Ahora Vizcarra es don terror: “Este virus va a atacar a todos, nadie se va a salvar. Unos más temprano otros más tarde, pero nadie se salvará. Hay que estar preparados porque no tenemos otra alternativa”, dijo en radio Americana, de Moquegua. No son frases fortuitas sino milimétricamente calculadas y sugeridas, sin duda, por su asesor peronista Maxi Aguiar, y podrían tomarse como indicio de que las elecciones 2021 serán pospuestas; y es que históricamente el miedo ha sido usado como arma de control social por quienes buscan perpetuarse en el poder.
El filósofo político y jurídico Carl Schmitt (1888-1985) sirvió diligentemente a Adolfo Hitler, el monstruo a quien Perón admiraba por encarnar los grandes “valores” alemanes (por cierto, Hitler no era alemán sino austríaco). Schmitt propuso los argumentos más sólidos contra el Estado Constitucional, desvirtuando la validez del Estado de Derecho, la ilegitimidad del parlamentarismo moderno, y los “peligros políticos” del Liberalismo-Democrático. Para Schmitt dirigir y manipular a la población pasaba por mantener vigente la imagen de un enemigo. Cuando Vizcarra dice “Este virus va a atacar a todos, nadie se va a salvar”, convierte a la democracia y al Estado liberal en enemigos del pueblo por su incapacidad de protegerlos del virus chino.
Intentar crear un enemigo, para el caso la institucionalidad democrática, como lo ha hecho Vizcarra radialmente, es el primer paso para instaurar una dictadura definitiva. La recientemente inaugurada estrategia del miedo lanzada vía una radio de Moquegua, ¡oh casualidad su terruño!, llevará a los ciudadanos a desconfiar de sus pares, a debilitar su resistencia emocional ante la anormalidad de la pandemia y a sentirse abandonados por el Estado, democrático y liberal. Se abona, así, el terreno para un tirano, un gobierno antiparlamentario, un Estado interventor en todos los aspectos de la vida social, cultural y económica.
La ideología del miedo no es nueva, el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (DRAE) la define como: “perturbación angustiosa del ánimo por un riesgo o daño real o imaginario”. Es el miedo como arma de dominación, una construcción ideológica para generar conflicto con el “culpable” de lo que supuestamente ocurrirá: “nadie se salvará. Hay que estar preparados porque no tenemos otra alternativa”, dijo Vizcarra intentando sumarse al grupo de afectados por la ineptitud de su propio gobierno. “No tenemos otra alternativa”, sostiene, aunque sí la hay: que suelte el poder para no continuar con su destrucción del Perú y la tranquilidad de sus gentes.
Compra de tablets no se concretará hasta que se presente garantía por el 10% del monto a contratar
En la tercera semana de abril, el presidente Martín Vizcarra anunció que “para cerrar una brecha en materia digital y educativa” su Gobierno adquirirá más de 840,000 tablets para destinarlas a los estudiantes de la zona rural y urbana en situación de pobreza.
El mandatario precisó que se autorizaba al Ministerio de Educación a adquirir 719,000 tablets con servicio de Internet móvil para alumnos de 4°, 5° y 6° de primaria y toda secundaria del ámbito rural; así como 123,780 tablets para la zona urbana en situación de pobreza. Luego de tres meses de hacerse el anuncio, ¿cómo avanza este proceso?
A inicios de este mes, luego que la edición impresa de Gestión informará que el Ministerio de Educación (Minedu) no había ejecutado el presupuesto asignado para la lucha contra el COVID-19, la jefa de la Secretaría de Planificación Estratégica del Minedu, Gabriela Carrrasco, explicó que el presupuesto para el COVID-19 tiene dos grandes componentes.
El primero dirigido a la compra de un millón de tabletas por S/650 millones, de los cuales S/144 millones están dentro de los recursos del COVID-19 y el resto en reasignaciones de la entidad.
“En el caso de la tabletas, el proceso ya se concretó esta semana (primera semana de julio) y durante el mes de julio deberíamos entregar los adelantos, que son 30% y luego se hacen los pago contra las entregas programadas entre julio y setiembre”, dijo.
El segundo componente son S/ 93 millones para 10,000 becas y 3,000 créditos estudiantiles.
Sobre el proceso de compra de las tabletas, una investigación realizada por el portal El Foco da cuenta que las tabletas de la marca Lenovo que el Gobierno está comprando a la empresa Topsale SAC no tienen el aval ni la garantía de la compañía fabricante, según un documento que la filial Lenovo Perú envió el 10 de julio al Minedu.
“Hemos hecho las averiguaciones con el área comercial encargada de las ventas de Lenovo en China, los cuales nos han confirmado el no haber emitido ninguna carta a favor de la empresa Topsale SAC para la venta de Tablets Lenovo por el proceso en cuestión”, dice la carta.
La misiva indica además que Lenovo Limited Sucursal del Perú no se hace responsable del cumplimiento de las características y funcionamiento de las tablets, así como de las condiciones de pre y post venta, las cuales incluyen las garantías y servicios asociados a las mismas.
La adquisición -refiere la pesquisa periodística- es vía contratación directa y, hasta el momento, no está registrado en el Sistema de Contrataciones, según reconocieron voceros del Ministerio de Educación. La licitación comenzó el 7 de junio, la que ha tenido dos convocatorias. A lo largo del proceso, empresas como Telefónica y Claro pidieron ampliar el plazo de la licitación para poder participar, pero el Ministerio de Educación se negó. La empresa ganadora de la licitación (Topsale) se fundó con S/ 10,000 de capital, apena tiene 16 trabajadores y se acogió a la suspensión perfecta, según la Contraloría.
El 9 de julio, el Ministerio de Educación le pidió a Topsale la carta fianza para comenzar con la primera entrega de las tabletas, pero hasta ahora no la envía.
-Minedu responde-
Sobre la denuncia, el Minedu asegura que Topsale ha acreditado su vínculo comercial con la casa matriz de Lenovo (China). Para ello presentó una comunicación oficial en la que también se señala expresamente que Lenovo China otorga a Topsale SAC la representación para proveer la garantía de fábrica y el soporte técnico correspondiente para todas las tabletas que ha ofrecido, dentro del periodo de 18 meses previsto como garantía.
En ese sentido, afirma que Lenovo Perú (Asia Pacific) Limited Sucursal del Perú no es parte del proceso. “La responsabilidad de los servicios de garantía y posventa corre por cuenta del proveedor que obtiene el contrato”, refiere.
“Al respecto Minedu ha tomado todas las acciones para comprobar el vinculo comercial de Topsale SAC con Lenovo, lo que incluye reuniones con los representantes de la casa matriz de Lenovo, en China. A dicha empresa se la solicitado que curse comunicación a sus distribuidores en el Perú para conocimiento”, indica el ministerio en su cuenta de twitter.
Agrega que se ha solicitado a Lenovo Perú (Asia Pacific) Limitad Sucursal del Perú se sirva a remitir la documentación a través de la cual se sustentaría su afirmación de que Lenovo China no brindaría el soporte técnico requerido para las tablets. “Hasta la fecha no se ha recibido respuesta al respecto”, sostiene.
El Minedu añadió que la ejecución de la prestación no se iniciará hasta que no se presente la garantía solicitado por el 10% del monto a contratar, la misma que es de realización inmediata a favor de la entidad. “En caso el contratista solicite adelanto, deberá presentar una garantía similar por el total del monto que requiera. Estas garantías respaldarán la operación hasta que se culmine su ejecución”, puntualiza.
Fuente: Diario Gestión.