Este artículo de Luis Guerrero hace un reclamo que no haría, si los psicólogos que estuvieran en la escuela fueran escolares o educacionales. Todo lo que pide que se haga es precisamente parte de lo que un psicólogo educacional o escolar bien formado hace en la escuela. No reconocerlo pasa también por ignorar la especialización en psicología, lo que me sorprende de una persona que tiene muchos años trabajando en el sector educación. El problema no es que la psicología no sepa su oficio, el problema es que los colegios están llenos de psicólogos clínicos que están formados para otra cosa, o de psicólogos generales con modelo clínico, sin especialización.
Estoy de acuerdo con lo que cuestiona porque efectivamente lo que muchos psicólogos escolares hacen deja mucho que desear, pero creo que el artículo no hace bien el deslinde entre las especializaciones ni identifica el verdadero problema (del cual son parte no solo los propios psicólogos, sino los especialistas del Ministerio de Educación, los directores de colegios y etc. que los contratan) y en ese sentido, plantea la crítica equivocada.
El artículo de Lucho Guerrero, aquí.
Actualización:
Pancho Leal, psicólogo educacional de la Universidad de Tarapacá, y un muy querido amigo, me hace este comentario que quiero copiar aquí porque me parece muy preciso (y me encanta la frase “… trabajar en escuela no hace a alguien psicólogo escolar”):
“Concuerdo. El Sr. Guerrero no está hablando ni de psicólogos escolares ni de psicólogos educacionales. Está hablando de lo que ve que hacen (o no hacen) algunos (la mayoría, tal vez) de los psicólogos que trabajan en escuelas. Pero trabajar en escuela no hace a alguien psicólogo escolar. Y muchos psicólogos que están en las escuelas, sólo están ahí porque no han encontrado otro mejor lugar para trabajar, no porque sepan lo que es la psicología educacional o escolar. Acertada la crítica del Sr. Guerrero, equivocado el reclamo. Si se aceptara que trabajaran en escuela sólo psicólogos con formación específica en psicología educacional o escolar, y se excluyera a quienes no la tienen, lo que ocurriría sería distinto. Es decir, sería todo lo que el Sr. Guerrero señala como desafíos, sería el trabajo habitual , que es lo que, hoy en día y desde hace mucho tiempo, los psicólogos educacionales y escolares hacemos“.