Mario Alva Matteucci
Al momento de elaborar la presente editorial aún existe la incertidumbre de quien será la nueva alcaldesa de la ciudad de Lima, habida cuenta que existe una lentitud en el análisis de todas las actas de votos impugnadas. La elección fue reñida a tal punto que la diferencia entre las candidatas que obtuvieron los primeros lugares se diferenciaba en algunas veces en menos de un punto porcentual desde el pasado 03 de octubre que se celebraron los comicios electorales.
En otras partes del país ya se conoce con exactitud quienes son las nuevas autoridades ediles y existen sorpresas a nivel de los Gobiernos Regionales, toda vez que los partidos tradicionales no han logrado en algunos casos la reelección o llegar nuevamente al cargo. En el caso de las distintas Municipalidades Provinciales y Distritales del Perú se producirán algunos cambios “previsibles”, como el cambio de los funcionarios de confianza, ya sean Gerentes, Directores o Jefes de Departamento.
Los “cambios” del personal de “confianza” se dan precisamente porque por su propia naturaleza la designación de los mismos depende de las nuevas autoridades que pueden promover a trabajadores al cargo de personal de confianza o simplemente dicho personal proviene de otra gestión edil en otro municipio.
Los cambios que se producen en las autoridades pueden traer consecuencias indirectas en materia tributaria, toda vez que al existir nuevos funcionarios estos “traen nuevos criterios” y buscan descartar los “anteriores criterios aplicados”, se cree que lo anterior es malo e inservible y no se busca rescatar los buenos elementos de la anterior gestión saliente. En el caso de los Arbitrios Municipales pueden existir diferencias en la manera como se determinan los costos y ello se puede plasmar en la elaboración de los costos que se presentan para la ratificación.
Otra circunstancia que puede representar una alerta es el cambio de los trabajadores que se encargan de resolver expedientes de reclamos tributarios, con lo cual los nuevos deben empezar a veces desde cero para poder analizar el contenido de los reclamos, perjudicando el tiempo de respuesta al contribuyente. Situación parecida se aprecia en el nombramiento de los Ejecutores Coactivos ya que los nuevos que ingresan deben resolver expedientes de cobranzas y llevar a cabo las diligencias, las cuales en algunos casos implica medidas coercitivas que pueden llevar incluso al “exceso” en su afán de recaudar ingresos.
Otro tema que recobrará importancia es la capacitación en temas de índole municipal, ya sea a nivel tributario, en cobranzas, en costos, a nivel de catastro, margesí de bienes, logística y adquisiciones, normas sobre tesorería y contabilidad gubernamental, entre otros múltiples temas.
Esperemos que las nuevas autoridades que asuman los cargos tanto a nivel Municipal como a nivel Regional, comprendan que deben rescatar información valiosa que normalmente está en los funcionarios que casi siempre se van a otras municipalidades, ello significará que no se pierda el conocimiento como activo intangible de las organizaciones.