En muchos avisos y publicidad se indica a diversas personas que pueden crear un empleo a través de la venta de productos por catálogo, siendo lo más común la venta de cosméticos y de joyas por parte de amas de casa, estudiantes, profesionales, entre otros.
En los catálogos se ofrecen los productos a un determinado precio y a quien previamente se inscriba como vendedor se le entrega el producto a un precio menor al que figura en el catálogo, permitiendo así que cuando éste último lo vende perciba el diferencial como ganancia, a condición que se consiga de manera directa o indirecta otros clientes o consumidores.
Aquí es donde aparecen las operaciones que se denominan “ventas en cadenas” o también “ventas en pirámide”. En este tema es fundamental que se establezca una cadena de niveles y que el vendedor pueda atraer para sí otros vendedores que “dependan” de él, de tal manera que si el nuevo vendedor realiza ventas, el que lo antecede obtiene una ganancia.