ojos llameantes.
—Después, el párroco que estaba en la puerta me dijo muy tranquilamente: «Lamento enredarle a usted sus cuentas; pero es que voy a pagar por la vidriera.» «¿Qué vidriera?» «La que ahora mismo voy a romper»; y descargó allí la sombrilla.
Los tres lanzaron una exclamación de asombro, y el inspector preguntó en voz baja: «¿Qué vidriera?» «La que ahora mismo voy a romper».
—¿Se trata de locos escapados?
El camarero continuó, complaciéndose manifiestamente en su extravagante relato:
—Me quedé tan espantado, que no supe qué hacer. El párroco se reunió al compañero y doblaron por aquella esquina. Y después se dirigieron tan de prisa hacia la calle de Bullock, que no pude darles alcance, aunque eché a correr tras ellos.
—¡A la calle de Bullock! —ordenó el detective.
Y salieron disparados hacia allá, tan veloces como sus perseguidos. Ahora se encontraron entre callecitas enladrilladas que tenían aspecto de túneles; callecitas oscuras que parecían formadas por la espalda de todos los edificios. La niebla comenzaba a envolverlos, y aun los policías londinenses se sentían extraviados por aquellos parajes. Pero el inspector tenía la seguridad de que saldrían por cualquier parte al parque de Hampstead. Súbitamente, una vidriera iluminada por luz de gas apareció en la oscuridad de la calle, como una linterna. Valentín se detuvo ante ella: era una confitería. Vaciló un instante y, al fin, entró hundiéndose entre los brillos y los alegres colores de la confitería. Con toda gravedad y mucha parsimonia compró hasta trece cigarrillos de chocolate. Estaba buscando el mejor medio para entablar un diálogo; pero no necesitó él comenzarlo.
Una señora de cara angulosa que le había despachado, sin prestar más que una atención mecánica al aspecto elegante del comprador, al ver destacarse en la puerta el uniforme azul del policía que le acompañaba, pareció volver en sí, y dijo: -Si vienen ustedes por el paquete, ya lo remití a su destino.
—¡El paquete! -repitió Valentín con curiosidad.
—El paquete que dejó ese señor, ese señor párroco.
—Por favor, señora —dijo entonces Valentín, dejando ver por primera vez su ansiedad—, por amor de Dios, díganos usted puntualmente de qué se trata.
La mujer, algo inquieta, explicó:
—Pues verá usted: esos señores estuvieron aquí hará una media hora, bebieron un poco de menta, charlaron y después se encaminaron al parque de Hampstead. Pero a poco uno de ellos volvió y me dijo:
«¿Me he dejado aquí un paquete?» Yo no encontré ninguno por más que busqué. «Bueno -me dijo él-, si luego aparece por ahí, tenga usted la bondad de enviarlo a estas señas». Y con la dirección, me dejó un chelín por la molestia. Y, en efecto, aunque yo es- taba segura de haber buscado bien, poco después me encontré con un paquetito de papel de estraza, y lo envié al sitio indicado. No me acuerdo bien adónde era: era por Westminster. Como parecía ser cosa de importancia, pensé que tal vez la policía había venido a buscarlo.
—Sí -dijo Valentín-, a eso vine. ¿Está cerca de aquí el parque de Hampstead?
—A unos quince minutos. Y por aquí saldrá usted derecho a la puerta del parque.
Valentín salió de la confitería precipitadamente, y echó a correr en aquella dirección; sus ayudantes le seguían con un trotecillo de mala gana.
La calle que recorrían era tan estrecha y oscura, que cuando salieron al aire libre se asombraron de ver que había todavía tanta luz. Una hermosa cúpula celeste, color verde pavo, se hundía entre fulgores dorados, donde resaltaban las masas oscuras de los árboles, ahogadas en lejanías violetas. El verde fulgurante era ya lo bastante oscuro para dejar ver, como unos puntitos de cristal, algunas estrellas. Todo lo que aún quedaba de la luz del día caía en reflejos dorados por los términos de Hampstead y aquellas cuestas que el pueblo gusta de frecuentar y reciben el nombre de Valle de la Salud. Los obreros, endominga- dos, aún no habían desaparecido; quedaban, ya borrosas en la media luz, unas cuantas parejas por los bancos, y aquí y allá, a lo lejos, una muchacha se mecía, gritando, en un columpio. En torno a la sublime vulgaridad del hombre, la gloria del cielo se iba haciendo cada vez más profunda y oscura. Y de arriba de la cuesta, Valentín se detuvo a contemplar el valle. Entre los grupitos negros que parecían irse deshaciendo a distancia, había uno, negro entre todos, que no parecía deshacerse: un grupito de dos figuras vestidas con hábitos clericales. Aunque estaban tan lejos que parecían insectos, Valentín pudo darse cuenta de que una de las dos figuras era más pequeña que la otra. Y aunque el otro hombre andaba algo inclinado, como hombre de estudio, y cual si tratara de no hacerse notar, a Valentín le pareció que bien medía seis pies de talla. Apretó los dientes y, cimbreando el bambú, se encaminó hacia aquel grupo con impaciencia. Cuando logró disminuir la distancia y agrandar las dos figuras negras cual con ayuda de microscopio, notó algo más, algo que le sorprendió mucho, aun- que, en cierto modo, ya lo esperaba. Fuera quien fuera el mayor de los dos, no cabía duda respecto a la identidad del menor: era su compañero del tren de Harwich, aquel cura pequeñín y regordete de Essex, a quien él había aconsejado no andar diciendo lo que traía en sus paquetitos de papel de estraza.
Hasta aquí todo se presentaba muy racionalmente. Valentín había logrado averiguar aquella mañana que un tal padre Brown, que venía de Essex, traía consigo una cruz de plata con zafiros, reliquia de considerable valor, para mostrarla a los sacerdotes extranjeros que venían al Congreso. Aquel era, sin duda, el objeto de plata con piedras azules, y el padre Brown, sin duda, era el propio y diminuto paleto que venía en el tren. No había nada de extraño en el hecho de que Flambeau tropezara con la misma extrañeza en que Valentín había reparado. Flambeau no perdía nada de cuanto pasaba junto a él. Y nada de extraño tenía el hecho de que, al oír hablar Flambeau de una cruz de zafiros, se le ocurriera robársela: aquello era lo más natural del mundo. Y de seguro que Flambeau se saldría con la suya, teniendo que habérselas con aquel pobre cordero de la sombrilla y los paquetitos. Era el tipo de hombre en quien todo el mundo puede hacer su voluntad, atarlo con una cuerda y llevárselo hasta el Polo Norte. No era de extrañar que un hombre como Flambeau, disfrazado de cura, hubiera logrado arrastrarlo hasta Hampstead Heath. La intención delictuosa era manifiesta. Y el detective compadecía al pobre curita desamparado, y casi desdeñaba a Flambeau por encarnizarse en víctimas tan indefensas. Pero cuando Valentín recorría la serie de hechos que le habían llevado al éxito de sus pesquisas, en vano se atormentaba tratando de descubrir en todo el proceso el menor ritmo de razón. ¿Qué tenía de común el robo de una cruz de plata y piedras azules con el hecho de arrojar la sopa a la pared? ¿Qué relación había entre esto y el llamar nueces a las naranjas, o el pagar de antemano los vidrios que se van a romper? Había llegado al término de la caza, pero no sabía por cuáles caminos. Cuando fracasaba -y pocas veces le sucedía- solía dar siempre con la clave del enigma, aunque perdiera al delincuente. Aquí había cogido al delincuente, pero la clave del enigma se le escapaba.
Las dos figuras se deslizaban como moscas sobre una colina verde. Aquellos hombres parecían enfrascados en animada charla y no darse cuenta de adónde iban; pero ello es que se encaminaban a lo más agreste y apartado del parque. Sus perseguidores tuvieron que adoptar las poco dignas actitudes de la caza al acecho, ocultarse tras los matojos y aun arrastrarse escondidos entre la hierba. Gracias a este desagradable procedimiento, los cazadores lograron acercarse a la presa lo bastante para oír el murmullo de la discusión; pero no lograban entender más que la palabra «razón», frecuentemente repetida en una voz chillona y casi infantil. Una vez, la presa se les perdió en una profundidad y tras un muro de espesura. Pasaron diez minutos de angustia antes de que lograran verlos de nuevo, y después reaparecieron los dos hombres sobre la cima de una loma que dominaba un anfiteatro, el cual a estas horas era un escenario desolado bajo las últimas claridades del sol. En aquel sitio ostensible, aunque agreste, había, debajo de un árbol, un banco de palo, desvencijado. Allí se sentaron los dos curas, siempre discutiendo con mucha animación. Todavía el suntuoso verde y oro era perceptible hacia el horizonte; pero ya la cúpula celeste había pasado del verde pavo al azul pavo, y las estrellas se destacaban más y más como joyas sólidas. Por señas, Valentín indicó a sus ayudantes que procuraran acercarse por detrás del árbol sin hacer ruido. Allí lograron, por primera vez, oír las palabras de aquellos extraños clérigos.
Tras de haber escuchado unos dos minutos, se apoderó de Valentín una duda atroz: ¿Si habría arrastrado a los dos policías ingleses hasta aquellos nocturnos campos para una empresa tan loca como sería la de buscar higos entre los cardos? Porque aquellos dos sacerdotes hablaban realmente como verdaderos sacerdotes, piadosamente, con erudición y compostura, de los más abstrusos enigmas teológicos. El curita de Essex hablaba con la mayor sencillez, de cara hacia las nacientes estrellas. El otro inclinaba la cabeza, como si fuera indigno de contemplarlas. Pero no hubiera sido posible encontrar una charla más clerical e ingenua en ningún blanco claustro de Italia o en ninguna negra catedral española.
Lo primero que oyó fue el final de una frase del padre Brown que decía: «…que era lo que en la Edad Media significaban con aquello de los cielos incorruptibles».
El sacerdote alto movió la cabeza y repuso: -¡Ah, sí. Los modernos infieles apelan a su razón! Pero, ¿quién puede contemplar estos millones de mundos sin sentir que hay todavía universos maravillosos donde tal vez nuestra razón resulte irracional?
—No -dijo el otro-. La razón siempre es racional, aun en el limbo, aun en el último extremo de las cosas. Ya sé que la gente acusa a la Iglesia de rebajar la razón; pero es al contrario. La Iglesia es la única que, en la tierra, hace de la razón un objeto supremo; la única que afirma que Dios mismo está sujeto por la razón.
El otro levantó la austera cabeza hacia el cielo estrellado, e insistió:
—Sin embargo, ¿quién sabe si en este infinito universo…?
—Infinito sólo físicamente -dijo el curita agitándose en el asiento-, pero no infinito en el sentido de que pueda escapar a las leyes de la verdad.
Valentín, tras del árbol, crispaba los puños con muda desesperación. Ya le parecía oír las burlas de los policías ingleses a quienes había arrastrado en tan loca persecución, sólo para hacerles asistir al chismorreo metafísico de los dos viejos y amables párrocos. En su impaciencia, no oyó la elaborada respuesta del cura gigantesco, y cuando pudo oír otra vez el padre Brown estaba diciendo:
—La razón y la justicia imperan hasta en la estrella más solitaria y más remota: mire usted esas estrellas. ¿No es verdad que parecen como diamantes y zafiros? Imagínese usted la geología, la botánica más fantástica que se le ocurra; piense usted que allí hay bosques de diamantes con hojas de brillantes; imagínese usted que la luna es azul, que es un zafiro elefantino. Pero no se imagine usted que esta astronomía frenética pueda afectar a los principios de la razón y de la justicia. En llanuras de ópalo, como en escolleros de perlas, siempre se encontrará usted con la sentencia: «No robarás.»
Valentín estaba para cesar en aquella actitud violenta y alejarse sigilosamente, confesando aquel gran fracaso de su vida; pero el silencio del sacerdote gigantesco le impresionó de un modo que quiso esperar su respuesta. Cuando éste se decidió, por fin, a hablar dijo simplemente, inclinando la cabeza y apoyando las manos en las rodillas:
—Bueno; yo creo, con todo, que ha de haber otros mundos superiores a la razón humana. Impenetrable es el misterio del cielo, y ante él humillo mi frente.
Y después, siempre en la misma actitud, y sin cambiar de tono de voz, añadió:
—Vamos, deme usted ahora mismo la cruz de zafiros que trae. Estamos solos y puedo destrozarle a usted como a un muñeco.
Aquella voz y aquella actitud inmutables chocaban violentamente con el cambio del asunto. El guardián de la reliquia apenas volvió la cabeza. Parecía seguir contemplando las estrellas. Tal vez, no entendió. Tal vez entendió, pero el terror le había paralizado.
—Sí -dijo el sacerdote gigantesco sin inmutarse-, sí, yo soy Flambeau.
Y, tras una pausa, añadió: -Vamos, ¿quiere usted darme la cruz?
—No -dijo el otro; y aquel monosílabo tuvo una extraña sonoridad.
Flambeau depuso entonces sus pretensiones pontificales. El gran ladrón se retrepó en el respaldo del banco y soltó la risa.
—No -dijo-, no quiere usted dármela, orgulloso prelado. No quiere usted dármela, célibe borrico.
«Estamos solos y puedo destrozarle a usted como a un muñeco».
¿Quiere usted que le diga por qué? Pues porque ya la tengo en el bolsillo del pecho.
El hombrecillo de Essex volvió hacia él, en la penumbra una cara que debió de reflejar el asombro, y con la tímida sinceridad del «Secretario Privado», exclamó: -Pero, ¿está usted seguro? Flambeau aulló con deleite:
—Verdaderamente -dijo- es usted tan divertido como una farsa en tres actos. Sí, hombre de Dios, estoy enteramente seguro. He tenido la buena idea de hacer una falsificación del paquete, y ahora, amigo mío, usted se ha quedado con el duplicado y yo con la alhaja. Una estratagema muy antigua, padre Brown, muy antigua.
—Sí -dijo el padre Brown alisándose los cabellos con el mismo aire distraído-, ya he oído hablar de ella.
El coloso del crimen se inclinó entonces hacia el rústico sacerdote con un interés repentino.
—¿Usted ha oído hablar de ella? ¿Dónde?
—Bueno -dijo el hombrecillo con mucha candidez-. Ya comprenderá usted que no voy a decirle el nombre. Se trata de un penitente, un hijo de confesión. ¿Sabe usted? Había logrado vivir durante veinte años con gran comodidad gracias al sistema de falsificar los paquetes de papel de estraza. Y así, cuando comencé a sospechar de usted, me acordé al punto de los procedimientos de aquel pobre hombre.
—¿Sospechar de mí? -repitió el delincuente con curiosidad cada vez mayor-. ¿Tal vez tuvo usted la perspicacia de sospechar cuando vio usted que yo le conducía a estas soledades?
—No, no -dijo Brown, como quien pide excusas-. No, verá usted: yo comencé a sospechar de usted en el momento en que por primera vez nos encontrarnos, debido al bulto que hace en su manga el brazalete de la cadena que suelen ustedes llevar.
—Pero, ¿cómo demonios ha oído usted hablar siquiera del brazalete?
—¡Qué quiere usted; nuestro pobre rebaño…! -dijo el padre Brown, arqueando las cejas con aire indiferente-. Cuando yo era cura de Hartlepool había allí tres con el brazalete… De modo que, habiendo desconfiado de usted desde el primer momento, como usted comprende, quise asegurarme de que la cruz quedaba a salvo de cualquier contratiempo. Y hasta creo que me he visto en el caso de vigilarle a usted, ¿sabe usted? Finalmente, vi que usted cambiaba los paquetes. Y entonces, vea usted, yo los volví a cambiar. Y después, dejé el verdadero por el camino.
—¿Qué lo dejó usted? —repitió Flambeau; y por la primera vez, el tono de su voz no fue ya triunfal.
—Vea usted cómo fue -continuó el curita con el mismo tono de voz-. Regresé a la confitería aquella y pregunté si me había dejado por ahí un paquete, y di ciertas señas para que lo remitieran si acaso aparecía después. Yo sabía que no me había dejado antes nada, pero cuando regresé a buscar lo dejé realmente. Así, en vez de correr tras de mí con el valioso paquete, lo han enviado a estas horas a casa de un amigo mío que vive en Westminster. -Y luego añadió, amargamente-: También esto lo aprendí de un pobre sujeto que había en Hartlepool. Tenía la costumbre de hacerlo con las maletas que robaba en las estaciones; ahora el pobre está en un monasterio. ¡Oh!, tiene uno que aprender muchas cosas, ¿sabe usted? -prosiguió sacudiendo la cabeza con el mismo aire del que pide excusas-. No puede uno menos de portarse como sacerdote. La gente viene a nosotros y nos lo cuenta todo.
Flambeau sacó de su bolsillo un paquete de papel de estraza y lo hizo pedazos. No contenía más que papeles y unas barritas de plomo. Saltó sobre sus pies revelando su gigantesca estatura, y gritó: -No le creo a usted. No puedo creer que un patán como usted sea capaz de eso. Yo creo que trae usted consigo la pieza, y si usted se resiste a dármela… ya ve usted, estamos solos, la tomaré por fuerza.
—No -dijo con naturalidad el padre Brown; y también se puso de pie-. No la tomará usted por fuerza. Primero, porque realmente no la llevo conmigo. Y segundo, porque no estamos solos.
Flambeau se quedó suspenso.
—Detrás de este árbol -dijo el padre Brown señalándolo- están dos forzudos policías, y con ellos el detective más notable que hay en la tierra. ¿Me pregunta usted que cómo vinieron? ¡Pues porque yo los atraje, naturalmente! ¿Qué cómo lo hice? Pues se lo contaré a usted si se empeña. ¡Por Dios! ¿No comprende usted que, trabajando entre la clase criminal, aprendemos muchísimas cosas? Desde luego, yo no estaba seguro de que usted fuera un delincuente, y nunca es conveniente hacer un escándalo contra un miembro de nuestra propia Iglesia. Así, procuré antes probarle a usted, para ver si, a la provocación se descubría usted de algún modo. Es de suponer que todo hombre hace algún aspaviento si se encuentra con que su café está salado; si no lo hace, es que tiene buenas razones para no llamar sobre sí la atención de la gente. Cambié, pues, la sal y el azúcar, y advertí que usted no protestaba. Todo hombre protesta si le cobran tres veces más de lo que debe. Y si se conforma con la cuenta exagerada, es que le importa pasar inadvertido. Yo alteré la nota, y usted la pagó sin decir palabra. Parecía que el mundo todo estuviera esperando que Flambeau, de un momento a otro, saltara como un tigre. Pero, por el contrario, se estuvo quieto, como si le hubieran amansado con un conjuro; la curiosidad más aguda le tenía como petrificado.
—Pues bien -continuó el padre Brown con pausada lucidez-, como usted no dejaba rastro a la policía, era necesario que alguien lo dejara, en su lugar. Y adondequiera que fuimos juntos, procuré hacer algo que diera motivo a que se hablara de nosotros para todo el resto del día. No causé daños muy graves por lo demás: una pared manchada, unas manzanas por el suelo, una vidriera rota… Pero, en todo caso, salvé la cruz, porque hay que salvar siempre la cruz. A esta hora está en Westminster. Yo hasta me maravillo de que no lo haya usted estorbado con el «silbido del asno».
—¿El qué? -preguntó Flambeau.
—Vamos, me alegro de que nunca haya usted oído hablar de eso -dijo el sacerdote con una muequecilla-. Es una atrocidad. Ya estaba yo seguro de que usted era demasiado bueno, en el fondo, para ser un «silbador». Yo no hubiera podido en tal caso contrarrestarlo, ni siquiera con el procedimiento de las «marcas»; no tengo bastante fuerza en las piernas:
—Pero, ¿de qué me está usted hablando? -preguntó el otro.
—Hombre, creí que conocía usted las «marcas» –dijo el padre Brown agradablemente sorprendido-. Ya veo que no está usted tan envilecido.
—Pero, ¿cómo diablos está usted al cabo de tan- tos horrores? -gritó Flambeau.
La sombra de una sonrisa cruzó por la cara redonda y sencillota del clérigo.
—¡Oh, probablemente a causa de ser un borrico célibe! -repuso-. ¿No se le ha ocurrido a usted pensar que un hombre que casi no hace más que oír los pecados de los demás no puede menos de ser un poco entendido en la materia? Además, debo confesarle a usted que otra condición de mi oficio me convenció de que usted no era un sacerdote.
—¿Y qué fue ello? -preguntó el ladrón, alelado.
—Que usted atacó la razón; y eso es de mala teología.
Y como se volviera en este instante para recoger sus paquetes, los tres policías salieron de entre los árboles penumbrosos. Flambeau era un artista, y también un deportista. Dio un paso atrás y saludó con una cortés reverencia a Valentín.
—No; a mí, no, mon ami -dijo éste con nitidez argentina-. Inclinémonos los dos ante nuestro común maestro.
Y ambos se descubrieron con respeto, mientras el curita de Essex hacía como que buscaba su sombrilla.
Fuente: El candor del Padre Brown.

Renuncia y nombramiento del obispo de Huancavelica

El Santo Padre ha aceptado la renuncia de S.E. Monseñor Isidro Barrio Barrio al oficio de obispo de la diócesis de Huancavelica (Perú).
El Santo Padre ha nombrado obispo de la diócesis de Huancavelica (Perú) a S.E. Monseñor Carlos Alberto Salcedo Ojeda OMI, trasladándolo de la sede titular de Mattiana y del oficio de obispo auxiliar de Huancayo.
Currículum vitae
S.E. Monseñor Carlos Alberto Salcedo Ojeda OMI nació el 25 de noviembre de 1960 en Comas, diócesis de Carabayllo. Hizo los votos solemnes en la Congregación de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada el 30 de agosto de 1993. Completó sus estudios filosóficos y teológicos en el Instituto Superior de Estudios Teológicos ISET Juan XXIII de Lima. Fue ordenado sacerdote el 6 de enero de 1996.
Tras su ordenación presbiteral, ocupó los siguientes cargos: Vicario parroquial de San Juan, arquidiócesis metropolitana de San Juan de Puerto Rico (1996); vicario parroquial de Nuestra Señora de la Paz en Comas, diócesis de Carabayllo (1997-1999); párroco de San Francisco de Asís en Orcotuna y del Señor de la Ascensión en Mito, archidiócesis de Huancayo (2000-2004) (2011-2016); consejero de la Delegación de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada en Perú (2005-2008); director del Prenoviciado San Eugenio Mazenod de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada en Lima (2006-2007); secretario del equipo de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada para la formación en la región de América Latina (2006); asistente del maestro de novicios en el Noviciado internacional de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada Mauricio Lefebvre en Asunción, Paraguay (2008-2011). Del 2011 al 2016 fue coordinador de la Comisión de Justicia y Paz e Integridad de la creación de la Delegación de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada en el Perú y del 2015 al 2016 vicario episcopal del Vicariato III de la arquidiócesis de Huancayo.
Fue elegido obispo titular de Mattiana y auxiliar de Huancayo el 30 de enero de 2016 y consagrado el 17 de abril siguiente.
Nombramiento de obispo auxiliar de Huancayo
El Santo Padre ha nombrado obispo auxiliar de la arquidiócesis de Huancayo (Perú) al Reverendo Padre Luis Alberto Huamán Camayo OMI, hasta ahora consejero para América Latina y el Caribe, de la Congregación de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada en Roma, asignándole la sede titular de Tepelta.
Currículum vitae
S.E. Monseñor Luis Alberto Huamán Camayo OMI, nació el 5 de febrero de 1970 en Tarma (Perú), en la diócesis del mismo nombre.
De 1988 a 1991 estudió Ingeniería civil en la Pontificia Universidad Católica del Perú; de 1994 a 1995 Filosofía en la Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima y en 1997 en la Universidad de Cochabamba (en Bolivia); De 1998 a 2001 siguió un curso de Teología en la Pontificia Universidad Gregoriana (Roma) y en 2004 un curso para formadores en la Universidad de Cochabamba; de 2005 a 2006 obtuvo la licenciatura en Teología Espiritual en la Universidad Católica Boliviana.
El 7 de enero de 2001 hizo sus votos perpetuos en Roma para la Congregación de los Oblatos de María Inmaculada, y el 6 de octubre de 2001 fue ordenado sacerdote en Tarma (Perú).
Ha ocupado los siguientes cargos: Vicario parroquial de Cristo Rey, Pueblo Nuevo y promotor del colegio parroquial Santa Teresita del Niño Jesús, en Chincha, diócesis de Ica (2001-2003); superior del Postnoviciado internacional BOLPER en Cochabamba y profesor de la Interreligiosa de Nazaret(2004-2008); vicario parroquial de San Eugenio, Villa Pagador, Cochabamba (2004-2005); capellán de las cárceles de Cochabamba (2006-2007); ecónomo de la delegación de la Congregación en Perú (2008-2010); profesor de la Conferencia de Religiosos del Perú (2009-2011); párroco de Nuestra Señora de la Paz en Comas, diócesis de Carabayllo (2009-2013); superior de la Delegación General de los Oblatos del Perú (2014-2016).
Desde 2016 hasta ahora ha sido miembro del Consejo General para América Latina y el Caribe de la Congregación de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada.
Habla español, italiano e inglés.
Fuente: www.press.vatican.va

Movadef es Sendero Luminoso

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“Nos preocupa mucho que, eventualmente, puedan llegar a tener poder, poder en el estado. Tener acceso a la información sensible y tomar decisiones. Eso sería, en realidad, una afrenta a los miles de policías, a los miles de huérfanos y viudas que dejó el terrorismo en nuestro país” (Foto: GEC).
Por MAYRA CALDERÓN– Diario Perú21.
Luego de la investigación publicada por Perú21, en donde se evidencia que el Movadef, el brazo político del grupo terrorista Sendero Luminoso, hace abiertamente una campaña a favor de la candidatura de Pedro Castillo, Perú21TV conversó con el general (r) Carlos Morán, exintegrante del Grupo Especial de Inteligencia (GEIN) y exministro del Interior. Actualmente, también forma parte de la cruzada ‘No lo hicimos en vano’, que integran policías que quedaron discapacitados por el terrorismo.
¿Qué lo anima a hacer la cruzada ‘No lo hicimos en vano’?
Los policías tenemos la autoridad moral para opinar porque consideramos que el país corre riesgo. La cruzada ‘No lo hicimos en vano’ busca reconocer el esfuerzo y el sacrificio de miles de policías que dieron todo, que perdieron la vida y que, inclusive, quedaron discapacitados, para devolvernos la paz. Esto es un momento muy especial en la vida republicana porque lamentablemente sentimos que lo avanzado hasta ahora está en riesgo. El entorno de Castillo tiene inocultables vínculos con senderistas.
¿Movadef es el brazo político de Sendero Luminoso?
Por supuesto. Eso lo dice la unidad de inteligencia, los entendidos, ex compañeros del GEIN y los que conocemos de la lucha contra el terrorismo, lo podemos afirmarlo categóricamente. No tenemos ningún matiz político. Los del GEIN estamos alzando la voz y mostrando nuestra posición. Tenemos serias diferencias, en mi caso, particularmente con el fujimorismo. Recuerda que fui ministro del Interior y tuve una serie de dificultades con los fujimoristas, inclusive, algunos de los fujimoristas amenazaron con encarcelarme por la disolución del Congreso. Pero, en estos momentos, hay un valor más supremo, más importante: es la defensa por la democracia.
Según una publicación del Movadef, no hay documentación que certifique que son el brazo político de Sendero Luminoso.
Hay investigaciones que están realizando en estos momentos con procesos judiciales que se están llevando a cabo. Movadef es Sendero Luminoso. Acá quiero precisar: no estamos estigmatizando a nadie, ni terruqueando a ningún candidato. Estamos hablando sobre hechos concretos, sobre vinculaciones concretas, sobre procesos judiciales concretos, en ese caso está el señor Bermejo, y está claro.
Carlos Morán: “El entorno de Castillo tiene inocultables vínculos con senderistas”
¿Usted cree que el Movadef está haciendo campaña a favor de Castillo?
Evidentemente, el Movadef ha entrado en campaña de apoyo al candidato Castillo. Ya no tienen el disimulo de ocultar su participación y su apoyo, y parece que al señor Castillo no le preocupa mucho, pero a nosotros sí nos preocupa porque sabemos que el Movadef es Sendero Luminoso reciclado y está haciendo campaña. No han renunciado a su ideología del pensamiento ‘Gonzalo’ y están apostando por otro tipo de accionar político.
¿Qué implicancias podría tener que el Movadef tenga una cuota de poder?
Nos preocupa mucho que, eventualmente, puedan llegar a tener poder, poder en el estado. Tener acceso a la información sensible y tomar decisiones. Eso sería, en realidad, una afrenta a los miles de policías, a los miles de huérfanos y viudas que dejó el terrorismo en nuestro país. Hoy vivimos una democracia y un estado de derecho que nos ha costado sangre conseguir y no queremos echar todo por la borda ahora. No podemos renunciar a vivir en democracia, en democracia todo es permitido: debatir, contradecir, polemizar. Pero ahora nos enfrentamos a los que quieren torpedear el sistema democrático, eso es inaceptable.
Carlos Morán integró el Grupo Especial de Inteligencia (GEIN) que logró la captura del cabecilla terrorista Abimael Guzmán en el año 1992.
Es licenciado en Derecho y Ciencias Políticas y fue condecorado por su labor como Defensor de la Democracia en el grado de Gran Cruz por el Gobierno y fue declarado Héroe de la Democracia por el Congreso.
A lo largo de su carrera, también se ha desempeñado como jefe de la Dirección Antidrogas (Dirandro) y jefe del Estado Mayor de la Policía Nacional del Perú, entre otros importantes cargos.

El historial de los virtuales congresistas de Pedro Castillo

Cinco posibles legisladores del partido Perú Libre figuran en los informes de la Dircote y la DINI por presuntos vínculos con el Movadef. Tres de ellos rechazaron tener cercanía con el terrorismo.

Por Carlos NeyraGiovanna Castañeda Palomino– Diario El Comercio.
“¿Dónde está el terrorismo acá? No hay terrorismo acá. Nos han estigmatizado”, declaró el lunes el candidato presidencial de Perú Libre, Pedro Castillo.
Cuatro años atrás, en agosto del 2017, el entonces ministro del Interior, Carlos Basombrío, presentó ante el Congreso un informe titulado “La infiltración del Movadef en algunas dirigencias del magisterio”, en medio de la huelga nacional encabezada por Castillo.
En el reporte figuraban fotografías y registros elaborados por la Dirección contra el Terrorismo (Dircote) en los que se ve al aspirante a la presidencia junto a personas vinculadas al Comité Nacional de Reorientación del Sutep (Conare-Sutep), un sector radical del magisterio que para la policía está vinculado al Movadef, órgano de fachada de Sendero Luminoso, y que lo eligió presidente del Comité de Lucha Nacional.
Entre las personas mencionadas en este informe aparecen tres virtuales congresistas electos de Perú Libre: Nivardo Tello Montes (Lima), Germán Tacuri Valdivia (Ayacucho) y Paul Gutiérrez Ticona (Apurímac). Según el último reporte de la ONPE, tendrían asegurada una curul al ser los más votados en sus regiones.
Los tres son docentes de aulas, de acuerdo a lo registrado en sus hojas de vida. En el reporte del Mininter, Tello Montes figura como secretario general del Comité Nacional de Lucha y secretario de Economía y Finanzas del Conare-Sutep de la facción Movadef en el 2013.
Nivardo Tello Montes junto con Pedro Castillo durante las marchas de protestas en el año 2017 (Foto: Alonso Chero / Archivo GEC).
En el informe presentado por Basombrío se señala que en agosto del 2017, la procuraduría pública del Mininter pidió a la fiscalía que iniciara una investigación preliminar contra la presunta organización criminal Los Protestantes del Sur, que “estaría operando y desplegando sus actuaciones delictivas”. “Los delitos son de organización criminal, extorsión y otros ilícitos penales que pudieran advertirse”, agregaron.
“La investigación fue realizada por la Dircote, trabajamos tres días buscando toda la información, corroborando, y saqué los resultados”, agregó el exministro Basombrío a este Diario.
En la lista de investigados fueron incluidos Tacuri y Gutiérrez como “ejecutores” y Castillo como “mando medio”. También figuran Lucio Ccallo Ccallata, miembro del Conare-Sutep en Puno, y como uno de los cabecillas está Zenón César Pantoja Fernández, secretario general del Conare-Sutep. Los dos últimos vinculados al Movadef, según la Dircote.
Basombrío explicó que se había aprobado que a quienes bloquearan y destruyeran la propiedad pública se les debía aplicar la ley del crimen organizado. “Ahí se menciona a las once personas, entre ellas Pantoja, uno de los líderes de Conare, y en tercer lugar Castillo”, precisó Basombrío.
Moisés Vega, procurador de orden público del Ministerio del Interior, sostuvo a este Diario que esta investigación por presunto crimen organizado se archivó en el 2018. Indicó que se quedó en etapa preliminar y que se indagaron las coordinaciones de Castillo durante la huelga magisterial.
“Lo que recuerdo es que no se llegó a precisar su estructura, sus roles y su permanencia, para determinar la conformación de una organización criminal”, explicó Vega sobre el archivamiento.
Otros dos casos
En otro informe de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINI) al que accedió El Comercio son mencionados otros dos virtuales parlamentarios como vinculados al Conare-Sutep de la facción del Movadef.
Según esta documentación, se trata de Elizabeth Medina Hermosilla, una docente de Educación Física que hasta el momento es una de las parlamentarias más votadas en Huánuco, y de Guillermo Bermejo Rojas.
Fuentes de la Dircote precisaron que Bermejo fue “absuelto” por el delito de terrorismo, pero que en la Corte Suprema anularon esa decisión y se iniciará un nuevo proceso, que aún está a la espera de ser programado.
En este informe de la DINI también se menciona a Tello como parte de la junta directiva nacional del Conare-Sutep de la facción Movadef, junto a César Tito Rojas, quien en marzo del 2011 presentó una solicitud de inscripción como partido político para el Movadef.
Rechazan vínculos
El Comercio buscó a los cinco virtuales parlamentarios de Perú Libre para consignar sus descargos. Tacuri, Gutiérrez y Medina rechazaron tener vínculos con el Movadef y negaron haber sido investigados por presunto terrorismo. “No tengo vínculo alguno con ninguna organización que promueva el miedo, el terror, mucho menos con el Movadef, Sendero Luminoso. Rechazo ese tipo de actuar”, dijo el próximo congresista por Apurímac.
Por su parte, Tacuri reconoció que fue investigado por crimen organizado, pero no por terrorismo. “Nunca hemos tenido comunicación con esa organización del Movadef”, sostuvo. En tanto, Medina dijo que “nunca le han preguntado” por este tipo de cercanía porque “nunca he estado vinculada”.
Hasta el cierre de este informe no hubo respuesta de Bermejo, a pesar de los mensajes enviados a través del WhatsApp que se mostraron como leídos. Tello tampoco respondió a la carta dejada en su domicilio.

¿Narcosenderismo busca expulsar a la DEA del Perú?

Por Miguel Lagos– Diario EXPRESO.
En 2008, dos años después de haber llegado al poder presidencial, el excocalero Evo Morales expulsó a la DEA (Agencia Antidrogas) estadounidense instalada en Bolivia.
La agencia norteamericana (dependiente del Departamento de Justicia) y sus acciones contra el tráfico de drogas en el extranjero le eran al parecer muy incómodas al también bolivariano Morales. Siempre amenazó con sacarlos y agarró ‘argumento’ señalando a la DEA como un ente ‘conspirador’ y de ‘espionaje’ que pretendía derrocarlo. También expulsó al embajador Philip Golberg. Estados Unidos replicó de igual forma con el embajador boliviano.
Por cierto, no han sido pocas las acusaciones e investigaciones que advirtieron por años sobre los posibles nexos del otrora cocalero Morales con el narcotráfico. Y como es sabido, además, el expresidente forma parte del círculo internacional e íntimo del castrochavismo regional que tiene bajo su sombra al ya conocido Cártel de los Soles (encabezado ahora por Nicolás Maduro según el Departamento de Justicia de los EE.UU. en 2020); la estructura cívico militar que tiene, nada más y nada menos, el control del poder político y oficial en Venezuela.
Por su parte, Hugo Chávez hizo lo mismo. Tres años antes, en 2005, dio una patada a la DEA (además de a la Policía Británica que también iba tras los pasos de los narcotraficantes en suelo venezolano).
Documentos y archivos de la agencia antinarcóticos (13/09/2019. El Mundo. España) señalan que este fue un acto premeditado, muy bien calculado para facilitar la conversión de Venezuela en una plaza clave y sin obstáculos para el tráfico de drogas internacional. Por supuesto, la narcoguerrilla de las FARC colombianas en cooperación con los chavistas se repotenciaron con estas facilidades y habrían suministrado los insumos a cambio de armas e impunidad.
Tal como craneaba el colombiano líder del Cártel de Medellín Pablo Escobar años atrás, uno de los objetivos resultantes de la narcodictadura venezolana en gestación era ‘inundar’ Norteamérica de droga y debilitar su base social e institucional. Chávez usó contra la DEA el mismo ‘argumento’ que después usaría Morales: «Estados Unidos llevaba a cabo inteligencia en Venezuela contra el gobierno”.
En Perú, en medio de la candente competencia electoral, el congresista electo (8,241 votos) Guillermo Bermejo de las filas del candidato Pedro Castillo de ‘Perú Libre’, anunció la intención de echar del país a la antinarcóticos DEA si ganan la segunda vuelta presidencial del 6 de junio.
Bermejo está siendo hoy procesado judicialmente por sus conexiones con los senderistas del VRAEM (existen seis colaboradores eficaces que habrían sido miembros de la cúpula narcoterrorista que lo incriminan).
Para este operador potencialmente conectado (de acuerdo a los sistemas de inteligencia peruanos y las investigaciones policiales y fiscales) con fuerzas antisistémicas de naturaleza violenta, terrorista y delictiva, la DEA «es el principal cártel de la droga en el mundo» (19/4/2021. Canal N. Perú). Dijo además que «el diseño de la política antidrogas debería ser nacional y no bajo injerencia extranjera».
¿Lograrán los operadores del narcosenderismo —ahora con posible representación política oficial gracias a Castillo— su objetivo de ‘liberar’ al Perú de la presencia ‘imperialista estadounidense’ vía la DEA como ocurrió en las bolivarianas Venezuela y Bolivia?