Creo que si no fuera psicóloga sería arquitecta. Le presto mucha atención a los espacios, me gusta mirarlos, pensarlos, conocer sus materiales, me interesa el diseño tanto exterior como interior. Me choca mucho y soy muy sensible a los lugares feos, oscuros y sin mayor gracia. No se mucho de estilos y en realidad no tengo uno definido, basta con que el espacio tenga ese algo que atrae, un encanto especial, no sé ni como explicarlo pero lo reconozco inmediatamente cuando lo veo, aunque las construcciones sean muy diferentes entre sí.
Sueño con tener un colegio colorido y luminoso… y la verdad, me cuestiono mucho sobre el divorcio que tenemos en el Perú entre arquitectura y educación. Los colegios que conozco, especialmente (pero no solo) los públicos, no pasan de ser edificios convencionales, cuadrados, impersonales y fríos. Me da un poco de rabia visitar colegios en ciudades muy luminosas y soleadas, y ver que dentro del aula los niños están prácticamente a oscuras, ya sea porque las ventanas son demasiado pequeñas y dejan pasar poca luz o porque se colocaron en ellas gruesas telas azules o negras para evitar que los niños miren hacia afuera y “se distraigan”. Aun cuando los niños tengan aulas (y no estén estudiando en el baño, como ocurrió en este colegio de Huánuco), estas generalmente son grisáceas, están sin tarrajear, no guardan relación con el estilo arquitectónico local ni con las tradiciones de la comunidad, y definitivamente no son acogedoras.
Entiendo que se cuenta con pocos recursos para implementar las instituciones educativas pero creo (que me corrijan los arquitectos si me equivoco), que con un poco de gusto y con algo de conocimiento de psicopedagogía, de diseño y de arquitectura se pueden hacer cosas muchísimo mejores con el mismo presupuesto. El color por si solo ya es una variable fundamental: ¿por qué no se pintan las aulas con colores más brillantes, principalmente las de educación primaria e inicial? ¿por qué todo tiene que ser de un verde desvaído, de un gris anodino, de un celeste que parece de hospital? El color inspira y da ánimos y es importante para mantener al organismo funcionando. No es lo mismo trabajar en un aula completamente gris que en una que tenga un toque de verde limón, amarillo fuerte, fucsia o naranja. Por supuesto, no pido edificios tan vanguardistas y costosos como estos (aunque debo decir que me encantarían!!!) (fotos extraídas de la web):
Pretendo simplemente llamar la atención sobre el uso de la luz y del color y señalar que incluso trabajando con materiales simples y no muy caros se puede tener algo lúdico y animado. Esta es una propuesta hecha con contenedores, en Holanda: