En uno de mis viajes por la selva vi y tomé esta foto:
Sí, se trata de libros, los pocos libros con los que la escuela cuenta, encerrados con candado en una vitrina. Lamentablemente esta es una realidad común: con frecuencia los libros que reparte el Ministerio se quedan en los estantes empolvados o, peor aun, ni siquiera se sacan de sus cajas. En otras ocasiones, cuando se reparten a los niños, no se les deja usarlos ni escribir en ellos, mucho menos llevarlos a sus casas. En general, se hace muy mal uso de los libros y materiales con los que cuentan las escuelas, que a menudo terminan abandonados, arrumados en un cuarto, y sin uso. A nadie se le ocurre hacer una biblioteca, por pequeña que sea, y ponerlos a disposición de los alumnos. En más de una ocasión los he visto incluso, apolillados. Una pena.