Archivo por meses: abril 2025

¡Anulación de partidos inscritos con trampa!

[Visto: 253 veces]

Por Aaron Salomón- Diario EXPRESO.
Después de una andanada de denuncias, a través de las redes sociales, de ciudadanos que fueron inscritos a algunos partidos políticos sin su consentimiento, finalmente, estalló el chupo. El dominical ‘Punto Final’, de Latina TV, evidenció la existencia de una mafia de falsificación de firmas, en donde, según un informante que confesó desde las entrañas de la organización criminal, se cobra 6 soles por ficha llena con datos del Reniec.
El mencionado programa periodístico demostró que la agrupación política ‘Primero La Gente’ consiguió su inscripción ante el JNE con más de 4 mil firmas falsas. Dicho partido fue fundado por el castillista Miguel del Castillo, hijo del aprista Jorge del Castillo, y tiene como personero legal al villaranista Marco Zevallos, además de que su precandidata presidencial es la caviar Marisol Pérez Tello, que hasta ahora no renuncia ni siquiera por mínima decencia.
Para corroborar lo dicho por el informante, ‘Punto Final’ recogió el testimonio de 120 militantes de ‘Primero La Gente’, quienes, sorprendidos e indignados, negaron haberse afiliado a este partido.
Previamente, se conoció que los partidos del vacado exmandatario Martín Vizcarra (Perú Primero), del congresista izquierdista Guillermo Bermejo (Voces del Pueblo) y del hermano de la presidenta Dina Boluarte, Nicanor Boluarte (Ciudadanos por el Perú), consiguieron su inscripción también con miles de firmas falsificadas.
Ante la gravísima denuncia, el presidente del JNE, Roberto Burneo, y la jefa de Reniec, Carmen Velarde, anunciaron que se presentarán sendas acusaciones penales contra los partidos políticos que han incurrido en este delito, al tiempo que anunciaron que se eliminaría el cobro de 46.20 soles para que los ciudadanos afectados puedan desafiliarse de los partidos.
Sin embargo, esta tibia respuesta es equivalente a aplicar un desenfriolito frente a una infección generalizada, que produce una fiebre que no cede. La solución para esta crisis que pone en duda la transparencia de los siguientes comicios es el mero sentido común; es decir, los partidos involucrados en la falsificación de miles de firmas deben perder su inscripción. Así de simple.
El problema, no obstante, es que el JNE no tiene los dientes para hacerlo, así que urge que el Congreso le otorgue esta facultad en caso de inscripciones ilegales, de modo que se reduciría el monstruoso número de 43 partidos aptos para las elecciones del 2026.
Por obra y gracia de la reforma de Fernando Tuesta y Vizcarra, la mayoría de estas nuevas agrupaciones alcanzaron su inscripción con tan solo la presentación de 25 mil afiliados. Y eso que el proyecto de la comisión encabezada por Tuesta proponía 14 mil militantes, lo cual fue modificado por un Parlamento de manos atadas que temía ser cerrado por el ‘Lagarto’. Al final, como siempre, el remedio caviar para mejorar el sistema electoral fue peor que la enfermedad.

PERÚ MODERNO:

El partido político Perú Moderno logró su inscripción ante el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) y está habilitado para participar en las elecciones generales de 2026. Este partido es una de las agrupaciones nuevas que busca un espacio en el escenario político nacional, pero ¿a qué costo?
El Reniec ha identificado en Perú Moderno 16,560 registros de firmas no válidas.
La autoridad identificó, por ejemplo, en uno de sus informes técnico que “presentan firmas de similares características de proceder del puño gráfico escribiente… y compatibles con falsificación de firmas en las modalidades de imitación servil, dibujadas y de ejecución libre o inventadas”.
El congresista Carlos Anderson es precandidato presidencial de este partido, fundado por el recientemente fallecido Wilson Aragón.

PRIN:

El partido político PRIN (Partido Regionalista de Integración Nacional) está inscrito para participar en las elecciones y tiene como objetivo ‘promover una visión de desarrollo regionalista y nacional’.
El Reniec ha identificado en PRIN 13,392 firmas no válidas. Este es el equivalente al 20% del total de registros verificados por la autoridad.
El partido es liderado Walter Chirinos, contador público de profesión. PRIN cuenta con una estructura organizativa que incluye un Comité Ejecutivo Nacional (CEN), liderado por un presidente y diversas secretarías encargadas de áreas clave como formación política, economía, juventud, y derechos humanos, según sus estatutos.

DEMÓCRATA VERDE:

El partido político Demócrata Verde (PDV)  se fundamenta en la ecología política y los principios democráticos. Su ideología está centrada en el desarrollo sostenible, la inclusión social y el respeto por los valores culturales y ambientales.
Esta organización tiene 7,204 registros observados por el Reniec.
Álex Gonzáles es líder del partido. Fue alcalde de San Juan de Lurigancho entre 2019 y 2022. Antes de eso, ocupó cargos como regidor en el distrito de San Luis y participó en varias elecciones, incluyendo intentos para el Congreso y la alcaldía de Lima.

PRIMERO LA GENTE:

El partido político Primero la Gente se define como una organización progresista con un enfoque en la comunidad, ecología, libertad y progreso. Su ideario, presentado ante el JNE, se centra en promover una política inclusiva y ética, con énfasis en la sostenibilidad ambiental, la democracia participativa y el desarrollo económico sostenible.
El Reniec ha identificado en Primero la Gente 5,428 registros de firmas no válidas que se encuentran detalladas en 4 informes técnicos.
Los líderes del partido son Miguel Ángel del Castillo Reyes, hijo del excongresista Jorge del Castillo; Marisol Pérez Tello, exministra de Justicia; y Marco Zevallos, personero legal de la agrupación. Este último le dijo al programa Punto Final que “todas las fichas de los militantes de nuestro partido han sido validadas por Reniec. No sé cómo una firma que afirmas que es falsa podría estar siendo validada como la de alguien que es militante de Primero la Gente“.

PERÚ PRIMERO:

El partido político Perú Primero se autodefine como una agrupación de ideología socioliberal. Su propuesta se centra en ‘impulsar una agenda de modernización del Estado, fomentando la descentralización y la participación ciudadana, junto con un enfoque en la justicia social y la redistribución equitativa de recursos’.
El Reniec ha identificado en Perú Primero 5,117 firmas no válidas en 5 informes técnicos.
Martín Vizcarra, quien fue el impulsor y principal figura de Perú Primero, no puede postular en las próximas elecciones debido a que se encuentra inhabilitado para ejercer cargos públicos. Esta inhabilitación fue impuesta por el Congreso de la República, lo que le impide competir oficialmente en futuras contiendas electorales. Además, en estos momentos se encuentra procesado por corrupción.

VOCES DEL PUEBLO:

El partido Voces del Pueblo surge desde el Congreso de la República, en el marco de la actividad política del legislador Guillermo Bermejo, ex Perú Libre.
El Reniec ha identificado en Voces el Pueblo 4,428 registros de firmas no válidas, y ha advertido “falsificación masiva de firmas“.
Guillermo Bermejo actualmente es procesado e investigado por diversos casos. Enfrenta un juicio en el que se le imputa por haber asistido, en 2009, a reuniones en el VRAEM con los cabecillas de Sendero Luminoso. Se acusa al legislador de haber buscado recibir adoctrinamiento y entrenamiento en el uso de armas durante dichas reuniones, lo que lo vincula a actividades terroristas. Este proceso es uno de los más avanzados hoy por hoy, y de ser hallado culpable, la pena podría llegar a 20 años de prisión.

32 DE 43

De los 43 partidos políticos aptos para participar en las Elecciones de 2026, 32 registran firmas falsas observadas.
El primer partido con inscripción antigua en presentar 2,165 firmas observadas es Fuerza Popular. Le sigue Somos Perú con 1,960. Perú Libre registra 1,187 fraudes; y el PPC 1,070.

POSICIÓN DE JNE SOBRE FIRMAS FALSAS

El presidente del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), Roberto Burneo Bermejo, precisó que dicha entidad ha presentado 159 denuncias ante el Ministerio Público por las fichas de afiliación a partidos políticos con firmas declaradas no válidas.
Indicó que, una vez conocidos los informes del Reniec sobre las irregularidades en las firmas, el procurador del JNE formalizó las denuncias respectivas ante el titular de la acción penal, tanto en los casos correspondientes a su gestión como en aquellos que se encontraban pendientes desde el 2023.
“Así que (el Ministerio Público) tendría que formalizar la denuncia, en principio, por falsedad genérica y por los delitos vinculados, contra los que resulten responsables”, señaló Burneo en entrevista con JNE TV.

ADVERTIDO EN 2024

La Contraloría General de la República  se lo advirtió al JNE en septiembre de 2024: ‘Habían deficiencias en la fiscalización de las firmas para lograr afiliaciones a partidos políticos’. Pero la gestión del entonces mandamás del ente electoral, Jorge Salas Arenas, no tomó en cuenta las recomendaciones.
“¿Cuál es la responsabilidad? No es ninguna, no tengo ninguna. ¿Y de quién es la responsabilidad? Eso lo tiene que determinar la autoridad pertinente”, dijo Salas Arenas. refirió en declaraciones a Radio Programas del Perú.
“Esa verificación de firmas, que ya se ha dicho por los expertos de Reniec, no es un peritaje, sino una semejanza, la detección de semejanzas o de similitudes que es requisito previo para la inscripción. Por eso decía que ninguna organización política se ha inscrito si no es pasando primero por la verificación del Reniec”, agregó el exjefe del JNE.
Fuente: Diario Perú21.

Condenado cardenal Angelo Becciu

[Visto: 231 veces]

Cardenal Angelo Becciu. Crédito: Claude Truong-Ngoc / Wikimedia Commons (CC BY-SA 4.0)
El hecho de que Francisco decidiera dejar a Becciu con el rango formal de cardenal, privándolo de varios de sus derechos, fue visto por los partidarios de Becciu como un acto injusto de castigo prematuro por crímenes aún no probados.
Otros, sin embargo, vieron como una adaptación razonable por parte del Papa que Becciu no pudiera funcionar simultáneamente como cardenal mientras estaba bajo acusación penal y juicio, dejando abierta la privación final del título (o la restauración de sus derechos) dependiendo del resultado de su juicio.
En cualquier caso, como ley meramente eclesiástica, el Papa es libre de trabajar dentro o más allá de las normas como le parezca conveniente.
En tal sentido, la decisión de Francisco en el caso de Becciu no parecería más problemática jurídicamente (de hecho, quizá menos) dentro de las normas de la Universi Dominici Gregis que el límite teórico, expresado de manera más absoluta, sobre el número de cardenales electores.
Pero, aun cuando la situación jurídica es clara, sigue existiendo la cuestión de quién es competente para declararla así o para hacerla cumplir.
Una cuestión de autoridad
La congregación general del Colegio Cardenalicio tiene la responsabilidad de decidir cuestiones de gran importancia por mayoría de votos. Sin embargo, la ley parece impedírselo en el caso de Becciu, ya que se vio obligado a dimitir por un acto de autoridad papal.
La Universi Domenici Gregis establece específicamente que “quedan absolutamente excluidas [de la autoridad de la congregación general] aquellas materias que, ya sea por derecho o por práctica, sean de la exclusiva competencia del Romano Pontífice o se refieran a las normas para la elección del nuevo Papa establecidas en la presente Constitución”.
Vale la pena señalar que la renuncia de Becciu a sus derechos como cardenal parecería caer dentro de la propia definición de la curia de un acto papal inapelable, ya que esto es lo que han argumentado en el tribunal de la Ciudad del Vaticano con respecto a Libero Milone, el auditor general obligado a renunciar por Becciu, supuestamente bajo la dirección del Papa.
En la práctica, decidir si Becciu consigue una habitación dentro del cordón del cónclave sería un asunto que quedaría a cargo de la comisión preparatoria.
Los preparativos para el cónclave están a cargo, por ley, de un triunvirato formado por el cardenal camarlengo, Kevin Farrell, el ex secretario de Estado (cargo que expiró con la muerte del Papa), cardenal Pietro Parolin, y el presidente de la Comisión Pontificia para el Estado de la Ciudad del Vaticano, aunque esto en sí mismo está abierto a cuestiones legales.
Al fallecer el Papa, la presidenta de la comisión era sor Raffaella Petrini, a quien Francisco designó para el cargo a partir del 1 de marzo. Sin embargo, la ley de la Universi Domenici Gregis menciona específicamente al «Cardenal Camarlengo y a los cardenales [énfasis añadido] que anteriormente ocuparon los cargos de Secretario de Estado y Presidente de la Comisión Pontificia para el Estado de la Ciudad del Vaticano».
El cardenal más reciente en ejercer como presidente de la comisión es el cardenal Fernando Vérgez Alzaga, quien permaneció en la comisión después de ser sucedido como presidente por Petrini el mes pasado.
La voluntad del Papa sobre este punto no está del todo clara: ¿quería el Papa que la comisión que organiza la logística del cónclave siguiera estando compuesta por tres cardenales o quería modificar la ley?
A diferencia de su decisión de despojar a Becciu de sus derechos, o de nombrar a más de 120 cardenales electores, es posible proceder con una lectura de texto simple de las normas de Universi sin ir ipso facto contra la acción de Francisco de nombrar a un no cardenal para el cargo, aunque no está claro quién puede interpretar con autoridad la ley durante un interregno papal.
Estas preguntas superpuestas ilustran las interrogantes que a menudo plantean las diversas acciones legales emitidas por Francisco, las cuales a menudo crearon circunstancias que excedían las previstas en las normas del derecho canónico. Mientras el Papa vivió y ejerció el cargo, estas dificultades a menudo se resolvieron con relativa facilidad, ya que el legislador es el intérprete último de la ley.
Sin embargo, sin un Papa que aclare sus intenciones, y con los foros curiales ordinarios para la interpretación legal y los litigios cerrados durante el período de sede vacante, no hay lugares seguros donde buscar respuestas.
Al final, y a falta de otra persona obvia para hacerlo, la decisión final sobre Becciu probablemente tendrá que ser tomada por el cardenal Parolin, quien, como el obispo cardenal de mayor edad en edad de votar, preside la asamblea de cardenales electores.
Cualquiera que sea su decisión, Parolin tendrá que confiar en gran medida en su fuerza de personalidad y en su persuasión moral para llevarla a cabo.
Y Parolin seguramente enfrentará acusaciones de ilegitimidad, independientemente de cómo actúe. Para un cardenal ampliamente considerado como firmemente papable, Becciu le ha presentado a su exjefe una prueba temprana y sin precedentes de sus capacidades de liderazgo.

Fuente: ThePillarCatholic.com

Reclama su derecho a voto en el cónclave

El cardenal condenado Angelo Becciu dijo a los periodistas sardos que se le permite asistir al cónclave que elegirá al sucesor del Papa Francisco, y que una lista del Vaticano que lo designa como “no elector” no tiene valor legal.
“El Papa ha reconocido mis prerrogativas cardenalicias como intactas, ya que no hubo una voluntad explícita de excluirme del Cónclave ni una solicitud de renuncia explícita por escrito”, dijo Becciu al periódico L’Unione Sarda el 22 de abril, a pesar de haber renunciado en 2020 a los derechos y privilegios de un cardenal.
La muerte del Papa el 21 de abril “es un gran dolor”, dijo Becciu, “a la luz de una relación que siempre fue franca, serena, marcada por el máximo respeto incluso frente a las naturales y humanas diferencias de opinión: el Papa aceptó mis opiniones y juntos compartimos todas las opciones, incluso las más dolorosas”.
Becciu, otrora segundo funcionario de mayor rango en la Secretaría de Estado del Vaticano y jefe de gabinete de facto del Papa , fue declarado culpable en diciembre de 2023 de delitos financieros en un tribunal de la Ciudad del Vaticano y recibió una sentencia de cinco años y seis meses, una multa de 8,000 euros (alrededor de 8,700 dólares) e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.
En septiembre de 2020, se vio obligado a renunciar a los derechos y privilegios de un cardenal (pero no a la membresía formal del colegio) después de que los fiscales de la Ciudad del Vaticano le presentaran al Papa sus hallazgos preliminares de una investigación sobre posibles delitos financieros en el antiguo departamento curial de Becciu.
Al año siguiente, los fiscales acusaron formalmente a Becciu de una serie de delitos, entre ellos malversación de fondos, abuso de poder, conspiración y soborno de testigos.
Pero incluso después de su condena, Becciu ha insistido en su inocencia y ha apelado la condena. El cardenal ha declarado que los periodistas “engañaron a los fieles” con información falsa sobre él y que es víctima de un error judicial en el proceso judicial de la Ciudad del Vaticano.
Entre otros delitos, el cardenal fue condenado por canalizar decenas de miles de euros de fondos de la Iglesia a la cuenta bancaria personal de su hermano, algo que admitió haber hecho ante el tribunal, aunque insistió en que tales transferencias eran una práctica habitual del Vaticano cuando se apoyaban obras de caridad.
En un momento durante el proceso legal, se supo que Becciu había grabado en secreto una llamada telefónica con Francisco, intentando ver al Papa absolver a Becciu de toda culpabilidad legal por tratos controvertidos con Cecilia Marogna, una autodenominada espía privada que trabajaba para el cardenal.
Durante el proceso, los fiscales presentaron documentos, aceptados por Becciu, que demuestran que el cardenal envió más de un millón de euros de dinero de la Iglesia a miembros de su propia familia y a Marogna.
Becciu afirma que Marogna recibió órdenes papales secretas de negociar la liberación de una monja secuestrada en Mali, pero se descubrió que gastó el dinero en alojamiento de lujo y artículos de diseño. Marogna ha afirmado por separado que preparó “expedientes” con información comprometedora para Becciu sobre altos funcionarios de la curia.
En la llamada telefónica de julio de 2021, se pudo escuchar a Becciu intentando sin éxito que Francisco aceptara que había aprobado los tratos del cardenal con Marogna.
También se pudo escuchar a Becciu afirmar que todo el asunto era un secreto de Estado y no podía ser revelado a nadie, incluso mientras la sobrina del cardenal escuchaba y grababa la llamada sin el conocimiento de Francisco, lo que en sí mismo es un delito.
El Papa negó repetidamente, por escrito y por teléfono, tener conocimiento y aprobar la obra de Marogna.
En una demanda separada, Becciu está acusado de obligar a dejar su cargo al primer auditor general del Vaticano, Libero Milone, como un medio para evitar auditorías internas de las finanzas del Vaticano.
Becciu se atribuyó el mérito de haber forzado la salida de Milone de su cargo en 2017, diciendo que el auditor se vio obligado a renunciar bajo amenaza de procesamiento penal, por “espiar” las finanzas privadas de altos funcionarios, incluido el propio Becciu, aunque en octubre del año pasado, Becciu le echó la culpa al Papa Francisco, diciendo que obligó a Milone a dimitir por directiva del Papa.
Sin embargo, el cardenal insistió el año pasado en que su condena penal es una injusticia que “clama al cielo venganza” y dijo que si bien se había convertido en un “leproso” público durante el juicio, en realidad había recibido garantías privadas de apoyo de otros cardenales.
No está claro si Becciu realmente intentará asistir al próximo cónclave papal, que se cree probablemente comenzará el 5 de mayo.
El derecho canónico es claro en cuanto a que los cardenales que no son electores tienen derecho a asistir a las congregaciones generales —reuniones de los cardenales de la Iglesia— antes del cónclave papal, pero no a asistir al cónclave en sí.
Aún así, cuando el cardenal llegó a Roma esta semana para esas congregaciones y el funeral del Papa, Becciu insistió en que es elegible para asistir a la elección.
Pero el Vaticano ha dicho lo contrario.
En un cuadro estadístico del Colegio Cardenalicio, actualizado y distribuido por la oficina de prensa de la Santa Sede con vistas al consistorio de 2022, Becciu figuraba como “no elector”, junto a los cardenales que habían cumplido 80 años y, por tanto, se volvían inelegibles para votar.
Becciu dijo ese año que el Papa Francisco lo había invitado personalmente a asistir al consistorio y que pronto lo “restituiría” como miembro pleno del Colegio Cardenalicio.
En sus recientes comentarios, el cardenal reconoció que el Vaticano lo había incluido como no elector, pero dijo que la lista de la oficina de prensa no tenía autoridad para excluirlo de un cónclave.
La lista publicada por la Oficina de Prensa no tiene ningún valor legal y debe tomarse como lo que es”, afirmó el cardenal esta semana.
Fuente: ThePillarCatholic.com

Cardenal Angelo Becciu.

El cardenal condenado no participará en el cónclave

Edward PentinPor Edward Pentin– National Catholic Register.
El cardenal Giovanni Angelo Becciu renunció a su participación en el próximo Cónclave.
Según informes de medios italianos, el exvicesecretario de Estado decidió retirar su candidatura como cardenal elector, a pesar de haber insistido la semana pasada en que debía votar. Había afirmado no tener ningún impedimento formal para participar en el cónclave.
La palabra de la Congregación General fue dada a los cardenales expertos en derecho canónico, y a Monseñor Giuseppe Sciacca, experto canonista que, durante el último Cónclave, fue llamado a la Capilla Sixtina por el camarlengo para explicar las reglas de votación a los cardenales.
El cardenal Becciu se reunió primero con el decano del Colegio, el cardenal Giovanni Battista Re, y luego con el ex secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin.
La publicación italiana Open informó que “una vez que la Congregación comenzó sus trabajos, quedó inmediatamente claro que no era necesario que los cardenales discutieran y llegaran a una votación, porque fue el propio Becciu quien habló”.
Open continuó diciendo que el cardenal primero se defendió extensamente de las acusaciones por las que el tribunal vaticano lo condenó. «Pero luego anunció con gran tristeza, con la voz entrecortada por la emoción, que había reconocido la voluntad del papa Francisco y, por lo tanto, decidió retirarse por el bien de la Iglesia», según el informe.
En 2020, el cardenal Becciu renunció a sus privilegios cardenalicios tras ser acusado de delitos financieros. En diciembre de 2023, fue condenado por malversación de fondos, fraude agravado y abuso de poder, e inhabilitado perpetuamente para ejercer cargos públicos. El cardenal siempre ha mantenido su inocencia y actualmente está apelando la condena.
La noticia siguió a un informe en la revista española Vida Nueva que informaba que el Sagrado Colegio estaba preparado para “someter a votación sobre si Becciu debía participar o no en el Cónclave”, pero sólo una vez que todos, o la mayoría, de los cardenales electores hubieran llegado a Roma.
El Corriere della Sera confirmó que la reunión aclaratoria tuvo lugar en la Santa Sede durante la Congregación General en el Aula Pablo VI. La reunión sirvió para convencer al cardenal Becciu de no alimentar más la polémica, según informó el periódico.
La disputa sobre su elegibilidad para votar amenazó con socavar la integridad y legitimidad del cónclave.
Varios cardenales, incluido el exsecretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, afirmaron que el cardenal Becciu no podía votar debido a que renunció a sus privilegios cardenalicias en 2020 tras ser acusado de delitos financieros. Mientras tanto, medios italianos han informado sobre la supuesta y no confirmada existencia de dos cartas del papa Francisco, la primera tras su condena en 2023 y la segunda el mes pasado, que confirman la inhabilitación del cardenal para votar en las elecciones papales.
En una conferencia de prensa el lunes, el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, declaró que el asunto no se había deliberado en la sesión matutina de la Congregación General, por lo que no se había tomado ninguna decisión al respecto. Tampoco pudo precisar cómo se decidiría.
En Roma, el cardenal Becciu no había emitido un comunicado confirmando su decisión de no participar. No se espera que el Vaticano emita ningún comunicado, al menos no hasta que lo haga el cardenal, ya que para ellos el tema nunca existió, ya que las cartas del Papa lo habían excluido a priori.
El cardenal simplemente fue invitado a participar en las Congregaciones Generales, como es el derecho de todos los cardenales, incluso los de mayor rango. «La renuncia del cardenal carece de sentido para el Vaticano, y no tiene la obligación de anunciar la renuncia de algo que nunca le perteneció ni le correspondió», declaró una fuente cercana al Vaticano al Register. «Era un derecho que solo él reivindicaba, pero que no podía ser tomado en consideración».
El Register se enteró ayer de que los cardenales estaban frustrados por el asunto y esperaban que se resolviera rápidamente para poder discutir asuntos mucho más urgentes relacionados con el futuro de la Iglesia.
Se difundió la noticia de un comunicado de prensa inminente del cardenal Becciu, que se publicaría esa misma noche. Sin embargo, no está claro si dicho comunicado se publicará: tras salir de la reunión de esta mañana, el cardenal sardo “desconectó su teléfono y se hizo inaccesible“, informó Open.

Juntos por Antauro

[Visto: 218 veces]

Antauro Humala aspira al Senado: Roberto Sánchez alquila su vientre

Lanza humo: “Soy la locomotora del partido para las elecciones presidenciales

Salió de la cárcel el 2022 tras estar recluido 17 años, 7 meses y 14 días por los delitos de homicidio simple, secuestro, daños agravados, sustracción de arma de fuego y rebelión. Una vez en libertad, inició una carrera política y ahora se alista para ser presidente en las Elecciones 2026. Para él, la violencia es solo física y la comunidad LGTBI es la «gentita» que no puede entrar a su partido. Considera «decente» matar a su hermano, un expresidente condenado, a quien llama «delincuente». Su nombre es Antauro Humala y reveló todos estos datos en una entrevista exclusiva para La República. A continuación, la transcripción completa y sin censura de la misma.
— Hoy por hoy, ¿quién es Antauro Humala de cara a las elecciones 2026?

Soy un ciudadano de ideología nacionalista que dos veces he ido del dicho al hecho políticamente con dos rebeliones contra dos presidentes presos por corrupción, el 2000 y el 2005. Después de 18 años de cautiverio, recuperé mi libertad. Lo primero que hice fue anunciar que entrábamos a la vía electoral y, por consiguiente, lo primero que logramos fue la inscripción del Partido de Alianza Nacional de Trabajadores Agricultores Universitarios y Obreros, lo cual hemos sido despojados arbitrariamente, leguleyamente, por una Corte Suprema, a mi entender, conformada por delincuentes disfrazados de magistrados supremos en complicidad con un señor Burneo Bermejo que preside el Jurado Nacional de Elecciones, que hasta ahora no nos entrega la resolución de baja de nuestro partido.
— Empecemos con la mirada a lo que era su partido que usted lideraba. Sale de prisión y, de alguna u otra manera, se somete a las leyes peruanas, ¿correcto?
Correcto, correcto, eso es cierto. Ahora, no es que lideraba, lo sigo liderando.
— Pero su personal, o bueno, las personas que están a cargo del partido lo desconocen, señor Antauro.
No sé a quién te refieres tú. Dame el nombre y apellido.
— Específicamente dirigentes del que fue su partido
El etnocacerismo es la ideología. El etnocacerismo, como ideología, tiene que tener una representación política electoral porque vamos a participar en elecciones, ya no en rebeliones. Esa tarea de inscripción se le encargó a un grupo de compatriotas que lograron el objetivo. Se inscribió el partido con mi nombre. De ahí, había un comité ejecutivo nacional, el secretario general y personeros, los personeros todos están leales al partido. Siempre hay gente que deserta y los tenemos en todos los partidos. (…) en todo partido hay chifladitos.
El Jurado Nacional de Elecciones lo preside un ciudadano, Burneo Bermejo, no sé cuál es su nombre. Ese empleado del Estado, ese funcionario del Estado, hasta ahora no publica la resolución en El Peruano para sacarnos del panorama electoral. Cuando fuimos inscritos, cumpliendo las leyes del sistema electoral peruano, salió una resolución finalmente en El Peruano (…) Cuando te quitan la inscripción de manera leguleya, como quieras, tiene que salir igualito.
— Entonces, ¿usted está esperando que salga esa resolución?
Le hemos pedido a este señor Burneo. Nos hemos enterado de la baja del partido por un asiento administrativo. En la ley interna del JNE, el ROP, en su reglamento interno, especifica que se da de baja un partido no con el asiento, sino con la resolución. Así es, hasta que no salga la resolución en El Peruano, seguimos existiendo.
— ¿Pero ya hay una resolución?
No, no hay. Lo que hay es una resolución del Poder Judicial. Esa resolución del Poder Judicial ha sido enviada al JNE con un oficio adelante, diciéndole: en función a esta sentencia, usted debe bajar este partido. En el reglamento del Jurado y del ROP figura que, para dar de baja, además del asiento administrativo, se necesita la resolución con el sello del JNE.
Antauro Humala y su polémica concepción sobre la violencia
— Señor Antauro, ¿pero no hay una reflexión por parte de usted? Una parte de la sanción de dicha resolución hace referencia a sus expresiones violentas?

Mira, mira, tú me has preguntado si hay una reflexión. Por supuesto que hay una reflexión de parte mía.
— ¿Cuál es su reflexión?
Que estamos en un fraude flagrante, que el señor Burneo es un pillo, y que esa sentencia la han firmado nueve delincuentes disfrazados de jueces supremos.
— ¿No hay una reflexión por parte de sus expresiones violentas?
Para nada. Mira, violenta es cuando hago esto (mete un golpe en la mesa). Esto es algo fáctico.
— ¿No considera esas expresiones violentas, señor Antauro?
Es que las expresiones no son violentas. La violencia es física. Mis opiniones son opiniones, son letras, son opiniones.
— Pero usted iba a ser candidato a la presidencia, hay una población que lo sigue
Soy candidato a la presidencia hasta que nos haga la resolución de este pillo de Burneo. Pero, mientras no salga esa resolución, por más que nos hagan publicado el asiento, seguimos en el partido de cualquier jurado.
— ¿Cuál es su reflexión, entonces, candidato?
Mira, mi reflexión es que estamos bajo una timocracia. Esto no es democracia, esto es timocracia. Timocracia de los timadores. Y acá se confunde democracia con ONPE. Y justamente esta es la gran crisis. 43 candidatos, nunca se ha visto (…) nosotros, cuando hemos salido de la cárcel, hemos abandonado la época de rebeliones y nuestra posición fue: entramos a la vía electoral cumpliendo las leyes de este Estado tramposo. (…) Estamos bajo un fraude electoral. Obviamente, claro que sí. Entonces, yo estoy luchando contra este fraude. Y para eso estamos buscando recuperar la inscripción del partido.
— Pero ahorita, señor Antauro, su partido también está fuera de carrera en la práctica
Mira, ahorita, si busco mi teléfono, Alianza Nacional de Trabajadores, Agricultores, etc., no figura. Entonces, como nos han despojado momentáneamente de la inscripción estamos haciendo una coalición con otros partidos ya inscritos. En este caso se llama Juntos por el Perú. Entonces, nuestra posición es: en tanto no se resuelva judicialmente la situación del partido. Esa coalición política ya inscrita ha quedado en cambiar de nombre, cambiar de símbolo y asumir nuestro decálogo programático. Juntos con Antauro.
— ¿Entonces ya hay un diálogo, ya hay un acuerdo establecido?
Sí.
— ¿Es un vientre en alquiler?
No es vientre, ¿sabes por qué? Vientres de alquiler hay cualquier cantidad en la derecha peruana, pero alquiler es que tú pagas y te dan algo a cambio. Nosotros no pagamos nada, entonces no es vientre de alquiler, es una coalición. No puedo decirle fusión, ni puedo decirle alianza porque eso es entre partidos inscritos según la ley de partidos. Entonces yo le llamo coalición. Que todo mi partido, todo mi aparato partidario, mis militantes, entramos juntos, ¿no? Una vez que juntos cambien de nombre, cambien de símbolo, cojan nuestro programa, y yo asuma la presidencia política del partido, entonces entramos posesionándonos con una militancia hermana, digamos así.
— ¿Cuándo se establecerá el cambio de nombre del partido?
Tienen que hacer su congreso. Es algo administrativo, es simple, es como que ya no me llamo Juan, me llamo Pedro, es algo administrativo de un partido, simplemente comunica al jurado y ya está.
— ¿Cuándo le han establecido una fecha?
Eso no sé. Tendrías que hacer una entrevista a Juntos y yo te doy ese dato. Pero ya hay un acuerdo político.
— ¿Cuáles son los acuerdos que usted ha ingresado al partido Juntos por el Perú?
No he ingresado todavía. Voy a ingresar cuando ese partido haga los cambios administrativos que corresponden, yo calculo, entre 4 a 6 semanas.
— ¿Cuáles son las propuestas entonces que usted está compartiendo con el partido Juntos por el Perú?
Nuestro primer punto es Asamblea Constituyente. Juntos por el Perú que es un partido de tendencias izquierdistas, no se hace ningún problema. El segundo punto es la pena capital a los presidelincuentes.
Antauro Humala respalda la pena de muerte y rechaza a la comunicad LGTBI
— ¿Está obsesionado con la pena de muerte?

No, no estoy obsesionado. Es parte de nuestra plataforma política desde hace 20 años. Simplemente que recién ha salido Libertad, y recién la estoy exponiendo públicamente de nuestra plataforma. El tercer punto es que no puede haber un extranjero con trabajo en tanto hay un solo peruano desocupado. El cuarto punto es la legalización de la hoja de coca y un cambio en la política antidrogas bajo la consigna de «dejar sin chamba al narcotraficante y a la DEA.
— ¿Todas esas propuestas las ha respaldado Juntos por el Perú?
Sí.
— ¿Le han dicho, «¿sabe qué señor Antauro? ¿Yo acojo Asamblea Constituyente, pena de muerte”?
Te estoy diciendo que sí, han acogido nuestro programa. Aparte que es un programa recontra racional y es parte de una campaña política. – Juntos por el Perú.
— ¿Qué va a pasar con la comunidad LGTB afiliados al partido?
Juntos por el Perú no me ha mencionado ese tema. Ahora que está clara mi posición, la respaldan. Entonces, lo que yo he sostenido es que JPP es una organización política que tiene 10 años en el panorama electoral peruano. Durante un tiempo, claro, albergó a esa ‘gentita’ de la moda LGTB, pero esa ‘gentita’ ya no está ahí. Desde que yo estoy no los he visto. La cuestión es que no aparecen y no figuran en nuestro programa.
— ¿Los van a expulsar?
Primero que no los puedo expulsar. Juntos ya los expulsó por su propia cuenta. O sea, ya no están en su partido. Quizás están en otros partidos de izquierda Yo prefiero mantener relaciones con una izquierda bien ideologizada que con una izquierda LGTB, que para mí es cualquier cosa menos izquierda.
— Pero son ciudadanos
Claro, nadie dice que no son ciudadanos. Pero mira, tú puedes ser homosexual, pero si vienes vestido de hombrecito te trato como varón. Pero si tú vienes pintarrajeado, para mí es una falta de respeto.
— ¿No es una falta de respeto si usted le dice «gentita»?
«Gentita» lo digo de cariño, a menos que tú seas un poco caviar y te sientas ofendido. Entonces, ¿cuál es el problema? Ahora mira, yo tengo mi posición con respecto a la homosexualidad que es muy diferente a la cuestión política. Porque políticamente a mí me parece que la cuestión del sexo —si te gusta el p* o la v*** ese es tu problema. Eso queda en tu intimidad. No lo elevo yo como tema político en la mesa. No puedo poner el tema LGTB al lado del tema del hambre, de la seguridad ciudadana, de la seguridad nacional. Para mí es una decadencia, porque la principal finalidad de una especie como la humana, o de los mamíferos cualquiera, es la procreación: mantenerse en el futuro con la siguiente generación. Entonces, siendo la homosexualidad imposible para mantener una segunda generación, nos vamos a la extinción todos. Entonces por eso lo considero decadente y despreciable.
— Me llama poderosamente la atención que usted dice que las personas que están vestidas de hombres sí los va a tratar con respeto
No, yo te estoy diciendo en el caso… La verdad es que yo pensé que esta entrevista iba a hablar de fronteras vivas. Todas las entrevistas que me hacen, es el único tema que tienen… Bueno, pues vamos a tratar, tratemos el tema homosexual, trataremos el tema sexual. Hemos hablado de otros temas, pero también tengo que preguntarle por la comunidad LGTB Perfecto, Yo te tengo que responder, te estoy respondiendo (…) O sea, mira, para mí no es un problema. Yo no me inquieto por saber si estoy hablando con una persona heterosexual o homosexual, a mí me interesa su pensamiento. Pero si viene un hombre vestido de mujer a hablar conmigo, yo particularmente lo considero como una falta de respeto a mi persona. A mi persona, porque estoy pensando que me está deseando también. Yo me siento ofendido, me siento agredido, claro. Ese es mi parecer particular. Pero lo separo mucho de la política.
— Dejo en claro que no hemos estado sumergidos solo en ese tema, sino que anteriormente han habido otras preguntas. Hoy por hoy, usted ya prácticamente tiene una conversación con Juntos por el Perú
Sí.
— ¿Con qué otro partido tentó una conversación?
Mira, por estrategia no podría revelar los nombres, por estrategia. Pero te digo que son bastantes y aceptan todos. No te lo voy a decir, pero sí te puedo decir que hay varios. Solamente te puedo revelar lo de Juntos porque es un acuerdo que es público. Ahora, yo particularmente pienso que las alianzas se van a dar muy escasamente, porque son muy difíciles de hacer (…) Hay conversaciones con otros grupos de izquierda, pero la verdad, yo más o menos los veo muy complicados. Juntos es una relación de ya de año y medio porque antes de perder la inscripción ya nosotros ya tendríamos programado hacer un bloque patriótico izquierdista o nacionalista izquierdista.
— Sí o sí, su punto es que va a ser candidato a la presidencia
Yo sé que la derecha no quiere que yo ni siquiera exista en el Perú; quisieran verme en la cárcel nuevamente, y ciertos sectores del centro, y seguramente toda la prensa televisiva. Pero no son tan poderosos como creen.
— ¿Pero me refiero por la alianza con Juntos por el Perú? ¿Usted va a ser candidato a la presidencia?
Justamente a eso voy. A mí, actualmente, no me impide nada. Han inhabilitado al partido, no han inhabilitado al militante. Es una sentencia bien estúpida, propia de jueces delincuentes, porque ellos dicen: «Borramos la inscripción del partido, pero los 40 mil militantes no se van a ver perjudicados». Y yo pregunto: ¿y cómo c* no se van a ver perjudicados si nos están quitando el barco en alta mar?
— Reitero mi pregunta ¿Usted va a ser candidato presidencial por Juntos por el Perú?
Claro, ya está totalmente cerrado ese punto. Mira, claro que está cerrado, pero, digamos, tenemos que pelearlo ante el Jurado Nacional de Elecciones, porque seguramente, cuando el 20 de diciembre cuando se inscriban las planchas presidenciales, va a haber una gama de tachas (…) para impedir que Antauro postule, porque ellos no quieren que postule.
— ¿Hay posibilidad de que usted salte como candidato al Senado?
Mira, ser candidato a la presidencia no te impide ser simultáneamente candidato al Senado. Por supuesto que sí.
— ¿No lo descarta entonces?
Obviamente. El número uno para el Senado, o sea voy para el senado y presidencia. Vamos a inscribir así la plancha, vamos a inscribir como candidato a la presidencia, soy la locomotora del partido.
— Decir que es la locomotora del partido, ¿no le quitaría presencia a los dirigentes?
No, no. Para nada, las cosas como son (…) este sistema electoral peruano está diseñado de tal manera que tiene que haber una locomotora en la plancha para jalar 130 vagones congresales, 60 vagones senatoriales y 5 vagones del Parlamento Andino. Ese es el modelo o, digamos, la praxis de la democracia electorera que acá se aplica.
— ¿Y las elecciones internas, lo está omitiendo?
Esas cosas burocráticas, esas cojudeces para mí, eso se verá internamente. Pero nosotros agarramos la cuota de invitados (…) Entonces vamos a administrar toda esa cuota de invitados en todos los niveles.
Antauro Humala sobre situación de su hermano Ollanta
— Días atrás fue sentenciado y una de sus propuestas es la pena de muerte. De llegar a la Presidencia ¿qué pasará con Ollanta?
Con Ollanta va a pasar lo mismo que con Toledo, Vizcarra y todos los presidelincuentes. Ellos han sido fujiconstitucionales y lavajatistas para nosotros el problema de Odebrecht no es de lavado de activos como han sido juzgado, por eso nos corresponde aplicarle la pena capital esa es nuestra posición de nosotros (..) es una traición a la patria y, por eso, la pena capital a los presidelincuentes.
— Si de su parte no hay posibilidad de amistarse con Ollanta, del otro lado, ¿existió o hubo intención?
Nunca, al contrario, cuando el asume la presidencia yo tenía 6 años de prisión. Él hace alianza con Perú Posible y a mí lo que hace es mandarme a la Base Naval. A mi derecha Abimael Guzmán y a la izquierda Montesinos. Logré salir gracias a un hábeas corpus porque si no hubiéramos terminado la cana. La pareja delincuencial Nadine Ollanta son los que se mostraron malagradecidos y malévolos con los todos los reservistas presos. Hemos recuperado la libertad y actuamos con reciprocidad, yo no rompí la relación, yo no traicioné, sería anormal olvidarme de eso. ¿Cómo quedo con mis soldados con mis hijos? Un hijo mío murió cuando estaba preso, entonces soy reciproco con el trato, la actitud que tengo es la más decente que puede haber.
— ¿Decente es querer matar a tu hermano?
Cortarle la cabeza a un rey corrupto a mí me parece recontra decente, fusilar a un violador de niños me parece recontra decente, quizás para ti no porque tú te solidarizarías con ese delincuente, pero para que el habla no y yo dirijo un partido.
Fuente: Diario La Primera.pe

Cardenal Gerhard Ludwig Müller

[Visto: 299 veces]

Hijo de un trabajador de la industria automotriz, el cardenal Gerhard Müller nació en Maguncia, Alemania, y se crió en una familia católica devota. Comenzó sus estudios en Maguncia y continuó sus estudios de filosofía y teología en Múnich y Friburgo de Brisgovia.
En 1977, Müller obtuvo un doctorado, después de haber escrito su disertación sobre la contribución del protestante Dietrich Bonhoeffer a la teología sacramental ecuménica. Su director de tesis fue el profesor, más tarde cardenal, Karl Lehmann, alumno de Karl Rahner. Al año siguiente, en 1978, Müller fue ordenado sacerdote y comenzó a enseñar en escuelas secundarias mientras servía en tres parroquias de la diócesis de Maguncia. Su apostolado intelectual continuó en 1985, cuando se convirtió en profesor en Friburgo de Brisgovia; al año siguiente, Müller asumió la cátedra de teología dogmática en la Universidad Ludwig Maximilian de Múnich. Durante los siguientes dieciséis años, Müller enseñó en Múnich, así como en muchas otras universidades, mientras ayudaba en una parroquia local. De 1998 a 2003 fue miembro de la Comisión Teológica Internacional.
En 2002, Juan Pablo II lo nombró obispo de Ratisbona, la diócesis en la que Joseph Ratzinger había enseñado una vez, Müller comenzó su trabajo apostólico allí en 2003. Durante su mandato como obispo, se dedicó a muchas obras para desarrollar la diócesis mientras servía en varias congregaciones y consejos en la Santa Sede. En 2012, Müller fijó su residencia en Roma cuando Benedicto XVI lo nombró prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF), lo que significó que ex officio también fue presidente de la Pontificia Comisión Bíblica, de la Comisión Teológica Internacional y de la Pontificia Comisión Ecclesia Dei. El papa Francisco nombró a Müller cardenal-diácono en 2014, pero se negó a renovar su mandato de cinco años al frente de la CDF en 2017. Desde que dejó la CDF, Müller ha ganado una posición aún más pública y prominente, continuando con sus publicaciones multilingües y expandiendo su apostolado por todo el mundo.
Inteligente y honesto, el cardenal Gerhard Müller es un líder decisivo y con los pies en la tierra que actuará con valentía cuando sea necesario. Respetado como teólogo, no siempre ha sido tan conservador como podría parecer, y a él mismo no le gusta la etiqueta, prefiriendo considerarse simplemente “católico“. Formado bajo la tutela de teólogos liberales alemanes como el ex jefe de los obispos del país, el cardenal Karl Lehmann, Müller ascendió en las filas de la Iglesia con el apoyo de Benedicto XVI para alcanzar una de las posiciones más elevadas de la Iglesia, prefecto de la CDF, antes de que Francisco decidiera no renovar su mandato.
Aunque la liturgia no es su prioridad, considera que la doctrina y el cuidado pastoral tienen la misma importancia, y ha fomentado la devoción eucarística de varias maneras.
Luchó por actuar de manera coherente en los primeros años de la crisis de abuso sexual, pero ha sido franco sobre el tema desde entonces, y como obispo de Ratisbona, actuó con firmeza y decisión con los grupos disidentes. En 2024 surgieron algunas preguntas sobre acusaciones menores de corrección financiera cuando era prefecto de la CDF, acusaciones que negó enérgicamente. Es considerado políticamente conservador.
Generalmente considerado como teológicamente ortodoxo en lugar de ideológico como algunos de sus colegas teólogos alemanes, Müller ha sido visto como poco ortodoxo en algunas de sus enseñanzas, como sobre la transubstanciación; y aunque no niega el dogma de la virginidad perpetua de María, ofreció una enseñanza que iba en contra del consenso teológico generalizado. También generó controversia a través de su interés en la teología de la liberación, que trató de separar de su interpretación marxista.
En general, adopta posiciones tradicionales, oponiéndose firmemente a un diaconado femenino y resistiéndose a los cambios en el celibato sacerdotal en el rito latino, aunque una vez favoreció las excepciones a finales de la década de 1980. Ferviente defensor de las enseñanzas del Vaticano II y bastante moderno en su perspectiva, ha adoptado una línea dura contra la tradicional Fraternidad San Pío X. Sin embargo, se ha acercado a la Tradición en los últimos años y ha sido un crítico acérrimo del Sínodo sobre la Sinodalidad, del Camino Sinodal Alemán y de lo que percibe como desviaciones de la enseñanza establecida de la Iglesia. También ha criticado las restricciones a la misa tradicional en latín.
De mentalidad independiente, Gerhard Müller ha sido crítico con el globalismo, la “Agenda 2030“, y sus protagonistas, a los que llama “élites fuertes y poderosas“.
Dentro de la Iglesia, es considerado como un amigo y colaborador intensamente leal que se ha esforzado por evitar criticar directamente al papa Francisco, aunque tiene muchas preguntas sobre este pontificado, cuyos defectos atribuye principalmente a los cortesanos de Francisco. Cree, por ejemplo, que Francisco es culpable de herejía material pero no formal, pero Francisco parece apreciar la lealtad de Müller y le ha otorgado varios puestos menores desde que lo destituyó como prefecto de la CDF en 2017.
Un corredor honesto, bien informado, bien leído y “sin una pizca de maldad“, según un asociado, Müller no tiene miedo de liderar y tomar decisiones difíciles.
Además de su alemán nativo, el cardenal Müller habla italiano, inglés y español.
OFICIO SANTIFICADOR
Importancia doctrinal
Como erudito de no poca estatura, el enfoque del cardenal Müller hacia la santidad está profundamente informado por sus posiciones teológicas. Gran parte de su trabajo apostólico en el oficio de santificador ha sido en el contexto de sus funciones teológicas y administrativas, algunas de las cuales se abordan a continuación en el “oficio de gobierno“.
Sobre su principio actuante para el servicio a las almas, ha dicho: “La doctrina y la pastoral son la misma cosa. Jesucristo como pastor y Jesucristo como maestro con su palabra no son dos personas diferentes“.
Por lo tanto, tal vez incluso más que para otros obispos, es importante considerar el papel sacerdotal de Müller junto con sus enseñanzas directamente pertinentes a las prácticas de santidad. Su falta de enfoque en la teología escolástica ha llevado a dificultades en algunos sectores para reconciliar sus posiciones con las de la Iglesia tal como se ha enseñado a lo largo de los siglos.
Su lema episcopal, Dominus Iesus (Jesús es el Señor), es la declaración de fe más antigua del Nuevo Testamento y es una “confesión de la divinidad de Cristo“, explicó Müller en 2012. Esta confesión, dijo, “constituye la identidad cristiana“.
Devoción a la Eucaristía
El Cardenal Müller ha alentado la devoción a la Sagrada Eucaristía de varias maneras. Mientras era obispo de Ratisbona, en 2004 revivió el “Paseo de Pentecostés” (Kötztinger Pfingstritt) de Kötzting, de seiscientos años de antigüedad, restableciendo el evento como una procesión eucarística. Hasta el día de hoy, el evento atrae hasta cuarenta mil personas cada año. En 2005, Müller participó en el Sínodo de los Obispos sobre “La Eucaristía, fuente y culminación de la vida y la misión de la Iglesia“, durante el cual pudo recurrir a su libro de 2002, Die Messe: Quelle christlichen Lebens.1 En ese libro, al hablar de la Santa Cena y del Cuerpo y la Sangre de Cristo, afirma:
En realidad, “Cuerpo y Sangre de Cristo” no se refiere a los componentes materiales del hombre Jesús durante su vida o en su corporeidad transfigurada. Más bien, el cuerpo y la sangre significan aquí la presencia de Cristo en el signo del medio del pan y el vino, que se hace comunicable en el aquí y ahora de la percepción humana ligada a los sentidos. En otras palabras, la conversión de la sustancia significa que el pan y el vino pasan de ser vehículos naturales de comunicación a ser una nueva forma de comunicación sobrenatural entre Dios y el hombre, con el objetivo de mediar la salvación, que se produjo en Jesucristo de una manera histórica real. Cristo, entonces, está realmente presente en un sentido objetivo.2
Indica que tiene la intención de explicar la doctrina de la transubstanciación, pero quiere explicarla sin recurrir a la distinción filosófica aristotélica entre sustancia y accidentes.3 En otro lugar afirma más claramente la doctrina de la Presencia Real de Jesús en la Eucaristía junto con otras doctrinas tradicionales, incluyendo “el carácter sacrificial de la Misa [y] la necesidad de un sacerdote ordenado, sin el cual no hay Eucaristía”.4
En cuanto a su celebración personal de la liturgia, prefiere para sí mismo celebrar la forma ordinaria de la Misa. Sin embargo, Müller también ha ayudado a promover otras formas nobles. En 2016, por ejemplo, se unió a los principales celebrantes, los cardenales William Levada y Donald Wuerl, en la consagración de Steven Lopes como primer obispo del Ordinariato Personal de la Cátedra de San Pedro, una institución católica que conserva elementos del patrimonio anglicano en su vida y liturgia.
Vistas de la Santísima Virgen María
La Santísima Virgen María, para Müller, es una “misionera del amor“, que nos enseña sobre el amor gratuito de Dios y nos conduce por el camino de la santidad hacia una felicidad que es puramente un don. Debemos acudir a María en nuestra necesidad, recomienda el cardenal Müller. En respuesta al “distanciamiento social” y la cuarentena por el coronavirus que tuvo lugar en todo el mundo en abril de 2020, dio los siguientes consejos espirituales en una publicación de Facebook:
En este período de indudable sufrimiento, muchos de nosotros nos vemos obligados a quedarnos en casa. Esta limitación, sin embargo, puede ser transformada. en un momento de gracia particular si encontramos tiempo para renovar nuestra intimidad con el Señor, mediante la escucha de su Palabra, con la oración personal y con la meditación de los misterios salvíficos contenidos en el Vía Crucis y en el rezo del Rosario.
Continuó diciendo que los que están en aislamiento “pueden asumir el compromiso de interceder por los necesitados”. Müller describió entonces que, después de su celebración diaria de la Santa Misa, reza a Dios, por intercesión de la Santísima Virgen María, “pidiendo la gracia del consuelo para los afligidos por el dolor, la fuerza de espíritu para todos los que les ayudan y la bendición para los que, de diversas maneras, garantizan un servicio constante al bien común“.
La virginidad perpetua de María, un dogma católico, se convirtió en un punto de discusión cuando Müller fue nombrado prefecto de la CDF. Algunos lo acusaron de haberse desviado de la fe católica con respecto a la manera en que María permaneció virgen incluso durante el nacimiento de Cristo. Müller argumenta que la doctrina no se refiere a “desviarse [de] las particularidades fisiológicas durante el proceso natural del parto (como la no apertura del canal de parto, la no lesión del himen y la ausencia de dolores de parto)”, ya que la doctrina no se centra en “detalles somáticos fisiológicos y empíricamente verificables”. Más bien, para María, “las condiciones pasivas del nacimiento están integradas en esta relación personal [con su Hijo] e intrínsecamente determinadas por ella”.5 Esta posición parece ir en contra de un consenso teológico generalizado, a saber, que la virginidad de María durante el nacimiento de Cristo incluye una dimensión espiritual, así como una integridad física milagrosa que no resultó dañada.6 Sin embargo, incluso si se aparta del consenso teológico perenne, Müller no está negando la virginidad perpetua de María, sino solo discutiendo una preocupación indefinida sobre la manera precisa en que tuvo lugar el nacimiento de Cristo.7
Traditionis Custodes
El cardenal Gerhard Müller ha criticado el motu proprio del papa Francisco, Traditionis Custodes, que impuso severas restricciones a la celebración de la misa tradicional en latín. Describió la respuesta del Papa como “dura”, y agregó: “Sin la menor empatía, se ignoran los sentimientos religiosos de los participantes (a menudo jóvenes) en las misas según el Misal Juan XXIII (1962). En lugar de apreciar el olor de las ovejas, el pastor aquí las golpea fuertemente con su cayado“.
También criticó la falta de argumentación teológica en el documento, y subrayó que la unidad en la Iglesia no requiere “una uniformidad estéril en la forma litúrgica externa, como si la Iglesia fuera como una de las cadenas hoteleras internacionales con su diseño homogéneo“.
También comparó la fuerte reacción del Papa a la antigua liturgia con su “respuesta relativamente modesta” al Camino Sinodal Alemán, y dijo que la “clara intención del documento restrictivo es condenar la Forma Extraordinaria a la extinción a largo plazo“. Además, enfatizó que la autoridad papal no consiste en la mera obediencia, sino en estar “convencido con el consentimiento de la mente“.
Müller no se considera un “tradicionalista“, ya que cree que el “contenido de los sacramentos, la res sacramenti“, es “más importante para mí que la forma ritual“. Pero se ha vuelto cada vez más simpatizante de la posición tradicional. En mayo de 2024 celebró una Misa Mayor Solemne en la Catedral de Chartres al final de la tradicional peregrinación anual de París a Chartres, y en junio de 2024 ordenó sacerdotes para el Instituto Tradicional del Buen Pastor.
Dominus Iesus contra el diálogo interreligioso
Aunque reconoce un papel valioso para el diálogo interreligioso, Müller ha aclarado que hay que distinguir entre el diálogo per se y la oración común entre los adeptos religiosos. Tales distinciones pueden volverse fácilmente borrosas, por ejemplo, en las Casas Familiares Abrahámicas que están siendo establecidas en todo el mundo por el Comité Superior de la Fraternidad Humana, la primera de las cuales se está construyendo en Abu Dhabi con el apoyo del Papa Francisco.8 Aunque estas casas indican espacios de culto separados, sin embargo, el sistema mismo supone una especie de igualdad entre las religiones. En contraste, Müller insiste: “Nosotros [los cristianos] no podemos rezar como o con los musulmanes”. Esto se debe a que “los fieles del Islam no son hijos adoptivos de Dios por la gracia de Cristo, sino sólo sus súbditos”. Müller explicó esto en su Manifiesto de Fe de 2019, diciendo: “La distinción de las tres personas en la unidad divina (CIC 254) marca una diferencia fundamental en la creencia en Dios y la imagen del hombre de la de otras religiones. Las religiones discrepan precisamente sobre esta creencia en Jesús el Cristo”.
OFICINA DE GOBIERNO
Obispo de Ratisbona
Como obispo de Ratisbona de 2003 a 2012, Gerhard Müller participó en una serie de actividades destinadas a mejorar la vida de la Iglesia local. Las iniciativas apostólicas incluyen la colaboración de Müller con la Comunidad Emmanuel para llevar a cabo una misión urbana en 2008, que se extendió a otras parroquias de la ciudad al año siguiente. Esta iniciativa acabó involucrando a más de mil voluntarios que ayudaron a hacer de la fe católica un punto de referencia en el diálogo. Con el fin de ayudar tanto a los residentes como a los turistas, Müller también introdujo y apoyó el proyecto Inner City Counseling (Innenstadtseelsorge) en el centro de Ratisbona.
Müller también estaba dispuesto a corregir lo que él veía como una enseñanza y toma de decisiones de tipo protestante a nivel diocesano, decanato y parroquial, promovida principalmente por tres grupos: el Comité Central de Católicos Alemanes (Zentralkomitee der deutschen Katholiken [ZdK]), el Círculo de Acción de Ratisbona (Aktionskreis Regensburg [AkR]), y Somos Iglesia (Wir sind Kirche). Los grupos reaccionaron con múltiples intentos de arruinar su reputación. Así es como sucedió.
Bajo el liderazgo del cardenal Müller, de 2010 a 2012, el número de religiosos, sacerdotes religiosos y diáconos permanentes aumentó marginalmente, mientras que el número de sacerdotes diocesanos disminuyó de 812 a 792.
Lucha contra la disidencia en Ratisbona
De 2004 a 2005, Mons. Müller conoció la diócesis de Ratisbona, bajo su cuidado, realizando una visita pastoral a sus ocho regiones. Al encontrar una protestantización generalizada bajo el disfraz del “Espíritu del Vaticano II” y la “democracia“, con participantes en los tres grupos mencionados anteriormente a favor de que los laicos dirigieran efectivamente las parroquias, así como la ordenación de mujeres, Müller reorganizó la cooperación laica para corregir sus aberraciones. Corrigió a algunos participantes, incluyendo tanto a laicos como a sacerdotes, despidiendo a un teólogo, retirando a otro el permiso para enseñar, devolviendo los roles de liderazgo al clero e incluso imponiendo sanciones financieras, como está permitido en el derecho canónico. En respuesta, el laico Hans Maier, presidente de la ZdK, apeló contra las decisiones de Müller argumentando que eran contrarias al derecho canónico. La Congregación para el Clero, sin embargo, decidió en 2006 que Müller estaba plenamente dentro de su autoridad como obispo para hacer esos cambios. Después de una nueva apelación, la Signatura Apostólica se puso del lado de Müller y cerró definitivamente el caso en 2007. Estos acontecimientos influyeron en Müller, quien más tarde diría:
Después de muchos años de experiencia pastoral de muchos tipos, creo que tal vez sea hora de profundizar en el concepto de “método pastoral”. Yo, por mi parte, tiendo a tener poca confianza en la insistencia de que la solución a la secularización de una diócesis o de una parroquia reside en la aplicación de una nueva teoría pastoral, o que “ahora la liturgia debe ser reconfigurada de esta nueva manera para que sea creíble y participativa”. Detrás de estas declaraciones, no es difícil encontrar una línea de razonamiento basada en postulados simplemente humanos que, proponiendo recetas pastoriles de laboratorio, persigue la ingenua aspiración de resolver todos los problemas. Especialmente hoy, cuando nuestras sociedades están bajo la influencia de un secularismo tan agresivo, la misión debe dar prioridad a la gracia divina.9
Abordar el abuso sexual
En relación con las relaciones de Müller con los grupos laicos activistas de su diócesis, están las acusaciones de que no abordó adecuadamente los abusos de menores perpetrados por el clero de esa diócesis. Uno de los principales problemas concierne al Padre Peter Kramer. En 1999, cuatro años antes de que Müller se convirtiera en obispo de Ratisbona, Kramer había sido arrestado, juzgado y declarado culpable de abuso de niños y fue sentenciado a tres años de libertad condicional por un juez civil. De 2001 a 2003, Kramer trabajó como “sacerdote suplente” con el permiso de su terapeuta. Completó su período de prueba en 2003, tras lo cual el terapeuta no recomendó que se extendiera su período de prueba. Ese mismo año, Müller comenzó su labor apostólica como obispo, y recibió la noticia de que, desde el punto de vista terapéutico, Kramer podía ser nombrado párroco de una parroquia. Mientras tanto, Müller y su personal discutieron con el juez si Kramer podía volver al trabajo parroquial a tiempo completo, recibiendo indicaciones de que sí podía. Por lo tanto, Müller nombró a Kramer para una parroquia en Riekofen, sin revelar el pasado de Kramer. El sacerdote comenzó a abusar de los niños casi de inmediato. El abuso continuó durante tres años en secreto hasta que Müller se enteró y retiró a Kramer del ministerio. En lugar de disculparse, Müller escribió una carta explicando por qué pensaba que sus decisiones eran razonables; Esto no fue bien recibido. Cuando los laicos se quejaron más tarde del manejo y la negligencia de Müller, y los medios de comunicación comenzaron a informar sobre esto, el obispo dijo que sufría de una Diffamierungskampagne, “una campaña de difamación“.
Según Müller, no merece ser culpado en materia de abusos, ya que hay una cronología documentada de que inició investigaciones sobre abusos sexuales a menores tan pronto como tuvo conocimiento del problema.10
En 2011, el criminólogo Christian Pfeiffer fue contratado en conjunto con la diócesis para investigar el abuso sexual de menores por parte del clero. En 2013, después de que Müller renunciara a su trabajo en Ratisbona y se estableciera en Roma como prefecto de la FCD, el estudio de Pfeiffer fue cancelado. Precisamente por qué es un tema de discusión. Según Pfeiffer, el obispo Gerhard Müller fue en gran parte responsable de esta cancelación, ya que Müller, junto con el cardenal Marx, quería cambiar el contrato y reemplazarlo por uno nuevo que favoreciera la censura. El padre Hans Langendörfer, secretario de la Conferencia Episcopal Alemana, no estuvo de acuerdo, argumentando que el contrato fue cancelado no por motivos de censura, sino porque Pfeiffer quería mantener en un registro permanente las cintas y entrevistas y ponerlas a disposición de una amplia variedad de personas. investigadores sin proteger adecuadamente los datos, mientras que los obispos —no solo Müller, sino todos ellos— querían que los datos estuvieran más protegidos y no para el consumo público. Müller también trabajó para desmantelar los argumentos de Pfeiffer, señalando que el investigador culpó al celibato clerical por el abuso y abogó por un ejercicio más libre de la sexualidad.
En 2015, la AkR —un grupo laico mencionado anteriormente que había sido disciplinado por Müller por su protestantización— presentó una queja formal contra el exobispo de Ratisbona, alegando que no ejerció su responsabilidad por los abusos sexuales en la diócesis. Ese mismo año, Günther Perottoni, jefe de la rama de Ratisbona del Weißen Ring, y el abogado Ulrich Weber, que se habían ofrecido como voluntarios para esta organización de protección de las víctimas desde 2006, iniciaron un estudio independiente de las acciones de la diócesis. En 2017, Weber escribió en su informe final que Müller era responsable de las “debilidades estratégicas, organizativas y comunicativas” en el proceso de investigaciones iniciado en 2012 cuando aún era obispo. Algo de esto, señala Weber, incluyó el abuso de más de quinientos niños en el coro dirigido por monseñor Georg Ratzinger, hermano de Joseph Ratzinger (Benedicto XVI). Aunque Monseñor Ratzinger no ha sido acusado de abuso, y no ha sido acusado de saberlo, sin embargo, al menos parece haber sido negligente en la protección de los niños. Müller ha dicho que el informe de Weber es inexacto y pidió a los funcionarios estatales que se disculpen por dañar su buen nombre.
En 2017, Marie Collins, superviviente de abusos, dimitió de la Comisión Pontificia para la Protección de los Menores. Entre sus razones estaban las críticas a la CDF, en ese momento dirigida por el cardenal Müller, y una aparente negativa de la CDF a responder a las cartas de las víctimas de abusos. El cardenal Müller respondió diciendo que era un “malentendido” pensar que su oficina “podría ocuparse de todas las diócesis y órdenes religiosas del mundo“. Agregó que la congregación pide a los obispos que respondan y transmitan información, diciendo que la CDF hará todo lo posible para lograr justicia.
Cierre de centros de embarazo controvertidos
En Ratisbona, el obispo Müller puso más poder en manos del clero que de los laicos, y en 2005 reformó las estructuras eclesiales con el objetivo de alinear más la gobernanza con el Código de Derecho Canónico. También como obispo en 2011, cerró los centros de embarazo Donum Vitae por instrucción de Benedicto XVI, ya que estaban involucrados en el asesoramiento sobre el aborto. Ese mismo año, Müller prohibió a Hans Maier, ex jefe de la mayor organización católica laica alemana, la ZdK, utilizar un centro diocesano para promover sus memorias porque Maier había apoyado a la asociación Donum Vitae.
Habilidades Administrativas y Finanzas
El cardenal Müller no se destacó por sus habilidades administrativas en la CDF, y su enfoque de las finanzas es mixto.
El impuesto eclesiástico alemán ha sido objeto de mucha discusión, a menudo culpada de debilitar el testimonio de la Iglesia al fomentar el compromiso con el Estado y disuadir lo que Benedicto XVI llamó Entweltlichung (falta de mundanidad).
Se cree que Müller, al igual que Benedicto XVI, se opuso a un decreto de los obispos alemanes de 2012 que prohibía a los católicos alemanes participar en la vida de la Iglesia si no habían pagado el impuesto. Sin embargo, no desea que el gravamen termine necesariamente. Aunque claramente no está contento con el estado de la Iglesia alemana y sus frecuentes compromisos con los valores seculares (dijo en 2019 que los activos de la Iglesia no están ahí para “engordar a los funcionarios” y para “alquilar una plataforma para las vanidades de la gente”), cree que menos dinero no resolverá los problemas de la Iglesia y señala que la mayor parte del dinero se destina a hospitales católicos y otras obras sociales necesarias. Como prefecto de la CDF, el cardenal participó en los dos sínodos sobre la familia (2014 y 2015), y fue miembro del grupo de lengua alemana que fue crucial para aprobar una propuesta que más tarde permitiría a los divorciados “vueltos a casar” recibir la Sagrada Comunión en algunos casos. El papel de Müller en el voto del grupo a favor de la proposición no está claro: según el cardenal Reinhard Marx, el grupo votó “unánimemente” a favor de la propuesta sobre la base de que era tomista y, por lo tanto, implicaba que el prefecto de la CDF le había prestado su peso. Dos años después, sin embargo, el cardenal Müller dijo que nunca dio su consentimiento a la propuesta.
Alegaciones financieras
En el verano de 2024, el cardenal Müller se enfrentó a varias acusaciones financieras derivadas de su mandato como entonces prefecto de la CDF.
Basándose en fuentes anónimas cercanas al Dicasterio para la Doctrina de la Fe, la Secretaría para la Economía y la Oficina del Auditor General del Vaticano, la publicación católica The Pillar afirmó que la salida de Müller del cargo se produjo después de problemas financieros en la CDF, lo que llevó a una investigación y al Papa ordenó al cardenal que devolviera cientos de miles de euros a su propio departamento.
The Pillar informó que fuentes familiarizadas con la investigación habían dicho que decenas de miles de euros en fondos departamentales se mantuvieron en efectivo en cajones de oficinas y fueron utilizados como fondos discrecionales no recibidos por los funcionarios; que aproximadamente 200,000 euros destinados a la cuenta bancaria departamental de la FCD fueron depositados en la cuenta personal de Müller; y que el cardenal regaló a un amigo personal una mesa de conferencias de siglos de antigüedad, utilizada para convocar las reuniones más importantes de la oficina doctrinal.
Estos descubrimientos surgieron en 2015, dos años antes de que Müller se viera obligado a dimitir, después de que se llevara a cabo una investigación y la Secretaría de Economía del Vaticano descubriera que decenas de miles de euros en efectivo fueron retirados de la oficina en bolsas de plástico. Cientos de miles de euros en efectivo se dejaron acumular sin registros adecuados de su origen o uso, afirmó The Pillar.
El cardenal Müller respondió emitiendo múltiples declaraciones, negando rotundamente cualquier irregularidad y diciendo que los fondos que terminaron en su cuenta bancaria se debieron a un error administrativo relacionado con los números de cuenta. Tras la investigación del Vaticano, el papa Francisco habría ordenado al cardenal Müller que devolviera los fondos que habían sido transferidos a su cuenta personal.
Las declaraciones de Müller no se refirieron al intento de retirar bolsas de dinero de las oficinas de la CDF inmediatamente antes de una inspección, pero dijo que un funcionario al que llamó “una figura de gran rectitud y experiencia probada” había inventariado “de una manera algo confusa, diríamos que al azar en comparación con los estándares adoptados posteriormente”, el dinero entrante relacionado con el trabajo del dicasterio.
Con respecto a las acusaciones de irregularidades financieras, Müller desestimó las afirmaciones como “literatura sensacionalista barata” e historias “ingeniosamente montadas”. No se perdió dinero durante su mandato, afirmó, y las finanzas de la FCD se administraron adecuadamente.
Con respecto a la mesa, declaró que había recaudado fondos de forma independiente para una nueva mesa y afirmó haber obtenido el permiso de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA) para retirar la antigua mesa, que describió como “en ruinas”. No se refirió directamente a las afirmaciones de que le dio la mesa antigua como regalo a un amigo personal, un restaurador y comerciante de muebles antiguos, pero enfatizó que sus acciones fueron transparentes, realizadas con honestidad y que había aclarado todos los aspectos de la situación.
Agregó que los eventos reportados por The Pillar habían sido esclarecidos hace mucho tiempo y que la CDF no había perdido dinero bajo su liderazgo. Müller también enfatizó que los fondos se guardaban en una caja fuerte y, aunque el manejo pudo haber sido desordenado, no había nada ilegal en ello. En comentarios a una publicación española, describió el resurgimiento de la historia como difamatorio y carente de cualquier propósito informativo.
El cardenal no respondió a las preguntas detalladas enviadas por The Pillar, pero caracterizó el informe como una “intriga típica” y una “campaña extraordinariamente hiriente“, sugiriendo que tenía la intención de dañar su reputación. El cardenal reiteró sus fuertes objeciones al informe de The Pillar en comentarios a Raymond Arroyo que se emitieron en el programa The World Over de EWTN el 8 de agosto de 2024.
DESPACHO DOCENTE
Producción académica
Con más de quinientas publicaciones a su nombre, la producción erudita y popular de Gerhard Müller manifiesta su serio compromiso con el magisterio de un obispo. Afirma:
“Para mí nunca hubo contradicciones entre ser sacerdote y estudiar. Siempre estuve convencido de que la fe católica corresponde a las más altas exigencias intelectuales. Nunca debemos temer a la confrontación intelectual; No tenemos una fe ciega, pero la fe no puede reducirse de una manera racionalista. Espero que todos tengan una experiencia similar a la mía: la de identificarse de una manera sencilla y sin problemas con la fe católica y de practicarla”.
El Cardenal Müller ha recibido numerosos reconocimientos internacionales por su erudición. En 2001 se convirtió en miembro de la Pontificia Academia de Santo Tomás de Aquino y un año más tarde fue nombrado miembro correspondiente de la sección teológica de la Real Academia de Doctores de España en Madrid. Ha recibido el título de Dottore Honoris Causa por tres universidades católicas polacas (Lublin, 2004; Varsovia, 2007; y Wrocław, 2015) y un doctorado honoris causa de la Universidad de Lima en Perú.
Ha publicado en muchos campos, incluyendo el ecumenismo, la teología moderna, la teología de la revelación, la hermenéutica teológica y la eclesiología. Entre sus obras más conocidas se encuentra su Katholische Dogmatik: Für Studium und Praxis der Theologie, publicado por Herder.
Debido a la gran cantidad de temas que Müller ha tratado, a menudo en detalle, solo se tratan aquí algunos de los más destacados o controvertidos.
Puntos de vista sobre la teología de la liberación
Dada la actual reputación del cardenal Müller por la ortodoxia, incluso por el conservadurismo, puede ser una sorpresa para algunos que haya defendido una teología de la liberación “correcta”.
Su compromiso con esa polémica esfera comenzó en 1988 cuando fue invitado a participar en un seminario dirigido por Gustavo Gutiérrez, uno de los fundadores de la teología de la liberación. Ya la Congregación para la Doctrina de la Fe había escrito dos veces sobre este tema con los importantes documentos Instrucción sobre ciertos aspectos de la “Teología de la Liberación” (1984) e Instrucción sobre la libertad cristiana y la liberación (1986), así como correcciones del libro de Leonardo Boff sobre la “eclesiología militante” (1985). Aunque acepta esas intervenciones y reconoce que la teología católica no debe mezclarse con “la doctrina de la autorredención marxista”, Müller admite libremente: “Un niño católico de Maguncia tiene la pasión social en la sangre, y estoy orgulloso de ello”. Durante quince años, pasó hasta tres meses de los doce en América del Sur, especialmente en Perú y Argentina, en condiciones sencillas, enseñando y aprendiendo sobre la teología de la liberación. Müller se hizo tan amigo de Gutiérrez que fueron coautores de un libro destinado a aclarar las cosas: Del lado de los pobres: la teología de la liberación (2015). En la obra, Müller argumenta: “La gente no debería sospechar de la teología de la liberación en todas sus formas simplemente por su uso de algunas ideas marxistas. En cambio, deberían investigar el marxismo como una apropiación y secularización de las convicciones básicas de la teología cristiana de la historia y la escatología”.11 Según él, “la teología de la liberación se diferencia fundamentalmente del marxismo por su fundamento en una antropología teológica”, de modo que una teología adecuada de la liberación tiene vínculos significativos con la nouvelle théologie francesa y el pensamiento de Karl Rahner: “Cuando la teología de la liberación se pone en relación con las teologías de Lubac y Rahner, las preguntas sobre ella y las objeciones a ella se resuelven por sí mismas”.12 Müller repitió la misma posición en su obra The Cardinal Müller Report: An Exclusive Interview on the State of the Church, con Carlos Granados (BAC, 2016/Ignatius Press, 2017). Teniendo una gran amistad con Gutiérrez, Müller organizó una misa en la que concelebraron con el papa Francisco.
Celibato sacerdotal
El tema del celibato sacerdotal también ha recibido atención del cardenal Müller. En los últimos tiempos, parece oponerse a la muy discutida propuesta de ordenar viri probati (hombres casados probados) al sacerdocio en la Iglesia latina, que se ve como una solución a la escasez de vocaciones. En una entrevista con el periódico italiano La Repubblica, llegó a los titulares al decir: “Ni siquiera el Papa puede abolir el celibato sacerdotal”. Recordó el sínodo de Trullo de 692 en el que el emperador intentó obligar a la Iglesia a abolir el celibato; Müller señaló que el celibato “no es una ley que se pueda cambiar a voluntad” porque tiene “profundas raíces en el sacramento del orden”. Explica: “El sacerdote es el representante de Cristo Esposo; vive una espiritualidad viva que no se puede cambiar” y, además, “la tradición de la Iglesia no es un juego que se pueda moldear a voluntad”. Sin embargo, se señaló en el sínodo de la Amazonía, en el que se discutió abiertamente este tema, que en 1991 Müller había dado una charla en la que se mostró a favor de mantener el celibato al tiempo que ordenaba a hombres casados.13 Recordando una reunión en la que participó en 1988, dijo:
Los sacerdotes célibes son necesarios para el sacerdocio. Sin embargo, debe ser posible ordenar padres de familia religiosamente probados y educados teológicamente, no solo en las zonas remotas, sino también en las grandes parroquias de las ciudades, para que se puedan seguir celebrando las prácticas pastorales y litúrgicas básicas. Un nuevo concepto de este tipo no estaría en contradicción con la tradición de la Iglesia, ya que la fidelidad a la tradición no significa que la Iglesia esté comprometida sólo con la historia pasada, sino, por el contrario, mucho más con la historia futura“.
Significativamente, en sus declaraciones sobre la tradición del celibato sacerdotal desde 1991 o 1992, Müller no se ha retractado completamente de su razonamiento anterior. En cambio, ha enfatizado el valor del celibato como la “norma”, al tiempo que argumenta que la introducción de sacerdotes casados “significaría incuestionablemente el fin del celibato”, lo que sería inaceptable.14
Ordenación Femenina
Con respecto a la ordenación femenina, Müller ha sostenido consistentemente que es contraria a la fe y la práctica católicas. Su obra Priestertum und Diakonat (2000) — Sacerdocio y diaconado (2002) — es algo así como un clásico.15 En él, Müller argumentó que el diaconado es el primer grado esencial del sacramento del Orden, por lo que las mujeres no pueden ser ordenadas. Aunque los diáconos no actúan in persona Christi capitis, “en la persona de Cristo cabeza”, sino como Cristo era un siervo, sin embargo, esta configuración con Cristo está reservada sólo a los hombres por tradición y como signo del Esposo que está unido a su Esposa, la Iglesia. El trabajo de Müller influyó mucho en la Comisión Teológica Internacional, cuyo subcomité, que incluía a Christoph Schönborn, había examinado la cuestión de las mujeres diáconos de 1992 a 1997. El cardenal Ratzinger reconfiguró la comisión para incluir a Gerhard Müller y Luis Tagle; después de examinar el tema, la Comisión produjo el documento De la Diaconía de Cristo a la Diaconía de los Apóstoles (2002). Phyllis Zagano, una autora estadounidense que apoya firmemente a las mujeres diáconos, señala que el documento de la ITC se basa en gran medida en el trabajo no atribuido de Müller.16
Significativamente, los puntos de vista de Müller sobre el diaconado influyeron y se unieron tan fuertemente a los de Ratzinger que Benedicto XVI cambió el derecho canónico para reflejar esa teología más de cerca.17 El profesor protestante Thomas Schirrmacher sostiene que cuando el papa Francisco decidió explorar la cuestión de la ordenación de las mujeres, Müller se negó a encabezar otra comisión sobre el tema: “La rechazó; Lo vio como una puerta de entrada para el tema de la ordenación de mujeres”. Reiteró su oposición a un diaconado femenino tras la noticia de que el Papa había decidido en abril de 2020 crear una segunda comisión para discutir el tema (la tercera de este tipo en los últimos años). “Las mujeres no pueden ser sacerdotes”, dijo, “porque esto está excluido por la naturaleza del Sacramento del Orden”.
Pero aparte de un diaconado femenino, Müller no tiene ningún problema con que las mujeres tengan un papel más importante en la Iglesia, ni las mujeres como ministras extraordinarias de la Eucaristía, ni las niñas como monaguillos.
Planteamiento de la defensa de la doctrina
Sobre su nombramiento como prefecto de la CDF, Müller dijo que veía a la Iglesia “no como una fortaleza, sino más bien como un sacramento, un signo, un símbolo y un instrumento para la salvación de todas las personas”. Añadió que el papel de la congregación es, sobre todo, apoyar la misión de la Iglesia, que hoy significa defender la fe “del asalto del secularismo y del materialismo, que niega la dimensión trascendente de la existencia humana y, por lo tanto, distorsiona la orientación ética, moral e intelectual de la sociedad”.
Müller considera que la fe ofrece la mejor alternativa a la cultura de la muerte, ya que los cristianos promueven la cultura de la vida y de la esperanza. Pero también cree que la Iglesia debe aceptar todo lo que es bueno y verdadero de la sociedad contemporánea, al tiempo que defiende a la familia como un testimonio profético para la sociedad. De hecho, nunca se ha visto a sí mismo como un “conservador” y se opone a esa etiqueta. Más bien, se ve a sí mismo y a su teología como plenamente coherentes con el Concilio Vaticano II, al tiempo que reconoce los problemas de la teología liberal. En una entrevista de 2017 con el National Catholic Register, dijo: “Toda mi vida, después del Concilio Vaticano II, he notado que aquellos que apoyan el llamado progresismo nunca tienen argumentos teológicos. El único método que tienen es desacreditar a otras personas, llamándolas ‘conservadoras’, y esto cambia el verdadero punto, que es la realidad de la fe, y no en su disposición personal subjetiva, psicológica”.
“Por ‘conservador’, ¿qué quieren decir?”, continuó. “Teológicamente no es posible ser conservador o progresista. Son categorías absurdas: ni el conservadurismo ni el progresismo tienen nada que ver con la fe católica. Son formas políticas, polémicas, retóricas. El único sentido de estas categorías es desacreditar a otras personas”.
Documento de la Fraternidad Humana
En mayo de 2020, el cardenal Müller respaldó el controvertido Documento de 2019 del Papa Francisco sobre la Fraternidad Humana, que algunos eruditos católicos dicen que contiene herejía. En un artículo publicado en la revista Communio, Müller argumentó que el documento no había llevado ni al Papa ni al gran imán de al-Azhar, cosignatarios, “a renunciar a su propio credo” y que “no abre la puerta al relativismo dogmático y ético”.
Concilio Vaticano II
Respetado por su experiencia teológica y visto como un verdadero creyente, el cardenal Müller es lo que una fuente llamó un “prelado del Vaticano II“. Ha dicho que los problemas que siguieron al Concilio “no fueron causados por el Concilio” y que la “mentalidad secularista” que le siguió “no tenía nada que ver con el Concilio”. El secularismo fue promovido en el siglo XIX por “liberales que negaban la ley sobrenatural”, por lo que las “olas de secularismo comenzaron a socavar a la Iglesia mucho antes del Concilio“.
No es un pionero teológico ni uno que se adhiera a un enfoque hegeliano de la teología en el molde de su colega cardenal alemán Walter Kasper, pero sí se ve a sí mismo como un innovador teológico, como lo indican sus puntos de vista sobre la virginidad de María y la teología de la liberación. Políticamente, sin embargo, es un conservador. Müller ha adoptado una línea dura contra la tradicional Fraternidad San Pío X, tanto como obispo de Ratisbona como más tarde como prefecto de la CDF, cuando también era presidente de la Comisión Pontificia Ecclesia Dei, el organismo encargado de regularizar la FSSPX. En 2012, los acusó de desarrollar ideas que “se convirtieron en una ideología” que luego usan para “juzgar todas las cosas”. Ha rechazado su énfasis en la liturgia, diciendo que se puede celebrar más de una forma. También ha rechazado sus puntos de vista sobre el Vaticano II, diciendo que sus razones para oponerse al Concilio surgen del “uso de la terminología”. Pero la Iglesia “nunca se contradijo a sí misma”, dijo. Justo antes de dejar la CDF en 2017, Müller envió una carta a la FSSPX con la aprobación del Papa Francisco, deteniendo las conversaciones con el Vaticano.
El cardenal Müller ha sido un fuerte crítico del camino sinodal de la Iglesia alemana (2020-2023), que aparentemente tenía como objetivo abordar los problemas clave derivados de la crisis de abusos sexuales por parte del clero, pero que, según los críticos, estaba orientado a que la Iglesia se alineara con los tiempos y esencialmente protestantizara o incluso secularizara la Iglesia. Müller comparó el proceso con la Ley Habilitante de 1933, cuando la República de Weimar otorgó amplios poderes a Adolf Hitler. Dijo que el camino sinodal era igualmente una “asamblea autoproclamada, que no está autorizada por Dios, ni por el pueblo al que se supone que representa”.
Coronavirus
En mayo de 2020, el cardenal Müller firmó un llamamiento en el que expresaba su preocupación por las medidas mundiales que se estaban aplicando para frenar la pandemia de coronavirus y pedía que se respetaran “los derechos inalienables de los ciudadanos y sus libertades fundamentales”. El llamamiento, entre cuyos firmantes se encontraban el cardenal Joseph Zen Ze-kiun, Robert Kennedy Jr. y varios médicos, abogados y periodistas, decía que el coronavirus era un “pretexto” para privar a los fieles de la misa y, entre otros objetivos, imponer un gobierno mundial. El llamamiento, emitido el 7 de mayo de 2020, había sido redactado por el arzobispo Carlo Maria Viganò, exnuncio apostólico y acérrimo crítico del papa Francisco. Algunos obispos alemanes, incluido el jefe de la conferencia episcopal del país, se distanciaron de la petición, mientras que otros pensaron que los obispos se estaban alejando de su campo de especialización al firmar tales peticiones. El cardenal Müller se mantuvo firme en su decisión de respaldarla, criticando la suspensión de las misas públicas impulsada por el Estado y la cooperación de la jerarquía, como “algo muy serio” y revelando que “el pensamiento secularista ha entrado en la Iglesia“. Dijo que aquellos que tienen una opinión diferente hoy son considerados “teóricos de la conspiración”, y agregó que algunos dentro de la Iglesia usaron el texto “para hacer capital indignado contra sus supuestos oponentes”.
En diciembre de 2021, Müller sugirió además que una “fuerte élite financiera” estaba utilizando las políticas de COVID-19 en todo el mundo para “imponer la conformidad” y “tomar el control total”. También los acusó de “pensamiento totalitario”. Dijo que la respuesta de algunos obispos y sacerdotes al cerrar iglesias o negar los sacramentos fue un “pecado grave” que va en contra de su “autoridad dada por Dios”. Con respecto a las vacunas contra el COVID, dijo que se debería permitir a los cristianos seguir su conciencia y optar por no cumplir con los mandatos de vacunación, especialmente en los casos en que el tejido fetal abortado puede haber sido parte de la línea celular utilizada para desarrollar la vacuna.
Sínodo sobre la sinodalidad
El cardenal Müller ha sido un crítico acérrimo del Sínodo sobre la Sinodalidad, calificándolo como un paso hacia la “protestantización” y representando una “toma de control hostil” de la Iglesia Católica. Lo ha criticado por manipulación, por estar predeterminado, y ha cuestionado su legitimidad canónica.18
Al final de la segunda y última asamblea en 2024, amonestó firmemente a los miembros no identificados, pero claramente influyentes del Sínodo sobre la Sinodalidad por invocar al Espíritu Santo para tratar de socavar la enseñanza de la Iglesia. Enumeró siete formas en las que creía que lo habían hecho.
Fiducia Suplicas
El cardenal Müller ha criticado abiertamente la declaración del Vaticano Fiducia Supplicans, argumentando que el documento es contradictorio en sí mismo y requiere más aclaraciones. Él cree que la declaración no se alinea con la doctrina católica tradicional y podría llevar a confusión y errores doctrinales dentro de la Iglesia. Ha dicho que no había necesidad de ello y ha criticado su enfoque pastoral, diciendo que no aborda adecuadamente la necesidad de una comprensión clara de la gracia, el pecado y la salvación. También le ha preocupado que la declaración pueda llevar a la división en la Iglesia, y ha pedido que se vuelva a la claridad de la enseñanza tradicional de la Iglesia, tal como se describe en el Catecismo y la Palabra de Dios. Unos meses antes, en el contexto del Camino Sinodal Alemán, había calificado de “blasfemia” las bendiciones entre personas del mismo sexo.
Otros pronunciamientos
En abril de 2024, el cardenal Müller reprendió a las autoridades belgas locales que intentaron cerrar una conferencia en la que habló, comparándolas con “gobernantes absolutistas del pasado” y deseando retirar el “derecho fundamental a la libertad de reunión”.
Antes de las elecciones presidenciales de 2020 en Estados Unidos, el cardenal Müller instó a los votantes católicos estadounidenses a “probar los espíritus” antes de votar, enfatizando que cualquier político que promueva activamente el aborto y la eutanasia “no es elegible para ser elegido” desde una perspectiva católica. Se refirió a la Sagrada Comunión para los políticos proaborto como Joe Biden, diciendo que si bien no debería haber debates públicos en la barandilla de la Comunión, sus párrocos y obispos deben comunicar claramente la postura de la Iglesia sobre el aborto. En general, Müller dijo que los obispos y sacerdotes deben formar las conciencias de los fieles basadas en la ley natural y las enseñanzas de Cristo, en lugar de imponer preferencias políticas personales.
RELACIÓN CON EL CARDENAL RATZINGER/ BENEDICTO XVI Y FRANCISCO
Defensor y crítico papal
Desde la elección del papa Francisco, el cardenal Müller ha tratado de defender a Francisco y sus acciones personalmente, al tiempo que ha criticado enérgicamente numerosos aspectos de su pontificado que cree que se han apartado o parecen apartarse de la teología y la eclesiología sanas.
En una entrevista de 2017, el cardenal Müller defendió la controvertida exhortación apostólica de Francisco Amoris Laetitia, diciendo que “debe interpretarse claramente a la luz de toda la doctrina de la Iglesia”. Müller también enfatizó la importancia de mantener la estructura de la Iglesia Católica, debido al hecho de que muchos obispos comenzaron a interpretar la publicación de acuerdo con su propio entendimiento.
Los comentarios sobre Amoris Laetitia de algunos líderes católicos afirmaron que la publicación era una forma de que la Iglesia cambiara la doctrina de la Iglesia para permitir que las personas divorciadas y “vueltas a casar” recibieran la Sagrada Comunión. Sin embargo, el cardenal Müller señaló que si la publicación del Papa “hubiera querido eliminar una disciplina tan profundamente arraigada y significativa, lo habría dicho claramente y habría presentado razones de apoyo”.
Sin embargo, más tarde criticó el enfoque oficial del Papa sobre la parte más controvertida del documento: el acceso a los sacramentos para los católicos divorciados y vueltos a casar civilmente.
En una carta de 2023 al cardenal Dominik Duka, el cardenal Müller criticó la interpretación del cardenal Víctor Manuel Fernández de Amoris Laetitia, calificándola de “teológicamente ambigua”, y las directrices emitidas por los obispos argentinos sobre la recepción de la Sagrada Comunión por parte de los católicos divorciados y vueltos a casar civilmente, que se convirtieron en la posición oficial del papa Francisco sobre el tema.19
En 2023, dijo que el papa Francisco “ya ha pronunciado muchas herejías materiales”, pero que como no se trata de herejías formales, el papa Francisco no ha perdido su cargo.
Manifiesto de Fe
En febrero de 2019, el cardenal Müller pronunció un Manifiesto de Fe para recordar a obispos, sacerdotes, religiosos y laicos de la Iglesia Católica la verdad de la revelación.
Escrito en respuesta a las peticiones de “muchos obispos, sacerdotes, religiosos y laicos”, el testimonio de la doctrina católica abarcaba la cristología, la eclesiología, los sacramentos, la moral y la escatología. Su objetivo era proporcionar una aclaración en el contexto de un pontificado cuyos pronunciamientos muchos fieles habían encontrado a veces confusos, desorientadores e inconsistentes con la enseñanza de la Iglesia, y en medio de lo que Müller dijo que era un “peligro creciente” de que las personas estén “perdiendo el camino hacia la vida eterna”.
Müller hace una fuerte referencia al Catecismo de la Iglesia Católica a lo largo del manifiesto, y, dentro de la discusión de los sacramentos, señala que los individuos conscientes de un pecado grave, incluidas las personas “divorciadas y “vueltas a casar” civilmente, cuyo matrimonio sacramental existe ante Dios, así como aquellos cristianos que no están en plena comunión con la fe católica y la Iglesia, “debe recibir el sacramento de la Reconciliación antes de recibir la Comunión”.
Advierte contra los obispos y sacerdotes que guardan silencio sobre las duras verdades de la Fe, diciendo que hacerlo es “el mayor engaño”, sobre el cual el Catecismo advirtió “vigorosamente” como posiblemente presagio del surgimiento del anticristo, haciéndose eco de lo que el cardenal Willem Eijk había dicho un año antes. Citando la segunda carta de San Pablo a Timoteo, exhorta a los obispos y sacerdotes a “predicar la Palabra a tiempo y a destiempo”, porque llegará un momento en que no se soportará la “sana doctrina”, sino que la gente tendrá “comezón de oídos”.
Respondiendo a la Dubia
Müller también ha argumentado en contra de emitir una corrección fraternal del Papa, al tiempo que alienta una respuesta papal a las dubia. “Lo que la Iglesia necesita en esta grave situación no es más polarización y polémicas, sino más diálogo y confianza recíproca”, dijo en 2017. “El Sucesor de San Pedro merece pleno respeto a su persona y a su mandato divino y, por otra parte, sus honestos críticos merecen una respuesta convincente“.
Dijo que una posible solución podría ser que el papa hiciera que un grupo de cardenales “comenzara una disputa teológica con algunos representantes prominentes de la dubia y las ‘correcciones’ sobre la interpretación diferente y a veces controvertida de algunas declaraciones en el capítulo 8 de Amoris Laetitia“.
Al igual que con la mayoría de sus comentarios sobre el pontificado de Francisco y el propio Francisco, Müller busca proporcionar una voz conciliadora en lugar de crítica, generalmente simplemente reafirmando lo que la Iglesia siempre ha enseñado. Genuinamente preocupado por el hecho de que el pontificado exista en una especie de vacío teológico y eclesiológico, carente de un conocimiento básico de conceptos cruciales, ha intentado, a su manera, ofrecer correctivos básicos.
Pero sus esfuerzos de conciliación también confundieron a algunos, como en 2017, cuando, como prefecto de la CDF, minimizó lo que muchos veían como problemas con Amoris Laetitia, diciendo a un programa de televisión italiano que el documento no representaba “ningún peligro para la fe” y por lo tanto no era necesaria una corrección fraterna, y criticando a los cuatro “cardenales dubia” por hacer público su llamamiento al Papa para que lo aclarara.
El cardenal se volvió significativamente más crítico con el pontificado después de dejar la CDF, diciendo que compartía la opinión de los dubia y argumentando que habría sido mejor si Francisco hubiera tenido una audiencia con los cuatro cardenales antes de su publicación en lugar de tener el “espectáculo de una prueba de fuerza” que siguió.
Reticencia a criticar al Papa Francisco
El cardenal siempre ha sido respetuoso de Francisco y en cambio atribuyó los problemas a los cortesanos que rodean al papa, “arribistas y oportunistas”, que siempre estaban sembrando la discordia y habían mancillado el nombre del cardenal. La CDF se había vuelto esencialmente superflua durante su mandato como prefecto, ya que Francisco dependía de sus propios cortesanos y escritores fantasmas y apenas consultaba al dicasterio sobre la redacción o verificación de documentos papales. Müller, sin embargo, se negó a ser arrastrado a las críticas públicas, también después de su repentina destitución como prefecto. En su entrevista de 2017 con el National Catholic Register, dijo:
Lo importante es que tenemos que amar a la Iglesia porque es la Esposa de Cristo. Amarla significa que a veces tenemos que sufrir con ella, porque en sus miembros no es perfecta, y por eso nos mantenemos fieles a pesar de las decepciones. Al final, lo que importa es cómo aparecemos a los ojos de Dios, más que cómo somos vistos por los hombres.
Aunque fue muy crítico con el Sínodo de la Amazonía tanto antes como durante la reunión de 2019, el cardenal Müller se apresuró a elogiar Querida Amazonia, la exhortación apostólica postsinodal del Papa Francisco sobre la reunión, calificándola de “documento de reconciliación”. Algunas figuras destacadas lo criticaron por no cerrar definitivamente la puerta a los sacerdotes casados y a las mujeres diáconos (el texto parecía descartarlos, pero los asesores de Francisco dijeron que todavía estaban sobre la mesa), pero Müller elogió el documento por su “tono personal y atractivo”, y agregó que era “una carta pastoral de poder profético”.
Una rara ocasión en la que dio a conocer sus quejas fue cuando el Papa, sin ninguna explicación, ordenó a Müller que despidiera a tres de sus sacerdotes oficiales en la CDF, todos ellos reputados como muy competentes. Müller resistió fuertemente y fue a ver al Papa en persona para tratar de revertir la decisión, pero no lo logró. Tras dejar la CDF, calificó los despidos de “inaceptables”. El episodio, dicen sus amigos, reveló el fuerte sentido de lealtad de Müller tanto a sus colaboradores como a sus amigos, y al Papa, a quien obedeció a regañadientes.
En 2023, Müller también criticó la destitución del obispo Joseph Strickland de su diócesis de Tyler, Texas, calificándola de “un abuso del Derecho Divino del Papa“. Dijo que el Papa no tenía “ninguna autoridad de Cristo para intimidar y acosar a los buenos obispos“, pero nuevamente lo atribuyó a quienes rodean al Papa. Eran “falsos amigos“, dijo, que “denuncian a estos buenos obispos ante Francisco como enemigos del Papa, mientras que los obispos heréticos e inmorales pueden hacer lo que les plazca o perturbar a la Iglesia de Cristo todos los días con alguna otra tontería“.
El cardenal también ha criticado la elección de Francisco de su sucesor, el cardenal Víctor Fernández, confirmando que la DDF tenía un archivo que contenía preocupaciones teológicas sobre el nuevo prefecto.
El papa Francisco parece haber notado la lealtad y la reticencia de Müller a criticarlo directamente, nombrándolo miembro del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica en 2021 y haciéndolo participante en el sínodo en la primera asamblea general del Sínodo sobre la Sinodalidad en 2023. También lo elevó de cardenal-diácono a cardenal-presbítero el 1 de julio de 2024, aunque esta es una opción disponible para todos los cardenales-diáconos después de 10 años.
Relación con Benedicto XVI
La relación de Müller con el papa emérito Benedicto XVI había sido, naturalmente, estrecha, dada su historia pasada y su parentesco teológico. Müller también encabezó la diócesis con estrechas conexiones con Joseph Ratzinger, y Benedicto XVI nombró a Müller prefecto de la CDF. Müller también trabajó estrechamente con el cardenal Joseph Ratzinger en la Comisión Teológica Internacional cuando Ratzinger era presidente.
En 2008, cuando Müller era obispo de Ratisbona, el Papa Benedicto XVI le confió personalmente la publicación de sus Escritos Completos de dieciséis volúmenes. Para garantizar la correcta realización de la empresa, Monseñor Müller fundó en Ratisbona el Instituto Papa Benedicto XVI, cuya tarea principal ha sido recopilar y publicar las obras de Joseph Ratzinger en su totalidad, incluidos los escritos inéditos.
Benedicto XVI nombró a Müller prefecto de la CDF en 2012, elevándolo a arzobispo, un nombramiento que, según dijo, no le sorprendió porque había sido miembro de la CDF durante varios años y había sido profesor de dogmática durante muchos años antes de eso. Francisco lo elevó al Colegio Cardenalicio en 2014.
Müller a menudo salió en defensa de Benedicto. Defendió la evaluación del expapa sobre la crisis de abusos sexuales por parte del clero emitida justo antes de una cumbre del Vaticano sobre el tema en 2019, y negó cualquier ruptura entre Benedicto XVI y Francisco. También defendió a Benedicto XVI contra un informe que acusa al ex papa de manejar mal los casos de abuso cuando Ratzinger era arzobispo de Múnich.

Servicio a la Iglesia

Ordenación sacerdotal: 11 de febrero de 1978
Ordenación al episcopado: 24 de noviembre de 2002
Elevación al Colegio Cardenalicio: 22 de febrero de 2014
Elevación a cardenal-presbítero: 1 de julio de 2024
Educación
Maguncia, Múnich y Friburgo de Brisgovia; Filosofía y Teología
1977: Doctorado en Teología
Asignaciones
1978-1982: Vicario parroquial en Klein-Krotzenburg, Bürstadt y Offenbach
1986-2002: Profesor de teología dogmática en la Facultad de Teología Católica de la Universidad Ludwig-Maximilians, Múnich
1990: Miembro de la Comisión para la Doctrina de la Fe de la Conferencia Episcopal Alemana
1998-2003: Miembro de la Comisión Teológica Internacional
1999: Perito al Sínodo de los Obispos Europeos del Vaticano
2001: Perito al Sínodo de los Obispos Internacionales en Roma, “El Obispo como servidor del Evangelio de Jesucristo para la esperanza mundial”
2012-2017: Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe
2012-2017: Presidente de la Pontificia Comisión Ecclesia Dei
2012-2017: Presidente de la Pontificia Comisión Bíblica de la Comisión Teológica Internacional
Membresías
Congregación para las Iglesias Orientales
Congregación para la Educación Católica
Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica
Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos
Pontificio Consejo para los Textos Legislativos
Pontificio Consejo de la Cultura
Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica (nombrado el 21 de junio de 2021)
Participante en el Sínodo, Sínodo sobre la sinodalidad (7 de julio de 2023)
Órdenes
Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén (OESSH)[1].
Casa de Borbón-Dos Sicilias: Alguacil Caballero Gran Cruz de Justicia de la Sagrada Orden Militar Constantiniana de San Jorge de la rama del Infante Carlos, Duque de Calabria
Honores Académicos
Polonia: Doctor Honoris Causa por la Universidad Católica de Lublin (2004), en reconocimiento a su destacada actividad científica y didáctica
Perú: Doctor Honoris Causa por la Pontificia Universidad Católica del Perú (2008)
Polonia: Doctor Honoris Causa por la Universidad Cardenal Stefan Wyszyński de Varsovia (2007) y la Universidad de Wrocław
Croacia: Primer Doctorado Honoris Causa otorgado por la Universidad Católica de Croacia (2016)
Otros honores
Alemania: Cruz Federal al Mérito de Primera Clase otorgada por el Ministro-Presidente de Baviera, Horst Seehofer (2009)
España: Miembro correspondiente de la sección de Teología de la Real Academia de Doctores de España en Madrid (2002)
Internacional: Miembro de la Academia Pontificia de Santo Tomás de Aquino (2001)
Estados Unidos: Medallón del Thomas Aquinas College, el más alto honor de la institución (2017)
Notas:
1 Gerhard Müller, Die Messe: Quelle christlichen Lebens [La Misa: fuente de la vida cristiana] (Augsburgo: Sankt Ulrich Verlag, 2002).
2 Müller, Die Messe, 139, 141. Mi traducción. Original: “In Wirklichkeit bedeuten Leib und Blut Christi nicht die materiellen Bestandteile des Menschen Jesus während seiner Lebenszeit oder in der verklärten Leiblichkeit. Leib und Blut bedeuten hier vielmehr Gegenwart Christi im Zeichen des Mediums von Brot und Wein, die im Hier und Jetzt sinnengebundener menschlicher Wahrnehmung kommunizierbar wird. In der Wesensverwandlung geht es also darum, daß Brot und Wein aus natür- lichen Medien der Kommunikation zum neuen Weg einer übernatürlichen Kommunikation werden zwischen Gott und der Menschheit, mit dem Ziel der Vermittlung des Heils, das in Jesus Christus sich real-geschichtlich ereignet hat. Christus ist also real gegenwärtig in einem objektiven Sinn“.
3 Véase Die Messe, 196.
4 Gerhard Cardinal Müller, El poder de la verdad: los desafíos a la doctrina y la moral católicas hoy (San Francisco: Ignatius Press, 2019), edición Kindle, 653.
5 Gerhard Ludwig Müller, Katholische Dogmatik, 10ª ed. (Friburgo: Herder Verlag GmbH, 2016), 492. Original: “Es geht nicht mmm abweichende physiologische Besonderheiten in dem natürlichen Vorgang der Geburt (wie etwa die Nichteröffnung der Geburtswege, die Nichtverletzung des Jungfernhäutchen und der nicht eingetretenen Geburtsschmerzen). . . Der Inhalt der Glaubensaussage bezieht sich also nicht auf physiologisch und empirisch verifizierbare somatische Details“.
6 Véase la discusión en Tomás de Aquino, Summa Theologica, III, q. 28, art. 2.
7 Cabe señalar que Müller cita a Karl Rahner en apoyo de su posición: “Virginitas in Partu”, en Theological Investigations, vol. 4, trad. Kevin Smyth (Baltimore, Md.: Helicon Press, 1966), 162. Rahner sostiene que el dogma no proporciona detalles ciertos y universalmente vinculantes con respecto a la forma del nacimiento virginal de Cristo.
8 Las tres religiones abrahámicas: judaísmo, cristianismo e islam.
9 Gerhard Cardinal Müller con Carlos Granados, The Cardinal Müller Report: An Exclusive Interview on the State of the Church, trad. Richard Goodyear (San Francisco: Ignatius Press, 2017), 87, 88.
10 La fiabilidad de esta cronología es discutida.
11 Gerhard Cardenal Müller y Gustavo Gutiérrez, Del lado de los pobres: la teología de la liberación, trad. Robert A. Krieg (Maryknoll, NY: Orbis Books, 2015), edición Kindle, lugar 1591 de 2822.
12 Müller y Gutiérrez, Del lado de los pobres, localizaciones 1591 y 1647 de 2822.
13 Gerhard Müller, “Priestertum und Zölibat. Reflexionen nach einem Besuch in Südamerika”, en Josef Sayer y Werner Tzscheetzsch, eds., “Pastoral der Befreiung”: Eindrücke einer praktisch-theologischen Forschungsreise nach Peru (Skriptenreihe der Akademie Altenberg 2, 1991), 98-101.
14 Müller y Granados, Informe del Cardenal Müller, ubicación 1306.
15 Títulos completos: Priestertum und Diakonat: Der Empfänger des Weihesakramentes in schöpfungstheologischer und christologischer Perspektive; Sammlung Hori- zonte NF 33 (Friburgo, 2000). Sacerdocio y Diaconado: El Receptor del Sacramento del Orden Sagrado desde la Perspectiva de la Teología de la Creación y Cristología (San Francisco: Ignatius Press, 2002).
16 Phyllis Zagano, “Mujeres diáconos católicas: argumentos pasados y posibilidades futuras”, en Diaconisas: La ordenación de mujeres y la teología ortodoxa, ed. Petros Vassiliadis et al. (Tyne, Reino Unido: Cambridge Scholars Publishing, 2018), 493.
17 Véase Benedicto XVI, “Motu Proprio Omnium in Mentem” (26 de octubre de 2009), promulgando que el canon 1009 debe decir: “Los que están constituidos en el orden del episcopado o del presbiterio reciben la misión y la capacidad de actuar en la persona de Cristo Cabeza, mientras que los diáconos tienen el poder de servir al Pueblo de Dios en los ministerios de la liturgia, la palabra y la caridad”.
18 Al cardenal Müller le preocupa que el Sínodo sobre la sinodalidad pueda conducir a cambios doctrinales que contradigan las enseñanzas católicas tradicionales. También lo ha calificado como una “ocupación de la Iglesia Católica” y una “toma de poder hostil”, advirtiendo que los partidarios del Sínodo tienen como objetivo transformar la Iglesia en una organización de bienestar, socavando así su misión espiritual. A pesar de sus críticas, el papa Francisco lo nombró uno de los padres sinodales del sínodo y participó en la primera asamblea general en 2023 y en la segunda en octubre de 2024. Describió la primera sesión como “muy controlada” y “bastante manipulada”, y la mayoría de las intervenciones provinieron de algunos oradores principales. Criticó las limitadas oportunidades de uso de la palabra para los participantes, señalando que sólo se le dieron tres minutos para dirigirse a la asamblea. Müller también comparó la asamblea con una reunión sinodal anglicana, y sugirió que socavaba la estructura jerárquica de la Iglesia al dar a los laicos el derecho al voto y la igualdad de oportunidades para hablar. El cardenal alemán también advirtió que algunos participantes estaban utilizando el Sínodo para preparar a la Iglesia a aceptar ideologías contrarias a la doctrina establecida, como la ordenación de mujeres y los cambios en las enseñanzas sobre la homosexualidad. Acusó a estos individuos de “abusar del Espíritu Santo” para introducir nuevas doctrinas que entran en conflicto con las Escrituras y la Tradición.
19 Müller argumentó que la respuesta de Fernández y el texto de los obispos argentinos eran teológicamente ambiguos. Esta ambigüedad surgió, dijo, porque las directrices podían interpretarse de manera que contradecían la doctrina católica establecida. Específicamente, las pautas sugieren que algunas personas divorciadas y vueltas a casar podrían recibir la Comunión incluso si no se comprometen a vivir en continencia. Dijo que tal interpretación podría llevar a confusión doctrinal y contradecir las enseñanzas de la Iglesia de larga data, y pidió respuestas claras y definitivas para garantizar que los fieles no estén obligados a aceptar enseñanzas que puedan ser contrarias a la doctrina establecida.
Fuente: Collegeofcardinalsreport.com

Müller advierte: hay cardenales de escasa ortodoxia que pueden provocar una ruptura

Unas recientes declaraciones a The Times ejemplifican por qué el cardenal alemán Gerhard Müller es el candidato natural del sector más alejado del pontificado de Francisco.
El Papa debe ser “ortodoxo”, no conservador ni progresista
El próximo Papa “debe ser ortodoxo, no ‘progresista’ ni ‘conservador'”, dijo, rechazando las etiquetas simplificadoras con las que se clasifica a los cardenales: “La cuestión no es entre conservadores y progresistas, sino entre la ortodoxia y la herejía. Rezo para que el Espíritu Santo ilumine a los cardenales, porque un Papa hereje que cambia cada día según lo que digan los medios de comunicación sería catastrófico”.
En su opinión, el próximo Papa no debe “buscar el aplauso del mundo secular, que considera a la Iglesia como una organización humanitaria que hace una labor social”.
Aunque Müller califica a Francisco como “un hombre bueno”, es evidente que está pensando en su pontificado cuando señala directrices que serían negativas para la época de la Iglesia que arrancará en breve: “El Papa Francisco está bien visto por los medios y existe el riesgo de decir ‘Sigamos así’… [Los cardenales] tienen la responsabilidad de elegir a un hombre capaz de unificar la Iglesia en torno a la Verdad revelada. Confío en que los cardenales no se vean influidos por lo que leen en los titulares”.
También advirtió del riesgo de que la Iglesia se parta en dos si resulta elegido un cardenal heterodoxo, porque “ningún católico está obligado a obedecer una doctrina errónea: el catolicismo no consiste en obedecer ciegamente al Papa sin respetar las Sagradas Escrituras, la Tradición y la doctrina de la Iglesia”.
Cambio de actitud
El cardenal Müller forma parte del escaso número de cardenales que se manifestaron contra determinadas decisiones de Francisco. No al principio. No estuvo entre los cuatro cardenales firmantes de los famosos Dubia sobre Amoris Laetitia y la comunión de los divorciados vueltos a casar (Walter Brandmüller, Raymond Leo Burke, Carlo Caffarra y Joachim Meisner), porque en aquel momento era prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Incluso criticó a esos cuatro purpurados por hacer públicas sus discrepancias con un texto que él defendió.
Pocos meses después, el Papa le convocó a su despacho para decirle, sin más explicación, que ya no contaba con él. Y no solo en el cargo que desempeñaba desde 2012 por nombramiento de Benedicto XVI, sino en ningún otro, porque desde entonces no lo ha tenido.
A partir de ese momento, la oposición de Müller al pontificado de Francisco sí salió de los muros del Palacio Apostólico, y con una claridad y determinación que no le impidió mantener una relación cordial con el Papa, superando el inicial asombro que le causó su destitución, que no se preocupó de ocultar.
El “papable” (casi) perfecto
Si no fuera por su enfrentamiento público con Francisco (desde la propia concepción del ‘sínodo de la sinodalidad’ a Fiducia supplicans [bendiciones a parejas homosexuales] pasando por la reforma de la Curia o las críticas a Traditionis custodes [limitaciones a la misa tradicional]), Müller sería un candidato casi perfecto, y de hecho figura entre los papables.
De izquierda a derecha y de arriba abajo, los cardenales Erdö, Pizzaballa, Parolin, Zuppi, Müller, Arborelius, Eijk, Koch, Sturla, Krajewski, Omella y Ambongo.
En efecto, desafiando las etiquetas que él mismo censuraba en su entrevista a The Times, tiene unas credenciales que le podrían merecer la de ‘progresista’: en 1977 hizo su tesis doctoral sobre el teólogo protestante Dietrich Bonhoeffer bajo la dirección del luego cardenal Karl Lehmann, cuya ortodoxia también ha sido cuestionada. Y Müller fue siempre muy amigo de Gustavo Gutiérrez, teólogo de la liberación, y comprensivo con las corrientes menos radicales de esa línea.
Está bien relacionado y es respetado, por tanto, en ambos lados ‘etiquetables’ del espectro eclesial, porque no actúa con doblez ni disimula.
Müller aúna experiencia pastoral como obispo (lo fue diez años en Ratisbona/Regensburg), experiencia académica como profesor visitante en una decena de Universidades y autor de numerosas obras teológicas, y experiencia en el Vaticano con sus cinco años como prefecto de la Fe, a los que sumar diez años anteriores en los que formó parte de la congregación al ser nombrado consultor por Juan Pablo II.
Habla perfectamente español, inglés y francés, además, obviamente, del italiano y el alemán, conocimiento de idiomas imprescindible para las relaciones internacionales de un Papa, y tiene presencia, credibilidad y autoridad. Ha demostrado determinación y coraje para decir lo que piensa, algo también muy necesario para enfrentarse a retos como la relación con las oligarquías globalistas o la redirección de la Iglesia alemana.
Nunca ha estado bajo la lupa de ninguna acusación, goza de buena salud -que se sepa- y su edad (77 años) no es excesiva para las exigencias inmediatas del próximo pontificado.
¿Cuál es el hándicap de Müller como ‘papable’? Sobre todo, que es muy difícil que alguien que se ha manifestado tan expresamente contrario a las principales directrices del pontificado de Francisco consiga dos tercios de los votos en un cónclave cuyos miembros han sido designados en un 80% por él.
Basta con que un tercio actúe como minoría de bloqueo. Y es muy fácil que 45 o 46 cardenales (dependiendo de la participación de los cardenales  Angelo Becciu como eventual ‘alta’ y Antonio Cañizares y Vinko Puljic como eventuales ‘bajas’) cancelen de forma absoluta el nombre de Müller, cuya elección supondría una rectificación en toda regla a los doce años anteriores.
“Pope-maker”
Müller es consciente de esto, y la misma entrevista en The Times parece ser signo de que quema sus naves. Ningún otro cardenal en estos días se ha pronunciado con esa rotundidad. Lo cual no quiere decir que no esté siendo ya uno de los miembros más activos del colegio cardenalicio en la sutil preparación de candidatos.
El número de cardenales electores viola claramente lo dispuesto por la constitución Universi Dominici Gregis.
Todas las fuentes coinciden en que la gran dificultad de este cónclave va a ser la inexperiencia y desconocimiento mutuo de los cardenales. Y no solo por su número, sino por la forma en la que Francisco los ha escogido, con decisión muchas veces puramente personal, a impulsos de criterios superficiales y tan heterogéneos que es difícil adivinar orientaciones y coordinaciones.
El mundo digital facilita al menos la obtención de datos y la comunicación rápida, pero es difícil suplir un contacto personal que para un porcentaje significativo de los cardenales ha sido esporádico, y casi nulo para los más nuevos.
En esas circunstancias, el papel de personas como Müller es decisivo: es lo que se denomina Pope-maker, ‘hacedor de Papas’. Él encabeza de facto una línea en la que están los cardenales Robert Sarah y Raymond Burke, perfiles muy distintos al suyo pero que también han obrado como referencias de la ortodoxia.
Ni Sarah (muy señalado por el conflicto del libro que firmó conjuntamente con Benedicto XVI) ni Burke (muy identificado con el ámbito estrictamente tradicionalista) parecen ‘papables’. Pero comparten con Müller una influencia que, usada conjuntamente, puede definir un posible candidato o -tanto o más decisivo- bloquear otro.
Fuente: www.religionenlibertad.com

6 paradojas del Papa Francisco

[Visto: 108 veces]

Por Andrea Gagliarducci – National Catholic Register.
Paradójico e incompleto: el pontificado del Papa Francisco se puede resumir en estas dos palabras.
Sólo el tiempo dirá si su liderazgo ha dado una nueva dirección permanente a la Iglesia; si su mentalidad cambió fundamentalmente bajo su liderazgo, o si Francisco fue el único revolucionario; ya sea que la gente estuviera implementando de manera significativa los cambios que él produjo, o simplemente esperando que todo pasara a su alrededor.
Cuando el papa Francisco apareció por primera vez desde la logia hace 12 años, habló el idioma del pueblo con un simple “buonasera”. De hecho, hizo que la gente lo bendijera, uno de los muchos giros sudamericanos a los que nos acostumbraría con el tiempo.
Pero ¿fue el pontificado del Papa Francisco realmente un pontificado para el pueblo? Fue, en cambio, un pontificado para el pueblo, una categoría casi mística típica del populismo latinoamericano. El Papa pensaba en el pueblo cuando se unió al clamor por tierra, abrigo y trabajo con los movimientos populares; cuando enfatizó la presencia de un Dios que acoge todos, todos, todos; cuando se quejó de las élites y destacó que desde la periferia se veía mejor el centro.
Sin embargo, como Papa, Francisco no fue a la periferia. Creó un nuevo centro.
Aquí radica la primera gran paradoja. Su lucha contra el tribunal papal, contra lo que él consideraba el Estado profundo del Vaticano, le llevó a crear un sistema diferente, paralelo e igualmente profundo, con la diferencia de que el sistema en torno al papa Francisco, liberado de las reglas de formalidad e institucionalidad, era menos transparente que el anterior.
El Papa Francisco decidió trasladar el centro de influencia lejos de la Curia. Lo demostró con la elección de los nuevos cardenales (en 10 consistorios, a un ritmo de casi uno por año). Recompensó a los hombres de la Curia sólo cuando eran suyos —con algunas excepciones en la primera fase de su pontificado— y tendía a favorecer las sedes residenciales secundarias, a menos que hubiera hombres en los que confiara en los importantes.
Lo demostró cuando, después de años de discusión sobre la reforma de la Curia, implementó todos los cambios fuera de las reuniones del “consejo de cardenales” que había establecido para ayudarlo a diseñar la reforma curial.
Lo demostró con los importantes juicios vaticanos: visibles y casi humillantes en los casos que involucraban a personas que ya no contaban con su confianza, como el de la gestión de fondos vaticanos, o el que involucraba al cardenal Juan Luis Cipriani Thorne, arzobispo emérito de Lima, Perú; invisible y nada transparente en aquellos que involucran a personas que tenían su confianza, o al menos su estima, como en los casos más recientes y sensacionales que involucran al ex padre jesuita Marko Rupnik y al arzobispo argentino Gustavo Oscar Zanchetta, ambos protegidos e indultados incluso cuando todo demostraba su maldad.
En el pontificado del papa Francisco, todo era asimétrico porque todo se decidía de alguna manera en el momento. Pero ¿fue una verdadera revolución?
La respuesta a esta pregunta trae consigo la segunda gran paradoja: el Papa Francisco quiso cambiar la mentalidad a partir de las periferias, pero al hacerlo, creó un nuevo centro que, en cambio, adoptó el punto de vista de las élites a las que se oponía.
Entró en el pensamiento occidental a través de los temas más dominantes, como la cuestión ecológica y la trata de personas, en el lado secular; y la cuestión de los divorciados vueltos a casar, el papel de la mujer y la aceptación de los homosexuales, en el aspecto doctrinal.
Todos estos son temas que provienen del Primer Mundo. La gente de las periferias desea vivir la fe. La gente en Europa y Occidente quiere salvar el planeta. La gente en el mundo en desarrollo está preocupada por la supervivencia, pero la fe cristiana les ayuda a sobrevivir. Esta divergencia estalló dramáticamente cuando el Dicasterio para la Doctrina de la Fe publicó la declaración Fiducia Supplicans sobre la bendición de las parejas irregulares, rechazada casi en su totalidad por las mismas regiones cristianas a las que el Papa Francisco parecía dirigirse con más frecuencia.
En estas situaciones, surge también la tercera paradoja del pontificado: hacer universales los temas de la Iglesia (muy) particular de América Latina.
Fiducia Supplicans se publicó después de que el cardenal argentino Víctor Fernández, escritor fantasma del Papa, llegara a la cabeza del Dicasterio para la Doctrina de la Fe. El Papa esperó 10 años para llamar al cardenal Fernández a Roma en septiembre de 2023, pero desde su nombramiento ha definido un cambio de narrativa.
El cardenal Fernández ha puesto en primer plano temas típicamente latinoamericanos, con la continua publicación de documentos responsa a dubium que antes se limitaban a la relación entre el dicasterio y el obispo local. Incluso se habló de los fieles que no se acercan a la comunión porque se sienten avergonzados de cómo son juzgados por los pastores, un tema que posteriormente se transformó en la petición de perdón por la “doctrina usada como piedra” al comienzo del último Sínodo de los Obispos.
Parte de esta perspectiva también se encuentra en la decisión final de disolver el Sodalitium Christianae Vitae, una sociedad laica con sede en Perú cuyo fundador fue culpable de abusos. Esta decisión está fuera de la tradición de la Iglesia, que siempre busca recuperar el bien de las realidades de la fe. Aun así, se alinea con la “guerra” interna de la Iglesia entre progresistas y conservadores vivida en América Latina después del Concilio Vaticano II.
La cuarta paradoja está en el estilo general de gobierno.
Francisco era un papa que quería caminar como un “obispo con el pueblo”, pero al final, tomó todas las decisiones clave solo. Durante su pontificado, se celebraron cinco sínodos (con el último Sínodo sobre la sinodalidad dividido en tres partes), y la Iglesia fue colocada en un estado de sínodo permanente.
Al final, sin embargo, esta sinodalidad se muestra más que se practica. A lo largo de su pontificado, Francisco no tomó una sola decisión significativa de una manera sinodal reconocible. De hecho, el Papa acogió con beneplácito el Sínodo sobre el documento final de la sinodalidad, aprobando su publicación como si se tratara de un documento magisterial. Sin embargo, en su sesión final, nombró 10 grupos de estudio que continúan reuniéndose después sobre los temas más controvertidos, lo que significa que quitó esos asuntos del sínodo.
La quinta paradoja se refiere a la transparencia.
Nunca un papa ha hablado tanto de sí mismo, incluso en cuatro libros autobiográficos en los últimos dos años y docenas de entrevistas, siempre mirando fuera del redil católico. Y, sin embargo, sabemos muy poco sobre muchos aspectos de la vida y el pensamiento de este Papa. No vemos el período del “desierto” cuando los jesuitas lo enviaron a Córdoba y lo aislaron. No sabemos en profundidad cómo se comportó durante la anterior dictadura argentina de la década de 1970, un período en el que se desempeñó como líder de los jesuitas locales. Ni siquiera conocemos la profundidad de sus verdaderos estudios teológicos, aunque diversos estudios han tratado de atribuirle la influencia de diversos autores.
Por último, está la gran paradoja del pontificado en sí: fue amado y odiado a partes iguales.
Se agradeció inicialmente, cuando los trazos comunicativos de genio del Papa dejaron frases destinadas a la historia. Fue un pontificado apagado y casi invisible al final, cuando el papa Francisco siguió repitiendo los mismos conceptos sin destellos de novedad.
Entonces, a la luz de estas numerosas paradojas, ¿cuál es el legado del Papa Francisco? Es complejo y, en última instancia, inacabado.
Inconclusa porque la última gran revolución del papa Francisco fue el nombramiento de una mujer, la hermana franciscana de la Eucaristía Raffaella Petrini, para dirigir la gobernación del Vaticano. Pero el mandato de la hermana Raffaella acaba de comenzar, y un papa posterior podría hacer un nombramiento diferente, ya que todos los cargos de la Curia caducan a la muerte de un papa.
Inconclusa porque la última gran decisión, disolver el Sodalitium Christianae Vitae, sólo ha sido “iniciada” a la congregación, y un papa posterior podría decidir no proceder a la disolución.
Inconcluso porque el Dicasterio para la Doctrina de la Fe estaba trabajando en documentos que trataban sobre la esclavitud, la monogamia y las cuestiones mariológicas.
Si esos documentos se publican alguna vez, probablemente será de una manera muy diferente a la que los hombres del Papa Francisco habían comenzado a darles.
Ahora todo está en manos de su sucesor, pero la transición será más compleja que nunca.

La tumba del Papa Francisco

La tumba donde fue enterrado en Santa María la Mayor, tiene un mensaje de humildad y devoción mariana

El mundo despidió al Papa Francisco, el primer pontífice latinoamericano, quien eligió para su descanso eterno un lugar cargado de historia y significado personal: la Basílica de Santa María la Mayor en Roma. Con su sepultura, Francisco se convierte en el octavo papa enterrado en este templo, uno de los santuarios marianos más antiguos y venerados de la cristiandad, y el más importante fuera del Vaticano para la sepultura papal.
La razón de una decisión
La decisión de Francisco de no descansar en la Basílica de San Pedro, como la mayoría de sus predecesores recientes, refleja su profunda devoción a la Virgen María y su deseo de una tumba sencilla. Durante su pontificado, visitó la basílica más de cien veces, especialmente antes y después de cada viaje apostólico, para rezar ante el icono bizantino de la “Salus Populi Romani”, la Protectora del Pueblo Romano, que preside la Capilla Paulina del templo.
En su testamento, el Papa dejó instrucciones precisas: su tumba debía ser austera, ubicada “en la tierra”, sin ornamentos especiales, y con una simple lápida de mármol de Liguria que lleva la inscripción “FRANCISCUS” -su nombre pontificio en latín- y una reproducción en plata de su cruz pectoral, símbolo de su vida pastoral centrada en la humildad y la misericordia.

Entre dos históricas capillas

La tumba de Francisco está emblemáticamente flanqueada por dos confesionarios -símbolo no calculado de su cuidado pastoral por las almas-, se sitúa en la nave izquierda de la basílica, entre dos capillas de gran valor artístico y espiritual: la Capilla Paulina (o Capilla Borghese) y la Capilla Sforza.

  • La Capilla Paulina fue construida por encargo del papa Paulo V entre 1605 y 1616 y es célebre por su exuberante decoración barroca. Aquí se venera el icono de la “Salus Populi Romani”, ante el cual Francisco depositó tantas veces sus plegarias. La capilla alberga también las tumbas de los papas Paulo V y Clemente VIII, así como la de Paulina Bonaparte, que a diferencia de su famoso hermana Napoleón, fue una devota católica.

  • La Capilla Sforza, de estilo renacentista, fue diseñada a finales del siglo XVI por encargo del cardenal Paolo Sforza, entonces miembro de una de las familias más influyentes de Italia. En su altar principal se halla una pintura de Cesare Nebbia que representa la Natividad de la Virgen María, a quien está dedicada la basílica.

La ubicación elegida por Francisco, cerca de la imagen mariana que marcó su vida espiritual, es coherente con su testamento“Siempre he confiado mi vida y mi ministerio sacerdotal y episcopal a la Madre de Nuestro Señor, María Santísima. Por eso, pido que mis restos mortales descansen, en espera del día de la Resurrección, en la Basílica Papal de Santa María la Mayor”.
Con la sepultura de Francisco, Santa María la Mayor retoma una tradición interrumpida desde hace más de 350 años, cuando fue enterrado allí el papa Clemente IX en 1669. Entre los pontífices que reposan en este templo figuran:

  • Honorio III (fallecido en 1227)
  • Nicolás IV (1292)
  • San Pío V (1572)
  • Sixto V (1590)
  • Paulo V (1621)
  • Clemente VIII (1605)
  • Clemente IX (1669)

La basílica, consagrada en el siglo V, es también testigo de la historia de Roma y del arte cristiano, y guarda una relación especial con España, que a lo largo de los siglos financió capillas, altares y reliquias en su interior.

El mensaje de la tumba

La tumba de Francisco, sencilla y sin adornos, ha convertido a Santa María la Mayor en un nuevo centro de peregrinación, donde los fieles podrán acudir para rezar. El domingo 27 de abril, los cardenales presentes en Roma se reunirán ante la tumba para rezar juntos, y a partir del lunes 28, estará abierta a los fieles.

Segundo domingo de Pascua 2025

[Visto: 275 veces]

Evangelio según San Juan 20,19-31.
Al atardecer de ese mismo día, el primero de la semana, estando cerradas las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, por temor a los judíos, llegó Jesús y poniéndose en medio de ellos, les dijo: “¡La paz esté con ustedes!“.
Mientras decía esto, les mostró sus manos y su costado. Los discípulos se llenaron de alegría cuando vieron al Señor.
Jesús les dijo de nuevo: “¡La paz esté con ustedes! Como el Padre me envió a mí, yo también los envío a ustedes“.
Al decirles esto, sopló sobre ellos y añadió: “Reciban el Espíritu Santo. Los pecados serán perdonados a los que ustedes se los perdonen, y serán retenidos a los que ustedes se los retengan“.
Tomás, uno de los Doce, de sobrenombre el Mellizo, no estaba con ellos cuando llegó Jesús.
Los otros discípulos le dijeron: “¡Hemos visto al Señor!”. Él les respondió: “Si no veo la marca de los clavos en sus manos, si no pongo el dedo en el lugar de los clavos y la mano en su costado, no lo creeré”.
Ocho días más tarde, estaban de nuevo los discípulos reunidos en la casa, y estaba con ellos Tomás. Entonces apareció Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio de ellos y les dijo: “¡La paz esté con ustedes!”.
Luego dijo a Tomás: “Trae aquí tu dedo: aquí están mis manos. Acerca tu mano: Métela en mi costado. En adelante no seas incrédulo, sino hombre de fe”.
Tomas respondió: “¡Señor mío y Dios mío!”.
Jesús le dijo: “Ahora crees, porque me has visto. ¡Felices los que creen sin haber visto!”.
Jesús realizó además muchos otros signos en presencia de sus discípulos, que no se encuentran relatados en este Libro.
Estos han sido escritos para que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y creyendo, tengan Vida en su Nombre.

Homilía del Padre Paul Voisin CR de la Congregación de la Resurrección:

Hace muchos años, había unas coloridas obras de arte tridimensionales, llamadas estereogramas, que veía todos los sábados en el periódico de La Paz. Al principio parecían manchas de colores, con patrones definidos, pero nada que mostrara una forma o figura real. Debí de mirar cientos de ellas y nunca vi nada. Las acercaba, las alejaba, intentaba bizquear para verlas. Me sentía como un tonto intentando descifrarlas. Finalmente, un día lo entendí y pude ver las figuras tridimensionales en la página: ovejas, pájaros, payasos, una multitud de imágenes. Después de eso, no pude evitar ver las imágenes cada vez que miraba las páginas.
Pensé en esto cuando leí por primera vez el Evangelio (Juan 20:19-31). Tomás no estaba presente con los discípulos cuando Jesús se les apareció, y no podía creerles. Quería verlo con sus propios ojos. Quería ver con sus propios ojos y tocar las manos y el costado de Jesús. Era casi como si hubiera impuesto condiciones para creer. Si Jesús no se hubiera revelado como instruyó, no creería el testimonio de los demás. Imaginen, conocía a estos discípulos desde hacía tres años, y aun así no aceptaba su testimonio de que Jesús había resucitado y se les había aparecido.
Y finalmente Jesús se les aparece cuando Tomás está presente, y su petición se cumple. Extendió la mano y tocó a Jesús. Finalmente, Tomás creyó. A veces podemos ser como Tomás. En nuestra condición humana, también podemos poner condiciones a Jesús para creer en él, o en que existe, o en que nos ama. Queremos que se ajuste a nuestra forma de pensar y actuar, que haga nuestra voluntad. Desafortunadamente, a veces nunca es suficiente, y le creamos un nuevo obstáculo para que lo supere y nos satisfaga. Y así negociamos con Dios: «Si haces esto, sabré que existes». «Si me lo muestras, creeré». «Si respondes a mi oración como te indico, creeré en ti».
En nuestra Primera Lectura, de los Hechos de los Apóstoles (5,12-16), escuchamos las maravillas que Dios obraba a través de los apóstoles, trayendo sanación y nueva vida a quienes los buscaban. Junto con la sanación de sus cuerpos y mentes, escucharon la Buena Nueva para sanar sus espíritus y unirlos a Cristo. Dios puede y seguirá obrando maravillas a través de nosotros, si creemos, damos testimonio de nuestra fe y buscamos brindar sanación, perdón, reconciliación y misericordia a los demás.
En nuestra Segunda Lectura, del Apocalipsis (1:9-11a, 12-13, 17-19), Juan comparte cómo el Señor resucitado se le apareció en su gloria. Juan estaba debidamente dispuesto a la revelación de Dios. Escuchó su llamado, lo reconoció como divino y escuchó, y vio (en su visión). Una vez más, solo porque estaba en unión con Cristo pudo ser instrumento de la Buena Nueva de Dios, su amor y su misericordia. Nosotros también estamos llamados a ser instrumentos, y no obstáculos, para esta obra de Dios que él quiere realizar en nosotros y a través de nosotros.
Con demasiada frecuencia, en nuestra condición humana, no reconocemos a Jesús entre nosotros. Como cuando intenté ver esas figuras tridimensionales en la obra de arte, estaban allí, pero no pude verlas. A veces se debe a que no permitimos que Dios sea Dios. Queremos imponer nuestra idea de cómo debería actuar Dios en él. Solo cuando Él cumple nuestras peticiones podemos creerle.
Algunas de las maneras en que Dios se nos revela son en nuestra oración, en su Palabra, en los Sacramentos y al compartir la vida de la Comunidad. Una vez más, esto requiere que estemos debidamente dispuestos — abiertos y receptivos — para ver, tocar y experimentar a Jesús como lo hicieron Tomás y los demás apóstoles en Jerusalén.
La verdadera oración no es solo hablar con Dios o darle las condiciones para creer en él. La verdadera oración también implica escuchar a Dios, estar en sintonía con sus caminos y su voluntad. En nuestra oración, Dios nos toca en lo más profundo de nuestro ser, llamándonos a una relación más profunda con él.
En la Palabra de Dios recibimos la revelación de Dios —como Juan en la segunda lectura— para conocerlo y sus caminos. La Sagrada Escritura es vital para nuestro conocimiento y comprensión de Jesús, descubriendo por nosotros mismos lo que Dios nos ha revelado. En la Palabra, Dios nos toca en lo más profundo de nuestro ser, iluminándonos para conocerlo, amarlo y servirlo.
En los Sacramentos, especialmente en la Eucaristía, podemos ser como Tomás y tocar al Señor, y dejar que Él nos toque. Los Sacramentos nos vivifican y nos dan fuerza para nuestro caminar terrenal. El camino es largo, y a veces difícil, por eso necesitamos que los Sacramentos nos fortalezcan. Hoy, en particular, celebramos que nuestros hijos compartirán de manera especial, por primera vez, el Cuerpo de Jesús. Queridos hijos, hoy Jesús entrará en sus vidas de una manera especial. Cuando se acerquen a recibir la hostia consagrada, su “Amén” significará que creen que ya no es solo pan, un pan que probaron hace unas semanas, sino que ahora es el Cuerpo de Jesús.
Nuestra vida en la Comunidad Parroquial a menudo se subestima. Nos influenciamos unos a otros, y en la Comunidad Parroquial, en nuestra oración, estudio, compartir y servicio, nos guiamos y nos guiamos mutuamente hacia un mayor discipulado y una mayor administración. Nos necesitamos unos a otros en este camino, y Jesús nos toca de muchas maneras a través de la vida y el testimonio de quienes nos acompañan.
En este Segundo Domingo de Pascua, el incrédulo Tomás nos brinda la oportunidad de fortalecernos para reconocer a Jesús en medio de nosotros, tocarlo y permitir que Él nos toque. Esto nos ayudará a creer y a hacernos eco de sus palabras: «Señor mío y Dios mío».

RETROSPECTIVA DE UN PONTIFICADO

Por George Weigel.
Durante el interregno de marzo de 2013 tras la abdicación del Papa Benedicto XVI, y en el propio cónclave, quienes apoyaban al cardenal Jorge Mario Bergoglio SJ, como sucesor de Benedicto, lo describieron como un reformador ortodoxo, firme y valiente, capaz de limpiar los establos de Augias del Vaticano, manteniendo la línea teológica y pastoral que había guiado a la Iglesia desde la elección de Juan Pablo II en 1978: una ortodoxia dinámica al servicio de una proclamación revitalizada del Evangelio, en un mundo que necesita con urgencia el testimonio y la caridad de una Iglesia de discípulos misioneros.
Así percibí al cardenal Bergoglio cuando nos reunimos durante más de una hora en Buenos Aires diez meses antes. Durante esa conversación, el cardenal expresó su gratitud por lo que había hecho para explicar al mundo la figura de Juan Pablo II en Testimonio de Esperanza. A su vez, le expresé mi admiración por el “Documento de Aparecida” de 2007, en el que los obispos de América Latina se comprometieron a un futuro de evangelización intensificada. Era, dije, la explicación más impresionante de la Nueva Evangelización que había leído hasta entonces, y le agradecí el papel fundamental que había desempeñado en su redacción.
Así pues, cuando el cardenal Bergoglio fue elegido papa el 13 de marzo de 2013, anticipé un pontificado en amplia continuidad con sus dos predecesores, aunque con acentos personales distintivos. Me atrevería a decir que también lo hicieron la mayoría de los cardenales que votaron por convertir al arzobispo de Buenos Aires en el 266º obispo de Roma. Se pensaba que Francisco sería un papa reformador que impulsaría aún más la misión y la evangelización de la Iglesia, al enderezar el caos vaticano que había desestabilizado el pontificado de Benedicto XVI.
Eso no fue exactamente lo que ocurrió en los doce años siguientes. La evidente compasión del Papa Francisco por los desposeídos y los pobres ciertamente ayudó al mundo a comprender mejor que la Iglesia Católica sigue a su Señor al extender una mano sanadora a los marginados en las periferias de la sociedad. Su exhortación apostólica inaugural, Evangelii Gaudium (La alegría del Evangelio), fue una rotunda afirmación de la intención evangélica del Concilio Vaticano II, en continuidad con la gran encíclica de Juan Pablo II, Redemptoris Missio (La misión del Redentor) y el Documento de Aparecida. También lo fue el desafío del Papa a los jóvenes en su primera Jornada Mundial de la Juventud en Brasil: No tengan miedo de probar nuevas maneras de acercar a otros a Cristo, incluso si algunas de esas maneras no funcionan.
Sin embargo, un año después de su elección, el Papa Francisco reabrió lo que se consideraba la cuestión resuelta de si los católicos en matrimonios canónicamente irregulares —que siguen siendo miembros de la Iglesia de culto— podían recibir legítimamente la Sagrada Comunión. Al hacerlo, desencadenó una dinámica que se convertiría en un impedimento para la reevangelización del mundo occidental secularizado y sembró la confusión donde la Nueva Evangelización había tenido gran éxito, sobre todo en el África subsahariana. Este patrón de perturbar lo que se creía resuelto continuó a lo largo de su pontificado y abordó cuestiones de la vida moral (incluida la respuesta de la Iglesia a las afirmaciones cada vez más extrañas sobre la revolución sexual), cuestiones de orden eclesiástico (incluido a quién estaba autorizada la Iglesia a ordenar) y cuestiones de la relación del catolicismo con las potencias mundiales ansiosas por someter a la Iglesia (como en China).
A finales de 2016, el papa Francisco me invitó a la que sería mi tercera y última audiencia privada con él. Fue una conversación amistosa y franca, como las anteriores. Pero cuando sugerí que las discusiones sobre la Sagrada Comunión para quienes están en matrimonios irregulares, que se habían intensificado tras su exhortación apostólica Amoris Laetitia (La alegría del amor), eran un impedimento para la evangelización apasionada que había propuesto en Evangelii Gaudium, el Papa desestimó mis preocupaciones diciendo: “Oh, las discusiones están bien”. Por supuesto que lo están, pensé, en muchas otras circunstancias. ¿Pero está en la naturaleza del papado alterar lo que ya está resuelto?
Queda una gran obra de reforma por hacer en Roma: financiera, teológica y de otras maneras. Sin embargo, aún más fundamental, el próximo pontificado debe comprender lo que el pontificado de Francisco parece no haber comprendido: las comunidades cristianas que mantienen una comprensión clara de su identidad y límites doctrinales y morales no solo pueden sobrevivir a los ácidos de la posmodernidad; tienen la oportunidad de convertir el mundo posmoderno. En cambio, las comunidades cristianas cuya identidad se vuelve incoherente, cuyos límites se vuelven porosos y que reflejan la cultura en lugar de intentar transformarla, se marchitan y mueren.
Porque, como siempre, la pregunta clave para el futuro católico es: «Cuando el Hijo del Hombre regrese, ¿hallará fe en la tierra?» (Lucas 18:8), la «fe que fue una vez dada a los santos» (Judas 1:3), y ninguna otra.
La entrada de la Iglesia Abacial de San Víctor en Marsella, Francia, el lugar de enterramiento del Beato Urbano V. Wikimedia (CC BY 3.0).

Cinco insólitos lugares de sepultura papal

Algunos Papas están enterrados más allá de los confines de Roma

El papa Francisco enterrado en la Basílica de Santa María la Mayor, será el primer papa desde León XIII en ser enterrado en otro lugar que no sea la Basílica de San Pedro.
Pero históricamente, no era inusual que los papas fueran enterrados fuera de los muros del Vaticano. Solo alrededor de 90 de los 266 papas se encuentran en San Pedro. Muchos fueron enterrados en otras basílicas romanas. La Archibasílica de San Juan de Letrán, por ejemplo, es el último lugar de descanso de 22 papas, incluido León XIII.
Sin embargo, es más raro que los papas sean enterrados fuera de Roma. Pero dada la turbulenta historia del papado, ha sucedido varias veces. Estos son algunos de los lugares fuera de la Ciudad Eterna donde puedes encontrar tumbas papales.
La tumba de Adriano III en la abadía de Nonantola, cerca de Módena, Italia. Douglas Sladen vía Wikimedia.
1) Abadía de Nonantola, Italia
En 885, el papa Adriano III abandonó Roma con el objetivo de visitar la ciudad de Worms, donde esperaba encontrarse con Carlos el Gordo, el glotón emperador carolingio. Desafortunadamente, nunca lo logró, muriendo cerca de la ciudad de San Cesario sul Panaro, en el norte de Italia, en circunstancias discutidas hasta el día de hoy. Debido a las condiciones inestables y violentas en Roma, los ayudantes del papa decidieron enterrarlo en la cercana abadía de Nonantola. Aunque no era el deseo de Adriano ser enterrado allí, era un lugar apropiado, ya que albergaba las reliquias del Papa San Silvestre I, un lugar de peregrinación y hospitalidad.
Detalle de la tumba de Clemente II en la catedral de Bamberg, en Alemania. Johannes Otto Först vía Wikimedia.
2) Catedral de Bamberg, Alemania
En 1047, el papa Clemente II describió la ciudad de Bamberg como su “dulce esposa“, pareciendo expresar un anhelo de volver allí. Consiguió su deseo, aunque tal vez no de la manera que imaginaba. Murió repentinamente el 9 de octubre de ese año, posiblemente por envenenamiento. Su cuerpo fue transportado de vuelta a su amada ciudad, donde fue enterrado en la catedral de Bamberg, convirtiéndose en el único papa enterrado al norte de los Alpes. Clemente no nació en Bamberg, sino en Hornburg, en la actual Baja Sajonia, a una distancia significativa. Pero su amor por Bamberg quedó sellado cuando fue nombrado obispo de la ciudad en 1040, sirviendo hasta su elección papal en 1046.
La tumba de San Celestino V en la Basílica de Collemaggio en L’Aquila, Italia. Bramfab vía Wikimedia (CC BY-SA 4.0).
3) La Basílica de Santa Maria di Collemaggio, Italia
Cuando el ermitaño Pietro Angelerio da Morrone viajaba por L’Aquila en 1274, se dice que tuvo un sueño en el que la Virgen María le pedía que construyera una iglesia en la colina de Collemaggio. Cumplió la petición fundando la iglesia de Santa María di Collemaggio. Cuando fue elegido papa en 1294, tomando el nombre de Celestino V, fue coronado en la iglesia, en lugar de Roma. Su pontificado fue infeliz y fracasado. Cuando renunció como papa en 1294, sus razones incluían “las deficiencias de su propia fuerza física, su ignorancia, la perversidad de la gente, [y] su anhelo por la tranquilidad de su vida anterior“. A Celestino no se le permitió volver a ser un ermitaño y murió en 1296. Su tumba en la Basílica de Santa María di Collemaggio fue dañada durante un devastador terremoto en 2009.
Dibujo de la tumba del beato Urbano V en la iglesia abacial de San Víctor en Marsella, Francia. Robert Valette vía Wikimedia (CC BY-SA 4.0).
4) La iglesia abacial de San Víctor, Francia
El monje benedictino Guillaume de Grimoard fue elegido abad de San Víctor en Marsella en 1361. Figura emprendedora, se dedicó a expandir la influencia de la abadía en la bulliciosa ciudad portuaria. Apenas un año después, fue elegido Papa, tomando el nombre de Urbano V. El papado se estableció entonces en la cercana Aviñón, desde donde continuó interesándose por la abadía, que fue ampliada y fortificada. Tras su muerte en 1370, fue enterrado brevemente en Aviñón, pero más tarde se trasladó a la abadía, de acuerdo con sus deseos. El piadoso y austero Urbano fue el único papa de Aviñón en ser beatificado. La abadía fue saqueada durante la Revolución Francesa.
La tumba de Gregorio XII en la Catedral de San Flaviano en Recanati, Italia. Mongolo1984 vía Wikimedia (CC BY-SA 4.0).
5) La Catedral de San Flaviano, Italia
Cuando el papa Gregorio XII abdicó en 1415, en un intento de resolver el Cisma de Occidente, necesitaba un lugar donde vivir. El cisma fue una época de gran drama eclesial, en la que había pretendientes al papado que competían entre sí. Gregorio optó por Recanati, una ciudad en la cima de una colina en la región de Las Marcas, a unos 150 kilómetros de Roma y alejada de la politiquería de la ciudad. Cuando Gregorio murió dos años más tarde, fue enterrado en la catedral local, en lugar de Roma o en su Venecia natal, en una tumba notablemente sencilla para un papa.
Fuente: ThePillarCatholic.com

Daughters of the American Revolution

[Visto: 199 veces]

La sociedad Daughters of the American Revolution (Hijas de la Revolución Estadounidense- DAR), es una asociación estadounidense reservada a mujeres que se basa en la línea genealógica para aceptar a sus miembros.
Su divisa es Dios, Hogar y Patria (God, Home, and Country). Algunas secciones locales se fundaron el 11 de octubre de 1890 mientras que el organismo se oficializó a nivel nacional en 1896. La organización patriótica es activa para la preservación de la historia del país y en la educación y está presente en los cincuenta estados de los EE. UU. así como en AustraliaBahamasCanadáFranciaAlemaniaJapónMéxicoEspaña y Reino Unido.

Miembros

Para acceder a la organización, es necesario ser una mujer mayor de 18 años que puede probar que uno de sus antepasados directos participó en la independencia de Estados Unidos como:

  • Signatario de la declaración de independencia;
  • Militares veteranos de la Guerra de Independencia de los Estados Unidos, incluyendo las marinas de guerra y las milicias del estado, milicias locales, privadas, y soldados y marineros tanto franceses como españoles que lucharon en el teatro de guerra estadounidense;
  • Funcionario del gobierno estadounidense durante este periodo;
  • Miembro del congreso continental o de asambleas de estado;
  • Signatario de los “Oaths of Allegiance“- Juramentos de Lealtad;
  • Participantes en el Boston Tea Party;
  • Prisionero de guerra, refugiados y defensores de un fuerte, doctor y enfermera ocupándose de las víctimas de los revolucionarios;
  • Persona que proporciona material a la causa.

Una hija adoptada, cuyo linaje se reconoce, no puede postular en la organización. No puede postular más que a través del linaje de sus padres naturales.
El DAR ofrece cada año 1 millón de dólares para financiar seis colegios y ofrece a los estudiantes 150 000$ por año en becas a los diplomados de “High School”.

Miembros ilustres

Cultura popular

  • En la serie televisada Gilmore Girls, el personaje Emily Gilmore es miembro del DAR. También veremos a una de las protagonistas, Rory Gilmore, convertirse en miembro de la asociación. Hay varios capítulos que centran su acción en torno a fiestas y reuniones de la DAR.
  • El grupo de rock and roll The Black Crowes sacó en enero de 2008 un trabajo titulado “Goodbye Daughters of the Revolution”.
  • En la obra teatral The glass menagerie (de Tennessee Williams), Amanda Wingfield, la madre, es miembro del DAR.

Fuente: Wikipedia.

Cardenal Carlos Castillo

[Visto: 161 veces]

El cardenal Carlos Gustavo Castillo Mattasoglio, arzobispo de Lima, es un prelado peruano famoso por mantener posiciones heterodoxas, como puntos de vista que contradicen la enseñanza de la Iglesia sobre la muerte del Señor, puntos de vista más amplios sobre el aborto y la homosexualidad, y apoyo a la teología de la liberación.
Nacido el 28 de febrero de 1950 en Lima, Perú, Castillo realizó su educación en el Colegio Dalton de Lince y en el Colegio San Agustín en Lima antes de obtener una licenciatura en sociología de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Su trayectoria académica continuó en el seminario mayor Santo Toribio di Mogrovejo de Lima y en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, donde obtuvo los títulos de filosofía y teología.
Castillo fue ordenado sacerdote para la Arquidiócesis de Lima el 15 de julio de 1984 por el cardenal Juan Landázuri Ricketts. Continuó sus estudios, obteniendo una licenciatura y un doctorado en teología dogmática de la Universidad Gregoriana en 1985 y 1987, respectivamente. A su regreso al Perú en 1987, se involucró profundamente en varios roles pastorales y académicos, incluyendo servir como asesor de la Unión Nacional de Estudiantes Católicos y dar conferencias de teología en la Pontificia Universidad Católica del Perú.
Se dice que el cardenal siempre ha estado muy cerca de la gente, especialmente de los jóvenes y los pobres.
En 2013, Castillo Mattasoglio enfrentó una controversia cuando el cardenal Cipriani Thorne, entonces arzobispo de Lima, lo suspendió en medio de acusaciones de heterodoxia y “ataques a la jerarquía eclesiástica“. Castillo y Cipriani no podrían haber sido más diferentes, siendo este último conservador y ortodoxo. En 1977, Cipriani fue el primer sacerdote incardinado en el Opus Dei en ser nombrado cardenal.
En 2021, Castillo volvió a ser noticia cuando, en una misa previa a Navidad, contradijo la enseñanza de la Iglesia sobre la muerte de Jesús. Castillo afirmó que Jesús murió como “un laico” y lo hizo sin ofrecer un “sacrificio“.
En los últimos años, Castillo exigió la abolición del Sodalitium Vitae Christianae (SCV), un grupo religioso conservador destinado a evangelizar la cultura y resistir a la teología de la liberación. El movimiento se ha visto afectado por casos de presuntos abusos sexuales y psicológicos, violencia física, malversación de fondos y otros delitos por parte de exmiembros y periodistas. Castillo dijo que SCV había “destruido gente” y que no había “nada cristiano en ello“.
En 2024, Castillo fue nombrada coordinador del grupo de estudio 9 para el Sínodo sobre la Sinodalidad, que se espera que discuta temas LGBT fuera de la asamblea principal que terminó en octubre de 2024. Según se informa, ha mostrado una apertura a la cuestión, sugiriendo una voluntad de reforma en esa esfera y de la normalización de las relaciones homosexuales en la Iglesia.
Castillo también ha mostrado una posición “matizada” sobre el tema del aborto. En relación a la Marcha por la Vida en Perú, el purpurado consideró necesario que la sociedad reflexione sobre el tema de manera más amplia. “Si tenemos que marchar, tenemos que hacerlo por todas las vidas y por la vida de todos […] por la igualdad para las personas de diferentes sexos y diferentes situaciones“, dijo en 2019.
En 2024, el cardenal Castillo coescribió un libro llamado “Una Iglesia postclerical: Autoridad y Evangelio”. El volumen imagina un catolicismo diferente, uno que implica una renovación de la estructura de la Iglesia y su enfoque del poder. El libro incluye temas como la superación de la separación entre clérigos y laicos; abordar los problemas de abuso de poder dentro de la Iglesia; buscando una nueva forma de Iglesia basada en el concepto de “Pueblo de Dios” del Vaticano II, y promoviendo una estructura eclesial más participativa e inclusiva.
La contribución del Cardenal Castillo forma parte del objetivo general del libro de reimaginar la autoridad y la estructura de la Iglesia de una manera que sus autores creen que es más fiel a las enseñanzas del Nuevo Testamento y responde a las necesidades culturales y espirituales contemporáneas. Al elogiar el libro en L’Osservatore Romano, monseñor Derio Olivero, obispo de Piñero (Italia), dijo que el cardenal “nos ayuda a hacer un camino interesante en la textura del Evangelio para ir y encontrar en él, desde el principio, la atención para no caer en el clericalismo“.
A pesar de sus polémicas palabras y acciones, el papa Francisco nombró a Castillo arzobispo de Lima el 25 de enero de 2019, y fue instalado tres meses después. Entre las figuras notables que asistieron se encontraba uno de los fundadores de la teología de la liberación, Gustavo Gutiérrez, quien había pedido formalmente la ordenación de Castillo como obispo. Castillo ha estado asociado durante mucho tiempo con la teología de la liberación.
El nombramiento del cardenal peruano fue visto como significativo, y algunos lo describieron como un “terremoto eclesial” debido a su formación en teología de la liberación, su heterodoxia y sus diferencias con su predecesor.

Servicio a la Iglesia

  • Ordenación sacerdotal: 15 de julio de 1984
  • Ordenación al episcopado: 2 de marzo de 2019
  • Elevación al Colegio Cardenalicio: 7 de diciembre de 2024

Educación

  • 1968-1973: Licenciado en Ciencias Sociales por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos
  • 1979: Licenciado en Filosofía por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma
  • 1983: Licenciatura en teología por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma
  • 1985: Licenciado en Teología Dogmática por la Pontificia Universidad Gregoriana
  • 1987: Doctorado en teología dogmática por la Pontificia Universidad Gregoriana

Asignaciones

  • 1987-1998: Asesor de la Unión Nacional de Estudiantes Católicos
  • 1987-1991: Sacerdote en varias parroquias
  • 1987-presente: Profesor de Teología Católica en la Pontificia Universidad Católica del Perú
  • 1990-2001: Asesor de la Comisión de la Juventud de la Conferencia Episcopal Peruana
  • 1991-1999: Asociado en el trabajo parroquial
  • 1996-1999: Varios cargos arquidiocesanos responsables de la pastoral juvenil y vocacional
  • 1999-2015: Sacerdote en las parroquias
  • 2003-2006: Director de Relaciones con la Iglesia y miembro del Consejo Universitario de la Pontificia Universidad Católica del Perú
  • 2019-presente: Arzobispo de Lima
  • 2024: Coordinador del Grupo de Estudio 9 sobre cuestiones doctrinales, pastorales y éticas controvertidas, para el Sínodo sobre la Sinodalidad

Membresías

  • Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral

Fuente: Collegeofcardinalsreport.com

Arzobispo emérito de Lima

[Visto: 291 veces]

El cardenal Juan Luis Cipriani Thorne es un prelado peruano emérito, conocido por su ortodoxia en temas morales y sociales y por su distinguido liderazgo dentro de la Iglesia Católica.
Nacido el 28 de diciembre de 1943 en Lima, Perú, Cipriani comenzó su carrera como ingeniero industrial y campeón de baloncesto antes de ingresar en el Opus Dei en 1962.
Fue ordenado sacerdote del Opus Dei en 1977 en Madrid y se doctoró en teología por la Universidad de Navarra (España).
La carrera eclesiástica de Cipriani progresó rápidamente. Fue nombrado Obispo Auxiliar de Ayacucho en 1988, promovido a Arzobispo de Ayacucho en 1995 durante los tiempos difíciles de la violencia terrorista de Sendero Luminoso, y luego se convirtió en Arzobispo de Lima en 1999. El papa Juan Pablo II lo elevó a cardenal en 2001.
A lo largo de su carrera, Cipriani no tuvo miedo de defender la ortodoxia y la ortopraxis. En 2008, prohibió la práctica de recibir la comunión en la mano, exigiendo que los fieles la recibieran en la lengua.
También se ha opuesto abiertamente al aborto, diciendo en televisión en 2016: “Las estadísticas nos dicen que las niñas abortan, pero no es porque estas niñas hayan sido violadas, sino porque, a menudo, la mujer se exhibe provocando“.
Cipriani también se ha pronunciado en contra de la ideología de género, subrayando que la estructura de la sociedad que “está formada por hombres y mujeres“. Unos días antes, dijo que las campañas para socavar la dignidad de las mujeres como mujeres y madres, que buscan imponer la llamada ideología de género, “no son humanas“.
El cardenal también ha criticado abiertamente las relaciones entre personas del mismo sexo y ha denunciado regularmente los esfuerzos para reconocer las uniones homosexuales. En 2005, Cipriani comentó la reciente legalización de las uniones entre personas del mismo sexo en España y denunció la existencia de una campaña mundial, advirtiendo que al legalizar las uniones entre personas del mismo sexo se “desfigura” la sociedad.
Cipriani era Gran Canciller de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) en 1997, cuando prohibió a una organización estudiantil homosexual realizar eventos. Hizo preparar y distribuir un folleto titulado “Identidad sexual: ¿es posible elegir?“, que describía la homosexualidad como una enfermedad curable.
Uno de los logros más notables de Cipriani fue liderar la Marcha por la Vida en Lima, que en 2018 reunió a 800,000 personas en defensa del derecho a la vida. También intentó mediar durante el asedio a la residencia del embajador japonés en Lima entre 1996 y 1997.
En 2004, la Comisión de la Verdad de Perú investigó abusos contra los derechos humanos cometidos por fuerzas gubernamentales durante las décadas de 1980 y 1990 y concluyó que Cipriani no había defendido los derechos humanos mientras era obispo auxiliar y arzobispo de Ayacucho. El período estuvo marcado por el conflicto con el grupo terrorista Sendero Luminoso. Cipriani rechazó las conclusiones del informe. En 1991, criticó a las organizaciones que utilizaban los derechos humanos para obtener beneficios políticos y explotarlos. “La mayoría de las instituciones llamadas ‘defensa de los derechos humanos’ son la columna vertebral de los movimientos políticos, casi siempre de tipo marxista y maoísta“, dijo.
En 1995, Cipriani apoyó una amnistía para los oficiales militares estatales acusados de crímenes de guerra, diciendo que creía que “lograría la paz interna, porque es necesario perdonar para lograr la reconciliación”.
Según los informes, Cipriani ayudó a salvar a muchos jóvenes de Ayacucho de ser reclutados por Sendero Luminoso. Como recordó un testigo, Alfredo Gildemeister, en 2019: “Por las noches, durante los toques de queda en Ayacucho, [Cipriani] se escabullía por las calles oscuras para llevarlos a esconderlos en su casa, con el fin de salvarlos de los terribles reclutamientos de Sendero Luminoso. Por suerte, los que pasaban por allí o los soldados que patrullaban no lo vieron“.
A finales de la década de 2000, Cipriani entró en una larga batalla con la Pontificia Universidad Católica del Perú que duró casi diez años por sus intentos de controlar los asuntos financieros y académicos de la universidad. Aunque el papa Benedicto lo apoyó, el papa Francisco resolvió la disputa con un acuerdo, pero que dejó de lado a Cipriani.
De 2014 a 2020, el cardenal también fue miembro del Consejo para la Economía del Vaticano, que supervisó las instituciones financieras del Vaticano y la reforma de las finanzas del Vaticano bajo el papa Francisco.
En mayo de 2018, el Congreso del Perú otorgó al cardenal Juan Luis Cipriani la prestigiosa Medalla de Honor en el Grado de Gran Cruz en reconocimiento a su “destacada vida pastoral y labor evangelizadora, su trayectoria como primado de la Iglesia Católica del Perú y su compromiso con la paz en nuestro país“.
Cipriani votó en los cónclaves de 2005 y 2013 y fue considerado papabil en ambos.

Servicio a la Iglesia

  • Ordenación sacerdotal: 21 de agosto de 1977
  • Ordenación al episcopado: 3 de julio de 1988
  • Elevación al Colegio Cardenalicio: 21 de febrero de 2001

Educación

  • Cursó sus estudios secundarios en el Colegio Santa María Marianistas y en el Colegio Sagrados Corazones Recoleta, Lima.
  • Estudió ingeniería industrial en el Instituto Nacional de Ingeniería en Lima, Perú
  • Doctor en Teología por la Universidad de Navarra

Asignaciones

  • 1977-1988: Realizó trabajo pastoral en Lima y enseñó teología moral en la Pontificia Facultad de Teología
  • 1988: Consagrado como Obispo Auxiliar de Ayacucho
  • 1991: Nombrado Administrador Apostólico de Ayacucho
  • 1995: Promovido a Arzobispo de Ayacucho
  • 1999: Nombrado Arzobispo de Lima
  • 2019: Se retiró como arzobispo de Lima

Membresías

  • 1990-1999: Consultor de la Congregación para el Clero
  • 2001: Nombrado miembro de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos
  • 2001: Nombrado miembro de la Congregación para las Causas de los Santos
  • 2001: Nombrado miembro de la Pontificia Comisión para América Latina
  • 2001: Nombrado miembro del Consejo de Cardenales para el Estudio de los Asuntos Organizativos y Económicos de la Santa Sede
  • 2014: Nombrado miembro del Consejo de Economía en marzo
  • 2020: Dejó de ser miembro del Consejo de Economía

Fuente: Collegeofcardinalsreport.com

Cardenal Reinhard Marx

[Visto: 330 veces]

El cardenal Reinhard Marx, un influyente arzobispo de Múnich y Freising y ex jefe de los obispos de Alemania, ha sido un controvertido prelado alemán que ha cuestionado abiertamente la doctrina católica establecida y ha enfrentado críticas por su manejo de los casos de abuso sexual.
Nacido en 1953 en Geseke, Renania del Norte-Westfalia, Marx estudió teología y filosofía en Paderborn y en la Universidad Católica de París.
Ordenado sacerdote para la archidiócesis de Paderborn en 1979, se desempeñó como vicario parroquial y asistente eclesiástico del Instituto Social arquidiocesano “Kommende” en Dortmund. Obtuvo un doctorado en teología de la Universidad de Bochum en 1986. Tres años más tarde, fue nombrado director del Instituto y se desempeñó como profesor de Doctrina Social Católica en la Facultad Teológica de Paderborn.
Nombrado obispo auxiliar de Paderborn en 1996 por el Papa Juan Pablo II, Marx recibió la consagración episcopal a la edad de 43 años. Cinco años más tarde, fue nombrado obispo de Tréveris, la diócesis más antigua de Alemania. En 2007, el papa Benedicto XVI nombró a Marx arzobispo metropolitano de Múnich y Freising, cargo que Benedicto ocupó de 1977 a 1982. Marx, en ese momento, era considerado en el ala conservadora de la Iglesia y Benedicto XVI lo elevó a cardenal en noviembre de 2010.
El cardenal participó en el cónclave papal de 2013 que eligió al papa Francisco y casi de inmediato Marx comenzó a moverse hacia el progresismo y la heterodoxia. Al hacerlo, el cardenal Marx se convirtió, y sigue siendo, uno de los prelados católicos más influyentes de Europa y del Vaticano.
De 2013 a 2023, se desempeñó como miembro del Grupo C-9 de cardenales que asesora al Papa Francisco sobre la reforma de la Iglesia. Presidió la Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea (COMECE) durante dos mandatos de tres años, hasta 2018. De 2014 a 2020 fue presidente de la Conferencia Episcopal Alemana. Continúa sirviendo como coordinador del Consejo para la Economía del Vaticano, supervisando la reforma financiera del Vaticano.
Ansioso por complacer a una sociedad alemana cada vez más secular y en deuda con considerables ingresos del estado a través del impuesto de la Iglesia alemana, Marx ha buscado constantemente encontrar compromisos en la enseñanza de la Iglesia.
Estas presiones y sus propias inclinaciones heterodoxas han influido en sus acciones. En mayo de 2015, el cardenal Marx fue coanfitrión de un “sínodo secreto” en la Pontificia Universidad Gregoriana que tenía como objetivo influir en el Sínodo sobre la Familia que tenía lugar ese año hacia la normalización de las relaciones entre personas del mismo sexo en la Iglesia basada en una “teología del amor”.
Ya sea que se trate de cambiar las reglas de la Iglesia alemana para permitir el empleo de divorciados “vueltos a casar” y homosexuales que viven en relaciones del mismo sexo (aprobado en 2015 y relajado aún más en 2022) o presionar para que los cónyuges protestantes de católicos reciban la Sagrada Comunión (aprobado en 2018), Marx a menudo ha ganado la aprobación del Vaticano a través de la persuasión de mano dura respaldada por la vasta riqueza de la Iglesia alemana.
Esto ha sido especialmente evidente en su impulso por la normalización de la homosexualidad y las relaciones entre personas del mismo sexo en la Iglesia. En 2018 abogó por la bendición de las uniones entre personas del mismo sexo, y en una entrevista de 2022 con la revista alemana de circulación masiva Stern, pidió que la Iglesia aprobara los “encuentros” entre personas del mismo sexo.
Comentando en la misma entrevista sobre su celebración de una misa para conmemorar “20 años de culto queer y cuidado pastoral” en Múnich, el cardenal dijo que diez o quince años antes, “no podría haber imaginado que un día celebraría este servicio de esta manera”, pero dijo que “durante años me he sentido más libre para decir lo que pienso”.
Marx también se ha unido a otros prelados y sacerdotes progresistas, como el cardenal jesuita Jean-Claude Hollerich de Luxemburgo, para pedir un cambio en el Catecismo para normalizar efectivamente la actividad homosexual en la Iglesia, y también ha dicho que apoya la ordenación de hombres homosexuales.
Los esfuerzos del cardenal Marx para influir en la doctrina y la moral católicas se han acelerado en los últimos años, a menudo bajo el disfraz de la reforma y la crisis de abuso sexual. Él y sus partidarios argumentan que la doctrina “puede desarrollarse, cambiar“. Ha afirmado que “el Catecismo no está escrito en piedra” y que uno puede dudar de lo que dice.
El Camino Sinodal Alemán, que él ayudó a idear y promover, era ostensiblemente sobre la reforma de la Iglesia después de un devastador estudio histórico de los casos de abuso en Alemania. Pero con el respaldo de otros obispos alemanes, Marx —quien llegó a los titulares en 2015 cuando dijo que “no somos solo una subsidiaria de Roma“— se aseguró de que el proceso de varios años se utilizara unilateral e intencionalmente para introducir una serie de valores seculares opuestos a la enseñanza de la Iglesia.
Los críticos del Camino Sinodal, como el cardenal Rainer Woelki de Colonia, dijeron que amenazaba con crear un cisma. El escritor y pensador católico alemán Martin Mosebach criticó personalmente al cardenal Marx por tener “una historia de oportunismo” y dijo que estaba “llevando a la Iglesia al cisma y al sinsentido secular“.
Sobre el tema de los abusos sexuales, en diciembre de 2020 el cardenal Marx sorprendió a los observadores al establecer una fundación benéfica llamada “Spes et Salus” (Esperanza y Salvación) para ayudar a las víctimas de abusos sexuales dentro de la Iglesia, donando 500,000 euros de su propio dinero para ponerla en marcha. El objetivo de la fundación era empoderar, alentar y apoyar a los sobrevivientes de abuso en su camino hacia el autoempoderamiento y el desarrollo personal.
En 2021, Marx fue acusado de manejar mal un caso en la diócesis de Tréveris y de negar el acceso a documentos clave durante una investigación sobre abusos sexuales. Ese mismo año, Marx presentó su renuncia al Papa como un gesto simbólico para asumir la responsabilidad personal por los fracasos institucionales de la Iglesia. Francisco rechazó rápidamente su petición. En enero de 2022, un informe sobre abusos sexuales en la archidiócesis de Múnich y Freising acusó a Marx de gestionar mal dos casos de abusos sexuales.
Marx ha criticado abiertamente a ciertos movimientos políticos, como el partido derechista Alternativa para Alemania, afirmando que sus posiciones son incompatibles con las enseñanzas católicas.
Cree que el cambio climático ha sido uno de los dos mayores retos a los que se enfrenta Europa, junto con la crisis de los refugiados, y ha reclamado la necesidad de una respuesta unificada para abordar estos problemas.
El cardenal Marx causó más controversia en 2016 cuando él, como jefe de los obispos de Alemania, y el obispo Heinrich Bedford-Strohm, jefe de la Iglesia Evangélica en Alemania (EKD), quitaron sus cruces pectorales en una visita a Israel. El incidente provocó críticas y debates generalizados en Alemania, y muchos lo vieron como una negación de la fe, una forma de capitulación y una afrenta a los muchos mártires cristianos de la historia que murieron en lugar de negar su fe eliminando los símbolos religiosos.
Desde su oferta de dimisión en 2021, Marx ha adoptado un perfil público más bajo, pero sigue ejerciendo una influencia considerable tanto en la Iglesia en Alemania como en el Vaticano.
De 2013 a 2021, el número de sacerdotes en la archidiócesis de Múnich y Freising bajó de 1,216 a 960. El número de religiosos varones durante ese período bajó de 539 a 462, y el de religiosas disminuyó de 2,159 a 1,461.

Servicio a la Iglesia

  • Ordenación sacerdotal: 2 de junio de 1979
  • Ordenación al episcopado: 21 de septiembre de 1996
  • Elevación al Colegio Cardenalicio: 20 de noviembre de 2010

Educación

  • Estudió teología y filosofía en Paderborn y en la Universidad Católica de París.
  • 1989: Doctorado en Teología, Universidad de Bochum

Asignaciones

  • 1979-1996: Sacerdote en la archidiócesis de Paderborn
  • 1996-2001: Obispo auxiliar de Paderborn
  • 2001-2007: Obispo de Tréveris
  • 2007-presente: Arzobispo de Múnich y Freising
  • 2012-2020: Presidente de la Conferencia Episcopal Alemana
  • 2012-2018: Presidente de la Comisión de las Conferencias Episcopales de la Comunidad Europea (COMECE)
  • 2013-2023: Miembro del Consejo de los Cardenales Asesores del Papa Francisco
  • 2014-presente: Coordinador del Consejo de Economía

Membresías

  • Pontificio Consejo Justicia y Paz
  • Dicasterio para las Iglesias Orientales
  • Coordinador del Consejo de Economía

Fuente: Collegeofcardinalsreport.com

El Papa de la Paradojas

Una analista católica aborda con franqueza los desafíos que el Papa Francisco deja tras de sí… y que los cardenales deberán considerar al elegir a su sucesor

Por Alejandro Bermudez– www.hoyenlaiglesia.org
Kelsey Reinhardt, directora de Medios y Evangelización de la organización Catholic Vote, ha publicado un honesto y necesario análisis de las contradicciones que marcaron el pontificado del Papa Francisco. Escrito con sincero aprecio por el Papa difunto y con evidente caridad, no ignora sin embargo realidades que no pueden ser ignoradas en el difícil proceso de elegir al próximo Vicario de Cristo en la tierra.
Comparto aquí su artículo traducido al español y publicado originalmente en inglés bajo el título de The Pope Of The Peripheries And Of Paradox.

El Papa de las Periferias y de las Paradojas

Al enterrar al Papa Francisco, hombre a quien se le confió la asombrosa tarea de guiar a 1,400 millones de católicos en todo el mundo, debemos reconocer que fue un papa que inspiró devoción, pero también desilusión.
El primer papa no europeo en más de un milenio, el primer jesuita en ocupar la Cátedra de Pedro y el primero en tomar el nombre de Francisco —en honor al santo de la humildad y la pobreza radical—, llegó al papado con el poder del simbolismo ya a su lado. Pero los símbolos por sí solos no crean un legado. Su pontificado ha estado marcado por profundas paradojas, extraordinarios acontecimientos globales y el implacable escrutinio de una era digital que magnifica cada gesto, cada silencio y cada palabra, dándoles un significado global.
El Papa Francisco lideró la Iglesia Católica en un momento en que las cuestiones de identidad, historia y autoridad moral se renegociaban ferozmente en todos los ámbitos de la vida pública: Desde el auge de la ideología “woke” y la deconstrucción de estructuras sociales arraigadas, hasta las contracorrientes del resurgimiento cultural y la resistencia nacionalista, el mundo que rodeaba a la Iglesia estaba cambiando, más rápido y de forma más profunda que nunca.
Ante ese mundo, Francisco mostró una increíble y convincente sensibilidad pastoral al acoger ante los ojos del mundo a los más enfermos y oprimidos, convirtiéndolo en una figura querida entre muchos.
Ningún momento capturó mejor la soledad espiritual y el liderazgo universal de Francisco que la noche del 27 de marzo de 2020. Mientras el mundo se tambaleaba por la conmoción de una pandemia mundial, Francisco permaneció completamente solo en el vacío empapado por la lluvia de la Plaza de San Pedro. Su figura solitaria, pequeña bajo el peso de una sotana blanca empapada, iluminada por las antorchas parpadeantes ante la Eucaristía, se convirtió en un icono del dolor y la esperanza global. No tronó. Rezó. No ofreció una solución. Permaneció allí, en el silencio de ese momento inolvidable. Sin embargo, aunque insistió en que la doctrina de la Iglesia no podía ni quería cambiar, muchos católicos hastiados vieron cómo flexibilizó la postura, singularmente firme, de la Iglesia católica en temas relacionados con el matrimonio y la familia.
Por un lado, condenó el aborto, equiparándolo a “contratar a un sicario”, y denunció la ideología de género; pero en más de una ocasión, dio un inquietante visto bueno a ministerios que buscaban cambiar la doctrina de la Iglesia sobre el “matrimonio” homosexual y el transgenerismo, como el del padre James Martin.
La gestión del papa Francisco de los abusos sexuales clericales también estuvo marcada por preocupantes contradicciones. Por un lado, estableció procedimientos más claros para investigar los abusos y responsabilizar a los obispos, y condenó públicamente la cultura de encubrimiento que protegía a los abusadores. Sin embargo, por otro lado, sus acciones en casos de alto perfil como los del padre Marko Rupnik y el obispo Gustavo Zanchetta plantearon serias dudas sobre su coherencia e imparcialidad.
Quizás más que cualquier otro pontífice antes que él, el papa Francisco vivió todo su papado en la “casa de cristal” de las redes sociales modernas. Cada homilía, cada comentario improvisado e incluso cada documento cuidadosamente elaborado fue analizado instantáneamente por millones de personas, sin importar las divisiones ideológicas, religiosas y nacionales. Sin embargo, a menudo fue su informalidad en la comunicación que diluyó la claridad, permitiendo que ideólogos de todo el espectro usaran sus palabras como armas.
En las cámaras de resonancia de internet, a menudo se le presentaba simultáneamente como un reformador y un traidor, un profeta y un populista, un revolucionario y un regresivo. La velocidad con la que se formaron las opiniones en torno a su liderazgo fue sin precedentes, y en ocasiones poco caritativa.
En sus numerosas entrevistas y conferencias de prensa —muchas de las cuales requirieron seguimientos o aclaraciones— es evidente que se percibía a sí mismo como un papa que se encontraba en la encrucijada de la historia, en medio del ruido de narrativas contradictorias.
En muchos sentidos, su legado estará tan dividido como su papado: para sus partidarios, será el “Papa de las Periferias”; Para sus críticos, el Papa de la Ambigüedad, dejando tras de sí una estela de confusión e incluso división que su sucesor en el papado tendrá que afrontar.
Francisco nos recordó que el Papa es a la vez hombre y signo: frágil, imperfecto y amado. Ahora oramos no solo por su alma, sino por la Iglesia que deja atrás: herida en algunos lugares y siempre necesitada de pastores que hablen con su ternura, pero también con la necesaria claridad de la verdad.