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Piaget: fundamentos científicos para la educación del mañana

Qué actual es esta idea y qué poco la entienden algunos docentes, que efectivamente, tal como plantea Piaget en 1972, no conocen los procesos psicológicos de construcción del número y no permiten a los niños mayores oportunidades de acción que los ayuden a esa construcción. Al contrario, demasiado rápidamente introducen algoritmos y mecanizan el proceso haciéndolo, para muchos, oscuro e ininteligible. Luego lamentablemente se culpa a los niños por su fracaso o se piensa que no son capaces, cuando en realidad es el método que empleó el docente el que resulta ineficaz. Lo hemos comprobado nosotros mismos en el grupo de investigación, pues cuando se evalúa el conocimiento matemático con metodologías constructivistas, orientadas a mirar las operaciones mentales que realiza el niño y sus modos de razonar, en vez de medir solamente el logro de las respuestas correctas, los resultados son mucho más alentadores.

Dice Piaget (1972, Revista Perspectivas 0, pág. 11-29):

Nuestra hipótesis es, pues, que las pretendidas aptitudes que distinguen a los «buenos  alumnos» en matemáticas o en física, etc., a nivel igual de inteligencia, consisten, sobre todo, en poder adaptarse al tipo de enseñanza que se les imparte, mientras que los «malos alumnos» en estas ciencias, pero que se muestran aptos para otras, son completamente aptos para dominar las cuestiones que parecen no comprender, pero con la condición de conducirles a ellas por vías diferentes, porque lo que ellos no comprenden son las «lecciones» recibidas, y no las materias. Podría suceder, en especial (y nosotros lo hemos comprobado en numerosos casos) que el fracaso escolar en tal o cual punto se deba a un paso demasiado rápido de la estructura cualitativa de los problemas (por simples razonamientos lógicos, pero sin introducción inmediata de las relaciones numéricas y de las leyes métricas), a la puesta en forma cuantitativa o matemática (en el sentido de las ecuaciones ya elaboradas) utilizada normalmente por el físico. A este respecto admitimos gustosos ciertas aptitudes diferenciales que distinguen a los espíritus estrictamente deductivos (a partir de una edad suficiente) de los espíritus experimentales y concretos; pero, incluso en el terreno matemático, muchos fracasos escolares son debidos a ese paso demasiado rápido de lo cualitativo (lógico) a lo cuantitativo (numérico).

El texto completo puede leerse aquí.

Piaget Pedagogo – texto de Silvia Parrat

Este artículo propone una lectura de la pedagogía como estrechamente vinculada a la psicología. La autora se plantea “sostener la idea que la pedagogía es para Piaget una parte de su psicología, que es el aspecto funcional”, y plantea que solo el autogobierno  permite crear el espacio de libertad que necesitan los niños para construir conocimiento, crear y comprender el mundo en el que viven.

Buena lectura a la que se accede aquí.

Artículo de Lucho Guerrero, analizado por mi (actualizado)

Este artículo de Luis Guerrero hace un reclamo que no haría, si los psicólogos que estuvieran en la escuela fueran escolares o educacionales. Todo lo que pide que se haga es precisamente parte de lo que un psicólogo educacional o escolar bien formado hace en la escuela. No reconocerlo pasa también por ignorar la especialización en psicología, lo que me sorprende de una persona que tiene muchos años trabajando en el sector educación. El problema no es que la psicología no sepa su oficio, el problema es que los colegios están llenos de psicólogos clínicos que están formados para otra cosa, o de psicólogos generales con modelo clínico, sin especialización.

Estoy de acuerdo con lo que cuestiona porque efectivamente lo que muchos psicólogos escolares hacen deja mucho que desear, pero creo que el artículo no hace bien el deslinde entre las especializaciones ni identifica el verdadero problema (del cual son parte no solo los propios psicólogos, sino los especialistas del Ministerio de Educación, los directores de colegios y etc. que los contratan) y en ese sentido, plantea la crítica equivocada.

El artículo de Lucho Guerrero, aquí.

Actualización:

Pancho Leal, psicólogo educacional de la Universidad de Tarapacá, y un muy querido amigo, me hace este comentario que quiero copiar aquí porque me parece muy preciso (y me encanta la frase “… trabajar en escuela no hace a alguien psicólogo escolar”):

Concuerdo. El Sr. Guerrero no está hablando ni de psicólogos escolares ni de psicólogos educacionales. Está hablando de lo que ve que hacen (o no hacen) algunos (la mayoría, tal vez) de los psicólogos que trabajan en escuelas. Pero trabajar en escuela no hace a alguien psicólogo escolar. Y muchos psicólogos que están en las escuelas, sólo están ahí porque no han encontrado otro mejor lugar para trabajar, no porque sepan lo que es la psicología educacional o escolar. Acertada la crítica del Sr. Guerrero, equivocado el reclamo. Si se aceptara que trabajaran en escuela sólo psicólogos con formación específica en psicología educacional o escolar, y se excluyera a quienes no la tienen, lo que ocurriría sería distinto. Es decir, sería todo lo que el Sr. Guerrero señala como desafíos, sería el trabajo habitual , que es lo que, hoy en día y desde hace mucho tiempo, los psicólogos educacionales y escolares hacemos“.

Filosofía y cambio político – artículo del diario.es

Estoy de acuerdo con este artículo de Victor Bermudez en el diario.es. Vale la pena leerlo en este enlace. Con lo único que discrepo es la idea de que la filosofía crea personas íntegras. No es tan así, la integridad personal es un proceso de tal complejidad que se necesita mucho más que filosofía para alcanzarla. Esta no la garantiza. Recordemos que hubieron extraordinarios filósofos que abrazaron el nazismo (por poner solo un ejemplo).

Igualmente se trata de un artículo excelente que hace una reflexión que debería hacerse en más espacios, especialmente donde se toman decisiones de política educativa. Su encabezado dice:

“¿Qué educación necesitamos, si es que queremos, de verdad, cambiar las cosas? Indudablemente, una que tenga que ver con la propia naturaleza del cambio previsto. Nuestros problemas, de entrada, no son relativos a este o a ningún país en especial. Son globales. Es el mundo el que parece tomado por una misma y errática combinación de codicia, violencia, irresponsabilidad e ignorancia”.

Lo recomiendo.

Nuevo artículo sobre la combinatoria experimental

Hemos publicado un nuevo artículo en la revista electrónica de enseñanza de las ciencias:

Morales, J. A., Frisancho, S. y Lam, L. (2016). Operación de combinatoria experimental en estudiantes que inician la educación universitaria. Revista Electrónica de Enseñanza de las Ciencias, 15, 1, 79-97

Resumen: Se exploró el desarrollo del pensamiento formal con una tarea de combinatoria experimental en estudiantes que cursaban los primeros años de estudios universitarios. La tarea consistió en obtener una reacción química a partir de una combinación específica de químicos y en determinar el efecto de otros dos químicos en la reacción. Los resultados muestran que, incluso con la guía del investigador, hay alumnos universitarios que no logran resolver la tarea y que, por lo tanto, no han desarrollado por completo la capacidad de controlar variables y realizar un experimento sencillo. Los resultados se discuten a la luz de la teoría piagetiana y en relación a la necesidad de formar profesionales científicamente competentes.

Se descarga aquí.

 

Reflexión crítica en la educación moral

Si cambiamos US por Perú, vamos a tener un buen panorama de lo que sucede también aquí, donde los programas para la educación “en valores” o de competencias “socio-emocionales” o “blandas”, como los llaman generalmente, suelen ser superficiales y estar desligados de la reflexión profunda que les da sentido. El nombrecito de “blandas” a mi me saca de quicio.

El párrafo de abajo lo tomé de Ann Higgings D’ Alessandro, quien, para mi mucha suerte, fue mi asesora de tesis doctoral, mentora durante todo mi doctorado, y es una de las mejores especialistas en educación moral que conozco. Su texto se llama:  Lawrence Kohlberg’s Legacy: Radicalizing the Educational Mainstream, y es el capítulo dos del libro Kohlberg Revisited, al que me he referido aquí.

Una trata de que esto se entienda, pero estamos demasiado acostumbrados a recetas, programas empaquetados, desarrollo de habilidades superficiales tipo entrenamiento y etc., y por eso resulta, como bien dice Ann, tan difícil de entender una propuesta radical como la de Kohlberg. Aquí el párrafo que quería compartir:

In the US today the myriad prosocial educational interventions, for example, especially those using character and social-emotional learning approaches, have implicit goals of making a better or more mature person; however, a person does not mature or become good without reflective practice. While many of these programs engage students in prosocial activities from conflict resolution to service learning, they do not critically offer moral and value frameworks, thus students do not develop social and political views of social action informed by more fundamental moral thinking. Not teaching critical thinking regarding right from wrong and good from bad while being involved in helping to address solve social ills with others easily leads to confused thinking and emotional responses that alienate students from those they are helping. […] very few prosocial educations theories or programs explicitly consider reasoning as an essential component of prosocial, or even self, development. They focus instead on promoting attitudes and social skills. Even though developing reasoning is a primary learning and curricular goal, the fact that many prosocial approaches do not theoretically tie it formally into their goals reveals a dangerous gap between learning and prosocial goals. This gap perpetuates the split that Kohlberg sought to heal by focusing on development, encompassing learning, as the goal of education. It is not easy for schools to adapt Kohlberg’s radical view that all education is moral education.

La filosofía en la educación

Reiteradas veces he tocado el tema del lugar esencial e irremplazable que ocupa la filosofía en la educación. Los tiempos no le son favorables, lamentablemente, así que nunca está demás seguir abogando por ella. Aquí un buen artículo sobre esta problemática de elmundo.es.

Más filosofía y menos sandeces como el emprendedurismo, es lo que nos hace falta.

Non Tsinitibo: Juegos del pueblo Shipibo y su uso pedagógico

Estoy muy feliz por este artículo que acaba de salir. Es muy significativo por varias razones: primero, porque es el primer artículo colectivo que producimos en el G-CAD, el grupo de investigación que yo coordino.

Segundo, porque la autoría la compartimos con dos profesores del pueblo Shipibo, Gamaniel Monteluisa y Verena Valera. Es parte de nuestro compromiso con los pueblos con los que trabajamos contribuir a ponerlos en la agenda pública, y crear conocimiento no sobre ellos sino con ellos. Es un orgullo tenerlos de co-autores.

Tercero, y esto es poco usual en la academia, estoy feliz porque el artículo incluye párrafos en Shipibo, lo que nos llena de orgullo y satisfacción. Es la única manera de reivindicar las lenguas originarias, y agradezco mucho a la revista que comprendió la necesidad de hacerlo y lo aceptó.

No digo más. El artículo se descarga aquí.

 

 

¿Cuantos “valores” hay aquí?

A Paulo le dejaron en el colegio como tarea escribir una historia que tuviera un “conflicto de dos valores”. Me pidió ayuda porque no entendía bien lo que debía hacer, y en base a una noticia que habíamos escuchado el día anterior, lo orienté de esta manera:

Imagínate que hay un perro muy maltratado, amarrado en la azotea de la casa de tu vecino, sin comer ni beber por varios días, expuesto al sol. Y a ti te conmueve y te enoja su situación y crees que lo correcto es salvarlo. Pero para salvarlo, tendrías que meterte en la casa del vecino, de alguna manera violentar su propiedad, y además, robar al perro que no es tuyo. Estás frente a un conflicto porque para salvar al perro tienes que robarlo“.

Con esas ideas y una breve explicación sobre lo que significa un conflicto moral, Paulo escribió su cuento.  ¿Resultado? la profesora lo desaprobó.

Lo que me preocupa de este asunto no es la calificación de la profesora, porque eso la verdad a mi me tiene sin cuidado. Lo que me preocupa y molesta (y mucho), son las razones de la desaprobación: la profesora le dijo a Paulo que su historia solo tenía un valor, salvar la vida del perro, porque robar no era un valor.

Creo que no hace falta razonar demasiado para darse cuenta de que si robar no le parece un valor, entonces todo lo que debía hacer era invertir la idea, identificar su negativa (p y ~ p) para darse cuenta de que respetar la propiedad privada (o no robar, para hacerlo más concreto) sí lo es. La verdad es que los profesores tendrían que prepararse más, o estar abiertos a recibir críticas y sugerencias cuando se equivocan. Decirle a un niño que está equivocado cuando no lo está, y encima desaprobarlo por ello, es injusto. Es además una mala práctica pedagógica y una evidencia de  que no se domina el tema que se está enseñando. Sobra decir que ninguna de estas cosas debiera pasar en ningún colegio, a ningún niño.

 

Educación en Derechos Humanos

Abraham Magendzo amablemente me hace llegar el texto- manual:  “Educación en Derechos Humanos: Una  propuesta para educar desde la perspectiva controversial” que ha publicado junto con Jorge Pávez en  la Comisión Distrital de DDHH de la Ciudad de México.

Interesante y útil material que quiero ayudar a difundir. Vale la pena. Se accede a él aquí.