La necesidad de control (2)

La tierra - Paulo 5 años

He discutido ya anteriormente el tema de las normas absurdas que muchos colegios exigen cumplir a los estudiantes. Por ejemplo, ver este post y este otro, en los que toco el tema ampliamente.

Si vuelvo a la carga es porque me he encontrado recientemente con reglamentos escolares que contienen normas aun más descabelladas que las que había puesto de ejemplo en esos antiguos posts, tan pero tan descabelladas que no puedo dejar de decir algo sobre ellas. Juzguen ustedes:

1. Queda terminantemente prohibido usar ropa interior de colores fuertes

2. Se permite el uso de un anillo en los varones y dos en las mujeres

3. Los varones tienen que usar el cabello corto (debe quedar el cuello, la frente y las orejas al descubierto) y queda prohibido el uso de colitas de caballo, trenzas en los varones y cortes estilizados (rapes, figuras, líneas o tintes de colores no naturales). Si es afro, con corte bajo, no mas de 2 centímetros de alto

4. Se permite el uso de un collar o cadena tanto en los varones como en las mujeres pero este debe ser de una sola vuelta y no exceder de 1 centímetro de grueso

5. Se prohiben terminantemente las escenas amorosas dentro o fuera de la institución cuando los estudiantes vistan el uniforme

6. Queda terminantemente prohibido el uso de aretes o cualquier otro tipo de piercing en los varones. Las mujeres pueden usar hasta dos aretes, siempre y cuando estén en orejas distintas

7. Se prohibe permanecer en el colegio fuera de horas de clase

Habría muchas cosas que decir respecto a las “normas” anteriores, pero me referiré solo a lo más evidente. Me resulta tremendamente alarmante ver que hay instituciones educativas que rigen su quehacer diario por normas de este tipo, las que buscan controlar aspectos del comportamiento individual -ilegitimamente, desde mi punto de vista- que poco o nada tienen que ver con el proceso educativo ni con el desempeño académico de los estudiantes. ¿Alguien puede creer que los profesores van a llevar una cinta métrica en el bolsillo para verificar, uno a uno, si el peinado afro de los estudiantes creció demasiado y mide más de 2 centímetros? ¿O que alguien va a mirar si las camisetas, calzones de las chicas o calzoncillos de los chicos son verde limón o rojos? (dice ropa interior, asumo que aplica a los calzones..) Esas normas son el absurdo absoluto, imprácticas e inviables desde su origen y por lo tanto, nada educativas. Una norma que está allí destinada desde su nacimiento a ser letra muerta es nociva para la formación de los estudiantes pues les indica que a las reglas nadie las toma en serio y se han hecho para violarse.

El excesivo énfasis en el control de la indumentaria de los estudiantes es un claro ejemplo de la confusión de planos que discuten extensamente autores como Nucci y Turiel: se toma por “moral” algo que pertenece a la esfera individual, pues cómo se viste y se peina uno es finalmente una prerrogativa personal; si bien esto puede convertirse en una convención institucional (al normarse el tipo de vestimenta que se puede o no se puede usar dentro de la escuela, por ejemplo) el trato que se le da al tema suele evidenciar que las instituciones educativas confunden lo convencional con lo ético, la ética con la “etiqueta”. Porque, finalmente, lo que se permite o no se permite usar a un estudiante dentro del colegio suele ser arbitrario y reflejar simplemente los gustos y preferencias de quienes ejercen el poder en la escuela: el director o los profesores, a los que el afro les puede parecer de mal gusto, la ropa interior de colores no gustarles, o el llevar más de dos anillos resultarles sospechoso. Y es desde la arbitrariedad de las propias preferencias (los propios sentidos de vida, siempre particulares) que se inventan e imponen normas para todos.

Resulta evidente que reglas tales como prohibir las escenas amorosas (¿¿???) mientras se esté con el uniforme puesto (he visto algunas otras que prohiben beber alcohol o fumar con el uniforme puesto) revelan con claridad que la escuela está más interesada en mantener las apariencias que en la propia seguridad del niño: no le importa la conducta, lo que importa es que ésta no se realice “con el uniforme puesto”. Lo mismo se aplica a la prohibición de permanecer en el colegio fuera de horas de clase. Si bien asumo que alguna lógica debe tener, esa regla me impresiona como una demostración de que la escuela no acoge a los niños ni los hace sentirse dueños de su territorio y cómodos en él, sino que, por el contrario, los expulsa hacia la calle.

Ninguna de esas reglas tiene que ver con la ética. Si desean formar autonomía y conciencia crítica, esas normas apuntan precisamente a lo contrario. Y aun cuando se tratara de principios éticos, convendría recordar que el comportamiento moral de las personas y el respeto a las normas es el punto de llegada, nunca el punto de partida. El comportamiento es el producto de un sinfin de procesos psicológicos internos (razonamiento moral, sentido de agencia, identidad moral, emociones morales, etc.) que son los que se deben educar para lograr después, como resultado, un comportamiento correcto. Empezar al revés, intentando controlar el comportamiento observable y obviando todo lo demás es coger el rábano por las hojas, el toro por la cola, la persona por los pies. Es plantearse las cosas mal, dicho en sencillo, lo que llevará irremediablemente al fracaso el proyecto de formar personas y ciudadanos.

Puntuación: 4.50 / Votos: 12

Comentarios

  1. milanta escribió:

    Pobres robots, perdón alumnos. Faltó poner que la sotana es preferible al uniforme.

  2. Leo escribió:

    ¡Y yo creía que ya lo había visto casi todo sobre los reglamentos escolares!
    Lo de la ropa interior de colores fuertes es de antología… ¡del disparate! (por cierto, ¿el negro será un color fuerte? ¿o se refiere a los colores tipo cartel de tecnocumbia? jijiji)

    Lo de las "escenas amorosas" me resulta curiosísimo. ¿Qué pasa si la escena no es amorosa sino una pura y honesta demostración de deseo carnal? ¿También queda prohibida? jajaja ¡Es que con los jóvenes de hoy no se puede y ya no sabemos qué esperar! jajajaja

  3. nila escribió:

    Qué bueno que denuncies estas cosas Susana.
    Y los papás deberían de hacer algo. Estos reglamentos existen porque los padres aceptan esa falta de respeto hacia los chicos al hablar del color de su ropa interior, por ejemplo…

  4. Arturo escribió:

    Estoy de acuerdo en el desfase de la implementación de normas, en general, pero me cabe la duda sobre la regla de "las escenas amatorias". Lo digo porque alguna vez me comentaron de un centro educativo donde sorprendieron en pleno coito a dos estudiantes. Entonces, ¿cual es el rol de la institución educativa en este caso? Obviamente, este es un caso extremo, pero que si es factible que ocurra.

  5. sfrisan Autor escribió:

    Arturo, si fuera como lo presentas sería un tema educativo, no uno punitivo. Para mi es así de simple. Los castigos y el "queda terminantemente prohibido" sobran, hay que apelar más bien a la razón y la reflexión.

  6. Arturo Basualdo Hilario. escribió:

    Efectivamente desde un ángulo social es evidente que muchos colegios hacen y desahcen a su manera los reglamentos internos. Desde un ángulo jurídico normativo, poco o nada interesa regular normas que vulneran derechos fundamentales de los alumnos, maestros y hasta los padres de familia. La cosa no es tan a la broma como parece para algunos, pues en una oportunidad se limitó derechos fundamentales de un profesor, esto es, se configuró el denominado "EMPLEADOR IDEOLOGICO" pues en un colegio particular no se les ocurrió otra cosa más que despedir a un profesor por negarse a rezar, pues este profesor pertencía a otra religión, esto pues, sin duda vulnera el derecho a la libertad religiosa que está expresamente regulada en nuestra Constitución Política, al respecto, el Tribunal Constitucional en la sentencia recaída en el expediente 0256-2003-HC/TC,señaló que “la libertad religiosa, como toda libertad constitucional, consta de dos aspectos. Uno negativo, que implica la prohibición de injerencias por parte del Estado o de particulares en la formación y práctica de las creencias o en las actividades que las manifiesten. Y otro positivo, que implica, a su vez, que el Estado genere las condiciones mínimas para que el individuo pueda ejercer las potestades que comporta su derecho a la libertad religiosa”.

    En otro caso que tuve oportunidad de conocer cercanamente por mi profesión, se trataba de un alunmo que fue separado de un colegio debido a que estaba infringiendo el reglamento en tanto prohibía el uso de mochilas con ruedas. En este caso se presentó una denuncia ante INDECOPI y como es evidente ésta fue amparada multándose al colegio e inclusive ordenando una indemnización a favor de la familia recurrente; era evidente pues que con dicha reglamentación se estaba poniendo en riesgo el derecho a la salud del menor, toda vez que por problemas en la columna no podía usar las mochilas convencionales, asimsimo al ser separado injustamente del plantel se estaba limitando su derecho fundamental a la educación. Ya dicen que "para muestra un botón" esté es pues un pequeño boton que comparto con ustedes, pues si bien es cierto, abusos siempre van a existir, ellos aumentaran en la medida que no hagamos nada para hacer respetar nuestros derechos, de ahí que si alguna vez conocen de cerca un problema similar les aconsejo que no solo critiquen sino que hagan valer sus derechos para que en lo sucesivo no sean vulnerados.

  7. Elena Saona escribió:

    Susana:
    Un solo comentario: todos esos reglamentos son absurdos y están simplemente fuera de lugar.
    Saludos.
    Elena Saona

  8. Maria Eugenia escribió:

    Soy profesora y he visto de cerca aquellos reglamentos tan absurdos, como si fuera que el cabello largo o corto implica que el estudiate no cumpla su objetivo..entre otras normas como asistir al colegio con zapatos con pasador , que absurdo..

  9. Arturo Basualdo H. escribió:

    María Eugenia tengo entendido que el tema de los zapatos con pasadores está referido a la seguridad de los alumnos ues existen estadísticas que demuestran que los menores que usan zapatos sin pasador están más propensos a sufrir accidentes, lo del cabello no veo mayor problema en que sea largo o corto siempre en cuando esté recogido para evitar problemas de vista e higiene en el caso de talleres como el de cocina o resposteria por ejemplo. En todo caso, queda abierto el debate.

    saludos

  10. sfrisan Autor escribió:

    Arturo, es cierto que algunas normas pueden tener sentido, como las que indicas. Pero en todo caso, si esto es así, la manera de hacer que se cumplan debe ser la persuasión razonada, no la imposición. En el caso de la higiene en los talleres de cocina, es evidente que hay una razón por la cual los alumnos deben recogerse el pelo, tal cual lo hacen todos los chefs y cocineros en casi cualquier parte del mundo. Lo de los zapatos me es menos evidente, te diría yo que hay que persuadir a los padres y a los propios estudiantes que son mejores los zapatos sin pasadores que con ellos, pero el que los desea usar con pasadores y asumir el costo de esa elección (caerse mas seguido), pues debería poder hacerlo. En resumen: las prohibiciones no funcionan y no son para nada educativas, ni democráticas. Siempre es mejor señalar las razones, persuadir y recomendar, y solo establecer regulaciones en casos estrictamente necesarios, y siempre con el consenso de los propios implicados, y apelando a su razonamiento.

  11. Arturo Basualdo. escribió:

    Susana considero que debesmos de diferenciar entre normas prohibitvas eb sentido estricto y en sentido flexible de otro lado, en el primer caso siempre va a tener una sanciòn frente a su incumplimiento, en el segundo caso la flexibilidad impone cierto grado de persuaciòn màs no de sanciòn. En todo caso, considero que no podriamos decir que si un alumno sufre un accidente por usar calzados con o sin pasadores no va a tener responsabilidad en las autoridades de un colegio bajo el argumento de que "OJO YO TE AVISE PERO NO ME HICISTE CASO ASI QUE TU HIJO (A) SE ACCIDENTO POR CULPA PROPIA". De hecho existen normas que aún cuando no sean de nuestro agrado hay que cumplirlas en la medida que su contenido sea razonable y proporcional, en todo caso queda a salvo el derecho de los padres de familia de revisar el Reglamento del centro educativo en el cual pretende que su hijo sea educado. Para terminar considero que si debemos PERSUADIR ello debe involucrar transmitir -lo que mencioné- la razonabilidad y proporcionalidad de determinadas normas reglamentarias pues en definitiva debemos asegurar la seguridad fisica y emocional de los educandos. así como la tranquilidad y confianza de los padres de familia.

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