El razonamiento moral y los pueblos indígenas

Resultado de imagen para olivia arevaloEl terrible asesinato de Olivia Arévalo, del pueblo shipibo-konibo, viene comprensiblemente generando todo tipo de comentarios y reacciones. He visto muchos post de personas que avalan y justifican el linchamiento del canadiense que ha sido acusado de ser el asesino, con el argumento de que esa es la justicia indígena o que ellos (los indígenas) tienen otra forma de pensar. Esto es muy peligroso y no es cierto. Obviamente, la ira resulta comprensible como respuesta psicológica a una situación traumática y que produce indignación, más aún en un contexto de alta desconfianza hacia las instituciones encargadas de impartir justicia. Pero la ira y el descontrol no pueden ni deben anteponerse a los procesos de razonamiento sobre lo que resulta correcto y justo en una situación así. Esto que digo no es un invento occidental, como muchos asumen, sino que es el eje del desarrollo moral de cualquier ser humano, incluyendo por supuesto a los indígenas. Hay mucha literatura que así lo prueba. Enrique Delgado y yo, precisamente, llevamos bastante tiempo investigando la relación entre lo cultural/particular y lo universal en el desarrollo moral de las personas y tenemos varias cosas escritas, y otras en camino, sobre este punto en particular.

Las reacciones violentas frente a hechos como este no son patrimonio de los pueblos indígenas sino de toda persona que no logra mediar su ira frente a una situación que es evaluada como un abuso insostenible. La vemos en linchamientos populares pero también en la reacción de un padre que mata al violador de su hija. Hay por supuesto prácticas culturales que respaldan y le dan un marco simbólico a esto, pero tal cosa no suprime las capacidades de juicio individual de las personas. De hecho, hay muchísimas voces críticas y cuestionadoras de este tipo de prácticas al interior de los propios pueblos indígenas, voces que tienen concepciones distintas de lo justo, lo que muestra que la homogeneidad de pensamiento que a veces se les atribuye no es más que un mito.

Comentario sobre Against Empathy, de Paul Bloom, por Enrique Delgado

Resultado de imagen para against empathy book He leído este interesante libro y daría para hacer un largo comentario. Felizmente, Enrique Delgado me ha liberado de esa tarea y solo copio el que ha hecho él :

“La importancia de la empatía ha sido sobredimensionada (algo parecido a lo que todavía ocurre con la autoestima). La evidencia respecto a sus límites para las decisiones y acciones morales es sólida a la vez que contraintuitiva. Si queremos un mundo más justo, no lo conseguiremos siendo empáticos. ¿Cómo es eso?

El psicólogo Paul Bloom ha escrito “Against empathy” (2016), un libro de divulgación científica que, resumiendo al máximo, muestra cómo, contra las bondades usualmente atribuidas a la empatía, esta es más bien sesgada, estrecha de miras, limitada en tiempo y lugar, cortoplacista. De allí la importancia de la razón para nuestras decisiones y acciones morales. Evidentemente, esto no quiere decir que seamos máquinas frías, sin sentimientos, que no vibramos ante la belleza o el dolor. Lo que plantea Bloom son tres cosas:

– Nuestras decisiones y acciones son poderosamente influenciadas por la empatía.
– Esto, con frecuencia, hace al mundo peor.
– Tenemos la capacidad de hacerlo mejor.

Uno de los aciertos del libro de Bloom es que se adelanta a las posibles objeciones y las responde a lo largo del libro. Por ejemplo, algunos dirán que no es la empatía la que está mal, sino el uso que se hace de ella, o que se trata de combinar empatía y razón. La empatía sería así como el colesterol, habría de la buena y de la mala. Bloom no niega que la empatía puede motivar buenas acciones, que posee un rol importantísimo en las relaciones interpersonales íntimas, o que puede ser también una fuente de placer. En el libro, Bloom argumenta las razones de su balance general: que la empatía es negativa en los asuntos humanos, no como el colesterol, sino más bien como las gaseosas azucaradas, deliciosas y tentadoras, pero malas para nosotros.

Hay mucho para discutir, por supuesto. Pero lo menos que podemos decir es que, efectivamente, la empatía tiene también (como la autoestima) un lado oscuro. Ojalá en todo caso que el libro de Bloom se traduzca pronto al español para favorecer dicha discusión Y ojalá también que reivindicar las emociones (importantísimas) no signifique caer en un emotivismo ingenuo; del mismo modo que reivindicar la razón no significa caer en un cognitivismo frío, inhumano, etc. No es el caso de Bloom.

Pd1: Un comentario en español de Peter Singer sobre el libro de Bloom en este enlace.

Pd2: El clásico artículo de Baumeister y otros sobre el lado oscuro de la alta autoestima, en este enlace. ”

Identidad de docentes en la educación superior – Monereo y Contreras

La construcción de la identidad docente es un tema muy relevante de investigación dentro de la psicología educativa. Aquí un artículo de Carles Monereo y Claudia Contreras:

Monereo, C. y Contreras, C. (2014). La identidad docente y la formación permanente del profesorado universitario: una aproximación a las críticas y necesidades actuales. Intersecciones Educativas, 5, 75-92.

Se descarga aquí.

Neurociencias y educación, nuevamente

En este blog hemos escrito más de una vez sobre lo erróneo que nos parece dar tanto espacio a las neurociencias en la educación. En este artículo de El País, la neurocientífica Anna Carballo plantea que son los pedagogos los que deben resolver los retos del sistema educativo y reducir la tasa de abandono escolar.

Se trata de una neurocientífica reconociendo que su disciplina no aporta tanto a la pedagogía como la gente, ilusamente, cree.

El artículo se lee aquí.

 

Aproximaciones evolucionistas a la moral

Lo he dicho varias veces en este blog. No me convencen para nada las aproximaciones evolucionistas o neurobiológicas a la moral. Hacen experimentos incluso con bebés y concluyen que si intentan ayudar a otros (a abrir una caja por ejemplo) es porque cooperan y tienen una noción, aunque sea incipiente, de moralidad. No parecen barajar ninguna otra hipótesis alternativa (que el bebé ayude por curiosidad, para ver que hay en la caja por ejemplo) y tampoco tienen una definición densa de lo que es moral. La definen por la simple acción, no por la argumentación ni la intención. Si manejaran la distinción que hace Piaget entre conocimiento necesario y conocimiento verdadero no estarían llamando moral a cualquier cosa.

Estoy leyendo un libro ahora mismo donde hay varios capítulos con ese enfoque. Los encuentro desorientados en el foco de lo que investigan y en su concepción de lo que califica o no como moral.  Orlando Lourenço usa la distinción de Piaget para cuestionar incluso que Turiel y Kohlberg estén hablando de lo mismo, en su artículo:

Lourenço, O. (2003). Making sense of Turiel’s dispute with Kohlberg: the case of the child’s moral competence. New Ideas in Psychology 21, 43–68.

Si no se puede leer toda la obra de Piaget, otro artículo en que Piaget hace esa diferencia es este:

Piaget, J. (1981) Lo posible, lo imposible y lo necesario. Infancia y Aprendizaje: Journal for the Study of Education and Development, 4, sup2, 108-122,

 

 

 

Es importante que la formación docente recoja la investigación

Es muy interesante encontrar las relaciones que existen entre el desarrollo y los usos del lenguaje y diversos procesos psicológicos que afectan y dan forma a tales usos, y que se afectan y toman forma también debido a ellos, en un proceso muy complejo que es siempre de doble vía.

Es muy importante también que los educadores y el Ministerio de Educación tomen en cuenta lo que dicen las investigaciones, de modo que las políticas educativas, las intervenciones pedagógicas y los programas de formación docente se actualicen, vayan de la mano con los resultados de estos estudios y sean mejores y más eficaces en el cumplimiento de sus metas.

Por ejemplo, en el artículo de Virginia Zavala y Nino Bariola (con enlace):

Zavala, V. y Bariola, N. (2007). Discurso, género y etnicidad en una comunidad de shipibos en Lima. Debates en Sociología, 32, 50-69.

se puede apreciar que los shipibos logran mantener su lengua incluso en condiciones de subordinación, lo que contradice los estudios más clásicos de sustitución de lenguas que plantean que, en dichas condiciones, la lengua es de las primeras cosas que se pierde. Esto tiene que ver con la manera en que los shipibos conciben, construyen, y mantienen su identidad, que es un proceso subjetivo y psicológico por naturaleza.

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