OUTPLACEMENT EN UN CENTRO DE TRABAJO: ¿ES UN GASTO DEDUCIBLE?
MARIO ALVA MATTEUCCI
- INTRODUCCIÓN
Producto de la globalización y de las nuevas exigencias de competencias laborales, los puestos de trabajo y los perfiles de las personas que los ocupan han ido variando permanentemente en los últimos años. Ello ha determinado que se exijan mayores requisitos de capacitación a los postulantes, al igual que los empleadores han buscado reemplazar a las personas que no cumplen sus expectativas precisamente por los perfiles cada vez más exigentes.
Lo antes indicado se presenta mayormente en los casos en los cuales se producen las reorganización de empresas, ya sea por fusión, escisión, transferencia de bloques patrimoniales, liquidación, entre otros.
Casi siempre los profesionales que han laborado varios años en un determinado puesto de trabajo, han considerado diferentes factores para no retirarse de la empresa donde laboran, ya sea por lealtad, un mayor sueldo, mantenimiento de la zona de confort, entre otras situaciones. Por lo que no se han preocupado en capacitarse para afrontar nuevos retos o posibles salidas del centro laboral.
Frente a las posibles rotaciones o salidas de la empresa, parte del personal que no se capacitó podría quedar sin posibilidades de poder encontrar un nuevo puesto de trabajo o reinsertarse laboralmente con éxito. Por ello, algunas empresas procuran realizar un proceso de recolocación laboral frente a aquellos trabajadores que por alguna razón ya no laborarán en la empresa.
Este proceso de preparación recibe el nombre de outplacement y tiene por finalidad preparar al trabajador para un nuevo puesto de trabajo en otras empresas, permitiendo al candidato acortar plazos en volverse a emplear en otro lugar.
El motivo del presente informe es analizar el proceso de outplacement y ver si es posible su deducción como gasto para la determinación de la renta neta de tercera categoría en el Impuesto a la Renta. Sigue leyendo