Por Jenny Zuñiga Mourao.
ADIÓS ANITA
Aún recuerdo cuando Anita llegó al partido. Toledo la presentó como la secretarla política. Era una bella muchacha de unos 25 años, aproximadamente. Ella me contó que había trabajado en el Consejo por la Paz, y conocía gente del Foro Democrático.
Ana se convertiría en la perfecta asistente, cercana a Toledo, ya que poseía una encantadora estatura de 1.67, ojos almendrados y expresivos. Sus cabellos castaños brillaban al ser expuestos al sol, dándole un toque rubio. Su vestir era libre, solía ponerse falditas muy cortas, en el verano, y siempre andaba maquillada para la ocasión.
Era de hablar liviano. Lo que sentía, lo expresaba, sin cuidar, tal vez, que en política hay cosas que se deben callar, pero sin embargo, los que la conocimos sabíamos que era una forma muy nata en ella y que siempre se destacó por su transparencia al tratar algunos temas.
Ella tenía una hija pequeña a quien mantener, como yo, y tenía que ganarse día a día sus fréjoles, así que Anita encajó muy rápido en el grupo más cercano al actual Presidente. Habíamos formado un equipo simpático, capaz de soportarse durante las casi 15 horas de trabajo que permanecíamos juntos.
Ana María sería desde entonces la persona más cercana a Toledo, fuera de las oficinas. A través de ella, entrarían las llamadas al candidato. En esa época, ya empezaba Toledo a seleccionar las llamadas que deseaba recibir, de acuerdo a sus conveniencias. En 1999, él ya empezaba a sentirse un poco más importante por las encuestas.
Más tarde, Toledo le pidió que se hiciera cargo de su correspondencia personal y del partido, la cual cuidaba celosamente en las oficinas de Cantuarias.
La campaña se desenvolvía con normalidad. Cada día subíamos como espuma; eran momentos increíbles. Las cosas nos salían a pedir de boca, y continuamente llegaba más dinero al partido, y más adeptos dispuestos a colaborar, y esto también nos permitió delegar el trabajo, que por más de dos años cargábamos unos pocos.
Ana, en poco tiempo, se convirtió en alguien importante en el entorno del candidato. Desde ese momento, se reunía con el grupo que conformábamos los más cercanos y también tenía derecho a voz y voto. Tengo que reconocer que aunque muy joven, conocía la política peruana, y no sólo eso, también las mañas de los políticos. Así, más de una vez, nos alertó sobre algunos personajes, como por ejemplo, Juan Sheput, Eduardo Mc Bride, entre otros, y sin duda el tiempo le daría la razón, especialmente en su valoración de Juan Sheput.
Conversar con ella, era aprender sobre los políticos, los “cadáveres políticos“, los ayayeros, los arribistas, etc. Ella los conocía totalmente. En más de una oportunidad, me había impresionado su precisión al definir algún político de nuestro país.
Muchas veces nos tomamos un café juntas, y reflexionamos sobre la candidatura de Toledo, sobre su alza en las encuestas, pero principalmente, cómo empezaba a llenarse el partido de ayayeros y arribistas, así también, cómo se daba la infiltración de mucha gente desconocida que después descubriríamos su ubicación, en el entorno de algún otro partido.
Los días transcurrían y también la campaña, por lo que casi nos dejamos de ver, pues el trabajo era cada vez más extenuante, y cada una debía llevar a cabo sus tareas diarias.
Pero una mañana, Ana me llamó, y me pidió para que nos encontráramos en la cafetería de don Pipo. Estaba llorando, y muy nerviosa me dijo que era urgente y que quería que habláramos. Así que acudí a la cita.
Ana estaba desconsolada, y a la vez indignada. Me manifestó que Luis Solari la había maltratado, y le había dicho palabras soeces. Yo no podía creerlo, ya que Solari siempre guardaba su lugar, y se esforzaba por vender una buena imagen, un poco aburguesada, pero allí estaba siempre como una estatua brillante, como para lucirlo en el partido.
Y con llanto y dolor me confesó lo sucedido: Me dijo, “Jenny, el doctor Solari entró a mi oficina y me preguntó sobre la correspondencia de Toledo. Le dije que estaba con llave, y me conminó a que abriera la gaveta, a lo cual me negué. Entonces, me dijo cosas horribles. Me dijo ¡abre la gaveta, carajo! Al parecer buscaba algo, estaba interesado en saber qué donaciones económicas estaban llegando al partido, ya que al parecer nadie le informaba nada“.
El hecho de negarse a aceptar esa orden de abrir la gaveta, le había costado el puesto. El doctor Solari la acababa de despedir del cargo de secretaria personal, con ajos y culebras, incluidos.
Ella le había comunicado esta situación a Toledo, quien le restó importancia a ese hecho, pero tampoco la restituyó en el puesto. Sólo le dijo que ayude a otra dependencia del Partido. Al final, jamás supe si era el mismo Toledo quien había encargado a Solari eliminar a Ana de su propio despacho. Aunque a Solari, por ser eficiente se le había pasado la mano.
Toledo ya estaba despachando en el César Hotel y se le había empezado a subir los humos, ya casi ni lo veíamos, aunque se comunicaba por teléfono cuando, personalmente, nos requería. Yo trabajaba en una oficina muy cercana a la suya, en el César, y Ana seguía en las oficinas de Cantuarias.
La campaña continuaba; nadie la paraba. Gorriti ya había tomado contacto con prensa, con la venia de Toledo, y esto significaba que también yo estaba a un lado de lo que siempre hacia.
Ana María estaba desconsolada y nerviosa; en la noche habló en secreto con Alberto Sanabria. Jamás supimos sobre qué hablaron, el asunto es que al día siguiente, Ana estaba sentada en una banca del parque Kennedy, en Miraflores, con un reportero de “Contrapunto“, de Frecuencia Latina, uno de los programas políticos más importantes de la televisión peruana, y para Toledo, el canal de sus enemigos: los Winter.
Al escucharla me quedé petrificada. Ana había salido a revelar algunas verdades. Recién comprendía cuánto la había afectado la agresión de Solari. Había empezado el maltrato con su típico acento discriminatorio y su andar indiferente, y por supuesto, Toledo lo había sellado con su indiferencia. Al final, teníamos que pensar, sin duda, que esto lo permitió Toledo. Él quería su alejamiento y le pidió a Solari que hiciera el trabajo sucio.
Qué triste fue para Ana y para quienes la queremos, recibir el maltrato como agradecimiento a su trabajo leal, como asistente personal de Toledo.
Entonces podía explicarme la entrevista. Ella estaba muy dolida y desesperada, ya que había tenido la ilusión de acompañar al líder hasta el poder.
El asunto era concreto Ana no le servía más, Ana tenía que irse y la estrategia para él, era la indiferencia, el silencio y el maltrato. Más tarde, si era posible, acusarla de infidente.
Actualmente, de Anita sé poco; sólo sé que volvió hace dos años al Perú, ya que después de sus declaraciones se fue a vivir a Estados Unidos, luego retornó con una hija más y con nuevas ilusiones: se había enamorado de un chileno y era inmensamente feliz. No quería saber nada de política y se preparaba para su próximo matrimonio. De igual forma, supe que había elegido, con su nueva pareja, radicar en Chile. Tal vez, lo que vivió, al lado de Toledo fue suficiente como para alejarse de la política para siempre.
¿QUIEN ES DANTE MATOS?
Cinco de la tarde de un día cualquiera de trabajo. El teléfono suena de manera persistente. Estoy terminando una nota de prensa, descuelgo el teléfono y respondo:
-¡Hola, Jenny!
-Sí, doctor, dígame.
-Estoy feliz, ahora sí tendremos la mejor ayuda para trasladar a la prensa. Un conocido empresario ha puesto, a nuestra disposición, dos aviones, así que ahora ya puedes hacer una lista de los hombres y mujeres de la prensa nacional e internacional. Llevemos a uno de cada medio, y en el caso de la televisión, sólo al camarógrafo, a ver tú habla con tus patas y lo coordinas. A la prensa nacional, la llevas gratis, pero a la prensa extranjera que paguen su pasaje, como siempre ¿me entiendes?
-Sí, doctor, entiendo.
-Perfecto, chau Jenny.
-Chau.
Lo mejor que nos estaba sucediendo era contar con dos aviones, para organizar los viajes de campaña, ya que, en plena campaña del año 2001, teníamos dificultades para trasladar a la prensa, ahora ya todos querían acompañarnos. Toledo era el favorito y no deseaban perderse un soto movimiento del candidato.
Así, ahora planeábamos los viajes al interior del país y también el transporte de los hombres de prensa, al mismo lugar.
Conjuntamente con los aviones, llegaron también, cuatro camionetas station wagon, a disposición de la campaña. Como estos autos, algunas donaciones y apoyos a la campaña, eran casi anónimos, o el mismo Toledo prefería no decirlo directamente, como en el caso de los aviones.
El primer viaje se realizaría a la ciudad del Cusco. Convocamos a la prensa, pero esta vez, les indicamos que los llevaríamos en nuestros propios aviones, por la que vinieron muchos más de los que nos imaginamos, y podíamos llevarlos a todos, ya que Toledo había dispuesto un avión sólo para periodistas.
Mi misión era esperar a los periodistas convocados en el aeropuerto, y embarcarlos en los aviones. Preparé una lista, y según el orden de llegada, los ubicaba en los asientos.
En plena faena, sucedió algo curioso. Se me acercó un hombre bajito, gordito, con una mujer, que presumí que era su esposa, y con tres niños cogidos de la mano. Se me acercó y me pregunto:
-Señorita ¿usted es Jenny Zúñiga?
-Así es, le respondí.
-Señorita, por favor he conversado con el Dr. Toledo, y quisiéramos que nos apunte éntrelos pasajeros para volar al Cusco, vamos a acompañar al doctor Toledo.
-¿Como? No le comprendo, señor, ¿acaso usted es periodista? Este vuelo sólo es para periodistas, que nos acompañan a cubrir la noticia, y realmente, no creo que podamos llevarlo, es mas no podemos llevar una familia entera con nosotros.
-Pero, vengo de parte del doctor Toledo, señorita. Él mismo nos ha invitado.
-Espere por favor. (Bueno estaba acostumbrada a escuchar a mucha gente que tomaba el nombre del mismo Toledo para subirse al avión o para subirse a los estrados de los mítines, por lo que, realmente dudé).
Continué embarcando a la prensa, minuciosamente, y ubicando a todos con comodidad, y también observando que nadie, que no fuera periodista, se filtre en este avión, por orden del mismo Toledo.
Nuevamente el señor gordito y toda su familia se acercan a mí.
-Señorita por favor, ayúdeme, tenemos que embarcarnos. Mire la hora que es.
Estaba muy confundida. El hombre continuaba incólume ante su decisión de acompañarnos al Cusco, y con toda su familia. No podía creerlo. Tenía cerca de dos horas allí, esperando una respuesta, así que para solucionar este impase decidí reconfirmar lo que él decía, con el mismo Toledo.
-Dr. Toledo, aquí en el aeropuerto, hay un señor gordito, bajito, con su esposa y tres niñitos muy pequeños, y dice que usted le ha dicho que viaje con nosotros, en el avión de la prensa. Tiene más de dos horas aquí, en el aeropuerto. No sé qué hacer.
-Así, caramba, ¿y quién es?
-No lo sé, le dije.
-Pregúntale su nombre, Jenny por favor.
Me dirigí al señor bajito y le pregunte:
-Disculpe, ¿cuál es su nombre?
-Soy Dante Matos, señorita.
-Dr. Toledo, es Dante Matos…
-Jenny, cómo lo has hecho esperar tanto tiempo. Ese señor gordito y bajito es el dueño de los dos aviones. Que suba al avión por favor, tráelo con nosotros; es mi invitado especial.
¡Plop!… Realmente, quise caerme, no podía creerlo, le había negado al mismo dueño de los aviones, volar en su propio avión. ¡Dios mío! Así, sin más demora, me acerqué al dueño de los aviones, el mismo Dante Matos, y le ofrecí las respectivas disculpas, las que aceptó, inmediatamente, y me dijo:
-No se preocupe. Usted cumple las órdenes fielmente, y eso también es comprensible para mí.
-Por favor, señor Matos, suba usted con su familia y ubíquense donde mejor se acomoden.
Así, había conocido, por fin, al famoso Dante Matos. Más tarde, José Fuentes, el chino, me contó, un poco más de él. Me dijo que poseía empresas de grifos de gasolina y petróleo, y que tenía mucho dinero. Además, es concesionario de muchos servicios, en el mismo aeropuerto. Toledo se ha sacado la lotería con este pata, me dijo sonriente.
EL SECUESTRO DEL AVIÓN
Preparamos otros viajes, al interior del país, y siempre con los aviones de Matos. Pero, poco a poco, empezábamos a tener inconvenientes en el mostrador de chequeo de pasajes del aeropuerto; venían los hombres de seguridad y nos expulsaban. Matos dijo que se trataba del hostigamiento del gobierno, porque él había decidido apoyar a Toledo. El asunto es que el maltrato, por parte de la seguridad del aeropuerto, era casi diario, por lo que, en muchas oportunidades, optamos por entregar los pasajes, un día antes a la prensa, para no tener problemas.
El viaje a Arequipa tenía carácter de cierre de campaña, ya estábamos retornando a varios departamentos para estos fines, y Toledo era el favorito y seguía subiendo en las encuestas.
Nuevamente, convocarnos a la prensa, y en esa oportunidad, algunos fundadores habían solicitado, al mismo Toledo, viajar en los aviones de Matos. Toledo accedió. Repartimos, en los dos aviones a fundadores, organizadores y hombres y mujeres de prensa.
En el primer avión iría Toledo, con todo el entorno político más cercano, también, algunos ayayeros y amigos íntimos de la futura pareja presidencial.
En el otro avión, nosotros habíamos considerado un gran número de invitados de la prensa, a fundadores como Iván Arroyo, Ivanoe Vega e invitados como David Waisman, entre otros, casi desconocidos. El vuelo estaba completo. Primero, salió el avión que transportaba a Toledo y su comitiva, y después de 15 a 20 minutos salimos nosotros.
Después de casi 45 minutos de viaje, se escucharon algunos comentarios, respecto a que ya habríamos tenido que estar muy cerca de Arequipa, o que incluso, ya habíamos pasado la ciudad de destino: Arequipa.
Realmente no entendía, así que pregunté, y Waisman me informó:
-Esto es el colmo, nos han desviado el vuelo, sin ninguna explicación. Nos están llevando a la ciudad de Tacna, y no puedo creerlo, dijo Waisman visiblemente contrariado.
-¿Cómo? No puede ser. ¿Por qué nos tendrían que desviar? No comprendo, expresé preocupada.
A los pocos minutos, anunciaron el aterrizaje, en la ciudad de Tacna. Nadie nos daba ninguna explicación, tampoco los pilotos. El mismo Dante Matos que estaba con nosotros, se cogía la cabeza sorprendido. Por lo que nos empezamos a mirar y buscar una solución. Algo había pasado, y nadie decía nada, o no informaban la verdad.
Así que Iván Arroyo y David Waisman me llamaron y me dijeron:
-Jenny nos han secuestrado. Vladimiro Montesinos y sus huestes han pedido que este avión se desvíe.
Esa versión era casi increíble, pero ya habíamos tenido durante la campaña varias muestras de molestias de parte del gobierno. En los aeropuertos del interior del país, también habrían programado los viajes de Fujimori, el mismo día, que los de Toledo, curiosamente con el mismo destino, sólo para captar a la prensa y dejarnos a nosotros sin periodistas.
La versión era creíble, y entonces teníamos que hacer algo, denunciar el secuestro y también informarlo a la prensa. Así, los mismos fundadores decidieron convocar a una conferencia de prensa. Se invitó a los medios de Tacna, los cuales se hicieron presentes, y con nosotros también viajaban periodistas de algunos diarios importantes de Lima que cubrirían la noticia.
Waisman sería el encargado de difundir la denuncia. Así, él con cara de velorio y compungido, dijo:
-Señores, hemos sido víctimas de un secuestro aéreo. Vladimiro Montesinos y el gobierno han desviado nuestro avión, impidiendo que lleguemos con nuestro candidato, al cierre de campaña, en la ciudad de Arequipa. Esto es el peor atentado contra la libertad del ser humano. Pedimos una explicación.
Esa misma noche, la noticia corrió como reguero de pólvora, inundó las salas de redacción de todos los medios de Tacna. Al día siguiente, habría sido titular de primera. En Lima, el escándalo había sido transmitido por los periodistas, quienes también sorprendidos por el desvió del vuelo, informaron a sus salas de redacción: “SECUESTRAN AVIÓN DE PERÚ POSIBLE”.
Al parecer, por tremendo escándalo, el secuestrador decidió dejarnos libre y enrumbar, nuevamente, a la ciudad de Arequipa. Casi al promediar las 11 de la noche, llegarnos, sin novedad a la ciudad blanca. Toledo había solicitado que se me lleve, a su hotel, apenas el avión aterrizara. Pensé que era producto de su preocupación.
Al arribar al aeropuerto de Arequipa, fui llevada, por el mismo Fuentes, hasta el hotel en el que se hospedaba Toledo y casi toda la comitiva del primer avión. El mitin había terminado y había sido grandioso, según me lo informaron. Afortunadamente, todo se había manejado con dos días de anticipación, por lo que Toledo casi tuvo el estrado armado y la prensa convocada. Todo se llevó a cabo con normalidad.
Minutos después, estuve tocando la puerta de la salita contigua a la habitación de Toledo. Él abrió la puerta y me hizo pasar. Lo vi sorprendido. ¿Quizás era por lo del secuestro, o por la difusión de éste, a través de los medios de comunicación? No lo sé, pero su semblante no era de solidaridad por el desvío del avión, pero sí de impresión por la noticia difundida, y me dijo:
-Jenny ¿qué sucedió?
Le detallé todos los hechos. Escuchó, atentamente, con las manos en los bolsillos de sus jeans. Al terminar el relato, sacó una de sus manos y la pasó por su cabeza.
-Jenny, ¿por qué informaron sobre un secuestro?
-Lo pidieron los fundadores, y ellos mismos solicitaron que se convoque una conferencia, si no lo hubieran hecho, seguramente, no hubiéramos llegado a esta ciudad, tal vez seguiríamos en Tacna.
-Hay un gran escándalo, en Lima, por el secuestro, me dijo exasperado.
-Era de esperar, doctor Toledo, el vuelo fue desviado, sin explicación.
De pronto, una duda me asaltó, y le dije:
-Doctor, usted, acaso ¿sabía del desvío del avión?
Sólo me miró y no atinó a responderme esa pregunta.
-Quiero hablar con Waisman sobre esto. Dile que venga, por favor, me dijo con el ceño fruncido.
-Muy bien, le dije y me retiré.
Salí muy confundida. Estaba casi segura que Toledo sabía del desvío. ¿Acaso él mismo lo había pedido? ¿Quiénes iban en ese avión para que haya decidido esto? Era increíble, pero conociendo a Toledo también podía ser cierta mi sospecha. Luego supe que él habló con Iván Arroyo y Waisman, pero no supe sobre qué tema.
De regreso a la ciudad de Lima, al día siguiente, en horas de la mañana, nos encontramos todos los secuestrados o autosecuestrados en el aeropuerto. Nos miramos y sólo sonreímos, porque aún no sabíamos quién nos había secuestrado o a quién le convenía desviarnos. Aún nadie lo sabía, pero la duda entre los fundadores y la prensa que estaba acompañándonos, cada vez se hacía más evidente.
Recuerdo que Iván Arroyo, se me acercó, en pleno vuelo, y me dijo:
-Jenny, ¿qué le dijo el presidente Toledo?, como él solía llamarlo. Le dije prácticamente nada, aún no sé que quería saber. Él sonrió y dijo:
-Mierda, el secuestro fue planeado, jajajajajaja. Él mismo lo sabía, pero lo que no sabía, es que en ese avión secuestrado venía su jefa de prensa, jajajajajaja. Jamás pensaron que íbamos a realizar una conferencia de prensa. Sin duda, hemos jodido a alguien, dijo Arroyo, exponiendo, de esa forma jocosa, su alucinante teoría.
Entonces, realmente empecé a buscar una explicación lógica, la única podría ser que, en el primer avión de Toledo iba la gente nueva que se había subido al coche. También, en este avión, viajaban Gorriti, García, también los nuevos hombres de prensa, invitados por el mismo Toledo; seguramente, otros más, que hoy no recuerdo, la misma Eliane y también Chantal.
Finalmente, concluí que en este avión, donde viajaba el candidato, había alguien que no le convenía que nuestro avión llegara al mitin de cierre y lo lograron. No sé si con la complicidad del mismo candidato, tal vez no, el asunto es que la respuesta de él, ante este hecho fue híbrida, y poco convincente, por lo que el asunto quedó así, sin respuesta.
GOLPE BAJO
Las apariciones del candidato Toledo, en la televisión, ya se generaban casi todos los días. Habíamos logrado la atención de toda la prensa. Sin embargo, no todos se limitaban a informar la noticia, en la mayoría de los casos, algunos canales informaban algunos percances de campaña; estaban atentos, al milímetro, de cada paso de Toledo y su entorno.
Tal es así que la prensa quería grabar a Toledo, en primer plano, y las fuertes medidas de seguridad de su equipo no permitían que los camarógrafos se acerquen a más de un metro de distancia, pero la prensa, por lograr las mejores tomas, siempre entraba en forcejeos y empujones con los hombres de seguridad.
En el retorno de un viaje de provincia sucedió un grave incidente. Supuestos agentes de seguridad habían golpeado a un equipo de un canal de televisión, específicamente, de Frecuencia Latina. Más tarde, en sus avances, empezaron a promocionar el incidente, que a simple vista se veía como una bronca terrible entre hombres de negro y reporteros de televisión. Así, durante todo el día se promocionó estas imágenes, a manera de spot.
Realmente, ninguna persona de la campaña recordaba el incidente, pues las actividades se daban tan aprisa que no teníamos tiempo para detenernos a pensar en esto, pero más de un militante nos lo había informado, a través del teléfono.
Pero lo más curioso es que al ver el noticiero, detectamos que la bronca de los reporteros de televisión no había sido, específicamente, con un hombre de seguridad sino con Dante Matos. Él caminaba muy cerca de Toledo y al verse invadido por los hombres de prensa sólo atinó a empujarlos y repartirles patadas y puñetes, y los reporteros se los devolvieron.
Pero esto no terminó allí. Inmediatamente, después de difundir el incidente, registraron el rostro de Dante Matos y su hoja de vida, en la que hicieron pública su millonaria deuda a la Sunat. Por lo que Matos se justificó, diciéndonos que era un asunto de persecución política, por el franco apoyo que él le estaba dando a la campaña de Toledo, y esto habría provocado los celos de Montesinos.
Dante Matos ya estaba enquistado en la campaña y se había convertido en uno de nosotros. Él y la gente de su compañía se habían vuelto expertos en el armado de estrados, lo hacían en todo Lima, y en el ámbito nacional. Ellos ponían la logística y la mano de obra; nos entregaban un estrado seguro y de calidad superior.
Toledo había decidido que él continúe a su lado, a pesar de los ataques del canal 2, ya que, a raíz del incidente, Matos fue tocado en más de 10 ediciones de los noticieros: especularon sobre su vida y sus empresas gasolineras, a nivel nacional.
Recuerdo, que Dante Matos me llamó, en varias oportunidades, por teléfono, para explicarme que los escándalos en el canal 2, sólo eran productos de injurias y celos de Montesinos.
Matos continuó, desde entonces, en la campaña, y realizó aportes importantes. Después de los aviones, donó el cholobus, un ómnibus que había enviado a decorar con el retrato de Toledo y acondicionado con todas las comodidades pertinentes, para transportar a Toledo por todo Lima y algunos departamentos del Perú.
Sin duda, sus contribuciones le habrían prodigado un lugar especial a Toledo quien habría concurrido a más de 15 reuniones, realizadas en la misma casa de Matos, en donde congregaba a gente poderosa, económicamente, y presentaba al candidato, con fines políticos. Ambos socios bebían hasta perder la razón. Una fuente, cercana a Matos, nos mostró muchas fotos de esas reuniones secretas, con el candidato.
Más tarde, inexplicablemente, Matos quien gozaba de las atenciones del presidente, como uno de sus mejores amigos en campaña, de pronto ya no figuró más. Toledo había dado una orden: que no vuelva a subir al estrado. Nosotros no sabíamos a qué se debía esto. Tampoco permitió subir a algunos candidatos al congreso. Dante Matos desapareció del entorno más cercano y también sus aviones, sus camionetas y el cholobus, que una vez se atrevió a mostrar a la prensa, ya cuando Toledo había llegado a la presidencia y olvidado a sus amigos íntimos como él.
Así, transcurrió, aproximadamente, un año de gobierno de Toledo, nosotros ya no tuvimos contacto con el presidente y menos aún Dante Matos. En una oportunidad fui sorprendida por una llamada de Dante, a la casa de mis padres. En esa oportunidad, Matos, quien se encontraba en el olvido de Toledo, me hizo varias revelaciones, como por ejemplo, qué Willy Gonzáles Arica habría sido un traidor, ya que él mismo se lo recomendó a Toledo, y lo hizo ingresar al departamento de prensa como Willy se lo pidió. Luego, se habría olvidado de su benefactor. Matos nos refirió, como lo había llamado, en distintas ocasiones, tan sólo para conseguir una entrevista con Toledo, pero Willy lo paseaba o en la mayoría de los casos le decía que era casi imposible.
Otra revelación, casi increíble, era que Toledo le habría pedido a Matos que invirtiera y comprara el canal 4. Por ello, lo puso en contacto con Almeyda y ambos viajaron a los Estados Unidos, y Matos comentó que él había tenido que pagar todos los gastos para conocer la compra del canal. De igual forma, manifestó que tuvo que hacer unos pagos para poder revisar los documentos de dicha venta. Me expresó, también, que Toledo le había dicho que él comprara, y que de las deudas del canal se encargaría él mismo.
Según Matos, dijo que invertir en la compra del canal era meterse en una deuda millonaria y que él, sin conocimiento de este tipo de empresa no podía arrojarse a la piscina. Ante esta situación, él empezó a despistar al presidente. Finalmente, Almeyda cae preso, por el problema de Bavaria, y Matos abandona el ambicioso proyecto.
Dijo, también, que poseía documentos y facturas de los gastos mencionados, para hacerlos públicos a la prensa, en algún momento. Supongo que guardaba esto, celosamente, con la creencia de mover algún hilo con Alejandro Toledo.
Matos sigue órdenes de Toledo en la fuga de la Burga
Era casi las 6:00 a.m. de un día domingo, el tema de las firmas falsas estaba en titulares, en la mayoría de los medios de comunicación, el problema era evidente para el gobierno y todos estaban aterrados, según dos abogadas ligadas, directamente, al mismo presidente.
Sonó el teléfono, al otro lado de la línea, una voz de un joven que había tenido la oportunidad de conocer, me dijo:
-Señora Jenny, tengo que hablar urgentemente con usted, conozco toda la historia de la fuga de una mujer. Y el pobre señor Matos tiene que estar pagando millonarias sumas de dinero, a pedido del mismo Toledo.
-¿Cómo?, le dije, aún no despertaba completamente, y la voz de este joven había roto mi sueño, abruptamente. No te creo. ¿De qué estás hablando? ¿Estás seguro?
-Sí, señora Jenny, estoy seguro. Yo estuve presente en un diálogo telefónico entre ellos dos. Se lo juro.
No podía creerlo, el joven estaba diciéndome que Toledo había llamado a Matos. Inmediatamente le pregunté, y ¿cuándo se amistaron?
-Recientemente, producto de esa llamada. Es que Toledo necesitaba un contacto, un hombre que le hiciera unas diligencias y pensó en Matos.
-Así, y ¿qué podría pedirle el presidente a Matos?
-Bueno muy fácil, que le alcance un dinero a la familia de Carmen Burga para que se callen y se vayan del país. Es más, él ha puesto sus carros a disposición, y también un personal de su empresa y todo está listo para la fuga.
-No, estás loco, le dije, es imposible. ¿Y, qué otros nombres puedes darme para saber, si lo que me dices es cierto?
-Bueno, está Dante Ames, es yerno de la Burga, su hija y casi toda la familia de la Burga. También hay una policía muy cercana al señor Matos, que se encarga de otros asuntos, pero ayuda.
A esta altura del diálogo, ya me encontraba totalmente despierta y no dejaba de asombrarme con lo que estaba escuchando:
-Quiero vender esta información a la prensa. ¿Cómo puedo hacer?
Inmediatamente le dije que era imposible vender información a la prensa, en todo caso, él debía relatar esto ante alguna autoridad competente. El joven me replicó: no, sólo quiero mil soles, para irme de campamento.
Era increíble, este joven quería mil soles por relatar la historia de la fuga de Carmen Burga, su familia y el personal de la empresa de Matos.
Le advertí que era peligroso lo que intentaba hacer, y en todo caso debería juntar las pruebas para denunciar tales hechos. Dijo que contaba con algunas pruebas, entre ellas los recibos y listines de llamadas del teléfono de la Burga con Matos, y el de Matos con el Presidente de la República.
Hablé con algunos amigos de los medios, estaban muy interesados y ofrecían protección para el joven, pero en menos de una semana, el joven fue asaltado y le quitaron su mochila, robándole su celular y sus cuadernos de la Universidad. Esto provocó que entrara en pánico y desapareciera, con tremenda historia, que más tarde aparecería como un hecho casi real, en la mayoría de los medios de comunicación.
Otra persona, muy cercana al mismo Matos, nos confirmó la cercanía de él a la policía femenina de nombre Milagros, incluso, aseguró que tenían una relación extramarital desde algún tiempo atrás. Dijo conocer detalles de la relación e incluso de los gastos y compras que Matos habría realizado para congraciarse con ella.
Asimismo, me comentó sobre la gran fuga. Todo estaba listo, saldrían a Ecuador. Matos ya habría realizado una primera entrega del dinero a Dante Ames. Expresó, también, que Matos estaba indignado de haber entrado así, porque le dio 25,000 dólares a Ames, y más tarde se niega a darle el saldo prometido. Al parecer, por eso, Carmen Burga decide hablar. Luego la historia es conocida por todos, nacional e internacionalmente. También sabemos que el caso ha sido llevado a fojas cero y tiene la solicitud de reiniciar las investigaciones.
¿Cómo Matos habría terminado comprometiéndose en tremendo caso? ¿Por qué Toledo finalmente lo llama y renueva su amistad para solicitarle este tremendo encargo? ¿Por qué de pronto, un joven tenía en sus manos, tanta información? ¿Por qué lo asaltan y después desaparece del mapa? Pero lo más increíble de esta historia es que con tantos indicios y con tanto escándalo y presión periodística, todos callaron.
RENUNCIANDO A LOS SUEÑOS
Los primeros fundadores renuncian a Perú Posible. Ese era el principal titular, en la prensa.
La primera en dar justificaciones a la prensa fue Rosi Guzmán Ganoza, ex fundadora del partido quien reveló al diario Expreso que su renuncia a esta agrupación, obedecía a que de un partido constructivo había pasado a ser un antídoto, principalmente, en el ala de las movilizaciones.
Ella manifestó que renunciar a Perú Posible era una decisión muy difícil para ella, por el cariño que sentía por esa agrupación.
Rosi Guzmán denunció, antes de partir, que había gente que se había subido al coche, a última hora, y eran ellos quienes le estaban haciendo daño al movimiento; gente oportunista con la que no quería estar mezclada, había manifestado a ese diario limeño.
Sin duda, la renuncia de fundadores, como ella, nos llamó la atención, pero ese sentir de Guzmán era ya de la mayoría de los fundadores y es que, en una última reunión del partido, muchos miembros fundadores e inclusive congresistas elegidos, fueron desplazados por gente “golondrina“. Así forman un grupo, entre los cuales estaban el ingeniero Eduardo Villena, el dueño de los departamentos de Bajada Balta, en el distrito de Miraflores, César Dulanto, ex jefe de campaña y el doctor Iván Arroyo.
Ellos eran fundadores muy entrañables, formaban parte del grupo más íntimo, es más, Toledo le decía al Ingeniero, papá Villena; Iván Arroyo era el ideólogo del partido y César Dulanto era su ex jefe de campaña y ex jefe de recolección de la “bolsa“.
Ésta fue una mala noticia para nosotros. Estaban renunciando nuestros amigos más íntimos, con quienes habíamos subido y bajado cerros, amigos muy apreciados, con quienes trabajamos arduamente las movilizaciones, ya desde fines de 1998. Por ello, era increíble, pero lo más triste era que Toledo no les había pedido que se queden. Me preguntaba, ¿por qué los estaba excluyendo tácitamente? ¿Toledo prefería estar sin ellos?
Pero, fue suficiente escuchar el relato de Rosi Guzmán para comprender lo que estaba pasando, no sólo con ellos, sino con el mismo Toledo.
Rosi me comentó que un tiempo atrás se sintieron atropellados, en un mitin, y decidieron apartarse, pero también, porque tenían conocimiento que había entrado una enorme cantidad de dinero para el partido y la marcha de los cuatro suyos y él no había anunciado nada.
Le habían reclamado todo, sus juergas, su ingratitud con su gente, el olvido de los chiquitos que lo ayudaron, desde el comienzo, le sacaron en cara todo, el valor de la amistad, y el respeto a los partidarios. Al parecer a Toledo no le habría conmovido nada.
Todos lloraron, inclusive, el mismo Toledo, pero el llanto tampoco fue suficiente para decirles que se queden, ni ellos querían volver. Al parecer la humillación habría llegado a lo más hondo de su dignidad, y ya no querían exponerse.
¿Qué era lo que realmente le habría pasado a Toledo, para despedir así a sus más íntimos militantes, a sus fundadores, sin ninguna opción, sin ninguna oportunidad, sin un borrón y cuenta nueva? ¿Por qué Toledo tendría que comportase de esta forma con ellos? Yo sólo pensaba que a todos nos tendría que pasar y ellos habrían sido las primeras cabezas.
Toledo subía en las encuestas, a pesar de esa nota periodística que salió en más de cuatro medios y luego se olvidó. Toledo subía y lo demás no le importaba, nadie quería analizar nada, mejor si se iban, habría espacio para otros.
LOS PREJUICIOS DE TOLEDO
Recuerdo claramente el problema que surgió para escoger a las candidatas para la lista de Perú Posible al Congreso. Ocurre que Toledo es machista, cree que las mujeres no piensan y que muy pocas son inteligentes.
En plena conformación de la lista, la prensa, muy curiosa, requería que les diéramos los primeros nombres de mujeres que integrarían la lista del partido, ya que durante la campaña, pocas veces se había visto a las futuras candidatas participando en la organización de los mítines, menos aún lanzando algún mensaje proselitista.
Así, le expliqué la curiosidad que tenían los medios de comunicación, que deseaban conocer las mujeres que presentaría el candidato favorito en las encuestas. En todo caso, le dije que debería hacer una lista tentativa de éstas y que con el correr de los días, podría mejorarse y presentarla a la prensa, entonces me dijo:
-Jenny, ¿cuáles mujeres?
-Para la lista al parlamento, o ¿es que usted no piensa incluirlas?
-No lo he pensado todavía.
En ese momento, tomó papel y lápiz, y empezó a esbozar algunos nombres. Minutos después me preguntó:
-A parte de mi mujer Eliane y tú, ¿qué otras mujeres más piensan aquí en Perú Posible?
Me quedé sorprendida, sabía que no había muchas, pero sí existían y recordé a una doctora, una ingeniera, una asistenta social y una comunicadora social, que desde los inicios, lo acompañaban a todas las manifestaciones.
Le recomendé que informara esto al partido, y que ellos propongan a las mujeres que irían en la lista al Congreso. Sería lo más lógico. Entonces, casi enfurecido me dijo:
-¿Qué Partido? Es mi Partido. Me ha costado 25 mil dólares. Aquí el único que manda soy yo.
-¿Cómo?, ¿su Partido doctor? Y no me quedo otra que sonreír. No podía creer lo que estaba diciendo, pues, inmediatamente pensé que si él estaba tomando de esta forma el partido Perú Posible, seguramente seria testigo de más de una sorpresa. La fiesta empezaba y él ya tenía seguro que el Partido le pertenecía sólo a él.
Finalmente, logró escribir el nombre de unas 5 ó 6 mujeres, entre ellas Doris Sánchez, Cecilia Tait, Carolina Baquerizo, Rosi Guzmán, Delia Pobis, Armandina Aguirre, entre otras.
Enseguida, le pregunté cuál de ellas sería la vocera de su género. Le propuse a Cecilia Tait, en todo caso, ya la prensa la estaba solicitando para que dé un par de entrevistas, le dije:
-Doctor, ¿quién va a hablar en representación de las mujeres del partido, tal vez podría ser Cecilia Tait? Y su respuesta fue tajante:
-No, jamás le pongas prensa a Cecilia Tait, porque no sabe hablar.
-Entonces, ¿quién será la vocera del grupo de mujeres? ¿Quién pondrá la cara a los medios de comunicación?
-Pásamelos a mí, me respondió.
Su respuesta me confundió mucho, y haciendo un poco de memoria comprobé que él siempre había tomado las decisiones en su partido, sin consultarle a nadie. Él hacía y deshacía, y utilizaba a su CEN sólo para las cámaras de televisión y en los inicios del partido, para exigirles que construyan el plan de gobierno, y también para manipular a algunos militantes, a través del CEN.
¿Por qué Toledo me habría dicho que su partido le costó 25,000 dólares? Entonces, Alberto Nieves, en el año 2001, no habría mentido, en su confesión en la oficina de la congresista Doris Sánchez, cuando nos relatara sobre la entrega de ese dinero para inscribir el partido de la chakana. En todo caso, sólo Nieves podría confirmarlo.
Ahora tenia seguro que con la conformación de la lista de su partido al Congreso, Toledo haría lo que le diera la gana. Él no contaba con incluir al género femenino. Las mujeres casi no contaban para él, en la organización del partido, por eso no las incluía en las actividades proselitistas que se organizaban en Lima y a nivel nacional. En todo caso, únicamente, aceptaba opiniones de su mujer, su hija Chantal y algunas veces, también las mías. Por supuesto, que no era muy fácil convencerlo; era muy difícil, como él mismo decía, era absolutamente terco.
Pero, a veces, se dejaba guiar por cualquiera que fuera a venderle una idea descabellada. Hacerlo bajar al llano, nuevamente, nos costaba siquiera media mañana. También, pude observar que le gustaba ser informado por todos, cruzar información, disfrutarla y después atar y desatar los nudos, según sus conveniencias. En la mayoría de los casos, su desatino provocaba que los dirigentes discutieran, lo cual siempre le importaba muy poco. Sólo decía su clásica frase: “Yo conozco a mis pescados“.
Recuerdo, que en una oportunidad, la prensa lo quiso entrevistar por el tema de la mujer, coincidiendo con el Día Mundial de la Mujer. Toledo ensayó una propuesta que podría lanzar a favor de la mujer, delante de mí. Lamentablemente, su propuesta no coincidía con la realidad de nuestro país, pero sí, seguramente para las mujeres que viven en los Estados Unidos. Así, para proponerle otra idea, antes, le pregunté qué opinión tenia él sobre la mujer peruana, y si realmente la conocía; me dijo que no conocía mucho esta realidad o en todo caso no la tenía actualizada.
Lógicamente, Toledo no tenía porque saber todo, pero si me sorprendía el hecho que quisiera convertirse, en el presidente de todos los peruanos, sin conocernos. Vivir en los Estados Unidos, por más de 20 años consecutivos, sin duda, no le ayudaría a reconocer y actualizarse sobre la idiosincrasia de los peruanos.
Toledo conocía muchos departamentos del Perú, por sus viajes, en su anterior campaña en 1994, pero sabía poco de la realidad de cada departamento del Perú, de sus necesidades, de sus sueños y esperanzas. Pienso que la coyuntura lo arrastró a las elecciones sin dejarlo conocer y actualizarse sobre nuestro país y su gente.
Por esta razón, nos animamos a darle un resumen y ayuda memoria sobre cada departamento del Perú, también adjuntamos a esta información algunos datos sobre las necesidades de cada departamento y los problemas que eran conocidos en la capital. Esto se debía a que sus alcaldes y autoridades provinciales muchas veces se veían en la obligación de venir a Lima para expresar sus necesidades o reclamos a través de los medios de comunicación.
De esta forma, Toledo inició sus primeros viajes al interior del país, ingresó sin discriminación a casi todos los medios de comunicación, en cada pueblo por más pequeño que fuera. La interrelación, a través de la radio, con el mismo pueblo, le permitió que lo conocieran más a él y sus propuestas. Toledo en menos de tres meses logró posesionarse, en el interior del país.
NO GOLPEEN A LOS PERIODISTAS
Transcurrían los días, y seguíamos subiendo como espuma en las encuestas. Eran días fuertes de campaña. Aún toda la prensa podía entrar, sin exclusiones, a la sala de conferencias del César Hotel, cedida por el empresario Luis León Rupp. También eran tiempos en que se buscaba cualquier error de Toledo para difundirlo en los medios de oposición. En esos tiempos, Frecuencia Latina y Radio Programas del Perú, eran los que más nos atacaban y difundían, sin duda, los errores del candidato.
El nuevo equipo de prensa, comandado por Gorriti, no los podía ver ni siquiera en la sala de prensa del César. Por mi parte, como siempre, y como Keller recomienda, jamás se debe excluir a un miembro de la prensa de la campaña; pensaba que bien o mal, era importante que entren todos los medios de comunicación, desde el más grande al más pequeño, como Frecuencia Latina y Radio Nacional. Todos sin distinción.
Así, se inició la conferencia de prensa. Toledo, en aquellos tiempos, daba conferencias casi diariamente, y la prensa acudía presurosa.
Era sábado, y se citó a los periodistas a las 4 p.m., por lo que muchos llegaron después de su almuerzo.
En plena conferencia de prensa, escuché una fuerte discusión, un golpe de puerta y vi una persona en el suelo; era Ricardo Gómez de Radio Programas del Perú. Presurosamente, corrí a levantarlo, y le pregunté cómo se encontraba, y me dijo: Gustavo Yovera se ha achorado y me ha empujado ¿Por qué? ¿Qué sucedió?, pregunté. Me respondió, no lo sé Jenny, sólo porque quise hacer una pregunta incomoda al candidato, se ha venido sobre mí. No puede ser, le dije yo.
Inmediatamente, vino Yovera y me recriminó el apoyo que le diera al periodista caído. A pesar de esto, me quedé al lado de Ricardo y acabada la conferencia, así como el incidente, le ofrecí un vaso con agua.
Mas tarde, el periodista realizó su despacho a la radio, en directo, y explicó detalladamente, el incidente, lo cual me pareció preocupante, ya que según Keller jamás, deberíamos tener altercados con la prensa, menos, aún si éramos anfitriones. En todo caso, pensé, que la difusión de los hechos era su derecho. Escuché el relato y me quedé impresionada por esa situación. Yovera me dijo que Gustavo Gorriti quería hablar conmigo. Así, me hicieron pasar a una sala muy privada del César. Allí, estaba Gorriti quien agitaba las manos, de manera compulsiva, con el rostro totalmente desencajado. Sus dedos revoloteaban, nerviosamente, por su barba mal trajeada. De manera tajante, disparó una pregunta: ¿Por qué ayudas a los medios de la mafia? Lo miré y con cierta sorna le dije; ¿Qué medios son de la mafia? Me respondió, el canal 2 y Radio Programas. Lo miré atónita y le respondí: No puede ser, los periodistas no son mafiosos, yo los conozco bien y me los he encontrado en más de una comisión cuando he sido reportera de calle. Son mis colegas y sólo trato de ser amable. ¿Cuál es el pecado?
Bajó bruscamente las manos y las pegó a su cuerpo. La furia estaba encendida en su rostro y me dijo, con la voz de mando e intolerancia que lo caracteriza, son de la mafia y punto; esto se lo informaré a Toledo. Le dije, perfecto, yo también le informaré.
De igual forma, me pidió explicaciones sobre una supuesta entrevista que el reportero me había realizado en directo, para Radio Programas, sobre la queja del periodista.
Inmediatamente, sin inmutarme, le dije que no había sido entrevistada, y que me hubiera dado vergüenza reconocer públicamente el maltrato; jamás he salido a dar declaraciones de este hecho y menos aún explicaciones. Pero, sí pienso que alguien las debe dar. Son colegas y merecen todo nuestro respeto, al margen de tus sospechas y temores por la mafia.
Alterado me dijo, estoy seguro que tú has dado declaraciones y eso quiere decir que estás trabajando con los periodistas de la mafia.
Entonces, cansada de sus incertidumbres y su búsqueda de espías y de mafias en todas partes, desde que se integró a la campaña, le dije:
-Gustavo ¿qué te sucede? ¿Cuál es tu problema? Yo tengo claro el comportamiento del equipo de prensa del partido, como anfitriones a la invitación de la prensa, y no sé qué te sucede. Yo conozco mi trabajo, pero tú insistes con tus temores de la mafia y así no se puede trabajar.
De pronto, Koki Toledo intervino, en defensa de Gorriti, y expresó ante mi asombro que Gorriti era lo máximo y que tenía que callar y acatar lo que él me había dicho. Un momento, le dije, aquí nadie ha inventado la pólvora, ésta es una campaña presidencial como tantas, y Toledo sigue subiendo en las encuestas, al 48%, como lo han encontrado Gorriti y Yovera. Esto ha sido producto del arduo trabajo de nuestro primer y pequeño equipo de prensa. Ahora sólo hay que mantenerlo. Así que no sé porque insisten en buscar fantasmas.
A esas alturas, Koki Toledo estaba indignado, como si cada palabra hubiera horadado algo muy dentro de él, y como si estuviera impulsado por una fuerza extraña dio un paso adelante. No sé si quiso agredirme verbalmente, o fue sólo para amedrentarme, el asunto es que Gustavo Gorriti lo detuvo.
Luego Gorriti, el hirsuto personaje, empezó a ordenar y me dijo, bueno voy a hacer algunos cambios, siéntate y toma nota. Accedí a su funesta orden, sin decir una palabra, ya que los ánimos, en esa pequeña sala, estaban demasiados exacerbados, especialmente por Gorriti. Entonces, empezó, el periodista de investigación, que en el 2000, recién había llegado de Panamá y se había integrado a la campaña, según la presentación del mismo Toledo, como el gran organizador; me dijo, desde ahora, la jefa será Zambrano. No sabía quién era, sólo sabía que era una íntima amiga de Pilar Freitas. No era periodista y no tenía ninguna experiencia en campañas; igual le seguí la cuerda, y solo asentí con la cabeza. Luego, me dijo, desde ahora te encargarás de lo siguiente, y empezó a dictar:
-Desde las 5 a.m., recogerás las noticias de CPN y RPP, elaborarás un informe detallado de las noticias y me lo envías a través de Zambrano. Más tarde, chequeas todos los noticieros televisivos de la mañana. Y, a las 10 a.m., me remites, igual, una síntesis de lo ocurrido. Durante el día, de igual forma, debes captar los noticieros, sintetizar y entregar el documento a la oficina de Toledo, copiar y grabar medios para hacer el análisis de estos. Coordinarás con la prensa de radios menores para grabar también sus noticieros y entregar las notas de prensa, a tiempo, a sus redacciones. También debes revisar todos los periódicos y entregar la síntesis informativa. Asimismo, redactarás las notas de prensa, las cuales presentarás a Zambrano y después a mí.
Sin duda, al verle el rostro sólo podía encontrar furia y claro la posibilidad que esto se convirtiera en un detonante para que yo renunciara y lo dejara en paz. Presentía que no quería verme en el departamento de prensa, y no tuvo el valor de decírmelo frente a frente.
Después de 17 temas más, los cuales iban a ser de mi exclusiva responsabilidad le pregunté, en tono sarcástico: ¿hay algo más? Y él, mucho más furioso, me cuestionó: ¿quieres más?
-Por supuesto, esto que me has dictado, lo realizo sola, desde el año 1997. Por eso encontraste a Toledo, en 48% de aceptación, así que realmente me parece rutinario para mí.
Se puso irascible y me pidió realizar la nota de prensa de la conferencia del incidente con el periodista Ricardo Gómez, a la que, lógicamente, no estuve atenta por respaldar y estar cerca al reportero de RPP. No tenía los datos precisos de la conferencia y de lo que había declarado Toledo, y el plazo llegaba al límite. Debía redactarla y entregársela, sin reparos ni justificaciones. Lo tomé como un gaje del oficio reporteril, por el cual ya había trabajado más de 10 años, en diferentes medios de comunicación, en mi país.
Así que, presurosa, llamé al propio Toledo y le pedí que me dé detalles de la conferencia, tengo que hacerle la nota de prensa a Gorriti y no quiero darle el gusto de humillarme. Toledo, encantado, me brindó los detalles, como siempre habíamos trabajado desde el inicio, me dio la pepa, y me preguntó, qué pasó, quién te ha dicho que hagas esto; le dije, el mismo Gorriti, y él se sonrió. Me dijo, lo que quiere es aburrirte, sé fuerte trata de que no lo logré, síguele la cuerda.
No me parecía justo, pero me tomé en serio el reto, y así lo hice, presenté oportunamente la nota.
Sin duda, este episodio se sumaría a otros más, de los tantos que Gorriti llevó a cabo para aburrirme, según lo expresó el mismo Toledo, era un hecho, y estaba confirmado, que no le gustaba que estuviera allí y que le habría molestado que, a pesar de su opinión, Toledo solicitara mi presencia, en prensa.
EL ESPECIALISTA EN ESPÍAS
Lo que voy a narrar parecerá inverosímil. Yo misma, al recordarlo, no puedo terminar de entenderlo, pero tengo que hacerlo y me remitiré a narrar los hechos como lo tendría que hacer cualquier periodista decente. Tal vez, no sea agradable para mí recordar, nuevamente, un diálogo deshonroso, el cual tuve que presenciar a solicitud del mismo Toledo, pero sin duda tenía que estar presente, y gracias a esto hoy lo puedo contar.
El relato les hará conocer lo sucio que puede ser entrar en una campaña, cuando existen quienes tienen intereses de ser ministros o candidatos, o de adquirir algún gran puesto en el gobierno. A esta gente, que viene con tantas ansias de poder, no le importa nada. Y por ello, están dispuestos a exterminar al entorno más cercano y tratar de fulminar a los más indefensos, a aquellos a los que ellos mismos no conocen. Esta es la única conclusión, a la cual he llegado después de cuatro años.
El hecho ocurrió la misma noche que agredieron a Ricardo Gómez, el reportero de RPP. Estaba frente a la computadora, en el departamento de prensa, en el César Hotel y eran, aproximadamente, las 10 de la noche. Suena mí celular y Toledo me dice:
-¿Qué haces?
-Estoy escribiendo una nota de prensa, le dije.
-Jenny, quiero que vengas urgente al bar del hotel. Te espero aquí, Quiero comunicarte algo y es urgente.
En menos de dos minutos, llegué al bar. Allí estaba Toledo, tomando algunos vodkas. Me pidió que me sentara frente a él.
-Gorriti y Yovera dicen que tú eres espía, y me tienen loco, pidiéndome que te saque de la campaña. Necesito que los enfrentes, que los saques al fresco y te defiendas, dijo apresurando un sorbo de vodka.
Al escuchar su relato, me sentí muy desprotegida, casi sin armas para defenderme, Lo que había terminado de escuchar lo sentí como una feroz patada en el hígado
Él quería el enfrentamiento, era su clásica Radica. Quería pleito y no quería enfrentarlo, sólo me puso de escudo y tuve que asumirlo. Se trataba de mi persona y de mi prestigio. El líder, el candidato presidencial, el futuro presidente del Perú, me estaba pidiendo, después del trabajo arduo, a su lado, por más de 4 años, que me enfrente, a pesar de nuestras pequeñas y grandes diferencias, a estos dos hombres. No lo podía creer.
Tuve que armarme de valor, para enfrentarme con dignidad a estos hombres que habían llegado para organizar la marcha de los cuatro suyos, que habían llegado a ultima hora, a una campaña que ya caminaba sola, y, de pronto yo les estaba incomodando, ya que Toledo no hacía nada más que recordarles que yo no le cobraba por entrevistas, en los medios, como si le habría querido cobrar Yovera, en más de una oportunidad. Lo que mas cuidó Toledo, en esta campaña, y tal vez en su vida, es su billetera, seguramente, esto ya era un problema grave para él.
Yovera habría querido cobrarle 200 soles por una entrevista, en radio Santa Rosa. Esto, sin duda, era un horror para Toledo, ya que hasta la fecha había entrado con nuestro equipo, a todos los medios de comunicación, sin pagar un solo sol, y ahora que subía como espuma no tendría porque pagar dinero a los medios, ya que se había convertido en el líder de la oposición. No había más candidatos.
Allí estaba esa noche con Toledo, quien lucia cansado, ronco de tanto charlar, como muchas noches, con unos tragos demás encima. Estaba pensativo, ebrio, pero enérgico.
-Tienes que sacarlos al fresco, a este par de maricones. Quieren acusarte de espía, quieren retirarte de la campaña y no entiendo a qué se debe esto, dijo Toledo.
-¿Qué?, no puedo creerlo, ¿por qué? No es posible. ¿Y usted lo va a permitir? Esto no es justo, le dije demostrando mi indignación, por estas declaraciones.
-Jamás, no permitiré que te toquen, ni te acusen de algo que no eres. Estos pendejos quieren alejarte de mí, están celosos. Es que tú no me cobras por entrevista, y ellos sí. Este es el problema, además hay otra cosa, yo no les pago a ellos; han venido por un empresario de televisión, y ahora no quieren trabajar contigo. ¡Qué tal conciencia, qué se han creído! Por eso, es que te he pedido que vengas a defenderte de una vez por todas, dijo Toledo, con falso tono de fastidio.
Me armé de valor, pues lo necesitaba. No todos los días una mujer tiene que enfrentarse a un par de hombres que quieren desprestigiarla, diciendo infundios, y acusaciones que son imposibles de demostrar. Periodistas acusando a otra periodista, sin pruebas, y no sólo eso, tenía un líder inseguro de sí mismo, que jamás supo defender a su gente, y menos aún pagarle con lealtad.
Entonces respiré hondo y le dije: -Muy bien, estoy preparada.
Toledo llamó a un efectivo de su seguridad, y le pidió convocar a Gorriti y Yovera: los dos acusadores. Llegaron al cabo de unos minutos, y Toledo les dijo que se sentaran. Nos ofreció unos tragos, ellos pidieron whisky y yo agua mineral, entonces me hizo una seña para continuar conversando.
Así, toqué el tema de la agresión de Yovera al reportero de RPP. Toledo escuchó muy sorprendido, dijo que jamás se debía atacar a un hombre o mujer de prensa y, que en todo caso, estaba de acuerdo con mi actitud, y que no se vuelva a agredir, bajo ningún pretexto, a ningún periodista. En suma, les dijo, estoy de acuerdo con la política de Jenny, en esta campaña, cuando estábamos solos jamás hemos acusado a ningún hombre de prensa de ser de la mafia y menos aún hemos agredido a nadie.
Ambos se quedaron mudos, luego intentaron dar explicaciones y Toledo les pidió, nuevamente, no atacar a los reporteros y que el tema estaba concluido.
Posteriormente, Toledo me mira y me vuelve a indicar con una seña que inicie el descargo, y con esa orden, inmediatamente, yo, ingenuamente, me lancé en mi propia defensa.
Me sentía muy triste, pensaba que cómo era posible que en esta campaña tengamos que pelearnos, no sólo con Montesinos, la oposición, y encima con la misma gente que Toledo había traído para sumar en la campaña. Eran golondrinos que vinieron a última hora, que no nos conocían, que no respetaron nuestro trabajo, ni siquiera como colegas, pero tenía que enfrentarlos, así que sin pensar en nada más dije:
-Doctor Toledo, quiero aprovechar la oportunidad que estamos reunidos, justamente, nosotros, para aclarar un tema que me preocupa. Toledo me dijo:
-Sí, adelante, dime.
-Quiero saber porque Gorriti y Yovera, alegremente, me están acusando ante usted como espía ¿qué significa esto?
Entonces Toledo viró a mirarlos y les dijo:
-No sé, qué dicen ustedes, defiéndanse ¿por qué le dicen a ella que es espía?
Ante mi pregunta, ambos negaron haber dicho eso.
Inmediatamente, insistí y pregunté, ¿por qué me acusan de espía? Ellos volvieron a negarlo. Yo pregunté, entonces ¿quién lo dice, doctor Toledo? y Toledo furioso dijo, no lo sé, si ellos no lo dicen, ¿quién será, seré yo? Y los miró. Gorriti interrumpió:
-Bueno, es que tengo indicios, ya que tú has trabajado en el canal de la mafia, el canal 2, has sido asesora de Carlos Torres y Torres Lara, también has estado en el canal de la dictadura, el canal 7, y esos son indicios.
Ante este supino argumento, le pregunté:
-¿Y esto es suficiente para acusarme de espía? ¿Acaso no es posible que puedas pensar, que a diferencia tuya, algunos periodistas tuvimos que quedarnos para seguir luchando en nuestro país, y trabajar aquí en cuanto medio de comunicación nos abriera la puerta? ¿Acaso, salimos como tú corriendo a otro país para hacer periodismo? Durante la dictadura y el terrorismo, algunos periodistas, como yo, nos quedamos aquí a lucharla, a ver el problema de cerca y enfrentarlo, a conocer la política, desde sus entrañas para entenderla. Muchos, como yo, no salimos corriendo de nuestro país, nos hemos quedado aquí a arrancarle una oportunidad al Perú.
Indignada, seguí hablando y les dije:
No es posible que ustedes ambicionen tanto y en su objetivo no les importe pisotear a sus propios colegas. Acaso, esta difamación sólo se trata de un asunto de envidia o estorbo. ¿No son suficientemente capaces de trabajar esta campaña con la gente que la inició?
Acaso ustedes son los iluminados para luchar contra la dictadura y recuperar la democracia. ¿Acaso, los que nos quedamos aquí, más de 12 años haciendo periodismo, en dictadura, no tenemos la oportunidad de luchar contra ésta? ¿Quiénes son ustedes? Gorriti, un periodista de investigación, que se fue a Panamá cuando quemaban las papas en el Perú. Y tú Yovera, un fotógrafo de Mantilla, quien hoy se encuentra preso, me quieren dar clases de periodismo. ¡Qué es esto, doctor Toledo! Cómo es qué usted puede permitir que ellos vengan a última hora, no sólo a apropiarse de un trabajo, que vengo realizando tanto tiempo, como un trabajo de hormiga. Pero, no sólo eso, sino que usted permite que ellos nos atropellen a todo el primer grupo de periodistas que estamos trabajando tanto tiempo con usted. Un grupo, que desde sus inicios ha apostado por usted, para convertirlo en el candidato con la más alta aceptación en las encuestas. No puedo entenderlo.
Entonces, Gorriti se puso furioso, y le dijo a Toledo:
-Alejandro, no vas a permitir que este diálogo continúe, ¿verdad? Y Toledo dijo:
-¿Por qué no? Jenny ha demostrado ser más enérgica y fuerte que la misma Lourdes Flores Nano, así que tienen que darle una explicación concreta y presentar pruebas.
En ese momento, intervine yo y le dije que no era justo que ellos vinieran y se crean los descubridores de la pólvora, que hubiera sido interesante que su comportamiento fuera como el que nos indicó Toledo: que Gorriti venía para convertirse en el gran organizador. Y, sin embargo, sólo habría sido, el gran desorganizador, ya que empezó a buscar espías y a solicitar a los medios de comunicación que nos acusaran de tales. Esto sucedió, también, con Roberto García, el empleado de la embajada de España, al que acusaron sin pruebas de ser espía. Porque, así este hombre trabajara en donde trabajara, tenía derecho de tener amigos y tenía el derecho, corno se lo permitió Toledo, de acompañarlo en su sueño de ser presidente, y por ende de apoyarlo, en lo que pensaba que era necesario.
Pero el hambre de Gorriti, por encontrar espías y los celos por ser el único asesor de Toledo, recayó injustamente en este joven español, que fue humillado, detenido no sólo aquí, en nuestro país, sino también en España, para ser investigado. Al encontrarlo inocente, lo soltaron, pero, inmediatamente, la Embajada habría ordenado que se retire del país, para no causar problemas, entre ambos países. El español tuvo que retirarse con la más horrible humillación de ser expulsado, casi a la fuerza de su trabajo.
Finalmente, Gorriti ordenó un gran titular en el diario La República: ESPÍA ESPAÑOL EN PERÚ POSIBLE, y le cayó la noche, a un español que ni siquiera conocía cuan terrible podía ser estar en las filas del partido y unirse a una campaña feroz contra Montesinos, y jugársela para sacar adelante a un candidato que, a él mismo, siendo español, le pareció la gran oportunidad para el Perú.
Lo cierto es que el español, desde dos meses atrás, no se encontraba en el Perú, pero esta discusión puso sobre la mesa este caso, ya que esta vez, Gorriti había apuntado su puntería sobre mí, entonces traté de ser enérgica, ya no más injusticias, ya no más otra persona que tuviera que irse de nuestra campaña porque a Gorriti no le gustaba. Y porque Toledo no demostraba nunca la suficiente lealtad ante un trabajador o amigo de su entorno para defenderlo, como lo demostraría después durante su gobierno, traicionando a sus más leales colaboradores.
Entonces le dije a Toledo: ¿por qué usted está permitiendo que este señor, entre a las entrañas de una campaña que nació de colores, con alegría, sin traumas ni odios? ¿Por qué este señor dice que viene a organizar nuestra campaña con tantos temores y tantas dudas? ¿Por qué si no nos conoce, tenemos que ser atropellados, por él? ¿Qué pasa doctor Toledo, es que acaso, usted no ve que es un ave de paso que sólo viene por intereses de algunos poderosos? ¿Acaso no sabe usted que él ni siquiera lo respeta? Aquí, sólo basta preguntarle a Gorriti, ¿dónde va a estar cuando Toledo baje en las encuestas?, cuando ya no sea nunca más el líder de la oposición. Y Toledo se paró, casi se le había ido la borrachera, y, enérgicamente, le preguntó a Gorriti:
-Y dime, ¿tú dónde vas a estar cuando baje en las encuestas?
A lo que Gorriti respondió sin titubear:
-Con el nuevo líder de la oposición.
Sin duda, este fue el día más triste para mí, en esta campaña, pues ya empezaba a saborear la ingratitud de quien pensábamos era nuestro líder. Recién esa noche, en una conversación que se iniciara a las 9 p.m. y terminara casi a las dos de la madrugada, me estaba dando cuenta que algo estaba yendo muy mal, y era la última en enterarme. ¿Cómo era posible que no haya percibido nada? ¿Por qué había tanto odio, en estos dos hombres maduros que fueron incapaces de sumar y que el tiempo demostró que sólo llegaron a restar?
UN EMPUJONCITO
Al inicio de la campaña era casi imposible conseguir que un canal de televisión abierta nos diera un espacio, para que el candidato pudiera, siquiera en tres minutos, exponer sus propuestas. Toledo no estaba considerado ni siquiera en las encuestas, por esa razón cualquier esfuerzo para conseguir la atención de los medios era agotador. Los medios estaban cerrados.
Sin embargo, con mucha creatividad, logramos la atención, casi total de todos los medios escritos, incluyendo los diarios chicha que nos hicieron un ataque sin igual. Sin embargo, como en política todo vale, incluso ser criticado, la atención de estos medios pequeños también nos permitió estar en la palestra, a pesar del ataque.
Pero la televisión, en los inicios, fue un hueso duro de roer. Tenernos que reconocer que un canal de cable, como el Canal N, acompañó por igual a todos los candidatos y como ningún otro, también incluyó en su lista de atención a Toledo. Así, en este canal obtuvimos las primeras entrevistas políticas, primero con el mismo candidato y más tarde con su esposa Eliane Karp. Esto le permitió ganar un espacio en los sectores A y B. Ambos tuvieron presentaciones impecables, y esto hizo que otros conductores o productores de programas empiecen a observarnos, como una interesante posibilidad.
Uno de los primeros de la televisión abierta en contactarnos fue Beto Ortiz, quien inauguraba un programa nocturno, un poco peculiar, al estilo de su mismo conductor. ‘Beto a Saber‘ se convirtió en un programa ameno, y capaz también, de llamar la atención de muchos políticos en plena elecciones.
Así, Beto Ortiz decidió invitara los Toledo. Increíble, pero cierto, era el primer canal de la televisión abierta que nos invitaba a su set, en vivo y en directo. Lo único que no convencía a Toledo era tener que someterse a ese tipo de programas, ya que, en los propiamente políticos él no era considerado, así que un poco resignado aceptó.
Días atrás, Beto nos había llamado, y casi nos había puesto a nuestra entera disposición la realización de un programa, sin igual, capaz de hacer subir a Toledo en las encuestas. Nos preguntó algunos detalles del candidato, e incluso nos dijo que habían estado en la ciudad de Chimbote, buscando algunas novedades sobre Toledo. Nos había dado confianza, e incluso dijo que éste sería un empujoncito para el mismo candidato.
Así, asistimos puntuales. Toledo estaba con los ánimos muy bajos. Pienso que en el fondo no se sentía totalmente seguro, la salud no lo acompañó esa noche. Toledo estaba afiebrado y casi amnésico. Beto había traído, desde Chimbote, a un compañero de carpeta, de su infancia, pero Toledo indiferente no hizo ningún esfuerzo para reconocerlo. Hasta hoy, no estoy segura si Toledo no lo recordó o simplemente no quiso manifestar que lo conocía, por temor a que este amigo lo pusiera en evidencia, con alguna anécdota incomoda. Así, el amigo, al no verse reconocido, también se sintió incomodo, por lo que la sorpresa duró muy poco. Beto insistente, a los pocos minutos, hizo traer un saxo, y es que, al parecer, pensó que Toledo sabía tocarlo, y esto no era cierto, así que lógicamente, Toledo prefirió no hacer un papelón, lo que hizo más difícil romper el hielo.
Finalmente, la entrevista terminó sin mucho éxito. Toledo, aunque nervioso, se mostró aburrido, el asunto es que era su primera entrevista televisiva; y esa noche Toledo no había vendido nada. Esto, al día siguiente, fue reflejado en más de un medio de comunicación, especialmente en la prensa, y esta crítica hizo que estuviéramos, en todos los medios, y nos hizo, igualmente, muy felices.
Desde ese día, Beto se acercó más a Toledo y lo consideró en más de tres a cuatro programas. También conocimos a Michel Alexander, su productora que desde el primer momento, manifestó que apoyaría a Toledo, ya que para todo su equipo, él era la mejor propuesta en las elecciones.
Esta visión de Michel Alexander nos trajo mucha suerte, ya que gracias a las continuas invitaciones a su programa, nos permitió mantenernos en los medios, aunque sea para ser criticados, por salir en el programa de Beto Ortiz.
Sabíamos que para tener éxito debíamos que ingresar a la televisión abierta, y poco a poco, Toledo empezó a comprender que para lograrlo teníamos que llamar la atención, a través de las notas de prensa, por lo que empezamos una nueva estrategia para lograrlo.
Le recomendamos a Toledo que visitara los mercados de las zonas más pobres de Lima. En ese mismo lugar, tendría que tomarse un caldo de ranas o un caldo de gallina, debía sentarse en un puestecito, imitando a cualquier peruano que con mucho gusto se toma un caldito en el mercado. La foto o el video tendría que mostrar a un Toledo al lado de ellos, tomándose un caldito.
Así, conseguimos llevar al candidato al mercado de San Martín de Porres, tomó el caldito, en los agachados. Nosotros mismos lo registramos con nuestra fumadora y cámara fotográfica. Antes del mediodía, retornamos para realizar el trabajo de difundir la actividad a los diferentes medios de comunicación.
Para esto, teníamos que editar, artesanalmente, con una videograbadora VHS que Toledo trajo a mi casa, y otra de uso personal. Así, una vez editado el video, con los tres minutos de exposición o diálogo con los pobladores del lugar, sacábamos copias para entregarlas a todos los medios televisivos. De la misma forma, elaborábamos, con el mismo candidato, la nota de prensa y revelábamos la foto que se entregaría a la prensa. Casi siempre, desde el lugar, conseguíamos que RPP y CPN nos acompañen con una entrevista, en vivo, o a través del teléfono.
Al día siguiente, en las primeras horas de la mañana, casi a las 6:00 a.m., chequeamos todos los canales de televisión y con agradable sorpresa vimos que canal 5, por primera vez, se animó a difundir el video donde Toledo se tomaba un caldo de gallina en los agachados, Él no esperó ni tres minutos para llamarnos y festejar juntos esta difusión. Este hecho habría animado a Toledo a tomar en serio esta estrategia de descender, para estar más cerca de los más pobres.
Desde ese día, todas las actividades que realizábamos, tenían toque humano: visitas a los mercados de todo Lima, incluyendo los de provincias, en los que Toledo se animaba a levantar el pollo pelado, o el mondongo, ante la sorpresa de los mismos vendedores. Poco a poco, Toledo se fue ganando los mercados, y llevarlo allí, era cada vez más fácil, incluso más de un presidente de la asociación de mercados envió cartas de invitación al candidato, o vino a recogerlo para presentarlo en su asociación. Toledo había prendido, y ya la prensa lo empezaba a llamar “El candidato de los mercados“.
Recuerdo que Toledo solía decir, “nuestras mujeres más pobres cocinan su sopita con patita de pollo y piedras, no es posible que se hayan olvidado de los más pobres, ¡carajo!” Y la gente lo ovacionaba. Luego se confundía con el pueblo y sus necesidades, y ya los tenía en sus manos.
Continuamos haciendo la edición artesanal en mi casa, durante toda la madrugada, para entregarla dos horas antes que empezaran los noticieros matutinos. Casi me había convertido en una experta en este tipo de ediciones y cada vez lo elaboraba en menos tiempo; incluso, se hizo casi mecánico la edición de lo que políticamente queríamos difundir de su discurso. El trabajo era arduo y continuo, casi sin descanso, a tal punto, que la primera palabra que expresó mi pequeña hija Carolina, de un año y medio, al ver en las pantallas de televisión al candidato fue: “Toledo presidente“. Esto fue histórico para mi familia, la única explicación era que casi durante medio año, ella había escuchado esta arenga mientras yo realizaba la edición artesanal, ya que los simpatizantes durante todo el recorrido en los mercados gritaban “Toledo presidente“.
Toledo estaba hipnotizado con los primeros logros de la campaña; éramos los únicos que habíamos salido a recorrer las calles, y a visitar a los electores puerta por puerta. Eran tiempos difíciles. Salíamos con algunos temores, ya que Fujimori controlaba todo, hasta los barrios marginales En algunas oportunidades, nos encontrábamos con gente muy reacia, que traslucía su aprecio por el chino, y en otros lugares, muchos nos decían, en secreto, que votarían por Toledo y al chino, para que no los dejara de apoyar en los comedores, le seguiremos haciéndole creer que estamos con él.
Esta actitud de los mismos pobladores nos causaba asombro. El hecho de caminar y recorrer libremente los sectores marginales nos permitió percatarnos que ya empezaba a fermentarse, lentamente, el descontento por el gobierno de Fujimori.
Toledo se sentía seguro, y ya no quería descansar. Nos propuso salir todos los días, y enviar información a los medios diariamente. Indudablemente, era la única forma de ganar un espacio de respeto y empezar a figurar en las encuestas, y la televisión seria el único medio que nos lo permitiría.
Los recorridos se convirtieron en hechos imborrables, en mi recuerdo, ya que conocí a personajes capaces de entregarse a cambio de nada en la campaña, personas como: el mellizo, Rosi Guzmán, Pablito, Papa Noel, Armandina, Cucho y su megáfono; Arroyo y sus campañas médicas, a favor de los que vivían en los cerros; la canoa de Lima y la canoita de Iquitos; Gago y sus elegantes almuerzos después del recorrido; José y sus extremas medidas de seguridad; Rochi Venegas en la organización; Jesús Alvarado y su especial forma silenciosa de ser; Alberto Cruz con quien Toledo siempre bromeaba, después de los mítines.
Todas esas personas fueron los primeros en apostar por un líder que en los inicios, nadie apostaba por él.
Mas tarde, y según subíamos en las encuestas, empezaban a inscribirse nuevos candidatos, veíamos nuevas caras, y nuevos colaboradores e, incluso, muchos empezaron a ofrecer sus viviendas corno locales del partido. Al inicio, sólo en las zonas marginales de Lima, pero paulatinamente, comenzamos a llegar a distritos como La Molina, Jesús María, Breña, Zarate y San Isidro.
El hecho de empezar a aparecer en la televisión cambiaría radicalmente, todo el manejo de la campaña, lo cual permitió a Toledo, ante la sorpresa de todos, empezar a crecer en las preferencias electorales.
Sin duda, Beto Ortiz y también Michel Alexander quedaron prendados de Toledo. Esto le sirvió al candidato para ser invitado, en más de una ocasión a Austral TV., ya que era casi imposible colocarlo en otro canal; todos estaban cerrados para él. Así, Beto, no sé porque razones misteriosas, empezó a fungir como un asesor del mismo cholo. Lo llamaba por teléfono y le contaba algunas novedades. Lo cierto es que Beto y Toledo conversaban más continuamente.
Así, después de varias semanas, Beto se comunicó con nosotros para invitarnos a una entrevista con las esposas de los candidatos, y con mucho entusiasmo nos explica que invitarían a la esposa de Castañeda, de Salas y de Toledo. Pero, Beto nos aseguraba que con un empujoncito que le daría a Eliane, haría que ella salte a la notoriedad, y también quede sobresaliente, frente a las otras damas. Así, Beto cumplió su palabra y Eliane no sólo respondió a todas las preguntas, sino que se lució bailando en cámaras un Huaylash. Verdaderamente, ese baile había cerrado con broche de oro la participación de Eliane, que, recuerdo, se ganó el corazón de la teleaudiencia, y también la prensa de espectáculos, que lo comentó profusamente, al día siguiente.
Tenemos que reconocer que estas entrevistas, a manera de competencias, fueron beneficiosas para la campaña de Toledo, ya que a raíz de ese empujoncito de Beto a la pareja Toledo empezó a asistir a diferentes programas de televisión de corte familiar. El día de los enamorados fueron entrevistados, por una conocida revista política y también un programa familiar de la televisión. Toledo, finalmente, reconoció el apoyo de Beto, pero también el de Michel Alexander, una productora muy creativa, a quien en una oportunidad, el mismo Toledo le envió un ramo de flores, en su onomástico.
No pasó mucho tiempo y más de un amigo, en medios de prensa, también quisieron entrevistar a la futura pareja presidencial. Beto había despertado una gran curiosidad, por lo que querían conocerlos un poco más como pareja, ya que también existía el rumor que se habían reencontrado después de su divorcio, sólo para convertirse en socios, para salir en campaña y compartir más tarde el poder.
Indudablemente, Beto había logrado llamar la atención de Toledo, quien reconocía que le abrió la puerta de la TV, al menos en su canal, y esto rebotó a otros. Desde entonces, Beto se convirtió, en “un asesor en la sombra“, en la primera vuelta.
Recuerdo que Beto ingresó al hotel, en donde Toledo esperaba los resultados, pasó todos los cinturones de seguridad, y, finalmente, me lo encontré en el piso de la suite de Toledo, me saludó, levantó la pierna para pasar el cordón de seguridad que habían colocado, para impedir e ingreso de desconocidos al piso, el asunto es que Beto había ingresado y con venia del mismo Toledo.
QUE NUNCA SE ACABE TU CAPACIDAD DE INDIGNARTE
Aún recuerdo, cuando el respetable publicista Alfonso Salcedo diseñó esta frase para la campaña de Toledo, cerca a la marcha de los cuatro suyos: Que nunca se acabe tu capacidad de indignarte. Sentíamos orgullo de trabajar para acabar con el gobierno dictador. Las horas avanzaban y nos consumía el trabajo. La marcha ya estaba por concretarse y esa frase golpeaba en nuestros cerebros y hacía que la emoción brillara, en nuestros corazones.
Que nunca se acabe nuestra capacidad de indignarnos, que ningún peruano se rinda, ante las injusticias y las mentiras que profesan nuestros políticos, por lograr su ambicioso objetivo de llegar al poder. En la carrera por arribar, nos atropellarán a todos, y algunos ingenuos servirán, como cabritas adiestradas, para ir hacia donde ellos digan.
Muchas veces, nos hacen creer que están peleándose con los que estamos sacando del poder, y sin embargo, con el tiempo, descubrimos que, en forma privada, transan entre ellos, un pacto bajo la mesa, para combatirse frente a las cámaras de televisión, para la pantomima, para tenernos controlados.
Para hacernos creer que en el Perú la democracia existe, y se practica, porque hay más de 21 partidos políticos que quieren llegar al poder, y no son más que las mismas semillas de los otros partidos, divididos y subdivididos, según las conveniencias electorales; semillas que las crea e Maquiavelo de turno, el supergenio de estas elecciones, y porque no decirlo, el ídolo de barro que hasta el 2006 nos gobierna como ha querido.
Hay muchos ciegos que serán leales a lo que los políticos de turno les digan, aunque los traicionen, aunque sepan que éste es el país de Caín y Abel, de unos contra otros, de la política que parece, tantas veces, un show de unos mediocres payasos contra otros mediocres payasos.
De muchos políticos que llegando al poder, sólo se dedican a diseñar mensajes para los homo videns, lo increíble es que logran su objetivo y nos engañan con las mismas mentiras, en todas las campanas políticas de todos los tiempos.
Es la dignidad de toda la sociedad la que está en juego, frente a sus triquiñuelas para retornar al poder, y seguir viviendo con el dinero de todos los peruanos, especialmente, en el poder ejecutivo. Y ni que decir del poder legislativo, en donde habría que construirles sus habitaciones y sus propios nichos a algunos padres de la plata, que desean perpetuarse allí, sin tener vergüenza de estar cambiando el rumbo de la historia, al no darle cabida a nuevos líderes, a nuevos jóvenes profesionales capaces de guiar con mejores intenciones el destino de nuestro país.
La libertad de indignarnos es más importante que el poder, o que el interés de los políticos por hacernos creer que en estas elecciones son ellos los que nuevamente nos salvarán de la incapacidad del Presidente que se va.
En e! Perú, todos los partidos políticos han contribuido a que Toledo haga un gobierno incapaz de sacar a nuestros compatriotas de las alturas, de la extrema pobreza; incapaz de juzgar a Fujimori como debía haber sido, por nuestra propia justicia, y no por el azar, con la justicia del vecino país. Incapaz, por tener a Montesinos, en una cárcel dorada, comiendo churrascos y engordando cada día más; incapaz de generar trabajo para todos los peruanos, incapaces de impedir que se regale el pescado, en lugar de enseñarnos a pescar como prometió en sus mítines.
Estamos indignados, porque los políticos de nuestro país, los mismos de siempre, come en las olimpiadas mundiales, con las mismas camisetas, con las mismas argollas, con los mismos autogoles y penales, han permitido, con su silencio cómplice, en muchas oportunidades, que la corrupción siga campeando en nuestro país, y que siga gobernando gente que no es capaz de solidarizarse con el hambre del pueblo, y que, como manifestación de su indiferencia, se coloquen los sueldos más altos en las entidades del Estado.
Estamos indignados, porque Polay se promociona para las elecciones, porque Paniagua y su congreso sacaron a los terroristas de las cárceles; indignados porque Toledo dejó entrar a Alan García por la puerta grande, y no ha sido capaz de juzgarlo por sus atrocidades, que ustedes mismos ayudan a difundir con sus opiniones para los homo videns, a través de la televisión, y utilizan la denuncia periodística, como método de persecución política, nada más para infundir temor.
Estamos indignados, porque tenemos congresistas que no tienen sangre en la cara y se llevaron 118,000 soles, la pasada navidad de 2005. Sin embargo, la mamá de Juanito Pérez no tiene un sólo sol para operar a su pequeño hijo, que tiene, en el ojo izquierdo, un gran tumor. Y porque la señora Susana no tiene dinero para rehabilitarse del derrame cerebral que le ocasionó un médico negligente, en Huancavelica, y sigue viviendo postrada en su cama, viendo crecer, desde su somnolencia, a sus pequeños hijos de dos y cuatro años.
Estamos indignados, porque en nuestras carreteras se mueren miles de peruanos y nadie reclama, nadie dice nada. La noticia sólo abre los noticieros, con la última pepa de quien encontró el vestido o el chaleco de los novios, que hallaron la muerte en el fatídico accidente, pero nadie reclama por sus vidas. ¡Por Dios, son vidas perdidas! En otros países, cuando mueren diez personas, en la carretera, ese día se declara luto nacional y se busca al culpable, se le sanciona, y se toman medidas, para que nunca más, en ese lugar, ocurra otra desgracia igual. Pero, ¿qué le puede importar esto a Toledo y a sus incapaces congresistas que jamás suben a un bus interprovincial?
Estamos indignados, porque faltan escasos días para las elecciones y los mismos incapaces amenazan con reelegirse, salvo algunas excepciones, ya han salido a la televisión, y algunos a las calles, a convencer a los más pobres, a utilizarlos en campaña, a darles un abrazo o un beso, para hacer efecto frente a la televisión. Ya empezó el derroche de dinero para lanzar su propaganda, la más colorida y con el mejor diseño, la mejor foto, pero las mismas mentiras.
Pero tienen que saber, que así como ustedes tienen la fortaleza y la sangre para volver, nosotros también tenemos la capacidad para demostrarles nuestra indignación, en estas elecciones, pero en las urnas, como en el referéndum regional. Esta vez, la magia de la televisión manipulada parece que ya no funciona, y los homo videns están abriendo sus enormes ojos, para realizar un voto pensante.
En estas elecciones, ni siquiera la televisión será capaz de hipnotizarnos, porque no hay peor ciego que el que no quiere ver; les hemos tenido tantas veces en el poder y tantas veces hemos pagado las consecuencias.
Sería mejor que recordemos a la vieja y a la nueva casta política por haber renunciado hidalgamente, al show mediático de las elecciones, y negarse una vez más a intervenir en el circo, que crea el mismo sistema para las Elecciones, que verlos derrotados por el desprecio del pueblo, reflejado en las urnas. Ustedes, padres de la patria, elijan ahora.
Fuente: “Yo conocí al monstruo por dentro”. Editorial Julio Verde del Campo. Lima. 2006.
Gustavo Gorriti pierde querella donde pedía S/300 mil
Jueza resolvió no penalizar a periodista Jenny Zúñiga por «elementos puramente subjetivos»
Por CÉSAR ROJAS.
En octubre de 2019, Gustavo Gorriti sostenía públicamente que la difamación no debía ser un delito porque eso criminaliza la investigación periodística. Sin embargo, ahora pretende que la investigadora Jenny Zúñiga le pague 300 mil soles por decir que la ONG IDL es cuestionada por sus exoneraciones tributarias respecto a los millones de dólares que maneja.
Lo llamativo es que el oenegero pone como “fundamento” de su querella sus logros profesionales, como prueba de su supuesta imparcialidad, y que es un hombre de prensa que denuncia a quien sea, sea cercano o no a su línea política.
Sin embargo, obvia informar al PJ cómo se le “pasó” incluir originalmente en un reportaje sobre el caso Lava Jato, que un allegado a Susana Villarán tenía cuentas en la Banca de Andorra; cómo recibió miles de audios sobre los “Cuellos Blancos”, pero justamente no publicó los que mencionaban a Martín Vizcarra o el de César San Martín y Walter Ríos.
Otros supuestos argumentos de Gorriti son publicaciones en Facebook y el libro “Yo conocí al monstruo por dentro”, donde se informa que IDL no paga impuestos normalmente por estar en un régimen especial de cooperación internacional. Según el periodista, esto es afán difamatorio.
Jenny Zúñiga reveló que las ONG caviares reciben millones de George Soros y de impuestos de peruanos
En segunda instancia, la periodista Jenny Zúñiga ganó la querella que le había presentado Gorriti por supuesta difamación agravada cuando criticaba su forma de publicar noticias. El miembro de la ONG Instituto de Defensa Legal había pedido 300,000 soles de reparación civil.
La decisión del Tercer Juzgado Penal de Lima analizó expresiones sobre cómo el oenegero había asesorado a Alejandro Toledo. Estas incluían también los lazos con gobernantes de turno en el Poder Ejecutivo y otras instituciones del Estado.
«En atención a la dimensión pública e institucional que caracteriza a estas últimas y que excede el ámbito personal”, es uno de los argumentos de la magistrada Soledad Santisteban Arana, quien también destaca que no se puede imputar delito a alguien por “elementos puramente subjetivos».
Fuente: Diario EXPRESO.