El estudio psicológico del self es un tema de crucial importancia para la psicología contemporánea. Aunque hay muchas formulaciones nuevas, este campo también ha sido testigo del resurgimiento de teorías tradicionales y temas históricos que fueron abordados ya por autores clásicos. Entre estos, destaca especialmente la distinción que hiciera William James (1890, 1892) entre el I (self como sujeto, agente, conocedor), y el Me (self como objeto de conocimiento).
El “Me” es la suma de los aspectos que la persona considera suyos, lo que James llamó constituyentes, que son cualidades que definen al self tal como lo conocemos. En terminología de James -que en algunos casos no es la que se usaría actualmente- el Me está constituído por características materiales (cuerpo, posesiones), características sociales (relaciones, roles, personalidad), y características espirituales (conciencia, pensamientos, mecanismos psicológicos). Por el contrario, el “I” es subjetivo y es para James el corazón del dominio del self. El I -siempre en los términos usados por James- se compone de: conciencia de la agencia del self en el transcurso de la vida (agencia); conciencia de la unicidad de nuestra experiencia (distintividad); conciencia de la continuidad personal (continuidad) y conciencia de nuestra propia conciencia (reflexión).
Es interesante notar que la teoría de la identidad de Erikson (1956, 1968) intenta articular tres perspectivas de la identidad (estructural, social y fenomenológica), una de las cuales corresponde al self subjetivo de James. Según Erikson:
A) Estructuralmente, la identidad es una reorganización usualmente inconsciente, de necesidades e identificaciones pasadas
B) Socialmente, marca una nueva asimilación de expectativas sociales y mayor integración personal en nuestra sociedad y cultura
C) Fenomenologicamente, la identidad se manifiesta en una nueva manera de experimentarse a uno mismo, caracterizada por un sentido de unidad e individualidad, y por sentimientos de propósito y auto-confianza.
Este este último aspecto el que corresponde al “I” de James (agencia, distintividad, continuidad y la conciencia de nuestra propia conciencia o reflexión).
Aunque inicialmente se decía que el “I” no podía estudiarse (lo afirmaba el mismo James), este puede explorarse indirectamente a través de las narraciones que las personas construyen sobre sí mismas y que revelan las características de su autoconcepto, el cual contiene no solamente los aspectos objetivos del self que podemos conocer (el Me) sino también los procesos subjetivos del I como conocedor (los aspectos del self que incian, organizan e interpretan la experiencia de manera subjetiva). Discutiré este tema con más detalle más adelante.
Para terminar: No estoy muy familiarizada con el campo de las pruebas psicológicas, pero hasta donde entiendo ningún intento por traducir la definición de la identidad de Erikson a operaciones empíricas (una prueba psicológica por ejemplo) ha tenido éxito en capturar la multidimensionalidad y la riqueza del concepto. Que alguien me corrija si estoy equivocada.
Referencias
Erikson, E. (1956). The problem of ego identity. Journal of American Psychiatric Association, 4, 56-121
Erikson, E. (1968). Identity: Youth and Crisis. New York: Norton
James, W. (1890). Principles of Psychology. Chicago: Encyclopedia Britannica
James, W. (1892). Psychology: the brief course. New York: Henry Holt
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