Hace unos días puse el enlace a una noticia sobre el reciente fallo de la Corte Constitucional de Colombia que le da la razón a una estudiante acerca de que no es legal, ni bueno ni adecuado, que un colegio prohíba el uso de “mechas californianas”. En realidad, el asunto es más de fondo, pues tiene que ver con el control que pretenden ejercer muchos colegios sobre el modo en que los estudiantes se visten y arreglan, es decir, sobre su apariencia personal y sus cuerpos. La entrada sobre el tema es esta.
A raíz del fallo he leído diversos comentarios de docentes de nuestro entorno, muchos a favor pero muchos otros, demasiados me parece, en contra del asunto desde una perspectiva que refleja que el tema les es aun muy ajeno e incomprensible. Muchos docentes dicen que cada colegio tiene el derecho de poner “sus” propias reglas, y que si los estudiantes o los padres no están de acuerdo con ellas tienen la puerta abierta para irse a otro lugar. Esto contradice exactamente lo que señala el fallo colombiano cuando dice que no es posible que la solución frente a estos conflictos sea expulsar al estudiante, privarlo de un derecho al negarle la matrícula el siguiente año, o invitarlo a buscar otra institución educativa. Tampoco aparece en estas opiniones una comprensión, por mínima que sea, acerca de la irracionalidad de ciertas normas que solo responden a gustos o preferencias particulares de los directores u otras autoridades escolares, y que intentan regular asuntos que no son sustanciales a los procesos de aprendizaje. Leer más