Archivo por meses: diciembre 2013

Balance 2013

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Por Dante Bobadilla Ramírez
Lima es un desastre por donde se transite. Las obras urgentes que la ciudad necesita a gritos en todos lados se paralizaron. El Municipio está que revienta de personal y la reforma del transporte no fue más que un cuentazo. ¿Se acuerdan cómo nos juraron que con el nuevo reglamento de trasporte público y la reinscripción de taxis se iba a arreglar todo? Eso fue hace más de un año.
Si Marx hubiera sabido que en el Perú la clase dominante asumiría la dirección de la clase obrera, habría tirado su Manifiesto Comunista al tacho y se hubiera pegado un tiro. La izquierda peruana se potenció con ovejas negras de rebaños finos. Así se alimentaron varias generaciones de alienados que cacareaban los versículos de Lenin. Conocían mejor la revolución bolchevique que la historia del Perú.

Urquizo

Inútiles

Evidencia que molesta. Un mensaje de texto remitido por el congresista gobiernista José Urquizo desde su teléfono móvil al del jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas revela que relación con coronel Oswaldo Zapata Corrales no era “intrascendente” ni “circunstancial“, como lo ha manifestado.
Por Ángel Páez- Diario La República
El congresista oficialista José Urquizo Maggia aseguró públicamente que sus relaciones o contactos con el ex operador montesinista Óscar López Meneses y su primo, el coronel EP Oswaldo Zapata Corrales, fueron “circunstanciales” e “intrascendentes“. Un mensaje por teléfono que Urquizo remitió al jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas (CCFFAA), vicealmirante José Cueto Aservi, demuestra más bien que el legislador nacionalista abogó a favor de Zapata Corrales para que le dieran un trabajo en dicha estratégica dependencia castrense.
El cuatro de febrero del 2013, cuando José Urquizo era presidente de la Comisión de Defensa y Orden Interno, despachó al entonces titular del Comando Conjunto un mensaje de texto desde su teléfono móvil privado en el que presenta al coronel Zapata Corrales y pide que lo reciba en su oficina.
El propósito práctico del pedido es que le diera alguna ocupación en el CCFFAA, ya que en el texto José Urquizo le dice a José Cueto “tener en cuenta sus capacidades en Inteligencia“, de acuerdo con fuentes castrenses.
Compañero de aula
El ex ministro de Defensa y congresista oficialista le indicaba a Cueto que asignara a Zapata Corrales a la División de Inteligencia del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas (Segunda DIEMCCFFAA), que está a cargo del contralmirante James Thornberry Schiantarelli.
Las fuentes militares indicaron que Cueto, incómodo por la petición, solicitó información inmediata sobre el perfil del coronel EP Oswaldo Zapata Corrales, ya que el oficial se presentaría al día siguiente, cinco de febrero, en su oficina. Cueto no sabía quién era Zapata Corrales y mucho menos estaba enterado de la relación familiar con Óscar López Meneses.
Además, señalaron las fuentes militares, desconocía la relación de amistad entre Urquizo, López Meneses y Zapata Corrales.
Los reportes que Cueto recibió de los oficiales del Ejército que laboraban en el Comando Conjunto no eran los mejores sobre Zapata Corrales.
Había sido desplazado del Comando de Salud del Ejército por “ineficiencia” y se encontraba sin ubicación desde entonces. Por sus antecedentes que lo relacionaban con López Meneses, lo sustrajeron del Sistema de Inteligencia del Ejército. Por eso, Zapata Corrales apeló a su amigo José Urquizo para que mediante su influencia intercediera ante Cueto. Urquizo y Zapata Corrales son compañeros de clase en el doctorado en Gobierno y Política Pública que ofrece el Instituto de Gobierno de la Universidad de San Martín de Porres (USMP), como reveló el diario Perú.21.
Es por intermedio de Oswaldo Zapata que Urquizo se relaciona con López Meneses, vínculo cuya profundidad, detalle y dimensión el legislador gobiernista evitó precisar a La República.
Afirmó que nos atináramos al comunicado que haría público el 13 de diciembre. Este diario insistió en una respuesta del congresista sobre el mensaje que despachó al vicealmirante Cueto, a lo que su asesor Edwin Yalico contestó: “El congresista ha decidido asumir en este tema la posición que ha venido manteniendo. Él se ha pronunciado en el sentido de que todo detalle relacionado al tema de López Meneses y Oswaldo Zapata lo va a dar en la comisión investigadora“.
Las fuentes castrenses señalaron que al ser informado sobre el perfil de Zapata Corrales, Cueto le dijo al recomendado de Urquizo que sería asignado a la Inspectoría General del CCFFAA, bajo las órdenes del general de brigada Oswaldo García Balladares. Así estaría bajo observación de un oficial superior de su misma institución.
Luego, García Balladares informaría a Cueto del deficiente trabajo del coronel Zapata Corrales. “Es un cero a la izquierda“, le reportó. En realidad, su labor era la de “topo” de López Meneses.
La información sobre el pedido por escrito del nacionalista Urquizo a Cueto a favor de Zapata Corrales será entregada a la fiscal del caso, Norah Córdova Alcántara.
Al estallar el caso López Meneses y determinar el papel que había cumplido el coronel Zapata Corrales, el vicealmirante José Cueto lo devolvió a su institución, el Ejército.
La Inspectoría General del Ejército evaluó la situación de Zapata Corrales, primo de López Meneses, y resolvió pasarlo al retiro bajo la forma de renovación de cuadros.
Presidente Rohani

Felicitación de Navidad desde Irán

Por Chiara Santomiero
El presidente iraní Hassan Rouhani ha enviado la felicitación de Navidad al Papa Francisco en Twitter: “Felicidades a @Pontifex por el nacimiento de Cristo, profeta de amor, misericordia y amistad. Esperando un nuevo año lleno de paz y prosperidad».
A través de un tuit, el presidente de la República islámica de Irán ha querido hacer llegar al Papa Francisco, a la cuenta de twitter@pontifex, sus felicitaciones por la gran fiesta de la cristiandad. Para los creyentes del Islam, Jesucristo es un profeta.
No ha sido el único líder iraní en expresar sus felicitaciones con ocasión de la Navidad: lo mismo hicieron Ali Khamenei, Guía Supremo de Irán y máximo exponente nacional del clero chií, y Javad Zarif, ministro de Exteriores (Abcnews 25 diciembre).
También por twitter, el presidente Rohani había enviado el pasado septiembre sus felicitaciones a los judíos de Irán y del resto del mundo con ocasión del Fin de Año judío.
Hassan Rouhani venció la primera vuelta de las elecciones presidenciales iraníes el 14 de junio de 2013, obteniendo poco más del 50% de los votos (unos 18.6 millones) según las cifras comunicadas por el ministro de Interior iraní Mohammad Mostafa Najjar. Venció claramente a los otros cinco candidatos, casi todos miembros del grupo conservador: era uno de los dos representantes del frente moderado junto a Gharazi, con posiciones menos intransigentes en una serie de temas fundamentales para las relaciones entre Irán y los países occidentales. La victoria de Rouhani, que pertenece al clero chií, fue en parte sorprendente por el amplio margen con que se produjo (Il Post 26 diciembre). Desde su llegada a la presidencia del país, Rouhani se ha comprometido en una política de dialogo y de restablecimiento de mejores relaciones diplomáticas con los países occidentales (afrontando entre otros el tema del potencial nucleare iraní) e intercambiando tuits incluso con el presidente de EE.UU., Barack Obama.
El presidente iraní, en particular, ha relanzado el dialogo entre el mundo islámico y el mundo cristiano y augurado una alianza entre Irán y la Santa Sede sobre las grandes cuestiones que afectan a la humanidad, como la lucha contra el radicalismo, la injusticia y la pobreza. Este llamamiento, como informó la agencia Fides, llegó con ocasión del encuentro, en los días anteriores, con monseñor Leo Boccardi, nuevo nuncio apostólico en Irán.
Rohani dio la noticia de su encuentro en su cuenta de Twitter, subrayando que “Islam y cristianismo necesitan dialogo hoy más que nunca, en cuanto que en la base del conflicto entre las religiones hay sobre todo ignorancia y poco conocimiento mutuo”. Rohani subrayó que, según la doctrina de ambas fes, el Vaticano e Irán tienen “enemigos comunes”, como el terrorismo y el extremismo, y “objetivos similares”, como vencer la injusticia y la pobreza en el mundo. El Presidente iraní agradeció al Papa Francisco la felicitación enviada al pueblo iraní, augurando “los dos países puedan trabajar juntos para detener la violencia y el radicalismo en el mundo” (Osservatore romano.it 17 diciembre).
En el acto de presentación de sus credenciales, el pasado mes de noviembre, monseñor Boccardi había augurado “relaciones bilaterales más estrechas entre la Santa Sede y la República islámica”, expresando su deseo de que ambos estados puedan colaborar para resolver las crisis regionales en Oriente Medio, en particular la de Siria. En esa ocasión, el ministro de exteriores iraní, Mohammad Javad Zarif, contestaba que, dada la fuerte presencia de grupos extremistas en el territorio, “la condición de las minorías religiosas en Siria, como los cristianos, son causa de preocupación para nosotros” (Osservatore romano.it 17 diciembre).

Video Mundo Comunicación Integral

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Vladimiro Montesinos

“Ese delincuente que salió de la cárcel”
Agenciaperu.com revela detalles nunca antes contados que evidencian la relación que existe entre Roberto Huamán, uno de los personajes más oscuros del entorno de Montesinos, y Silvio Muñoz, uno de los integrantes del equipo de campaña de Ollanta Humala, además de aspirante a congresista por esta agrupación.
Por Alexa Vélez- Agenciaperu.com
Agenciaperu.com descubrió que Silvio Muñoz Villanueva, un amigo muy cercano del ex colaborador de Vladimiro Montesinos en la realización de vladivideos en el SIN, Roberto Huamán Azcurra, es precandidato del Partido Nacionalista, de Ollanta Humala, al Congreso de la República.
El mismo Muñoz, quien confirmó a este medio que se encarga de vender las propiedades de Huamán Azcurra (a quien aseguró visitar regularmente), organiza además eventos para promocionar el plan de gobierno de Humala.
El último de esos encuentros se realizó el 4 de enero último y fue promocionado bajo el nombre de “Jornada de adhesión de las fuerzas vivas del Perú a la candidatura del Comandante Ollanta Humala”.
En la última hoja de un panfleto distribuido ese día en el mismo local donde se realizó el evento nacionalista, en Breña, aparece el nombre del ingeniero Silvio Muñoz Villanueva como uno de los auspiciadores del evento.
Ese día la mesa de honor estuvo integrada por el secretario general del Partido Nacionalista, Francisco Rojas; por Jorge Pitta, uno de los líderes más notorios de la agrupación; por el arquitecto Rafael Morey, uno de los responsables de la elaboración del plan de gobierno nacionalista; y por el propio Silvio Muñoz.
La pregunta es entonces: ¿por qué un personaje tan vinculado al entorno de Montesinos tiene tanto peso dentro del Partido Nacionalista?
Fuentes estrechamente ligadas al ex Servicio de Inteligencia de Montesinos, sostuvieron a este medio que el coronel Roberto Huamán pensó apoyar inicialmente la candidatura de Alberto Fujimori, pero que tras su captura en Santiago, decidió cambiar de opción y respaldar al comandante Humala.
Este último dato fue confirmado por Silvio Muñoz.
VillanuevaEL VISITANTE
Agenciaperu.com registró el ingreso de Silvio Muñoz Villanueva al penal de máxima seguridad “Miguel Castro Castro”, el domingo 8 de enero a las 9 de la mañana.
En aquella oportunidad, Muñoz se reunió con su compadre: el coronel Roberto Huamán Azcurra.
Pero el domingo 8 de enero no fue la primera vez que Muñoz Villanueva visitó al coronel Roberto Huamán. A continuación, parte de la entrevista realizada a Muñoz aquel día, a su salida del penal: 
¿De qué conversa con Huamán Azcurra? 
Es mi compadre espiritual.
¿Hace cuánto conoce a Huamán Azcurra? 
15 años.
¿Lo visita todos los domingos? 
Sí.
¿Siempre visita a Huamán?
Voy a visitarlo también el próximo domingo. Es la verdad, no se puede negar. (…) Desde que lo capturaron, o se entregó, en el 2000, lo estoy yendo a visitar en todas las instancias en que se encontraba.
Yo a mis amistades no puedo negarlas, señorita. No puedo negar a mis amistades. Donde estén los voy a seguir visitando.
¿Usted está ahí, en la campaña de Humala, desde el inicio? 
Desde siempre he estado ahí apoyando a Ollanta en lo que se ha podido. (…) En lo posible yo voy a hacer que él gane en primera vuelta. (…) ¿O sea que porque yo estoy en cierta agrupación política ya no puedo visitar a un familiar? No voy a dejar de visitar, y voy a seguir apoyando al Partido.
¿El coronel Huamán va a estar contento? 
Por supuesto que sí.
¿Y de qué conversa con el señor Daniel Mora? 
Es mi amigo de años
Pero se reúne con él en Palacio de Gobierno.
Bueno, es por cuestiones a veces de apoyo social.
Daniel MoraEN PALACIO
La historia no termina ahí. Silvio Muñoz, el amigo de Huamán y el candidato de Humala, ha penetrado las entrañas de Palacio de Gobierno. El 6 de enero último, a las 4 de la tarde, agenciaperu.com registró a Muñoz saliendo de Palacio por la puerta que linda con la estación de Desamparados. Ese día se reunió con el general Daniel Mora, ex hombre de Hermoza Ríos, ex jefe del Consejo Nacional de Inteligencia de Toledo y consejero presidencial.
Cuatro días después, el 10 de enero, a las 3 de la tarde, Silvio Muñoz volvió a ingresar a Palacio de Gobierno. Esta vez salió por un momento a las 4:30 para hacer unas coordinaciones con el personal de seguridad, habló por teléfono y regresó.
A las 5:15 de la tarde, Muñoz abandonó finalmente la casa de Pizarro. Sin embargo, esta vez el general Mora salió personalmente a darle el alcance. Ambos conversaron por unos minutos en el estacionamiento. Luego, Muñoz se marchó.
¿Coordinan algo Palacio de Gobierno, Huamán Escurra y Ollanta Humala?
VÍNCULO CONFIRMADO
El vínculo entre Muñoz y Huamán está confirmado. Silvio Muñoz tiene a su cargo la venta de una propiedad de Huamán Escurra. Se trata de las oficinas donde, hasta hace unos años, operó la empresa “Video Mundo Comunicación Integral E.I.R.L”, una empresa de propiedad del Coronel Huamán.
La empresa de Huamán Azcurra operó en el segundo piso de un edificio ubicado en la calle Pedro Conde, en Lince.
Agenciaperu.com conversó telefónicamente con Silvio Muñoz sobre este punto. En esa charla, el propio Muñoz no sólo confirmó que dicho local estaba en venta, sino que él mismo es el encargado de vender los departamentos de propiedad de Huamán.
Cuando preguntamos a Muñoz a qué hora podíamos ver el espacio, este empeñoso vendedor contestó: “Llego a la 1, 5 de la mañana. Ollanta me ha invitado a su grupo y no me deja tranquilo. Por eso saque el cartel (de venta), porque no podía atender a las personas como debía ser y no me gusta quedar mal. Yo la llamo mañana para que la vea”.
Sin embargo, frente a frente, el amigo de Huamán intentó modificar su versión:
Usted sí administra la venta de las oficinas de Video Mundo
No, no.
Por supuesto que sí, usted las ofrece en venta. 
No, tengo las llaves, no, sino que…
¿Entonces Huamán Azcurra confía en usted, para que usted venda sus propiedades?
Bueno. Nos conocemos hace 15 años, hay una amistad.

Una higuera culpable de respetar las estaciones

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Evangelios molestos

Por Alessandro Pronzato- Evangelios molestos
Al día siguiente, cuando salieron de Betania, sintió hambre. Y viendo de lejos una higuera con hojas, fue a ver si encontraba algo en ella; acercándose a ella, no encontró mas que hojas; es que no era tiempo de higos. Entonces dijo a la higuera: ¡Que nunca jamás coma nadie fruto de ti! Y sus discípulos oyeron esto…Al pasar muy de mañana, vieron la higuera que estaba seca hasta la raíz.
Pedro, recordándolo, le dice: Rabbi, mira, la higuera que maldijiste está seca. Jesús le respondió: Tened fe en Dios. Yo os aseguro que quien diga a este monte: quítate y arrójate al mar y no vacile en su corazón sino que crea que va a suceder lo que dice, lo obtendrá (Marcos 11:12-14 y 20-23).
Varias veces, lo confieso, he intentado evitar, regatear, diríamos en argot futbolístico, el episodio de la higuera estéril. Me daba un poco de fastidio.
El empeño de Jesús de tomar sus frutos cuando todavía no era la estación de los higos, me parecía absurdo, además de ingenuo. Es difícil encontrarle una justificación “razonable”.
Más vale arrinconarla. Más vale separar esta página de los evangelios molestos. La molestia es una cosa, y lo ridículo es otra muy distinta.
Voltaire se rió de ella a mandíbula batiente. Los teólogos han buscado mil recursos para eludir la dificultad, con modestos resultados. Algunos intérpretes han llegado incluso a insinuar la duda de que este hecho se derivaría de una tradición espúrea.
Pero al final siempre se imponía una conclusión: Precisamente su “falta de razonabilidad” es la mejor garantía de su autenticidad.
Por tanto no nos queda más remedio que hacer también las cuentas con esta higuera que no tiene más pecado que el de respetar las estaciones. Podríamos definirla: una planta culpable de observar escrupulosamente el reglamento.
Si al menos fuese una parábola… Siempre podríamos descubrir una aplicación que no repugnase a nuestra lógica.
Pero se trata de un episodio acaecido realmente. De un episodio que se convierte en una parábola. La parábola que sirve para documentar las absurdas pretensiones de Dios en relación con nosotros.
Y ahora, para “entender”, para no escandalizarme, tengo que prescindir de mi sentido común, tengo que desarraigar mis exigencias racionales.
¡Cuántos intentos para reducir a ” dimensiones razonables” las pretensiones de Cristo! ¡Cuántas seguridades se nos han dado para ello! ¡Cuántas veces hemos oído cómo labios devotos sentenciaban: Dios no exige tanto…!
Evidentemente, para todos estos tranquilizadores de oficio, el episodio de la higuera que es maldecida tiene que reducirse a un vulgar despiste del Señor, a una fatal equivocación en cuestión de calendario. Cristo no nos pide mucho. Ni tampoco muchísimo. Nos pide sencillamente lo imposible. Exige un milagro. Como si dijera: el amor tiene que hacer milagros.
“Tengo un profesor muy exigente”, se lamentan los estudiantes. Pero Dios es “peor” todavía. Cuando vas a examinarte en latín, se le ocurre preguntarte de trigonometría. “Mi patrón no entiende nada”, murmura el obrero. “Quinientos tornillos al día. Y ahora nos exige seiscientos. No sabe lo que dice…” Pero el Señor es “peor” todavía. Espera de ti los tornillos incluso en vacaciones.
…Jesús sintió hambre. Y viendo de lejos una higuera con hojas, fue a ver si encontraba algo en ella.
Veo cómo se acerca a mí. Tiene hambre. Me dirige su mirada y me hurga por dentro en busca de “algo”. Un fruto, aunque sea uno sólo, entre las hojas. Hace el inventario de mi mercancía, para descubrir “algo” que le interesa.
Creía que no se iba a ocupar de mí, que no me iba a localizar. Que se iba a contentar con pasar a mi lado. Uno de tantos árboles a lo largo del camino. ¿Por qué concentra su mirada precisamente en mí? ¿Por qué me traspasa con esos ojos implacables?
Tiene hambre. Y yo soy un árbol destinado a dar fruto. No una planta ornamental. Acercándose a ella, no encontró más que hojas… Mi nombre inscrito en el registro de bautizos. Mi tarjeta de Acción Católica. Mi estampa en la cartera. La medalla de San Cristóbal junto al volante del coche. “Tengo un tío canónigo”. Mi charlatanería. Estuve en Londres de peregrinación. He hecho ejercicios espirituales. Hasta estoy suscrito a la hoja parroquial, leo el boletín diocesano y recibo “el pan de los pobres”. No voy a ver películas obscenas. No hago mal a nadie.
Nada mas que hojas…. ¿Es ése todo tu cristianismo? Lo que yo quiero son frutos, no hojas. Tengo hambre y tu sombra no me llena el estómago.
Es que no era tiempo de higos.
Alessandro Pronzato

Señor, piensa un poco. No es aún tiempo de higos. Todavía no he tenido tiempo. ¿A qué tanta prisa? Un poco de comprensión. Yo no soy un santo, en definitiva. Hasta el sacerdote, a quien he pedido consejo, me ha dicho que puedo estar tranquilo, que no tengo obligación…
¿Tenía que haber hablado? ¿Tenía que haber tomado posición? Pero si no era oportuno…; hay que tener prudencia, no hay que precipitar las cosas, se corre el peligro de comprometerlo todo. Y luego se saca lo mismo, en el fondo. No es tiempo, Señor, haz el favor de controlar un poco tu calendario. Debe haber un error. Iguálalo con el mío y déjame en paz.
Entonces dijo a la higuera: Que nunca jamás coma nadie fruto de ti ! y sus discípulos oyeron esto.
Lo oyeron. ¿Comprenderían quizá que la fe tiene que superar las falsas necesidades? ¿Que el amor tiene la obligación de realizar milagros?
Tengo una agenda en mi mesa. Cada día señalo allí mis compromisos, mis citas, el final de mis plazos. En resumen, todo lo que tengo que hacer.
Algunas hojas cuajadas de notas, de compromisos. Al verlas, no tengo mas remedio que admitir que “hago demasiado”. Algunos días, cuando estoy literalmente hasta el cuello de trabajo, le robo horas al sueño. Para respetar la agenda. Y me engaño al pensar que soy tremendamente exigente conmigo mismo.
Si dejase esa agenda en manos del Señor… Escribiría allí cosas jamás pensadas, exigencias locas, plazos imposibles, cifras desproporcionadas.
Y yo, al leer aquellas absurdas exigencias, abriré unos ojos de espanto y tendré la impresión de que me vuelvo loco.
Y sin embargo, debería verme ebrio de alegría. Porque Dios me considera capaz de cosas imposibles. Si busca higos fuera de tiempo, quiere decir que ama y estima aquella planta hasta considerarla capaz de hacer milagros.
El que no ama, pide tonterías. Los hombres les piden muy poco a las criaturas. Un poco de tiempo, el cuerpo, la belleza, un segundo de placer, un poco de consideración, una propina de dinero, algún aplauso, alguna inclinación más o menos espontánea de cabeza.
Los hombres no aman a sus semejantes. No los estiman. Por eso se limitan a pedirles una miseria.
Dios me ama. Me estima inmensamente. Por eso me lo pide todo. Exige de mí lo imposible.
Cristo no ha muerto en la cruz para que yo “no hiciera mal a nadie”. Sino para que me hiciese capaz de realizar milagros.

Sagrada Familia

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Sagrada Familia

Por Antonio Elduayen Jiménez CM
Todavía con la mirada (de los ojos y del corazón) en el Niño Dios, que está en la cuna del belén, el evangelio de hoy (Mt 2,13-15.19-23) nos pide fijar la atención en la familia. Desde luego, la sagrada Familia de Nazareth, pero también la familia en general, la tuya y la mía. Evidentemente en el llamado Misterio de Navidad, sus tres personajes son parte del Misterio, pero el principal es Jesús, que acapara nuestro interés por ser el Hijo de Dios hecho hombre. En la misa de Noche Buena lo vimos como un bebé inerme y vulnerable, ¡Él que es el Hijo de Dios!; en la misa de Navidad, lo contemplamos como el Hijo de Dios, ¡Él que es un bebé! Hoy, la iglesia quiere que lo veamos en el seno de una familia y como parte de la misma. Con todo lo que esto entrañó de fácil y difícil, y de lo que entraña para todas nuestras familias.
Reflejo de la Familia de Dios, que es una comunidad de tres Personas divinas, la Familia de Nazaret es, debe ser, modelo para toda familia humana. Lamentablemente muy pocas veces nos la proponemos como modelo o la tenemos en cuenta. Quizá porque sólo pensamos en ella cuando llega la Navidad o la Fiesta de la Sagrada Familia o el día del Niño por Nacer. O porque, siendo ellos santos, pensamos que todo les era fácil y como caído del cielo. Pero no fue así, y por donde se la mire, en lo divino y en lo humano o social, tuvo tantos y más problemas que la mayoría de nuestras familias. Si no, díganme cuál de nuestras familias ha sido por un buen tiempo “familia sin techo”, perseguida, emigrante en país extraño (Egipto), refugiada en Nazareth, pobre… Es por ello que la Sagrada Familia puede enseñarnos a ser y vivir felices en medio de las adversidades y puede mostrarnos cómo surgir de la nada o teniendo muy poco.
En otro orden de cosas, la sagrada familia de Nazareth vive y nos enseña a vivir los principios fundamentales y las virtudes propias de la familia que se construye sobre el matrimonio de un hombre con una mujer, como el de María con José. Hoy son muchas las circunstancias, de todo género y origen, que atentan contra su comunión feliz, pero no voy a referirme a ellas. Considero más importante referirme a los principios sólidos que fundamentan la vida en familia y a las virtudes humanocristianas que la facilitan y santifican. Entre los principios enumero los sgtes. : el de la unidad en la diversidad y viceversa, por el que la familia se convierte en icono o retrato vivo de Dios (Uno y Trino); el de la reciprocidad corresponsable, y los de ser santuario de la vida, casa de Dios, formadora de personas, transmisora de valores (empezando por el de la fe) y  promotora del bien común (célula del tejido social).
Entre las virtudes familiares: ante todo el amor recíproco, con todas las características que, según la Escritura debe tener el amor (1 Cor 13, 4-6). La autoridad, que es compartida por los esposos-papás y que ha de ser ejercitada siempre en diálogo, corresponsabilidad y bondad, sobre todo con los hijos. Hay que ser firmes, pero siempre con bondad. Así la obediencia no les caerá pesada y será como la expresión de su amor y respeto a los papás y de su aporte a la felicidad del hogar.
FAMILIA Y EVANGELIZACIÓN
Como deben saberlo, hace ya un mes la Santa Sede  presentó el documento preparatorio de la III Asamblea General Extraordinaria del Sínodo de los Obispos, que tendrá lugar en el Vaticano del 5 al 19 de octubre de 2014. Su tema: “Los desafíos pastorales sobre la familia en el contexto de la evangelización”, el que se dará en dos asambleas y dos años: en el 2014, la Asamblea General Extraordinaria, que recogerá testimonios y propuestas de los obispos para anunciar y vivir el Evangelio visto desde la familia; y en el 2015, la Asamblea General Ordinaria, cuyo fin será dar las líneas operativas para la pastoral de la persona humana y de la familia”.
En una evangelización que compromete a todos, ¿cómo compromete a las familias cristianas, que tienen su modelo en la Sagrada Familia, que hoy celebramos? Digamos que, en relación con la evangelización, la familia tiene una doble tarea: pasiva una, abriéndose a la misión y a los misioneros y acogiéndolos; y activa la otra, asumiendo su rol de agente activo y de protagonista de la evangelización. Dicho de otro modo, las familias deben ser evangelizadas y evangelizadoras. Lo que obliga por igual a todas, si bien algunas podrán ser más evangelizadoras por estar más evangelizadas al haber iniciado antes y/o con mayor empeño el camino de la conversión y de la renovación.
En ambos casos, la tarea evangelizadora principal de la familia tendrá que consistir en ser cada vez más una familia cristiana: más familia y más cristiana. “¡Familia, sé lo que eres!”, gritaba el Papa Juan Pablo II. Además deberá convertirse en “escuela de fe”, en “comunidad discípula misionera”, donde se vive y se transmite el amor de Cristo que está en la base de su mutua relación. Y donde, desde el amor de Cristo y en Iglesia, se transmite y educa la fe de los hijos y, si es el caso, la de los esposos. Todo esto, a base de oración en común, de creación de un ambiente sano en el hogar, del testimonio de vida de los padres y la introducción de los hijos en la iniciación cristiana, preferentemente a través de la “catequesis familiar”.
“Animada por el espíritu evangelizador en su propio interior, la familia, en cuanto Iglesia doméstica, está llamada a ser un signo luminoso de la presencia de Cristo y de su amor incluso para los «alejados», para las familias que no creen todavía y para las familias cristianas que no viven coherentemente la fe recibida. Está llamada «con su ejemplo y testimonio» a iluminar «a los que buscan la verdad»” (Familiares Consorcio de Juan pablo II, 54). En relación con el entorno, ¡qué hermosos gesto y lección evangelizadores el de la familia que sale de casa y va a la misa dominical, vestida de fiesta y con alegría en el corazón! Aún sin proponérselo, ese ejemplo llama la atención y cunde misioneramente.
Los siguientes son también gestos y hechos evangelizadores, que las familias pueden llevar a cabo con sencillez. A lo mejor participar en algún “Cenáculo Misionero”, en el que los vecinos se reúnen rotativamente para orar (el Santo Rosario, por ejemplo), y ofrecer eventualmente su casa para ello. Acoger y pasar a otras familias la Capilla Misionera de la Medalla Milagrosa. Servir de enlace en el sector o en el edificio en el que viven, dando oportunidad al ingreso de misioneros. Formar parte de la Pastoral Familiar de la parroquia o integrar algún movimiento (como el de Encuentro Matrimonial). Participar en el Equipo o Movimiento Misionero parroquial. Propiciar que los enfermos, los niños y los jóvenes de la casa integren algún Grupo Misionero o Parroquial.

Alcohol y golpes

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Jose Gasha Tamashiro

Beben y beben los peces en el río

El viceministro de Economía, José Gasha, fue acusado por su esposa brasileña de agredirla durante una aparente discusión que tenían sobre su separación.
Según el noticiero 24 Horas, el funcionario y la mujer, identificada como Monique Camaraneto, bebieron en un restaurante de Chorrillos y luego se retiraron en un vehículo oficial del Estado, de placa CKQ680.
Fue allí que comenzó la pelea. Ella se lanzó del auto a la altura de la Bajada Balta, en Miraflores, para que, según dijo, su cónyuge no la siga golpeando. Fue auxiliada por agentes del serenazgo, quienes la trasladaron al hospital Casimiro Ulloa.
Sin embargo, luego huyó cuando la prensa la iba acompañar a poner la denuncia en la comisaría de la zona. La seguridad del nosocomio afirmó que ella salió resguardada por serenos y policías.
En las imágenes propaladas por Panamericana Televisión se ve a Gasha Tamashiro con sangre en la cara, producto, al parecer, de los arañones de su mujer.
Contó que ella sufrió otra crisis nerviosa cuando ambos se encontraban tomando un café en el restaurante Tanta de Miraflores y escapó. Dijo que desconoce su paradero.
DA SU VERSIÓN
Luego de difundida la noticia, Gasha Tamashiro informó que no agredió a su esposa sino que solo trató de contenerla porque sufrió una severa crisis nerviosa y quería lanzarse del vehículo.
Indicó que su cónyuge se tiró del vehículo cuando la llevaba a la clínica Good Hope. Confirmó que serenos de Miraflores la sacaron del hospital Casimiro Ulloa y la trasladaron a la mencionada clínica, donde la estabilizaron.
Fuente: Diario Perú21.

Parroquia de Ticapampa

Parroquia de Ticapampa

El párroco de la iglesia de Ticapampa (Huaraz), Alejandro Huamán, fue golpeado salvajemente por dos efectivos de la Policía Nacional, quienes habrían estado bajo los efectos del alcohol al momento de agredir al religioso.
Según los feligreses, quienes acudieron en su auxilio, el párroco llegó a la comisaría de Ticapampa para denunciar el choque de su auto contra una combi; sin embargo encontró a los suboficiales Christian Rommel León Yanac y Junior Alberto Saavedra Poma libando licor y quienes le habrían pedido dinero para comprar cerveza.
Ante la negativa del sacerdote, ambos efectivos policiales no dudaron en propinarle puñetes y patadas, a tal punto que Alejandro Huamán terminó con el rostro desfigurado, y actualmente se encuentra postrado en su cama.
Durante el bochornoso incidente, feligreses que reconocieron al párroco se acercaron hasta al dependencia policial para tomar la justicia con sus propias manos, provocando que ambos policías huyeran de la comisaría.
Ante tales hechos, personal policial de otra dependencia policial tuvo que llegar hasta Ticapampa para evitar que se realicen daños materiales o personales.
Fuente Diario La República.

La mujer que yo quiero

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MujeresPor Joan Manuel Serrat
La mujer que yo quiero no necesita
bañarse cada noche en agua bendita.
Tiene muchos defectos, dice mi madre,
y demasiados huesos, dice mi padre.
Pero ella es mas verdad que el pan y la tierra.
Mi amor es un amor de antes de la guerra
para saberlo,
la mujer que yo quiero, no necesita
deshojar cada noche una margarita.
La mujer que yo quiero, es fruta jugosa
prendida en mi alma como si cualquier cosa.
con ella quieren dármela mis amigos
y se amargan la vida mis enemigos…
Porque sin querer tú, te envuelve su arrullo
y contra su calor, se pierde el orgullo
y la vergüenza…
La mujer que yo quiero, es fruta jugosa
madurando feliz, dulce y vanidosa.
La mujer que yo quiero, me ató a su yunta
para sembrar la tierra de punta a punta
de un amor que nos habla con voz de sabio
y tiene de mujer la piel y los labios.
Son todos suyos mis compañeros de antes…
mi perro, mi scalextric y mis amantes…
la mujer que yo quiero, me ató a su yunta;
pero, por favor, no se lo digas nunca.

JNE ratifica a Hernán Nuñez

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Teniente Alcalde

Teniente Alcalde de Lima

El  Pleno del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), resolvió por mayoría ratificar a Hernán Núñez Gonzales en el cargo de primer regidor del Concejo Metropolitano de Lima, en concordancia con la Ley de los Derechos de Participación y Control Ciudadanos (LDPCC) y de la Ley Orgánica de Municipalidades.
De esta manera, declaró fundadas las apelaciones presentadas por el propio Núñez Gonzales y la alcaldesa de Lima, Susana Villarán De la Puente, y revocó el acta general de proclamación del cómputo de resultados y autoridades electas emitida por el Jurado Electoral Especial de Lima Centro.
El tribunal electoral señala que, en efecto, las dos leyes referidas establecen que en caso el alcalde sea revocado o vacado lo reemplaza el primer regidor hábil que sigue en su propia lista electoral.
Asimismo, concluye que  aquellas organizaciones políticas que no participaron en las Elecciones Municipales de 2010 deberán ubicarse (en el orden en el que fueron votadas en las Nuevas Elecciones Municipales), en la parte final o posterior de la conformación del concejo. Ello en favor de las organizaciones que participaron en dichos comicios de 2010, cuya prevalencia ascendería respetando el orden primigenio.
“No resultaría acorde con la voluntad popular que, como consecuencia de una nueva elección municipal, organizaciones políticas y, menos aún, ciudadanos asuman un cargo de autoridad para el cual no fueron primigeniamente elegidos, en una ubicación preferente o mejor respecto de aquellas autoridades que ya se encontraban en ejercicio del cargo de regidores”, remarca.
El Pleno del JNE desestimó la solicitud de los apelantes para que las autoridades elegidas en el proceso de noviembre se ubiquen en orden correlativo posterior  a los actuales regidores que no fueron revocados y que fueron confirmados en sus cargos, es decir, a partir del regidor N°18 en adelante.
Por ello, establece que el bloque del Partido Popular Cristiano ocupe lugares inmediatamente posteriores al de Villarán y el teniente alcalde.
En voto en minoría, el doctor José Humberto Pereira Rivarola señala que la designación de Jaime Zea Usca como teniente alcalde de Lima se encuentra conforme a la LDPCC, toda vez que como candidato del partido político con más votación le corresponde reemplazar a la autoridad revocada que era Eduardo Zegarra Méndez, mientras que Hernán Núñez solo asumió ese cargo de manera provisional.
La primera mayoría la tiene el PPC con 17 regidores, Somos Perú queda con siete, mientras que Fuerza Social, Perú Posible y Siempre Unidos con tres cada uno. Restauración Nacional y Acción Popular quedan con dos integrantes, uno más que Cambio Radical y el Partido Humanista.
Fuente: Radio Programas del Perú.

Santa Adelaida de Italia

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Santa Adelaida de Italia

Llamada también Adelaida de Borgoña (928/93316 de diciembre de 999), fue quizá la mujer europea más interesante del siglo X. Hija, esposa (por dos veces) y madre de reyes de Italia, fue emperatriz del Sacro Imperio Romano Germánico y regente del mismo.
Era la hija de Rodolfo II de Borgoña y de Berta de Suabia. Su matrimonio (en 947, antes del 27 de junio), a la edad de 15 años, fue con el hijo del rival de su padre en el trono de Italia, Lotario II, el Rey de Italia nominal. Esta unión era parte de un acuerdo político diseñado para establecer la paz entre el padre de la novia y Hugo de Provenza, el padre del novio. Tuvieron una hija, Emma de Italia, que llegó a ser reina de Francia Occidental al casarse con el rey de Francia Lotario.
El Santoral con la Vida de los Santos afirma que su primer marido fue envenenado el 22 de noviembre de 950 en Turín por el verdadero titular del poder en la Padania y su sucesor como Rey de ItaliaBerengario II de Italia de la Casa de Ivrea, que trató de cimentar su poder político obligando a Adelaida a casarse con su hijo, Adalberto. La joven viuda se negó y huyó, pero fue localizada y encarcelada en Como el 20 de abril de 951, por orden de la esposa de Berengario, Willa de Arlés, siendo maltratada por ella, pues seguía negándose a casarse con su hijo Adalberto. Adelaida logró fugarse de sus maltratadores el 20 de agosto de 951, primero a Reggio y luego se acogió bajo la protección de Adalberto Atto de Canossa en el Castillo de Canossa, que fue asediado por Berengario sin que consiguiera asaltarlo.

Esposa de Otón el Grande

Adelaida logró enviar un emisario para acogerse a la protección del emperador Otón el GrandeSacro Imperio Romano Germánico, que mantenía un ejército en Italia. Adelaida y Otón se reunieron en Pavía, la capital histórica lombarda, donde Otón se hizo coronar rey de los lombardos el 23 de septiembre de 951, reforzando su legitimidad al casarse seguidamente (octubre-noviembre) con la propia Adelaida, viuda del último rey legítimoBerengario aceptó la principalía de Otón y rendirle homenaje a cambio de mantenerse como rey en Italia, como así sucedió.
Otón retornó a Alemania junto con su nueva esposa, donde cimentó la existencia del Sacro Imperio al derrotar a los invasores húngaros en la batalla de Lechfeld (10 de agosto de 955) y al extender los límites de la Francia Orientalis hasta más allá del río Elba, venciendo a los obodritas y otros eslavos del Elba en la batalla de Recknitz (16 de octubre de 955). Unos años antes, en 953, la revuelta del hijo del primer matrimonio de Otón (y presunto heredero), Liudolfo, duque de Suabia, contra su padre fue sofocada por éste, que le desposeyó de su título ducal. Aunque fue perdonado por el emperador, su padre, perdió su estima y este hecho favoreció la posición de Adelaida y de su descendencia en la corte. Adelaida también consiguió retener toda su dote territorial.
Adelaida acompañó a su esposo en su segunda expedición a Italia, destinada a someter la revuelta de Berengario II y a proteger al Papa Juan XII. En RomaOtón el Grande fue coronado emperador el 2 de febrero de 962 por el Papa Juan XII y Adelaida fue coronada emperatriz en la misma ceremonia (excepcionalmente, pues no fue muy común este ceremonial de doble coronación emperador-emperatriz en el Sacro Imperio Romano Germánico). También acompañó a su esposo Otón en 966 en su tercera expedición a Italia, donde permaneció con él durante seis años.

Descendencia con Otón el Grande

Adelaida y su segundo marido Otón I el Grande tuvieron cinco hijos, de los cuales sólo tres alcanzaron la edad adulta: Enrique (entre el 952/953- † 7 de abril de 954); Bruno (entre el 953/954- † 8 de septiembre de 957); Matilde (inicio de 955- † 6 de febrero de 999) fue abadesa de Quedlinburg desde 966, acompañó a su hermano Otón II a Roma en las Navidades de 981 y recibió de éste un legado importante a su muerte, fue regente en Alemania de su sobrino Otón III durante su ausencia por el viaje a Roma del emperador y está enterrada en la iglesia de la Abadía de Quedlinburg; Otón II el Sanguinario (final de 955- † 7 de diciembre de 983) fue el sucesor de su padre como Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico; y Riclinda († después del 1 de noviembre de 1007), casada con Conrado de Öhningenduque de Suabia en 983; sólo algunas fuentes secundarias la hacen hija del matrimonio de Otón el Grande con Adelaida.

Viuda y regente

Cuando su marido Otón I el Grande falleció el 7 de mayo de 973 en Memleben (un palacio en las tierras familiares de los Otónidas, a orillas del río Unstrut), su sucesor en el reino fue su hijo Otón II, y Adelaida ejerció durante algunos años una poderosa influencia en la corte. Sin embargo, más tarde su nuera, la princesa bizantina Teofania, volvió a su esposo Otón II en contra de su madre, y Adelaida fue expulsada de la corte en 978. Durante su exilio, repartió su tiempo viviendo parte en Italia y parte en el Arelato con su hermano Conrado de Borgoña, rey de Borgoña, por cuya mediación se reconcilió finalmente con su hijo: a principios de 983 Otón II la nombró su virrey en Italia. No obstante, cuando Otón II murió el mismo año, y aunque tanto la madre como la abuela del niño-rey Otón III fueron nombrados corregentes, Teofania obligó a Adelaida a abdicar y la exilió. Cuando Teofania falleció en 991, Adelaida fue restablecida en la regencia de su nieto. Estuvo asistida por San Willigisobispo de Maguncia. En 995, cuando Otón III alcanzó la mayoría de edad y empezó a reinar personalmente, Adelaida fue libre de dedicarse exclusivamente a sus obras de caridad, en particular a la fundación y restauración de casas religiosas: monasterios, iglesias y abadías.

Años finales

Adelaida había mantenido durante mucho tiempo estrechas relaciones con la Abadía de Cluny, entonces el centro del movimiento de la reforma eclesiástica y, en particular, con sus abades San Mayolo y San Odilón. Adelaida se retiró a un monasterio que había fundado alrededor del año 991 en Selz, localidad al norte de Alsacia. Aunque ella nunca llegó a profesar como monja, pasó el resto de sus días en oración siguiendo la regla monástica de Selz.
De camino a Borgoña en apoyo de su sobrino el rey Rodolfo III de Borgoña contra una rebelión de nobles, Adelaida murió en la Abadía de Selz el 16 de diciembre de 999, a pocos días del fin del milenio, que como muchos en su tiempo Adelaida creía que señalaba la Segunda Venida de Cristo en la Tierra y el fin de los tiempos. Fue enterrada en la Abadía, aunque después de unas graves inundaciones, que casi la destruyeron por completo en 1307, las reliquias de la santa, milagrosamente salvadas, fueron trasladadas a la iglesia parroquial de la localidad de Seltz, dedicada a San Esteban, donde en la actualidad descansan.
Adelaida se dedicó constantemente al servicio de la iglesia y de la paz, y al imperio como guardiana de ambas. También se interesó por la conversión de los eslavos de las marcas orientales del Sacro Imperio. Ella fue así un agente principal -casi una encarnación- de la labor de la Iglesia Católica durante la Baja Edad Media en la construcción de la cultura-religión de la Europa Occidental. Su día de fiesta, el 16 de diciembre, aún se conserva en muchas diócesis de Alemania.
Fuente: Wikipedia.

Dedos en el enchufe

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Dedos en el enchufe

De Torre Tagle al Teatrín

Víctor Andrés García Belaunde responde a CARETAS en su despacho parlamentario. Son vísperas de Navidad pero su gesto grave sugiere una resaca de Año Nuevo.
“No quiero entrar a debatir con el Presidente”, zanja.
Apenas horas atrás dio a conocer su renuncia a la presidencia de la comisión que investiga la irregular vigilancia policial ofrecida a la vivienda de Óscar López Meneses.
En los días previos, “Vitocho” se defendió para establecer el origen de su cita con el presidente Ollanta Humala, que terminó con su temprana salida de la comisión.
A estas alturas, como lo reconoce en su carta de renuncia, admite que acudir a Palacio de Gobierno el miércoles 18 fue un “error político”.
En RPP explicó que se encontró la noche anterior con Humala en la ceremonia de clausura del año diplomático, al término de la cual el Presidente rompió el protocolo al decidir caminar de vuelta a Palacio.
“Surgió en la conversación el tema que nos convoca en la comisión y él se mostró interesado en conocer lo que estaba pasando”, reveló el populista. “A raíz de esa conversación es que surgió luego, al día siguiente, una llamada telefónica convocándome a Palacio. Creo que hubo un mutuo interés de buscar un apoyo o un compromiso del gobierno para colaborar con las investigaciones”.
En cambio, el ministro de Justicia Daniel Figallo, que fue el tercero presente en el encuentro, dice que el populista hizo la llamada. “Se agenda la solicitud y se recibe al congresista como a otros”, declaró. “No hay ningún asunto a puerta cerrada”.
Queda claro que, según la información recabada por CARETAS, García Belaunde llegó a Palacio a las 5 y 30 de la tarde, donde fue conducido al teatrín de Palacio, una pequeña sala de cine que queda en la parte posterior de la residencia y en la que caben alrededor de 30 espectadores.
Allí conversó con Humala y Figallo por espacio de media hora.
¿De qué hablaron?
FICHAS Y CONSPIRACIONES
Las inesperadas raíces que ha echado este extraño caso desatan toda una serie de especulaciones.
Fue el pepecista Luis Galarreta quien hizo pública la reunión. El aprista Jorge del Castillo lanzó una hipótesis conspirativa.
“¿Cómo puede saber Galarreta un dato de Palacio?”, se preguntó. “El tema es que, en una reunión tan cerrada del Presidente, el gobierno no ha tenido la prudencia de sostenerla en confidencialidad. Evidentemente ha sido filtrado. ¿Con qué propósito? Ya vemos los resultados”.
JDC considera que García Belaunde pudo ser utilizado, sin saberlo, para que el Ejecutivo torpedeara la comisión. Pero también es cierto que Galarreta, que sin pertenecer a la comisión investigadora participó de todas sus sesiones como observador, es ahora la carta aprista para relevar a “Vitocho”.
Cecilia Tait –que ahora es aliada de la bancada populista como parte de Fuerza Popular– ya respondió que el PPC optó por no conformar el grupo para darle su cupo precisamente al APRA y que el cargo le sigue correspondiendo a AP-FP. Los nombres que suenan por ahí para el relevo programado el 7 de enero son los de los exoficialistas Verónika Mendoza y Manuel Dammert.
En ejemplo de irónico villancico, el fujimorista Juan José Díaz Dios, que es el vicepresidente, ahora encabeza provisionalmente la comisión que va a investigar los contactos de alguien señalado como montesinista.
CLIMA CARGADO
La negativa de García Belaunde a “debatir” con el Presidente y detallar los contenidos de la conversación puede relacionarse con su preocupación sobre el giro que ha tomado el caso.
Días antes del episodio, el veterano congresista había comentado que la investigación estaría centrada en los personajes directamente relacionados con la vigilancia y se cuidaría de no “mancillar a las instituciones tutelares”.
En un pasaje grabado en el chip belaundista, recordaba la comisión que investigó el contrabando de las Fuerzas Armadas en 1968, que llamó a declarar al propio general Juan Velasco y que, a su juicio, fue uno de los factores que precipitaron el golpe de Estado.
Puntillosa memoria que de todos modos recuerda que el caso de OLM ha enrarecido el ambiente con –y entre– los uniformados.
Se sabe que el ministro del Interior Walter Albán se decidió a asumir su poco apetecido cargo, advertido de la creciente tensión entre la alta oficialidad policial, que dice considerarse maltratada con la hipótesis palaciega de una vigilancia que hasta ahora nadie entiende muy bien pero que se explicaría simplemente en otro caso de corrupción en la PNP.
DONDE LA ABUELITA
López Meneses, mientras tanto, parece envalentonado.
El 18 de noviembre pasado, Humala había declarado que “vuelvo a reiterar, ninguna relación tengo, ni conozco a ese señor (OLM), es absurda la teoría de que me conoce a través de un primo o de mi promoción hace 30 años, es un absurdo, no lo conozco a ese señor, no hemos recibido (en el 2006) ningún tipo de asesoría de un preso y prontuariado. La campaña la hice yo”.
En entrevista publicada el miércoles 18, López le dijo a Perú.21 que conoció al actual Presidente “desde que él era cadete de la Escuela Militar de Chorrillos… Mi tío, Oswaldo Zapata, primo hermano de mi papá, y con quien yo me trato como hermano, pues crecimos juntos, me lo presentó. Oswaldo pertenece a la promoción de Ollanta y, por eso, no solo conozco a Humala sino a varios de esa promoción. Lo he visto varias veces con mi primo: en casa de mi abuelita, en reuniones de amigos, y claro que me conocía. Luego nos volvimos a encontrar en Bagua, donde Ollanta trabajaba junto con mi tío… Por eso, me parece extraño que, de la noche a la mañana, salga y diga que no me conoce”.
¿Cinismo o advertencia?
López reivindicó su “papel” en la campaña humalista del 2006, que en su momento fue denunciado en CARETAS por el empresario Augusto Vega Rioja, quien dijo haber sido derivado por el mayor (r) Ítalo Ponce, promocionario de Humala, al penal de San Jorge para tratar con OLM su inclusión en la lista parlamentaria.
EL INFORME DE HUANCAYO
Una versión cercana a López Meneses describe que este se jactaba de sus buenos oficios en el destaque del comandante Humala a Arequipa, en 1999.
Por entonces, López, a quien el Presidente describió como un “traficante de influencias”, cursaba recién sus famosos estudios en el CAEN (CARETAS 2314).
La historia tiene que ver con el escándalo de la “mutilación” del legajo militar del entonces candidato.
En marzo del 2006, en plena campaña electoral, el entonces ministro de Defensa Marciano Rengifo anunció la pérdida de cuatro informes pertenecientes a ese documento, que fue sustraído en la Sección de Administración de la Carrera Oficial (SACO) donde por entonces trabajaba el mayor Ponce (CARETAS 1920).
Eran los llamados Informes de Eficiencia del Oficial (IEO), emitidos anualmente por los jefes inmediatos de cada uniformado.
El legajo debía constar de unos 21 IEO, uno por cada año de servicio, pero se hicieron humo los correspondientes a 1992, cuando Humala sirvió en la Base Contrasubversiva Madre Mía en Tingo María; 1999, cuando estuvo en la 31a División de Infantería de Huancayo; 2002, de la Secretaría de Defensa Nacional; y 2003, correspondiente a su período como agregado militar en París.
Sobre Madre Mía se profundizó ampliamente. Puede especularse que el informe francés sea poco halagüeño, pues en ese período fue que se negó a rendir los exámenes de ascenso para coronel.
¿Qué pasó en Huancayo?
En 1999, Humala se encontraba en calidad de “auxiliar” del comandante EP Rafael La Rosa Guevara, oficial G-2 de inteligencia de la 31a División de Infantería de Huancayo.
Según fuentes con conocimiento de los hechos, se presentó un problema hasta hoy desconocido: la pérdida de dinero de las mochilas de los apresados senderistas Óscar Ramírez Durand, ‘Feliciano’ y la subversiva ‘Bertha’.
‘Feliciano’ fue capturado el 14 de julio de 1999 y sus pertenencias quedaron bajo custodia de la Sección de Inteligencia de la 31a División de Infantería de Huancayo, donde servía Humala.
Cuando se reportó el robo del dinero, la Inspectoría de División de Infantería de Huancayo envió sus conclusiones a la Inspectoría General en Lima para que se adopten las sanciones de rigor.
Y ocurrió lo inesperado.
Luego de un paréntesis de un par de semanas en Lima, Humala fue trasladado a Arequipa a pedido del propio jefe de la Tercera Región Militar, el general montesinista Abraham Cano Angulo, los primeros días de agosto.
Una investigación del periodista Edmundo Cruz del diario La República reveló que, en Arequipa, Humala formó parte del Estado Mayor y su informe lo suscribió Cano Angulo. El calificativo fue “sobresaliente”. Poco después se produjo el levantamiento de Locumba y el inicio de la carrera política de Humala.
Actualmente, La Rosa Guevara, su jefe en Huancayo, ostenta el grado de coronel y es jefe del Estado Mayor Operativo de la 18a División Blindada con sede en el Rímac.
EL CELULAR
Viejos esqueletos aparte, habría que ser montesinista para acusar a este gobierno de pertenecer a la órbita del Doc. El concurso de personajes como Albán –y otros– lo deja en claro.
Además, las historias periféricas no responden la pregunta de fondo sobre los móviles de la vigilancia policial. López dice que él no tuvo nada que ver. Pero la pista de un celular lo sigue complicando.
Del número 954717650, perteneciente al taxista Francisco Lara Rojas, se hicieron las llamadas para solicitar el ilegal resguardo.
Lara fue interrogado por la fiscal Norah Córdova, el miércoles 17 pasado, y sostuvo que adquirió el celular para un amigo. Dijo que el tal “Lucio” –lo identificó sin apellido– quiso el teléfono para regalárselo a su amante a fines del 2011. Lara declaró que recibió S/800 por el favor.
Lo extraordinario es que, entre mayo del 2012 y agosto de este año, la supuesta amante de “Lucio” hizo la mayor cantidad de llamadas desde la sede del Ministerio de Defensa, en la avenida la Peruanidad.
Así lo revela un informe de la Policía basado en información obtenida del rastreo de la “red de celdas” del teléfono del taxista. El seguimiento de las “celdas” de radio de un celular permite descubrir desde dónde se hicieron todas las llamadas con un rango de error de 100 metros, aproximadamente.
La División de Secuestros (Divise) suele utilizar este mecanismo cuando se trata de descubrir el paradero de una víctima de secuestro.
Una hipótesis de la fiscal Córdova es que el celular a nombre del taxista Lara estuvo en poder del coronel Oswaldo Zapata, el mismo tío de López Meneses.
Coincidentemente, Zapata fue designado inspector del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas desde mayo del 2012 hasta hace dos semanas, cuando fue separado por el escándalo.
La misma fiscal ha recibido información sobre la casa del exoperador de Montesinos en el No 209 de la calle Batallón Libres de Trujillo, en Surco.
Según esta versión, a la casa de López Meneses acudían vendedores de armamento para cerrar tratos.
Hasta ahora, por cierto, es un misterio de qué vive López Meneses que no tiene negocios a su nombre (“Soy gerente de una empresa, y me voy a reservar su nombre para no perjudicarla”, declaró a Perú.21).
LOS INTERROGATORIOS
Mientras tanto, la fiscal sigue cruzando declaraciones para aproximarse a las respuestas.
El exdirector de la Policía, general Raúl Salazar; el exjefe de la Policía Fiscal, general Roberto Gómez Cahuas; y el exjefe de la Región Policial Lima, general Luis Praeli, insisten en que fue el presidente del Comando Conjunto de las FF.AA., almirante José Cueto, el que les solicitó la custodia para dicha propiedad.
Praeli declaró además que, en agosto de este año, incrementó la seguridad en la zona no a pedido de Cueto o de López Meneses, sino porque se produjo un “incidente”, cuando un grupo de enfermeras intentó protestar frente a la casa de Humala, ubicada a ocho cuadras de la casa de López Meneses.
Los interrogatorios se suspenderán hasta el 6 de enero, día de Bajada de Reyes, cuando el almirante Cueto acuda a declarar ante la fiscal Córdova.
Fuente: Revista CARETAS.

Santas Perpetua y Felicidad

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Perpetua y Felicidad
Acta de Martirio
En Cartago, a 6 de marzo de 203
(Traducción de J. Bollando, “Acta Sanctorum” 6 marzo t.I.)
PROLOGO
Si los antiguos ejemplos de fe son testimonio de la gracia de Dios y sirven de edificación para los hombres, y se escribieron para que, recordando los hechos con la lectura, el hombre fuera confortando, y el Señor honrado, ¿por qué no hemos de recoger los documentos recientes que sirven lo mismo para esos dos fines? Estas cosas también han de ser necesarias a los venideros, y si en su tiempo son tenidas en menos, es por un excesivo culto de la antigüedad. Pero consideren que en todo tiempo es la misma la virtud del Espíritu Santo, y más abundante aún en los últimos tiempos, conforme al desbordamiento de gracia que tendrá lugar al fin del mundo. Porque dice el Señor: “En los últimos días derramaré mi Espíritu sobre toda carne y profetizarán sus hijos e hijas, y enviaré mi Espíritu sobre mis siervos y mis siervas. Y los jóvenes tendrán visiones, y los ancianos, sueños”. Así, pues, nosotros reconocemos y respetamos las visiones y profecías anunciadas, lo mismo que las demás manifestaciones del Espíritu Santo, como útiles para la Iglesia, a la que El es enviado, y reparte a todos sus dones conforme a la medida que el Señor ha señalado a cada uno. Por eso hemos hecho esta narración cuya lectura servirá para gloria de Dios, a fin de que la ignorancia o el desaliento no haga creer que sólo a los antiguos les asistió la gracia divina del martirio o de la revelación. Porque Dios cumple siempre su promesa, para que sirva a los infelices de testimonio y a los fieles de ayuda. En cuanto a nosotros hermanos e hijos nuestros, os anunciamos lo que vimos y palpamos, a fin de que vosotros que fuisteis testigos de estas cosas os acordéis de la gloria del Señor, y los que ahora os enteráis por la narración que se os hace, entréis en comunión con los santos mártires y por mediación de ellos con Nuestro Señor Jesucristo, a quien se debe todo honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Prisión de los mártires
Fueron apresados los catecúmenos Revocato y Felicidad, ambos esclavos, junto con el joven Secúndulo. También lo fue Vibia Perpetua, de familia noble, educada con esmero, y casada con uno de la nobleza. Vivían aún sus padres, dos hermanos, uno de ellos igualmente catecúmeno, y un niño de pecho. Ella contaba alrededor de veintidós años. Narró de su propia mano todo su martirio.
“Estando yo -dice ella- con los perseguidores, como mi padre guiado por el amor natural, se esforzase por desviarme de mi propósito y perderme, le dije: “Padre mío; ¿ves en el suelo ese vaso o jarro, o como se le quiera llamar?” Y le respondió: “Le veo”. Entonces yo le dije: “¿Acaso se le puede llamar de otro modo?”, y él me contestó: “No”. De la misma manera, yo no me puedo llamar otra cosa que “cristiana”. Mi padre, al oír mis palabras, fuera de sí, se arrojó sobre mi para sacarme los ojos, pero sólo me maltrató, y se retiró vencido con sus argumentos infernales. Con esto no volvió en algunos días, de lo que di gracias a Dios, porque su ausencia me fue un gran alivio. Precisamente en aquellos pocos días recibimos el bautismo, y a mi, estando dentro del agua, me inspiró el Espíritu Santo que no pidiera otra cosa que el poder resistir el amor paternal.
A los pocos días fuimos encarcelados, y mi espanto fue grande al verme en tales tinieblas que nunca había experimentado. ¡Oh día terrible! Hacinamiento de presos, calor era insoportable, los golpes de los soldados, y en mi a todo esto se añadía la preocupación por mi hijo. Tercio y Pomponio, carísimos diáconos, consiguieron con dinero que cada día fuéramos pasados durante algunas horas a un departamento más confortable de la cárcel. Salidos de ella, cada uno podía hacer lo que le pareciera. Yo amamantaba a mi hijo, ya casi muerto de hambre; preocupada por él, hablaba a mi madre, confortaba a mi hermano, y les recomendaba mi hijo. Me era gran tormento ver cómo sufrían por mi. Este martirio duró muchos días, hasta que conseguí que el niño quedara conmigo en la cárcel, entonces ya estuve tranquila, libre de la inquietud por el hijo: desde aquel momento la cárcel me pareció un palacio, y prefería estar en ella a cualquier otro lugar.
Por aquellos días me dijo mi hermano: “Señora hermana, ahora estás elevada a una gran dignidad, tanta que me atrevo a pedirte que ores a Dios para que te muestre si esto terminará con el martirio, o con la libertad”. Y yo que conocía mi trato con Dios, y había sido objeto de tantos favores, le respondí confiada: “Mañana te lo diré”. Y ore al Señor y me mostró lo que sigue: “Vi una escalera que llegaba hasta el cielo, larguísima y muy estrecha, tanto, que sólo uno podía subir por ella. En los brazos de la escalera estaban clavadas toda suerte de herramientas: espadas, lanzas, anzuelos y segures; de manera que el que subiera distraído y no mirando siempre arriba, se desgarraría las carnes entre tantos hierros. A los pies de la escala estaba echado un gran dragón, que acechaba a los que subían, y les ponía espanto.
El primero en subir fue Saturo, quien como no estaba con nosotros cuando fuimos apresados, se presentó después voluntario, por el amor que nos profesaba. A1 llegar al extremo de la escalera se volvió hacia mi y me dijo: “Perpetua, te espero aquí, pero cuida que no te muerda el dragón”. Yo le contesté: “Confío en el nombre de Nuestro Señor Jesucristo, que no me hará daño”. Y el dragón, como si me tuviera miedo, sacó la cabeza de debajo de la escalera, y yo pisándosela me serví de ella como de primer peldaño. Cuando llegué a la cima vi un inmenso prado, en medio del cual estaba sentado un venerable anciano, completamente cano y en traje de pastor, ocupado en ordeñar a sus ovejas. Alrededor de él había una gran muchedumbre vestida de blancos hábitos. Levantó la cabeza, me miró y dijo: “Has llegado con felicidad, hija”. Y llamándome me ofreció un trozo de queso que yo recibí con ambas manos y lo comí; los circunstantes dijeron: Amén. Sus voces me despertaron, y al volver en mi, noté que aun tenía en la boca una cosa que no se explicar. En seguida lo conté todo a mi hermano, y comprendimos que la hora del martirio se acercaba, perdiendo desde aquel momento toda esperanza de parte de los hombres.
Confesión de la fe
A los pocos días corrió la voz de que íbamos a ser interrogados. Mi padre vino desde la ciudad (Tuburbio) completamente apenado, y fue donde yo estaba, para conseguir hacerme desistir de mi propósito y me dijo: “Hija mía, compadécete de mis canas; apiádate de tu padre, si es que merezco tal nombre. Ya que te he criado, y gracias a mis cuidados has llegado a esta flor de la juventud, y siempre te he preferido a tus hermanos, no me hagas ser la vergüenza de los hombres piensa en tus hermanos, en tu madre, en tu tía; piensa en tu hijo que no podrá vivir sin ti. Abandona tu propósito que sería para todos nosotros la perdición. Si tú eres condenada, nadie de nosotros osará presentarse en público”. Así me hablaba mi padre, y me besaba las manos, movido del gran amor que me tenía. Se echaba a mis pies, y con lágrimas en los ojos me llamaba no hija, sino señora. ¡Qué compasión me daba mi padre, que iba a ser el único de mi familia que no se había de alegrar de mi pasión! Yo le consolé diciendo: “En el tribunal sucederá lo que sea voluntad divina, porque más dependemos del poder de Dios que del nuestro propio”. Mi padre se retiró muy apenado.
Al cabo de algunos días, a la hora de la comida, fuimos llevados ante el tribunal, instalado en el foro. En seguida se corrió la noticia por los alrededores del foro y se juntó un gran gentío. Subimos al tablado y habiendo sido interrogados los demás todos confesaron la fe. Cuando llegó mi vez apareció mi padre con el niño en los brazos y me arrastró fuera de la escalinata, suplicándome tuviera compasión de mi hijo. E1 procurador Hilariano, que hacía las veces del procónsul difunto Minucio Timiniano, me dijo: “Apiádate de las canas de tu padre y de la delicadeza del niño. Sacrifica por la salud de los emperadores”. Yo le respondí. “No sacrifico”.
Hilariano: “¿Eres cristiana?”
Respondí: “Lo soy”.
Y como mi padre se esforzara por hacerme cambiar de parecer, Hilariano mandó echarle de allí, y le hirió con una vara, lo cual me causó tanto dolor, como si me hubiera dado a mi; tanta compasión me daba la vejez de mi pobre padre. Luego se pronunció sentencia contra todos nosotros, condenándosenos a las bestias, y volvimos a la cárcel muy contentos. Como mi hijo solía estar conmigo en la cárcel y tomar allí el pecho, encargué al diácono Pomponio que fuera por él a casa de mi padre; pero mi padre no se lo quiso entregar, y fue voluntad divina que desde aquel día el niño no se volviera a acordar del pecho, y esto no me causara a mi preocupación ni ardor alguno en los pechos.
A los pocos días, mientras estábamos en la oración, comencé a hablar y nombré a Dinócrates, lo que me causó admiración porque no me había acordado de él hasta entonces. Su desgracia me produjo pena y comprendí que era yo entonces digna y que debía interceder por él y comencé a pedir y suplicar con gemidos por él al Señor. La noche siguiente vi lo que sigue: Dinócrates salía de un lugar tenebroso donde había muchos compartimentos muy oscuros. Venía sofocado y sediento, la cara sucia y el color pálido; en la cara tenía la herida con que había muerto.
Este Dinócrates era hermano carnal mío, que había muerto a los siete años de un cáncer tan horrible en la cara que daba asco a todo el mundo. Por él era por quien hice yo oración; entre los dos había un gran espacio que ni él ni yo podíamos franquear. Había en el lugar donde Dinócrates estaba un estanque lleno de agua, cuyas paredes eran más altas que la estatura del niño, y Dinócrates se estiraba como para beber. A mí me daba pena, porque el estanque tenía agua, pero por la altura de la pared no podía beber.
Cuando desperté comprendí que mi hermano estaba sufriendo pero confiaba poder socorrerle y oré por él, hasta que fuimos llevados a la cárcel castrense (porque debíamos combatir en los juegos que se daban para solemnizar el natalicio del César Geta). Todo el tiempo estuve pidiendo con lágrimas de felicidad por Dinócrates.
El día que estuvimos en el cepo vi lo siguiente: El lugar, el mismo que antes, y a Dinócrates muy limpio, muy bien vestido y alegre, y donde antes había tenido la llaga tenía una cicatriz; los bordes del estanque de que antes hablé habían descendido hasta la cintura del niño, quien continuamente sacaba agua. Sobre el borde del estanque había una jarra de oro llena de agua. Dinócrates se acercó a ella y bebió, y el agua de la jarra no disminuía; y luego de beber se puso a Jugar alegremente como suelen los niños. En esto me desperté y comprendí que mi hermano ya no sufría.
Poco días después, Pudente, soldado de guardia de la cárcel que nos estimaba, comprendió que el Señor nos favorecía con su gracia, y permitía que entraran muchos a visitarnos para que mutuamente nos consoláramos.
Ya estaba próximo el día de las fiestas, cuando mi padre se presento en la cárcel, consumido por la tristeza, arrancándose la barba’ echándose por tierra, maldiciendo sus días y diciendo tales cosas, capaces de conmover a toda criatura. ¡Qué compasión me daba su vejez!
La víspera de nuestro combate tuve la siguiente visión: Me pareció ver venir a la cárcel al diácono Pomponio y que golpeaba fuertemente a la puerta; salí a su encuentro y abrí. Su traje era blanco, cuajado de perlas de oro. E1 me dijo: “Perpetua, te esperamos, ven”; y tomándome la mano me llevó a lugares ásperos y desiguales. Así que llegamos jadeando al anfiteatro, me llevó al centro de la arena y me dijo: “No temas, estoy contigo y te acompañaré en el combate”, y se marchó. Vi un enorme gentío, que me miraba atónito; y como sabía que estaba condenada a las bestias, me maravillaba al no verlas por ninguna parte. Salió contra mi un egipcio de horrible aspecto, seguido de sus ayudas. A mí se acercaron mis auxiliares y partidarios, unos jóvenes hermosos, me desnudaron y me pareció transformarme en varón. Mis padrinos comenzaron a pintarme con aceite, como es costumbre entré los atletas, mientas tanto el egipcio se revolcaba en la arena. Y salió un hombre de una estatura extraordinaria, que sobrepasaba el techo del anfiteatro, vestido de una túnica de: púrpura, sujeta al pecho con dos broches llenos de adornos de oro y plata; traía una vara de lanista y un ramo verde cuajado de manzanas de oro. Impuso silencio y dijo: “Si este egipcio vence a esta mujer, la matará; en cambio si es ella la vencedora, recibirá en premio este ramo”, y se retiró. Nos aproximamos, pues, el uno al otro y vinimos a las manos. El quería sujetarme por los pies, pero yo le golpeaba el rostro dándole patadas; de repente fui levantada por los aires, comencé a pisotearle como si pisoteara la tierra Así que hallé un momento de descanso, junté las manos, crucé Los dedos y cogiéndole por la cabeza cayo de bruces y se la aplasté.
El pueblo comenzó a aplaudir y mis padrinos a cantar. Yo me acerqué al lanista y recibí el ramo; el me besó y me dijo: “Hija, la paz sea contigo”, y yo me fui triunfante a la puerta Sanavivaria. En esto desperté, y entendí que no había de luchar contra las fieras, sino contra el diablo, pero estaba segura de mi victoria.
Todo esto es lo que ocurrió hasta la víspera de los juegos; lo que después sucedió, escríbalo el que quiera.
Visión de Saturo
El bienaventurado Saturo tuvo también la visión siguiente, la cual él mismo escribió: Después que hubimos padecido el martirio y salimos de la carne, fuimos llevados por cuatro ángeles hacia Oriente, sin que nos tocaran con sus manos. Íbamos, no como nos solemos acostar de ordinario, sino ligeramente inclinados, cual los que suben una suave pendiente. Pasado el primer mundo, vimos una gran Luz, y yo dije a  Perpetua, que estaba a mi lado: “Esto es lo que el Señor nos había prometido; se ha cumplido la promesa”. Mientras éramos llevados por los cuatro ángeles, se presentó a nuestra vista una gran extensión, a modo de inmenso vergel, lleno de rosales y toda especie de flores. Los árboles eran tan altos como cipreses, cuyas hojas caían sin cesar. Cuatro ángeles más resplandecientes aun que los que nos llevaban había en aquel jardín, los cuales al vernos llegar nos hicieron reverencia y dijeron llenos de admiración a los otros ángeles: “Estos son estos son”. Los ángeles que nos conducían, llenos de un temor respetuoso, nos dejaron en tierra, y anduvimos por una ancha vía, donde nos encontramos con Jocundo, Saturnino y Artaxio, que habían sido quemados en la misma persecución; también encontramos a Quinto que había fallecido en la cárcel. Preguntamos a los mártires por los demás compañeros, pero los ángeles nos dijeron: ‘Primero venid entrad y saludad al Señor”.
Y cerca de allí vimos un edificio cuyas paredes parecían construidas de rayos de luz. En el vestíbulo había en pie cuatro ángeles, que al entrar nos vistieron blancas túnicas. Pasamos adentro, y oímos una voz acordada que decía sin cesar: “Santo, Santo, Santo”. En el lugar aquel estaba sentado un venerable anciano de cabellos de nieve con rostro Juvenil; sus pies no los vimos por tenerlos cubiertos. A su derecha e izquierda había cuatro ancianos y detrás estaban en pie otros muchos.
Entramos atónitos, nos presentamos ante el trono ayudados por cuatro ángeles, y besamos en el rostro al Señor mientras E1 nos acariciaba con su mano. Los ancianos nos mandaron poner de pie, y así lo hicimos, y a todos les dimos el ósculo de paz. Luego nos dijeron: “Id y divertios”. Yo dije a Perpetua: “Tienes lo que anhelabas”. Y me contestó: “Gracias a Dios; cuando vivía en la carne estaba alegre pero ahora lo estoy más aun”.
Salimos, y a la puerta encontramos al obispo Optato a la derecha, y al presbítero y doctor Aspasio a la izquierda, separados y tristes. Se echaron a nuestros pies y nos dijeron: “Poned paz entre nosotros, porque vosotros os marchasteis y a nosotros nos dejasteis en este estado”. Nosotros les dijimos: “¿Acaso no eres tú nuestro obispo y tú nuestro presbítero? ¿Cómo es que os postráis a nuestros pies?” Nos conmovimos y los abrazamos, y Perpetua comenzó a hablar con ellos; nos retiramos un poco con ellos a un jardincillo y nos colocamos bajo un rosal. Estábamos conversando con ellos, cuando unos ángeles se acercaron diciendo: “Dejadlos que se solacen, y si tenéis entre vosotros algunas disensiones, perdonaos mutuamente”; y los apartaron al uno del otro.
A Optato le dijeron: “Corrige a tu pueblo, porque tus asambleas se parecen a las salidas del circo donde disputan las diversas facciones”. Y nos pareció como que querían cerrar las puertas. Allí reconocimos a muchos hermanos, pero todos mártires; un perfume inexplicable nos alimentaba y saciaba, el cual nos servía de alimento”. Al llegar a esto me desperté muy gozoso.
Muere Secúndulo en la cárcel. Parto de Felicidad.
Estas son las maravillosas visiones de Saturo y Perpetua, tal como ellos las escribieron.
A Secúndulo le llamó Dios para sí estando aun en la cárcel. Este fue un favor con que quiso dispensarle de luchar con las fieras; favor que, aunque sensible para el alma deseosa del martirio, agradeció el cuerpo.
En cuanto a Felicidad, también halló gracia ante el Señor. Cuando fue arrestada se hallaba en el octavo mes de embarazo (porque fue apresada estando encinta). A medida que se acercaba el día de los juegos, aumentaba en ella la tristeza, por razón de que acaso por hallarse en aquel estado fuese aplazado su martirio; porque la ley prohíbe la ejecución de una mujer encinta. Aumentaba su temor el pensar que más tarde podía mezclarse su sangre inocente con la de algún malvado y criminal. Los demás compañeros de cárcel tenían el mismo temor, y se entristecían al pensar que tan buena compañera iba a quedar sola en el camino de la esperanza. Tres días antes de los juegos, se unieron todos en un mismo deseo y lo encomendaron al Señor. Terminada la oración, los dolores del parto se hicieron sentir, y como sólo se hallaba en el octavo mes los dolores eran más agudos. Y como ella gimiese, los carceleros le dijeron: “Si ahora te quejas, ¿qué harás cuando seas arrojada a las fieras, de las que te burlas, al no querer sacrificar?” “Ahora soy yo la que sufro, respondió ella; pero entonces otro estará en mí que padecerá por mí porque yo padeceré por él”. Felicidad dio a luz una hija, que educó y crió una cristiana.
Puesto que el Espíritu Santo ha permitido, y permitiéndolo ha manifestado su voluntad, de que fuera escrita la narración del combate, aunque indigno personalmente de tanta gloria, sin embargo de eso cumpliendo los deseos de la muy venerada Perpetua (porque no hago más que ejecutar su voluntad), haré la continuación de su narración, dando a conocer su constancia y fortaleza de ánimo.
Como el tribuno tratase con dureza a los encarcelados, a causa de las habladurías de algunos insensatos, que decían poder ser librados de la cárcel por medio de encantamientos, y artes mágicas, Perpetua se encaró con él y le dijo: “¿Por qué no concedes algún alivio a presos tan distinguidos que son propiedad del César y han de luchar en las fiestas de su natalicio? ¿O es que no redunda en honor y gloria tuya el que nos presentes rollizos al César?” Temió el tribuno y se ruborizó, y desde aquel día les concedió cierta libertad, de manera que pudieron ser visitados por sus correligionarios y familiares, aunque él pensaba que no debían salir de la cárcel.
La víspera de los juegos, al celebrar la cena llamada de la libertad, los mártires, en cuanto de ellos dependió, la convirtieron en ágape. Durante ella, con su inquebrantable constancia, dirigieron algunas palabras a la multitud, conminándola con el juicio divino, afirmando la felicidad del martirio. Saturo, reprendiendo la curiosidad de los asistentes, dijo: “¿No os basta el día de mañana para mirar a vuestro gusto a aquellos a quienes odiáis? Hoy, amigos; mañana, enemigos: fijaos bien en nuestras caras, para que nos reconozcáis el último día”. Los paganos se retiraron confusos, y muchos de ellos creyeron.
Martirio
Por fin amaneció el día del triunfo, y entraron en el anfiteatro con las caras tan alegres como si entraran en el cielo; emocionados ciertamente; pero de gozo, no de miedo.
Perpetua seguía a: sus compañeros con paso grave, como corresponde a una matrona de Cristo, amada de Dios. Los ojos bajos, para ocultar su brillo a los espectadores.
Por su parte, Felicidad iba alegre de su alumbramiento, y de poder luchar con las fieras, hasta derramar su sangre, de las manos de la partera a las del reciario.
Llegados a la entrada del anfiteatro, quisieron vestir a los hombres el hábito de los sacerdotes de Saturno, y a las mujeres, el de las sacerdotisas de Ceres. Todos rehusaron con generosa intrepidez, diciendo: “Hemos venido voluntariamente aquí por conservar nuestra libertad, y por eso damos nuestras vidas; este es el único contrato que tenemos con vosotros”. La injusticia reconoció a la justicia, y el tribuno permitió que entrasen con sus propios hábitos.
Perpetua cantaba, viéndose ya pisoteando la cabeza del egipcio. Revocato, Saturnino y Saturo conminaban al pueblo, y cuando llegaron enfrente de Hilario, le dijeron: “Tú nos juzgas, pero a ti te juzgará Dios”. Oyendo esto el pueblo, pidió que nos azotasen los domadores. Los mártires se alegraron de poder de ese modo participar de la Pasión del Señor.
Aquel que había dicho: “Pedid y recibiréis”, concedió a cada uno el género de muerte que había deseado. Cuando los mártires hablaban entre sí, del género de martirio que cada cual deseaba, Saturnino era partidario de que le arrojaran a toda clase de fieras, para acrecentar así la corona.
En cuanto comenzó el espectáculo, contra Revocato, se soltó un leopardo; también le hirió en el estrado un oso. Saturo a nada tenía tanto horror como al oso, y así, deseaba ser devorado por un leopardo. Al querer echar contra él un jabalí, éste, arremetió contra el guarda, quien murió a los pocos días de la herida recibida. Saturo fue arrastrado por un leopardo, y al ser expuesto a un oso, éste no quiso salir de la cueva, y así quedó ileso por segunda vez.
Para luchar contra las mujeres había sido dispuesta una vaca bravía, como para insultar a su sexo; sin duda que el diablo había inspirado tal idea, porque semejante animal jamás se usó en los juegos. Fueron despojadas de sus vestidos, y metidas en una red, y así se las expuso. Horrorizóse el pueblo al ver a la una tan joven y tan delicada, y a la otra, que acaba de dar a luz, con los pechos aun destilando. Se las hizo volver a ponerse sus respectivas vestiduras. La primera en ser expuesta fue Perpetua, que, lanzada por los aires, cayó de espaldas; al incorporarse y ver su túnica rasgada de arriba abajo, se la aplicó al cuerpo, más preocupada del pudor que del dolor. Llamada por encargados del anfiteatro, se recogió el cabello con unas fíbula, porque no era digno de una mártir ir con los cabellos descompuestos, para que no se creyera que lloraba en su propio triunfo. Se levantó, y al ver a Felicidad en el suelo la dio una mano y la ayudó a incorporarse. El pueblo, compadecido, pidió que se las llevara a la puerta Sanavivaria. Allí, a Perpetua la recibió un catecúmeno, por nombre Rústico, que siempre la había profesado mucho afecto. Pareció despertar de un profundo sueño -tan abstraído había estado su espíritu en éxtasis-, mirando en su derredor, dijo, con admiración de todos los presentes: “¿Cuándo vamos a ser expuestas a la vaca”? Y como la dijesen que ya lo habían sido, no lo podía creer, hasta que reconoció en sí en sus vestiduras las huellas de la lucha. En seguida, mandando llamar a su hermano y a Rústico, le dijo: “Estad firmes en la fe, amaos unos a otros y no os escandalicéis de nuestros tormentos”. Entre tanto Saturo había sido conducido a otra puerta, y decía al soldado (Pudente): “Al fin, como yo había predicho, ninguna fiera me ha dañado; así, pues, apresúrate a creer, porque has de saber que en seguida voy a ser expuesto a un leopardo que de una dentellada me quitará la vida”. Luego, para dar fin a los juegos, se arrojó contra él un leopardo, y de un solo mordisco quedó bañado en sangre. “Ya se ha lavado, ya está salvado”, dijo el pueblo -aludiendo al bautismo-. Realmente salvo estaba el que de aquel modo se había bautizado. Luego dijo a Pudente: “Acuérdate de mi fe, y que lo que acabas de ver no te entristezca, sino más bien te corrobore en ella”. Al mismo tiempo le pedía su anillo, y empapándole en la sangre de su herida, se le devolvió, dejándosele como herencia y como recuerdo de su muerte. Desde allí, ya desvanecido, fue llevado a donde los demás mártires estaban para ser estrangulado. El pueblo pidió que fueran sacados al medio del anfiteatro, para gozar del espectáculo de ver penetrar con sus ojos cómplices del homicidio la espada en el cuerpo de los mártires. Estos, espontáneamente, se levantaron para dar gusto al pueblo, y se besaron unos a otros para acabar en paz su martirio. Luego, inmóviles y en silencio, recibieron en sus cuerpos la espada. Saturo, que iba a la cabeza, fue el primero en morir. A Perpetua aún la esperaba un nuevo tormento, porque habiendo caído en manos de un gladiador bisoño, éste hirió varias veces entre las vértebras, lo que la arrancó gritos de dolor, hasta que ella misma dirigió la espada a su garganta. Parecía que esta mujer fuerte no podía morir más que por su propia voluntad, porque el espíritu inmundo la temía.

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