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Cardenal Gianfranco Ghirlanda SJ

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Santa Sede y Estado Vaticano. Cardenal Ghirlanda: «La Curia se renueva para servir mejor a la Iglesia».

Por Richard Benotti– Agencia de Información SIR.it
Con motivo del Jubileo de la Santa Sede, el cardenal Gianfranco Ghirlanda aclara las diferencias entre la Santa Sede y el Estado de la Ciudad del Vaticano y reflexiona sobre la reforma de la Curia. «La diplomacia vaticana no defiende intereses, sino que promueve a la persona humana», afirma, subrayando el valor de una Iglesia sinodal y cercana.
La diplomacia de la Santa Sede solo tiene sentido si permanece al servicio de la persona y de la paz”. El cardenal Gianfranco Ghirlanda, jesuita, canonista y profesor emérito de la Pontificia Universidad Gregoriana, ex rector del Ateneo y consultor de numerosos dicasterios vaticanos, ofrece una reflexión detallada y profunda sobre el significado del Jubileo de la Santa Sede, programado para el 9 de junio: una oportunidad para releer la naturaleza, la misión y la relevancia de la Curia romana a la luz del Evangelio y la historia.
Su Eminencia, a menudo se confunde la Santa Sede con el Estado de la Ciudad del Vaticano. ¿Podría ayudarnos a aclararlo?
La Santa Sede, o Sede Apostólica, puede designar tanto a la persona del Papa como a la Curia Romana, según el contexto. Es fundamental distinguir la Santa Sede, entendida como el centro de gobierno de la Iglesia, del Estado de la Ciudad del Vaticano, establecido mediante los Pactos de Letrán el 11 de febrero de 1929 para garantizar al Pontífice plena libertad en el ejercicio de su ministerio. Ya en 1871, el Estado italiano promulgó la Ley de Garantías, un acto unilateral que pretendía regular las relaciones con la Santa Sede, pero que fue rechazado por Pío IX porque subordinaba al Papa a la autoridad italiana. Solo en 1929, mediante un acuerdo bilateral, se logró una regulación definitiva. Es la Santa Sede, no el Estado del Vaticano, quien tiene subjetividad jurídica internacional y mantiene relaciones diplomáticas.
El centralismo romano es a menudo criticado. ¿Cómo responde a esta observación a la luz del Praedicate Evangelium ?

La estructura concreta del gobierno eclesial varía con el tiempo, adaptándose a los cambios históricos, manteniendo inalterados los principios fundamentales revelados. El Praedicate Evangelium se sitúa en la perspectiva de una mayor descentralización, ya deseada por el Concilio Vaticano II. Sin embargo, su plena implementación requiere tiempo.
La función del gobierno central, confiada a la Santa Sede, es tutelar la unidad de la fe, los sacramentos y la moral.
Sin embargo, este papel debe armonizarse con la autonomía y la responsabilidad pastoral de las Iglesias particulares, confiadas a los obispos. La sinodalidad, fuertemente promovida por el papa Francisco, es una forma concreta de fortalecer esta armonía. El reciente Sínodo, construido a partir de las parroquias, es un ejemplo elocuente.
La definición de la Santa Sede
La Santa Sede es un sujeto de derecho internacional distinto del Estado de la Ciudad del Vaticano. Mantiene relaciones diplomáticas con más de 180 Estados, participa como observador permanente en las Naciones Unidas y firma tratados internacionales. A diferencia de los Estados, su función se basa en la misión espiritual del Papa como pastor de la Iglesia universal. El Estado de la Ciudad del Vaticano, por su parte, nació con los Pactos de Letrán de 1929 para garantizar la independencia del ministerio petrino.
Cómo evitar la oposición entre centro y periferia…
Es esencial no oponer ambas dimensiones, sino reconocer su coesencialidad. Las Iglesias particulares no son simples articulaciones administrativas de la Iglesia universal, ni los obispos meros funcionarios del Papa. Tienen una consistencia de derecho divino, como la Iglesia universal. De la misma manera,
Una visión exclusivamente local corre el riesgo de reducir la Iglesia universal a una federación de Iglesias independientes, una perspectiva teológicamente errónea. El verdadero equilibrio consiste en reconocer que la Iglesia es a la vez universal y particular.
Cuando se enfatiza un aspecto en detrimento de otro, la visión católica de la comunión eclesial se ve comprometida.
¿Qué desafíos concretos ve en la implementación del Praedicate Evangelium en la vida diaria de la Curia?
Como con cualquier texto legislativo, la validez y la eficacia de una reforma se verifican en el momento de su implementación. El Praedicate Evangelium deberá aplicarse gradualmente, teniendo en cuenta las correcciones y ajustes necesarios que surgirán de la experiencia. Este es un paso fisiológico y saludable en el proceso de reforma.
Santa Sede, Vaticano y Curia Romana: las diferencias
La Santa Sede es el gobierno central de la Iglesia, presidido por el Papa y la Curia Romana. El Estado de la Ciudad del Vaticano es la entidad territorial, mínima pero soberana, que garantiza al Papa plena libertad e independencia. La Curia Romana es el conjunto de dicasterios que asisten al Papa en su servicio a la Iglesia universal. Solo la Santa Sede tiene personalidad jurídica internacional y representa oficialmente a la Iglesia en las relaciones con los Estados.
¿Cuál es el origen del papel internacional de la Santa Sede?
La Santa Sede ha adquirido relevancia internacional por su naturaleza espiritual. Desde el siglo IV, con el reconocimiento de la libertad religiosa al cristianismo, la Iglesia comenzó a establecer relaciones con la autoridad imperial.
Tras la caída del Imperio Romano de Occidente, siguió siendo la única fuerza unificadora en el caos político, asumiendo paulatinamente un papel cada vez más visible también a nivel internacional.
A partir del siglo V, aparecieron figuras como los apocrisarii, representantes del Papa ante las autoridades civiles. En los siglos siguientes, se desarrollaron los Estados Pontificios, los legados missi y, en el siglo XV, las primeras nunciaturas. La historia ha atribuido a la Santa Sede una función diplomática, arraigada en su misión espiritual: promover la paz, defender los derechos humanos y proteger la dignidad de la persona.
La diplomacia vaticana tiene características peculiares.
La definiría como diplomacia humanitaria. No se orienta a la protección de los intereses del poder, sino a la promoción de la persona humana. En este sentido, la Santa Sede tiene la tarea, a veces incómoda, de denunciar las violaciones de los derechos fundamentales dondequiera que ocurran. La experiencia adquirida a lo largo de los siglos es valiosa, pero debe permanecer siempre al servicio del Evangelio.
¿Es más difícil ejercer esta función sin los instrumentos típicos de un Estado?
Sin duda, pero es precisamente esta condición la que realza la especificidad de la misión. La Santa Sede está llamada a actuar en el mundo, sin permitirse ser mundana. Aquí es donde entra en juego el discernimiento. Como enseña San Ignacio, los medios deben seguir siendo medios. Si se convierten en el fin, se pierde la coherencia evangélica. Cuando los instrumentos mundanos toman el control, la Iglesia corre el riesgo de perder su identidad y terminar defendiendo el prestigio y el poder en lugar de la persona humana. Esto constituiría un grave fracaso de su misión.

Cardenal Cristóbal López SDB

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En 1842 Santa Magdalena Sofía Barat fundó la primera comunidad del Sagrado Corazón en África. En concreto, en Argelia, un país fundamentalmente musulmán, con muchos vínculos por la colonización con Francia. Con los años, esa comunidad se cerró pero se amplió la presencia en este continente con comunidades en Egipto, Uganda, Congo, Tchad…
Desde hace unos pocos años, la provincia de España ha impulsado el establecimiento de una nueva comunidad en el contexto del Magreb. Una comunidad intercongregacional (en este momento junto a las religiosas de Jesús-María) que asiste a las personas que cruzan esta zona con la intención de llegar a Europa.
¿Cómo es la Iglesia en un país con un 92% de la población musulmana? Cristóbal López, salesiano, actual Arzobispo de Rabat comparte su experiencia y su reflexión en este artículo para la Revista Trinitaria.

LA IGLESIA QUE ESTÁ EN MARRUECOS

Pero…¿acaso hay cristianos en Marruecos? ¿Existe la Iglesia Católica en ese país?
Puedo y quiero responder categóricamente: «Sí, la Iglesia Católica existe en Marruecos, y está vivita y coleando, formada por comunidades vivas y entusiastas. En Marruecos somos unos 30,000 católicos, provenientes de más de 100 países; hay dos diócesis –mejor dicho, ¡arquidiócesis! – con sus respectivas catedrales en Tánger y Rabat; hay unas 30 parroquias, atendidas por unos 50 sacerdotes (diocesanos y religiosos); unas 30 comunidades de religiosas con casi 200 hermanas, entre las cuales dos monasterios: clarisas y carmelitas. Los religiosos son unos 40, entre sacerdotes y hermanos; también un monasterio, el de los trapenses de Nuestra Señora del Atlas, heredero de los mártires de Tibhirine, inmortalizados por la película De hombres y de dioses»
En nuestras comunidades cristianas hay más hombres que mujeres (cosa que llama la atención), más jóvenes que adultos (más raro todavía) y más negros que blancos (nada raro, puesto que el grupo más numeroso de cristianos es el de estudiantes universitarios subsaharianos)
Además, esta Iglesia no es de ahora: ¡en 2019 celebramos un Año Jubilar con ocasión de los 800 años de presencia de los franciscanos en Marruecos! Pero podemos ir más lejos: en los siglos III y IV, había en estas tierras obispados (con sus correspondientes obispos) en Tánger, Ceuta, Tetuán, Asila, Larache, Volubilis y Salé. Es decir, que había una vida cristiana extendida y fecunda, porque dio mártires en abundancia (San Marcelo de Tánger, San Daniel de Ceuta, etc).
¿Y cómo es esta Iglesia que está en Marruecos? Vamos a ver algunas características.

1.-UNA IGLESIA INSIGNIFICANTE… PERO SIGNIFICATIVA

Insignificante porque pequeña, minúscula, diminuta… Treinta mil católicos entre 37 millones de habitantes no da ni para un 0.1%.
Para quienes se desaniman y deprimen porque somos pocos y normalmente no aumentamos, el Papa Francisco vino a abrirnos los ojos y motivarnos, cuando en su visita a Marruecos nos dijo: “No es un problema ser poco numerosos; el problema sería ser insignificantes (vacíos de significado), el problema sería llegar a ser sal que no tiene sabor de Evangelio, ¡éste es el problema!, o ser luz que no ilumina a nadie”  “Yo pienso que la preocupación surge cuando nosotros, los cristianos, nos sentimos perseguidos por la idea de que sólo seremos significativos si somos una masa y si ocupamos todos los espacios. Sabéis que la vida se juega en la capacidad de ser “fermento” allí donde nos encontramos y con quien nos encontramos” (Discurso en la Catedral de Rabat, 31.03.19)
Aunque insignificante, nuestra Iglesia es significativa porque llevamos, en vasijas de barro, un tesoro; tenemos algo que decir y aportar a la sociedad y porque somos un signo y un instrumento del Reino de Dios.

2.-UNA IGLESIA MUY CATÓLICA Y SIGNO DE COMUNIÓN PARA TODOS

Ese tesoro que tenemos, manifestamos y ofrecemos es, para empezar, el de la comunión. Los pocos que somos provenimos de más de 100 países de los cinco continentes. Mostrar al mundo que es posible vivir en comunión entre nosotros, siendo tan distintos, es ya ser signo de la Trinidad, que es Comunión dentro de la diferencia entre las tres personas.
En este sentido somos una Iglesia muy católica, es decir, universal. Con razón San Juan Pablo II había dicho a los obispos de África del Norte que “la Iglesia Católica, sin los cristianos de África del Norte, sería menos católica”.
Y el establecer amistad y buena relación entre cristianos y musulmanes es un signo de importancia trascendental en nuestros días y en nuestro mundo. Con nuestra vida aquí estamos diciendo a todos: “Musulmanes y cristianos podemos vivir como amigos, más aún, como hermanos” Cuando muchos se empeñan en conducir la historia por la senda del enfrentamiento, el conflicto y la guerra, nosotros damos testimonio de que un mundo de paz y de fraternidad es posible a pesar de nuestras diferencias de todo tipo.
Una Iglesia pequeña, pero Iglesia-Comunión, una Iglesia-Signo, significativa.

3.-UNA IGLESIA MISIONERA AL SERVICIO DEL REINO

Sí, nuestro objetivo aquí –y en todas partes, yo creo- no es hacer «engordar» la Iglesia, sino hacer crecer el Reino de Dios en Marruecos, es decir, la justicia y la paz, la vida y la verdad, la igualdad y la libertad, la solidaridad y el amor. Y hacer esto con nuestros hermanos y hermanas musulmanes.
No trabajamos para la Iglesia ni por la Iglesia; sino que, como Iglesia que somos y en Iglesia, trabajamos al servicio el Reino. El objetivo es el Reino; la Iglesia es el medio, el instrumento. Jesús vino a anunciar, inaugurar e iniciar la construcción del Reino de Dios; ésa fue su misión… y es ahora la nuestra, puesto que somos miembros de su Cuerpo y somos coherederos con Él, partícipes de su ser y de su misión.
No queremos ser una Iglesia autorreferencial, sino una Iglesia abierta y volcada hacia el exterior, en salida hacia los otros.
Nuestro modo de acción no es el enfrentamiento o la competencia, sino el unir fuerzas, cristianos y musulmanes, creyentes y no creyentes, hombres todos de buena voluntad, para trabajar juntos en la construcción de ese “cielo nuevo y tierra nueva”…”en los que ya no habrá ni llanto ni luto ni dolor”, en los que “la misericordia y la verdad se encuentran, la justicia y la paz se besan” (Salmo 85).
Queremos ser, pues, una Iglesia en misión, una misión que no es otra sino la de Cristo: hacer que el mundo sea lo más próximo posible al Reino de Dios.

4.-UNA IGLESIA DE EXTRANJEROS, PERO NO EXTRANJERA

Igual que la Palabra de Dios se hizo carne y habitó entre nosotros, así también nuestra Iglesia quiere estar encarnada y al servicio del pueblo marroquí.
El gran servicio que nosotros prestamos aquí es el de ser testigos de Cristo, testigos del amor de Dios, a través de nuestra vida de comunión y de nuestra vida de oración (queremos ser «orantes en medio de un pueblo que reza»).
Además, como tercera pata del trípode, prestamos otros «pequeños» servicios, que son las actividades de las que somos responsables: las escuelas (15 escuelas católicas con 12,000 alumnos), los centros de salud, los centros socio-culturales y bibliotecas, Cáritas (unos 10,000 migrantes atendidos cada año y otros tantos marroquíes), etc.
En este país, los cristianos somos todos extranjeros, pero queremos que nuestra Iglesia sea marroquí. Por eso nos esforzamos en conocer y amar la lengua, la cultura, la historia de este pueblo que nos acoge y nos permite vivir nuestra fe.
Es el principio teológico de la Encarnación, fundamental en toda pastoral, en toda acción eclesial; no de balde Dios, para salvarnos, humanizarnos y divinizarnos, quiso encarnarse y ser “Dios-con-nosotros”, en todo igual a nosotros menos en el pecado.

5.-UNA IGLESIA DEL DIALOGO Y DEL ENCUENTRO

Los musulmanes no son nuestros enemigos ni nuestros adversarios ni la competencia. Son nuestros hermanos y hermanas y nosotros queremos salir a su encuentro, para establecer un diálogo que comienza por la amistad y la convivencia, continua por el trabajo conjunto al servicio de las grandes causas de la humanidad y culmina en el compartir la fe y la oración si se puede.
El diálogo, nos dijo el Papa cuando nos visitó hace dos años, “no es una moda, y menos todavía una estrategia para hacer crecer el número de miembros de la Iglesia… Si la Iglesia debe entrar en diálogo es por fidelidad a su Señor y Maestro, el cual, desde el comienzo, movido por el amor, ha querido entrar en diálogo como amigo e invitarnos a participar de su amistad. Así, como discípulos de Cristo, somos llamados, desde el día de nuestro bautismo, a ser parte de ese diálogo de salvación y de amistad del que somos los primeros beneficiarios” (Discurso en la Catedral de Rabat, el 31.03.19)
Y que el diálogo no es una moda o una manía de nuestros días, sino una realidad teólogica y profundamente bien fundada nos lo demostraba citando a su predecesor, San Pablo VI en la Encíclica Ecclesiam Suam: “La Iglesia tiene que entrar en diálogo con el mundo en el que vive. La Iglesia se hace Palabra; la Iglesia se hace mensaje; la Iglesia se hace conversación” (Nº 67)
Por eso el Papa Francisco nos recordaba que “en estas tierras, el cristiano aprende a ser sacramento vivo del diálogo que Dios quiere iniciar con cada hombre y cada mujer, sin importar su condición de vida. Un diálogo que, en consecuencia, estamos invitados a realizar a la manera de Jesús, dulce y humilde de corazón, con un amor ferviente y desinteresado, sin cálculos y sin límites, en el respeto de la libertad de las personas” (Discurso en la Catedral de Rabat, el 31.03.19)
Un icono que gustamos de contemplar y meditar es el de la Visitación de María. Ella sale de Nazaret y se dirige a casa de Isabel para ayudarle… pero llevando a Cristo con Ella y en Ella. En el encuentro entre las primas, el Espíritu hace su trabajo y manifiesta, más allá de la voluntad e intención de los protagonistas del mismo, la presencia de Cristo, que es precisamente el lugar de encuentro por excelencia y en plenitud entre Dios y el hombre.
En esta dimensión, como en otras, nuestra Iglesia de Marruecos pretende ser una “Iglesia en salida”, no replegada sobre sí misma, no auroreferencial. Nuestro lema pastoral el año pasado y el actual es, precisamente, “Bautizados y enviados, seamos sacramento del encuentro”.

6.-UNA IGLESIA SAMARITANA

Sí, una Iglesia que, como el Buen Samaritano, quiere pararse en el camino al lado de quien sufre, de los que están en necesidad, de los más débiles…para curarlos, para cuidarlos, para escucharlos, para darles una nueva esperanza.
A través de Caritas y la Delegación Diocesana de Misiones nuestra Iglesia cultiva esta dimensión samaritana, sobre todo a favor de los migrantes que sufren y que son vulnerables. Con ellos intentamos conjugar en hechos concretos los cuatro verbos que el Papa nos propone: “Acoger, proteger, promover e integrar”.
Pero no es sólo lo que se hace con los migrantes subsaharianos; diversas congregaciones, grupos y parroquias trabajan en el mundo de la salud (incluso como enfermeras en la salud pública), apoyan asociaciones en favor de los discapacitados y establecen obras para ellos (una escuela de sordo-mudos, por ejemplo, como también centros y casas de acogida para discapacitados profundos o jóvenes embarazadas solteras), organizan guarderías en zonas y para familias desfavorecidas, trabajan en la alfabetización y promoción de la mujer, actúan en el mundo rural (cooperativas, perforación de pozos, etc), salen al paso de quienes no pueden pagar tratamiento o medicamentos…
Es la diaconía, es el mostrar la fe con obras, es la fraternidad activada…

7.-UNA IGLESIA PUENTE

Tenemos una vocación muy clara: ser constructores de puentes (¡pontífices!). Nuestra Iglesia quiere ser «puente» entre cristianos y musulmanes, entre África y Europa, entre negros y blancos, entre oriente y occidente, entre jóvenes y adultos, entre protestantes y católicos (¡aquí vivimos maravillosamente la dimensión ecuménica!).
Construir puentes más que muros y fronteras es nuestra vocación, y creo que la de toda la Iglesia y de todo cristiano: somos puentes entre Dios y el mundo.

8.-UNA IGLESIA JOVEN, DINÁMICA, ALEGRE Y FESTIVA

Todo esto lo hemos recibido a través de nuestros hermanos jóvenes provenientes de muchos países del África subsahariana. En muchas de nuestras comunidades ellos son todos, o la mayoría. Ellos han hecho bajar la media de edad de los cristianos de Marruecos en torno a los 35 años. Ellos ponen la música, la danza, el color, la alegría a nuestras celebraciones. Con ellos siempre es fiesta y gracias a ellos cada año celebramos festivamente unos 40 bautismos de jóvenes-adultos y casi un centenar de confirmaciones.
La dinamicidad de la juventud tiene su lado difícil: están unos años y, acabados los estudios, se van. Cada año un cuarto de los cristianos (25%) se marcha; felizmente otros los reemplazan, pero ello hace que siempre tengamos que empezar de nuevo, lo que no nos deja dormirnos en los laureles.

9.-UNA IGLESIA TRINITARIA

¿Podría la Iglesia no sentirse hija del Padre, cuerpo de Cristo y fruto del Espíritu Santo? La Iglesia Universal, cada Iglesia local, cada familia (¡Iglesia doméstica!) toda comunidad cristiana, congregación, grupo o movimiento es o debe ser un reflejo de la comunidad trinitaria.
La Trinidad es el modelo a imitar; la vida trinitaria, que es el Amor, es lo que debemos vivir todos. ¿Cómo no sería trinitaria nuestra Iglesia en Marruecos?
Pero si además resulta que una de nuestras principales tareas es rescatar a los migrantes de las mafias, liberar a los ignorantes de su ignorancia, visitar a los presos (¡lástima, sólo nos dejan ver a los cristianos!) y llevarles consuelo, ¿cómo no ver en todo ello los rasgos y actitudes del carisma “trinitario”?
La presencia de dos hermanos trinitarios sacerdotes es, para todos, un recuerdo, un estímulo y un acicate para vivir esta dimensión de toda vida cristiana.
Fuente: Revista Trinitaria y rscjinternational.org

Voderholzer cuestiona al ZdK

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Monseñor Rudolf Voderholzer, obispo de Ratisbona (Alemania)

Mayoría de fieles no se sienten identificados con el Comité Central de los Católicos Alemanes (ZdK)

Monseñor Rudolf Voderholzer, ha concedido una amplia entrevista a un medio regional del estado de Baden-Württemberg, al sur de Alemania, en la que renueva su crítica al Camino Sinodal alemán defiende una sinodalidad centrada en la escucha del Evangelio, no en modelos parlamentarios y cuestiona la representatividad del ZdK dentro de la Iglesia alemana. Además destaca iniciativas evangelizadoras en su diócesis.
El obispo de Ratisbona, Rudolf Voderholzer, es, junto con el cardenal Woelki, uno de los críticos más severos del Camino Sinodal en la Iglesia católica alemana. En esta entrevista, explica su visión de la Iglesia y de la política.
Obispo Voderholzer, cuando oyó quién era el nuevo Papa, ¿cuál fue su primera impresión?

Realmente me sorprendió la fuerza innovadora y la capacidad de sorpresa del Espíritu Santo. Conocía al papa León XIV como cardenal Prevost por algunas reuniones del Dicasterio para la Doctrina de la Fe. Me causó una impresión muy serena, pausada, muy reflexiva y sensata, inteligente. No hablaba mucho, pero lo que decía tenía coherencia y fundamento.
¿Qué nos dice su biografía sobre él?
Por su origen en Norteamérica y su labor en Perú, une las dos partes del continente americano. Eso es una gran bendición, un gran símbolo. Como superior general de los Agustinos, ha acumulado experiencia a nivel mundial, ha viajado mucho, conoce la Iglesia universal. Ha aceptado el cargo con gran humildad, pero también con las formas y los signos que le corresponden.
¿También con aquellas formas y signos que Francisco, a diferencia de su predecesor Benedicto XVI, no utilizaba?
Se ha interpretado mucho de forma errónea. La prensa creyó ver a menudo una diferencia que, desde mi punto de vista, no existía. Benedicto era tan humilde como Francisco, solo que lo expresaba de otra manera.
¿Reconoce usted otras similitudes entre el nuevo Papa y Benedicto XVI?
Para eso aún es demasiado pronto. Pero los discursos que ha pronunciado hasta ahora León XIV me han convencido mucho. Siempre ha hablado sobre el primado de Dios y sus implicaciones, también en el ámbito político. Ha citado con frecuencia a san Agustín, tal como lo hacía Benedicto XVI.
El Papa también es responsable de la unidad de la Iglesia. ¿Está hoy más amenazada esa unidad que hace 100 o 200 años?
La unidad de la Iglesia siempre ha estado en peligro, también después del Concilio Vaticano I, cuando los Veterocatolicos se separaron. Es una unidad que debe conquistarse constantemente de nuevo. Es un don increíble que exista esta Iglesia universal. Es una red de comunidades eucarísticas y se mantiene unida por el principio episcopal bajo la cabeza del Papa. Por eso se mencionan los nombres del Papa y del obispo en cada plegaria eucarística: no se trata de un culto a la persona, sino que tiene una función eclesiológica, es decir, define la naturaleza misma de la Iglesia. Hemos sido fundados como Iglesia para anunciar la salvación de los hombres y el Evangelio. Y para pedir el Espíritu que puede obrar esa unidad por sí solo. Ése debe ser el camino. Y para ello se necesita mucho contacto, mucho diálogo, mucho hablar y orar juntos.
¿Cómo percibe usted esto en la Iglesia en Alemania? ¿Sigue existiendo el diálogo?
La Iglesia en Alemania es una estructura muy compleja. Permítame destacar un ámbito que considero muy decisivo para nuestra situación actual: hasta los años 80 existía en Alemania una especie de ley no escrita según la cual los dos arzobispos de Múnich y Colonia se alternaban en la presidencia de la Conferencia Episcopal. Eso lo rompió el obispo de Maguncia, Karl Lehmann, cuando se presentó a las elecciones contra Friedrich Wetter, de Múnich. Eso politizó el cargo: ya no se elegía al siguiente por turno, sino en función de una determinada orientación político-eclesial. Y ahí es donde empiezan a formarse mayorías, surgen minorías, y eso resquebraja la unidad.
Usted aboga desde hace tiempo por una despolitización del cargo de presidente.
En casi todas las conferencias episcopales del mundo que conozco, se hace de otro modo. Ya en 2020 propuse que volviéramos a un sistema rotatorio, ampliado a los metropolitanos (es decir, los arzobispos). Le tocaría primero a Berlín, luego a Friburgo, Hamburgo, etc. Sigo convencido de que es una idea que merece la pena considerar, para eliminar la dimensión política-eclesial y así lograr una reconciliación por otras vías.
¿Cómo ejerce el obispo Bätzing su cargo desde su punto de vista? Si mira a los últimos años, ¿cuál es su impresión?
Se ha implicado por completo en el proyecto del Camino Sinodal, aunque lo heredó de su predecesor. Yo le conozco desde hace tiempo. En realidad, nos llevábamos bien. Compartíamos una base teológica común en la obra de Hans Urs von Balthasar y nos sentíamos en casa teológicamente dentro de la Comunidad San Juan, fundada por este teólogo suizo. Lamentablemente, he tenido que constatar en los últimos tiempos que se ha alejado de algunas ideas fundamentales de Balthasar. En cuanto a la cuestión de género y sus repercusiones en la teología sacramental, el obispo Bätzing sostiene que Hans Urs von Balthasar pensaría hoy de otro modo. Eso, en mi opinión, no se puede sostener de ninguna manera.
¿Cómo ve usted la relación de la Iglesia con la política? ¿Qué tan política debe ser la Iglesia?
La Iglesia, en la figura de sus ministros y obispos, no debería hacer política, sino hacerla posible. Y eso mediante el anuncio del Evangelio y la difusión de la doctrina social católica. Ése es uno de los mayores tesoros que tenemos. La doctrina social católica ofrece los criterios para una buena política, y lo hace por encima de partidos.
¿Cuándo debería pronunciarse la Iglesia directamente?
Como obispos, por supuesto que tenemos una posición respecto a la defensa de la vida o la dignidad humana -una posición que coincide con la de la Ley Fundamental alemana-. Pero las cuestiones concretas del día a día, los procesos legislativos en el Parlamento corresponden a quienes han sido elegidos para ello. Afortunadamente, entre ellos hay muchos cristianos convencidos. Como obispos les damos orientación, y los políticos también deben aceptar cuando decimos que, en nuestra opinión, algo no es compatible con la fe cristiana. Me importa subrayar, en lo que respecta a la defensa de la vida, que la Iglesia no defiende aquí una opinión religiosa particular, sino que en primer lugar defiende derechos fundamentales consagrados en la Constitución.
La Conferencia Episcopal Alemana ha publicado recientemente un documento sobre Alternativa para Alemania (AfD). ¿Cuál es su posición personal al respecto?
Apoyé el documento, porque dada la gravedad de la situación es importante que tomemos una postura clara en esta cuestión. Sin embargo —y esto ya lo he dicho públicamente en varias ocasiones—, estuve de acuerdo con el texto solo después de haber conseguido que se incluyera en la declaración la defensa de la vida como uno de los criterios fundamentales que defendemos como Iglesia. Quería evitar a toda costa que se ignorase este punto tan importante, que siempre ha sido una causa que hemos representado con coherencia, y que se dejara en manos de otros. Lo que, lamentablemente, no logré fue evitar que el documento se construyese en torno a una identidad puramente negativa. Por identidad negativa entiendo definirse únicamente por lo que uno rechaza. Deberíamos haber expresado con mucha más claridad que animamos expresamente a las jóvenes cristianas y cristianos a comprometerse políticamente en el centro del espectro, inspirados en la doctrina social católica.
¿Cómo aborda usted en su diócesis la cuestión de los votantes de la AfD?
No hacemos ningún tipo de examen de conciencia o control ideológico. Y debo partir del supuesto de que también entre los católicos hay votantes de la AfD. Pero también sé distinguir entre una actitud de protesta y una postura ideológicamente endurecida. Si damos crédito a los expertos, una gran parte del electorado de la AfD —igual que el de Die Linke, por ejemplo— está compuesto por votantes de protesta, personas que simplemente no ven que los partidos del centro estén abordando los problemas urgentes. Y estos partidos del centro también deben aceptar que, en ciertos temas, no han logrado ofrecer soluciones.
En su diócesis también está activa la Hermandad de San Pío X. ¿Dónde traza usted los límites?
El límite está muy claro: el reconocimiento del Concilio Vaticano II y de la enseñanza de la Iglesia y su Tradición. No se trata del latín o de la liturgia. También tenemos a la Hermandad de San Pedro, que celebra la misa según el antiguo rito, pero reconoce el Concilio. En el caso de los seguidores de Mons. Lefebvre (la Hermandad de San Pío X), nos encontramos con una teología política en la que se coloca la verdad por encima de la libertad. Eso no es aceptable.
Con respecto a la polarización social en el país: ¿Puede hacer algo la Iglesia para que las personas entren en contacto más allá de su propio entorno ideológico?
Al menos en dos aspectos. Cuando escucho antiguas grabaciones de Wehner y Strauß, me doy cuenta de que antes existía una cultura del debate en la que volaban realmente los trapos. Hoy ya no conocemos algo así. Eso por un lado. Por otro, y esto lo he repetido muchas veces al inicio del Camino Sinodal: ya no tenemos una base común de conversación en la Iglesia. En el Camino Sinodal, por ejemplo, no hay consenso sobre qué constituye un argumento teológico, ni sobre cómo deben ponderarse, por un lado, la Escritura y la Tradición y, por otro, los supuestos conocimientos consolidados de las ciencias humanas. Todo es bastante confuso, y se habla sin llegar a entenderse. Es una situación difícil. Y eso no sólo se aplica al Camino Sinodal, sino también a la política.
¿Qué esperaría usted personalmente de un Camino Sinodal o de un proceso similar en Alemania? ¿Qué tendría que pasar para que usted saliera satisfecho de una sesión de ese tipo?
Ya tenemos muchos formatos sinodales en Alemania. En mi diócesis, por ejemplo, existen el comité diocesano, la comisión diocesana de asuntos financieros, y mucho más. Son órganos sinodales en los que se debate en conjunto para tomar decisiones. La imagen del obispo todopoderoso que decide solo es una caricatura. Vivo suficientes espacios de intercambio sinodal en los que realmente puedo decir: es hermoso ser cristiano, ser católico y formar parte de una comunidad que se siente enviada a vivir el Evangelio, a anunciarlo y a entusiasmar a otros con él. En el Camino Sinodal, el cardenal Woelki y yo presentamos una propuesta alternativa de estatuto, basada en la carta del papa Francisco de junio de 2019. No estamos en contra de la sinodalidad, sino de una forma concreta de sinodalidad que se asemeja más a un debate parlamentario entre partidos que a una escucha común de la Palabra de Dios.
¿Está el Camino Sinodal demasiado influido por el modelo de los sínodos protestantes?
Está influido por la experiencia de una forma concreta de democracia dentro de las asociaciones católicas. Pero allí no se trata de cuestiones de fe, sino de temas relacionados con la orientación de una asociación católica.
¿Es representativo este “catolicismo de comités”, como lo vemos en el ZdK, para la Iglesia católica en su conjunto?
Creo que nunca lo fue, ni siquiera aspiraba a serlo. Recibo muchas cartas de personas que me dicen: «Yo no me siento representado por eso». Por supuesto, es difícil decir qué es realmente representativo de la población católica. Pero mi impresión es que el grueso de los fieles no se identifica mucho con el ZdK. Cuando visito las parroquias, escucho otras preocupaciones: por ejemplo, «¿cómo consigo enseñar a rezar a mis hijos?». Entonces otros responden: «Mientras no bendigáis a las parejas homosexuales, no vas a lograr que tu hijo rece». Personalmente, no creo que eso funcione así. Porque, de ser así, la Iglesia evangélica debería estar floreciendo.
¿Dónde ve usted los límites del Camino Sinodal?
Los objetivos del Camino Sinodal fueron poco realistas desde el principio. El cardenal Woelki y yo propusimos temas como la evangelización, la pastoral vocacional o la enseñanza de la religión. Son ámbitos en los que podemos volcar toda nuestra fuerza de fe, pasión e imaginación para reposicionar mejor a la Iglesia. El Estado nos brinda la oportunidad de impartir clases de religión. Pero cada vez tenemos menos profesoras y profesores de religión. Ésos son los temas sobre los que deberíamos estar hablando: ¿cómo logramos anunciar la fe de manera creíble?
¿Cómo se logra anunciar la fe de forma creíble en la diócesis de Ratisbona?
Si se logra o no, no lo sé. En cualquier caso, tenemos varios proyectos innovadores. He retomado la carta del papa Francisco de 2021, en la que reintrodujo el antiguo ministerio de la catequista y del catequista. Hemos desarrollado un programa de formación para ello. Las personas participantes se dedican durante diez sábados a la pregunta de cómo llegar a ser capaces de hablar de la fe. Después pueden, por ejemplo, encargarse de acompañar a los monaguillos, porque los niños y jóvenes que se implican en la Iglesia son uno de nuestros mayores tesoros.
Con esta formación también se prepara a personas para dirigir grupos bíblicos o acompañar peregrinaciones. No se trata de formar «mini pastores», sino de personas que colaboran activamente en la Iglesia y que para ello reciben una misión formal del obispo.
Otro proyecto es nuestra Biblia dominical de Ratisbona, un libro de uso doméstico que retoma formas tradicionales ya probadas. Con ella queremos fomentar la cultura del domingo. Las familias pueden beneficiarse enormemente en su vida cotidiana —con todos sus desafíos— de una vivencia consciente del domingo a lo largo del año litúrgico. Eso quiero promover. Y me importa mucho también la dimensión pastoral de la música sacra.
¿Y cómo se acerca usted a una persona que nunca ha sido bautizada y para quien la Iglesia siempre ha sido algo ajeno?
Eso depende, por supuesto, de los párrocos, a quienes animo a hacer visitas domiciliarias. Promuevo los Cursos Alpha, donde se aprenden las bases de la fe. También tenemos grupos que hablan con la gente directamente en la calle, como en Night Fever, por ejemplo. Gracias a Dios, hay muchas iniciativas en las que los jóvenes sienten un auténtico impulso misionero y quieren transmitir la fe.
Algunas personas se sienten atraídas por esto, otras, más bien rechazadas. O tome usted el caso de los Domspatzen de Ratisbona: también hay niños no bautizados entre ellos. Hace poco pude bautizar a un chico de 13 años que, por iniciativa propia, fue a ver a su profesor de religión para pedirle el bautismo. Porque, a través de la música, había experimentado algo de la fe y quiso formar parte de ella.
No podemos hablar con Rudolf Voderholzer sin mencionar al menos una vez los belenes. Aquí, en la sala de visitas, poco antes de Pentecostés, hay un enorme belén navideño. ¿Qué le fascina tanto de ellos?
Mi madre era originaria de Bohemia. Y Praga es, probablemente, la cuna del belén. Un belén muestra la concreción de la fe. Cuando uno lo contempla, está presente, forma parte de la escena. Como obispo, además, me parece muy acertado valorar un medio tan eficaz de transmisión de la fe. En ese sentido, para mí es también un elemento de evangelización, accesible y atractivo.
Se ve claramente también en Chequia, donde la secularización está mucho más avanzada que en nuestro país. Para muchas personas allí, el belén es el único puente que les queda hacia Cristo. La Ilustración expulsó los belenes de las iglesias, y entonces pasaron a los hogares. Allí han resistido todas las tormentas de la secularización. El belén de Navidad está profundamente arraigado en el corazón de la gente.
¿Y cómo transmite usted a las personas el sentido de la fiesta de Pentecostés?
Pentecostés es, en cierto modo, algo abstracto, pero en realidad muy concreto. Muchas veces lo he debatido con otras personas y reflexionado sobre ello en relación con las tradiciones populares: en Navidad hay regalos, llega el Niño Jesús; en Pascua viene el conejo y trae huevos. ¿Y el Espíritu Santo? ¿Qué trae él? Trae la comunidad de la Iglesia, nuevos hermanos y hermanas. Pero esa comunidad hay que vivirla. Como cristianos, somos el regalo de Pentecostés los unos para los otros. Pentecostés es el momento del nacimiento de la Iglesia universal. Es la superación de la confusión de lenguas de Babel.
En la diócesis de Ratisbona, Pentecostés es también la gran peregrinación a pie hacia Altötting. Para muchos es una experiencia de fe importante vivida en comunidad. Este año, en la ciudad, se reúnen más de 1,000 jóvenes para el Prayer Festival. Y eso sin contar las formas más tradicionales como la cabalgata de Pentecostés en Bad Kötzting o la peregrinación de las velas al monte Bogenberg. El Espíritu Santo es quien reúne a las personas.
Fuente: Schwäbische.de

Cardenal William Goh Seng Chye

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Nico SpikesPor Nico Spikes– lanuovabq.it
Varios cardenales nos habían dicho que una de las intervenciones más apreciadas durante las congregaciones generales fue la del cardenal William Goh Seng Chye. Esto no es una sorpresa porque el arzobispo de Singapur es un pastor conocido por su claridad doctrinal, su celo pastoral y su sensibilidad litúrgica. Lo entrevistamos poco antes de su salida de Roma.
Eminencia, ¿considera usted que los cardenales han elegido al hombre justo?

Sí, creo que León XIV es precisamente el Papa que el mundo necesita ahora mismo. Francisco ha fortalecido la dimensión misionera de la Iglesia, buscando llevar el Evangelio a toda la humanidad, incluidos los pecadores, los marginados y los vulnerables. Pero creo que lo menos agradable de su pontificado fue que, en su intento de llegar a todos, en términos de doctrina y moral sus enseñanzas no estaban articuladas correctamente, o más bien parecían ambiguas.
¿Esta circunstancia ha determinado las polarizaciones que han recorrido la Iglesia en los últimos años?
Si no tenemos clara cuál es la enseñanza de la Iglesia, entonces es muy difícil trabajar juntos en unidad. Aunque tanto la llamada “izquierda” como la “derecha” en la Iglesia están interesadas en promover la misión de la evangelización, ha habido una división interna en ciertos temas como el matrimonio, los LGBTQ y los transgénero. Éstas son las áreas que han dividido a la Iglesia porque en un cierto punto la gente ya no estaba muy segura de qué era lo correcto que hacer. Había gente que venía a la iglesia y decía: “pero el Papa dijo esto”. Pero ser verdaderamente inclusivo significa decir: «Sí, entendemos que estás luchando. No logras vivir el Evangelio. Te ayudaremos, te acompañaremos. Puede que lleve tiempo. Te ayudaremos a enamorarte de Jesús poco a poco. Algún día, quizás, puedas entenderlo». Esta es una distinción importante.
¿Crees que León XIV podrá poner orden en las divisiones doctrinales?
Sí, ser agustino tiene un fundamento sólido en la tradición y espiritualidad de San Agustín. Por otro lado, ha trabajado en Perú y conoce de primera mano situaciones de pobreza y sufrimiento. Además, está en Roma desde hace varios años y por tanto conoce cuáles son los retos de la Curia. Además, habiendo sido prior general de su orden, ya ha demostrado habilidades de liderazgo. En estas primeras salidas se mostraba sobrio y cuidadoso en cuanto a qué decir y qué hacer. Me parece un hombre que es consciente de que cuando un Papa hace determinados comentarios, esos comentarios se toman en serio y por eso usa la cautela y la prudencia. Esto es de agradecer porque ayuda a que la gente no se confunda. Así que creo que podrá aportar mayor claridad a la doctrina para que la “izquierda” y la “derecha” no discutan entre sí. No será ambiguo y no dejará a cada uno la interpretación de lo que dice.
A este respecto, sabréis que no han sido años fáciles para los fieles amantes de la llamada Misa Tridentina. ¿Qué será de ellos en el nuevo pontificado?
Personalmente creo que no hay razón para detener a aquellas personas que prefieren la Misa Tridentina. No hacen nada malo ni pecaminoso. Por supuesto, la unidad de la Iglesia debe ser preservada, pero por otro lado tenemos incluso ritos diferentes, como el sirio-malabar. Podemos muy bien aceptar diferentes modos de celebrar la Eucaristía y por eso creo que no debemos sofocar a quienes prefieren el rito tridentino. En último término, lo que importa no es el rito ni la forma en que se celebra, sino si uno encuentra a Dios en profundidad.
¿Qué experiencia tiene usted con comunidades que aman la liturgia antigua en su diócesis?
Personalmente, no celebro la Misa Tridentina, pero no estoy en contra de quienes lo hacen. En mi país tenemos un grupo pequeño de unas 300 personas y en su mayoría son jóvenes, a menudo profesionales. A veces les pregunto: “¿Por qué prefieren esta celebración?” Me dicen que se sienten más reflexivos, contemplativos y que encuentran que eso les acerca a Dios. ¿Por qué debería detenerlos? Por supuesto, si niegan las enseñanzas del Concilio Vaticano Segundo, esa es otra historia y entonces deberían ser disciplinados. Pero no lo hacen, así que creo que no deberíamos discriminar a estas personas. Después de todo, es la Misa que se celebra desde hace cientos y cientos de años, ¿verdad?
En Asia, las persecuciones contra los cristianos están presentes y, de hecho, están aumentando. ¿Cuál es la situación de la libertad religiosa en su continente?
Las persecuciones no son las mismas en todas las naciones. Algunos son muy sutiles, otros hacen la vida realmente difícil. Pero creo que todo depende del país. En Singapur, gracias a Dios, no tenemos estos problemas. Así que la libertad religiosa depende, una vez más, del gobierno. El problema surge cuando la religión y la política se mezclan. En mi país tenemos una clara línea divisoria. Nuestra Iglesia no interfiere en el gobierno, no favorece a ningún partido político en particular, sino que se limita a hablar de cuestiones morales y sociales. En otras partes de Asia, donde existe una religión de Estado, ya sea musulmana o hindú, la situación de la libertad religiosa se vuelve difícil porque los políticos quieren defender una religión particular para ganar votos. Y por supuesto la religión también utilizará la política para ganar poder.
¿Cuáles son los problemas urgentes que el norteamericano, un tanto peruano, León XIV tendrá que afrontar con respecto a Asia?
León XIV tiene ya la perspectiva y la experiencia de lo que significa llegar a un mundo diferente al de origen. En particular aquellas zonas pobres y marginadas que están muy presentes en Asia.
La diferencia con América Latina es que en Asia el cristianismo suele ser minoritario, pero las comunidades católicas son muy vivas, igual que en África. América Latina, por otra parte, está luchando contra el hábito de lo que podríamos llamar una fe rutinaria y también contra las incursiones de las sectas. Aquí en Asia no hay tales problemas, pero al ser una minoría, León XIV tendrá que prestar atención a cómo nuestra Iglesia dialogará e interactuará con otras religiones.
¿No te decepciona un poco que el Papa no sea asiático?
No, no me importa si el Papa es asiático o europeo o de cualquier nacionalidad. No voto por continente o cultura. Quiero votar por un Papa que esté verdaderamente inspirado por el Espíritu Santo. Una inspiración que puede unir al mundo y caminar en la verdad y el amor. Y creo que León XIV es el hombre adecuado.

Cardenal Rainer Maria Woelki

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Cardenal Rainer Maria Woelki, arzobispo de Köln.

Por – www.zeit.de
DIE ZEIT: Cardenal, usted viajó al cónclave como uno de los 133 electores papales. Además de usted, sólo otros dos alemanes pudieron votar: el ex jefe de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Gerhard Ludwig Müller, y el arzobispo de Múnich, Reinhard Marx. ¿Cómo fue en Roma?
Rainer Maria Woelki: Fue agradable, pero agotador. El motivo del viaje fue, en primer lugar, la muerte del Papa Francisco, luego vinieron los funerales y todavía faltaban diez días para las elecciones. Lo que más me impresionó del precónclave fueron los cardenales jóvenes que asistían por primera vez y los muy ancianos que acudían cada día a nuestra asamblea en sillas de ruedas o con ayuda de muletas.
ZEIT: El cardenal Oswald Gracias, de 90 años, arzobispo de Mumbai y durante mucho tiempo jefe de la Conferencia Episcopal de la India, viajó desde muy lejos. ¿De qué reencuentro te sentiste particularmente feliz?
Woelki: Sobre el reencuentro con mi amigo el cardenal Cleemis, arzobispo mayor de Trivandrum, también indio. Desde que nos convertimos juntos en cardenales en 2012, también nos hemos visitado mutuamente.
ZEIT: Se dice que el precónclave fue bastante aburrido al principio.
Woelki: Hubo algunas conversaciones muy largas, pero luego el debate ganó impulso y se volvió polémico.
ZEIT: ¿Hubo una discusión?
Woelki: No. No me está permitido decir nada sobre el contenido; que está sujeto a nuestras obligaciones de confidencialidad. Pero claramente había posiciones diferentes una al lado de la otra. Al final todos estábamos contentos de tener un Papa.
ZEIT: ¿Existía el peligro de que no se pusieran de acuerdo sobre algo?
Woelki: No. Sin el Papa no hay Iglesia Católica. El Oficio Petrino es parte constitutiva del mismo. Cualquier otra cosa es impensable.
ZEIT: ¿Le sorprendió que Robert Francis Prevost fuera elegido tan rápidamente?
Woelki: Sí. No lo esperaba, aunque ya lo habían mencionado antes. Todos confiaban en el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin. Con sólo cuatro rondas de votación, se puede imaginar que el cardenal Prevost encontró rápidamente la mayoría necesaria de dos tercios.
ZEIT: ¿Por qué él?
Woelki: Esto se debe seguramente a que muchos de nosotros lo conocemos como jefe del Dicasterio para los Obispos, y aparentemente lo experimentaron como lo experimenté yo: como una persona espiritual, de mente abierta, capaz de escuchar atentamente. Haciendo preguntas inteligentes hace que las cosas avancen. Es vinculante y conecta. Él no actúa de manera hiriente ni personalmente humillante.
ZEIT: ¿Cuántas veces lo has visto en el pasado?
Woelki: En su calidad de responsable del Dicasterio de los Obispos, me reuní con él tres veces. Él siempre fue extremadamente amigable y abierto. Me sentí comprendido.
ZEIT: Mano en el corazón, Cardenal. ¿Quién era tu favorito antes de entrar al cónclave?
Woelki: Lo guardaré para mí y permaneceré en silencio, tal como exige la normativa electoral. Me alegro sencillamente de la rapidez con la que hemos encontrado al hombre que Cristo quiso elegir a través de nosotros en esta hora y en este tiempo difícil.
ZEIT: ¿Votaste por Prevost?
Woelki: Dios lo sabe, y yo también. Esto quedará entre nosotros.
ZEIT: ¿Cómo fue sentarse en la Capilla Sixtina? No tengo nada en contra de la Catedral de Colonia, pero normalmente no se puede entrar a la Capilla Sixtina, que forma parte de los Museos Vaticanos, a cualquier hora.
Woelki: Cuando uno se sienta bajo el magnífico mural de Miguel Ángel, la gravedad del asunto se hace evidente una vez más: no está eligiendo un canciller, sino tomando una decisión con vistas al Juicio Final. El viernes por la mañana, durante la celebración con el nuevo Papa, la sensación fue diferente: todos le indicamos que podía contar con nuestro apoyo.
ZEIT: Eso suena bien, pero su predecesor, Francisco, fue literalmente atormentado por obispos recalcitrantes; Siempre tenían algo de qué quejarse. Algunos incluso lo llamaron hereje a puerta cerrada.
Woelki: Desgraciadamente, la infidelidad es un mal rasgo en las personas: mientras todo salga como uno espera, uno permanece leal. Si las cosas van de otra manera, te sientes amenazado. Pero créanme, el aplauso en la Capilla Sixtina al nuevo Papa fue espontáneo y fraternal.
ZEIT: Hablando de hermanos. ¿Qué pensaste de la Hermana Raffaella Petrini, jefa de la Gobernación, que fue la primera mujer que ayudó a organizar el cónclave y que participó en la Misa de hoy en la Capilla Sixtina?
Woelki: Sor Raffaella Petrini me ha llamado la atención desde hace mucho tiempo porque nos sentamos juntas en el Apsa, la administración de los bienes de la Santa Sede. Aprecio mucho su experiencia. Los encuentros con ella son siempre cálidos. Sin embargo, no estuvo presente en el cónclave.
ZEIT: ¿Podría haber algún día una mujer Papa?
Woelki: Hoy en día es difícil imaginarlo, porque la ordenación episcopal es un requisito previo para el papado.
ZEIT: ¿Es León XIV un izquierdista, como escriben la mayoría de los periódicos, o más bien un hombre de centro, como dicen muchos miembros de la orden?
Woelki: Es un hombre de fe que mantiene viva la confesión de Jesús como el Salvador. Las categorías políticas realmente no se ajustan bien a los obispos. Lo que nos importa es si vivimos conforme al evangelio. Puede ser que el estadounidense Robert Prevost, con su compromiso con los migrantes, contraste con el presidente Trump, pero no porque Prevost sea políticamente de izquierdas, sino porque, basándose en su fe, reconoce la imagen de Dios en cada ser humano.
ZEIT: Había enviado una carta a los obispos alemanes criticando su “Consejo Sinodal“. Tú tampoco fuiste nunca amigo de este consejo. ¿Está usted satisfecho con las críticas de Prevost?
Woelki: No recuerdo si el cardenal Prevost escribió eso. De hecho, hubo conversaciones entre la Conferencia Episcopal Alemana y la Curia. Roma criticó a los alemanes y quería cambios. Sin embargo, Francisco ya tenía su propia visión distanciada del camino sinodal; Le gustaba hablar del “llamado” camino sinodal.
ZEIT: Usted presentó su renuncia como arzobispo a la Santa Sede hace unos años. El Papa Francisco no respondió. ¿Está ahora León XIV tomando decisiones sobre usted?
Woelki: Según el derecho canónico, mi oferta de renuncia quedó sin efecto después de sólo tres meses.
ZEIT: Su proceso por perjurio acaba de ser desestimado en Colonia . Sin embargo, no todas las acusaciones parecen estar descartadas. ¿Por qué se le dieron condiciones adicionales?
Woelki: El hecho de que el procedimiento se haya suspendido significa que no mentí ni cometí perjurio. Punto.
ZEIT: Robert Prevost está acusado de ignorar a las víctimas de abuso. ¿Qué opinas de ello?
Woelki: No conozco ningún detalle, pero estoy seguro de que no habría aceptado el cargo si hubiera sido consciente de alguna culpa.
ZEIT: ¿Qué debe hacer el Papa ahora?
Woelki: Debe anunciar a Cristo y unir a los católicos en tiempos difíciles. Él debe ser la roca sobre la cual Cristo edificó su iglesia y así fortalecer a las personas y darles orientación. Su nombre marca una dirección: León XIII. Estaba muy apegado a la orden de los Agustinos, de la que proviene Prevost. La cuestión social jugó un papel central. Él sabe lo que significan la pobreza, la guerra y el desplazamiento. En el precónclave, un cardenal informó que su archipiélago estaba en peligro de desaparecer debido al cambio climático. El hecho de que León XIV se presentara con el saludo de Cristo Resucitado: «La paz esté con vosotros», muestra que sabe cuánto necesita nuestro mundo este mensaje.
ZEIT: Antes y durante el cónclave usted vivió en la casa de huéspedes del Vaticano, Santa Marta. ¿Cómo fue eso?
Woelki: Conozco la casa desde hace mucho tiempo; Para mí vivir allí siempre es como volver a casa. Durante el cónclave, hay una atmósfera completamente normal; La gente se reúne para comer y se sienta junta en un ambiente relajado. Ahora nos asignaron nuestras habitaciones.
ZEIT: ¿Tenía usted una ventana con vistas a la Basílica de San Pedro?
Woelki: No, no había ninguna vista, todo estaba sellado. Pero tenía dos libros conmigo. Uno del arzobispo portugués Bartolomé Martyribus, quien escribió sobre los deberes del obispo hace 500 años. Y los recuerdos de infancia de Joachim Fest: Yo no .
ZEIT: ¿Hubo algún tipo de conversaciones de coalición durante los descansos previos al cónclave?
Woelki: Había café, tramezzini, agua y jugo. Hicimos las paces con esto y discutimos la situación. También sobre personas.
ZEIT: Usted se doctoró en Roma y, como arzobispo, visitó con frecuencia el Vaticano. ¿Qué te gusta de la ciudad?
Woelki: Me gusta el mar cerca de Ostia, donde a veces almuerzo después de venir del aeropuerto. Y me gusta el helado romano de Giolitti, pero esta vez la cola era demasiado larga para mí.
ZEIT: ¿Tu helado favorito?
Woelki: Zabbaione y pistacho.
ZEIT: ¿También comes Pizza Diavolo?
Woelki: No, es demasiado duro para mí. Prefiero la pizza de espinacas.
ZEIT: ¿Qué prefiere: la Basílica de San Pedro o la Capilla Sixtina?
Woelki: Ambos en su momento.

Ciencia Política y Gobernabilidad

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Entrevista a Víctor Raúl Nomberto Bazán, sociólogo y doctor en Ciencias Sociales por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos

¿Por qué surgió la Generación del Bicentenario?, ¿puede ser que hace décadas había una ruptura entre la ciudadanía y los partidos políticos?
Una de ellas es que la sociedad civil accede a las distintas instancias que tiene el Estado, llámense Poder Ejecutivo, Legislativo o Judicial, definitivamente, no hay una buena relación de estos tres poderes del Estado, eso conlleva que haya una situación de preocupación en las últimas décadas. Por eso, hay un distanciamiento entre la ciudadanía y la clase política, pues los partidos en una democracia son los instrumentos por los cuales se accede a estas instancias del Estado y en el caso del Ejecutivo no solamente existen los ministerios como parte del Gobierno, sino también están los gobiernos regionales como las municipalidades.
La ruptura es un tema bastante complicado y estos partidos si bien continúan en actividad, no tienen el respaldo de la ciudadanía. Estos días se han realizado elecciones primarias en casi todos los partidos que han optado por elegir delegados para que estos constituyan la lista para las próximas elecciones que se van a realizar en abril del 2026.
¿Considera que otras manifestaciones lideradas por jóvenes en Perú, como la marcha contra la Ley Pulpin del 2015, son una semilla, una especie de precuela de lo que ha ocurrido ahora?
En parte sí, pero las motivaciones son diferentes, la Ley Pulpin apuntaba a limitar ciertos derechos que podían tener la juventud. Por decir, en las vacaciones que podrían tener los jóvenes de 30 días se limitaban a 15, en otros países como Japón las vacaciones son solo de 15 días, pero estamos en otra realidad, no somos una potencia como país asiático, entonces la Ley Pulpin tenía como justificación que los jóvenes podían tener un trabajo por ciertas restricciones al pago. Esto pasó en el gobierno de Ollanta Humala. Las motivaciones eran diferentes a las marchas actuales que tiene una motivación más política en el buen sentido de la palabra.
¿Cuáles son las características de la nueva generación del Bicentenario y los retos y desafíos de estos jóvenes?
Una característica muy marcada que veo en esta generación del bicentenario es pacífica, y hay que diferenciarlos de otros grupos violentos, que tienen una visión anarquista en contra del Estado. La generación del Bicentenario es un conjunto de individuos, en su mayoría jóvenes de clase media (según las encuestas), que no se pueden entender sin la acción de protesta, que no se van a quedar callados, y por eso se enfrentan al poder autoritario, que defienden su democracia, para buscar una solución como actores y abriendo la oportunidad de un país diferente.
Los jóvenes están informados sobre su entorno, pero también tratan temas de política, pero no entendida desde las autoridades o las instituciones, más bien son nuevas formas, desde espacios comunales, distritales y barriales, o desde ciertas luchas que forman identidades. Los espacios tradicionales están agotados, lo que se generan son nuevos espacios en la sociedad civil, como la comunidad LGTBQ+ o las luchas contra la delincuencia y el terrorismo. Espacios en los que encuentran afinidad y reciprocidad.
Grupos políticos y ciertos comunicadores han dicho que esta organización de jóvenes está influenciada por partidos de izquierda o una mente maestra, ¿qué piensa usted?
No, eso es completamente falso, diría que estas marchas son manifestaciones espontaneas, no están lideradas por ningún partido y menos por un partido de izquierda, pues muchos de estos partidos están mal articulados y peleándose entre ellos. Descartaría que esta generación sea liderada por los partidos políticos, pero sí hay un intento de poder aprovechar, de capitalizar estas movilizaciones, pero lo veo difícil, ya que los criterios de los jóvenes son independientes.
Si hablamos de organizaciones políticas, los jóvenes tratan de convocar y organizar marchas vía redes sociales, pero a veces la viralización de la información es la propagación de noticias falsas, ¿cómo impactan estos problemas en la organización juvenil?
Podría llegar a afectarles bastante, pues puede legitimar todos los planteamientos que se llevan y lo que se han logrado todo este tiempo, por eso ellos deben hacer un planteamiento teórico, porque mucho de estos jóvenes no conocen mucho de nuestra historia. Por ejemplo, lo que le ha sucedido al expresidente Martín Vizcarra cuando ha sido vacado, pues es la cuarta vez en la historia del Perú que un mandatario es removido de su puesto, el primero fue el presidente nombrado por el congreso José de la Riva Agüero, Guillermo Billinghurst, Alberto Fujimori y Martín Vizcarra y Pedro Castillo. Como antecedente todos estos presidentes disolvieron el Congreso, algo muy importante que los jóvenes del Bicentenario deben conocer. Para eso deben mantenerse bien informados, leer mucho y estar siempre participativos.
¿Qué tanto influyen en el deber democrático las plataformas digitales en un aprendizaje simultáneo viendo por estos medios manifestaciones y marchas como la de Ecuador, la de Bolivia y la de Chile?
Influyen muchísimo y ahí rescato la importancia que tienen ustedes como comunicadores de la Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV) y otras universidades públicas o privadas y el papel que juegan los comunicadores sociales, para ser transformadores de cambio, para hacer llegar la información, por decir lo que pasó en Guatemala que los protestantes quemaron el Congreso, hubo mucha gente que viendo esta noticia por las plataformas digitales querían quemar el Parlamento, para eso están los medios para informar de la mejor manera estos acontecimientos. En Ecuador están llegando a un consenso, donde hay un enfrentamiento muy fuerte es en Bolivia, en el país altiplánico con los resultados de las últimas elecciones se ha tranquilizado y en Chile han llegado a un acuerdo de un cambio a la Constitución Política que ha fracasado en dicho país.Jordan Inti Sotelo Camargo era microcomercializador de drogas para solventar sus estudios.
Esta movilización social termina ayudando a resignificar el Bicentenario. ¿Cuál es la diferencia entre las múltiples generaciones que a lo largo de la historia se han levantado para defender los valores democráticos y ciudadanos?
Pienso que en parte la generación del bicentenario se parece a la del centenario, que fue cuando el Perú cumplió 100 años como República, en el Oncenio de Augusto B. Leguía. Entonces estaba vigente la generación de José la Riva Agüero y Osma, Luis Alberto Sánchez que llegó a ser presidente del Senado, Jorge Basadre, Raúl Porras Barrenechea, esta generación fue muy importante en la historia del Perú. También la generación del sesquicentenario cuando el Perú cumplió 150 años y era presidente Juan Velasco Alvarado. Se celebró el aniversario de la independencia, la batalla de Junín y la batalla de Ayacucho, entonces diría que la principal referencia o antecedente de esta generación del bicentenario son la generación del centenario y la sesquicentenario.
Esta nueva generación de los jóvenes son los llamados a promover “el nuevo cambio social, económico y cultural”, ¿por qué?
Si en la medida que estos jóvenes puedan ser candidatos a un partido político nuevo, que cuente con valores éticos y morales, por decir un joven de 18 años no puede ser candidato a congresista, ya que para ese cargo tendría que cumplir primero 25 y para presidente que tendría que tener no menos de 35 años. Entonces, hay limitaciones para que nuestros jóvenes puedan participar, tendrían también que haber una buena preparación de parte de ellos, para que en un futuro más tarde no tuviéramos los políticos que ahora tenemos y para eso se debe de impulsar una mejor educación con valores.
Si hablamos de ciudadanía vigilante y periodismo ciudadano. ¿Qué tendría que pasar en el Perú para que estas acciones sean sostenidas en el tiempo?
Esa es una muy buena pregunta y corresponde mucho a las escuelas de Ciencias de la Comunicación como en el caso de la UNFV, que podamos mantener un código de ética en el ejercicio de la profesión de los comunicadores, muchos de los egresados de nuestra universidad están trabajando en periódicos importantes del país, también realizando producciones novedosas en medios como la televisión y la radio y es la forma en la que se habría a desarrollar esta vigilancia y seguir trabajando en ella.
Los jóvenes contra la vieja política. ¿Cuáles son los retos y desafíos qué tiene el Estado para apoyar esta generación?
Hay muchos medios para hacer esto, por ejemplo, existen el Consejo Nacional de la Juventud que depende del Ministerio de Educación. Lamentablemente, gobiernos anteriores no han desarrollado muchas actividades en relación de la juventud en la formación económica, política y cultural de los jóvenes, pero sí existen los instrumentos. A veces se practica el clientelismo y se le otorga esas responsabilidades a ciertos jóvenes por el hecho que pertenecen al partido de turno.
Creo que la participación debe ser mucho más amplia, multipartidaria e inclusiva, que incorpore a todos los jóvenes de los sectores sociales, como el sector popular, gente que vive en los pueblos, como asentamientos humanos, a la clase media, como también el sector rural, campesinos, comunidades amazónicas, esa sería la verdadera participación que se podría promover desde el Estado para que los jóvenes mejoren su nivel de formación en todas las áreas del conocimiento humano.
Jack Bryan Pintado Sánchez tenía antecedentes penales y libertad condicional.
Inti Sotelo Camargo y Bryan Pintado Sánchez han sido catalogados héroes del Bicentenario. ¿Cuál es su consejo para los jóvenes que están afrontando esta crisis económica, generada también por el confinamiento y la actual tasa de desempleo y la abrumada inestabilidad política?
Bueno hay que distinguir. Primero, está el joven trabajador tanto del sector formal como informal que ha perdido su trabajo. Se calcula que hay más de un millón y medio sin empleo entre marzo y noviembre. Esto hay que solucionarlo, es un desafío del Estado cómo generar ingresos y puestos de trabajo, y cómo asegurar la sobrevivencia de la población. Lo que veo como estrategias en los asentamientos humanos son las ollas comunes, la situación de la juventud es preocupante, hay que trabajar más a nivel de jóvenes, se debe de recuperar en corto plazo los niveles que teníamos antes de la presencia de la COVID-19.
El segundo punto son los jóvenes universitarios, que a través de los medios virtuales, como lo que estamos desarrollando actualmente, tienen que haber mayor presupuesto para el sector y mejoras en la calidad de la enseñanza, así se brindará una mejor educación de calidad, esto es más posible a nivel urbano, pero si hablamos del nivel rural, si vamos a las regiones, no todas ellas cuentan con los mismos medios disponibles, esto es muy preocupante, por decir en Apurímac, Amazonas o en sus provincias más alejadas no vamos a contar con estos mismos accesos a esta tecnología y plataformas digitales, pero sí el Estado tendría que garantizarlo.
Por decir, se ofrecieron tablets y ya estamos en diciembre y aún en esas zonas no hay tablets y tampoco señal de internet. Otro punto es volver a las clases presenciales en la medida de lo posible, habría que ver si las condiciones de salud lo permiten para el próximo año. También hay muchos universitarios que se vieron perjudicados con la aplicación de la Ley de Licenciamiento. Todos estos estudiantes de las universidades que no han sido licenciadas, habría que reubicarlos en otras universidades, ahí hay un papel que tiene que cumplir la educación pública.
La realidad del mañana
Los jóvenes representan la posibilidad de alcanzar un futuro más justo, igualitario y con un mayor desarrollo económico. Sin embargo, se necesita que el Estado atienda activamente sus necesidades, para lo cual resulta indispensable trabajar para mejorar la situación en la que hoy se encuentran y convertir su potencial en factores de cambio para nuestro país de cara al Bicentenario. Pero, para ello, se requiere que cuenten con una educación de calidad, equitativa e inclusiva, y facilitar su inserción laboral.
La juventud del Bicentenario enfrenta grandes retos: acceder a una educación permanente y de calidad. Si se quiere aumentar el nivel de competitividad y productividad, es indispensable cerrar nuestra brecha de capital humano a través de una mayor inversión en educación y la promoción de la ciencia y tecnología que nos permita adoptar las nuevas plataformas digitales y no quedarnos rezagados.
Por otro lado, nos encontramos en medio una revolución tecnológica, donde están la inteligencia artificial, la automatización y la robótica, siendo necesario que los jóvenes cuenten con una adecuada formación, puesto que sus puestos de trabajo dependerán del nivel y la calidad de su formación.
La tarea difícil, sin duda, pero hay que buscar resultados a través de las investigaciones periodísticas y las acciones cívicas promovidas por diversos grupos colectivos. Pero, son acciones aisladas. Y se mantendrán así si no provocan en la ciudadanía un cambio cultural, una actitud nueva hacia la búsqueda de ese paradigma social perdido: la búsqueda del bien común como finalidad última de la tarea del Estado y de la sociedad.
La participación de los jóvenes permite construir sociedades más democráticas. En la medida que son escuchados y tomados en cuenta en las tomas de decisiones de aquellos aspectos que les afectan. En ese sentido, se tiene que impulsar la inserción Juvenil al Mercado Laboral, a fin de facilitar la formación y capacitación de los jóvenes con el objetivo de proporcionarles las competencias y habilidades necesarias que eliminen las barreras existentes para su desarrollo profesional y laboral. Así, se tendría que desarrollar el compromiso ciudadano con la nueva generación del Bicentenario, ya que son los ciudadanos de hoy y del mañana.

Niegan a Dios en el que creemos

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Por qué El Vaticano prohíbe a los católicos unirse a la masonería

Rocco D’Ambrosio, sacerdote y profesor de Filosofía Política en la Universidad Gregoriana de Roma, arroja luz sobre la incompatibilidad entre el catolicismo y la masonería, subrayando las divergencias fundamentales y las implicaciones sociales de esta relación

Ary Waldir Ramos DíazPor Ary Waldir Ramos Díaz- www.eldebate.com
El Vaticano ha confirmado la prohibición para los católicos de unirse a la masonería, destacando que dicha unión se considera un pecado grave desde el punto de vista doctrinal. En una reciente respuesta del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, respaldada por el Papa Francisco, se reafirma esta posición tras una solicitud del obispo de Dumaguete, en Filipinas, sobre cómo abordar el creciente número de fieles que se unen a dicha sociedad secreta. Se destaca que la pertenencia consciente a las logias masónicas, así como la adopción de sus principios, contradice la doctrina católica y entra en conflicto con la fe, lo que implica la necesidad de una estrategia pastoral y educativa para abordar esta incompatibilidad.
Ante esta decisión, Rocco D’Ambrosio, sacerdote y profesor de Filosofía Política en la Universidad Gregoriana de Roma, arroja luz sobre la incompatibilidad entre el catolicismo y la masonería, subrayando las divergencias fundamentales y las implicaciones sociales de esta relación.
–¿Cuáles son las razones de la incompatibilidad entre la fe católica y la Masonería?
–Debemos reflexionar primero sobre qué es la masonería. Es una asociación cultural que adopta diversas formas, historias y tradiciones según los países en los que opera, y dentro de esta asociación cultural hay un credo filosófico que no es el cristiano. Es decir, creen en un Dios que no es el Dios personal de Abraham, Isaac, Jacob y Jesucristo. Más bien, creen en una entidad, un demiurgo platónico. Luego, hay varios hilos dentro de la masonería. Y otro elemento importante es la posición sobre Jesucristo, que para ellos no es el Hijo de Dios que se hizo carne para salvarnos. Además, en algunos grupos masónicos, el conocimiento, la ciencia y la actividad de la razón son solo para un grupo de iniciados, es decir, un grupo particular de personas. En este sentido, la masonería tiene hilos, incluso gnósticos, relacionados con la herejía cristiana de los primeros siglos. Esto dicho en forma de síntesis ya que estamos hablando de una asociación cultural con cientos de años de actividad, con diversas tradiciones y escuelas filosóficas, pero estos son los elementos fundamentales.
–En resumen, una antítesis de la fe, pero, ¿podría profundizar en por qué un católico se encuentra en un estado grave de pecado al unirse a la masonería?
–Porque es como unirse a una corriente filosófica que niega al Dios en el que nosotros creemos. Me viene a la mente la oposición que Jesús plantea entre Dios y el dinero. Es decir, no se puede creer en Dios y en el dinero, o se cree en Dios y, como dice Jesús, «o sirves a uno y desprecias al otro». Aquí estamos hablando de elementos de fe, de orientación de vida, de filosofía, llámelos como quiera, que son la negación del cristianismo. Luego está el elemento de que, en algunos momentos históricos y contextos estatales, la masonería ha mostrado una fuerte oposición a la Iglesia católica, promoviendo el anticlericalismo, obstaculizando y dificultando la actividad de la Iglesia, lo que agrava la situación.
–¿Algún ejemplo?
–No todos saben que don Juan Bosco fundó la congregación de los Salesianos en un contexto muy masónico, tanto que a sus seguidores se les llamaba solo por el apellido, evitando el uso excesivo de títulos religiosos. Claro está que la masonería sabía quién era san Juan Bosco. Sin embargo, su obra fue fuertemente obstaculizada en Turín, una ciudad italiana muy masónica, para dar un ejemplo. Hay muchos otros ejemplos en diferentes estados, desde México hasta España, Francia…
–¿Considera necesario incluir una condena explícita y la posibilidad de excomunión en el código de derecho canónico con respecto a la masonería?
–Aquí hay que tener cuidado. El nuevo código de derecho canónico, el reformado, quiso asumir una dimensión más universal y habla de asociaciones contra la Iglesia que ligan o que obstaculizan la actividad de la Iglesia, por lo que es más amplio. La masonería no concierne a todo el mundo, solo a algunos países. De hecho, cuando se hizo la pregunta a la Santa Sede, etc. si debían considerarse entre estas asociaciones que niegan a Dios, etc., también la masonería, la respuesta fue afirmativa. La masonería es una de esas asociaciones que cree en principios contrarios a los de la fe cristiana y, en algunos casos, opera en contra de la actividad de la Iglesia o la limita. Por lo tanto, nada ha cambiado y el nuevo código, que quiso usar una frase un poco más inclusiva lo que hace es abarcar a todas las realidades de asociaciones que niegan el cristianismo y están en contra de la actividad de la Iglesia.
Rocco D'Ambrosio, profesor y sacerdoteRocco D’Ambrosio, profesor y sacerdote
–En Italia y en otros lugares, las mafias y los grupos de poder se entrelazan con la masonería. Podemos recordar la Propaganda 2. ¿Podría compartir su opinión sobre las implicaciones sociales derivadas de esta combinación de poder, asociación secreta y dinero?
–En Italia y en otros países, se ha observado una interconexión entre las mafias, los grupos de poder y la masonería. Sin embargo, no sería cierto afirmar que todos los miembros de la masonería son personas ilegales, delincuentes. Hay masones que son personas respetables y creen en algo diferente a lo que creemos nosotros. Al mismo tiempo, hay grupos desviados dentro de la masonería. En Italia, por ejemplo, se han observado alianzas entre una masonería desviada y la delincuencia organizada, como en el caso de la ‘Ndrangheta en Calabria. O la logia Propaganda 2, que se vio envuelta en varios escándalos, incluida la corrupción, pero que fue rechazada por todas las demás logias masónicas en Italia. La masonería es una asociación con su propio credo, y como en muchas otras organizaciones, hay personas que no actúan de acuerdo con los fundamentos sanos de la institución y comienzan a delinquir.
–En esta masonería desviada que mencionaba, ¿podrían existir incluso desviaciones, incluso anticristianas, por lo que podríamos considerar algunas logias masónicas como satánicas?
–Este es un tema en el que se debe tener mucho cuidado. El Cardenal Newman decía: «Es estúpido creer demasiado en el demonio, como también es estúpido creer demasiado poco». Es imposible dar una respuesta general sobre este tema. Es necesario abordarlo caso por caso. Puede haber habido tales cosas, pero debemos tener mucho cuidado. Por algo, el oficio de exorcista es uno de los más delicados, es un ministerio muy delicado dentro de nuestra comunidad cristiana. Entonces, no se debe generalizar cuando hablamos de estos fenómenos.
La masonería europea, por ejemplo, la de España, Francia e Italia, tiene una marcada connotación anticristiana
–La propaganda implícita de la masonería resalta la pertenencia de grandes personalidades como George Washington, Benjamin Franklin, Voltaire o Giuseppe Garibaldi.
–En algunos países, como en Estados Unidos, Inglaterra, etc., la masonería tiene más una connotación de asociación cultural y filantrópica. Por lo tanto, el elemento religioso no se enfatiza mucho. De hecho, en algunas logias declaran la llamada libertad de culto. En otros países, el elemento cultural y antieclesiástico es más fuerte. Entonces, aquí también se debe contextualizar. La masonería europea, por ejemplo, la de España, Francia e Italia –solo doy estos tres ejemplos, pero no son los únicos– tiene una marcada connotación anticristiana.
–¿Por qué cree que un cristiano podría ser seducido?
–En el fondo, creo que la masonería siempre ha sido una asociación cultural con importantes figuras políticas, económicas e institucionales en su interior. Esto podría ejercer cierto atractivo sobre algunas personas. Algunos podrían incluso ser atraídos por las ideas filosóficas que propone la masonería. Sin embargo, quien acepta plenamente la fe masónica no puede considerarse cristiano ni presentarse como tal. Esto está relacionado con el concepto de pecado grave, excomunión y la imposibilidad de recibir la Eucaristía.
–¿Le gustaría agregar algo más a la reflexión sobre este tema?
–Gracias a Dios y al Concilio, hoy tenemos un Papa que constantemente nos invita al diálogo. Es importante aprender a dialogar con todos, pero sin eliminar las diferencias. El Papa desea dialogar incluso con aquellos que promueven guerras, porque su objetivo es llevar un mensaje de paz. Debemos aprender a dialogar con todos, encontrar lo que nos une. Podría ser el bien de la humanidad, la paz o la justicia. ¿Por qué no dialogar en esta dirección? Las ciudades no solo pertenecen a los creyentes de las religiones monoteístas ni solo a los cristianos. Todos los ciudadanos contribuyen al crecimiento de la ciudad, como decía Aristóteles, independientemente de sus convicciones religiosas o de la ausencia de ellas. Los verdaderos ciudadanos son aquellos que trabajan por el bien común, y debemos aprender a dialogar y colaborar por el bien de todos.

«Lobby gay incide en la Iglesia»

La Iglesia está fuertemente infiltrada por un poderoso lobby gay, que decide nombramientos y ascensos mediante un mecanismo de chantaje y silencio. Esta es la tesis defendida por el padre Dariusz Oko en un artículo publicado originalmente en la revista polaca “Fronda” (n.º 63, pp. 128-160) y posteriormente en la revista teológica alemana “Theologisches”, causando revuelo en toda Europa.
Roberto MarchesiniRoberto Marchesini entrevistó a Don Dariusz Oko para La Nuova Bussola Quotidiana .
Don Oko, ¿cuándo y cómo, históricamente, se estableció el lobby homosexual dentro de la Iglesia?
Existen distintos tipos de vestíbulos y han existido en muchos entornos durante siglos. Éste no es un aspecto específico de la Iglesia Católica. Después del Concilio Vaticano II, en el momento de la revolución sexual de 1968, la teología moral católica comenzó a aceptar ideas que antes se consideraban ajenas al Magisterio de la Iglesia y a la moral tradicional. Un ejemplo es la enseñanza del sacerdote católico estadounidense Charles Curran, que defiende la igualdad de las orientaciones homosexuales y heterosexuales. De esta manera la homosexualidad dejó de ser considerada contraria a la ley natural y a la Revelación. Esta manera de ver la sexualidad humana se ha infiltrado en muchos seminarios y monasterios alrededor del mundo. Como resultado, muchos seminarios diocesanos y abadías en todos los continentes han comenzado a apoyar la idea de que hay dos orientaciones sexuales equivalentes: heterosexual y homosexual. Así, a los clérigos sólo se les pide la castidad, considerada como la abstinencia de actos impuros, y la capacidad de vivir el celibato, sin entrar en los méritos de su orientación o tendencias sexuales. De este modo, la homosexualidad como tendencia y tipo de personalidad ha dejado de ser un obstáculo para la ordenación sacerdotal. En las décadas de 1970 y 1980, los sacerdotes con tendencias homosexuales comenzaron a crear muchos problemas en muchas diócesis y abadías de todo el mundo. El escándalo de abusos sexuales a menores, que estalló en los años 80 en EEUU, se debió en gran medida a sacerdotes homosexuales y en 2002 esta situación provocó un auténtico terremoto. En 1989, el padre Andrew Greeley, escritor y sociólogo católico, escribió en el semanario estadounidense National Catholic Reporter de Kansas City sobre la “mafia lavanda” [un término usado para indicar el lobby gay dentro de la Iglesia Católica] en un artículo que indignó a algunos y encontró acuerdo con otros. Según Greeley, el sacerdocio se estaba volviendo cada vez más gay y ya no era representativo de la Iglesia universal.
En este sentido habla de homoherejía. ¿Cuáles son las características?
La homoherejización es un rechazo del Magisterio de la Iglesia Católica sobre la homosexualidad. Los partidarios de la homoherejía no aceptan que la tendencia homosexual sea un trastorno de la personalidad. Se preguntan si los actos homosexuales son contrarios a la ley natural. Los defensores de la homoherejía están a favor del sacerdocio gay. La homoherejía es una versión eclesiástica de la homosexualidad.
¿Qué reacciones provocó su artículo en los círculos eclesiásticos? ¿Cómo fue recibido?
Las reacciones fueron en su mayoría positivas e hicieron felices a mis amigos que participaron en el nacimiento de mi obra. Estas voces han dado satisfacción también a todos los creyentes fieles a la Santa Sede. Ha habido tantas citas en diferentes medios que no es posible recordarlas todas. Cada vez es más difícil encontrar un sacerdote en Polonia que no conozca mi artículo. Muchos laicos y sacerdotes me han agradecido, me han felicitado por mis conocimientos y mi valentía y me han proporcionado información nueva y más detallada para apoyar las tesis de mi texto. Muchos han subrayado lo importante que es tocar este tema porque la degeneración moral de los sacerdotes destruye algo particularmente importante para la Iglesia, ataca su corazón. Recibí estas respuestas principalmente de los educadores de los seminaristas.
Obispos, abades y rectores de seminarios me han dicho que este artículo es una herramienta muy útil para su trabajo, porque por una parte recuerda y recoge los puntos clave del Magisterio sobre la prohibición de la ordenación para personas de cualquier tendencia homosexual; Por otro lado ayuda a reflexionar y resolver dudas sobre el tema, incluso si alguien todavía tiene alguna.
Acojo con especial satisfacción la respuesta muy positiva a este artículo por parte de numerosas monjas, profesores y amigos de diversas instituciones seculares y religiosas; En particular, los dos sacerdotes que se consideran con razón como los que tienen la más alta autoridad espiritual y moral en la Iglesia polaca: el padre Edward Staniek y el padre Mark Dziewieckiego. Ambos son personas conscientes, libres de la dependencia del juicio de los demás; personas con un gran amor a la Iglesia, con un conocimiento particularmente amplio y profundo de ella.
En su artículo usted valoriza a los laicos en la lucha por la purificación de la Iglesia. ¿Cuál podría ser su papel?
Me gustaría centrarme en dos cosas concretas. El primero se refiere a cómo deben reaccionar los laicos en caso de relaciones sexuales con un menor en ambientes eclesiásticos, por parte de sacerdotes, líderes de grupos de oración, profesores, scouts, etc. En estos casos, lamentablemente, existe una verdadera conspiración de silencio. Es necesario un mayor coraje y compromiso por parte de los laicos.
El segundo se refiere a los seminarios. Desafortunadamente, los laicos tienen poco o ningún conocimiento de cómo se forman los futuros sacerdotes. Sin embargo, el futuro de la Iglesia se decide decisivamente en los seminarios. Es necesaria una mayor implicación de los laicos para evitar la ordenación de homosexuales. Todos nosotros, clérigos y laicos, debemos apoyar los esfuerzos del Papa Benedicto XVI que, en lugar de la división entre homosexualidad activa y pasiva, introduce en los documentos oficiales una distinción entre las tendencias homosexuales transitorias, que aparecen durante la adolescencia, y las que están profundamente arraigadas. Ambas formas de homosexualidad, y ya no sólo la homosexualidad activa, constituyen un impedimento para la ordenación sacerdotal. La homosexualidad no es compatible con la vocación sacerdotal. Por consiguiente, no sólo está estrictamente prohibida la ordenación de hombres con cualquier tipo de tendencia homosexual (aunque sea transitoria), sino también su admisión al seminario.
Ella plantea hipótesis de soluciones para ayudar a la Iglesia a salir de esta crisis. ¿Pero qué se puede hacer para ayudar a los sacerdotes con tendencias homosexuales? ¿Y qué pasa con los sacerdotes homosexuales?
Los hombres con tendencias homosexuales que ya han sido ordenados como diáconos, sacerdotes y obispos conservan la validez de sus ordenaciones, pero están obligados a observar todos los mandamientos de Dios, así como todas las disposiciones de la Iglesia. Como los demás sacerdotes, deben vivir en castidad y cesar toda acción contra el bien de la persona humana y de la Iglesia, cualquier actividad mafiosa y sobre todo cualquier actitud de rebelión contra el Santo Padre y la Santa Sede. Se recomienda encarecidamente a los sacerdotes afectados por estos trastornos que inicien una terapia adecuada lo antes posible.
¿QUIÉN ES DON DARIUSZ OKO?
El padre Dariusz Oko, nacido el 3 de junio de 1960 en Oświęcim, fue ordenado sacerdote en 1985. En 1991 defendió su tesis doctoral en filosofía en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. Es sacerdote de la Arquidiócesis de Cracovia, doctor en Filosofía y Teología y profesor en el Departamento de Filosofía de la Universidad Pontificia Juan Pablo II de Cracovia. Los principales campos de su investigación científica son: metafísica, filosofía de Dios, teología contemporánea, zonas fronterizas entre filosofía y teología, crítica de la ideología atea. Durante seis años estudió en diversas universidades de Alemania, Italia y Estados Unidos. Después de su ordenación sacerdotal, junto a su labor científica, trabajó siempre como ministro católico como sacerdote residente en diversas parroquias europeas y americanas.
Durante dieciséis años fue director espiritual de los estudiantes y desde 1998 es director espiritual de los doctores de su diócesis. Durante sus estudios, congresos científicos y peregrinaciones con médicos visitó unos cuarenta países de todos los continentes. En Polonia es conocido como columnista y sus artículos han sido a menudo recibidos con reconocimiento y han dado lugar a debates y discusiones a nivel nacional.
– INTERVENIR CON DECISIÓN,  por Riccardo Cascioli.

Franco Nero habla de su vida

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El actor de cine Franco Nero y su esposa, Vanessa Redgrave

Por Cristiano Peschken- National Catholic Register.
La leyenda del cine Franco Nero es uno de los actores más prolíficos del cine moderno, con casi 240 apariciones en películas desde la década de 1960. Nacido en Parma, Italia, en 1941, hijo de un carabinero (oficial de policía), Nero ganó reconocimiento internacional en La Biblia (1966) de John Huston como Abel, asesinado por Caín (Richard Harris). Ese mismo año, protagonizó Django de Sergio Corbucci, un spaghetti western de culto, e interpretó a Sir Lancelot en Camelot , robando a la reina Ginebra (Vanessa Redgrave) del Rey Arturo (Harris).
Nero se convirtió en una estrella internacional, actuando en casi todos los continentes. Repitió su papel de Django en algunas películas y se convirtió en un elemento básico del cine policial italiano. Apareciendo periódicamente en producciones de Hollywood, Nero apareció en Carta a Julieta, Fuerza 10 desde Navarone, Operación Ninja, Duro de matar 2 y algunas películas para televisión y miniseries.
En los últimos años, apareció en Django Unchained de Quentin Tarantino, John Wick: Capítulo 2 y varias películas del director Vladislav Kozlov, entre ellas Death of the Sheik, American Superman, Immortalist y Silent Life.
En una reciente entrevista con Christian Peschken, corresponsal de CNA Deutsch, Nero habló sobre su fe católica, su pasión por la actuación, su espíritu aventurero y la sabiduría que ha adquirido a lo largo de su ilustre carrera. Describió su amor por el oficio y su insaciable curiosidad como las fuerzas impulsoras detrás de su decisión de trabajar en numerosos países y tradiciones cinematográficas.
Nerón atribuyó su incansable impulso de exploración en parte a su herencia, señalando: “Mi abuela era gitana de España… y tal vez tengo algo de sangre gitana que me ayudó a buscar siempre una nueva aventura”.
Esta pasión por los viajes y su apertura a nuevas experiencias han mantenido a Nero en constante movimiento, dispuesto a asumir diversos roles e historias. Trabajó con directores de renombre como Rainer Werner Fassbinder, Robert Altman, Claude Chabrol y John Huston.
Reflexionando sobre los variados roles en su carrera, Nero compartió una conversación con el icónico actor de teatro y cine, Sir Laurence Olivier.
Me dijo: ‘Eres hermosa. Puedes interpretar al héroe todo el tiempo, como lo hacen las estrellas estadounidenses. Pero si quieres ser actriz, cambia de roles todo el tiempo, arriesga mucho en tu carrera’”.
Nero tomó en serio este consejo y adoptó un enfoque versátil y audaz para la actuación. “A la larga, obtienes los frutos”, dijo que Olivier le había dicho, y la carrera de Nero ejemplifica esta filosofía. Su fe, su dedicación al servicio y su pasión por contar historias siguen definiendo su legado en el cine.
Su última película, The Estate , está coprotagonizada por su esposa, la actriz ganadora del Oscar Vanessa Redgrave, con quien está casado desde 2006. Se trata de un thriller social que cuenta la historia de una familia aristocrática que no puede salvar su patrimonio ancestral debido a deudas insalvables. La película fue dirigida por el hijo de Nero y Redgrave, Carlo (nacido en 1966 antes de casarse), y se estrenará este año.
Tu papel decisivo como Django en 1966 ha alcanzado estatus de película de culto. ¿Ves alguna conexión entre las luchas de tus personajes y tu fe o tus valores personales?
No, no lo creo. Django era un personaje creado por el director de cine Sergio Corbucci y yo era muy joven. Esa película era para trabajadores… Todos los trabajadores quieren ser Django. Quieren ir a ver al jefe o al director de la oficina y decirle: “Escucha, a partir de hoy las cosas son diferentes”. … Soy muy humilde. Llevo 58 años trabajando en un pueblo de huérfanos [industria cinematográfica]. … Esa es mi misión en la vida.
En el mundo a menudo caótico del cine, ¿qué papel juega su fe católica en su vida diaria y en su carrera?
No es fácil responder. Una vez hice de fraile en Los novios … Es un gran papel, muy cercano a mí. San Agustín fue el mejor santo del mundo. Hasta los 36, 37 años, era un hombre terrible… pero luego tuvo la conversión y se convirtió en un santo increíble.
Muchos de sus personajes se enfrentan a dilemas morales y cuestiones de integridad. ¿Cree que las películas pueden servir como medio para comunicar valores espirituales?
Creo que sí. Las películas pueden ser muy útiles… para hacer que el público reflexione sobre la fe, sobre su religión, y también sobre la justicia y la injusticia. Es muy importante.
Las películas son herramientas poderosas para contar historias y llegar a la gente. ¿Qué importancia tiene para usted que su trabajo deje un mensaje positivo?
No lo sé. Leo el guion y pienso: “Este es un gran papel para mí”. A veces, sí, pueden transmitir un mensaje al público, pero no siempre. Depende de la película.
¿Es importante para usted su fe católica?
¡Por supuesto! Cada mañana le doy gracias a Dios por seguir con vida… y por la noche me digo: “Hoy he sido un buen hombre. Si hice algo mal, perdóname, Dios”. En ese sentido, soy muy religioso.
En la película El exorcista del Papa (2023) con Russell Crowe, interpretaste al Papa. Vives en Italia, eres católico y eres un actor destacado. ¿Conociste alguna vez al Papa?
Ah, sí. Estaba en un avión rumbo a Budapest y había un embajador de Eslovaquia que era fan mío. Me dijo: “¿Quieres conocer al Papa?” ​​y yo le dije: “Sí, me encantaría”.
Luego, mientras trabajaba en una película en Cornwall, Inglaterra, recibí una llamada telefónica inesperada de la secretaria del Papa. “Sr. Nero, ¿le gustaría reunirse con el Papa el próximo fin de semana?”, me preguntó la secretaria. Me tomó por sorpresa y le respondí: “No, no puedo. Estoy aquí en Inglaterra trabajando. No puedo hacerlo”. Hubo una pausa antes de que la secretaria sugiriera otra fecha: el 4 de noviembre. Acepté rápidamente, ya que mi rodaje finalizaba el 31 de octubre. Todo estaba organizado para que pudiera reunirme con el Papa.
[Mi hijo Carlo me dijo:] “Papá, a mí también me gustaría ir”, me dijo. Llamé de nuevo a la secretaria del Papa y le dije: “La familia tiene que estar junta”. Unos días después, mi esposa [Vanessa Redgrave] también expresó su interés en asistir. “Ahora mamá también quiere venir”, dijo Carlo, lo que me impulsó a hacer otra llamada. Una vez más, le dije a la secretaria: “Como ya te dije, la familia tiene que estar junta”.
[Fue nada menos que] increíble. Me dijeron que el Papa suele quedarse 15 o 20 minutos… Conmigo, fueron casi 40 minutos. Hablamos de muchas cosas, incluso del pueblo para niños huérfanos con el que trabajo. Le di una botella de vino Franco Nero y me dijo: “Ah, ¿quieres que el Papa se emborrache?”. Le dije: “No, quiero que el Papa se fortalezca a través del vino”.
Le llevé un libro de un amigo periodista mío. Era una historia sobre la abuela del Papa. Cuando se lo di, se rió y dijo: “Oh, mi abuela es más famosa que Prezzemolo”.
El prezzemolo [perejil] es una pequeña hierba muy popular en Italia. La utilizamos en muchos platos.
Christian Peschken es productor de cine y televisión y, desde 2014, corresponsal de EWTN en Ginebra. Anteriormente vivió en Hollywood, donde produjo películas, durante 25 años.

Censo 2025

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Cambio antitécnico y preocupante

El Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) pretende relegar a la subcategoría de “otros” la autoidentificación étnica de “mestizo” y “blanco” de las opciones de respuesta en el próximo censo nacional. Una decisión que refleja carga ideológica y la injerencia de organizaciones que buscan alterar un proceso estadístico que debe brindar información demográfica precisa de todo un país.

Por Ingrid Gätjens- Diario Perú21.
Con las preguntas que se preparan para el próximo Censo 2025 a nivel nacional surge una interrogante importante: ¿Se quiere borrar la identidad mestiza del Perú?
La posible exclusión de “mestizo” y “blanco” de la lista de respuestas de autoidentificación étnica en el empadronamiento, a realizarse entre agosto y octubre, podría dejar fuera a un 66% de peruanos que en el censo de 2017 se autoidentificaron bajo esos dos términos “por sus antepasados, costumbres o tradiciones”.
Esas dos opciones, de aprobarse la modificación impulsada por organizaciones indigenistas radicales, estarían aglomeradas ahora dentro de la categoría “otro”.
A “otro” también se añadiría una nueva subcategoría: “trigueños”.
Así fue la pregunta sobre autoidentificación en el Censo 2017.
Quienes están detrás de esta decisión son la Organización Nacional de Mujeres Indígenas Andinas y Amazónica del Perú (ONAMIAP) y la Confederación de Nacionalidades Amazónicas del Perú, que buscan favorecer sus agendas políticas e ideologías.
Perú21 conoció que representantes de estos grupos se reunieron con altos funcionarios del INEI el 5 y 19 de noviembre de 2024. Entre ellos, Gaspar Morán, jefe máximo de la mencionada entidad, y Carlos Santur, jefe de la Dirección Nacional de Censos y Encuestas.
Estas ONG, además, vienen organizando eventos para impulsar la eliminación de las categorías “mestizo” y “blanco”.
El pasado 15 de octubre, por ejemplo, la ONAMIAP llevó a cabo el foro “Politizando la autoidentificación colectiva. Visiones y perspectivas hacia la descolonización”.
Un evento en el que participantes como Sofía Carrillo, periodista y activista de derechos humanos, reveló las intenciones y orientaciones ideológicas detrás de los cambios del formulario censal.
“A blancos y mestizos en esta ocasión les corresponde colocarse al lado”, sentenció Carrillo en dicha ocasión.
“En la opción del censo se ha quitado “mestizo” y ahí hay que agradecer a nuestra aliada Fabiana que ha estado incidiendo para esto”, acotó la presidenta de la ONAMIAP, Ketty Marcelo, haciendo referencia a Fabiana del Popolo.
Del Popolo es jefa del Área de Demografía del Celade-Cepal, organismo dependiente de las Naciones Unidas que viene asesorando al INEI para la implementación del Censo 2025.
Trasfondo político
¿Qué es lo que verdaderamente buscan los grupos radicales al tratar de politizar una herramienta técnica que debe brindar datos demográficos precisos de toda una nación? ¿Por qué excluir las opciones “mestizo” y “blanco” en el próximo censo si más del 60% de peruanos se autoidentificaron así en 2017?
En entrevista con Perú21, Camilo Ferreira, fundador e investigador del Centro Wiñaq, advirtió que las ONG con “agendas indigenistas” buscan que más personas se identifiquen como indígenas para ganar influencia política y acceder a más recursos. “El objetivo es político: quieren que la mayoría del país se considere indígena para aumentar su relevancia”, afirmó.
Fabiana del Popolo. La jefa del Área de Demografía de Celade-Cepal habría sido clave para que se elimine la opción “mestizo”.
Ferreira criticó también el cambio como “antitécnico” ya que modificar el censo de esta manera distorsionaría la metodología censal y podría afectar cómo entendemos nuestra diversidad e identidad.
Incluso podrían utilizar el argumento de la defensa de los derechos indígenas como una herramienta para acceder a financiamiento internacional, mencionó Ferreira.
Por su parte, el antropólogo y decano de la facultad de humanidades de la Universidad de Piura, Enrique Banús, explicó a Perú21 que la autoidentificación étnica es la forma en que las personas se reconocen con relación a un grupo étnico específico, y de direccionar los resultados del censo para favorecer a ciertos grupos se estaría poniendo en riesgo su utilidad.
“Se pide a las personas que indiquen a qué etnia o grupo étnico perciben que pertenecen. Esto no se hace únicamente para mostrar la diversidad o por fines estadísticos, sino porque los censos y encuestas son herramientas útiles para detectar problemas, déficits o puntos en los que el Estado debe intervenir”, argumentó Banús.
“Esta información se cruza con datos sobre educación, pobreza, atención sanitaria, para orientar políticas públicas”, remarcó.
Necesaria convocatoria
Gremios, comunidades amazónicas, gobiernos regionales y el sector privado han sido excluidos del proceso de consulta para la preparación del Censo 2025, según informó Ericka Sandy, presidenta de la Cámara de Comercio, Producción y Turismo de San Martín – Tarapoto, a Perú21.
En ese sentido, enfatizó que los gobernadores regionales deberían jugar un rol protagónico, ya que los resultados del censo nacional impactarán directamente en cómo se priorizan las inversiones públicas y se distribuyen los recursos en sus jurisdicciones.
“El censo (…) no solo nos permite identificar necesidades, sino también orientar inversiones en conectividad, energía, salud y educación, especialmente en regiones como la Amazonía, donde existen los índices más altos de pobreza y desnutrición”, dijo Sandy.
Perú21 buscó explicaciones del INEI desde 26 de diciembre de 2024. Ocho días después, respondieron.
“El jefe del INEI (Gaspar Morán) no se ha reunido con la ONAMIAP. Abrió la sesión y se retiró (…) Sobre la ONAMIAP, (debemos) indicar que forma parte del Comité Técnico Interinstitucional sobre Estadísticas de Etnicidad”, indicó por escrito el instituto estadístico.
A mediados de enero, el INEI realizará una junta multisectorial para recoger opiniones de diferentes ministerios y actores sociales sobre la cédula censal.
“No debemos borrar una parte de nuestra identidad para resaltar otra. La diversidad cultural del Perú debe reflejarse de manera equilibrada”, dijo Sandy.
¿Qué harán las autoridades del INEI y el Ejecutivo para que esto no suceda?
Personas podrán censarse utilizando dispositivos móviles
El Censo 2017 tuvo graves deficiencias: miles de ciudadanos no fueron empadronados, hubo material incompleto y problemas de capacitación. Esto afectó la calidad de los datos y generó desconfianza en las cifras oficiales, esenciales para la implementación de políticas públicas.
A diferencia de los censos pasados, que se realizaban en un solo día, el próximo censo se llevará a cabo desde el 1 de agosto hasta el 31 de octubre de 2025 con el objetivo de que ningún hogar quede sin empadronar.
También se implementará en el Censo un aplicativo para que las personas puedan responder las preguntas utilizando celulares, laptops o computadoras.
Asimismo, el INEI viene realizando la actualización cartográfica y del directorio de viviendas para tener información vigente de los hogares y establecimientos en zonas urbanas y rurales de todo el país.
Se calcula que se empleará a alrededor de 40,000 estudiantes universitarios, que serán capacitados como censistas.
Por Oscar Quispe- Diario Perú21.
El investigador y fundador del Centro Wiñaq, Camilo Ferreira, conversó con Perú21TV sobre los cambios propuestos para el Censo 2025. Ferreira cuestiona las motivaciones detrás de esta modificación y advierte de sus posibles implicancias.
¿Por qué es importante incluir la pregunta sobre autoidentificación étnica en el censo?
La autoidentificación étnica permite analizar cómo las brechas étnicas afectan el desempeño económico, político y social en el país. Es una herramienta fundamental para conocernos mejor como nación y tomar decisiones basadas en datos confiables.
En el censo de 2017, el 60.2% de los peruanos se identificó como mestizo y el 5.5% como blanco. Sin embargo, estas opciones no estarán en la lista principal de respuestas en el Censo 2025. ¿Qué implica esto?
Es un cambio antitécnico y preocupante. Al relegar “mestizo” y “blanco” a la categoría “otros”, se está invisibilizando a dos tercios de la población peruana. En cualquier encuesta, “otros” se usa para agrupar respuestas minoritarias, no mayoritarias.
¿Qué motivaciones cree que hay detrás de esta decisión?
Esta modificación responde a la incidencia de organizaciones indigenistas radicales. Buscan aumentar artificialmente el porcentaje de población indígena para justificar políticas como la consulta previa y enfoques interculturales, lo que incrementaría su influencia política y acceso a recursos.
¿Qué impacto tendría este cambio en el país?
Negar el mestizaje como característica principal de nuestra nación es peligroso. Se pretende imponer un sistema étnico similar al de países anglosajones, ignorando los más de cinco siglos de mestizaje en el Perú. Además, afecta la calidad de los datos censales, esenciales para decisiones estratégicas de los sectores públicos y privados.
¿Qué debería hacer el INEI para abordar esta polémica?
El INEI debería abrir el diseño del formulario censal a la participación del sector privado y otros actores de la sociedad civil. Además, es clave que los congresistas de regiones afectadas ejerzan presión para garantizar un censo técnicamente sólido y representativo.
¿Qué rol puede jugar el Centro Wiñaq en este debate?
Es necesario que múltiples actores se movilicen simultáneamente para contrarrestar años de incidencia de ciertas ONG. El Centro Wiñaq está dispuesto a colaborar, pero el esfuerzo debe ser colectivo.

Políticamente correcto

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Locamente correcto‘ de Luca Ricolfi.

Increíblemente correcto

Como hizo con “Mass Gentle Society“, también en este libro Luca Ricolfi inventa una nueva categoría sociológica -locamente correcto- para describir un fenómeno que ha explotado con fuerza en los últimos diez años. La corrección política nació en los años 1970 con el objetivo de promover la cohesión social y el respeto a los sujetos más débiles. Pero su metamorfosis en increíblemente correcta, posible gracias a la extraordinaria expansión de las redes de comunicación y las redes sociales, acabó teniendo el efecto contrario: la nueva creencia no sólo restringe dramáticamente nuestra libertad de expresión, sino que genera profundas fracturas sociales que favorecen el surgimiento de una nueva élite, autorreferencial y muy alejada del sentir vivo de las clases trabajadoras. El autor lleva a cabo esta reflexión tanto en términos fenomenológicos -recopilando y relatando decenas de casos emblemáticos que muestran lo locamente correcto en acción- como en términos analíticos, dejando al descubierto el mecanismo que lo genera y asegura su propagación. Luca Ricolfi ataca la crítica de manera inexorable, valiente y contraintuitiva, sin perdonar a la política, a la escuela, a la economía, a las redes sociales, a las nuevas potencias fuertes que, en nombre de la inclusión, alimentan formas sin precedentes de exclusión y marginación de los más débiles.
Al verlo en acción, comprendí que la razón por la que lo increíblemente correcto me parecía indefinible es que buscaba una definición estática de ello, mientras que lo que lo caracteriza es el mecanismo de su propagación: lo que tenemos que preguntarnos es no qué es, sino cómo funciona”.
Luca Ricolfi (Turín, 1950), sociólogo y profesor de análisis de datos, fundó la revista de análisis electoral “Polena” y el Observatorio del Noroeste. Actualmente es presidente y director científico de la Fundación David Hume. Entre sus libros: ¿Por qué somos desagradables? (2005), Se acabó el tiempo. El contrato con los italianos probado por los hechos (2006), Illusioni italiche (2010), El saqueo del Norte (2012), El desafío. Cómo la derecha y la izquierda pueden gobernar Italia (2013), El enigma del crecimiento (2014, 2020), La izquierda y el pueblo (2017). Para La nave di Teseo publicó La Società Signorile Massa (2019), ganadora del Premio Biella de Literatura e Industria- Jurado de Lectores y del Premio Ciudad de Como- Sección No ficción.

Lo «demencialmente correcto» se ha convertido en la tumba woke, explica el sociólogo Luca Ricolfi

¿Puede ser que los beneficiarios de lo “políticamente correcto“, al convertirlo en “demencialmente correcto“, estén cavando su propia tumba? ¿Qué papel desempeña la cobardía de los intelectuales en el triunfo de la dictadura “woke“? ¿Realmente se paga caro hacerle frente?
Son algunas de las cuestiones que plantea el sociólogo y politólogo italiano Luca Ricolfi (n. 1950), profesor de Análisis de Datos, en su último libro, Lo demencialmente correcto. La inclusión que excluye y el ascenso de la nueva élite (La Nave di Teseo).
Caterina Giojelli le ha entrevistado sobre todo ello en el número de diciembre de 2024 del mensual católico italiano Tempi:
-Profesor Ricolfi, usted lleva al menos diez años ocupándose de lo políticamente correcto: ¿por qué justo ahora un libro sobre la fenomenología de lo “demencialmente correcto“? ¿Y cómo se distinguen los fenómenos generados por éste?
-No hay ninguna razón particular para que me ocupe ahora de lo “demencialmente correcto“, salvo quizá el hecho de que el resultado de las elecciones en los países avanzados está cada vez más condicionado por las posiciones de este bando. En general, los fenómenos generados por lo demencialmente correcto difieren de los clásicos de lo políticamente correcto al menos en tres aspectos: no se refieren sólo al lenguaje; suscitan risa, asombro, perplejidad o indignación en casi todos; se basan en el poder intimidatorio que la red confiere a cada uno de nosotros.
-Usted ha relatado decenas y decenas de ejemplos: ¿cuáles le parecen los más absurdos y los que mejor cuentan cómo afecta a nuestras vidas lo demencialmente correcto?
-Es esencial distinguir entre dos tipos de locuras: las que son inofensivas, que casi siempre se refieren al lenguaje, y las que son materialmente ofensivas, es decir, capaces de infligir un daño real.
»Ejemplos de locuras inofensivas: prohibir a los empleados de la industria del sonido hablar de enchufe macho y enchufe hembra, por ser términos supuestamente “sexistas“; o censurar un texto de biología porque dice que “la evolución es ciega” o habla del “elefante enano“; o prohibir a los pilotos de las líneas aéreas el saludo “señoras y señores” porque alguien –fluido, no binario, en transición– podría no sentirse ni señor ni señora.
»Ejemplos de locuras materialmente ofensivas: despidos y sanciones a quienes no se alinean con el pensamiento woke; admisión de varones biológicos, pero subjetivamente mujeres, en los pabellones femeninos de las cárceles; admisión de intersexuales y trans biológicamente varones (MTF: “male to female [varón a mujer]”) en competiciones deportivas femeninas; explotación de las cuotas rosas y otras prerrogativas femeninas por parte de trans MTF.
-Pero, ¿qué lo alimenta? Sobre todo, ¿a quién beneficia y a quién perjudica?
-El motor fundamental de lo demencialmente correcto es el exhibicionismo ético, es decir, el deseo de mostrarse moralmente superior, tanto on line como off line. Esta actitud ayuda, fundamentalmente, a las clases instruidas y humilla a las populares, poco acostumbradas a navegar por los meandros -y sutilezas- de la cultura woke.
Luca Ricolfi explica cómo lo ‘políticamente correcto’, que era hegemónico, ha empezado a perder la hegemonía al convertirse en ‘demencialmente correcto’. Foto: captura podcast Daniele Rielli.
»Más concretamente, lo demencialmente correcto beneficia a tres segmentos de la nueva élite, que yo llamo las vestales de la Neolengua, los lobbies del Bien y los Guardias Rojos de la “diversidad”. En el libro doy una descripción relativamente precisa de ellos, pero aquí por brevedad podemos identificarlos con los trabajadores de la comunicación, los activistas LGBTQ y el personal DEI (Diversidad, Equidad, Inclusión) de las grandes empresas y organizaciones.
-No es difícil considerar como “locura” todo lo que usted cuenta que ha sucedido en los últimos años, pero de lo que quizá sólo nos demos cuenta realmente ahora. Pero, ¿por qué es difícil resistirse?
-Es difícil resistir porque, puesto que la cultura, la comunicación, los medios de comunicación, los organismos supranacionales están enteramente controlados por el establishment progresista, remar en su contra resulta extremadamente costoso en términos de ascensos, reputación, círculos en los que se es admitido.
»Pero en el trasfondo de todo ello está la cobardía de los intelectuales, que aun sabiendo perfectamente que lo demencialmente correcto es oscurantismo y barbarie, prefieren no enfrentarse a ello, no dar guerra, para no renunciar a sus privilegios.
»Aunque hay que decir, en su defensa, que hoy el fenómeno es mucho más general, afecta también a los periodistas y al mundo de la información, donde se ha vuelto prácticamente imposible encontrar personas que no estén alineadas, por un prejuicio o una actitud preconcebida, con uno de los dos principales partidos políticos.
»En cierto modo, lo que estamos presenciando es una versión actualizada de la “traición de los intelectuales”, tan bien descrita por Julien Benda  en los años veinte. Con una importante diferencia respecto a entonces: hoy la intelligentsia no está fascinada por el totalitarismo nazi-fascista, sino por el totalitarismo woke,  magistralmente descrito por George Orwell en 1984.

Una entrevista de Daniele Rielli a Luca Ricolfi sobre su último libro: “Lo demencialmente correcto ha dado la victoria a Trump“, dice el titular.
-¿El totalitarismo woke está mostrando ya signos de ruptura? ¿Usted confía en un “cambio de ruta” o ya nos hemos convertido en un engranaje?
-Todos estamos en el engranaje, pero afortunadamente el engranaje chirría. La cuestión es que las democracias no están sincronizadas: algunos países (por ejemplo el Reino UnidoEstados UnidosItalia en cierta medida) se están distanciando de los excesos de lo demencialmente correcto, mientras que otros, como España y Alemania, están en plena fase de euforia y aún no se han dado cuenta de que están cabalgando una ola que en otros lugares ya se está desvaneciendo.
-En su experiencia personal o profesional, ¿se ha visto alguna vez implicado directamente en situaciones similares a las que describe? Y si es así, ¿cómo consiguió salir?
-Sí, he visto debates absurdos sobre lo masculino genérico, incluso en mi universidad. He visto a estudiantes protestar contra el uso de la dicotomía masculino/femenino, que siempre se ha utilizado en los cursos de estadística para ilustrar el tipo más simple de variable. He conocido a colegas (de otras universidades) sancionados por sus ideas, aunque las expresaran fuera del lugar de trabajo. En general, he tenido la sensación de que sobre ciertos temas, en particular los inmigrantes y los derechos de los LGBT+, es casi siempre imposible mantener un debate que respete todas las opiniones.
»¿Cómo he salido de eso? Bastante bien, porque –aunque he dado clases de Sociología en el pasado– mis asignaturas en las últimas décadas han sido Análisis de Datos y Matemáticas, áreas en las que rara vez surgen problemas. Pero estoy seguro de que, si hoy tuviera que impartir una clase de Sociología, desde luego no podría decir tranquilamente todo lo que sé y mucho menos lo que pienso.
Fuente: ReligiónEnLibertad. Traducción de Verbum Caro.