Gonzalo Gamio ha escrito en el Gran Combo Club este artículo sobre los derechos humanos, a partir de la lectura de esta columna del diario La República.
La semana pasada yo asistí a una de las audiencias del juicio a Fujimori y la verdad es que es impresionante la frialdad con la que los ex miembros del grupo colina que hoy son testigos narran los pormenores de los crímenes cometidos. Resulta escalofriante escucharlos. Pero más allá de la evidente psicopatía de estas personas, quiero llamar la atención sobre su pensamiento en relación a la obediencia y sobre la manera en que se relacionan con la autoridad. Aquí reproduzco el párrafo que motiva mi post, un diálogo entre el juez San Martín y un miembro del Grupo Colina:
“¿Usted no intentó rebelarse ante una orden de matar a otras personas? Preguntó el doctor César San Martín, presidente del Tribunal penal especial –que procesa al ex dictador Alberto Fujimori–, al ex agente Colina citado como testigo en el juicio. “Doctor, era una orden, qué podía hacer”, respondió el sicario. “Sí pero, le reitero, era una orden de matar. No se trataba de un operativo cualquiera”. “Y qué quería, doctor, para nosotros se trataba de un trabajo, como cualquier otro trabajo. Y sólo teníamos que cumplirlo, y hacerlo lo mejor posible”.
Aunque parezca increíble que esta persona no haga diferencia alguna entre la orden de matar y cualquier otra (digamos, la de tener lustrados sus zapatos), y que sienta imperativo obedecerla, muchas personas se relacionan de esta manera con la autoridad, cuyo respeto -como un fin en sí mismo- les resulta fundamental. En el modelo de desarrollo moral de Kohlberg se distingue esta etapa como un momento necesario (y a superar) en la construcción del razonamiento moral, aunque como vemos en este ejemplo, no son raros los casos de adultos en los que se encuentra esta distorsión y este atraso en la manera de entender la sujeción a la autoridad.
El modelo de desarrollo del razonamiento moral de Lawrence Kohlberg es conocido y no voy a repetirlo aquí pues hay abundante información sobre él en la web y en las bibliotecas. Basta señalar que en el nivel convencional (que incluye los estadios 3 y 4 de su secuencia) lo importante para la persona es mantener las expectativas de la propia familia, jefe, amigos, o grupo social, lo que se percibe como valioso en sí mismo independientemente de las consecuencias inmediatas que obedecer tales expectativas tenga. La actitud no solamente es de conformidad a las expectativas personales y al orden social sino también de lealtad hacia él, una actitud de mantenimiento, apoyo y justificación de este orden, y de identificación con las personas y grupos que están involucrados en él.
El estadio 3 del modelo de Kohlberg se alcanza tipicamente durante la adolescencia. La preocupación central de las personas de este estadio es obedecer a los demás, “hacerlos felices” a través de cumplir con los roles asignados. Lo importante es sentirse como una buena persona, entendido esto como una persona que cumple a cabalidad con las expectativas del rol asignado (un buen estudiante, un buen agente del grupo colina, etc.) o con las que le atribuyen los demás. En el estadio 4, que representa un avance sustantivo en relación al anterior, aparece la conciencia de que las relaciones individuales son parte de un conjunto mayor de relaciones que involucran a un sistema social (el que no tiene que ser siempre la sociedad en su conjunto, puede ser un sistema religioso o comunal). Lo característico aquí es que el sistema en sí mismo se entiende como más básico y fundamental que los derechos de los miembros individuales, por lo que las personas pueden razonar que torturar o matar a alguien podría justificarse a la luz de -por ejemplo- la “seguridad nacional”.
Si bien el estadio 4 es mucho más complejo que el estadio 3 en su constitución, y es un avance en el desarrollo moral, aun no es plenamente adecuado para afrontar de manera justa y racional los conflictos éticos, los cuales solo pueden enfrentarse plenamente desde un punto de vista post convencional (estadios 5 y 6 de la secuencia de Kohlberg) que los aborde no desde una perspectiva del mantenimeinto del status quo y el orden social sino desde los principios fundamentales que dan sentido y permiten existir a dicho orden social. Es por eso que desde la perspectiva post convencional los derechos humanos son inherentes a las personas y tienen primacia sobre cualquier norma social.
Aprovechemos para revisar algunas de las características de una buena educación moral, ya que la ausencia de una educación adecuada y la presencia de una terriblemente nociva contribuye a formar personas que se relacionen con la autoridad de la manera en que los ex agentes del grupo colina lo hacen. El problema de fondo es el autoritarismo, una manera de construir las relaciones profesor-alumno y de imponer las normas de la escuela que solo genera heteronomía. Para ayudar a los estudiantes a desarrollar una conciencia crítica respecto a la autoridad es importante que el profesor cumpla su tarea sin ejercer un liderazgo autoritario, y que base sus estrategias de disciplina en la persuasión y no en la imposición de su punto de vista o de normas y reglas que suelen ser arbitrarias y unilaterales. Kohlberg siempre planteó que los profesores y el director de una escuela están llamados a fortalecer a través de la persuasión racional la participación activa de todos los miembros en la construcción de la comunidad, en lugar de fomentar simplemente la obediencia ciega a las normas y el temor a la autoridad. Lamentablemente, los sistemas de disciplina de la mayoría de nuestras escuelas no hacen sino fomentar la dependencia del juicio externo y el temor a la norma, lo cual estanca el desarrollo de los estudiantes y deteriora su sentido de responsabilidad moral. En otras palabras, solo fomentan un desarrollo moral que como máximo llega a ser convencional y que atenta contra el desarrollo del juicio crítico y la autonomía.
He escrito algo sobre la obediencia a la autoridad en estos post:
Nota:
Imagen tomada de aquí
Yo creo Susana que las caracteristicas de personalidad de estos individuos explican claramente su conducta. Un psicopata no percibe diferencia entre el bien y mal, no hay ninguna respuesta afectiva ante hechos que puedan llevarlo a discernir entre uno y otro. Algunas evidencias cientificas indican que hay un problema en el funcionamiento del lobulo frontal y en las señales que este deberia enviar a la amigdala; sin embargo, no se puede aplicar a todos los casos. Pero creo que si nos ayuda a entender que esta gente esta alli porque se orientaron hacia ese tipo de actividades y que no necesariamente responden a razonamientos eticos y morales porque simplemente nunca se los plantearon y porque tampoco responden a ellos.
Esa es otra entrada a este problema Haydecita, que no es incompatible con la que yo planteo. Podemos analizar el razonamiento moral de psicópatas, aunque como bien dices, en ellos hay caracteristicas biológicas que los predisponen hacia el mal (por decirlo de alguna manera). Pero hay personas "normales" que también se relacionan con la autoridad de esa manera, y creen que están haciendo bien. Alli no habría un problema psicopatológico, como en el caso de la psicopatía, sino uno de desarrollo.
Eso es cierto, si estos individuos pertenecen a la categoria "normales" el análisis vendria mas de tu lado pero sin dejar de lado algunas tendencias de personalidad
Si, he escuchado algunas declaraciones y son terribles, pero es lo mismo q encontramos en otros casos similares en la region, basta ver declaraciones de ex miembros de escuadrones de la muerte en otros paises que han pasado por etapas tan terribles. Sin embargo, el tema es mas complejo porque recordemos que todas estas personas han sido parte de las fuerzas armadas, en donde los entrenan para matar y dejarse matar "por la patria", entonces, eso quiere decir que todos los militares son psicopatas?, parece muy simplista, no?
De acuerdo Flavio, por eso le digo a Haydeé que la hipotesis de psicopatologia no puede ser la única. Hay otros procesos psicológicos involucrados, además de sociales y políticos.
Hace poco leyendo un texto que comentaba a Selman (otro de los "hijos" de Piaget y Kohlberg) y su teoría del Role-taking encontré que la toma de perspectiva era una tarea harto compleja… y que las conductas prosociales estaban vinculadas a ese proceso.
Luego, conversando con un amigo FAP descubrí que existe una cosa que se llama ‘curso de militarización’ que tiene por objetivo aprender a obedecer… y "hacerse más duros" entre otras cosas.
Y recordando las cosas que he leído de Kohlberg me puse a pensar en el papel que tienen las capacidades cogitivas en las posibilidades de desarrollo moral…
¿No será que nos enfrentamos a una mala combinación de varios factores que da resultados tan espantosos como ese de matar porque recibimos una orden de un superior?
En todo caso, ¿Qué se necesita para poder llegar a ser autonómo? Porque parece que el solo razonamiento es insuficiente…
Susana:
Lo de los agentes del grupo Colina es algo escalofriante, pero ellos consideraban que estaban en una guerra, y en ella rige el "matar o morir". Igual pasa actualmente en Irak, donde los soldados obedecen sin chistar las órdenes de arrasar una comunidad civil, pues así le dan un "mensaje" a la parte contraria para que "no se metan con ellos".
Creo que más que psicopatía, habría que analizar el hecho de la facilidad con que estas personas asumen una situación extrema sin cuestionarla, donde solo prima el instinto de supervivencia (matar o morir). Es decir, prima lo "animal" sobre lo racional.
Luego, cuando se reinsertan a la sociedad, no pueden con la culpa y empiezan los problemas (p.e. ex combatientes de las guerras de Corea, Vietnam y el Golfo). La gran mayoría de estas personas son conscientes de que está mal matar, pero no tienen otra opción dentro de una realidad creada por sus superiores, que les dicen: "Esto es una guerra, o matas o te matan. Y si no nos obedeces, te matamos". A mi entender, los psicópatas no son los soldados ni los agentes, sino los jefes.
Saludos.
Elena
La forma como lo colocas es muy claro y facil de entender, no obstante, muchas veces no hablamos de violaciones graves de derechos humanos, sino de cosas que tienen que ver con la escala de la moralidad de Köhlberg, pero que no estan así (como decir?) claras.
Creo que es una vieja cuestión, un dilema que siempre ha existido: qué es lo que debemos hacer porque nuestre líder nos dice que hagamos y que es lo que no debemos que hacer? Los contornos no son siempre evidentes y ni siempre es facil decidir por un camino (el de hacer lo que se nos dicen aún que esté errado) o el otro (el de no hacer lo que nos dicen porque está mal).
En este caso que aquí comentas, sin duda, cualquier uno de nosotros cre que sabe lo que haría (o por lo menos intentaría hacer), no?
Un saludo desde Portugal,
SAM
Y que me dice sobre el Nazismo, aquí hay un claro ejemplo sobre la obediencia hacia la autoridad, así sea totalemente irracional y errónea. Personalmente, no creo que todos los subordinados de Hitler hayan sido psicópatas o tuvieran algún otro tipo de trastorno.
Algunos pudieron ser psicópatas. Otros simplemente piezas de una enorme maquinaria. Lee la vanalidad del mal, de Arendt y verás hasta que punto las personas comunes y corrientes que obedecen y no cuestionan se convierten en engranajes de una máquina monstruosa.