Ya está por acabar el mundial. La verdad es que no me gusta nada el fútbol y no he visto ningún partido… Creo que no hubiera seguido el mundial aunque jugara Perú, porque me parece aburridísimo estar mirando a 22 personas que gritan y corren persiguiendo una pelota. No me emociona y nunca le he encontrado mucho sentido, la verdad. Pero aun así, no he podido abstraerme de algunas cosas que han ocurrido en el contexto de este mundial, y que remiten a un tema más amplio y complejo que tiene que ver con la ética del deporte y el desarrollo moral de las personas que lo practican.
No pensaba escribir nada respecto a este tema pero dos amigos lectores del blog me sugirieron hacerlo, así que he preparado unas reflexiones que quiero poner sobre el tapete.
Es de sentido común decir que el deporte forma “mentes sanas en cuerpos sanos”. La idea que subyace, creo, es que practicar algún deporte hace a las personas mejores personas, más honestas, más justas, más seguidoras de reglas, más solidarias. Sin embargo, muchas de las prácticas que he visto en este mundial y en otros anteriores distan mucho de ser justas y éticas, y muchas veces más bien, por el contrario, ejemplifican conductas agresivas cuando no abiertamente inmorales e injustas.
Personalmente he discutido con algunas personas si la metida de mano del Uruguayo Suarez es algo que se debe admirar, como hace mucha gente que ve en ese comportamiento un sacrificio del jugador para evitarle a su equipo un gol de Ghana. He oído a muchas personas decir que tal comportamiento es noble y encomiable, pues a pesar de infringir una regla a sabiendas Suarez lo hizo por una causa mayor (evitar que a su equipo le metan gol), por lo cual asumió estoica y sacrificadamente la sanción -expulsión- que le correspondía. Es una visión de las cosas y quizá la más frecuente en estos días. Pero otra manera de ver este asunto podría pasar por 1) preguntarse qué hay que admirar en la conducta de Suarez, y 2) concluir simplemente que en el contexto del fútbol (por lo que algunos llaman “la emoción y pasión” del deporte) las reglas más elementales de convivencia parecen relajarse…
En un artículo titulado Moral Reasoning in the Context of Sport (que puede descargarse aquí), David Light Shields y Brenda Light Bredemeier proponen que los juegos y deportes constituyen un mundo aparte con sus propias reglas, distinto al mundo de la vida cotidiana, lo que exige a la persona que practica un deporte diversos ajustes cognitivos y morales. La idea es que la moral no sería una totalidad estructural como plantea inicialmente Kohlberg, sino que más bien estaría ligada a los diferentes contextos en los que se desarrolla. El deporte, como contexto aparte y distinto al de la vida diaria, hace que el razonamiento moral cambie. La divergencia que los autores encuentran entre la evaluación del razonamiento moral general y aquella centrada o ubicada en un contexto deportivo apoyaría esta hipótesis. También la apoyarían los comentarios informales de mucha gente que reconoce que “tal jugador es un caballero fuera del campo pero se vuelve terriblemente sucio y agresivo cuando juega”, algo así como Dr. Jekyll y Mr. Hyde. Los autores llaman al razonamiento moral que ocurre en el deporte “game reasoning.”
Además de la anécdota de Suarez, he analizado y discutido también el partido Inglaterra-Alemania, en el que el árbitro Jorge Larrionda le negó un gol a Inglaterra. El tiro chocó en el travesaño y luego entró al arco claramente antes de que el arquero alemán Neuer sacara la pelota. El arquero alemán sabía perfectamente que la pelota había entrado al arco pero por supuesto, no dijo nada cuando la decisión del árbitro favoreció a su equipo.
En este enlace se puede leer un comentario al respecto:
Gol que entró al arco y no lo dan por válido
Ovbiamente, mucha gente me llama ingenua por imaginar siquiera que el arquero pudo decir algo para que a Inglaterra se le reconociera el gol. Pero tales cosas pasan. Carlos Iberico me alcanza este caso: En un partido de fútbol jugado en Holanda, un jugador del Ajax (equipo rojo) sufrió una falta y quedó lesionado. Uno de los jugadores del otro equipo (el amarillo) sacó la pelota fuera para que el jugador fuese atendido. Cuando este se recuperó, el saque le correspondía al equipo rojo y uno de sus jugadores quiso devolver la pelota para al campo adversario. Solo que sin querer, su pase terminó en gol, y el árbitro lo consideró válido. El partido se retomó con ese injusto resultado. Fué en ese momento que los jugadores del Ajax tomaron una decisión: Se quedaron quietos para permitir que los de amarillo les hiciesen también un gol para reparar la injusticia del resultado. Obviamente los del equipo rojo querían ganar el partido, pero ganar implicaba para ellos que la victoria tenía que ser justa.
Aquí puede verse el video:
Lo que me preocupa de todo esto no es llegar a ninguna conclusión sobre si los comportamientos que menciono, el de Suarez y el del arquero alemán, son éticamente justificables o no. No llegaríamos a ponernos de acuerdo. Simplemente quiero llamar la atención acerca del tema, sobre todo pensando en los miles de niños que siguen el fútbol y que han estado atentos al mundial a través de la TV. Por supuesto, es evidente que los asuntos morales aparecen con frecuencia en el contexto del deporte. Decidir si usar o no la agresión verbal y el insulto como una estrategia táctica es un asunto moral. Qué tan estrictamente uno sigue las reglas del juego es también un asunto moral, igual que lo es decidir si usar o no la agresión física contra el oponente. Tales asuntos son inevitables, y usualmente los jugadores los negocian sutilmente de antemano en cada juego. Creo que los padres no deberían pasar estas cosas por alto como si fueran naturales o “parte del fútbol”. Los niños necesitan desarrollar una visión crítica sobre estos asuntos también, aunque parezcan de lo más mundanos. No podemos ni debemos simplemente “admirar” tal o cual comportamiento sin hacer explícitas las razones que tenemos para ello, y los niños necesitan confrontar diferentes puntos de vista para llegar a formarse su propia opinión sobre lo que constituye un juego limpio o algo digno de admirarse.
Como ya dije, personalmente me aburre el fútbol, pero soy plenamente consciente de que constituye un espacio fundamental de convivencia y desarrollo, un espacio que encierra una multiplicidad de dilemas morales que deberían aprovecharse para hacer crecer a los niños en sus concepciones de justicia. Está bien disfrutarlo, por supuesto, pero también hay que analizarlo un poco más criticamente. Y si no lo hacemos entre adultos, por lo menos hagámoslo con los niños, ellos están formando su conciencia y sus juicios sobre las cosas.
A los que quieran leer algo más sobre desarrollo moral y deporte, aquí les dejo tres referencias interesantes, de las muchas que hay:
Light Shields, D.; Light Bredemeier, B.; LaVoi, N. M.; y Power, C. (2005). The Sport Behavior of Youth, Parents, and Coaches: The Good, the Bad, and the Ugly. Journal of Research in Character Education, 3, 1, 43 – 59
Rutten, E.A.; Stams, G. J.; Biesta, G.; Schuengel, C. Dirks, E. y Hoeksma, J. B. (2007). The Contribution of Organized Youth Sport to Antisocial and Prosocial Behavior in Adolescent Athletes. J. Youth Adolescence, 36, 255–264
Wicks, P. G.; Nairn, A. y Griffin, C. (2007). The Role of Commodified Celebrities in Children’s Moral Development: The Case of David Beckham. Consumption, Markets and Culture, 10, 4, 401– 424
Actualización:
En este enlace se puede leer la noticia a la que alude Kike Delgado en su comentario.
muy interesante el post Susana, felicitaciones…
Susana querida, gracias por compartir esta reflexion, no solo por lo interesante del tema psicologico sino por la aplicacion al futbol que estan popular en todas partes.
Gracias Haydeé, a mi también me pareció muy pertinente cuando me dieron la idea.
Gracias Nila! Tú y Daniel sugirieron el tema, más bien gracias por la idea porque cae a pelo en el momento en que estamos, con el mundial a punto de terminar.
Creo que en el video que mencionas, el Ajax ganaba con claridad y no había mucho que disputarse (algo que si ocurría en el partido Inglaterra – Alemania).
Por otro lado, la acción de Suárez recibió una sanción que fue la expulsión y el cobro de un penal, lo que la gente cuestiona es si es lo más justo esa sanción o debería convalidarse el gol siendo una acción tan flagrante pues el gol era inevitable de otra forma.
Además quería saber tu opinión sobre el uso de la tecnología en el futbol, que permitiría evitar situaciones tan conflictivas como la del gol no convalidado. Encuentro a través de muchos foros la opinión de que no debería usarse la tecnología "porque le quita la polémica al fútbol"; personalmente, creo que ese argumento valida la injusticia en aras de la diversión y el comentario entre amigos que pueda surgir en torno a tal jugada. Creo también que si el afectado fuera Perú ya hubieran llevado la queja hasta la Fifa.
Saludos
Hola Susana:
A propósito de tu post,y pensando en quienes no siguen mucho el fútbol o el campeonato local, me provoca comentar lo ocurrido recientemente en la final del título nacional, entre San Martín y León de Huánuco.
Quien era considerado el mejor jugador del León de Huánuco, y por lo tanto, pieza clave para el partido final (Rodas)no podía jugarlo, al haber sido expulsado en un partido anterior. Sin embargo, en una decisión polémica, que suscitó muchas suspicacias (es periodo electoral en la FPF), la Comisión de Justicia levantó la sanción a Rodas.
Ante ello, Franco Navarro,entrenador del León de Huánuco,considerando que su mejor jugador había sido "perdonado injustamente",decidió no incluirlo en la alineación,conversando sobre esta decisión tanto con el jugador, su equipo como con el entrenador del equipo contrario.
¿Qué ocurrió al final? León de Huánuco perdió el partido y el título. No obstante,como han señalado muchos comentaristas, ganó el juego limpio, el fútbol,todos.
Saludos
Kike
Kike, que paja tu comentario! Yo no soy nada futbolera y algo habia oído pero no seguí la noticia con detalle. Con lo que cuentas, me aclaras. Gracias.