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Vicepresidente se aferra al poder
“He decidido que mientras duren las investigaciones que sobre mi persona realizan la Fiscalía y en simultáneo tres comisiones del Congreso (Ética, Fiscalización y subcomisión de Acusaciones Constitucionales), no ejerceré las funciones de segundo vicepresidente de la República, quedando expedito el camino para que las asuma, como legalmente corresponde, el presidente del Congreso en mi lugar. Considero que no es pertinente formular la renuncia a tal investidura, dado que soy inocente de los cargos atribuidos”, expresó en su misiva.
Líneas más abajo Chehade remarcó que su inocencia será confirmada, “pese al cargamontón mediático y linchamiento político del que ahora vengo siendo víctima por parte de algunos sectores que han optado por demoler mi imagen pública. “Y lo hacen sin tomar en cuenta mi prestigiosa trayectoria de lucha contra la corrupción”, aseveró.
La terca actitud del nacionalista de entornillarse al cargo no solucionará la crisis que él mismo generó tras reunirse con tres generales de la Policía Nacional para concretar, al parecer, el desalojo de los trabajadores de la azucarera Andahuasi.
Decisión que choca, además, contra la postura del presidente Humala, quien le pidió a Chehade, muy solemne, que “dé un paso al costado”. Actitud que fue respaldada de inmediato por los ministros de Relaciones Exteriores, Rafael Roncagliolo; y de la Mujer, Aída García Naranjo. Incluso ayer la parlamentaria oficialista Rosa Mavila reveló que el propio premier Lerner le señaló a Chehade que lo dicho por el Mandatario era la posición de todo el Gobierno. Pero, por lo visto, Chehade se hizo el sordo.
Fuente: Diario 16.
PRUDENCIA DE HUMALA
Humala solicitó a Chehade que se aleje por propia voluntad de su cargo para asumir su defensa ante las acusaciones de un general retirado de la policía de que le pidió la intervención de la fuerza en un conflicto por unas tierras que está en manos de la justicia.
“Creemos que lo mejor sería que dé un paso al costado, pero eso tiene que nacer de él”, aseguró el mandatario en su mensaje televisivo.
“Me parece positivo que el presidente Humala se anime a decir lo que piensa, como también que diga que éste es un asunto que Chehade debe evaluar. Es una decisión estrictamente personal”, declaró a periodistas la ministra de la Mujer Aída García Naranjo.
La funcionaria subrayó que la permanencia de Chehade “afecta la imagen anticorrupción del gobierno y, por eso, la comisión de Ética del Congreso debería acelerar el proceso de evaluación de este caso”.
Por su parte, la ex candidata presidencial Keiko Fujimori se preguntó “¿Qué pasa si Chehade decide no renunciar? ¿Lo vamos a tener de vicepresidente cinco años más?”.
La actitud de Chehade de aferrarse al cargo “es un desangramiento inútil, una hemorragia costosa. Cuánto más se demore el control de daños, será mayor”, remató Ghibellini.
Humala, nacionalista de izquierda que asumió la presidencia el 28 de julio pasado, justificó el no haber pedido a Chehade su renuncia porque manifestó ser respetuoso de las investigaciones en marcha y no poder adelantar juicios.
Chehade está sometido a investigaciones en la Fiscalía de la Nación y en una subcomisión de Acusaciones Constitucionales del Congreso que acordó abrir investigación a Chehade por cuatro supuestos delitos: tráfico de influencias, patrocinio ilegal, cohecho activo y falsedad genérica.
El vicepresidente de Humala se hizo conocido en 2007 cuando integró la procuraduría anticorrupción que impulsó la extradición desde Chile del ex presidente Alberto Fujimori (2000-2010). Desde entonces empezó una carrera política.
“He decidido que mientras duren las investigaciones que sobre mi persona realizan la Fiscalía y en simultáneo tres comisiones del Congreso (Ética, Fiscalización y subcomisión de Acusaciones Constitucionales), no ejerceré las funciones de segundo vicepresidente de la República, quedando expedito el camino para que las asuma, como legalmente corresponde, el presidente del Congreso en mi lugar. Considero que no es pertinente formular la renuncia a tal investidura, dado que soy inocente de los cargos atribuidos”, expresó en su misiva.
Líneas más abajo Chehade remarcó que su inocencia será confirmada, “pese al cargamontón mediático y linchamiento político del que ahora vengo siendo víctima por parte de algunos sectores que han optado por demoler mi imagen pública. “Y lo hacen sin tomar en cuenta mi prestigiosa trayectoria de lucha contra la corrupción”, aseveró.
La terca actitud del nacionalista de entornillarse al cargo no solucionará la crisis que él mismo generó tras reunirse con tres generales de la Policía Nacional para concretar, al parecer, el desalojo de los trabajadores de la azucarera Andahuasi.
Decisión que choca, además, contra la postura del presidente Humala, quien le pidió a Chehade, muy solemne, que “dé un paso al costado”. Actitud que fue respaldada de inmediato por los ministros de Relaciones Exteriores, Rafael Roncagliolo; y de la Mujer, Aída García Naranjo. Incluso ayer la parlamentaria oficialista Rosa Mavila reveló que el propio premier Lerner le señaló a Chehade que lo dicho por el Mandatario era la posición de todo el Gobierno. Pero, por lo visto, Chehade se hizo el sordo.
Fuente: Diario 16.
PRUDENCIA DE HUMALA
Humala solicitó a Chehade que se aleje por propia voluntad de su cargo para asumir su defensa ante las acusaciones de un general retirado de la policía de que le pidió la intervención de la fuerza en un conflicto por unas tierras que está en manos de la justicia.
“Creemos que lo mejor sería que dé un paso al costado, pero eso tiene que nacer de él”, aseguró el mandatario en su mensaje televisivo.
“Me parece positivo que el presidente Humala se anime a decir lo que piensa, como también que diga que éste es un asunto que Chehade debe evaluar. Es una decisión estrictamente personal”, declaró a periodistas la ministra de la Mujer Aída García Naranjo.
La funcionaria subrayó que la permanencia de Chehade “afecta la imagen anticorrupción del gobierno y, por eso, la comisión de Ética del Congreso debería acelerar el proceso de evaluación de este caso”.
Por su parte, la ex candidata presidencial Keiko Fujimori se preguntó “¿Qué pasa si Chehade decide no renunciar? ¿Lo vamos a tener de vicepresidente cinco años más?”.
La actitud de Chehade de aferrarse al cargo “es un desangramiento inútil, una hemorragia costosa. Cuánto más se demore el control de daños, será mayor”, remató Ghibellini.
Humala, nacionalista de izquierda que asumió la presidencia el 28 de julio pasado, justificó el no haber pedido a Chehade su renuncia porque manifestó ser respetuoso de las investigaciones en marcha y no poder adelantar juicios.
Chehade está sometido a investigaciones en la Fiscalía de la Nación y en una subcomisión de Acusaciones Constitucionales del Congreso que acordó abrir investigación a Chehade por cuatro supuestos delitos: tráfico de influencias, patrocinio ilegal, cohecho activo y falsedad genérica.
El vicepresidente de Humala se hizo conocido en 2007 cuando integró la procuraduría anticorrupción que impulsó la extradición desde Chile del ex presidente Alberto Fujimori (2000-2010). Desde entonces empezó una carrera política.
Fuente: Observadorglobal.com