Los tres días de las VIII Jornadas Internacionales de Psicología Educacional llegaron a su fin el Viernes que pasó y la verdad es que siento que quedaron cortos para la cantidad de información interesante que se presentó y lo que se hubiera podido discutir y compartir de haberse contado con más tiempo.
Lo positivo: Las jornadas han permitido intercambiar conocimientos y puntos de vista en relación a la psicología educativa, lo que siempre resulta estimulante. Muy interesantes muchas de las ponencias de nuestros vecinos del sur (Chile), hay muchas cosas de calidad que se vienen haciendo allá que yo particularmente no conocía. Valió la pena el intercambio en ese sentido. Interesantes también las ponencias por invitación de Adrián Dongo y Ernesto Pollitt.
Otro punto positivo es que las Jornadas han dado a los estudiantes que asistieron una visión mucho más amplia y realista de los múltiples campos de acción de la psicología educacional, lo que -espero- redundará en que varios de ellos se interesen por esta área.
Lo negativo: Yo señalaría dos cosas. Primero, que el número de asistentes no haya sido el que se esperaba. Seguimos siendo una especialidad minoritaria dentro de la psicología, eso está claro. Una pena también que no hayan asistido más estudiantes (sobre todo aquellos que no conocen el campo de la psicología educativa) y que casi no hayan participado profesores de las otras especialidades (psicología clínica y psicología social).
Lo segundo: como sucede siempre, hubo algunas personas que se registraron para exponer y que luego simplemente no se presentaron, aunque felizmente estos casos fueron muy pocos. Más preocupante es para mí el que algunos expositores hayan sido abusivos con los tiempos, simplemente seguían de largo con sus presentaciones cuando se les avisó que su tiempo había concluído, sin respetar al moderador ni a nadie. ¿Se darán cuenta que esa prepotencia es una especie de corrupción, si la entendemos como que la persona está abusando de su posición y utilizando los recursos -el tiempo- de otro?
Nota: Foto del Retablo Ayacuchano extraída de aquí
Hola Susana: Quiero felicitar a todo el equipo que hizo posible la realización de las jornadas! me encantó compartir con tanta gente interesada en la disciplina. A tu resumen, podria agregarle LO CURIOSO, y fue la presencia de profesioales de otras áreas que estuvieron presentes para conocer ¿que hace en verdad un psicologo educacional?, estoy seguro que les sorprendió la cantidad de cosas que se pueden hacer.
Ah!, una pregunta: ¿dónde se realizará las IX Jornadas?
Saludos,
julio
Julio, Yo más bien te felicito a ti por participar! estaba moderando una mesa cuando tu exponías y por eso no pude escucharte pero me han comentado que presentaste unos criterios para la acreditación que todos debiéramos coocer. Las IX jornadas serán muy probablemente en Chile, aunque aun no sabemos en que ciudad. Te mantendré al tanto.
Hola Susana: Recientemente la especialidad de Ciencia de la Información organizó un seminario sobre gestión del conocimiento, y el principal problema que se presentó fue el exceso de tiempo que algunos de los ponentes tomaron para sus exposiciones. Y en este punto, saqué algunos calculos: una exposicion promedio de 15-20 minutos (que es un tiempo razonable y usual para una exposicion de seminario) toma 8 o 9 diapositivas en .ppt. (si asumimos que se comenta cada una 2 o 3 minutos). Si la ponencia se lee, no debería ser más de 5 páginas a espacio simple (en promedio), claro, dependiendo de la velocidad con la que se lea, y sujeto a corroborar en un ensayo previo.
En fin, son una especie de lección aprendida en cuanto a solicitar documentos con una extensión concreta y no dejando pista libre a los expositores, porque es muy difícil, ya con el evento en marcha ajustar los tiempos del ponente sobre todo si no ha dicho todo lo que sabe.
En lo que a la especialidad concierne, ya contamos con una medida concreta de dispositivas o paginas de una exposición que se debe pedir con anticipación para no tener el mismo problema otra vez.
Saludos.
Buen dato Ela. Gracias.
Una persona que no puede exponer en el tiempo previsto lo que tiene que decir está demostrando no solo una falta ética sino tambien poco profesionalismo. Con ello se desdicen, pues. Una vez tuve que soportar a un expositor de "calidad total" tomándose veinte minutos más de lo previsto. ¿Qué autoridad tenía para hablar de "calidad total" quien no sabía ni siquiera administrar su tiempo?
De acuerdo Daniel. Hay personas que realmente abusan y para las que la categoria "los otros" parece no existir.