Nunca he sido muy amiga de estar volviéndome loca por publicar en revistas Isis o Scopus. Es más, no tengo mucha idea de cual es cual, ni me manejo bien entre las múltiples y cada vez más abundantes bases de datos que ahora existen. Lo que suelo hacer, porque sí me gusta escribir y publicar, es buscar una revista que me parezca seria e interesante y cuya línea editorial se ajuste a la temática de mi artículo. Más allá de su indexación, si la revista se ajusta a lo que busco y me gusta el tenor de los artículos que publica, allí envio mi artículo sin mayor reparo.
Lamentablemente a veces los textos de marco piagetano suelen ser mal recibidos, incomprendidos o malinterpretados por revisores en revistas que se supone son de calidad, debido al estilo particular del lenguaje usado para escribir, a la metodología que se emplea para investigar, y por supuesto debido sobretodo a los supuestos epistemológicos que están detrás de la teoría. Simplemente estos no se entienden desde una mirada externa poco familiarizada con ellos.
En el prefacio al libro Los senderos de los descubrimientos del niño: investigaciones sobre las microgénesis cognitivas, de Bärbel Inhelder y colaboradores (editorial Paidós, 1996), Anette Karmiloff-Smith señala las dificultades de publicación que trae escribir con el estilo de la escuela de Ginebra. Desde un marco vygostkiano y sociocultural, Barbara Rogoff y Kathy Angelillo han denunciado lo mismo en su artículo Investigating the Coordinated Functioning of Multifaceted Cultural Practices in Human Development (Human Development 2002, 45, 211-225). En esencia lo que ocurre es que el marco psicométrico y cuantitativo prima en los lentes que se usan para evaluar las investigaciones y artículos, y con esos lentes (que desde mi punto de vista provocan cierto tipo de ceguera) aquellos trabajos que provienen de otros marcos epistemológicos y conceptuales quedan injusta y erróneamente devaluados.
Aun así, siempre me ha llamado la atención que haya tanto desconocimiento sobre Piaget y los modelos más contemporáneos que se derivan de su trabajo, y que las personas, debido a este desconocimiento, puedan equivocarse tanto. Yo, que no se mucho de psicoanálisis y tengo muy severas críticas contra él, me siento perfectamente capaz de distinguir cuando un trabajo de corte psicoanalítico es de calidad (aunque yo no esté de acuerdo con su marco teórico ni sus supuestos) y cuando se trata de un bodrio impublicable…. no ocurre eso con los trabajos de corte piagetano, los que por desconocimiento suelen ser malentendidos y juzgados con ligereza.