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Andamiaje

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Por Jenny Zuñiga Mourao.
ADIÓS ANITA
Aún recuerdo cuando Anita llegó al partido. Toledo la presentó como la secretarla política. Era una bella muchacha de unos 25 años, aproximadamente. Ella me contó que había trabajado en el Consejo por la Paz, y conocía gente del Foro Democrático.
Ana se convertiría en la perfecta asistente, cercana a Toledo, ya que poseía una encantadora estatura de 1.67, ojos almendrados y expresivos. Sus cabellos castaños brillaban al ser expuestos al sol, dándole un toque rubio. Su vestir era libre, solía ponerse falditas muy cortas, en el verano, y siempre andaba maquillada para la ocasión.
Era de hablar liviano. Lo que sentía, lo expresaba, sin cuidar, tal vez, que en política hay cosas que se deben callar, pero sin embargo, los que la conocimos sabíamos que era una forma muy nata en ella y que siempre se destacó por su transparencia al tratar algunos temas.
Ella tenía una hija pequeña a quien mantener, como yo, y tenía que ganarse día a día sus fréjoles, así que Anita encajó muy rápido en el grupo más cercano al actual Presidente. Habíamos formado un equipo simpático, capaz de soportarse durante las casi 15 horas de trabajo que permanecíamos juntos.
Ana María sería desde entonces la persona más cercana a Toledo, fuera de las oficinas. A través de ella, entrarían las llamadas al candidato. En esa época, ya empezaba Toledo a seleccionar las llamadas que deseaba recibir, de acuerdo a sus conveniencias. En 1999, él ya empezaba a sentirse un poco más importante por las encuestas.
Más tarde, Toledo le pidió que se hiciera cargo de su correspondencia personal y del partido, la cual cuidaba celosamente en las oficinas de Cantuarias.
La campaña se desenvolvía con normalidad. Cada día subíamos como espuma; eran momentos increíbles. Las cosas nos salían a pedir de boca, y continuamente llegaba más dinero al partido, y más adeptos dispuestos a colaborar, y esto también nos permitió delegar el trabajo, que por más de dos años cargábamos unos pocos.
Ana, en poco tiempo, se convirtió en alguien importante en el entorno del candidato. Desde ese momento, se reunía con el grupo que conformábamos los más cercanos y también tenía derecho a voz y voto. Tengo que reconocer que aunque muy joven, conocía la política peruana, y no sólo eso, también las mañas de los políticos. Así, más de una vez, nos alertó sobre algunos personajes, como por ejemplo, Juan Sheput, Eduardo Mc Bride, entre otros, y sin duda el tiempo le daría la razón, especialmente en su valoración de Juan Sheput.
Conversar con ella, era aprender sobre los políticos, los “cadáveres políticos“, los ayayeros, los arribistas, etc. Ella los conocía totalmente. En más de una oportunidad, me había impresionado su precisión al definir algún político de nuestro país.
Muchas veces nos tomamos un café juntas, y reflexionamos sobre la candidatura de Toledo, sobre su alza en las encuestas, pero principalmente, cómo empezaba a llenarse el partido de ayayeros y arribistas, así también, cómo se daba la infiltración de mucha gente desconocida que después descubriríamos su ubicación, en el entorno de algún otro partido.
Los días transcurrían y también la campaña, por lo que casi nos dejamos de ver, pues el trabajo era cada vez más extenuante, y cada una debía llevar a cabo sus tareas diarias.
Pero una mañana, Ana me llamó, y me pidió para que nos encontráramos en la cafetería de don Pipo. Estaba llorando, y muy nerviosa me dijo que era urgente y que quería que habláramos. Así que acudí a la cita.
Ana estaba desconsolada, y a la vez indignada. Me manifestó que Luis Solari la había maltratado, y le había dicho palabras soeces. Yo no podía creerlo, ya que Solari siempre guardaba su lugar, y se esforzaba por vender una buena imagen, un poco aburguesada, pero allí estaba siempre como una estatua brillante, como para lucirlo en el partido.
Y con llanto y dolor me confesó lo sucedido: Me dijo, “Jenny, el doctor Solari entró a mi oficina y me preguntó sobre la correspondencia de Toledo. Le dije que estaba con llave, y me conminó a que abriera la gaveta, a lo cual me negué. Entonces, me dijo cosas horribles. Me dijo ¡abre la gaveta, carajo! Al parecer buscaba algo, estaba interesado en saber qué donaciones económicas estaban llegando al partido, ya que al parecer nadie le informaba nada“.
El hecho de negarse a aceptar esa orden de abrir la gaveta, le había costado el puesto. El doctor Solari la acababa de despedir del cargo de secretaria personal, con ajos y culebras, incluidos.
Ella le había comunicado esta situación a Toledo, quien le restó importancia a ese hecho, pero tampoco la restituyó en el puesto. Sólo le dijo que ayude a otra dependencia del Partido. Al final, jamás supe si era el mismo Toledo quien había encargado a Solari eliminar a Ana de su propio despacho. Aunque a Solari, por ser eficiente se le había pasado la mano.
Toledo ya estaba despachando en el César Hotel y se le había empezado a subir los humos, ya casi ni lo veíamos, aunque se comunicaba por teléfono cuando, personalmente, nos requería. Yo trabajaba en una oficina muy cercana a la suya, en el César, y Ana seguía en las oficinas de Cantuarias.
La campaña continuaba; nadie la paraba. Gorriti ya había tomado contacto con prensa, con la venia de Toledo, y esto significaba que también yo estaba a un lado de lo que siempre hacia.
Ana María estaba desconsolada y nerviosa; en la noche habló en secreto con Alberto Sanabria. Jamás supimos sobre qué hablaron, el asunto es que al día siguiente, Ana estaba sentada en una banca del parque Kennedy, en Miraflores, con un reportero de “Contrapunto“, de Frecuencia Latina, uno de los programas políticos más importantes de la televisión peruana, y para Toledo, el canal de sus enemigos: los Winter.
Al escucharla me quedé petrificada. Ana había salido a revelar algunas verdades. Recién comprendía cuánto la había afectado la agresión de Solari. Había empezado el maltrato con su típico acento discriminatorio y su andar indiferente, y por supuesto, Toledo lo había sellado con su indiferencia. Al final, teníamos que pensar, sin duda, que esto lo permitió Toledo. Él quería su alejamiento y le pidió a Solari que hiciera el trabajo sucio.
Qué triste fue para Ana y para quienes la queremos, recibir el maltrato como agradecimiento a su trabajo leal, como asistente personal de Toledo.
Entonces podía explicarme la entrevista. Ella estaba muy dolida y desesperada, ya que había tenido la ilusión de acompañar al líder hasta el poder.
El asunto era concreto Ana no le servía más, Ana tenía que irse y la estrategia para él, era la indiferencia, el silencio y el maltrato. Más tarde, si era posible, acusarla de infidente.
Actualmente, de Anita sé poco; sólo sé que volvió hace dos años al Perú, ya que después de sus declaraciones se fue a vivir a Estados Unidos, luego retornó con una hija más y con nuevas ilusiones: se había enamorado de un chileno y era inmensamente feliz. No quería saber nada de política y se preparaba para su próximo matrimonio. De igual forma, supe que había elegido, con su nueva pareja, radicar en Chile. Tal vez, lo que vivió, al lado de Toledo fue suficiente como para alejarse de la política para siempre.
¿QUIEN ES DANTE MATOS?
Cinco de la tarde de un día cualquiera de trabajo. El teléfono suena de manera persistente. Estoy terminando una nota de prensa, descuelgo el teléfono y respondo:
-¡Hola, Jenny!
-Sí, doctor, dígame.
-Estoy feliz, ahora sí tendremos la mejor ayuda para trasladar a la prensa. Un conocido empresario ha puesto, a nuestra disposición, dos aviones, así que ahora ya puedes hacer una lista de los hombres y mujeres de la prensa nacional e internacional. Llevemos a uno de cada medio, y en el caso de la televisión, sólo al camarógrafo, a ver tú habla con tus patas y lo coordinas. A la prensa nacional, la llevas gratis, pero a la prensa extranjera que paguen su pasaje, como siempre ¿me entiendes?
-Sí, doctor, entiendo.
-Perfecto, chau Jenny.
-Chau.
Lo mejor que nos estaba sucediendo era contar con dos aviones, para organizar los viajes de campaña, ya que, en plena campaña del año 2001, teníamos dificultades para trasladar a la prensa, ahora ya todos querían acompañarnos. Toledo era el favorito y no deseaban perderse un soto movimiento del candidato.
Así, ahora planeábamos los viajes al interior del país y también el transporte de los hombres de prensa, al mismo lugar.
Conjuntamente con los aviones, llegaron también, cuatro camionetas station wagon, a disposición de la campaña. Como estos autos, algunas donaciones y apoyos a la campaña, eran casi anónimos, o el mismo Toledo prefería no decirlo directamente, como en el caso de los aviones.
El primer viaje se realizaría a la ciudad del Cusco. Convocamos a la prensa, pero esta vez, les indicamos que los llevaríamos en nuestros propios aviones, por la que vinieron muchos más de los que nos imaginamos, y podíamos llevarlos a todos, ya que Toledo había dispuesto un avión sólo para periodistas.
Mi misión era esperar a los periodistas convocados en el aeropuerto, y embarcarlos en los aviones. Preparé una lista, y según el orden de llegada, los ubicaba en los asientos.
En plena faena, sucedió algo curioso. Se me acercó un hombre bajito, gordito, con una mujer, que presumí que era su esposa, y con tres niños cogidos de la mano. Se me acercó y me pregunto:
-Señorita ¿usted es Jenny Zúñiga?
-Así es, le respondí.
-Señorita, por favor he conversado con el Dr. Toledo, y quisiéramos que nos apunte éntrelos pasajeros para volar al Cusco, vamos a acompañar al doctor Toledo.
-¿Como? No le comprendo, señor, ¿acaso usted es periodista? Este vuelo sólo es para periodistas, que nos acompañan a cubrir la noticia, y realmente, no creo que podamos llevarlo, es mas no podemos llevar una familia entera con nosotros.
-Pero, vengo de parte del doctor Toledo, señorita. Él mismo nos ha invitado.
-Espere por favor. (Bueno estaba acostumbrada a escuchar a mucha gente que tomaba el nombre del mismo Toledo para subirse al avión o para subirse a los estrados de los mítines, por lo que, realmente dudé).
Continué embarcando a la prensa, minuciosamente, y ubicando a todos con comodidad, y también observando que nadie, que no fuera periodista, se filtre en este avión, por orden del mismo Toledo.
Nuevamente el señor gordito y toda su familia se acercan a mí.
-Señorita por favor, ayúdeme, tenemos que embarcarnos. Mire la hora que es.
Estaba muy confundida. El hombre continuaba incólume ante su decisión de acompañarnos al Cusco, y con toda su familia. No podía creerlo. Tenía cerca de dos horas allí, esperando una respuesta, así que para solucionar este impase decidí reconfirmar lo que él decía, con el mismo Toledo.
-Dr. Toledo, aquí en el aeropuerto, hay un señor gordito, bajito, con su esposa y tres niñitos muy pequeños, y dice que usted le ha dicho que viaje con nosotros, en el avión de la prensa. Tiene más de dos horas aquí, en el aeropuerto. No sé qué hacer.
-Así, caramba, ¿y quién es?
-No lo sé, le dije.
-Pregúntale su nombre, Jenny por favor.
Me dirigí al señor bajito y le pregunte:
-Disculpe, ¿cuál es su nombre?
-Soy Dante Matos, señorita.
-Dr. Toledo, es Dante Matos…
-Jenny, cómo lo has hecho esperar tanto tiempo. Ese señor gordito y bajito es el dueño de los dos aviones. Que suba al avión por favor, tráelo con nosotros; es mi invitado especial.
¡Plop!… Realmente, quise caerme, no podía creerlo, le había negado al mismo dueño de los aviones, volar en su propio avión. ¡Dios mío! Así, sin más demora, me acerqué al dueño de los aviones, el mismo Dante Matos, y le ofrecí las respectivas disculpas, las que aceptó, inmediatamente, y me dijo:
-No se preocupe. Usted cumple las órdenes fielmente, y eso también es comprensible para mí.
-Por favor, señor Matos, suba usted con su familia y ubíquense donde mejor se acomoden.
Así, había conocido, por fin, al famoso Dante Matos. Más tarde, José Fuentes, el chino, me contó, un poco más de él. Me dijo que poseía empresas de grifos de gasolina y petróleo, y que tenía mucho dinero. Además, es concesionario de muchos servicios, en el mismo aeropuerto. Toledo se ha sacado la lotería con este pata, me dijo sonriente.
EL SECUESTRO DEL AVIÓN
Preparamos otros viajes, al interior del país, y siempre con los aviones de Matos. Pero, poco a poco, empezábamos a tener inconvenientes en el mostrador de chequeo de pasajes del aeropuerto; venían los hombres de seguridad y nos expulsaban. Matos dijo que se trataba del hostigamiento del gobierno, porque él había decidido apoyar a Toledo. El asunto es que el maltrato, por parte de la seguridad del aeropuerto, era casi diario, por lo que, en muchas oportunidades, optamos por entregar los pasajes, un día antes a la prensa, para no tener problemas.
El viaje a Arequipa tenía carácter de cierre de campaña, ya estábamos retornando a varios departamentos para estos fines, y Toledo era el favorito y seguía subiendo en las encuestas.
Nuevamente, convocarnos a la prensa, y en esa oportunidad, algunos fundadores habían solicitado, al mismo Toledo, viajar en los aviones de Matos. Toledo accedió. Repartimos, en los dos aviones a fundadores, organizadores y hombres y mujeres de prensa.
En el primer avión iría Toledo, con todo el entorno político más cercano, también, algunos ayayeros y amigos íntimos de la futura pareja presidencial.
En el otro avión, nosotros habíamos considerado un gran número de invitados de la prensa, a fundadores como Iván Arroyo, Ivanoe Vega e invitados como David Waisman, entre otros, casi desconocidos. El vuelo estaba completo. Primero, salió el avión que transportaba a Toledo y su comitiva, y después de 15 a 20 minutos salimos nosotros.
Después de casi 45 minutos de viaje, se escucharon algunos comentarios, respecto a que ya habríamos tenido que estar muy cerca de Arequipa, o que incluso, ya habíamos pasado la ciudad de destino: Arequipa.
Realmente no entendía, así que pregunté, y Waisman me informó:
-Esto es el colmo, nos han desviado el vuelo, sin ninguna explicación. Nos están llevando a la ciudad de Tacna, y no puedo creerlo, dijo Waisman visiblemente contrariado.
-¿Cómo? No puede ser. ¿Por qué nos tendrían que desviar? No comprendo, expresé preocupada.
A los pocos minutos, anunciaron el aterrizaje, en la ciudad de Tacna. Nadie nos daba ninguna explicación, tampoco los pilotos. El mismo Dante Matos que estaba con nosotros, se cogía la cabeza sorprendido. Por lo que nos empezamos a mirar y buscar una solución. Algo había pasado, y nadie decía nada, o no informaban la verdad.
Así que Iván Arroyo y David Waisman me llamaron y me dijeron:
-Jenny nos han secuestrado. Vladimiro Montesinos y sus huestes han pedido que este avión se desvíe.
Esa versión era casi increíble, pero ya habíamos tenido durante la campaña varias muestras de molestias de parte del gobierno. En los aeropuertos del interior del país, también habrían programado los viajes de Fujimori, el mismo día, que los de Toledo, curiosamente con el mismo destino, sólo para captar a la prensa y dejarnos a nosotros sin periodistas.
La versión era creíble, y entonces teníamos que hacer algo, denunciar el secuestro y también informarlo a la prensa. Así, los mismos fundadores decidieron convocar a una conferencia de prensa. Se invitó a los medios de Tacna, los cuales se hicieron presentes, y con nosotros también viajaban periodistas de algunos diarios importantes de Lima que cubrirían la noticia.
Waisman sería el encargado de difundir la denuncia. Así, él con cara de velorio y compungido, dijo:
-Señores, hemos sido víctimas de un secuestro aéreo. Vladimiro Montesinos y el gobierno han desviado nuestro avión, impidiendo que lleguemos con nuestro candidato, al cierre de campaña, en la ciudad de Arequipa. Esto es el peor atentado contra la libertad del ser humano. Pedimos una explicación.
Esa misma noche, la noticia corrió como reguero de pólvora, inundó las salas de redacción de todos los medios de Tacna. Al día siguiente, habría sido titular de primera. En Lima, el escándalo había sido transmitido por los periodistas, quienes también sorprendidos por el desvió del vuelo, informaron a sus salas de redacción: “SECUESTRAN AVIÓN DE PERÚ POSIBLE”.
Al parecer, por tremendo escándalo, el secuestrador decidió dejarnos libre y enrumbar, nuevamente, a la ciudad de Arequipa. Casi al promediar las 11 de la noche, llegarnos, sin novedad a la ciudad blanca. Toledo había solicitado que se me lleve, a su hotel, apenas el avión aterrizara. Pensé que era producto de su preocupación.
Al arribar al aeropuerto de Arequipa, fui llevada, por el mismo Fuentes, hasta el hotel en el que se hospedaba Toledo y casi toda la comitiva del primer avión. El mitin había terminado y había sido grandioso, según me lo informaron. Afortunadamente, todo se había manejado con dos días de anticipación, por lo que Toledo casi tuvo el estrado armado y la prensa convocada. Todo se llevó a cabo con normalidad.
Minutos después, estuve tocando la puerta de la salita contigua a la habitación de Toledo. Él abrió la puerta y me hizo pasar. Lo vi sorprendido. ¿Quizás era por lo del secuestro, o por la difusión de éste, a través de los medios de comunicación? No lo sé, pero su semblante no era de solidaridad por el desvío del avión, pero sí de impresión por la noticia difundida, y me dijo:
-Jenny ¿qué sucedió?
Le detallé todos los hechos. Escuchó, atentamente, con las manos en los bolsillos de sus jeans. Al terminar el relato, sacó una de sus manos y la pasó por su cabeza.
-Jenny, ¿por qué informaron sobre un secuestro?
-Lo pidieron los fundadores, y ellos mismos solicitaron que se convoque una conferencia, si no lo hubieran hecho, seguramente, no hubiéramos llegado a esta ciudad, tal vez seguiríamos en Tacna.
-Hay un gran escándalo, en Lima, por el secuestro, me dijo exasperado.
-Era de esperar, doctor Toledo, el vuelo fue desviado, sin explicación.
De pronto, una duda me asaltó, y le dije:
-Doctor, usted, acaso ¿sabía del desvío del avión?
Sólo me miró y no atinó a responderme esa pregunta.
-Quiero hablar con Waisman sobre esto. Dile que venga, por favor, me dijo con el ceño fruncido.
-Muy bien, le dije y me retiré.
Salí muy confundida. Estaba casi segura que Toledo sabía del desvío. ¿Acaso él mismo lo había pedido? ¿Quiénes iban en ese avión para que haya decidido esto? Era increíble, pero conociendo a Toledo también podía ser cierta mi sospecha. Luego supe que él habló con Iván Arroyo y Waisman, pero no supe sobre qué tema.
De regreso a la ciudad de Lima, al día siguiente, en horas de la mañana, nos encontramos todos los secuestrados o autosecuestrados en el aeropuerto. Nos miramos y sólo sonreímos, porque aún no sabíamos quién nos había secuestrado o a quién le convenía desviarnos. Aún nadie lo sabía, pero la duda entre los fundadores y la prensa que estaba acompañándonos, cada vez se hacía más evidente.
Recuerdo que Iván Arroyo, se me acercó, en pleno vuelo, y me dijo:
-Jenny, ¿qué le dijo el presidente Toledo?, como él solía llamarlo. Le dije prácticamente nada, aún no sé que quería saber. Él sonrió y dijo:
-Mierda, el secuestro fue planeado, jajajajajaja. Él mismo lo sabía, pero lo que no sabía, es que en ese avión secuestrado venía su jefa de prensa, jajajajajaja. Jamás pensaron que íbamos a realizar una conferencia de prensa. Sin duda, hemos jodido a alguien, dijo Arroyo, exponiendo, de esa forma jocosa, su alucinante teoría.
Entonces, realmente empecé a buscar una explicación lógica, la única podría ser que, en el primer avión de Toledo iba la gente nueva que se había subido al coche. También, en este avión, viajaban Gorriti, García, también los nuevos hombres de prensa, invitados por el mismo Toledo; seguramente, otros más, que hoy no recuerdo, la misma Eliane y también Chantal.
Finalmente, concluí que en este avión, donde viajaba el candidato, había alguien que no le convenía que nuestro avión llegara al mitin de cierre y lo lograron. No sé si con la complicidad del mismo candidato, tal vez no, el asunto es que la respuesta de él, ante este hecho fue híbrida, y poco convincente, por lo que el asunto quedó así, sin respuesta.
GOLPE BAJO
Las apariciones del candidato Toledo, en la televisión, ya se generaban casi todos los días. Habíamos logrado la atención de toda la prensa. Sin embargo, no todos se limitaban a informar la noticia, en la mayoría de los casos, algunos canales informaban algunos percances de campaña; estaban atentos, al milímetro, de cada paso de Toledo y su entorno.
Tal es así que la prensa quería grabar a Toledo, en primer plano, y las fuertes medidas de seguridad de su equipo no permitían que los camarógrafos se acerquen a más de un metro de distancia, pero la prensa, por lograr las mejores tomas, siempre entraba en forcejeos y empujones con los hombres de seguridad.
En el retorno de un viaje de provincia sucedió un grave incidente. Supuestos agentes de seguridad habían golpeado a un equipo de un canal de televisión, específicamente, de Frecuencia Latina. Más tarde, en sus avances, empezaron a promocionar el incidente, que a simple vista se veía como una bronca terrible entre hombres de negro y reporteros de televisión. Así, durante todo el día se promocionó estas imágenes, a manera de spot.
Realmente, ninguna persona de la campaña recordaba el incidente, pues las actividades se daban tan aprisa que no teníamos tiempo para detenernos a pensar en esto, pero más de un militante nos lo había informado, a través del teléfono.
Pero lo más curioso es que al ver el noticiero, detectamos que la bronca de los reporteros de televisión no había sido, específicamente, con un hombre de seguridad sino con Dante Matos. Él caminaba muy cerca de Toledo y al verse invadido por los hombres de prensa sólo atinó a empujarlos y repartirles patadas y puñetes, y los reporteros se los devolvieron.
Pero esto no terminó allí. Inmediatamente, después de difundir el incidente, registraron el rostro de Dante Matos y su hoja de vida, en la que hicieron pública su millonaria deuda a la Sunat. Por lo que Matos se justificó, diciéndonos que era un asunto de persecución política, por el franco apoyo que él le estaba dando a la campaña de Toledo, y esto habría provocado los celos de Montesinos.
Dante Matos ya estaba enquistado en la campaña y se había convertido en uno de nosotros. Él y la gente de su compañía se habían vuelto expertos en el armado de estrados, lo hacían en todo Lima, y en el ámbito nacional. Ellos ponían la logística y la mano de obra; nos entregaban un estrado seguro y de calidad superior.
Toledo había decidido que él continúe a su lado, a pesar de los ataques del canal 2, ya que, a raíz del incidente, Matos fue tocado en más de 10 ediciones de los noticieros: especularon sobre su vida y sus empresas gasolineras, a nivel nacional.
Recuerdo, que Dante Matos me llamó, en varias oportunidades, por teléfono, para explicarme que los escándalos en el canal 2, sólo eran productos de injurias y celos de Montesinos.
Matos continuó, desde entonces, en la campaña, y realizó aportes importantes. Después de los aviones, donó el cholobus, un ómnibus que había enviado a decorar con el retrato de Toledo y acondicionado con todas las comodidades pertinentes, para transportar a Toledo por todo Lima y algunos departamentos del Perú.
Sin duda, sus contribuciones le habrían prodigado un lugar especial a Toledo quien habría concurrido a más de 15 reuniones, realizadas en la misma casa de Matos, en donde congregaba a gente poderosa, económicamente, y presentaba al candidato, con fines políticos. Ambos socios bebían hasta perder la razón. Una fuente, cercana a Matos, nos mostró muchas fotos de esas reuniones secretas, con el candidato.
Más tarde, inexplicablemente, Matos quien gozaba de las atenciones del presidente, como uno de sus mejores amigos en campaña, de pronto ya no figuró más. Toledo había dado una orden: que no vuelva a subir al estrado. Nosotros no sabíamos a qué se debía esto. Tampoco permitió subir a algunos candidatos al congreso. Dante Matos desapareció del entorno más cercano y también sus aviones, sus camionetas y el cholobus, que una vez se atrevió a mostrar a la prensa, ya cuando Toledo había llegado a la presidencia y olvidado a sus amigos íntimos como él.
Así, transcurrió, aproximadamente, un año de gobierno de Toledo, nosotros ya no tuvimos contacto con el presidente y menos aún Dante Matos. En una oportunidad fui sorprendida por una llamada de Dante, a la casa de mis padres. En esa oportunidad, Matos, quien se encontraba en el olvido de Toledo, me hizo varias revelaciones, como por ejemplo, qué Willy Gonzáles Arica habría sido un traidor, ya que él mismo se lo recomendó a Toledo, y lo hizo ingresar al departamento de prensa como Willy se lo pidió. Luego, se habría olvidado de su benefactor. Matos nos refirió, como lo había llamado, en distintas ocasiones, tan sólo para conseguir una entrevista con Toledo, pero Willy lo paseaba o en la mayoría de los casos le decía que era casi imposible.
Otra revelación, casi increíble, era que Toledo le habría pedido a Matos que invirtiera y comprara el canal 4. Por ello, lo puso en contacto con Almeyda y ambos viajaron a los Estados Unidos, y Matos comentó que él había tenido que pagar todos los gastos para conocer la compra del canal. De igual forma, manifestó que tuvo que hacer unos pagos para poder revisar los documentos de dicha venta. Me expresó, también, que Toledo le había dicho que él comprara, y que de las deudas del canal se encargaría él mismo.
Según Matos, dijo que invertir en la compra del canal era meterse en una deuda millonaria y que él, sin conocimiento de este tipo de empresa no podía arrojarse a la piscina. Ante esta situación, él empezó a despistar al presidente. Finalmente, Almeyda cae preso, por el problema de Bavaria, y Matos abandona el ambicioso proyecto.
Dijo, también, que poseía documentos y facturas de los gastos mencionados, para hacerlos públicos a la prensa, en algún momento. Supongo que guardaba esto, celosamente, con la creencia de mover algún hilo con Alejandro Toledo.
Matos sigue órdenes de Toledo en la fuga de la Burga
Era casi las 6:00 a.m. de un día domingo, el tema de las firmas falsas estaba en titulares, en la mayoría de los medios de comunicación, el problema era evidente para el gobierno y todos estaban aterrados, según dos abogadas ligadas, directamente, al mismo presidente.
Sonó el teléfono, al otro lado de la línea, una voz de un joven que había tenido la oportunidad de conocer, me dijo:
-Señora Jenny, tengo que hablar urgentemente con usted, conozco toda la historia de la fuga de una mujer. Y el pobre señor Matos tiene que estar pagando millonarias sumas de dinero, a pedido del mismo Toledo.
-¿Cómo?, le dije, aún no despertaba completamente, y la voz de este joven había roto mi sueño, abruptamente. No te creo. ¿De qué estás hablando? ¿Estás seguro?
-Sí, señora Jenny, estoy seguro. Yo estuve presente en un diálogo telefónico entre ellos dos. Se lo juro.
No podía creerlo, el joven estaba diciéndome que Toledo había llamado a Matos. Inmediatamente le pregunté, y ¿cuándo se amistaron?
-Recientemente, producto de esa llamada. Es que Toledo necesitaba un contacto, un hombre que le hiciera unas diligencias y pensó en Matos.
-Así, y ¿qué podría pedirle el presidente a Matos?
-Bueno muy fácil, que le alcance un dinero a la familia de Carmen Burga para que se callen y se vayan del país. Es más, él ha puesto sus carros a disposición, y también un personal de su empresa y todo está listo para la fuga.
-No, estás loco, le dije, es imposible. ¿Y, qué otros nombres puedes darme para saber, si lo que me dices es cierto?
-Bueno, está Dante Ames, es yerno de la Burga, su hija y casi toda la familia de la Burga. También hay una policía muy cercana al señor Matos, que se encarga de otros asuntos, pero ayuda.
A esta altura del diálogo, ya me encontraba totalmente despierta y no dejaba de asombrarme con lo que estaba escuchando:
-Quiero vender esta información a la prensa. ¿Cómo puedo hacer?
Inmediatamente le dije que era imposible vender información a la prensa, en todo caso, él debía relatar esto ante alguna autoridad competente. El joven me replicó: no, sólo quiero mil soles, para irme de campamento.
Era increíble, este joven quería mil soles por relatar la historia de la fuga de Carmen Burga, su familia y el personal de la empresa de Matos.
Le advertí que era peligroso lo que intentaba hacer, y en todo caso debería juntar las pruebas para denunciar tales hechos. Dijo que contaba con algunas pruebas, entre ellas los recibos y listines de llamadas del teléfono de la Burga con Matos, y el de Matos con el Presidente de la República.
Hablé con algunos amigos de los medios, estaban muy interesados y ofrecían protección para el joven, pero en menos de una semana, el joven fue asaltado y le quitaron su mochila, robándole su celular y sus cuadernos de la Universidad. Esto provocó que entrara en pánico y desapareciera, con tremenda historia, que más tarde aparecería como un hecho casi real, en la mayoría de los medios de comunicación.
Otra persona, muy cercana al mismo Matos, nos confirmó la cercanía de él a la policía femenina de nombre Milagros, incluso, aseguró que tenían una relación extramarital desde algún tiempo atrás. Dijo conocer detalles de la relación e incluso de los gastos y compras que Matos habría realizado para congraciarse con ella.
Asimismo, me comentó sobre la gran fuga. Todo estaba listo, saldrían a Ecuador. Matos ya habría realizado una primera entrega del dinero a Dante Ames. Expresó, también, que Matos estaba indignado de haber entrado así, porque le dio 25,000 dólares a Ames, y más tarde se niega a darle el saldo prometido. Al parecer, por eso, Carmen Burga decide hablar. Luego la historia es conocida por todos, nacional e internacionalmente. También sabemos que el caso ha sido llevado a fojas cero y tiene la solicitud de reiniciar las investigaciones.
¿Cómo Matos habría terminado comprometiéndose en tremendo caso? ¿Por qué Toledo finalmente lo llama y renueva su amistad para solicitarle este tremendo encargo? ¿Por qué de pronto, un joven tenía en sus manos, tanta información? ¿Por qué lo asaltan y después desaparece del mapa? Pero lo más increíble de esta historia es que con tantos indicios y con tanto escándalo y presión periodística, todos callaron.
RENUNCIANDO A LOS SUEÑOS
Los primeros fundadores renuncian a Perú Posible. Ese era el principal titular, en la prensa.
La primera en dar justificaciones a la prensa fue Rosi Guzmán Ganoza, ex fundadora del partido quien reveló al diario Expreso que su renuncia a esta agrupación, obedecía a que de un partido constructivo había pasado a ser un antídoto, principalmente, en el ala de las movilizaciones.
Ella manifestó que renunciar a Perú Posible era una decisión muy difícil para ella, por el cariño que sentía por esa agrupación.
Rosi Guzmán denunció, antes de partir, que había gente que se había subido al coche, a última hora, y eran ellos quienes le estaban haciendo daño al movimiento; gente oportunista con la que no quería estar mezclada, había manifestado a ese diario limeño.
Sin duda, la renuncia de fundadores, como ella, nos llamó la atención, pero ese sentir de Guzmán era ya de la mayoría de los fundadores y es que, en una última reunión del partido, muchos miembros fundadores e inclusive congresistas elegidos, fueron desplazados por gente “golondrina“. Así forman un grupo, entre los cuales estaban el ingeniero Eduardo Villena, el dueño de los departamentos de Bajada Balta, en el distrito de Miraflores, César Dulanto, ex jefe de campaña y el doctor Iván Arroyo.
Ellos eran fundadores muy entrañables, formaban parte del grupo más íntimo, es más, Toledo le decía al Ingeniero, papá Villena; Iván Arroyo era el ideólogo del partido y César Dulanto era su ex jefe de campaña y ex jefe de recolección de la “bolsa“.
Ésta fue una mala noticia para nosotros. Estaban renunciando nuestros amigos más íntimos, con quienes habíamos subido y bajado cerros, amigos muy apreciados, con quienes trabajamos arduamente las movilizaciones, ya desde fines de 1998. Por ello, era increíble, pero lo más triste era que Toledo no les había pedido que se queden. Me preguntaba, ¿por qué los estaba excluyendo tácitamente? ¿Toledo prefería estar sin ellos?
Pero, fue suficiente escuchar el relato de Rosi Guzmán para comprender lo que estaba pasando, no sólo con ellos, sino con el mismo Toledo.
Rosi me comentó que un tiempo atrás se sintieron atropellados, en un mitin, y decidieron apartarse, pero también, porque tenían conocimiento que había entrado una enorme cantidad de dinero para el partido y la marcha de los cuatro suyos y él no había anunciado nada.
Le habían reclamado todo, sus juergas, su ingratitud con su gente, el olvido de los chiquitos que lo ayudaron, desde el comienzo, le sacaron en cara todo, el valor de la amistad, y el respeto a los partidarios. Al parecer a Toledo no le habría conmovido nada.
Todos lloraron, inclusive, el mismo Toledo, pero el llanto tampoco fue suficiente para decirles que se queden, ni ellos querían volver. Al parecer la humillación habría llegado a lo más hondo de su dignidad, y ya no querían exponerse.
¿Qué era lo que realmente le habría pasado a Toledo, para despedir así a sus más íntimos militantes, a sus fundadores, sin ninguna opción, sin ninguna oportunidad, sin un borrón y cuenta nueva? ¿Por qué Toledo tendría que comportase de esta forma con ellos? Yo sólo pensaba que a todos nos tendría que pasar y ellos habrían sido las primeras cabezas.
Toledo subía en las encuestas, a pesar de esa nota periodística que salió en más de cuatro medios y luego se olvidó. Toledo subía y lo demás no le importaba, nadie quería analizar nada, mejor si se iban, habría espacio para otros.
LOS PREJUICIOS DE TOLEDO
Recuerdo claramente el problema que surgió para escoger a las candidatas para la lista de Perú Posible al Congreso. Ocurre que Toledo es machista, cree que las mujeres no piensan y que muy pocas son inteligentes.
En plena conformación de la lista, la prensa, muy curiosa, requería que les diéramos los primeros nombres de mujeres que integrarían la lista del partido, ya que durante la campaña, pocas veces se había visto a las futuras candidatas participando en la organización de los mítines, menos aún lanzando algún mensaje proselitista.
Así, le expliqué la curiosidad que tenían los medios de comunicación, que deseaban conocer las mujeres que presentaría el candidato favorito en las encuestas. En todo caso, le dije que debería hacer una lista tentativa de éstas y que con el correr de los días, podría mejorarse y presentarla a la prensa, entonces me dijo:
-Jenny, ¿cuáles mujeres?
-Para la lista al parlamento, o ¿es que usted no piensa incluirlas?
-No lo he pensado todavía.
En ese momento, tomó papel y lápiz, y empezó a esbozar algunos nombres. Minutos después me preguntó:
-A parte de mi mujer Eliane y tú, ¿qué otras mujeres más piensan aquí en Perú Posible?
Me quedé sorprendida, sabía que no había muchas, pero sí existían y recordé a una doctora, una ingeniera, una asistenta social y una comunicadora social, que desde los inicios, lo acompañaban a todas las manifestaciones.
Le recomendé que informara esto al partido, y que ellos propongan a las mujeres que irían en la lista al Congreso. Sería lo más lógico. Entonces, casi enfurecido me dijo:
-¿Qué Partido? Es mi Partido. Me ha costado 25 mil dólares. Aquí el único que manda soy yo.
-¿Cómo?, ¿su Partido doctor? Y no me quedo otra que sonreír. No podía creer lo que estaba diciendo, pues, inmediatamente pensé que si él estaba tomando de esta forma el partido Perú Posible, seguramente seria testigo de más de una sorpresa. La fiesta empezaba y él ya tenía seguro que el Partido le pertenecía sólo a él.
Finalmente, logró escribir el nombre de unas 5 ó 6 mujeres, entre ellas Doris Sánchez, Cecilia Tait, Carolina Baquerizo, Rosi Guzmán, Delia Pobis, Armandina Aguirre, entre otras.
Enseguida, le pregunté cuál de ellas sería la vocera de su género. Le propuse a Cecilia Tait, en todo caso, ya la prensa la estaba solicitando para que dé un par de entrevistas, le dije:
-Doctor, ¿quién va a hablar en representación de las mujeres del partido, tal vez podría ser Cecilia Tait? Y su respuesta fue tajante:
-No, jamás le pongas prensa a Cecilia Tait, porque no sabe hablar.
-Entonces, ¿quién será la vocera del grupo de mujeres? ¿Quién pondrá la cara a los medios de comunicación?
-Pásamelos a mí, me respondió.
Su respuesta me confundió mucho, y haciendo un poco de memoria comprobé que él siempre había tomado las decisiones en su partido, sin consultarle a nadie. Él hacía y deshacía, y utilizaba a su CEN sólo para las cámaras de televisión y en los inicios del partido, para exigirles que construyan el plan de gobierno, y también para manipular a algunos militantes, a través del CEN.
¿Por qué Toledo me habría dicho que su partido le costó 25,000 dólares? Entonces, Alberto Nieves, en el año 2001, no habría mentido, en su confesión en la oficina de la congresista Doris Sánchez, cuando nos relatara sobre la entrega de ese dinero para inscribir el partido de la chakana. En todo caso, sólo Nieves podría confirmarlo.
Ahora tenia seguro que con la conformación de la lista de su partido al Congreso, Toledo haría lo que le diera la gana. Él no contaba con incluir al género femenino. Las mujeres casi no contaban para él, en la organización del partido, por eso no las incluía en las actividades proselitistas que se organizaban en Lima y a nivel nacional. En todo caso, únicamente, aceptaba opiniones de su mujer, su hija Chantal y algunas veces, también las mías. Por supuesto, que no era muy fácil convencerlo; era muy difícil, como él mismo decía, era absolutamente terco.
Pero, a veces, se dejaba guiar por cualquiera que fuera a venderle una idea descabellada. Hacerlo bajar al llano, nuevamente, nos costaba siquiera media mañana. También, pude observar que le gustaba ser informado por todos, cruzar información, disfrutarla y después atar y desatar los nudos, según sus conveniencias. En la mayoría de los casos, su desatino provocaba que los dirigentes discutieran, lo cual siempre le importaba muy poco. Sólo decía su clásica frase: “Yo conozco a mis pescados“.
Recuerdo, que en una oportunidad, la prensa lo quiso entrevistar por el tema de la mujer, coincidiendo con el Día Mundial de la Mujer. Toledo ensayó una propuesta que podría lanzar a favor de la mujer, delante de mí. Lamentablemente, su propuesta no coincidía con la realidad de nuestro país, pero sí, seguramente para las mujeres que viven en los Estados Unidos. Así, para proponerle otra idea, antes, le pregunté qué opinión tenia él sobre la mujer peruana, y si realmente la conocía; me dijo que no conocía mucho esta realidad o en todo caso no la tenía actualizada.
Lógicamente, Toledo no tenía porque saber todo, pero si me sorprendía el hecho que quisiera convertirse, en el presidente de todos los peruanos, sin conocernos. Vivir en los Estados Unidos, por más de 20 años consecutivos, sin duda, no le ayudaría a reconocer y actualizarse sobre la idiosincrasia de los peruanos.
Toledo conocía muchos departamentos del Perú, por sus viajes, en su anterior campaña en 1994, pero sabía poco de la realidad de cada departamento del Perú, de sus necesidades, de sus sueños y esperanzas. Pienso que la coyuntura lo arrastró a las elecciones sin dejarlo conocer y actualizarse sobre nuestro país y su gente.
Por esta razón, nos animamos a darle un resumen y ayuda memoria sobre cada departamento del Perú, también adjuntamos a esta información algunos datos sobre las necesidades de cada departamento y los problemas que eran conocidos en la capital. Esto se debía a que sus alcaldes y autoridades provinciales muchas veces se veían en la obligación de venir a Lima para expresar sus necesidades o reclamos a través de los medios de comunicación.
De esta forma, Toledo inició sus primeros viajes al interior del país, ingresó sin discriminación a casi todos los medios de comunicación, en cada pueblo por más pequeño que fuera. La interrelación, a través de la radio, con el mismo pueblo, le permitió que lo conocieran más a él y sus propuestas. Toledo en menos de tres meses logró posesionarse, en el interior del país.
NO GOLPEEN A LOS PERIODISTAS
Transcurrían los días, y seguíamos subiendo como espuma en las encuestas. Eran días fuertes de campaña. Aún toda la prensa podía entrar, sin exclusiones, a la sala de conferencias del César Hotel, cedida por el empresario Luis León Rupp. También eran tiempos en que se buscaba cualquier error de Toledo para difundirlo en los medios de oposición. En esos tiempos, Frecuencia Latina y Radio Programas del Perú, eran los que más nos atacaban y difundían, sin duda, los errores del candidato.
El nuevo equipo de prensa, comandado por Gorriti, no los podía ver ni siquiera en la sala de prensa del César. Por mi parte, como siempre, y como Keller recomienda, jamás se debe excluir a un miembro de la prensa de la campaña; pensaba que bien o mal, era importante que entren todos los medios de comunicación, desde el más grande al más pequeño, como Frecuencia Latina y Radio Nacional. Todos sin distinción.
Así, se inició la conferencia de prensa. Toledo, en aquellos tiempos, daba conferencias casi diariamente, y la prensa acudía presurosa.
Era sábado, y se citó a los periodistas a las 4 p.m., por lo que muchos llegaron después de su almuerzo.
En plena conferencia de prensa, escuché una fuerte discusión, un golpe de puerta y vi una persona en el suelo; era Ricardo Gómez de Radio Programas del Perú. Presurosamente, corrí a levantarlo, y le pregunté cómo se encontraba, y me dijo: Gustavo Yovera se ha achorado y me ha empujado ¿Por qué? ¿Qué sucedió?, pregunté. Me respondió, no lo sé Jenny, sólo porque quise hacer una pregunta incomoda al candidato, se ha venido sobre mí. No puede ser, le dije yo.
Inmediatamente, vino Yovera y me recriminó el apoyo que le diera al periodista caído. A pesar de esto, me quedé al lado de Ricardo y acabada la conferencia, así como el incidente, le ofrecí un vaso con agua.
Mas tarde, el periodista realizó su despacho a la radio, en directo, y explicó detalladamente, el incidente, lo cual me pareció preocupante, ya que según Keller jamás, deberíamos tener altercados con la prensa, menos, aún si éramos anfitriones. En todo caso, pensé, que la difusión de los hechos era su derecho. Escuché el relato y me quedé impresionada por esa situación. Yovera me dijo que Gustavo Gorriti quería hablar conmigo. Así, me hicieron pasar a una sala muy privada del César. Allí, estaba Gorriti quien agitaba las manos, de manera compulsiva, con el rostro totalmente desencajado. Sus dedos revoloteaban, nerviosamente, por su barba mal trajeada. De manera tajante, disparó una pregunta: ¿Por qué ayudas a los medios de la mafia? Lo miré y con cierta sorna le dije; ¿Qué medios son de la mafia? Me respondió, el canal 2 y Radio Programas. Lo miré atónita y le respondí: No puede ser, los periodistas no son mafiosos, yo los conozco bien y me los he encontrado en más de una comisión cuando he sido reportera de calle. Son mis colegas y sólo trato de ser amable. ¿Cuál es el pecado?
Bajó bruscamente las manos y las pegó a su cuerpo. La furia estaba encendida en su rostro y me dijo, con la voz de mando e intolerancia que lo caracteriza, son de la mafia y punto; esto se lo informaré a Toledo. Le dije, perfecto, yo también le informaré.
De igual forma, me pidió explicaciones sobre una supuesta entrevista que el reportero me había realizado en directo, para Radio Programas, sobre la queja del periodista.
Inmediatamente, sin inmutarme, le dije que no había sido entrevistada, y que me hubiera dado vergüenza reconocer públicamente el maltrato; jamás he salido a dar declaraciones de este hecho y menos aún explicaciones. Pero, sí pienso que alguien las debe dar. Son colegas y merecen todo nuestro respeto, al margen de tus sospechas y temores por la mafia.
Alterado me dijo, estoy seguro que tú has dado declaraciones y eso quiere decir que estás trabajando con los periodistas de la mafia.
Entonces, cansada de sus incertidumbres y su búsqueda de espías y de mafias en todas partes, desde que se integró a la campaña, le dije:
-Gustavo ¿qué te sucede? ¿Cuál es tu problema? Yo tengo claro el comportamiento del equipo de prensa del partido, como anfitriones a la invitación de la prensa, y no sé qué te sucede. Yo conozco mi trabajo, pero tú insistes con tus temores de la mafia y así no se puede trabajar.
De pronto, Koki Toledo intervino, en defensa de Gorriti, y expresó ante mi asombro que Gorriti era lo máximo y que tenía que callar y acatar lo que él me había dicho. Un momento, le dije, aquí nadie ha inventado la pólvora, ésta es una campaña presidencial como tantas, y Toledo sigue subiendo en las encuestas, al 48%, como lo han encontrado Gorriti y Yovera. Esto ha sido producto del arduo trabajo de nuestro primer y pequeño equipo de prensa. Ahora sólo hay que mantenerlo. Así que no sé porque insisten en buscar fantasmas.
A esas alturas, Koki Toledo estaba indignado, como si cada palabra hubiera horadado algo muy dentro de él, y como si estuviera impulsado por una fuerza extraña dio un paso adelante. No sé si quiso agredirme verbalmente, o fue sólo para amedrentarme, el asunto es que Gustavo Gorriti lo detuvo.
Luego Gorriti, el hirsuto personaje, empezó a ordenar y me dijo, bueno voy a hacer algunos cambios, siéntate y toma nota. Accedí a su funesta orden, sin decir una palabra, ya que los ánimos, en esa pequeña sala, estaban demasiados exacerbados, especialmente por Gorriti. Entonces, empezó, el periodista de investigación, que en el 2000, recién había llegado de Panamá y se había integrado a la campaña, según la presentación del mismo Toledo, como el gran organizador; me dijo, desde ahora, la jefa será Zambrano. No sabía quién era, sólo sabía que era una íntima amiga de Pilar Freitas. No era periodista y no tenía ninguna experiencia en campañas; igual le seguí la cuerda, y solo asentí con la cabeza. Luego, me dijo, desde ahora te encargarás de lo siguiente, y empezó a dictar:
-Desde las 5 a.m., recogerás las noticias de CPN y RPP, elaborarás un informe detallado de las noticias y me lo envías a través de Zambrano. Más tarde, chequeas todos los noticieros televisivos de la mañana. Y, a las 10 a.m., me remites, igual, una síntesis de lo ocurrido. Durante el día, de igual forma, debes captar los noticieros, sintetizar y entregar el documento a la oficina de Toledo, copiar y grabar medios para hacer el análisis de estos. Coordinarás con la prensa de radios menores para grabar también sus noticieros y entregar las notas de prensa, a tiempo, a sus redacciones. También debes revisar todos los periódicos y entregar la síntesis informativa. Asimismo, redactarás las notas de prensa, las cuales presentarás a Zambrano y después a mí.
Sin duda, al verle el rostro sólo podía encontrar furia y claro la posibilidad que esto se convirtiera en un detonante para que yo renunciara y lo dejara en paz. Presentía que no quería verme en el departamento de prensa, y no tuvo el valor de decírmelo frente a frente.
Después de 17 temas más, los cuales iban a ser de mi exclusiva responsabilidad le pregunté, en tono sarcástico: ¿hay algo más? Y él, mucho más furioso, me cuestionó: ¿quieres más?
-Por supuesto, esto que me has dictado, lo realizo sola, desde el año 1997. Por eso encontraste a Toledo, en 48% de aceptación, así que realmente me parece rutinario para mí.
Se puso irascible y me pidió realizar la nota de prensa de la conferencia del incidente con el periodista Ricardo Gómez, a la que, lógicamente, no estuve atenta por respaldar y estar cerca al reportero de RPP. No tenía los datos precisos de la conferencia y de lo que había declarado Toledo, y el plazo llegaba al límite. Debía redactarla y entregársela, sin reparos ni justificaciones. Lo tomé como un gaje del oficio reporteril, por el cual ya había trabajado más de 10 años, en diferentes medios de comunicación, en mi país.
Así que, presurosa, llamé al propio Toledo y le pedí que me dé detalles de la conferencia, tengo que hacerle la nota de prensa a Gorriti y no quiero darle el gusto de humillarme. Toledo, encantado, me brindó los detalles, como siempre habíamos trabajado desde el inicio, me dio la pepa, y me preguntó, qué pasó, quién te ha dicho que hagas esto; le dije, el mismo Gorriti, y él se sonrió. Me dijo, lo que quiere es aburrirte, sé fuerte trata de que no lo logré, síguele la cuerda.
No me parecía justo, pero me tomé en serio el reto, y así lo hice, presenté oportunamente la nota.
Sin duda, este episodio se sumaría a otros más, de los tantos que Gorriti llevó a cabo para aburrirme, según lo expresó el mismo Toledo, era un hecho, y estaba confirmado, que no le gustaba que estuviera allí y que le habría molestado que, a pesar de su opinión, Toledo solicitara mi presencia, en prensa.
EL ESPECIALISTA EN ESPÍAS
Lo que voy a narrar parecerá inverosímil. Yo misma, al recordarlo, no puedo terminar de entenderlo, pero tengo que hacerlo y me remitiré a narrar los hechos como lo tendría que hacer cualquier periodista decente. Tal vez, no sea agradable para mí recordar, nuevamente, un diálogo deshonroso, el cual tuve que presenciar a solicitud del mismo Toledo, pero sin duda tenía que estar presente, y gracias a esto hoy lo puedo contar.
El relato les hará conocer lo sucio que puede ser entrar en una campaña, cuando existen quienes tienen intereses de ser ministros o candidatos, o de adquirir algún gran puesto en el gobierno. A esta gente, que viene con tantas ansias de poder, no le importa nada. Y por ello, están dispuestos a exterminar al entorno más cercano y tratar de fulminar a los más indefensos, a aquellos a los que ellos mismos no conocen. Esta es la única conclusión, a la cual he llegado después de cuatro años.
El hecho ocurrió la misma noche que agredieron a Ricardo Gómez, el reportero de RPP. Estaba frente a la computadora, en el departamento de prensa, en el César Hotel y eran, aproximadamente, las 10 de la noche. Suena mí celular y Toledo me dice:
-¿Qué haces?
-Estoy escribiendo una nota de prensa, le dije.
-Jenny, quiero que vengas urgente al bar del hotel. Te espero aquí, Quiero comunicarte algo y es urgente.
En menos de dos minutos, llegué al bar. Allí estaba Toledo, tomando algunos vodkas. Me pidió que me sentara frente a él.
-Gorriti y Yovera dicen que tú eres espía, y me tienen loco, pidiéndome que te saque de la campaña. Necesito que los enfrentes, que los saques al fresco y te defiendas, dijo apresurando un sorbo de vodka.
Al escuchar su relato, me sentí muy desprotegida, casi sin armas para defenderme, Lo que había terminado de escuchar lo sentí como una feroz patada en el hígado
Él quería el enfrentamiento, era su clásica Radica. Quería pleito y no quería enfrentarlo, sólo me puso de escudo y tuve que asumirlo. Se trataba de mi persona y de mi prestigio. El líder, el candidato presidencial, el futuro presidente del Perú, me estaba pidiendo, después del trabajo arduo, a su lado, por más de 4 años, que me enfrente, a pesar de nuestras pequeñas y grandes diferencias, a estos dos hombres. No lo podía creer.
Tuve que armarme de valor, para enfrentarme con dignidad a estos hombres que habían llegado para organizar la marcha de los cuatro suyos, que habían llegado a ultima hora, a una campaña que ya caminaba sola, y, de pronto yo les estaba incomodando, ya que Toledo no hacía nada más que recordarles que yo no le cobraba por entrevistas, en los medios, como si le habría querido cobrar Yovera, en más de una oportunidad. Lo que mas cuidó Toledo, en esta campaña, y tal vez en su vida, es su billetera, seguramente, esto ya era un problema grave para él.
Yovera habría querido cobrarle 200 soles por una entrevista, en radio Santa Rosa. Esto, sin duda, era un horror para Toledo, ya que hasta la fecha había entrado con nuestro equipo, a todos los medios de comunicación, sin pagar un solo sol, y ahora que subía como espuma no tendría porque pagar dinero a los medios, ya que se había convertido en el líder de la oposición. No había más candidatos.
Allí estaba esa noche con Toledo, quien lucia cansado, ronco de tanto charlar, como muchas noches, con unos tragos demás encima. Estaba pensativo, ebrio, pero enérgico.
-Tienes que sacarlos al fresco, a este par de maricones. Quieren acusarte de espía, quieren retirarte de la campaña y no entiendo a qué se debe esto, dijo Toledo.
-¿Qué?, no puedo creerlo, ¿por qué? No es posible. ¿Y usted lo va a permitir? Esto no es justo, le dije demostrando mi indignación, por estas declaraciones.
-Jamás, no permitiré que te toquen, ni te acusen de algo que no eres. Estos pendejos quieren alejarte de mí, están celosos. Es que tú no me cobras por entrevista, y ellos sí. Este es el problema, además hay otra cosa, yo no les pago a ellos; han venido por un empresario de televisión, y ahora no quieren trabajar contigo. ¡Qué tal conciencia, qué se han creído! Por eso, es que te he pedido que vengas a defenderte de una vez por todas, dijo Toledo, con falso tono de fastidio.
Me armé de valor, pues lo necesitaba. No todos los días una mujer tiene que enfrentarse a un par de hombres que quieren desprestigiarla, diciendo infundios, y acusaciones que son imposibles de demostrar. Periodistas acusando a otra periodista, sin pruebas, y no sólo eso, tenía un líder inseguro de sí mismo, que jamás supo defender a su gente, y menos aún pagarle con lealtad.
Entonces respiré hondo y le dije: -Muy bien, estoy preparada.
Toledo llamó a un efectivo de su seguridad, y le pidió convocar a Gorriti y Yovera: los dos acusadores. Llegaron al cabo de unos minutos, y Toledo les dijo que se sentaran. Nos ofreció unos tragos, ellos pidieron whisky y yo agua mineral, entonces me hizo una seña para continuar conversando.
Así, toqué el tema de la agresión de Yovera al reportero de RPP. Toledo escuchó muy sorprendido, dijo que jamás se debía atacar a un hombre o mujer de prensa y, que en todo caso, estaba de acuerdo con mi actitud, y que no se vuelva a agredir, bajo ningún pretexto, a ningún periodista. En suma, les dijo, estoy de acuerdo con la política de Jenny, en esta campaña, cuando estábamos solos jamás hemos acusado a ningún hombre de prensa de ser de la mafia y menos aún hemos agredido a nadie.
Ambos se quedaron mudos, luego intentaron dar explicaciones y Toledo les pidió, nuevamente, no atacar a los reporteros y que el tema estaba concluido.
Posteriormente, Toledo me mira y me vuelve a indicar con una seña que inicie el descargo, y con esa orden, inmediatamente, yo, ingenuamente, me lancé en mi propia defensa.
Me sentía muy triste, pensaba que cómo era posible que en esta campaña tengamos que pelearnos, no sólo con Montesinos, la oposición, y encima con la misma gente que Toledo había traído para sumar en la campaña. Eran golondrinos que vinieron a última hora, que no nos conocían, que no respetaron nuestro trabajo, ni siquiera como colegas, pero tenía que enfrentarlos, así que sin pensar en nada más dije:
-Doctor Toledo, quiero aprovechar la oportunidad que estamos reunidos, justamente, nosotros, para aclarar un tema que me preocupa. Toledo me dijo:
-Sí, adelante, dime.
-Quiero saber porque Gorriti y Yovera, alegremente, me están acusando ante usted como espía ¿qué significa esto?
Entonces Toledo viró a mirarlos y les dijo:
-No sé, qué dicen ustedes, defiéndanse ¿por qué le dicen a ella que es espía?
Ante mi pregunta, ambos negaron haber dicho eso.
Inmediatamente, insistí y pregunté, ¿por qué me acusan de espía? Ellos volvieron a negarlo. Yo pregunté, entonces ¿quién lo dice, doctor Toledo? y Toledo furioso dijo, no lo sé, si ellos no lo dicen, ¿quién será, seré yo? Y los miró. Gorriti interrumpió:
-Bueno, es que tengo indicios, ya que tú has trabajado en el canal de la mafia, el canal 2, has sido asesora de Carlos Torres y Torres Lara, también has estado en el canal de la dictadura, el canal 7, y esos son indicios.
Ante este supino argumento, le pregunté:
-¿Y esto es suficiente para acusarme de espía? ¿Acaso no es posible que puedas pensar, que a diferencia tuya, algunos periodistas tuvimos que quedarnos para seguir luchando en nuestro país, y trabajar aquí en cuanto medio de comunicación nos abriera la puerta? ¿Acaso, salimos como tú corriendo a otro país para hacer periodismo? Durante la dictadura y el terrorismo, algunos periodistas, como yo, nos quedamos aquí a lucharla, a ver el problema de cerca y enfrentarlo, a conocer la política, desde sus entrañas para entenderla. Muchos, como yo, no salimos corriendo de nuestro país, nos hemos quedado aquí a arrancarle una oportunidad al Perú.
Indignada, seguí hablando y les dije:
No es posible que ustedes ambicionen tanto y en su objetivo no les importe pisotear a sus propios colegas. Acaso, esta difamación sólo se trata de un asunto de envidia o estorbo. ¿No son suficientemente capaces de trabajar esta campaña con la gente que la inició?
Acaso ustedes son los iluminados para luchar contra la dictadura y recuperar la democracia. ¿Acaso, los que nos quedamos aquí, más de 12 años haciendo periodismo, en dictadura, no tenemos la oportunidad de luchar contra ésta? ¿Quiénes son ustedes? Gorriti, un periodista de investigación, que se fue a Panamá cuando quemaban las papas en el Perú. Y tú Yovera, un fotógrafo de Mantilla, quien hoy se encuentra preso, me quieren dar clases de periodismo. ¡Qué es esto, doctor Toledo! Cómo es qué usted puede permitir que ellos vengan a última hora, no sólo a apropiarse de un trabajo, que vengo realizando tanto tiempo, como un trabajo de hormiga. Pero, no sólo eso, sino que usted permite que ellos nos atropellen a todo el primer grupo de periodistas que estamos trabajando tanto tiempo con usted. Un grupo, que desde sus inicios ha apostado por usted, para convertirlo en el candidato con la más alta aceptación en las encuestas. No puedo entenderlo.
Entonces, Gorriti se puso furioso, y le dijo a Toledo:
-Alejandro, no vas a permitir que este diálogo continúe, ¿verdad? Y Toledo dijo:
-¿Por qué no? Jenny ha demostrado ser más enérgica y fuerte que la misma Lourdes Flores Nano, así que tienen que darle una explicación concreta y presentar pruebas.
En ese momento, intervine yo y le dije que no era justo que ellos vinieran y se crean los descubridores de la pólvora, que hubiera sido interesante que su comportamiento fuera como el que nos indicó Toledo: que Gorriti venía para convertirse en el gran organizador. Y, sin embargo, sólo habría sido, el gran desorganizador, ya que empezó a buscar espías y a solicitar a los medios de comunicación que nos acusaran de tales. Esto sucedió, también, con Roberto García, el empleado de la embajada de España, al que acusaron sin pruebas de ser espía. Porque, así este hombre trabajara en donde trabajara, tenía derecho de tener amigos y tenía el derecho, corno se lo permitió Toledo, de acompañarlo en su sueño de ser presidente, y por ende de apoyarlo, en lo que pensaba que era necesario.
Pero el hambre de Gorriti, por encontrar espías y los celos por ser el único asesor de Toledo, recayó injustamente en este joven español, que fue humillado, detenido no sólo aquí, en nuestro país, sino también en España, para ser investigado. Al encontrarlo inocente, lo soltaron, pero, inmediatamente, la Embajada habría ordenado que se retire del país, para no causar problemas, entre ambos países. El español tuvo que retirarse con la más horrible humillación de ser expulsado, casi a la fuerza de su trabajo.
Finalmente, Gorriti ordenó un gran titular en el diario La República: ESPÍA ESPAÑOL EN PERÚ POSIBLE, y le cayó la noche, a un español que ni siquiera conocía cuan terrible podía ser estar en las filas del partido y unirse a una campaña feroz contra Montesinos, y jugársela para sacar adelante a un candidato que, a él mismo, siendo español, le pareció la gran oportunidad para el Perú.
Lo cierto es que el español, desde dos meses atrás, no se encontraba en el Perú, pero esta discusión puso sobre la mesa este caso, ya que esta vez, Gorriti había apuntado su puntería sobre mí, entonces traté de ser enérgica, ya no más injusticias, ya no más otra persona que tuviera que irse de nuestra campaña porque a Gorriti no le gustaba. Y porque Toledo no demostraba nunca la suficiente lealtad ante un trabajador o amigo de su entorno para defenderlo, como lo demostraría después durante su gobierno, traicionando a sus más leales colaboradores.
Entonces le dije a Toledo: ¿por qué usted está permitiendo que este señor, entre a las entrañas de una campaña que nació de colores, con alegría, sin traumas ni odios? ¿Por qué este señor dice que viene a organizar nuestra campaña con tantos temores y tantas dudas? ¿Por qué si no nos conoce, tenemos que ser atropellados, por él? ¿Qué pasa doctor Toledo, es que acaso, usted no ve que es un ave de paso que sólo viene por intereses de algunos poderosos? ¿Acaso no sabe usted que él ni siquiera lo respeta? Aquí, sólo basta preguntarle a Gorriti, ¿dónde va a estar cuando Toledo baje en las encuestas?, cuando ya no sea nunca más el líder de la oposición. Y Toledo se paró, casi se le había ido la borrachera, y, enérgicamente, le preguntó a Gorriti:
-Y dime, ¿tú dónde vas a estar cuando baje en las encuestas?
A lo que Gorriti respondió sin titubear:
-Con el nuevo líder de la oposición.
Sin duda, este fue el día más triste para mí, en esta campaña, pues ya empezaba a saborear la ingratitud de quien pensábamos era nuestro líder. Recién esa noche, en una conversación que se iniciara a las 9 p.m. y terminara casi a las dos de la madrugada, me estaba dando cuenta que algo estaba yendo muy mal, y era la última en enterarme. ¿Cómo era posible que no haya percibido nada? ¿Por qué había tanto odio, en estos dos hombres maduros que fueron incapaces de sumar y que el tiempo demostró que sólo llegaron a restar?
UN EMPUJONCITO
Al inicio de la campaña era casi imposible conseguir que un canal de televisión abierta nos diera un espacio, para que el candidato pudiera, siquiera en tres minutos, exponer sus propuestas. Toledo no estaba considerado ni siquiera en las encuestas, por esa razón cualquier esfuerzo para conseguir la atención de los medios era agotador. Los medios estaban cerrados.
Sin embargo, con mucha creatividad, logramos la atención, casi total de todos los medios escritos, incluyendo los diarios chicha que nos hicieron un ataque sin igual. Sin embargo, como en política todo vale, incluso ser criticado, la atención de estos medios pequeños también nos permitió estar en la palestra, a pesar del ataque.
Pero la televisión, en los inicios, fue un hueso duro de roer. Tenernos que reconocer que un canal de cable, como el Canal N, acompañó por igual a todos los candidatos y como ningún otro, también incluyó en su lista de atención a Toledo. Así, en este canal obtuvimos las primeras entrevistas políticas, primero con el mismo candidato y más tarde con su esposa Eliane Karp. Esto le permitió ganar un espacio en los sectores A y B. Ambos tuvieron presentaciones impecables, y esto hizo que otros conductores o productores de programas empiecen a observarnos, como una interesante posibilidad.
Uno de los primeros de la televisión abierta en contactarnos fue Beto Ortiz, quien inauguraba un programa nocturno, un poco peculiar, al estilo de su mismo conductor. ‘Beto a Saber‘ se convirtió en un programa ameno, y capaz también, de llamar la atención de muchos políticos en plena elecciones.
Así, Beto Ortiz decidió invitara los Toledo. Increíble, pero cierto, era el primer canal de la televisión abierta que nos invitaba a su set, en vivo y en directo. Lo único que no convencía a Toledo era tener que someterse a ese tipo de programas, ya que, en los propiamente políticos él no era considerado, así que un poco resignado aceptó.
Días atrás, Beto nos había llamado, y casi nos había puesto a nuestra entera disposición la realización de un programa, sin igual, capaz de hacer subir a Toledo en las encuestas. Nos preguntó algunos detalles del candidato, e incluso nos dijo que habían estado en la ciudad de Chimbote, buscando algunas novedades sobre Toledo. Nos había dado confianza, e incluso dijo que éste sería un empujoncito para el mismo candidato.
Así, asistimos puntuales. Toledo estaba con los ánimos muy bajos. Pienso que en el fondo no se sentía totalmente seguro, la salud no lo acompañó esa noche. Toledo estaba afiebrado y casi amnésico. Beto había traído, desde Chimbote, a un compañero de carpeta, de su infancia, pero Toledo indiferente no hizo ningún esfuerzo para reconocerlo. Hasta hoy, no estoy segura si Toledo no lo recordó o simplemente no quiso manifestar que lo conocía, por temor a que este amigo lo pusiera en evidencia, con alguna anécdota incomoda. Así, el amigo, al no verse reconocido, también se sintió incomodo, por lo que la sorpresa duró muy poco. Beto insistente, a los pocos minutos, hizo traer un saxo, y es que, al parecer, pensó que Toledo sabía tocarlo, y esto no era cierto, así que lógicamente, Toledo prefirió no hacer un papelón, lo que hizo más difícil romper el hielo.
Finalmente, la entrevista terminó sin mucho éxito. Toledo, aunque nervioso, se mostró aburrido, el asunto es que era su primera entrevista televisiva; y esa noche Toledo no había vendido nada. Esto, al día siguiente, fue reflejado en más de un medio de comunicación, especialmente en la prensa, y esta crítica hizo que estuviéramos, en todos los medios, y nos hizo, igualmente, muy felices.
Desde ese día, Beto se acercó más a Toledo y lo consideró en más de tres a cuatro programas. También conocimos a Michel Alexander, su productora que desde el primer momento, manifestó que apoyaría a Toledo, ya que para todo su equipo, él era la mejor propuesta en las elecciones.
Esta visión de Michel Alexander nos trajo mucha suerte, ya que gracias a las continuas invitaciones a su programa, nos permitió mantenernos en los medios, aunque sea para ser criticados, por salir en el programa de Beto Ortiz.
Sabíamos que para tener éxito debíamos que ingresar a la televisión abierta, y poco a poco, Toledo empezó a comprender que para lograrlo teníamos que llamar la atención, a través de las notas de prensa, por lo que empezamos una nueva estrategia para lograrlo.
Le recomendamos a Toledo que visitara los mercados de las zonas más pobres de Lima. En ese mismo lugar, tendría que tomarse un caldo de ranas o un caldo de gallina, debía sentarse en un puestecito, imitando a cualquier peruano que con mucho gusto se toma un caldito en el mercado. La foto o el video tendría que mostrar a un Toledo al lado de ellos, tomándose un caldito.
Así, conseguimos llevar al candidato al mercado de San Martín de Porres, tomó el caldito, en los agachados. Nosotros mismos lo registramos con nuestra fumadora y cámara fotográfica. Antes del mediodía, retornamos para realizar el trabajo de difundir la actividad a los diferentes medios de comunicación.
Para esto, teníamos que editar, artesanalmente, con una videograbadora VHS que Toledo trajo a mi casa, y otra de uso personal. Así, una vez editado el video, con los tres minutos de exposición o diálogo con los pobladores del lugar, sacábamos copias para entregarlas a todos los medios televisivos. De la misma forma, elaborábamos, con el mismo candidato, la nota de prensa y revelábamos la foto que se entregaría a la prensa. Casi siempre, desde el lugar, conseguíamos que RPP y CPN nos acompañen con una entrevista, en vivo, o a través del teléfono.
Al día siguiente, en las primeras horas de la mañana, casi a las 6:00 a.m., chequeamos todos los canales de televisión y con agradable sorpresa vimos que canal 5, por primera vez, se animó a difundir el video donde Toledo se tomaba un caldo de gallina en los agachados, Él no esperó ni tres minutos para llamarnos y festejar juntos esta difusión. Este hecho habría animado a Toledo a tomar en serio esta estrategia de descender, para estar más cerca de los más pobres.
Desde ese día, todas las actividades que realizábamos, tenían toque humano: visitas a los mercados de todo Lima, incluyendo los de provincias, en los que Toledo se animaba a levantar el pollo pelado, o el mondongo, ante la sorpresa de los mismos vendedores. Poco a poco, Toledo se fue ganando los mercados, y llevarlo allí, era cada vez más fácil, incluso más de un presidente de la asociación de mercados envió cartas de invitación al candidato, o vino a recogerlo para presentarlo en su asociación. Toledo había prendido, y ya la prensa lo empezaba a llamar “El candidato de los mercados“.
Recuerdo que Toledo solía decir, “nuestras mujeres más pobres cocinan su sopita con patita de pollo y piedras, no es posible que se hayan olvidado de los más pobres, ¡carajo!” Y la gente lo ovacionaba. Luego se confundía con el pueblo y sus necesidades, y ya los tenía en sus manos.
Continuamos haciendo la edición artesanal en mi casa, durante toda la madrugada, para entregarla dos horas antes que empezaran los noticieros matutinos. Casi me había convertido en una experta en este tipo de ediciones y cada vez lo elaboraba en menos tiempo; incluso, se hizo casi mecánico la edición de lo que políticamente queríamos difundir de su discurso. El trabajo era arduo y continuo, casi sin descanso, a tal punto, que la primera palabra que expresó mi pequeña hija Carolina, de un año y medio, al ver en las pantallas de televisión al candidato fue: “Toledo presidente“. Esto fue histórico para mi familia, la única explicación era que casi durante medio año, ella había escuchado esta arenga mientras yo realizaba la edición artesanal, ya que los simpatizantes durante todo el recorrido en los mercados gritaban “Toledo presidente“.
Toledo estaba hipnotizado con los primeros logros de la campaña; éramos los únicos que habíamos salido a recorrer las calles, y a visitar a los electores puerta por puerta. Eran tiempos difíciles. Salíamos con algunos temores, ya que Fujimori controlaba todo, hasta los barrios marginales En algunas oportunidades, nos encontrábamos con gente muy reacia, que traslucía su aprecio por el chino, y en otros lugares, muchos nos decían, en secreto, que votarían por Toledo y al chino, para que no los dejara de apoyar en los comedores, le seguiremos haciéndole creer que estamos con él.
Esta actitud de los mismos pobladores nos causaba asombro. El hecho de caminar y recorrer libremente los sectores marginales nos permitió percatarnos que ya empezaba a fermentarse, lentamente, el descontento por el gobierno de Fujimori.
Toledo se sentía seguro, y ya no quería descansar. Nos propuso salir todos los días, y enviar información a los medios diariamente. Indudablemente, era la única forma de ganar un espacio de respeto y empezar a figurar en las encuestas, y la televisión seria el único medio que nos lo permitiría.
Los recorridos se convirtieron en hechos imborrables, en mi recuerdo, ya que conocí a personajes capaces de entregarse a cambio de nada en la campaña, personas como: el mellizo, Rosi Guzmán, Pablito, Papa Noel, Armandina, Cucho y su megáfono; Arroyo y sus campañas médicas, a favor de los que vivían en los cerros; la canoa de Lima y la canoita de Iquitos; Gago y sus elegantes almuerzos después del recorrido; José y sus extremas medidas de seguridad; Rochi Venegas en la organización; Jesús Alvarado y su especial forma silenciosa de ser; Alberto Cruz con quien Toledo siempre bromeaba, después de los mítines.
Todas esas personas fueron los primeros en apostar por un líder que en los inicios, nadie apostaba por él.
Mas tarde, y según subíamos en las encuestas, empezaban a inscribirse nuevos candidatos, veíamos nuevas caras, y nuevos colaboradores e, incluso, muchos empezaron a ofrecer sus viviendas corno locales del partido. Al inicio, sólo en las zonas marginales de Lima, pero paulatinamente, comenzamos a llegar a distritos como La Molina, Jesús María, Breña, Zarate y San Isidro.
El hecho de empezar a aparecer en la televisión cambiaría radicalmente, todo el manejo de la campaña, lo cual permitió a Toledo, ante la sorpresa de todos, empezar a crecer en las preferencias electorales.
Sin duda, Beto Ortiz y también Michel Alexander quedaron prendados de Toledo. Esto le sirvió al candidato para ser invitado, en más de una ocasión a Austral TV., ya que era casi imposible colocarlo en otro canal; todos estaban cerrados para él. Así, Beto, no sé porque razones misteriosas, empezó a fungir como un asesor del mismo cholo. Lo llamaba por teléfono y le contaba algunas novedades. Lo cierto es que Beto y Toledo conversaban más continuamente.
Así, después de varias semanas, Beto se comunicó con nosotros para invitarnos a una entrevista con las esposas de los candidatos, y con mucho entusiasmo nos explica que invitarían a la esposa de Castañeda, de Salas y de Toledo. Pero, Beto nos aseguraba que con un empujoncito que le daría a Eliane, haría que ella salte a la notoriedad, y también quede sobresaliente, frente a las otras damas. Así, Beto cumplió su palabra y Eliane no sólo respondió a todas las preguntas, sino que se lució bailando en cámaras un Huaylash. Verdaderamente, ese baile había cerrado con broche de oro la participación de Eliane, que, recuerdo, se ganó el corazón de la teleaudiencia, y también la prensa de espectáculos, que lo comentó profusamente, al día siguiente.
Tenemos que reconocer que estas entrevistas, a manera de competencias, fueron beneficiosas para la campaña de Toledo, ya que a raíz de ese empujoncito de Beto a la pareja Toledo empezó a asistir a diferentes programas de televisión de corte familiar. El día de los enamorados fueron entrevistados, por una conocida revista política y también un programa familiar de la televisión. Toledo, finalmente, reconoció el apoyo de Beto, pero también el de Michel Alexander, una productora muy creativa, a quien en una oportunidad, el mismo Toledo le envió un ramo de flores, en su onomástico.
No pasó mucho tiempo y más de un amigo, en medios de prensa, también quisieron entrevistar a la futura pareja presidencial. Beto había despertado una gran curiosidad, por lo que querían conocerlos un poco más como pareja, ya que también existía el rumor que se habían reencontrado después de su divorcio, sólo para convertirse en socios, para salir en campaña y compartir más tarde el poder.
Indudablemente, Beto había logrado llamar la atención de Toledo, quien reconocía que le abrió la puerta de la TV, al menos en su canal, y esto rebotó a otros. Desde entonces, Beto se convirtió, en “un asesor en la sombra“, en la primera vuelta.
Recuerdo que Beto ingresó al hotel, en donde Toledo esperaba los resultados, pasó todos los cinturones de seguridad, y, finalmente, me lo encontré en el piso de la suite de Toledo, me saludó, levantó la pierna para pasar el cordón de seguridad que habían colocado, para impedir e ingreso de desconocidos al piso, el asunto es que Beto había ingresado y con venia del mismo Toledo.
QUE NUNCA SE ACABE TU CAPACIDAD DE INDIGNARTE
Aún recuerdo, cuando el respetable publicista Alfonso Salcedo diseñó esta frase para la campaña de Toledo, cerca a la marcha de los cuatro suyos: Que nunca se acabe tu capacidad de indignarte. Sentíamos orgullo de trabajar para acabar con el gobierno dictador. Las horas avanzaban y nos consumía el trabajo. La marcha ya estaba por concretarse y esa frase golpeaba en nuestros cerebros y hacía que la emoción brillara, en nuestros corazones.
Que nunca se acabe nuestra capacidad de indignarnos, que ningún peruano se rinda, ante las injusticias y las mentiras que profesan nuestros políticos, por lograr su ambicioso objetivo de llegar al poder. En la carrera por arribar, nos atropellarán a todos, y algunos ingenuos servirán, como cabritas adiestradas, para ir hacia donde ellos digan.
Muchas veces, nos hacen creer que están peleándose con los que estamos sacando del poder, y sin embargo, con el tiempo, descubrimos que, en forma privada, transan entre ellos, un pacto bajo la mesa, para combatirse frente a las cámaras de televisión, para la pantomima, para tenernos controlados.
Para hacernos creer que en el Perú la democracia existe, y se practica, porque hay más de 21 partidos políticos que quieren llegar al poder, y no son más que las mismas semillas de los otros partidos, divididos y subdivididos, según las conveniencias electorales; semillas que las crea e Maquiavelo de turno, el supergenio de estas elecciones, y porque no decirlo, el ídolo de barro que hasta el 2006 nos gobierna como ha querido.
Hay muchos ciegos que serán leales a lo que los políticos de turno les digan, aunque los traicionen, aunque sepan que éste es el país de Caín y Abel, de unos contra otros, de la política que parece, tantas veces, un show de unos mediocres payasos contra otros mediocres payasos.
De muchos políticos que llegando al poder, sólo se dedican a diseñar mensajes para los homo videns, lo increíble es que logran su objetivo y nos engañan con las mismas mentiras, en todas las campanas políticas de todos los tiempos.
Es la dignidad de toda la sociedad la que está en juego, frente a sus triquiñuelas para retornar al poder, y seguir viviendo con el dinero de todos los peruanos, especialmente, en el poder ejecutivo. Y ni que decir del poder legislativo, en donde habría que construirles sus habitaciones y sus propios nichos a algunos padres de la plata, que desean perpetuarse allí, sin tener vergüenza de estar cambiando el rumbo de la historia, al no darle cabida a nuevos líderes, a nuevos jóvenes profesionales capaces de guiar con mejores intenciones el destino de nuestro país.
La libertad de indignarnos es más importante que el poder, o que el interés de los políticos por hacernos creer que en estas elecciones son ellos los que nuevamente nos salvarán de la incapacidad del Presidente que se va.
En e! Perú, todos los partidos políticos han contribuido a que Toledo haga un gobierno incapaz de sacar a nuestros compatriotas de las alturas, de la extrema pobreza; incapaz de juzgar a Fujimori como debía haber sido, por nuestra propia justicia, y no por el azar, con la justicia del vecino país. Incapaz, por tener a Montesinos, en una cárcel dorada, comiendo churrascos y engordando cada día más; incapaz de generar trabajo para todos los peruanos, incapaces de impedir que se regale el pescado, en lugar de enseñarnos a pescar como prometió en sus mítines.
Estamos indignados, porque los políticos de nuestro país, los mismos de siempre, come en las olimpiadas mundiales, con las mismas camisetas, con las mismas argollas, con los mismos autogoles y penales, han permitido, con su silencio cómplice, en muchas oportunidades, que la corrupción siga campeando en nuestro país, y que siga gobernando gente que no es capaz de solidarizarse con el hambre del pueblo, y que, como manifestación de su indiferencia, se coloquen los sueldos más altos en las entidades del Estado.
Estamos indignados, porque Polay se promociona para las elecciones, porque Paniagua y su congreso sacaron a los terroristas de las cárceles; indignados porque Toledo dejó entrar a Alan García por la puerta grande, y no ha sido capaz de juzgarlo por sus atrocidades, que ustedes mismos ayudan a difundir con sus opiniones para los homo videns, a través de la televisión, y utilizan la denuncia periodística, como método de persecución política, nada más para infundir temor.
Estamos indignados, porque tenemos congresistas que no tienen sangre en la cara y se llevaron 118,000 soles, la pasada navidad de 2005. Sin embargo, la mamá de Juanito Pérez no tiene un sólo sol para operar a su pequeño hijo, que tiene, en el ojo izquierdo, un gran tumor. Y porque la señora Susana no tiene dinero para rehabilitarse del derrame cerebral que le ocasionó un médico negligente, en Huancavelica, y sigue viviendo postrada en su cama, viendo crecer, desde su somnolencia, a sus pequeños hijos de dos y cuatro años.
Estamos indignados, porque en nuestras carreteras se mueren miles de peruanos y nadie reclama, nadie dice nada. La noticia sólo abre los noticieros, con la última pepa de quien encontró el vestido o el chaleco de los novios, que hallaron la muerte en el fatídico accidente, pero nadie reclama por sus vidas. ¡Por Dios, son vidas perdidas! En otros países, cuando mueren diez personas, en la carretera, ese día se declara luto nacional y se busca al culpable, se le sanciona, y se toman medidas, para que nunca más, en ese lugar, ocurra otra desgracia igual. Pero, ¿qué le puede importar esto a Toledo y a sus incapaces congresistas que jamás suben a un bus interprovincial?
Estamos indignados, porque faltan escasos días para las elecciones y los mismos incapaces amenazan con reelegirse, salvo algunas excepciones, ya han salido a la televisión, y algunos a las calles, a convencer a los más pobres, a utilizarlos en campaña, a darles un abrazo o un beso, para hacer efecto frente a la televisión. Ya empezó el derroche de dinero para lanzar su propaganda, la más colorida y con el mejor diseño, la mejor foto, pero las mismas mentiras.
Pero tienen que saber, que así como ustedes tienen la fortaleza y la sangre para volver, nosotros también tenemos la capacidad para demostrarles nuestra indignación, en estas elecciones, pero en las urnas, como en el referéndum regional. Esta vez, la magia de la televisión manipulada parece que ya no funciona, y los homo videns están abriendo sus enormes ojos, para realizar un voto pensante.
En estas elecciones, ni siquiera la televisión será capaz de hipnotizarnos, porque no hay peor ciego que el que no quiere ver; les hemos tenido tantas veces en el poder y tantas veces hemos pagado las consecuencias.
Sería mejor que recordemos a la vieja y a la nueva casta política por haber renunciado hidalgamente, al show mediático de las elecciones, y negarse una vez más a intervenir en el circo, que crea el mismo sistema para las Elecciones, que verlos derrotados por el desprecio del pueblo, reflejado en las urnas. Ustedes, padres de la patria, elijan ahora.
Fuente: “Yo conocí al monstruo por dentro”. Editorial Julio Verde del Campo. Lima. 2006.

Gustavo Gorriti pierde querella donde pedía S/300 mil

Jueza resolvió no penalizar a periodista Jenny Zúñiga por «elementos puramente subjetivos»

Por CÉSAR ROJAS.
En octubre de 2019, Gustavo Gorriti sostenía públicamente que la difamación no debía ser un delito porque eso criminaliza la investigación periodística. Sin embargo, ahora pretende que la investigadora Jenny Zúñiga le pague 300 mil soles por decir que la ONG IDL es cuestionada por sus exoneraciones tributarias respecto a los millones de dólares que maneja.
Lo llamativo es que el oenegero pone como “fundamento” de su querella sus logros profesionales, como prueba de su supuesta imparcialidad, y que es un hombre de prensa que denuncia a quien sea, sea cercano o no a su línea política.
Sin embargo, obvia informar al PJ cómo se le “pasó” incluir originalmente en un reportaje sobre el caso Lava Jato, que un allegado a Susana Villarán tenía cuentas en la Banca de Andorra; cómo recibió miles de audios sobre los “Cuellos Blancos”, pero justamente no publicó los que mencionaban a Martín Vizcarra o el de César San Martín y Walter Ríos.
Otros supuestos argumentos de Gorriti son publicaciones en Facebook y el libro “Yo conocí al monstruo por dentro”, donde se informa que IDL no paga impuestos normalmente por estar en un régimen especial de cooperación internacional. Según el periodista, esto es afán difamatorio.

Jenny Zúñiga reveló que las ONG caviares reciben millones de George Soros y de impuestos de peruanos

En segunda instancia, la periodista Jenny Zúñiga ganó la querella que le había presentado Gorriti por supuesta difamación agravada cuando criticaba su forma de publicar noticias. El miembro de la ONG Instituto de Defensa Legal había pedido 300,000 soles de reparación civil.
La decisión del Tercer Juzgado Penal de Lima analizó expresiones sobre cómo el oenegero había asesorado a Alejandro Toledo. Estas incluían también los lazos con gobernantes de turno en el Poder Ejecutivo y otras instituciones del Estado.
«En atención a la dimensión pública e institucional que caracteriza a estas últimas y que excede el ámbito personal”, es uno de los argumentos de la magistrada Soledad Santisteban Arana, quien también destaca que no se puede imputar delito a alguien por “elementos puramente subjetivos».
Fuente: Diario EXPRESO.

Pedro Castillo MOVADEF

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Por Amet Aguirre– Diario Perú21.
El dirigente del SUTE-Conare, Pedro Castillo, ha declarado un sinfín de veces que no tiene nada que ver con el Movimiento por la Amnistía y Derechos Fundamentales (Movadef), el actual brazo político de Sendero Luminoso. Sin embargo, Perú21 revela un documento original que no solo lo desmiente, sino que comprueba que esta facción del Sutep recibe financiamiento de los senderistas del Movadef.
En el documento, que estuvo circulando entre los profesores de la región Apurímac, el Movadef refiere: “El partido seguirá dando apoyo económico para el compañero Pedro Castillo y la huelga, pero se debe pedir a cada SUTE Regional que dé una cuota para evitar que denuncien que el partido financia todo”.
Perú21 verificó la autenticidad de esta directiva con agentes de la Dirección Contra Terrorismo (Dircote). La Policía ha confirmado su veracidad y ha advertido que ya inició las investigaciones para identificar a los autores.
En algún momento (Movadef) tenía que cometer errores, y este ha sido uno. Toda su comunicación no puede ser solo verbal”, dijo el agente policial consultado.
El pronunciamiento del Movadef apoya al profesor Castillo y ordena que las bases lo respalden como “único dirigente y vocero reconocido en la lucha ante las autoridades del Estado”.
AGUDIZAR EL CONFLICTO
Otro de los aspectos más preocupantes es la orden que señala Sendero Luminoso de radicalizar la huelga en Lima y provincias. Las bases regionales del Conare tienen la disposición de enviar maestros a la capital para convertir la plaza San Martín en un “sitio de combate”.
Evitar los cercos policiales en Lima y copar mercado, calle, parque y plaza limeña”, precisa la directiva.
Estas órdenes han comenzado a concretarse en la capital. Ayer un grupo de profesores de la facción de Pedro Castillo ingresó a la fuerza a la Plaza de Armas de Lima. La Policía llegó con un vehículo rompe manifestaciones y hasta tuvo que lanzar una bomba lacrimógena para dispersar a la turba.
Minutos después, los manifestantes se trasladaron a las vías del Metropolitano, las que cruzan las avenidas Cusco y Lampa, para terminar bloqueando las estaciones Jirón de la Unión y Colmena.
La situación en Apurímac, ciudad donde se encontró el documento, es aún más violenta. El director regional de Educación, Richard Hurtado, denunció que los manifestantes que siguen a Castillo se ubican cada mañana en los paraderos de combi que trasladan a los maestros que sí cumplen con dictar clases, para hostigarlos e incitarlos a acatar la huelga.
Hay instituciones educativas que quieren trabajar y los huelguistas están impidiendo que cumplan su trabajo. Primero, la huelga fue acatada por un 10% de los maestros, pero ahora ya vamos por el 40%. He coordinado con la Policía de la zona, pero son insuficientes. Los directores piden seguridad, pero no se les puede dar a todos”, alerta el profesor Hurtado.
En la ciudad de Abancay se han registrado piquetes de docentes que recorren los colegios para instar a sus colegas y estudiantes a dejar las aulas. En Ayacucho, este diario registró que los huelguistas usan a los estudiantes para masificar sus marchas y en Huánuco un grupo de profesores intentó esta semana tomar una UGEL.
Todo esto responde a las directivas del Movadef: “Los temas de cada región y las demandas de los profesores pueden esperar para otro momento. Ahora lo que interesa es garantizar una Huelga Nacional Indefinida exitosa”.
Pedro Yaranga, experto en seguridad y terrorismo, explica que este mandato responde a los lineamientos generales ya establecidos en un plan elaborado por el propio Abimael Guzmán en 2008 llamado “Plan de Construcción del Partido”.
“La estrategia de Sendero Luminoso se está trasladando a la lucha magisterial a través del Movadef. Este documento es un manual de lucha, redactado acorde al texto escrito por Abimael Guzmán. Su directiva ordena que estén presentes en todas las protestas en todo el país, en las ciudades, en la costa, sierra y selva. Este manual se está cumpliendo. En el magisterio ellos ya tienen un representante claro: Pedro Castillo”, sostiene Yaranga.
YO NO SÉ NADA
El dirigente del Suter Moquegua, Edgar Rea, apoya la huelga convocada por Pedro Castillo y estuvo marchando el 18 de junio junto a él. Sin embargo, dice que no conoce de las directivas del Movadef.
Debe haber gente vinculada a esos movimientos, pero no es todo el magisterio. Los maestros de Moquegua no seguimos a Pedro Castillo, solo exigimos al Ministerio de Educación que cumpla sus compromisos con nosotros”, afirma intentando desligarse.
Perú21 llamó por teléfono, en reiteradas oportunidades, a Pedro Castillo, pero el dirigente cuestionado no contestó las llamadas.
El Gobierno cumplió con el incremento de las remuneraciones para los profesores contratados. Le queda pendiente implementar un programa de alimentación para los estudiantes de Jornada Escolar Completa (JEC).
Los manifestantes exigen en esta huelga que el presupuesto dedicado al sector educación aumente al 6% para 2021. Actualmente, el monto no llega al 4%.

El monstruo por dentro

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Por Jenny Zuñiga Mourao.
¡ALÓ! PRESIDENTE
– ¡Aló!

– Jenny, te habla Alejandro Toledo.
– ¡PRESIDENTEEEEE!
– ¿Cómo estás Jenny?, cuánto tiempo…
– Estoy bien, me va bien. ¿Y usted como está?
– Bien…
– Lo felicito. Logró su objetivo. Es Presidente de todos los peruanos. Fue por su perseverancia. Es un ejemplo para todos, especialmente para los dueños de nada.
– Sí, y por eso te llamo… para agradecerte porque apostaste por mí, cuando nadie creía en mí, y nadie daba ni un sol por mí.
– Sí, Presidente, sí recuerdo.
– Soy Presidente, también, gracias a tu trabajo, porque apostaste por mí, a cambio de nada.
– Gracias, Presidente.
– Jenny, ¿recuerdas?, tantos desvelos, tantos viajes, nadie nos daba nada.
– Sí Presidente, lo recuerdo muy bien.
– Nadie daba nada por nosotros, tú apostaste por mí, y por eso quiero agradecerte ahora.
– Gracias, Presidente.
Sin olvidar que siempre trataba de aconsejarlo, ingenuamente, le dije:
– ¿Le puedo dar un consejo? -Sí, dime, me respondió.
– Ayer lo vi en televisión. Estaba en Cabana, su pueblo, lo vi llorar y conmoverse ante la pobreza. Regreso después de muchos años. La imagen difundida por este hecho fue singular, y de gran proyección, por emitirse, a través de la televisión. Por esta misma razón, este acto debe repetirlo durante todo su gobierno, viajar a todos los pueblos por donde pasamos a ofrecer y prometer, durante la campaña. Debe regresar y agradecerles, pero también, debe llevarles los ofrecimientos cumplidos; vaya con las manos llenas. Este pueblo herido, hasta de muerte, también apostó por usted, y debe ser agradecido.
– Sí, lo haré, me respondió emocionado.
– ¿Le puedo dar otro consejito?
– Sí, respondió.
– Dígale al Vicepresidente, Raúl Diez Canseco, que deje de hacerse prensa como si fuera el Presidente; el presidente de la República es usted, y no él. No es posible que le permitan hacerse más publicidad que usted.
– Sí, lo haré. Te lo prometo. Estoy rodeado de chupamedias y ayayeros que no estuvieron en el principio. Yo me voy a desprender de ellos; son unos convenidos, yo saldré de ellos y te llamaré.
– Muy bien, Presidente. Le deseo lo mejor.
Y conociendo que casi nunca cumplía sus promesas, me arriesgué a responderle, sin ningún interés
– No se preocupe por mí, estoy bien y tengo trabajo; es más, tengo un buen sueldo.
(Tengo que agradecer que conseguí un trabajo gracias a la mano que me extendió Roxana Cueva, a través de un amigo muy querido, Fernando Valencia, también periodista. Eran tiempos difíciles, Toledo había preferido abandonarnos, así que ese apoyo jamás lo olvidaré).
– ¿Dónde trabajas ahora? -En el CTAR Callao.
-¿Qué es el CTAR Callao?
– Ya lo sabrá. Es un lugar donde se trabajan obras, con mucho dinero, gracias a Aduanas.
– Ok. Jenny, gracias por tu trabajo, quería reconocértelo.
-Gracias, señor Presidente.
Fue un diálogo conmovedor y no puedo negar que me sentí emocionada, como si un miembro de mi propia familia hubiera obtenido el grado más alto en su vida, y que, sin duda, por ese mismo afecto, él se había molestado en llamarme y hacérmelo saber.
Su llamada y ese reconocimiento me han permitido irrogarme este valor, resaltado por el mismo presidente de la República. Por eso, es que me animé a escribir mis memorias, de la misma agenda de la campaña política presidencial, en la cual tuve un carácter protagónico y pude reconocer que en sus inicios sólo primaban las ganas locas de cambiar al presidente de la República.
Me tomé en serio el hecho de ayudar, a través de mi carrera periodística y experiencia en campañas políticas, a este cholo rebelde, que con su mirada me expresaba que quería ser Presidente y cambiar el destino de todos los peruanos.
Yo debería, nuevamente, enfrascarme en algunas de las estrategias de Keller y un poco de la idiosincrasia de nuestro país. Con ello, logramos una mixtura perfecta.
Al equipo de la campaña lo caracterizaba la pobreza, ¿cómo no poder estar identificados con esta misma realidad que aqueja, hasta la actualidad, a millones de compatriotas, especialmente a los del Perú profundo?
Entonces, ¿cómo teníamos que dudar, si vimos que todo empezaba con el sueño de un hombre, que aprendió a modular su voz para sorprender o sentirse más importante cuando hablaba, y era maestro en ESAN? Cómo no creer en una campaña que empezó sin dinero, con un grupo minúsculo de grandes amigos, como Papa Noel, el Mellizo, Cucho, Armandina, Iván Arroyo, Lucho Gómez, Rochi Venegas y Rosi Guzmán.
Tal vez, me olvide de otros nombres, como también, algunos de estos se transformaron, a pesar de no ocupar grandes cargos. Seguramente, me estoy olvidando de aquellos que no tenían nombre, pero que viajaron por todo el Perú, pintando los cerros y las paredes, como Toledo quería: de rojo bandera.
Su llamada se produjo un día cualquiera, de los que en esa época vivía, trabajando, tratando de olvidar que estuve metida en el sueño de alguien. Pensaba que estaba fuera de todo. A pesar de eso, todos los recuerdos se habían quedado sumergidos en mi memoria.
Pero nada hacía presagiar que el actual Presidente, podría empezar a hacer uso de su poder y solicitar que me llamen a mi celular; jamás lo hubiera imaginado.
Me habló su chofer. Ellos habían entrado a palacio, y el Presidente le solicitó que se comunicara conmigo. Así, el chofer estableció el contacto, se presentó y me dijo textualmente:
-Señora, usted no me conoce pero yo sí la conozco, a través de lo que me comenta el presidente de la República; habla maravillas de usted, dice que usted lo ayudó cuando no era nadie, que trabajó a su lado, desde los inicios, con pocas personas, pero que usted trabajó con desvelo, en su labor como periodista.
No podía creer lo que me decía esa voz. Al inicio, pensé que se trataba de una broma, así que le dije, por favor ¿quién me toma el pelo? Y el mismo chofer me volvió a decir, soy el chofer del presidente de la República, y ésta no es una broma…
Le dije que no podía ser, pues estaba viendo, por la televisión, al mismo Presidente entrando a Palacio de Gobierno.
-Sí, señora, estamos en el patio de palacio de gobierno, y en este momento el Presidente se va a comunicar con usted, dijo el chofer.
Me quedé atónita, pues veía por la televisión, como el Presidente bajaba las gradas de palacio, se introdujo a su carro, y dio inicio a la conversación de agradecimiento que jamás hubiera esperado en mi vida.
Detalles como éste, sin duda, inspiran a escribir lo vivido, lo bueno, lo mejor que se compartió, en la primera campaña, y claro también lo malo y lo ingrato: gracias, señor Presidente.
Yo viví su logro, el mismo día que ganara las elecciones del 2001, ya estábamos muy alejados; vi la transmisión del anuncio y como lo celebró con sus nuevos amigos, casi todos desconocidos, especialmente para mí. Obviamente, también había otros conocidos que, seguramente, estuvieron festejando al chino en su primer mandato, cuando ganara las elecciones.
Si buscáramos en los archivos de la televisión, encontraríamos que son los mismos los que, estratégicamente, rodean a los presidentes en nuestro país, a veces, no directamente, pero sí, a través de sus recomendados o testaferros.
Estaba muy emocionada. Tenía a mi hija de 3 años, en brazos, y se me cayeron las lágrimas, fue emocionante. Y cómo no sentirlo así, si habíamos trabajado duro casi 4 años, habíamos sembrado la semilla necesaria para cosechar, no importaba que yo estuviera lejos. Habíamos logrado vender un presidente al pueblo peruano, como lo diría el marquetero Borrini.
Toledo se había convertido en Presidente. Para eso trabajamos a su lado, tanto tiempo, y sin descanso. Y aunque estuviera lejos, sentí que era un logro también de nosotros y de mi familia, y que hoy lo veíamos festejar, a través de la televisión.
Desde aquella mañana, tuve la impresión que todos mis amaneceres eran diferentes, como él lo había pregonado, un nuevo amanecer, siempre decía.
-¡Toledo es presidente!… y sentía que diciéndolo, lo hacía real, palpable y que era un logro alcanzado también por mí. Y presagiaba, que habría muchas personas interesadas en que jamás me acerque a él, ni siquiera para saludarlo. Muchos se encargarían luego de alejarme, con infundios y mentiras. Más tarde, el tiempo me dio la razón: una de estas personas sería la congresista Doris Sánchez Pinedo, tal vez la más interesada.
-¡Toledo es presidente!… y lo demás no importaba. Claro, diariamente, me había convertido en una investigadora de sus errores y fallas, en sus mínimos movimientos. Curiosamente, cuando abría los diarios percibía, por sus declaraciones, a dónde quería llegar, si estaba de acuerdo o en contra, con alguna actitud de sus ministros. A través de los medios de comunicación, he aprendido a conocerlo un poco más y así a leer entrelíneas sus intenciones.
Claro, también, a través de la televisión, cada día he conocido a un ayayero nuevo, como él mismo les ha denominado. Sólo me recuerdan episodios pasados, como cuando daban su vida por subir a los estrados, en los mítines, a pesar que no era del gusto del candidato y él me solicitaba impedir que suban.
Siempre tuve confianza en sus cartas bajo la mesa. Toledo no es tonto. Se deja guiar sólo hasta donde quiere. Se llena de información, espera la crisis, la ve desarrollarse, observa quienes ayudan y quienes no y después sanciona, sale a cortar cabezas o a dar espaldarazos, públicamente. Aunque, en el seno de los fundadores, sabíamos que este espaldarazo público sólo tendría la duración de una semana más, al lado de él.
Bueno sin más ni más, Toledo es presidente, y todo lo que pudiera estar pasando o pasara, yo solamente, lo vería desde el balcón, como el tiempo lo ha querido.
A pesar de ello, me siento orgullosa de la experiencia vivida, por el antes y por el después, y por la limpieza con la que relataré las memorias que viví, al lado del candidato presidencial más variopinto de todas las épocas.
USANDO A LOS MÁS CHOLITOS
Sin duda, una campaña, al inicio, convoca a muy poca gente. A Perú Posible llegaron, primero, los que menos tenían; pude ver a los cuñados y al esposo de una hermana de Toledo, a un tal Mellizo, a un joven de Huánuco llamado Retis, a un cocinero del restaurant Costa Verde, a quien le decíamos el Cholón. La mayoría se acercaba porque no tenían trabajo y veía en el cholo la alternativa creíble para obtenerlo, en el futuro gobierno.

Y, seguramente, Toledo veía en ellos la mano de obra gratuita, con la promesa de darles trabajo si llegaba a ser Presidente, y con inteligencia sabía engatusar a más de uno.
Pero, también, Toledo había formado su grupo de blanquitos, entre ellos un par de médicos, uno de ellos Solari; un par de mujeres blancas, una de ellas, Pilar Freitas. También, el “gato gordo” que se convirtió en su jefe de campaña; el Dr. Ivanoe Vega, un tipo inolvidable que después terminaría siendo el jefe del presupuesto, sin duda, uno de los hombres más cercanos a su entorno familiar. Así, en el grupo de campaña, había de todo un poco.
Los cholitos sin trabajo, desde tempranas horas, seguían al candidato, y más de una vez Toledo les tenía que invitar el menú para salvarles el día.
Toledo, al inicio de la campaña, diseñó los colores de sus afiches y también de sus pintas. Así, separó al grupo, y como una expedición de Almagro les dio una misión a cada grupo, de recorrer sus destinos, y en el transcurso del camino dejar las pintas en las paredes y cerros del Perú.
Los pintores de paredes, en la mayoría de los casos, los fundadores, viajaban como podían, casi siempre por carretera, y Toledo les daba de su bolsillo, un mínimo vital para mantenerse de 4 a 5 días que duraba el trabajo.
En este partido variopinto había de todo: los criticones, los sometidos, los sapos, los mirones que no hacen nada; de estos últimos fue que vi una mayor cantidad, sólo recuerdo algunos nombres, pero mencionarlos sería ofenderlos, así que me abstengo de hacerlo. Sin duda, terminaron siendo ellos los más inofensivos, pero sí los más maltratados por el olvido del líder.
La campaña, entonces, se inició con ellos, eran pocos pero trabajaron duro, hicieron el trabajo más sacrificado de pintar los cerros y las paredes de blanco y rojo bandera, como lo pedía el líder. Bastaba que Toledo dijera que quería que pinten las paredes con alusiones al partido, en Urubamba, en el Cusco, y esta gente tan noble y tan humilde, inmediatamente, hacía que su deseo se convirtiera en realidad.
Pero, también, había una banda, la primera banda, la del señor Orozco, que hace algún tiempo se comunicó, telefónicamente, conmigo para decirme que quería contactarse con el Presidente, ya que le debía el pago a la banda de las 10 últimas presentaciones en los mítines. Sin pensarlo dos veces, ni mentirle, le dije que sería muy difícil que vea al presidente del Perú; las cosas han cambiado, hay gente nueva, o los pistacos lo han copado, en otras palabras lo han secuestrado, hasta le han puesto la secretaria en Palacio, todo ha cambiado.
Curiosamente, el entorno de Toledo había cambiado totalmente. Lo más curioso es que lo rodeaba gente de Acción Popular, entre secretarias y agentes de seguridad, también una secretaria de la casa de Adam Pollack. Lo más increíble es que esta misma gente impidió, todo este tiempo, que los fundadores alguna vez tuvieran acceso al mismo Presidente. Luego entendí que esta gente es, especialmente, colocada para realizar el copamiento al Presidente y esto sucede en todos los gobiernos, casi siempre lo hacen los golondrinos, los que llegan a última hora a servirse del poder.
Escuchar nuevamente a Orozco fue maravilloso, pues aún recordaba como ensayaba los huaynos, antes de los mítines, pero lo mejor fue cuando un día le solicité que tocara la canción favorita de Toledo y su mujer, “Amor Amor”. Y ante la sorpresa de todos, Orozco sacó la música en menos de 10 minutos. Quedamos encantados, ya que a partir de ese día, esa canción, tan querida por el líder, y también por el pueblo, se convertiría en la característica de sus presentaciones públicas.
En los inicios, también conocí al famoso Papa Noel, Amado Velásquez, un anciano tan cándido que admiraba por sobre todas las cosas a Toledo; siempre le escuché decirle: mi presidente, y veía cómo su pecho y sus mejillas rosadas se hinchaban de emoción.
Estaba segura que don Amado presentía que Toledo llegaría a convertirse en Presidente, y le ponía punche a toda la campaña, no importando los viajes incómodos en carros viejos, ni tampoco el hambre que más de uno padecía por acompañar al líder.
Papa Noel era el único que aportaba económicamente en los inicios de la campaña, era infaltable, y pagaba las bebidas, los menús, las banditas, etc. La mayoría de los casos, encabezaba el viaje de avanzada y era el benefactor para la gente que iba a pintar.
Era increíble, pero los desocupados eran los que más siguieron a Toledo, principalmente, en los mercados. Lo hicimos en los conos y veía como, a pesar que más de uno no tenia recursos, venia, religiosamente, a alentar a Toledo, y sin duda, a arengarlo en sus primeros baños de popularidad.
¡FELIZ CUMPLEAÑOS! CANDIDATO
Una de las cosas que más le gustaba al candidato, era celebrar a lo grande su cumpleaños, y tal vez, por la estratégica ubicación de asuntos internacionales, en ESAN, es que gozaba de una activa vida social. Increíblemente, compartía con los más famosos de la política peruana.

En sus onomásticos, jamás podían faltar personajes como Yoshiyama, el ingeniero Mc Bride, diversos embajadores, uno que otro cónsul en nuestro país, un chef amigo íntimo de Raúl Vargas, que le regaló un Volkswagen en miniatura.
En esa ocasión lo acompañaban también, Amado Velásquez, el popular Papa Noel; Ivanoe Vega, Eduardo Villena, Víctor Delfín, Adam Polack. De igual forma, los yupis de ESAN, entre ellos Novoa y Marciano Rengifo.
La fiesta se dio cita en su elegante casa de Camacho, que del recuerdo de la casa de un provinciano sólo quedaban las piedras incrustadas, en un arco, simulando el ingreso a un templo real incaico.
Había licores por doquier, de todos los colores y de todas las marcas.
El buffet era europeo, con un cocinero gringo de dos metros, ubicado estratégicamente, al lado de la piscina. Sin duda, era una de esas fiestas de cumpleaños que más de uno sueña tener.
El gran animador era nada más y nada menos que Gonzalo Iwasaki, quien anunciaba el baile de honor de la pareja, también el happy birthday de los 53 años.
Toledo, como siempre, se opuso a comprar las 53 velitas de rigor; solo mandó colocar una velita sobre la gran torta.
La música más reclamada era la música austriaca, tal vez la favorita del cholo.
Había más de un pituquito de Miraflores y muchas viejitas con plata.
Eliane, como siempre, hizo todo para aparecer como la mujer amorosísima y delicada de Toledo, besitos por aquí y por allá, seguidos de los respectivos Papi y Mamuska como se solían decir. Su vestido rojo bandera, como le gusta a Toledo, y bailaba a su ritmo, cuando se sentaba en las rodillas del cholo.
El chino, era el tema favorito de las últimas reuniones sociales. Toledo le prometía a los asistentes que se haría el cholito, y al final de la campaña se comería al chino con zapatos y todo. Mientras Raúl Vargas de RPP le decía, desiste de la contienda, todavía no es tu oportunidad, y Toledo le indicaba con cierta sorna: tú dedícate a relatar noticias y a cocinar, que es lo que mejor haces, déjame a mí con mi caucau, y si no pregúntale a Eduardo o a Luchito.
Raúl insistía, desiste Alejandro, ganaremos un presidente, pero perderemos un amigo. Los fundadores del partido, presentes en la fiesta de cumpleaños, defendían la posición de su amigo y líder, pero Raúl era el único que insistía en que desista de convertirse en el presidente de todos los peruanos. Sus razones tendría.
La noche transcurrió así, jamás faltó la comida y menos aún el trago, y por lo tanto pocos invitados se habrían retirado a descansar. Toledo permanecía en charla amena, mientras tomaban mucho whisky con hielo, vodka y agua tónica.
A las 5 a.m., Toledo les dice a los sobrevivientes, señores, tengo hambre les invito un caldo de gallina. En esos momentos, Anatolio, su padre, bajó y se sorprendió de ver aún a la gente, y entre murmullos comentó, hasta estas horas siguen aquí. Pero, Raúl dice, qué caldo de gallina ni ocho cuartos, vamos a un sitio para comprar mariscos, y te voy a preparar lo que tú necesitas, para que ya no duermas. Esta propuesta fue recibida con gran algarabía por los presentes.
Al final, fueron al mercado de Surquillo. Sólo bajó el chofer Marco, Mc Bride y Raúl Vargas; en el auto se quedaron Toledo y Lucho.
Entonces, compraron rápidamente los ingredientes: cangrejos, corvinas, toyos, camotes, entre otros y se fueron de regreso a la casa de Toledo
En la casa de Camacho, Raúl Vargas, trasformado en chef, realizó un exquisito potaje que quedó listo a las 8:00 a.m. Sin duda, el plato cumplió su sagrada misión de levantar a todos los muertos. Más tarde cada uno tomaría su rumbo.
NADIE SABE PARA QUIÉN TRABAJA
El hecho de entrar en una campaña para la candidatura a la presidencia no es cosa de todos los días. Tal vez, nadie se animaría a participar si se enterara de algunos detalles que a continuación detallaré. Tampoco, cualquiera se animaría a ingresar a esta aventura si de antemano supiera lo que pasaría más adelante… pero nadie puede adivinar el futuro.

Y sólo por desconocer el destino, entras y te enrolas en un instante de entusiasmo desbordante. Puedes llegar a pensar que tu candidato podrá cambiar el destino del Perú y sobre todo piensas que puede darle una mejor calidad de vida a los más pobres, a los dueños de nada en nuestro país.
No sé debido a qué misteriosas razones le llegas a creer todo a tu candidato e incluso tu atención se hace extrema, tanto así que hemos podido ser testigos de cómo muchos fundadores abandonaron sus empleos para acompañar en su sueño al candidato.
Sin duda, los desempleados son los que más abundan en la campaña, o como hace pocos escuché a un viejo político, que dijo, que hacer partidos es un problema en el Perú, porque se te suben los desempleados al coche, y hasta les tienes que dar de almorzar, ya que vienen a solucionar, en la mayoría de casos, sus problemas de hambre y desocupación.
Entonces, según ese razonamiento, por un plato de lentejas son capaces de todo, claro sin llegar a extremos. Hemos sido testigos de que al grueso de este incipiente Perú Posible, a la mayoría, los dueños de nada, se les discriminaba; sólo eran útiles a la hora de pintar paredes y cerros por doquier.
Hay varias formas de entrar en una campaña: cuando te invita el mismo líder, como lo hizo con nosotros, para contribuir profesionalmente, o cuando, por ambición al poder, te acercas, con muchísimo dinero, para apoyar los gastos de campaña, como lo hicieron muchos empresarios o personajes adinerados, no sin antes sacar, de los mismos labios del candidato la promesa que gozarían de su apoyo, de llegar a la presidencia.
También hay un espacio para los ayayeros, los mirones, los críticos constructivos y los destructivos, los mecenas, los ideólogos, los que pintan paredes y los que las despintan, los que corren detrás del líder, y los testaferros de los intereses del poder, los que por encargo vienen a guardarle una butaca al gran mecenas que no pondrá su cara hasta el final, hasta la consagración, hasta el brindis con etiqueta azul. En este caso, conocimos a varios, como Samuel Dyer, Adam Polack, los Díaz, los popis, Maiman entre otros, pero también había misios como Garabito y Mora. Igualmente, los supermillonarios, los dueños del oro, de la plata, del aceite y del petróleo.
El asunto es que más de una golondrina aterrizó estratégicamente, y otros invitados ingenuos en política, como algunos de nosotros, los del inicio, trabajamos arduamente una campaña, en la que muchos no creían. Esto debido a que se trataba de un candidato, no sólo cholo sino con muchos errores en su mismo pasado, y por esta misma razón fue más difícil sudar la camiseta, pero, a pesar de todo, la luchamos y logramos subirlo en las encuestas.
Lamentablemente, su comportamiento, casi al final de la segunda vuelta, habría defraudado, directamente, no sólo a los fundadores, sino a sus más cercanos colaboradores, a su gente de extrema confianza, la que él mismo designó para realizar el trabajo, desde el inicio. Increíblemente, no tuvo la capacidad de dialogar, directamente, y explicar los cambios de su comportamiento menos aún las intromisiones de las golondrinas que vimos, en muchas ocasiones, intervenir, sin dar explicaciones.
Luego, vendrían las humillaciones, en las que, sin duda, también habrían contribuido y aceptado Jesús Alvarado y Luis Solari. Después, nos dimos cuenta que teníamos que retirarnos, por una cuestión de honor y principios. Cuando tienes valores, sabes reconocer tus deberes y derechos, y sabes también definir en qué momento debes retirarte. Generalmente, esto no sucede entre políticos, casi siempre se traicionan y salen a la prensa a vociferar algún atropello entre ellos mismos. Nuestro caso no era éste.
Nosotros, como periodistas, tuvimos que callar y esperar, no estaba en nuestras manos perjudicar el destino del presidente del Perú, le tocaría al pueblo más tarde conocerlo y juzgarlo.
Algo tarde, nos dimos cuenta que sin desearlo, estuvimos apoyando a un falso líder, y caímos, en donde jamás debimos caer, como después hemos reflexionado más de uno de nosotros, cuando el destino sin querer nos volvió a juntar, en las puertas de algún cine o almorzando en un restaurante. Bastaba ver los escándalos que durante su gobierno difundió la televisión y la prensa, algunas veces bien documentados y otras veces la noticia era disminuida por los intereses. Pero al fin y al cabo, eran escándalos, provocados por el mismo Toledo, o por su familia.
Es irónico, pero es importante, que todos sepan muy bien que en las campañas políticas vale todo, y que por ganar prensa y notoriedad, los asesores y hasta el mismo candidato, inventarán más de una argucia para llamar la atención de la ciudadanía, por ejemplo: denunciarás que el opositor te ha arrancado tus afiches, acusaras a tu adversario de borrar tus pintas del cerro, denunciarás el secuestro de tu avión o lo autosecuestras, saldrás en los medios recordando o que vendías hielo o tamales, para que te crean trabajador y más cholito.
El asunto es que la demagogia está a la orden del día, la idea es ganar unos minutos en la televisión y acusar a tus rivales de acoso, persecución, daños y perjuicios. También dirás que recibe apoyo económico del diablo, todo vale, y el rival lo aguantará, ya que para lograr la réplica tendrá que meterse en la mentira y así también se gana alguito, en la televisión, y el acusado aprovechará para salir a desmentir, cuantas veces lo desee, en los canales de televisión.
Las campañas las inician, no sólo los soñadores, casi siempre, algunos misios y sin chamba; sin duda, algunos que tienen aún trabajo, gracias a la política, y que teniéndolo están buscando acomodarse, en el próximo gobierno y los profesionales de verdad. Todo empieza de nada, absolutamente nada.
Por ello, te queda claro que el trabajo más arduo lo hacen los primeros, los del inicio, luego vienen las golondrinas y para sacarte te acusan de espía, de filtrar información al enemigo o a la prensa, de conocer a la mafia. Cualquier cosa será válida para sacarte y copar al candidato, ad portas de ser elegido Presidente. Cuanto más cerca esté de convertirse en Presidente, más grande y voraz será la ambición por rodearlo.
Esto lo pudimos constatar nosotros mismos, y es que cerca de las elecciones del 2000, fuimos testigos de su entrada triunfal y de sus donativos, las reuniones interminables con whisky o vodka. El asunto es que estaban festejando y no sabíamos qué, seguro que su reencuentro, los mismos de siempre en política, pero esta vez había un gran pretexto: unirse para la recuperación de la democracia.
Así coparon a Toledo, que ya había subido firmemente, en las encuestas. Tenían que colgarse ya de él, casi era el virtual presidente del Perú, esto estaba claro. El mismo Toledo se lo creyó, y lo bautizaron como el líder de la democracia. De esta forma, toda la casta política despreciada por Fujimori, por dormirse o comer en sus curules, empezó a revivir, gracias a Toledo, que sin más ni más, les abrió la puerta a todos, ya que estos mismos cadáveres políticos le estaban asegurando, curiosamente, su elección presidencial.
Al no concretarse su elección presidencial, por razones ya conocidas, en el 2000, Toledo planea una marcha de todo el Perú, a la cual denominaría más tarde la Marcha de los Cuatro Suyos, idea que la diseñó el publicista Alfonso Salcedo. Finalmente, la organización se la encargarían a Doris Sánchez, experta en portátiles. Pero, al descubrir algunos enfrentamientos de Doris con los militantes, así como maltratos, en la conformación de la marcha, decidió cambiarla por Carlos Bruce. Esto provocó la decepción y el desanimo de la misma Doris, que según sus propias palabras, habría reclamado que Carlos Bruce sólo había venido, a última hora a jactarse con el trabajo de ella, y ahora se encontraba dando declaraciones a la prensa, asumiendo él mismo, toda la organización.
Por tal motivo, al día siguiente, se dio a conocer un asalto a las oficinas del partido en Cantuarias, y el robo del disco duro de la computadora con la información de los militantes que participarían a nivel nacional de la organización de la marcha de los cuatro suyos.
Bruce, ni tonto ni perezoso, denunció este hecho a las autoridades y como buen político, también, a los medios de comunicación.
El copamiento de la gente nueva y con grandes intereses ya era evidente, durante estos momentos, los fundadores se habían quedado paralizados, sin más fuerzas para rescatar a su líder, y Toledo ya habría conversado con sus principales colaboradores como Jesús Alvarado, Alberto Cruz, Luis Solari, entre otros. El asunto era que esta actitud de las golondrinas no les incomodó en lo absoluto, al inició, Toledo, a puerta cerrada, les habría dado las explicaciones del caso.
Sin embargo, a otros no les había dado ninguna explicación, y como fundadores más tarde, renunciarían indignados. Toledo demostraría que le importaba poco, pues jamás les hizo caso, actitud que pasó inadvertida por los medios de comunicación. Y qué podría importarles, en ese momento, a los medios, la denuncia de tres gatos del partido, de quien aparecía como el favorito de las encuestas.
Entonces, cree usted amable lector, que en ese momento alguien con autoridad moral, se percató de este hecho, en plena elecciones. La respuesta es ¡NO!
LA PRENSA
Cuando Toledo me pidió acompañarlo en su campaña política, eran los últimos meses del año 1997. Al conocerlo, inmediatamente le narré mi trabajo con el ex congresista Carlos Torres y Torres Lara, con quien por primera vez tuve la oportunidad de entrar en política, y conocer, especialmente, el trabajo con los medios de comunicación, a nivel nacional, pero sobre todo, la estrategia para conseguir que el mensaje sea recibido con efectividad por los receptores

Toledo quedó sorprendido y encantado, al escuchar la estrategia diseñada por el mismo Torres Lara, así que me pidió realizar de la misma manera su campaña. También, me pidió trabajar y coordinar la campaña, directamente, con César Dulanto, su primer jefe de campaña.
En su oficina de ESAN, empezamos a bosquejar las primeras notas de prensa, para llamar la atención de los medios de comunicación, y con Patricia, su secretaria, hacíamos las coordinaciones del caso, para enviar lo más temprano posible las notas a los medios.
Su primera estrategia estaría en difundir diversos temas de orden económico, y sin reparos y con escasos conocimientos en el tema se lanzó, él mismo, a bosquejar sus propias notas de prensa, las que antes de las 10:00 a.m. eran enviadas, vía fax, a todos los medios de comunicación, en Lima.
Recuerdo que eran muy pocos medios los que nos daban cobertura, entre ellos el diario Gestión, radio CPN y canal N. En algunas oportunidades, un entrañable amigo nos publicaba en la página de política, en la sección “Sin confirmar” del diario El Comercio.
Para Toledo todo era importante, incluso la nota más pequeña que El Comercio nos publicaba, el asunto era avanzar, pero también, anunciar el avance. A toda costa quería que la casta política se entere que él entraba en campaña, y en esta ocasión, estaba seguro de ser el presidente de todos los peruanos.
A los otros grandes medios de comunicación no les importaba su candidatura. En algunos casos, me decían por teléfono que ya lo conocían y que había perdido en la campaña del 95, y no pasaba nada con él.
Toledo quedaba fascinado, al constatar diariamente que su nombre era comentado, en cualquier medio de comunicación, ya sea escrito, radial o televisivo. Quedaba muy contento, ya que su primer objetivo era que su nombre empezara a sonar y lo habíamos logrado, en menos de una semana.
Al mismo tiempo, diseñamos la campaña de difusión, en medios radiales en provincia, la que se efectuaba todos los días, a partir de las 5:00 a.m. y, en algunos casos, al mediodía. Toledo se sentía entusiasmado, generalmente, cuando le daban cabida en los medios, pero sobre todo en provincia, ya que casi siempre las entrevistas radiales se extendían de media a una hora, y al día siguiente, el rebote en los diarios locales y regionales del lugar era un éxito rotundo.
La transformación de Toledo también fue un arduo trabajo, pues cuando lo conocimos aún hablaba el spanglish, y tenía muy pocas palabras para expresarse en castellano. Era difícil entenderlo, ya que tergiversaba muchas palabras. Sin embargo, poco a poco empezó a corregirse, y en muchas oportunidades le corregimos o le dimos otras opciones de sinónimos, para que los utilice con facilidad. Definitivamente, su lenguaje no era claro.
Sin embargo, tenemos que aceptar que, paulatinamente, ante la sorpresa del equipo, empezó a hablar más claro, a través de las radios, y a confundirse con el Perú profundo.
En aquellos tiempos, la gente ya estaba harta de las imposiciones del gobierno de Fujimori y esto permitió que Toledo se convierta, poco a poco, en la nueva alternativa, ya que significaba una nueva opción para las elecciones. Además, Toledo ofrecía trabajo, y eso era bastante para aquella época.
Lo que sí tenía claro era la modulación de su voz, era impactante escucharlo, mejor aún con los ojos cerrados, su voz hacia imaginar un hombre grande, seguramente apuesto, y con grandes aspiraciones. En términos generales, está claro, que, a través de la radio, el candidato Toledo encontró el feedback (retroalimentación), tan ansiado, con el pueblo peruano y supo ponerlo a su favor, mientras avanzaba la campaña. Era sorprendente observar su transformación.
En los inicios de 1998, llevamos a cabo una agenda de viajes. Teníamos que considerar las ciudades con mayor electorado, así que Toledo no dudó en buscarlas, como Iquitos, Cusco, Arequipa, Trujillo, Chiclayo, Chimbote, Huaraz, entre otras.
Recuerdo que él compró, con su propia plata, su pasaje y el mío, para viajar por primera vez, y probar suerte en la ciudad de Arequipa. A este viaje, nos acompañó Walter Gago, un amigo que estuvo con Toledo, en los inicios del 98.
Para Toledo sería Arequipa una ciudad donde tendría, tal vez, que constatar mi trabajo de prensa, en provincia. Seguramente, quería ser testigo, en el lugar, sobre la convocatoria que podría realizar.
Así que, apenas descendimos del avión, inicié la convocatoria a todos los medios de comunicación, en Arequipa, sin excluir a ningún medio. La cita era en horas de la mañana, del día siguiente, a las 10 de la mañana.
Y así se realizó una conferencia de prensa, la cual convocó a más de 33 medios de comunicación de la ciudad blanca. Toledo estaba feliz, mejor dicho emocionado, pues había pasado mucho tiempo, desde su primera presentación como candidato, en 1995, que no había tenido a tantos medios de comunicación frente a él.
Sorprendentemente, también lo vi nadar como pez en el agua con el asunto de su conferencia magistral y su tema favorito: su candidatura a las elecciones presidenciales.
Tan feliz quedó que después se fotografió con los mismos periodistas que asistieron a la conferencia, y no sólo eso, también firmó autógrafos a unos jóvenes que pasaron cerca de él.
La prueba de fuego, tanto la mía para convocar y la de él para asumir esta improvisada conferencia, salió a pedir de boca. El trabajo de campaña, en todo caso, había logrado sus frutos, ya que se cumplieron los objetivos, de salir en todos los medios de comunicación de esa ciudad.
Su alegría fue tan extrema, que decidió festejar esa misma noche. Me dijo que de premio al trabajo me invitaría a un lugar importantísimo en Arequipa, amenizado por una peña. No obstante, el recorrido al interior de Arequipa fue tan agotador que al retornar a la ciudad preferí descansar hasta el día siguiente.
Walter Gago me llamó a mi habitación para salir, como habíamos quedado, pero le comuniqué que me quedaría a descansar, así que ellos salieron y, sin duda, celebraron hasta el día siguiente, ya que, en las primeras horas de la mañana, ambos no podían ser ubicados.
La hora del vuelo era a las 7 y 20 de la mañana, por lo que me desperté a las 6:00 a.m., me aliste y los llamé por teléfono. Toledo estaba dormido y Gago se sentía muy mal, así que, de primera mano, me pidió que cancele su viaje, ya que él viajaría en la tarde.
Con Toledo la situación se puso insostenible, ya que le volví a telefonear, y me dijo, muy bien, Jenny, salgo en unos minutos, espérame en el aeropuerto.
Obedecí al pie de la letra, y partí al aeropuerto. Aún estábamos en hora. Cuando llegué a chequear los pasajes de ambos, ya eran las 6:30 a.m.
Como él mismo me lo indicó, estaba en el aeropuerto esperándolo. Al pasar media hora, pensé que tenía que llamarlo, para confirmar que había salido del hotel, pero pasé saliva cuando la dependiente, me dijo, un momento, aún el doctor Toledo está durmiendo. ¡Oh!, no podía creerlo. Le dije páseme la llamada por favor. Sonó muchas veces y luego contestó. Me dijo, Jenny, es increíble, me quedé dormido; estoy saliendo en unos minutos, bien, le dije, rápido, aún estamos en hora.
Nuevamente me senté, ya más tranquila, a leer los periódicos para constatar el rebote de su visita a la blanca ciudad, y sin duda había sido exitosa; estaba en todos los titulares de los diarios de Arequipa. Me sentí orgullosa, pues este viaje le había confirmado a Toledo mi capacidad de convocatoria de los medios en provincia.
Aproveché unos minutos para comprar pan serrano y unos quesos que le encantan a mi padre, pero, nuevamente, el miedo me invadió, presentía que a Toledo le había vencido el sueño. Llamé al hotel, y otra vez, el doctor Toledo me contestaba, casi dormido: ¡Ohhhhhhhhh!, Jenny perdóname, cambia los pasajes al vuelo siguiente, y estoy en media hora, en el aeropuerto, por favor, perdóname.
Muy bien, órdenes son órdenes, cambié los cupos al siguiente vuelo y entonces, para esto sí había un plazo considerable para esperar: casi dos horas.
Me fui tranquila a cambiar el vuelo para una hora más tarde, y aproveché para tomarme un café, leí unas revistas y aprecié la artesanía del lugar. Conversé con algunas personas, que como yo, esperaban que el avión retorne de Lima.
Pasaron las dos largas horas y Toledo, no llegaba. No lo podía creer. Ya estaba desesperada, temía no volver ese día a Lima, y poder reencontrarme con mi pequeña hijita de dos años.
Entonces, asustada lo llamé al Hotel. Tal vez estaba pensando mal, y el doctor había tenido un accidente por el camino. Otra vez la misma señorita, y el teléfono sonando, en su habitación, un par de veces y contestó. Le dije, doctor ¿qué le pasó? y nuevamente Jennyyy, discúlpame, me quedé dormido.
Casi perturbada, le dije: ¿Y ahora qué hacemos? Entonces me dijo, no te preocupes, yo llego y al toque consigo vuelos y pasajes, no hay problema. Le dije, doctor, si perdemos este vuelo -que ya estaba perdido- no hay vuelos hasta las 5 p.m. me dijo, de ninguna manera.
-Por favor avisa a la dependiente del mostrador del aeropuerto que el avión me espere por favor, estoy en unos minutos más.
Me pareció muy raro, es más, en toda mi vida, de viajes con políticos jamás había intentado pedir retener un vuelo para que esperen al político retrasado o al candidato. Era imposible, pero como él lo ordenó, entonces me dirigí al mostrador y solicité la posibilidad de esperar a Toledo, e! candidato a la presidencia. Entonces se miraron, sonrieron entre sí, y me dijeron, lo sentimos, señorita, si no está, salimos sin él. ¡Oh!, no, por favor ayúdeme, él llega en unos minutos más. Me dijeron, si mientras cargamos, el doctor no llega, entonces será imposible: perderá el vuelo. Por lo que tuve que resignarme y esperar.
Como me temía, nunca llegó. Perdimos el segundo vuelo. Era increíble, sólo daba vueltas en el corredor y me daba vergüenza, o más que vergüenza, pánico de pensar que timbraría al hotel y él me contestaría. Por ello, decidí esperar, unos minutos más.
Salí para observar si venía y, luego de 40 minutos, aproximadamente, lo divisé, llegando en un auto tico amarillo. Bajó presuroso y me saludó. Estaba algo avergonzado y nervioso, y me pidió los pasajes. Se los di, y luego exclamó, sígueme. Por lo que lo seguí, y llegamos al mostrador.
Allí me pidió su maletín. Mostré mi asombro y le pregunté ¿qué maletín? ¿Bajaste del auto mi maletín? No, no vi ningún maletín y no bajé nada. Usted descendió del auto, canceló el servicio al chofer, cerró la puerta y el taxista se fue.
Entonces dijo, ¡oh!, no, mi maletín. Se puso nervioso y empezó a caminar por la vereda de ingreso del aeropuerto, diciéndose a si mismo: “No puede ser, es increíble”, mientras se cogía la cabeza con las dos manos. “¿Y ahora qué hago? ¡No lo puedo creer!”.
-Esto es muy curioso, estoy seguro que Montesinos ha mandado robarse mi maletín, estoy seguro, me dijo.
Me quedé muy asombrada. No podía creerlo, pero sin duda, ya conocía que tenía una gran imaginación y ciertos delirios de persecución, y le dije: no creo doctor Toledo, llamaré al hotel para chequear los datos del taxi.
Así, un dependiente del hotel me dio los datos precisos, es más, me dijo: “Señorita llegó el taxista y nos indicó que el maletín del doctor se había quedado en la maletera del auto”. ¡Oh!, qué bien, dije, por favor que regrese el taxi al aeropuerto.
Así, nuevamente fui donde él y le di la gran noticia:
-Doctor, apareció su maletín, no se lo robó Montesinos, lo llevó el taxista, y retorna, en estos momentos, al aeropuerto.
El taxi llegó pronto al aeropuerto, al lugar en el cual nos encontrábamos.
Muy alegre entró al taxi y sacó el maletín, y lo revisó para saber si algo le faltaba.
-Jenny, aquí está mi reloj, es muy querido para mí, un reloj que tiene un gran significado, es más me trae mucha suerte; es mi reloj de la suerte.
Nuevamente, volvimos al asunto de encontrar cupos en los siguientes aviones. Así, Toledo me dijo, no te preocupes es una fija que yo consigo el vuelo. Aquí todos me conocen, lo voy a conseguir, tú espérame aquí. Y me colocó frente al mostrador, a unos dos o tres metros.
Lo vi ir de un mostrador a otro, desesperado, sin ninguna novedad, estaba nervioso y ya no caminaba, ahora estaba corriendo, de uno a otro lado. Sólo podía divisar que los encargados le movían la cabeza, en señal negativa.
En un momento Toledo se detiene y me mira. Viene hacia mí y me dice, Jenny, espérame, lo voy a conseguir, te lo prometo, no vamos a perder el vuelo, estaremos hoy en Lima. Asimismo, me pidió que entrara a la cafetería del aeropuerto. Supuse que no quería que lo viera en esos apuros de buscar cupos.
Así que allí esperé. Al cabo de unas horas, llega Walter Gago, con quien habíamos viajado, y al vernos dijo ¿qué hacen aquí? Le relaté la historia, a grosso modo, y no podía creerlo tampoco.
Pero lo más triste de la historia es que Toledo tenia un mitin, en Chimbóte, y debía estar allí a las 7 p.m., y eso hacía que el tiempo se acortara y las posibilidades del viaje también.
Toledo, siempre entusiasta, volvió con un pasaje en la mano y feliz nos dijo, bien ya conseguí un pasaje, sólo para mí. Me voy a Lima, en un vuelo más pequeño, y así tendré tiempo de llegar al mitin de Chimbote. Allá me espera un vuelo casi a las 7:30 p.m. Muy bien, dije, me pareció increíble, pero había que salvar el mitin, lo demás no importaba.
Así, con tranquilidad despedimos a Toledo, nos dio indicaciones y subió al avión. Con Gago, gestionamos nuestro vuelo para el avión de las 6 p.m.
Sin duda, pensaba que me había pasado otras cosas trascendentales, por ejemplo, en los viajes a todo el Perú con el doctor Carlos Torres y Torres Lara, pero esto era algo sorprendente, era un asunto de responsabilidad y puntualidad.
Había transcurrido una hora y conversábamos amenamente, y de pronto vemos al doctor Toledo venir hacia nosotros. Pensamos que era un sueño, ¿qué hacía en Arequipa, sí tenía que estar en Lima? Así, presurosos nos acercamos a él y nos dijo:
-Maldición, ese vuelo era Arequipa-Cusco-Arequipa.
¡Oh!, no, y sólo nos quedó romper en risas. Los tres empezamos a reír, nadie nos paraba, era algo inaudito, sólo le podía estar pasando esto a él, nada más que a él, había perdido una hora de tiempo, paseándose por los aires del sur, y su mitin lo esperaba en Chimbote.
Inmediatamente, separamos un cupo más para él, en nuestro vuelo y retornamos a Lima sin novedad. En Lima, Gago había ya coordinado una avioneta para trasladarlo a Chimbote, en donde a las 7 p.m. ya la plaza estaba repleta de chimbotanos esperándolo.
Los demás viajes se planearían para los fines de semana, y antes de éstos sólo coordinaríamos con los medios de Lima, para enviarles notas de prensa, lo mismo hicimos con las radios, a nivel nacional.
Para esto, ya contábamos con el apoyo “incondicional” de Aerocontinente, empresa que nos empezó a donar medios pasajes. Luego, sólo pagaríamos 32 soles de impuestos, e increíblemente, después nos harían llegar pasajes en blanco los que rotulábamos para hacerlos efectivos al momento de viajar.
El trabajo de prensa se coordinaba, directamente, con el candidato, quien se tomaba parte de la tarde, en sus oficinas de ESAN, para elaborar el mensaje de cada día, especialmente en el tema económico que era el que veníamos tocando, únicamente, en la capital.
Toledo estaba convencido que para sobrevivir y caminar despacito y por las piedras no tenía que salir a pelearse con nadie. Al contrario, en más de una oportunidad, anunció en los medios de comunicación, que de ser Presidente haría el segundo piso del presidente Fujimori, y que después del año 2000, sí había esperanzas sin Fujimori. El asunto es que esto al parecer gustaba a los mismos medios que apoyaban al chino y con algunos recelos venían a entrevistar a Toledo y este, a su vez, se esmeraba en convencerlos. Al día siguiente, la noticia rebotaba en todos los medios de comunicación.
Trabajamos en ESAN hasta fines de 1997, y los primeros meses de 1998. Luego decidimos cambiar de oficina, ya que Toledo empezaba a ser requerido por los medios y no era ético trabajar su campaña, abiertamente, desde su oficina de ESAN. Así, Papa Noel, Amado Velásquez, nos ofreció una oficina en la cuadra 28 de la avenida Aviación, en San Borja. La oficina estaba totalmente vacía, sólo tenía un escritorio viejo. No tenía sillas y Toledo compró el fax, en Polvos Rosados, el mismo día que nos mudamos.
Toledo, convencido que Montesinos lo espiaba, le puso a este local de prensa el nombre de “restaurant”. Me dijo, cuando hablemos de este lugar, por teléfono, le diremos “el restaurant”. Nadie debe saber que aquí trabajas la prensa, debe ser secreto y nadie puede entrar tampoco.
Con estas directivas, trabajarnos casi medio año, en ese lugar, muy incómodos, pero, posiblemente, fue el tiempo más importante para prender la campaña, en los medios de comunicación, lo habíamos logrado con éxito rotundo y Toledo se sentía muy feliz.
LOS ENFRENTAMIENTOS
Al pasar los días, podíamos saborear, también, como íbamos subiendo en las encuestas. Era sorprendente, ahora los periodistas perseguían a Toledo, ya no teníamos necesidad de llamarlos. Ahora, ellos estaban atentos a nuestra agenda, es más teníamos que transmitirla, vía fax, para que estuvieran informados. Con esa agenda, ellos perseguirían al candidato, así vaya al cementerio a colocar flores.
El incremento en las encuestas, también traía otras implicancias, en el seno y la organización de la agrupación, por ejemplo, venía más gente, más recomendados, listos para apoyar con dinero o para hacer bulto, en los mítines. El asunto es que, cada día, observábamos más personas, en las oficinas de Cantuarias. Algunos se prestaban para apoyar llevando y trayendo polos y pancartas.
Otros, como Dante Matos, prácticamente, trajeron a los empleados de sus empresas y se especializaron en armar los estrados, en menos de media hora; no importaba de qué tamaño los pidiera Toledo, ellos lo preparaban. Se encargaban de todo, desde el armado, la decoración, hombres de seguridad, lo tenía todo. Era como quien solicita un delivery, con una llamada telefónica, y los hombres de Dante Matos estaban allí, haciéndolo todo, como hormigas, con total eficiencia.
Pero, este ingreso de gente que no conocíamos, sin duda, provocaría celos y malentendidos, entre la gente antigua, principalmente entre los fundadores, ya que Toledo jamás tenía por costumbre informar al partido o a los de la organización quién era quién. Todos se mezclaban, y entre ellos se celaban por cualquier cosa. Generalmente, en los mítines discutían y se peleaban por subir al estrado; los hombres de Matos no lo permitían, ya que esa era la orden del mismo Matos. Y por otro lado,
Toledo nos ordenaba, en prensa, que sólo subirían al estrado, él, Waisman y Eliane.
Entonces, empezaba la trifulca. Los primeros que querían subirse al estrado eran los candidatos al congreso y específicamente, la orden de Toledo habría sido dirigida hacia ellos: “no sube ningún candidato al congreso, están cojudos, este es mi mitin”, ordenaba enérgicamente, el candidato y líder del Partido.
Toledo, al percibir que ingresaba más gente al partido, empezó a medir fuerzas, y a enfrentarlas, para saber qué equipo sería el que más le pudiera servir, y a quiénes podría delegar algunas funciones. Pero, saber delegar era un poco complicado, pues cuando delegaba, generalmente, era a quienes deberían encargarse de la captación de recursos económicos, y si no lo lograban, entonces llamaba a su equipo de emergencia, al de siempre, desde los inicios, que era conformado por Mauricio Diez Canseco, Panchito y la que escribe. Así, a última hora, nos decía, ustedes pongan a la prensa en un avión, envíen un grupo de campaña de avanzada y armen todo para mañana, a las 6 p.m., en Chimbote. De esa forma, nosotros debíamos cumplir esa orden, vivos o muertos.
Esto, sin duda, generó celos entre la gente más antigua, los fundadores, que se quedaban con la boca abierta, al ver delegar la función en gente joven y más activa, y que sin duda lo haría, puntualmente, como siempre se había trabajado, al lado de Toledo.
En el caso de Mauricio Diez Canseco, él tenía dinero y lo podía solucionar todo; invertiría su dinero para recuperarlo después, tal vez sin saber cómo, pero invertía el dinero. Los otros no contaban con dinero, y por lo tanto no cumplirían con la orden.
La elección de los personeros también fue un problema, todos querían gerenciar el tema de los personeros, llegó gente con casas, incluso para utilizarlas para tales fines. También, otros trajeron computadoras y gente especializada en informática. ¿Quiénes eran? no lo sabríamos jamás.
El asunto era que Toledo tendría que decidir en seguir trabajando con los fundadores, entre ellos, Cruz, Alvarado, Sánchez, Arroyo, y al otro lado, Mora, Velit, Sheput. Había muchos, y todos sin duda, tenían intereses. La mayoría se lanzaría como candidato al congreso.
Cuando empezaron las dudas y murmuraciones, y algunos pleitos por manejar el tema de los personeros, Toledo nos llamó, al grupo más íntimo a Cantuarias, y allí, en una reunión cerrada con Alvarado, Cruz, Ferrero, Eliane Karp y otros, cuyos nombres no recuerdo, les pidió que explicaran el motivo de la desunión. Luego de escuchar a ambos grupos, dijo, tienen que sumar, trabajar juntos, no es posible que se estén peleando. Los grupos estaban definidos y él tenía que decidir entre los antiguos y los nuevos. Giró hacia donde estábamos sentadas, la Sra. Karp y yo, y nos preguntó, quiénes tendrían que comandar esto, y yo le dije, el partido, los fundadores. Volteó el rostro y sentenció: los fundadores lo hacen y no hay más que hablar, y como ustedes, también, se han dividido, es hora que se pongan las pilas y sumen.
LOS TEMORES DE MAMUSKA
Mamuska no figuró en los inicios de la campaña, mejor dicho no existía. Jamás la vimos en el año 1997, pero si apareció varias veces, en 1998 y 1999. Poco se hablaba de ella. El candidato andaba solo y además realizaba una vida de soltero…
La decisión de acompañar a Toledo, desde tan temprano en la campaña, como él mismo decía, desde cuando no era nadie, y nadie daba nada por él, me permitió conocerlo más. Lo percibía totalmente solitario y creía que sus escápatelas de los viernes y sábados por las noches, eran para olvidar la ausencia de su pareja que, misteriosamente, no se encontraba cerca de él.
En el transcurso de la campaña, Toledo nos invitó a varias reuniones de camaradería en su casa, en donde él se encargaba de la preparación de platillos, la compra de los tragos y la relación de sus invitados, que era gente muy cercana a él; generalmente los fundadores, desde 1994. En estas reuniones, escuché hablar un poco mas de la pareja ausente de Toledo y más de un comentario me sorprendió.
Mamuska, por razones no conocidas a fondo, había tomado la determinación de abandonar su hogar, dejarlo todo y volver a su país, Bélgica, dejando no sólo a Toledo, sino también a su pequeña hija de, aproximadamente, 4 años. El comentario era terrible. Las mujeres del partido comentaban furiosas el abandono a la niña. Y las amigas más jóvenes de él, decían que la gringa no tenía sentimientos.
La niña, mientras crecía, se encargaba de espantar a cuanta mujer se acercara a Toledo y quisiera ingresar a su casa. Sin duda, a su corta edad, comprendía que debía guardarle el lugar, al anhelado regreso de su madre.
También dijeron que su tía Flor del Campo fue la que se hizo cargo de la niña y vino a vivir a la casa de Toledo, para hacerse cargo de ella y para que le prodigara el amor materno.
En tiempos de la campaña de 1994, aquella niña acompañó a su padre en más de un recorrido proselitista, a los diversos distritos y provincias del país, se les veía muy amigos, y muy unidos. La adoración que ambos se demostraban era obvia, en algunos videos de aquellos días, que el mismo Toledo me permitió observar.
Luego tendría la oportunidad de conocerla. Había dejado de ser tan niña y vi una jovencita preciosa, de ojos maravillosos, de muy pocas palabras, pero de expresión dura, de palabras firmes y muy aprensiva a su cariñoso padre; juntos, obviamente, formaban el par ejemplar de los abandonados.
Los días de campaña se hacían más fuertes, y Toledo ahora tenia que demostrar que vivía con su pareja. Mamuska tendría que entrar en escena. Así, un día el mismo Toledo anunció que al próximo viaje lo acompañaría su mujer. “Necesitamos la figura femenina en la campaña, también, en algunos viajes al interior del país, iremos la familia completa”, se reafirmó…
Un día, cuando nadie la esperaba, se presento en una de las reuniones que se realizaban todos los martes, en el local de Bajada Balta. Vi una mujer medianamente delgada, de cabello claros, que durante toda la reunión observó hasta el último rincón, tal vez analizando las últimas palabras que decía Toledo a sus militantes. Estaba distante, no miraba a nadie en particular.
Ésta habría sido su primera aparición. Más tarde estaría en toda la campaña.
Su participación activa la realizó viajando con el candidato todo el año 1999. También le daba consejos de Economía a Toledo. Ella daba el puntillazo final en esos temas y le guiaba, enérgicamente, para que él no bajara la guardia, en los detalles y precisiones de ese tema.
Recuerdo que en algunos recorridos quiso participar y dar su opinión a los periodistas que nos acompañaban, pero Toledo no se lo permitía, le hacía señas y enviaba miradas para que se mantuviera callada.
Sin duda, era difícil mantener callada a una mujer de sus características, menos aún cuando ella se integraba, en un ambiente caldeado de la campaña. Su ex esposo se enfrentaba a una campaña difícil, ya que en los inicios, la prensa ni siquiera quería mencionarlo.
Ella tuvo la idea de crearle a su ex esposo la imagen de figura del pachacuti, el inca prometido para la resurrección del Perú.
Así, Toledo iba creciendo, y poco a poco, ante el asombro del equipo más cercano, se impuso con timidez en los sondeos.
Toledo, quien diseñaba personalmente la campaña, armó su equipo, que consistía en un pequeño equipo en prensa, y un grupo más amplio para campaña; serían los puntales determinantes. Dentro del equipo de campaña designó a un hombre blanco bien plantado, apodado “el Gato” para realizar la conformación y recolección de la bolsa. Él era quien se encargaba de buscar grandazos y gente de dinero que apostaba con donaciones económicas para los gastos de la campaña presidencial y también para recuperar la democracia.
Así, el mismo Toledo, en algunas oportunidades, tuvo que viajar a los EE.UU. para asistir a las cenas que se organizaban a su nombre. La tarjeta valía 100 dólares americanos. En la cena daba una conferencia y explicaba su propuesta para salvar la democracia, y los animaba a convertirse en militantes de su partido y jugarse con él, por esa causa.
Mamuska, en uno de esos viajes, me solicitó sacarla a la prensa, decía que quería figurar y aportar públicamente, que tenia ideas interesantes y que esto ayudaría a la campaña. “Ahora que Toledo ha viajado, es la oportunidad: ábreme los medios”.
Al parecer quería figurar más. Antes, sólo había salido, en los reportajes, como pareja, en la fotografía, al lado de su Toledo, pero sin aportar una sola palabra; Toledo se lo habría prohibido.
Sabía que al obedecerla, me costaría una llamada de atención, pero era consciente, de igual forma, que Toledo se había estancado en las encuestas: no había subido un sólo punto en una semana. Pensé que era importante jugarnos el albur de sacar a la gringa, para ver si realmente ayudaba. Ella era antropóloga y economista: tendría algo que aportar.
Entonces, un amigo del diario Liberación nos apoyó en esta aventura y pactamos la entrevista. Tendría que darse en su casa y vendría una reportera. La entrevista fue extensa y, sin duda, la periodista quedó convencida, en realizar un extenso reportaje lo que no tenía seguridad, es que si sería a favor o en contra.
Entender a Mamuska era un poco difícil, tenía cosas claras en sus conocimientos, pero estaba disfrazada de la idiosincrasia de nuestro pueblo, habría hecho, sin duda, esfuerzos, pero pocas veces habría sido acertada para darle equilibrio a sus palabras.
Cuando Toledo llegó de su viaje, le informé sobre esta aventura, lo triste era que había transcurrido una semana y la entrevista no había sido difundida, así que Toledo me advirtió que sería mi responsabilidad si sacaban los resentimientos judíos de su mujer. Me dijo:
-Jenny te hago responsable, por hacer hablar a Mamuska. No es acertado, nos puede traer problemas. Estoy en duda, ¿qué pudo recoger la periodista que hace tan difícil la salida de la entrevista en Liberación? Insiste, pregunta cuándo sale y avísame por favor.
Para entonces mi preocupación había crecido, más aún si el mismo Toledo asumía que esto podía ser peligroso. Llamé cerca de 10 veces a la redacción de Liberación y mi amigo me aseguró que la entrevista salía, pero desconocía el enfoque. La tensión creció de inmediato, y permaneció por muchos días más, ya que una entrevista con enfoque negativo, perjudicaría la campaña.
A la semana, la entrevista salió en un reportaje especial de ese diario, en una página. Fue impactante. No podía creerlo, la reportera había seleccionado los recuerdos de la niñez de Mamuska, que sin duda eran muy fuertes, pero también había resaltado su preparación profesional, y como si fuera un sueño, esta misma entrevista que nos hizo temblar, en más de 15 días, había aportado un caudal de credibilidad, sin proponérselo al propio candidato.
Toledo, al observar la respuesta, pensó que era bueno que Mamuska participara, pero él tendría que medirla, y… ¿por qué no?, él mismo acompañarla a las entrevistas, Habría que sacarla a la prensa, pero teniendo mucho manejo con ella y sus opiniones.
Así, Mamuska empezó a salir, en todos lo medios de comunicación. La mayoría de las entrevistas las contactamos, en los medios en donde trabajan algunos amigos. En conclusión, la noticia del mes era la Mamuska y todos rumoreaban que el candidato Toledo tenía una mujer inteligente, simpática, instruida y que aportaba en temas económicos. Sin duda, es una mujer preparada y podía guiar a su esposo, de llegar a la presidencia. Sería un caso nunca visto en una candidatura presidencial peruana.
También hay que reconocer que algunos periodistas, como Ortíz, ayudaron alguito para que ella empezara a brillar en las entrevistas, especialmente en la de su canal, al competir con otras parejas de candidatos presidenciales.
De igual forma, fue entrevistada por diarios de línea económica y aunque era radical salía airosa. En poco tiempo se había convertido, gracias a los medios de comunicación, en una lideresa de opinión, todos querían entrevistarla para cualquier tema.
Poco a poco, empezamos a ver y sentir su metamorfosis. Aprecié un cambio en ella, al hacerla tan popular como el candidato. Su comportamiento, en el entorno, varió. Por ejemplo, empezó a exigir una agenda de prensa, también para ella, con tono dictatorial y descortés, lo que fue, inmediatamente, corregido por Toledo, igualmente, pedía opiniones sobre su vestuario. Aprendió que los jeans sólo serían para los viajes, y en Lima tenía que lucir vestido o falda para llegar al público electoral, y el color apropiado sería el rojo.
Los titulares habían tomado más atención por la compañera de Toledo, toda la prensa quería conocerla y hasta fue invitada a los programas femeninos para conocerla un poco más. Mamuska, hábilmente, en menos de dos meses, se había comprado, con astucia, la opinión a favor del pueblo peruano. Llenó de esperanza, a quienes sin duda, al principio, pensaron que esta extranjera, al lado de un candidato peruano, sería el gran aporte a la política, en nuestro país.
Cuando un programa de televisión lanzó el caso Zaraí y sus pormenores, también fue solicitada por la prensa y tuvo que afrontarla en más de un programa femenino, así que se vistió de rojo y salió a defender la fidelidad de un cholo que no hacía más que divertirse, todos los fines de semana con ella o sin ella. Su guión era el mismo: salía a explicar que la madre de Zaraí era una mujer cualquiera, que no merecía ser escuchada por los medios de comunicación, y cuando se le preguntaba de Zaraí, sus opiniones llegaron a ser irrepetibles.
A mediado de 1999, ya estaba sumergida en la campaña. Su atuendo juvenil y deportivo la hacía confundirse con todo el entorno más cercano de Toledo. Ella estaba allí, siempre en los discursos, los viajes, los recorridos, los almuerzos de camaradería, y hablándole al oído, cada vez que tenía la oportunidad.
INTRIGAS
Después comprobamos que por el odio es que le llegarían las dudas y los comentarios, en contra del equipo más cercano.

También sembró la duda, desunión y la intriga al candidato. Estaba muy cerca y podía con una palabra decir si era positivo o negativo, y el candidato, con tal de tenerla en la foto de la campaña, tendría que aceptar forzosamente sus requerimientos.
Así empezó a incomodar a más de uno de la organización de la campaña, ya que si ella se mostraba mala, en la elección de la visita a una ciudad, y compartir con los militantes, el viaje era postergado. Todo le parecía una pérdida de tiempo. Ella criticaba los tiempos que compartía el candidato con el pueblo, pensaba que debía tener menos contacto humano. Nosotros pensamos que no, ya que, desde 1997, habíamos comprobado que era el contacto humano lo que más lo acercaba a los pueblos. Así lo reconoció un reportero de un canal de televisión, de apellido Centurión.
La clave del candidato era su contacto con la gente, el tocarles el rostro, tocarles las manos, besarlos, saludar a quienes lo saludaban y a quienes no lo querían saludar.
CELOS
El problema era mayor si Toledo mostraba interés por conversar con alguna militante jovencita, del lugar que visitabamos. Nadie que fuera de sexo femenino tenía que acercarsele, porque ella iniciaba una escena de celos que consistía en una metralleta de miradas. Inmediatamente, transformaba su comportamiento por completo, se acercaba al entorno más cercano a averiguar por ésta o por aquella. Nosotros habíamos comprobado en más de una oportunidad que es una mujer insegura y extremadamente celosa.

Sus más íntimos temores eran transmitidos, sin duda, a su cuñada Flor del Campo, que, con poco tino: le había aconsejado las peores actitudes a demostrar en público.
MEZQUINDAD
Pude ser testigo de cómo mezquinaba un plato de comida a más de un militante. Toledo, dadivoso con pocos, ofrecía una cena después de su visita a cada ciudad, y a la mesa llevaba a sus más queridos militantes del lugar. Entonces, ella observaba la mesa, solicitaba la carta, leía los precios, preguntaba a los comensales qué habían pedido y decía a Toledo que no estaba de acuerdo con el despilfarro de darle de comer a tanto “muerto de hambre”, y que era mejor terminar las visitas, despidiéndose en el aeropuerto. Le mortificaba ver gastar un dinero que había ingresado, directamente, como aporte para la campaña. Siempre, en voz alta, recordaba que ella no podía hacer gastos porque estaba terminando de pagar su casa en Camacho.
Mas tarde, demostraría que era incapaz de aportar un solo sol a la campaña; quería que le dieran el dinero, pero no compartir nada. Así, en una fiesta de navidad que preparó el partido para los niños más pobres de Lima, ella se opuso a donar 150 muñequitas de plástico de un sol que la organizadora le había pedido hacerlo. Se justificó, diciendo que 150 soles de donación era mucho dinero, y ella aún tenía que pagar su casa. Más tarde, Toledo le había advertido al partido no pedirle un sol a Mamuska; eso estaba prohibido.
CONVIVIENDO CON LA MAFIA
Un día llamó a mi casa para preguntarme si un político, conocido corno el heladero, tendría conexión con la mafia. Textualmente, expresó: “Jenny te llamo para hacerte una pregunta muy seria. Necesito que me saques de una duda importante que tengo, y no me deja dormir”. Le dije, sí doctora, pregúntame, y me dijo: “¿Crees que el heladero tenga conexión directa con la mafia? Le repliqué, ¿qué mafia?, y agregó, “…este señor parece que se comunica con Montesinos, hay muchas cosas que a mi parecer coinciden con sus actitudes y tengo temor que esté en la entraña de esta campaña”. Le respondí, bueno, este heladero viene del gobierno anterior, yo misma me he preguntado, en más de una oportunidad, qué hace metido aquí y en todos los gobiernos. Ahora entra a esta campaña política, la cual se inicia con un grupo de gente de buena voluntad y de amigos que seguimos a un líder que quiere cambiar la casta política, y este viejo político está metido aquí con todas sus intrigas y con todas sus mañas, ¿quién le ha permitido ingresar a esta campaña y a cambio de qué?
-El heladero pertenece a la vieja casta política, y también pienso que no debe estar tan cerca de la campaña, pero Toledo lo permite, y no entiendo qué razones poderosas tendrá. ¿Por qué, mejor usted no le pregunta al mismo Toledo? Ella replicar: “Es que yo estoy recogiendo información sobre este hombre; lo veo y siento que es peligroso: tenemos que descubrirlo”.
Al día siguiente, siguiendo la agenda de la campaña, la volví a ver con sus jeans bien puestos, y otra vez preparada para emprender un nuevo viaje, una nueva ciudad, y otra vez al lado del heladero o la misma mafia. Ella estaba allí y orondamente hablándole también al oído. Yo no entendía lo que pasaba. Unas horas atrás, me había demostrado su desconfianza hacia este comodín político, y ahora estaba muy cerca de él, jugándose algunas bromas como si nada hubiese ocurrido. Jamás supe si le preguntó a Toledo, ¿por qué este heladero estaba en la entraña de este joven partido? No sé si el heladero la convenció. El asunto es que dudando o no dudando de él, ella estaba allí nuevamente, lista para la foto, tal vez compartiendo con el mismo enemigo.
El tiempo más tarde justificaría la permanencia de este heladero en la campana, ya que habría dado más de un consejo traidor a Toledo, tampoco se puede olvidar sus ideas alucinantes para el marketing político y su afán por conquistar los medios de comunicación, sólo para él, y claro la escuelita para los congresistas donde les enseñó las triquiñuelas, para administrar su tremendo presupuesto, pagando bajo sueldos y engrosando las planillas.
QUE NADIE PISE MIS ALFOMBRAS
Con el transcurrir de la campaña, Mamuska tornó una actitud más de mujer cuidando a su pareja. No soportaba siquiera que Toledo se reúna con algunos amigos, menos aún en su casa, nadie tendría que pisar sus alfombras, pero a Toledo, que poco le importaba, hacía todo lo contrario y esto trajo más de una discusión entre los socios, como ellos mismos se empezaron a llamar.

Las escapadas de Toledo se hacían más seguidas. No había viernes ni sábado que no fuera a celebrar, Toledo le pedía a su chofer ir a su lugar favorito, ya que como relata el mismo chofer, él le solicitaba, al acabar las faenas de campañas: “lléveme donde usted ya sabe”. Más tarde, todos sabríamos, por las denuncias periodísticas, cuáles eran los lugares que él y su chofer habrían visitado más de una vez.
Contaban muchas cosas, en torno al comportamiento de la gringa, se decía de la A hasta la Z, pero todos eran rumores, su mal carácter, sus pataletas, su angurrienta forma de cuidar hasta el último centavo, sus duras expresiones contra los otros cholos peruanos y su falta de reconocimiento hacia la mujer peruana, claro Toledo era el culpable, le había hecho creer que era la batichica y eso nadie podría cambiarlo.
Pero un día, la batichica se dejó ver en plena acción. Fue en una parrillada que se le ocurrió hacer a Toledo, en vísperas de su cumpleaños, en su mismo domicilio, sin consultarle a la Mamuska, aprovechando que ella estaría en el gimnasio. Invitó a 30 personas elegidas por él mismo al festín, todos amigos entrañables, fundadores del partido y entre ellos muchos dioses del vaso. La reunión empezó con los tragos que iban y venían y el autoservicio de la parrilla. Toledo estaba sumergido en el festín, sin embargo, a su hermana se le notaba incómoda, y advertía por toda la casa que no se pisaran las alfombras y que no tomen tanto, que la Mamuska llegaría y se armaría la bronca del siglo.
Así, más de un invitado, frente a este comentario, tratamos de apoyar en recoger algunos vasos y platos y acercarlos a la cocina, y porque no regresar los muebles que algunos invitados habían movido de sus lugares. Tratamos de poner orden, ya que el rostro de la Flor del Campo era de histeria total, miraba a los invitados, y el temor pintado en su cara anunciaba el ingreso de la Mamuska, “qué terror”.
A las 6 ó 7 p.m. ya sólo quedaban 14 personas. Únicamente, se habían quedado los que tomaban a su ritmo, y no querían retirarse y Toledo no dejaba de servir más y más tragos. En esos instantes, la batichica realiza su entrada triunfal, por el lado posterior de la casa, por la puerta de servicio. Estaba con los cabellos amarrados y entró furiosa a reclamar el desorden, inspeccionó la cocina, sus ollas, los vasos en el fregador de platos, estaba furiosa y el color anémico de sus mejillas se había transformado en rojo bandera. Más tarde subió al segundo piso y llamó a gritos: Toledoooo…. y de esta misma forma, le exigió sacar a todos los borrachos de su casa, “se van todos, han pisado mis alfombras, han ensuciado mi casa, estos mugrosos de tu partido, quiero mi casa sin gente, todos son unos viles borrachos, esto es una invasión de indios”. Todos habíamos escuchado atónitos desde el jardín interior.
Así, sin pensarlo, los últimos invitados emprendieron la retirada.
Al día siguiente, me comentaron que fue imposible sacar a unos 5 borrachos y que ella había escenificado la peor pataleta de su vida, había echado sapos y culebras, y ella misma los había botado de su casa.
Ahora ya comprendíamos quién mandaba en la casa de Toledo, el asunto estaba claro.
EL SECUESTRO
Eran las 11 de la mañana de 1999, la Mamuska había llamado, insistentemente, hasta encontrarme en mi casa, Toledo había sido secuestrado por la mafia y le habían tendido una trampa para filmarlo, en las peores circunstancias, al lado de 5 mujeres, sólo para hacerle daño durante la campaña. “Es obra de Montesinos. Él sacará el video para perjudicarlo en la campaña”, me dijo.

No estaba indignada. Se sentía como una mujer a quien el marido le hubiera narrado la mentira más piadosa del mundo para su tranquilidad y para salvar la relación, justificando su desaparición en una noche loca. Tal vez, ella misma no lo creía, pero tenia que pensar que era cierto para continuar la campaña.
Entonces, le pregunté en dónde estaba Toledo y ella me dijo que estaba descansando. “Está confundido, ha sido un problema grave casi no ha podido conciliar el sueño”. No entendía nada, ya que conociendo que era tan celosa, esperaba un ataque descontrolado de celos, y fue todo lo contrario, fue la mujer sumisa, aterrada y sacrificada, por la historia de una noche de putas transformada, en un secuestro al paso. El asunto estaba en que si ella lo creía, Toledo estaba salvado. Lo que Toledo no imaginó es que esa misma historia la tendría que contar a los medios de comunicación, para mantener la mentira piadosa que le diera a su mujer: todo en aras de salvar la campaña y claro por ende la lucha para recuperar la democracia.
CANDIDATOS A LA SUERTE
La conformación de la lista de candidatos en Perú Posible se realizó a última hora. Pocos tuvieron el privilegio de observar de cerca la selección; tenía que ser secreta y realizarse con minuciosidad, fuera de los locales del partido. Para tal efecto, se escogió un hotel miraflorino, que no era el de León Rupp, sino uno ubicado cerca de las empresas de Dante Matos.

Allí, muy pocos tenían acceso, entre ellos Coqui Toledo, Luis Solari -según la confesión de un fundador del Partido- también el mismo Toledo, el chino José Fuentes, y alguna de las secretarias de Toledo, pero sólo para llevar uno que otro currículo que se ofrecía, en las últimas horas. El chino José -seguridad y hombre de confianza de Toledo- y otro agente de seguridad del Chino José, estaban vigilantes para que nadie, que no sea llamado al hotel, tuviera acceso a éste.
El rumor era que Toledo estaba muy concentrado eligiendo a los candidatos y no quería que se le moleste para nada. Coqui era quien escribía en la computadora el listado de éstos, eligiendo, conjuntamente, con su tío, la numeración y el orden en la lista, pero, también, atento al precio que se le ponía a cada candidato por número en la lista. El mismo Toledo se encargaría de las entrevistas con los postulantes. Sin duda, muchos del mismo partido y otros también que nadie conocía, serían los invitados o recomendados, a última hora, claro con su plata. Toledo era claro y conciso y no les dedicaría más de 15 a 20 minutos, a cada candidato.
Aunque poco importaba las hojas de vida de los postulantes, éstas se utilizaron para pasar lista y así fueron citados uno a uno, en las afueras del hotel miraflorino. En los locales de Perú Posible, deambulaban los futuros candidatos a la lista, los que por traer algún aporte tendrían la posibilidad. Los más misios eran los más desesperados, ya que según transcurrían las horas se les acababa la probabilidad de ingresar a la lista.
Los candidatos de provincia fueron los primeros en ser recibidos, y uno a uno fueron ingresando a la entrevista. Muchos fueron descartados en el acto, según rumorean en las puertas del local de Cantuarias; la razón era por no contar con el aporte que les solicitaba, el mismo Toledo. En todo caso, si existía una promesa de pago tendrían que hablar con “el gato”, él se encargaría de realizar el fino trabajo de la recepción del dinero, cheques y letras.
Según el gato, las aportaciones se dieron de todas las formas, a través de dinero en efectivo, cheques, y algunos cheques sin fondo, increíblemente, también, letras a pagar, después de ingresar al Congreso, y que, irónicamente jamás se cancelaron.
Por otro lado, el aporte de quienes si podían se realizaba sin ningún problema. De esa forma, consiguieron su expectante cupo en la lisia: Julia Valenzuela, Marcial Ayaipoma, Alberto Kouri. Jorge D’Acuña, Javier Cáceres, entre otros.
Los más misios, sin duda, entrarían con el pago por su trabajo, contribuyendo con el partido a la recolección de firmas y el trabajo organizado al interior del país, conferencias, entre otras actividades. Entre ellas, podría considerarse a Doris Sánchez, y las mujeres del partido que las colocaron casi a última hora, sin entregar ni un solo dólar, como fueron Rosi Guzmán, Delia Pobis, Nena Document, Armandina Aguirre, entre otras.
Se futró que Toledo había invitado a algunas mujeres profesionales de prestigio, algunas que trabajaban en ESAN, pero ellas no aceptaron entrar en la aventura política. Por esa razón, la conformación de la cuota obligatoria de mujeres, en la lista para postular al Congreso, se definió casi a última hora: por eso descubriríamos, desde la instalación del Congreso, muchas sorpresas como la de la congresista Chuquival.
La lista se construía en estricta reserva. Toledo se encontraba, a puerta cerrada, en una de las habitaciones del hotel miraflorino, y nadie sabía lo que estaba pasando adentro. Aunque, nuestra fuente nos contó que a media mañana ya se había recibido mucho dinero, en efectivo.
En todo caso, Toledo tenía que permanecer encerrado, ya que muchos militantes de su partido se creían también con derecho a integrar la lista al Congreso, así que él había preferido esquivarlos. En todo caso, Toledo al parecer, no les habría ofrecido nada, pero ellos se pusieron la camiseta, pensando ganar algo, pero al final, prevalecería el aporte económico, más no los sacrificios humanos, menos aún, un buen currículo.
Sin duda, este fue el primer día de gran desilusión para muchos de sus militantes, ansiosos por postular al Congreso, quienes vieron muertas sus esperanzas, al enterarse que sólo con dinero podían conformar la lista.
Asimismo, la lista la integrarían los desconocidos, a quienes nunca vimos, los que trabajamos la campaña, desde adentro. A estos, los fundadores les llamaron los golondrinos, ya que sólo vinieron al partido a servirse.
La candidatura de la lista congresal de Perú Posible nada tendría que ver con lo que Toledo pregonaba en los mítines, ya que en las distintas plazas del interior del país decía que había ido a buscar a los empresarios de éxito y políticos valiosos, para conformar la lista de su Partido al Congreso.
Muchos imaginamos que, sin duda, en la lista habría gente de bien, con valores morales, trabajadores, responsables, padres de familia ejemplares con hijos reconocidos, lumbreras universitarias, gente nueva, jóvenes, empresarios y hombres probos, capaces de cambiar la historia del país, y que no tuvieran que pagar para conseguir ser congresistas, ya que tarde o temprano podrían convertirse en tránsfugas, capaces de cambiarse de camiseta según sus propias convicciones. En todo caso, habían comprado su curul y no se la debían a nadie. El tiempo no demoró en darnos la razón, y que esto no le interesaba para nada a Toledo; poco le importaba constituir un Congreso decente.
A pesar de esto, los candidatos a las listas previas, al Congreso, hacían cola en las puertas del edificio de Cantuarias, para saber si podían quedar preseleccionados. Sin duda, que el restaurante Don Pipo, ubicado en el sótano de ese edificio, había hecho más dinero que en toda su existencia, ya que de pronto, sus instalaciones se llenaron de comensales que esperaban ansiosos la gran oportunidad.
Ingenuamente, yo pensaba que a pesar de todo lo que escuchaba, Toledo estaba buscando los mejores líderes de provincias y lumbreras culturales; gente nueva para su lista. También lo dijo a la prensa. Anunció, en dos oportunidades, que estaba visitando el interior del país para buscar los candidatos, razón principal por la que realizarnos un viaje fugaz a provincias.
Recuerdo con exactitud que una entrañable amiga, la doctora Sonia Valcárcel, Presidenta del Consejo de Juventudes Nacionales, me solicitó una entrevista personal con Toledo para pedirle, personalmente, que la incluyera en su lista. Así, con mucha timidez le sugerí a Toledo, la posibilidad de entrevistar a la doctora Valcárcel, a quien conocía más de 20 años, y cuya labor en defensa de los jóvenes en todo el Perú, había observado muy de cerca.
Una mujer que, a cambio de nada, se había convertido en una esperanza para tantos jóvenes desprotegidos de todo, especialmente del apoyo legal, y que en muchas oportunidades por su precaria situación económica se habían convertido en victimas de la sociedad. Por eso, ella puso a disposición de ellos, su estudio de abogados, así como medicinas, en forma, totalmente gratuita para muchos jóvenes que padecen de SIDA, en todo el Perú.
Entonces, ingenuamente, pensé que ella, por su profesionalismo y éxito en el Consejo de Juventudes Nacionales, pero sobre todo por su sensibilidad humana y su vocación de servicio, a flor de piel, de hecho se convertiría en una gran candidata, con muchas posibilidades de ganar en la lista de Perú Posible.
Cuando le comenté quién era la doctora Valcárcel, él mismo me solicitó su currículo, el cual se lo entregué personalmente, además de un brochure del CODEJUN, institución que ella presidía.
Increíblemente, esa misma tarde le concedió la cita para entrevistarla, a la cual, ella acudió puntualmente. A pocas horas de la reunión, sonó mi celular y escuché la voz quebrada de la misma doctora y me dijo lo siguiente:
-“Ay, Jenny, aún no sabes con quién trabajas. Este señor Toledo me ha pedido dinero para integrar su lista. Me ha pedido 150,000 dólares, y como tú sabes a mí me parece poco digno pagar para candidatear al Congreso. Además, esa cantidad de dinero podría ser utilizada, en tantos jóvenes que atiende mi estudio, y no me parece que deba entregárselo para ser candidata al Congreso en la lista de Toledo”, expresaba la doctora, con la voz cargada de amargura, indignación y desilusión.
Me quedé absorta. No supe que decirle. Sin duda, me sonrojé y preferí sentarme en una de las gradas de una escalera que estaba cerca de mí. Entonces, escuché el detalle de ese increíble diálogo de los labios de la doctora:
-“Llegué puntualmente. Me atendieron, en ese mismo momento, pero por ser la primera vez que tenía el interés de postular al Congreso y apoyar, desde el legislativo, a nuestros jóvenes olvidados, me sentía emocionada y algo nerviosa. Luego, me llamaron e ingresé a una elegante oficina. Me senté frente a él. Era la primera vez que lo veía en persona; siempre me pareció un proyecto importante.
“Vi de reojo que tenia entre sus manos, la copia de mis documentos que le envié contigo, pero yo llevé una más y se la dí, pero él ni la revisó. Yo hice una presentación previa sobre mi labor profesional, luego escuchó, atentamente, mi relato sobre el CODEJUN, del que quedó muy interesado, porque me hizo muchas preguntas al respecto, y al rato me dijo:
-‘Doctora, necesitamos que aporte para los gastos de campaña 150,000 dólares’.
-“Y sorprendida, sin atinar a otra respuesta, le expresé que lo que pedía era mucho dinero y que lo que tenía estaba destinado al apoyo desinteresado de muchos jóvenes, que sufren miseria en nuestro país. Yo no cuento con tanto dinero en efectivo, tendría que sacar este dinero del banco y sin duda estaría perjudicando a la causa de los jóvenes del CODEJUN”.
-“Doctor Toledo, le dije, me parece que soy una candidata que puede integrar, su lista. Acépteme, se sentirá orgulloso que una profesional como yo integre la lista de su partido. Y Toledo respondió;
-‘Doctora, qué me está usted diciendo, que quiere postular sin aportar a la campaña. No es posible, todos tienen que apoyar la campaña contra la dictadura’.
-“Doctor, me es imposible destinar tanto dinero para integrar su lista, le dije enfáticamente. Yo aportaré más dentro del Congreso, a favor del Perú, recuerde que tengo una experiencia palpitante que es el Consejo. Toledo se sonrió y me volvió a repetir que era imposible”.
“Traté, infructuosamente, de convencerlo y hablarle de un proyecto Nacional que tenía entre manos, la conformación del CODEJUN, el cual Toledo escuchó con mucho interés. Sin embargo, Toledo, mirándome fijamente a los ojos, sentenció;
-‘Doctora ¿qué piensa usted, que si yo no gano las elecciones me voy quedar aquí? ¿En este país de miserias? ¿Usted cree que si yo no soy elegido presidente, me voy a quedar en este país? ¡NO!’
-“Así es Jenny, esta fue la entrevista con el líder del Partido. Gracias por la oportunidad que me diste, pero he quedado decepcionada de él y de la conformación de su lista al Congreso”, terminó diciéndome la doctora Valcárcel que aún no salía de su asombro.
Lo escuchado me había caído como un baldazo de agua fría. La doctora me estaba confirmando que Toledo sí pedía dinero para la conformación de la lista al Congreso. Mi esperanza de que si llegaba Toledo a ser Presidente iba a limpiar y reconstruir hasta el mismo Congreso se había esfumado, en ese preciso instante. Al conocer esta respuesta, sentí una enorme decepción, aunque en ese momento las arduas tareas de la campaña, sacaron de mi pensamiento este sentimiento.
Al día siguiente, no obstante, volví a recordar el episodio, aunque Toledo me había llamado la noche anterior para decirme:
-Jenny me recomiendas a una doctora que no quiere soltar un dólar, por favor.
-Pero, doctor, usted ¿no dijo en televisión que buscaba renovar los líderes políticos y cambiarlos con gente honesta y profesional? Entonces, yo pensé que la doctora era la más indicada. Conozco su trabajo de cerca. Es lo mejor que conozco. Y él me dijo tajantemente:
-No, no me mandes misios.
Bueno así que la lección estaba aprendida. En la noche, Javier Cáceres, otro personaje que ansiaba conseguir una cita con Toledo, para ser incluido, me preguntó si yo podía comunicarle a Toledo su intención de ser candidato al Congreso. Así, renovando el ritual, llamé al doctor Toledo, delante del mismo Javier Cáceres, y le dije, doctor, Javier Cáceres quiere ser candidato, y Toledo me dijo, tiene plata, y yo al mismo tiempo, le consulté a Javier Cáceres, quien confirmó que contaba con dinero, por lo que le dije a Toledo que si tenía plata, y él culminó diciéndome, entonces, mándamelo al hotel.
No supe más, ni quise volver a prestarme para eso. En todo caso, tristemente, había constatado que en la lista de Toledo, sin duda, sólo iba gente con su billete, y obviamente, muy poca gente honesta y profesional. El tiempo acabaría por darnos la razón, precipitadamente.
Pero también, los misios de su propio partido querían convertirse en candidatos, y entre ellos había muchos, que sería muy largo mencionar, pero recuerdo algunos casos notables, como el de Doris Sánchez, que sin poner un solo dólar, Toledo le dio el número 5 de su lista, ante la envidia de muchos aspirantes al Congreso. Al parecer, Doris habría demostrado ser su incondicional, y ya bastante había hecho antes de ser cambiada por Bruce, en plena marcha de los cuatro suyos.
MONTESINOS HA INICIADO SU ATAQUE
El reloj había marcado las 2 de la mañana cuando Alejandro Toledo telefoneó a mi casa.

-Jenny, toma un taxi, y te lo devuelvo aquí, en la oficina. Tienes que venir a Cantuarias, los planes han cambiado, ven para que te ponga al tanto.
Sin meditarlo, me puse un buzo y salí casi corriendo. Crucé el parque a la carrera, llegué a la Av. La Marina y tomé el primer taxi que pasó.
Al llegar a Cantuarias, él asomó su cabeza por la ventana y arrojó las llaves de la puerta principal. Subí hasta la sala de su oficina, donde había unos muebles y una mesita. Allí había restos de comida de chifa, al parecer habían sido más de cuatro personas, los comensales, pero ahora sólo estaba el candidato y un tal Walter Gago. Toledo me lo presentó como el rey de los abarrotes, era la primera vez que lo veía.
Entonces Toledo me manifestó:
-Jenny, tenemos que cambiar los planes. Montesinos está siguiendo nuestros pasos, y ha decidido enviar a Fujimori a los mismos lugares que hemos propuesto para la campaña. Si él viaja nos va a quitar toda la prensa, en provincia, y esto sería desastroso para nosotros. Lo poco que invertimos no dará frutos. No habrá rebote en los medios de comunicación, y eso no la podemos permitir. Sería la ruina para la campaña. ¿Qué hacemos?, me dijo desesperado.
Al comienzo, pensé que sería imposible pelear con el gran estratega del SIN, ese hombre de apellido Montesinos, estaba haciéndonos la guerra, en la campaña electoral, con toda la maquinaría del poder. Sin duda, esta noticia tendría que ser la peor, al iniciar el trabajo en provincia.
En esa época, era muy difícil combatirlo. No teníamos los medios, y suponíamos que él se enteraba de todos los detalles de nuestra campaña porque nos tenía chuponeados. ¿Qué podríamos hacer contra ese hombre tan poderoso? Tal vez, sólo tomarle el pelo, pero también tendríamos que jugarnos la incertidumbre, con los mismos medios, de comunicación, ya que, según Toledo, Montesinos tenia gente infiltrada en los medios y se enteraría de nuestros planes de viajes.
Entonces, pensé que teníamos que jugárnosla. Propuse realizar una nota de prensa diaria, anunciando un viaje al interior del país, el cual no realizaríamos; la nota se enviaría de madrugada a todos los medios de comunicación. Al día siguiente, les avisaríamos telefónicamente para que nos envíen a los reporteros al anunciado viaje, cuyo destino sería otro, y recién se enterarían, en pleno vuelo.
La idea era casi descabellada, y aunque parezca increíble, el plan resultó, y con mucha alegría pudimos disfrutar de nuestros logros, en lo que respecta a difusión, en el interior del país, y el correspondiente rebote en Lima.
Toledo de felicidad, no hacía más que festejar el rebote de la prensa, durante sus viajes a provincia, en los que tuve la oportunidad de acompañarlo, a su propio pedido. Fueron momentos emocionantes, ya que percibí de cerca, como Toledo tenía aceptación, en el interior del país, y eso se reflejaba en las encuestas. En provincia, ya lo conocían, pues meses atrás, habíamos enlazado a Toledo, en las radios más pequeñitas del interior del país. La gente lo esperaba en el aeropuerto. Era extraordinario.
Aunque muchos han desconfiado respecto a que la subida de Toledo en las encuestas fue gracias a la ayuda que le daba Montesinos, pudimos constatar, de cerca, que era un trabajo minucioso de un pequeño equipo con garra. Sin duda, no era la mano de Montesinos.
Mas tarde, empezaron a suceder cosas curiosas, por ejemplo, en Chiclayo, tuvimos un altercado con unos agentes del SIN. Nos habían seguido todo el viaje. Estuvieron en el mitin, y lo peor también nos seguían a almorzar. Por lo que decidimos filmarlos, frente a frente, pudimos registrar sus rostros, pero ellos intentaron quitarnos la cinta, lo cual no permitimos, y tuvimos que hacer la bulla respectiva para que salgan corriendo del hotel, donde estábamos almorzando.
En otra oportunidad, al terminar mis labores de rutina, en la oficina de Cantuarias, casi a las 12 p.m., pude observar que un hombre estaba apoyado en un auto Toyota, verde claro. Era alto y de tez blanca, tenía un periódico, en la mano, y se preparó al verme salir. Bajó el cierre de su pantalón y extrajo su miembro viril, y se empezó a masturbar sonriendo. Cerca de mí, estaba José Fuentes, el popular chino -negado tres veces por Toledo- me acerqué a él, y le expliqué la situación, él me protegió. Salimos juntos del lugar, y fuimos a encontrarnos con Toledo, en un restaurante muy prestigioso en la misma calle Cantuarias. Allí le relaté los hechos. Él y su mujer sólo atinaron a decir: es obra de Montesinos.
Vi preocupada a Eliane. Ella, luego, me dijo, te quieren bajar la moral, y no debes permitirlo, debes ser indiferente a esto y no hacerles caso, quieren asustarte y no debes dejarlos que te asusten. Toledo asintió con la cabeza, sin embargo, pienso que en el primer momento, su silencio trató de darle miles de explicaciones a lo sucedido, pero no dijo nada más.
El trabajo, en esos días, era agobiante, era el verano de 1999, y las cosas se ponían, cada vez más difíciles. Algunos candidatos al congreso estaban denunciando que Montesinos los había citado para proponerles pasarse al gobierno con la condición de ayudarlos a ingresar al parlamento. Fueron muchos y, también, supimos después que Montesinos llegó a convencer a la gran mayoría, e incluso los hizo ir a sus oficinas. Toledo fue advertido de esto, ellos mismos se lo comentaron, pero prefirió guardarlo, hasta hoy, en secreto.
Los medios de comunicación, en su mayoría, estaban secuestrados a las ambiciones de Montesinos y Fujimori; era casi imposible entrar a ellos. Sin embargo, siempre teníamos la visita de algunos periodistas, como el negro Vidal, a quien muchos lo relacionaban con Montesinos, y que al parecer siempre estaba llevándole información de primera mano a Toledo; no sabemos a cambio de qué, pero sí sabemos que él fue muchas veces a nuestra oficina. También Toledo nos pidió, varias veces, que lo llevemos a su casa en San Borja, en un edificio, al frente de una cevichería.
El negro Vidal venía, casi todos los días, lo curioso es que su canal no le daba mucha importancia a Toledo, pero él sí. En más de una oportunidad nos saludó, e incluso nos dio su opinión de nuestro trabajo, él estaba siempre allí, sin que nadie lo llame.
Mas tarde, se acercó Alejandro Guerrero, a quien siempre Toledo le hacia bromas por su servicio de Inteligencia, siempre lo relacionaba con los servicios secretos del Estado. También me hizo bromas a mí. En muchas ocasiones nos dijo a mí y Alejandro Guerrero, qué saben de tu SIN y del tuyo, y todos echábamos a reír. Realmente no sé cuál sería su intención.
Recuerdo que un día llegó Alejandro Guerrero hasta Cantuarias, cuando Toledo subía en las encuestas y me pidió una entrevista con Toledo. Me mostró un papelito, con los nombres de varios periodistas, entre ellos Juan Pablo Chirito y un tal Paredes. Pienso que era una lista de periodistas que laboraban en el Congreso y también, en política, y me dijo, dile a Toledo que estos periodistas de la lista queremos decirle algo importante. Jamás supe qué le dijeron, pero suponía que era para delatar a alguien.
Al llegar Gorriti, el síndrome contra Montesinos, los mafiosos, los fujimoristas y otros, se hizo más crítico. Gorriti veía espías en todas partes. Tal vez, imaginaba que Montesinos nos había infiltrado. Sin embargo, pienso que él utilizaba métodos más sofisticados para conocer nuestras actividades y el mismo Gorriti tal vez no lo percibía, porque se encargó de buscar espías y fantasmas donde jamás los hubo.
Sin duda, Montesinos tenía diferentes estrategias para chuponearnos, aparentemente, para él nada era difícil. Muchas veces, hasta pensé que podía haber convencido a Toledo para sus propios intereses; otras veces dudé de esta opción, porque me parecía increíble que nuestro candidato tuviera tan pocos valores. En ese tiempo, esto era imposible, especialmente para mí.
Fuente: “Yo conocí al monstruo por dentro”. Editorial Julio Verde del Campo. Lima. 2006.

Carlos Manrique CLAE

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Era un Líder

Hace 35 años, Carlos Manrique ingresó a la entonces Escuela Normal de La Cantuta para estudiar la carrera de maestro, con especialidad en matemáticas y literatura. Muy pronto se convirtió en un líder, a pesar de que no era propiamente un político y rechazaba los métodos violentos, las paralizaciones y marchas, tan de moda en aquella época. Renán Gorriti, su condiscípulo en aquellos años, conservó este material fotográfico y cuenta cómo, el ahora controvertido ex presidente de Clae, empezó a disfrutar de la popularidad.
Un esmirriado y más bien bajo estudiante de matemáticas y literatura, se convirtió a poco de ingresar en un popular líder estudiantil en la entonces Escuela Normal Superior de La Cantuta. Comenzaba la década del 60 y el cusqueño Carlos Manrique Carreño, siempre con terno y corbata, tocaba el acordeón y obtenía buenas notas.
Católico a ultranza, militaba en la Unión Nacional de Estudiantes Católicos (UNEC), enfrentada en aquel entonces con los izquierdistas agrupados en el FER y capitaneados por Gustavo Espinoza Montesinos, que después se convertiría en líder del Partido Comunista pro-soviético, secretario general de la CGTP y diputado en la década del 80.
Renán Gorriti, condiscípulo de Manrique y también dirigente estudiantil en aquel entonces, recuerda que Maximiliano Durand Araujo, que había ingresado un año antes que ellos, era un derechista que simpatizaba con el socialcristianismo y apoyaba a Manrique, su compañero de piso. Durand se convirtió luego en uno de los líderes máximos de Sendero Luminoso, y su principal dirigente en Europa.
Leal con sus amigos, Manrique defendió a Durand varias veces, dice Gorriti: cuando faltó a un trabajo comunal y debía recibir una sanción, cuando lo encontraron ebrio en la universidad o cuando hizo ingresar de contrabando a su hermano en su habitación.
Así, Manrique tuvo que lidiar con el Tribunal de Honor que imponía sanciones por mala conducta, y que presidía el cañetano Anastacio Vega, hoy congresista de Cambio 90.
Manrique ingresó en 1960 y fue el único estudiante cachimbo al que no raparon, relata Gorriti. El pidió expresamente conservar el cabello porque enseñaba en la nocturna del Guadalupe. El emprendedor Manrique también daba clases particulares de contabilidad, tocaba y vendía acordeones para hacerse de algún dinero y pagar sus estudios. Pero además ayudaba a los estudiantes provincianos, en particular a los ancashinos, que lo veneraban.
Estaba siempre en campaña, y aunque era enemigo de las huelgas y la violencia en una época de efervescencia, llegó a la presidencia de la Federación de Estudiantes de La Cantuta en 1963, con el apoyo de los apristas, interesados en cerrar el paso a los comunistas. Antes -narra Gorriti-, Manrique había integrado la directiva de la Federación de Estudiantes del Perú (FEP) que presidía el sanmarquino Max Hernández Camarero, entonces radical dirigente izquierdista, y hoy afamado siquiatra. Pero Carlos Manrique renunció al cargo de Secretario de Prensa en la FEP.
Renán Gorriti rememora que Manrique tenía una pasión casi enfermiza por la publicidad, por destacar, por ser reconocido. Copó los periódicos murales de La Cantuta y en su campaña para la presidencia de la federación, pidió un mimeógrafo de prueba a una compañía que los vendía, imprimió su propaganda y luego lo devolvió.
Gorriti no sólo era compañero de Manrique en La Cantuta sino también fue su vecino en la calle Borgoño, en Pueblo Libre. Allí conoció a su madre, doña Celia Carreño, una maestra de escuela muy recta y dominante, de mucha personalidad.
Tomando un café que le invitaba doña Celia, Gorriti escuchaba los sermones que recibía Carlos, indicándole que debería ser correcto en la vida.
En el barrio corrían una serie de chismes sobre Manrique: que era homosexual, que prestaba dinero, que era un agiotista, refiere Gorriti. Pero ninguno tenía sustento sólido.
Manrique era admirador de la obra de Antonio Encinas e hizo su tesis de maestro con ese tema. Respetaba mucho a Walter Peñaloza, que fue rector de La Cantuta.
Hace 7 años -cuenta Gorriti- vi a Manrique haciendo su cola para cobrar el sueldo, o la propina, de maestro, vestido discretamente. Después se lo volvió a encontrar en una ceremonia, cuando ya era un hombre famoso. Conversaron de los tiempos idos, de Chosica, de su madre. “Cuídate de los sobones y los oportunistas que te rodean”, le dijo al despedirse Gorriti.
Fuente: Revista CARETAS.

EL ANDAMIAJE Y LAS ÚLTIMAS HORAS DE VILLARÁN

Por Jenny Zúñiga Mourao- www.manifiestoperu.com
Denunciar un andamiaje nefasto detrás del poder no es nada fácil. El análisis de su accionar repetitivo y conocer a cada personaje ha sido un trabajo de muchos meses, y gracias a las investigaciones y entrevistas a algunos personajes cercanos nos permite seguir atando cabos.
No es posible que los peruanos permitamos que otros coloquen candidatos políticos sazonados con dineros oscuros, para luego adueñarse del poder, a través de ellos, y perpetuarse en éste gracias a su alianza estratégica con los medios de comunicación.
Un caso casi palpable de algunas víctimas de este andamiaje nefasto detrás de algunos políticos que llegan al poder, podría ser la exalcaldesa Susana Villarán, por la que muchos apostamos. Tengo que reconocer que después de un análisis de su cosmovisión quedé convencida que ella podría convertirse en una burgomaestre ejemplar.
Verde Esperanza
Una campaña al parecer limpia, de chalinas verdes, muchas entrevistas de TV, como suele pasar cuando América TV quiere poner en el poder a un candidato: insiste con entrevistas guiadas generalmente, vía microondas. La campaña estaba diseñada otra vez a lo Favre.
Susana, con mucha experiencia en política, ya tendría muchas cosas claras para decirle al periodista Paulo Monzón de Latina una mañana: “Estamos avanzando mucho. Las personas en la calle me dicen que estamos ganando.  Es una ola verde, una ola de esperanza…”
Revocatoria: Susana insiste en todas las entrevistas “hay una campaña de demolición en mi contra. Muchos medios de comunicación y todo el establishment político están detrás de esto; nosotros no le debemos nada a nadie, hemos hecho una campaña franciscana. No hemos tenido padrinos, total no vamos a devolver favores…”, insiste la lideresa de la ola verde.
Recuento de Medios
Revisando un poco las noticias sobre Villarán, leemos a Diego Salazar en la revista Etiqueta Negra: “Las parodias en internet durante su campaña todas fueron de Favre. Esta vez su trabajo era conseguir que la primera alcaldesa electa de Lima, no se convirtiera en la primera persona en ser despedida de ese cargo por castigo popular”.
En la campaña a la alcaldía de Lima, su rival política Nora Bonifaz -Somos Perú- cuestionó la participación de Villarán y en repetidas ocasiones había preguntado quién le había dado dinero para su propaganda.
Susana fue llamada en muchas oportunidades por Bonifaz como la “alcaldesa pituca” y que los perjudicados son los pobladores de las zonas populares de la capital. Además, consideró que la administraba Lima “como a una ONG”. Al parecer, Bonifaz nunca se equivocó.
Andamiaje en acción
Cuando Villarán se convirtió en alcaldesa de Lima, en el 2011, increíblemente sus adversarios políticos que resultaron tener más apoyo de la televisión que el mismo andamiaje, la arrinconaron, convirtiéndola en la primera autoridad edil de Lima en ser sometida a consulta popular de revocatoria.
Entonces, como es característica del andamiaje, éste preparó su fuerza de choque en alianza con un canal de televisión, y en su defensa salieron a hablar Toledo, PPK, Mario Vargas Llosa, Santiago Roncagliolo, Fernando de Szyszlo, Luis Bedoya Reyes, entre otros.

Oenegeros como Carlos Rivera cobraron por trabajar para la Municipalidad de Lima

A pesar de todo lo que pasó entonces, la lideresa de la ola verde cae en desgracia, y el equipo especial de la Fiscalía para el caso Lava Jato allana su casa por 5 horas, por el financiamiento que hicieron las constructoras brasileñas Odebrecht y OAS a la campaña del NO que evitó su revocatoria al cargo en el 2013.
A pesar de la defensa que Susana ensayó en su cuenta Twitter, pidiendo que traten a todos por igual, ella no puede salir del país, desde noviembre de 2017, igual que José Miguel Castro, exfuncionario edil en su gestión y exejecutivo de Interbank. Hoy, jefa y funcionario tienen una investigación preliminar por el delito de lavado de activos y cohecho pasivo propio, por presunción de haber recibido 3 millones de dólares de Odebrecht y OAS a cambio de los tristemente famosos peajes.
¿José Miguel Castro, quien la última vez dijo que Barata miente y aceptó que sí lo conoce, sigue en el país y es una especie de colaborador eficaz? ¿Por qué los amigos de Susana, especialmente los de IDL que se convirtieron en sus funcionarios municipales la han abandonado, e insisten en que ella contactó a Barata y no Castro?
En la segunda edición ampliada de “Yo conocí al monstruo por dentro” exponemos fuertes indicios para responder esto, y si la exalcaldesa caída en desgracia será capaz de decir toda la verdad para que pueda esquivar la cárcel. Pero hay mucho más por revelar…

Patricio corrupto

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Hasta 8 años de prisión podría purgar delincuente sindicado por quemar patrullero

Por Sofía López- Diario Correo.
Una condena de 6 a 8 años podría recibir el estudiante Patricio Cardama Febres, si es sentenciado como el autor directo, en la quema del patrullero policial, durante la movilización del último 5 de junio. Así lo indica el artículo 315 del Código Penal. Esto además de los gastos que tendría que pagar por agravio al Estado.
Correo pudo acceder al informe N° 020-2018-Región Policial Lima/DivPol que confirma que el valor inicial de la camioneta dañada durante la marcha era de 30mil dólares, sin embargo, por el tiempo transcurrido y el uso del servicio policial, el valor actual es de 13 mil dólares.
Consultado sobre el tema, el procurador Moisés Vega, explica que cuando se inicie el proceso, se podría establecer cuáles serían los pagos que tendría que realizar el acusado. Esto implica no solo el pago por la camioneta quemada, sino también por los policías lesionados durante la confrontación.
“Estoy analizando un tema de incluir como tercer responsable a todos los colectivos que convocaron a esa marcha. Si un colectivo convoca a una marcha y una persona X produce un daño, yo como una asociación, ¿no tengo ningún tipo de responsabilidad? Yo creo que sí”, indicó
IMPLICADOS. Junto a Patricio Cardama, fueron detenidas otras 14 personas -entre ellos un menor de edad- que ahora se encuentran libres, sin embargo, están siendo investigadas. La Fiscalía ha ordenado que se realicen las investigaciones, y por ahora están reuniendo elementos de convicción para formalizar una denuncia.
“Aún están recabando medios probatorios. Cuando se llegue a determinar se plantea una denuncia y se abre proceso”, sentenció el procurador Vega.
Se sabe que los policías Manuel Espinoza, Gustavo Millán, Wilson Sarmiento, Jorge Bravo y José Pérez, sufrieron contusiones durante el desarrollo de la protesta. Ellos tienen descansos médicos por distintos períodos. Es el Estado quien asumirá los gastos hospitalarios de cada uno de ellos.

¡Igual de dictadores!

Por Aaron Salomón-Político.pe
UNO. El Congreso de la República elegido democráticamente está siendo en los últimos meses ferozmente atacado por cierta prensa que, a sabiendas o no, azuza a cierto sector de la población liderado por un sector izquierdista que exige el cierre del Parlamento. Es increíblemente paradójico cómo los mismos grupúsculos que fustigan el golpe de Estado propinado por el fujimorato el 5 de abril de 1992 ahora pretenden expectorar a todo el Palacio Legislativo.
“Que se vayan todos” gritan cientos de peruanos por las calles, sin siquiera pensar en que si se van todos alguien tiene que llegar a tomar las riendas del país y ese alguien tranquilamente podría ser un esperpento radical que revivirá los episodios más sórdidos de nuestra democracia. ¿Acaso esperan a un nuevo Alberto Fujimori que haga añicos el equilibrio de poderes? ¡Son los mismos dictadores!
A dejar de lloriquear porque los únicos responsables de la composición de este poder del Estado somos los ciudadanos. Elijan mejor el 2021.
Y acerca de manifestaciones, no sé cómo puede caminar impunemente por las calles el estudiante Patricio Cardama que quemó un patrullero policial, tal como confirman las pericias practicadas dadas a conocer por el diario Correo. ¡A la cárcel por delincuente!
DOS. Si bien es sumamente cuestionable que Walter Jibaja –jefe de seguridad del Congreso que debería dar un paso al costado– haya insultado vergonzosamente a colegas periodistas a través de las redes sociales, esto no quiere decir necesariamente que exista entre el personal parlamentario una maquinaria fujiapritroll que despotrique como mono con metralleta por un plato de frijoles. La calidad de asalariado del Legislativo no tiene por qué limitar la libertad de expresión, así que quienes pretenden cortarla son meros DICTADORES. ¡Y luego algunos medios se quejan que la Ley Mulder limita la libertad de expresión, cuando ellos hacen lo mismo!
TRES. Inició la pugna “naranja” por la presidencia de la Mesa Directiva. Es harto sabido que los candidatos a tomar la posta de Luis Galarreta son Daniel Salaverry y Miguel Torres. Salaverry, de acuerdo con Fernando Vivas, lleva –por ahora– la ventaja por el padrinazgo a Moisés Mamani en la presentación de los videos que gatillaron la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski y la posterior suspensión de Kenji Fujimori, Guillermo Bocángel y Bienvenido Ramírez. Consultado al respecto por este portal, el vocero de Fuerza Popular apuntó que “estaré donde el partido quiera que esté”.

Fiesta de San Juan Bautista

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Junio 24, 2015 - Evangelio de Hoy - San Lucas 1,57-66 80

Evangelio según San Lucas 1,57-66.80.
Cuando llegó el tiempo en que Isabel debía ser madre, dio a luz un hijo. 
Al enterarse sus vecinos y parientes de la gran misericordia con que Dios la había tratado, se alegraban con ella. 
A los ocho días, se reunieron para circuncidar al niño, y querían llamarlo Zacarías, como su padre; pero la madre dijo: “No, debe llamarse Juan”. 
Ellos le decían: “No hay nadie en tu familia que lleve ese nombre”. 
Entonces preguntaron por señas al padre qué nombre quería que le pusieran. 
Este pidió una pizarra y escribió: “Su nombre es Juan”. Todos quedaron admirados. 
Y en ese mismo momento, Zacarías recuperó el habla y comenzó a alabar a Dios. 
Este acontecimiento produjo una gran impresión entre la gente de los alrededores, y se lo comentaba en toda la región montañosa de Judea. 
Todos los que se enteraron guardaban este recuerdo en su corazón y se decían: “¿Qué llegará a ser este niño?”. Porque la mano del Señor estaba con él. 
El niño iba creciendo y se fortalecía en su espíritu; y vivió en lugares desiertos hasta el día en que se manifestó a Israel.

La fidelidad de los vicentinos sembró nuevas semillas de fe en Surquillo

“Celebramos la presencia de la congregación vicentina, hombres y mujeres y celebramos la fidelidad, tantos sacerdotes que a lo largo de 75 años han estado aquí. Y creo que vale la pena meditar en estos tiempos más que otros, la fidelidad es muy importante, ser fiel es cumplir la palabra, ser fiel es cumplir los compromisos que uno tiene en el hogar, en la vida religiosa, en la escuela, en el colegio, no se puede cambiar los compromisos como quien cambia de sombrero.” Con estas palabras el Cardenal Juan Luis Cipriani, saludó a la comunidad de la Parroquia San Vicente de Paúl en Surquillo y a la congregación del mismo nombre que desde hace varios años trabajan en este distrito de la Arquidiócesis de Lima.
La fidelidad lleva a miles a Dios
En otro momento el Cardenal afirmó que gracias al trabajo y fidelidad de los sacerdotes vicentinos son miles los fieles que conocieron la fe en Surquillo.
“Cada uno delante de Dios, como dice el somos una pequeña semilla, pero esa pequeña semilla, con su gracia y con tu generosidad da mucho fruto y esto es lo que celebramos, cuando se inicia esta parroquia. Yo recuerdo que esto estaba todo vacío, cuando pasabas de la avenida Arequipa para acá, todo esto estaba vacío, no había nada y los padres estaban aquí creando el barrio, la catequesis, los consultorios, médicos, los comedores, conferencia de San Vicente, ahora el colegio, pero les quiero decir a ustedes, también a mí, y a estos sacerdotes que me acompañan, que importante es la fidelidad, un día otro, levantarse, rezar, obedecer, educar a los hijos, todos los días, eso hicieron nuestros padres y abuelos, pareciera que era lo normal pero de esa fidelidad han salido miles de hombres y mujeres que se bautizaron, que conocieron su fe.
Dejemos que Dios actué en nosotros
Así mismo, pidió a todos a ser esa semilla de Dios que quiere dar fruto en cada circunstancia de nuestra vida.
“Tú y yo seamos esa semilla, seamos fieles, por eso cuando Dios actúa en ti, ya no eres pequeño, es Dios, cuando Dios está en tu alma, en tu familia, tu trabajo, en tu enseñanza, en tu Santa Misa, en tu confesión, cuando Dios está allí, lo más pequeño, pasa a ser maravilloso, ten fe, no es el ruido, no es la novedad, es Dios. Y por eso El en estos 75 años ha dado tantos frutos”.
También pidió a los padres a que no se cansen de educar a sus hijos y a que siempre con alegría caminen su vida de fe.
“Pregúntate si vivimos con la alegría de la fe. Date cuenta si cuando le hablas a tus hijos, si cuando estas con tus padres, tus palabras tienen la fuerza de la fe de Dios, no tu fuerza. Lo que nosotros decimos pasa, lo que Dios nos quiere decir no pasa… Vale la pena, saber que aquí es una época de paso, esto acaba”.
Concelebraron en la Santa Misa el Superior de los Vicentinos, el Padre Javier Gamero; el párroco de San Vicente de Paúl, Benito Crespo; el Padre José Luis Lerga; el Padre Wilman Cuyutupac, párroco de Jesús Obrero; entre otros.
Fuente: www.arzobispadodelima.org

Remezón en el establishment

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La reacción de un sector ante la Ley Mulder

Por Víctor Andrés Ponce- El Montonero.pe
El suscrito siempre sostuvo que en el Perú, en los últimos 18 años, se había organizado un establishment envuelto con el antifujimorismo y el antiaprismo. Era una aproximación atrevida y provocadora que, sin embargo, se ha confirmado con mayúsculas y minúsculas luego de la promulgación de la ley que prohíbe la publicidad estatal en los medios privados (la llamada “Ley Mulder”). Y una de las columnas vertebrales de ese establishment fue una coalición mediática -liderada por el diario La República- que sustentó al nadinismo, al villanarismo, al pepekausismo, que demolió al alanismo con el cuento de los narcoindultos, y que hoy libra una guerra abierta con el keikismo. Semejantes afirmaciones son hechos. Facts dirían los anglosajones. ¿ O no?
Si las cosas no aparecen tan evidentes es que la señalada coalición mediática tiene una resiliencia única: cuando cae algún ismo suele encabezar la crítica frontal. Un ejemplo: al nadinismo -que inventó la publicidad estatal con subsidio- le llovió fuego y azufre cuando entró en desgracia. Ahora bien, para ser esclavos de la verdad es incuestionable que ese establishment, desde el toledismo hasta antes del nadinismo, cumplió un papel progresivo: se compró el pleito de la defensa del modelo económico y social y la defensa de las libertades en una democracia sin partidos.
Sin embargo, desde el nadinismo el uso político de la publicidad estatal produjo cambios en las redacciones. Los directivos de los medios comenzaron a ser asiduos visitantes de Palacio y algunos columnistas se preciaban de sus quilates periodísticos por su capacidad de influir en la Casa de Pizarro. La demolición de García fue parte de esas circunstancias, así como la polarización de los medios en la pasada segunda vuelta electoral y durante el pepekausismo, las guerritas de flores, televisores, Ipads y los “resurgimientos de aparatos montesinescos” en el Congreso. Todo ello forma parte de estas circunstancias.
¿Cómo explicar que una de las prensas más independientes del continente, luego de la caída del fujimorato, evolucionara a una de las más palaciegas, más allá de los sentidos pronunciamientos sobre la libertad de prensa de hoy? La respuesta es simple: el Estado comenzó a subsidiar a los medios.
En este contexto es verdad lo que dicen algunos periodistas supuestamente anti estatistas: la Ley Mulder es una venganza. Claro que es una reacción exagerada frente al software que creó el nadinismo. Claro que es un exceso, porque el Estado no puede dejar de contratar publicidad. Eso es verdad y debe corregirse estableciendo porcentajes, pero que se elimine cualquier posibilidad de subsidio.
Lo que al suscrito le impresiona es que periodistas hayekianos, opinólogos promercado y otros actores de la media hoy solo señalen el lado punitivo de la ley y olviden casi toda la historia que está detrás de la decisión del Congreso: una reacción política ante una poderosa y permanente acción política. Impresiona más que algunos dirigentes empresariales que combaten el estatismo y el estatismo tributario hoy se alineen con facilidad con esta coalición mediática que defiende el subsidio estatal sin anestesia.
El suscrito no tiene la menor duda de que la Ley Mulder será corregida. Los excesos no existen en una sociedad democrática, con evidentes contrapesos. Pero tampoco tiene duda de que el subsidio estatal se ha acabado. Es imposible que continúe luego de este capítulo tan polarizado.
Los medios ahora deberán volver a sus redacciones, tornar a contratar a los mejores periodistas, olvidarse de las cenas en Palacio y, sobre todo, volver a mirar con extremada fuerza al mercado publicitario. El Perú habrá ganado: ya no habrá un establishment que considere siquiera la posibilidad de apoyar a Verónika Mendoza; disminuirán los elogios a Máxima Acuña, el emblema del antisistema minero; se reducirán las campañas contra la inversión y el empresariado, y el Perú tendrá mayores equilibrios en su opinión pública. ¿Saben por qué? Por qué la libertad de prensa -junto  a la democracia- es una de las hijas más preciadas del capitalismo. ¿O no?

Francia 1- Perú 0

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La selección de fútbol de Francia avanzó a los octavos de final del Mundial tras ganarle 1-0 a Perú con gol de Kylian Mbappé, un resultado que además selló la eliminación del equipo sudamericano.
Mbappé, quien se convirtió en el jugador de su país más joven en anotar en una Copa del Mundo a los 19 años, convirtió el gol a los 34 minutos cuando definió sin marca en el área chica después de que un defensor desvió el disparo de Olivier Giroud, lo que dejó fuera de la jugada al portero peruano Pedro Gallese.
En un partido con pocas opciones de gol, Gallese evitó que la derrota de su selección, que regresó a un Mundial después de 36 años, fuera más abultada al desviar en dos ocasiones potentes disparos de Antoine Griezmann y Lucas Hernández a los 16 y 43 minutos, respectivamente.
Francia llegó a seis puntos en el primer lugar del Grupo C, donde le siguen Dinamarca con cuatro, Australia con uno y Perú, que sin sumar quedó sin posibilidades de avanzar a la fase de los 16 mejores.

Perú versus Francia: así alinearon

Perú: Gallese; Advíncula, Ramos, Rodríguez, Trauco; Aquino, Yotún, Carrillo, Flores; Cueva, Guerrero.
Francia: Lloris; Pavard, Varane, Umtiti, Hernández; Kaneté, Pogba, Mbappé, Matuidi; Griezmann, Giroud.
Fuente: Agencia Reuters.
francia

Defensor en Moscú

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Salado de la Selección Peruana: Defensor del pueblo viajó a Moscú en pleno Mundial Rusia 2018

Walter Gutiérrez, el titular de la Defensoría del Pueblo, fue captado en Moscú, al parecer, para disfrutar del Mundial de fútbol.
En medio de los conflictos que sufre el país por la huelga magisterial, el defensor del Pueblo, Walter Gutiérrez, fue captado en un centro comercial de Moscú.

Expedientes postergados

Un video compartido en Twitter muestra a Gutiérrez caminando en la ciudad, donde se celebra el Mundial de Rusia 2018. Ante ello, los cibernautas criticaron que el defensor del Pueblo, teniendo una tarea tan importante en el país, esté acompañando a la selección peruana.
Fuente: Diario La República.