Archivo de la categoría: Opinión y coyuntura

Mis opiniones sobre coyuntura

Por si no lo saben, el conocimiento se construye a lo largo de la vida

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He estado leyendo en las redes sociales y en otros medios declaraciones de muchas personas que apoyan la “perplejidad” que el cardenal Bertone tiene porque en la PUCP se leen los textos de Gustavo Gutierrez. Aquí copio el texto de una de estas personas, que representa bien lo que mucha gente piensa:

El gran error de la formación teológica en la ex PUCP era, y hasta donde entiendo sigue siendo, poner a los muchachitos recién salidos del colegio a leer a Gustavo Gutiérrez y sus amigos. Su teología es para especialistas.

La verdad es que ya no saben que argumento esbozar para defender lo indefendible. Como suena muy grosero en pleno siglo XXI censurar libros porque sí, porque les da la gana, entonces ahora salen con la tesis de que la juventud de los alumnos no les permite procesarlos, y que (supongo, porque esto no lo dicen), debería esperarse un poco (¿maestría? ¿doctorado?) antes de introducirlos a esta literatura.

Pero este argumento paternalista hace agua por todas partes pues desde este punto de vista habrían miles de autores que los estudiantes “no estarían preparados para ver” por no ser especialistas o ser muy jóvenes. ¿Se podría leer a Freud en pregrado? ¿A Dewey o a Kant? ¿A Durkheim, a Aristóteles o a Hegel? Según por donde se les mire, todos estos autores son para especialistas.

El error de fondo de estas afirmaciones está en desconocer que el conocimiento es una construcción, un proceso, no un producto acabado que se logra de una vez y para siempre cuando se lee un libro o se escucha una clase. Uno lee y escucha cosas para las que “no está preparado” todo el tiempo, pero justamente al leerlas y escucharlas las elabora, las procesa, las comprende de cierta manera y se va preparando para entenderlas cada vez con mayor grado de sofisticación. La inteligencia organiza el mundo organizándose a sí misma, decía Jean Piaget, lo que significa que la capacidad de entender las cosas se va construyendo en el ejercicio mismo de entenderlas.

Como todos los que tienen alguna formación en constructivismo saben, uno puede tocar cualquier tema a cualquier edad, siempre que lo haga de acuerdo a las capacidades de la persona en ese momento de su vida y apuntando a que esas mismas capacidades aun inmaduras se vayan complejizando (se puede revisar los escritos de Jerome Bruner sobre esto). De otra manera no se explicaría que hayan programas de, por ejemplo, filosofía y física para niños de inicial, ya que ambas son disciplinas que siguiendo esta lógica equivocada, los niños serían muy jóvenes para entender.

Tendrán que buscar otro argumento para seguir censurando lecturas porque este de la juventud o falta de preparación de los estudiantes, además de ser paternalista en extremo, psicopedagógicamente no se sostiene.

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Valores de psicólogos, nuevamente

Mujer en mina

Un tema que me preocupa muchísimo es el de las valoraciones que hacen los psicólogos, como personas y como ciudadanos, y la manera en que esto impacta su práctica profesional. En otras palabras, me preocupan las implicaciones morales del trabajo psicológico.

He tocado el tema más de una vez en este blog, por ejemplo aquí y aquí.

Vuelvo a ocuparme de este asunto porque hace poco escuché, en una conferencia, a una psicóloga que presentó un reporte de su trabajo seleccionando personal para una compañía minera. Dentro de un marco de bienestar, lo que esta persona decía (y seguramente sin tener plena conciencia del calibre de lo que estaba diciendo) es que ella había hecho un ajuste a la batería de pruebas que se usaban para este proceso, de modo que no se trate de una selección clínica que resulta inapropiada (de acuerdo con esto), sino que tuviera una lógica social que promueva sobre todo el bienestar de la persona (de acuerdo con esto también). Ahora, para lograr esto, esta psicóloga lo que dijo fue lo siguiente (parafraseo mío, pero bastante parecido al original):

Como se trata de seleccionar personal para tareas de recolección y movimiento de rocas de un lugar a otro, manejando maquinaria pesada, se necesita poder identificar a personas que no tengan conciencia del peligro, pues en ese trabajo podrían perder la vida y si se dan cuenta o están muy alertas a esto, pues no lo tomarían. Además como es un trabajo rutinario que implica ir a recoger piedras y luego ir a otro lado a botarlas, hay que seleccionar personas que se ajusten a hacer una misma actividad durante largas horas. También se trata de un trabajo muy individualista (nota mía: eso dijo, seguro quiso decir solitario, pero dijo individualista…. que mal uso del término!), así que hay que seleccionar personas con pocos vínculos o a las que no les importe no ver a su familia o no tener vida de pareja.

La verdad, me dejó enferma!!! Creo que no hace falta poner comentario alguno. Lo único que quiero decir es que para mí, psicólogos así, tan irreflexivos de sus valoraciones le hacen mucho daño a la profesión (por no decir a las personas y a la sociedad en su conjunto). ¿Qué pasó con la formación, con los profesores, los asesores o tutores, que no dieron un espacio para tomar conciencia y reflexionar sobre esto?

Nota: Por si alguien tiene dudas, resulta evidente que seleccionar personas que no se den cuenta de que exponen su integridad física y/o su vida en una ocupación no es trabajar por el mayor interés del ser humano, ni por su bienestar o desarrollo, tal como debería ser el objetivo final de cualquier psicólogo. » Leer más

Malaeducación en el Ministerio de Educación

Les pido a las autoridades del Ministerio de Educación poner un ojo a algunos detalles, como estos:

Hasta hace unos días la entrada al Ministerio era relativamente fluída a pesar de que las señoras que recogen y entregan los DNI en la puerta son muy pero muy lentas. Pero aun así todo marchaba más o menos OK.

Ahora sin prevenir al público ni poner ninguna señal han cambiado la entrada de lugar, ya no se ingresa por donde solía hacerse sino por la calle lateral (frente a la espalda del museo de la Nación), y las señoras ya no están en un módulo circular sino detrás de un vidrio. Casi tuve que adivinar la nueva ruta de entrada. Ahora además las señoras no solamente piden y entregan el DNI sino que también llaman por teléfono a cada una de las oficinas donde uno va para verificar que efectivamente uno va donde dice que va, es decir, para comprobar que alguien allí nos está esperando. Imagino que les han dado la orden de hacerlo (¿por seguridad?) pero es un fastidio: hasta que la señora se acuerda o verifica el nombre de la dirección a la que uno va, encuentra el anexo, lee y entiende nuestro nombre en el DNI y escribe el papelito que nos dará, pasan valiosos minutos y la cola se aglomera en el pequeño lugar que han dispuesto para que la gente espere a que le reciban los documentos y le extiendan el pase. El sistema es muy ineficiente y basta que haya un pequeño inconveniente con algún visitante para que colapse.

Reconozco que tengo muy poca paciencia para estas cosas, por lo que lo anterior puede sonarle normal a alguien con mejor humor que el mío para la burocracia. Pero lo que sí resulta fatal es que el Ministerio de Educación no haya previsto una cola especial para los ancianos, las personas con alguna dificultad física o las embarazadas. Hoy que estuve en la mañana por allí había un señor bastante mayor, con bastón inclusive, de pie haciendo su cola para poder ingresar. Nadie le daba pase ni lo trataba con amabilidad. Nadie parecía siquiera notarlo.

Si el Ministerio de Educación no da el ejemplo con esto, entonces ¿quién? » Leer más

Medios y Bullying

No soy experta en bullying, pero muchas personas creen que sí. Como he dicho varias veces, el tema no me interesa demasiado como objeto de estudio (sí como problemática social, pero no como tema académico, por lo que no me dedico a investigarlo). Lo que tengo quizá es una opinión medianamente informada, como profesional de la psicología que soy. Quizá eso ya es bastante en un contexto en el que las personas opinan de todo sin mayor conocimiento y desde los prejuicios y/o el sentido común.

Dicho esto, en el último punto edu (el número 248 de ayer Lunes 18 de Junio de 2012) me pidieron una opinión sobre el rol de los medios de comunicación en el tema del bullying.

Aquí está en enlace a la revista completa, pero copio mi artículo a continuación (el que puede leerse en línea aquí):

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Cuando la propiedad intelectual se toma en serio

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Estoy impresionadísima por cuan bien hacen las cosas algunas editoriales extranjeras. Hace algún tiempo se comunicó conmigo el editor de un texto para la enseñanza del español de una editorial inglesa. Simplemente me quería pedir permiso para tomar una parrafito (si, un parrafito!!) del blog, para introducirlo en su texto. Yo le dije que no tenía ningún problema con ello siempre y cuando se pusiera la referencia al blog, y a los dos días me envió una serie de formatos para que yo les diera la autorización por escrito.

Además de esto, esta persona se ha contactado con la oficina de propiedad intelectual de la Universidad, para gestionar los permisos institucionales respectivos, y está tratando además de resolver cómo incluir en el libro algunos comentarios hechos en mi blog por terceras personas (para lo cual quiere conseguir el permiso firmado de cada una de ellas). Según me dijo en un correo, está haciendo esto también con textos de México y de Argentina porque quiere incluir en el libro algunas variantes del español.

Imagino que así deben hacerse las cosas cuando se quiere ir por la legal. Me resulta chocante contrastar estas buenas prácticas con la manera informal y despreocupada en que páginas web diversas, especialmente locales, han reproducidos trozos de mi blog sin hacer la referencia respectiva y sin que yo tuviera idea. Más responsabilidad con esto no nos caería mal…

Nota:
Imagen tomada de aquí » Leer más

La situación de México y la educación moral

Alebrije

Terrible lo que pasa en Monterrey, México, donde cadáveres aparecen en las calles, y el número de muertos por esta violencia de todos los días es impresionante.

Tenemos nuestros propios problemas y eso hace que las noticias de los países hermanos pasen desapercibidas, pero no debería ser así. Yo por lo menos tengo esta situación particularmente presente; he estado en Monterrey y en esa ciudad se fundó REMCI, nuestra Red Latinoamericana de Educación Moral y Ciudadana. Dos de sus integrantes son de allí.

Traigo esta breve reflexión a propósito de un correo de nuestro querido Abraham Magendzo en el que, además de solidarizarse con lo que allí ocurre, nos invoca a no perder la fe en la educación moral. Como bien dice Abraham, ” si atendemos la violencia en los niños desde edades tempranas podremos contribuir a la pacificación”. Uniéndose a la solidaridad, desde Colombia José Alberto Mesa nos recuerda que fueron los políticos con intereses educativos, además de personas de buena voluntad, los que vieron en la educación una manera de desarmar a la población y de buscar soluciones al conflicto que vive su país. Bogotá y Medellín se convirtieron, por obra de sus alcaldes, en ciudades donde la educación fue la prioridad.

No se trata de ser ingenuo, es obvio que la violencia de cualquier tipo tiene causas que no se van a resolver solamente con lo educativo, pero coincido con Abraham cuando dice que la educación moral es la herramienta que nosotros tenemos, y de la que podemos disponer. Y es una herramienta muy poderosa cuando se utiliza bien.

Actualización:
Un enlace reciente, aquí » Leer más

La falta de ciudadanía va sobre ruedas

Si hay algo que me produce una mezcla de profunda pena y mucha indignación es ver a personas adultas comportándose de manera cuestionable, casi delincuencial, y sintiendo orgullo por hacerlo.

Hoy en la mañana vi un volkswagen rojo bastante más destartalado que el de la foto, manejado por un energúmeno que, muerto de risa, llevaba a un niño de unos cuatro años en las piernas. El que manejaba era el niño, que dicho sea de paso lo hacia muy mal y el auto iba dando Ssss (eses) en plena Av. La Mar, en Miraflores, a una hora punta. Y al lado iba una mujer a la que seguramente le parecía muy normal y divertido que el niño ocupara el asiento del piloto, pues estaba de lo más tranquila sin cinturón de seguridad sentada como copiloto.

Yo iba en auto con una amiga y las dos tratamos de llamarles la atención sobre lo peligroso de lo que hacían, señalándoles además que estaba prohibido llevar niños en las piernas al manejar, pero todo fué en vano: ambos adultos se rieron de nosotras, la mujer nos miró con cara de pocos amigos, como si la estuviéramos importunando y el hombre que llevaba al niño en las piernas hasta se permitió hacernos un gesto burlón con la mano. Por supuesto, la policía brillaba por su ausencia.

Estos comportamientos me indignan y me confrontan con los bajísimos niveles de formación ciudadana y de desarrollo moral que tenemos en el país. ¿Cómo un adulto puede tener comportamientos tan infantiles, tan primitivos, tan faltos de conciencia? ¿Por qué no se siente mal cuando se le llama la atención? ¿Por qué se siente ganador por burlar la norma, poner en peligro a su hijo, a ellos mismos y a todos los que circulaban junto con él por esa avenida? ¿Cuál es la satisfacción psicológica de comportarse así? Hay un problema evidente, para mi, en la formación del self de esas personas, y los procesos educativos son por lo menos en parte responsables de ello. La verdad es que el espectáculo que daba esa persona era triste, y quedé muy confrontada por todo lo que nos queda aun por trabajar en la formación moral y ciudadana en el país.

Nota: imagen tomada de aquí. » Leer más

Tacos en el colegio y profesores siempre de pie

zapatos

Por más que a veces pienso que ya he visto de todo en los colegios que conozco, que ya no hay nada nuevo bajo el sol, que ya nada me sorprenderá… zas! aparece una práctica no antes vista que alguien me cuenta o que yo misma observo en alguna institución educativa y que me impacta por cruel y sin sentido.

Estas son las últimas de esta semana. Una estudiante me cuenta que en el colegio donde practicaba, las profesoras están obligadas a llevar tacos. Si, zapatos con tacos! Prohibidos los zapatos planos. La alumna, intentando darle un sentido a esta norma absurda y aberrante, me decía que la habían planteado para “cuidar la imagen del colegio”, como si el tipo de zapatos que calzan las maestras tuviera algo que ver con eso. Hay que agradecer que hubo alguien medianamente lúcido que exoneró de esta norma a la profesora de educación física…

En ese mismo colegio, el director se da el trabajo de inspeccionar rutinariamente las aulas y hacer ponerse de pie a los profesores que están sentados. Más aún, en alguna ocasión dejó las aulas sin silla para el docente pues está prohibido hacer clase sentado, los profesores tienen que estar siempre de pie. ¿La lógica detrás de esto? La ignoro pero la intuyo: una profunda falta de respeto a la persona del profesor, un mal entendido sentido de autoridad y la idea absurda de que el que está de pie (el profesor) está por encima de los que están sentados (los estudiantes) y puede controlarlos mejor. En resumen, el afán de vigilar y castigar, como diría Foucault.

Como si esto fuera poco, en esa misma institución las parejas de enamorados tienen prohibido caminar juntos por el patio. Y no me refiero a cogerse de la mano o besarse. Simplemente caminar, ir al kiosko, dar una vuelta pro el jardín. Los profesores los vigilan, por turnos. Por absurda y limitante con la estupidez, esta práctica la dejo sin comentarios.

La verdad es que se necesita de mucha formación personal para que los maestros entiendan que este tipo de cosas no solamente no tienen sentido y son antipedagógicas sino que reflejan valoraciones antidemocráticas, son injustas y demuestran un desprecio muy grande por las personas. Y esto no va a cambiar con capacitaciones, se necesita de un proceso continuo de acompañamiento que nadie quiere iniciar porque -según los que toman decisiones de políticas educativas- resulta demasiado costoso. Lo lamentable es que mientras las autoridades se dan cuenta de que el acompañamiento cercano y sistemático a los docentes resulta fundamental, a los profesores les siguen quitando su silla… » Leer más

Para mi, esta combinación es nefasta

edipo

Los que me conocen saben que soy de la opinión de que el psicoanálisis no tiene nada que hacer en la educación. Más allá del marco conceptual en sí mismo, con el que se puede discrepar o no, considero que frecuentemente se hace muy mal uso de los conceptos psicoanalíticos, los que ingresan a la escuela sin mayor rigurosidad, son superficialmente asimilados por los docentes y, en muchísimas ocasiones, utilizados para justificar lo injustificable. Ya opiné al respecto en este post. Si bien muchos psicoanalistas han intentado acercar el psicoanálisis a la educación (Anna Freud es una de las más conocidas), Freud mismo consideró en algún momento de su vida que era imposible desarrollar una pedagogía basada en el psicoanálisis. Ver Freud antipedagogo, de Catherine Millot, para una discusión de este tema.

Vuelvo a tocar el tema porque la UPC acaba de sacar un libro que recopila escritos de Marcos Gheiler sobre educación y psicoanálisis, y me pican las manos de las ganas que tengo de leerlo y ver por dónde van los así llamados “aportes” de este señor a la educación. Aun no lo tengo pero espero revisarlo pronto.

En mi experiencia, cuando el psicoanálisis ha entrado a la escuela lo único que ha hecho es legitimar procesos que más bien deberían reflexionarse y tornarse conscientes, analizarse a la luz de un orden superior, digamos, los derechos de los niños o las responsabilidades de los profesores para con ellos. He tenido experiencias con maestros que tratan sistemáticamente mal a un determinado niño y que avalan o justifican su comportamiento con conceptos tales como la transferencia o la contratransferencia, el edipo, o el hecho de que hay “sentires”, o afectos primarios y profundos que hacen que uno experimente determinada emoción frente a algunas personas, y que eso es humano y hay que validarlo y acogerlo porque esas emociones “son nuestras”. En este discurso, por supuesto, no hay ni el mero atisbo de una conciencia crítica sobre cómo afecto yo con mi comportamiento a un niño en crecimiento, cuales son mis responsabilidades hacia él o ella en mi rol de maestro, o de que manera puedo hacerme más consciente de mis estados emocionales y mediarlos más efectivamente con cogniciones más apropiadas.

En fin, se me podrá decir que eso no es psicoanálisis sino una mala práctica y un uso silvestre de sus ideas y conceptos, pero yo estoy convencida de que hay algo instrinsecamente negativo en la corriente en si misma cuando se lleva a la escuela.

Habrá que leer el libro de Gheiler para ver que dice. » Leer más

Sancionarán a directores que ‘permitan’ el bullying

¿Cuándo se va a entender que con medidas de fuerza y criminalizando el bullying, este no se va a resolver? Ver esta noticia del diario El Comercio.

Imagino que cómo no se sabe ni por donde empezar con este tema, lo más fácil es sacar leyes y decretos que den la apariencia de que se está poniendo “mano dura”. La verdad es que esto me preocupa. Está bien que se garantice la presencia de un psicólogo en la escuela (aunque esto, ya lo dije antes en este blog, tampoco va a resolver el problema), pero condenar al director porque el problema persiste me parece demasiado. Hay directores que se hacen los que no ven, es cierto, pero hay otros que hacen todo lo que pueden, y aun así el problema persiste.

No hay especialistas asesorando a los que toman decisiones, me resulta evidente…

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