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María Jesús Bazán Díaz

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María Jesús Bazán Díaz nacida en el distrito de Chongoyape hace 90 años, fue durante décadas secretaria y tesorera del Colegio Manuel Pardo, institución educativa de la Congregación de la Misión en Chiclayo, Perú.
Realizó sus estudios secundarios en el Internado de Santa Teresita en Cajamarca.
El día de hoy sus familiares más cercanos le rendimos el homenaje merecido por su trabajo incansable como hija, prima, sobrina y tía de los Nomberto Bazán, Bazán Ramirez, Tapia Bazán y Baca Bazán. Siempre serás nuestra compañía desde el cielo.

«Chongoyape»

Es un distrito lambayecano a 61 kilómetros al Nor-Este de Chiclayo, originalmente se llamó Chaparioc; cambió su nombre por el de Chongoyaqui en honor a Chaparri, finalmente adoptó el título oficial de Chongoyape que mantiene hasta el día de hoy. El profesor Caján Soto afirma que la palabra Chongoyape significa «Solamente en el corazón», mientras que para el periodista Julio Rivadeneira: «Corazón que Llora».
El 6 de Octubre de 1905 se inicia como Villa,  hay quienes sostienen que el 19 de noviembre de 1939 es la fecha exacta en la que se formalizó como distrito y en el 23 de diciembre de 1942 como ciudad.
El territorio que comprende este pintoresco lugar se extiende sobre 696.041 Km2, por eso se considera el distrito más extenso de la Región; en su vasta geografía se ubican hermosos paisajes y abundante flora y fauna, por estas razones Chongoyape podría ser considerada una de las áreas ecológicas protegidas de Lambayeque y del país. Limita por el Norte con Ferreñafe, por el Sur con Oyotún y Zaña, por el Este con Santa Cruz y por el Oeste con el distrito de Manuel Mesones Muro.

El lugar que Dios ha querido para mí

Walter J. CiszekNada podía separarme de Dios, porque Él estaba en todo. Ningún peligro podía amenazarme, ningún temor podía estremecerme, excepto el de dejar de verle a Él. Por escondido que estuviera el futuro, estaba escondido en su voluntad y, por lo tanto, yo sería capaz de aceptarlo, trajera consigo lo que trajera. El pasado, con todos sus fallos, no estaba olvidado: seguía ahí para recordarme la fragilidad de la naturaleza humana y la necesidad de poner la confianza en uno mismo. Pero ya no me pesaba. Ya no confiaba en mi propia guía, ya no dependía de mí mismo, así que no podía volver a fallar. Al renunciar completa y definitivamente a todo control sobre mi vida y mi destino futuro, me liberaba de cualquier responsabilidad. Me liberaba de la angustia y la preocupación, de toda tensión, y podía flotar serenamente, con perfecta paz de espíritu, en la marea de la providencia divina que me sostenía”.
Walter J. Ciszek SJ, Él me guía.

Sor Nazarena, 45 años recluida: ni siquiera las otras monjas vieron su rostro o escucharon su voz

Por vocación explícita y decisión propia, y con la autorización de Pío XII, Sor Nazarena Crotta estuvo 45 años encerrada en su celda, en un monasterio camaldulense romano. Fue su desierto personal.
Sor Nazarena Crotta nació en 1907 y murió en 1990. Sus últimos 45 años de vida los pasó en un monasterio camaldulense en Roma, enclaustrada en una celda por voluntad propia tras una vocación singular y una autorización especial del Papa Pío XII. A su muerte, casi ninguna de sus hermanas la había visto nunca. Recuerda su historia David Murgia en Il Timone:
Sor Nazarena, la reclusa de Roma
La llaman, sencillamente, “la reclusa del Aventino“, pero su verdadero nombre es sor Nazarena, nombre de bautismo Julia Crotta. Ha sido la última religiosa “recluida” de este siglo. Es decir, gracias a una autorización especial que le permitió la reclusión monástica (el nivel más alto de eremitismo), transcurrió 45 años como monja camaldulense en una pequeñísima celda situada en un monasterio del Aventino, en el centro de Roma. Sin hablar ni ver nunca a nadie. Como si hubiera sido emparedada en vida.
La reclusión es una forma de vida distinta a la clausura. Es mucho más parecida al ideal del eremita por la austeridad de vida y el aislamiento. De la extraordinaria y poco conocida historia de esta humildísima religiosa se han interesado Papas y simples fieles. Y aún hoy, a más de veinte años de su muerte, su historia sigue fascinando y planteando preguntas, a pesar de que Sor Nazarena nunca se movió de la pequeñísima celda del monasterio romano. Quiso desaparecer del mundo. No hizo ni dijo nada especial. Pero la historia de la “reclusa de Roma” apasiona y conmueve a todo el que llega a tener conocimiento de ella.

"Julia, come with me to the desert," said Jesus to the future Nazarena. What desert? Read on to unlock the enigma!De la cancha de baloncesto al desierto

Julia es americana (nace el 15 de octubre de 1907 a pocos kilómetros de distancia de Hartford, Connecticut). Es músico y deportista. Muy alta, juega a baloncesto como una campeona; también es una estudiante modelo. Tiene ante sí un futuro brillante.
Julia era la séptima hija de un matrimonio de inmigrantes italianos en Connecticut (Estados Unidos).
Fuente: Owlcation.

Cuando tiene 27 años participa en un retiro espiritual en preparación de la Pascua y vive lo que ella definió como una nox beatissima, una experiencia que, como ella misma relata en sus diarios, cambiará para siempre el curso de su vida, durante la cual Jesús en persona la llamará para que le haga compañía en el desierto y cuyo resultado final serán 45 años de reclusión monástica.
Julia Crotta, en torno a 1934
La voz que oye le pide: “Ven conmigo al desierto. Estoy tan solo… Ven conmigo, no te abandonaré nunca”. Julia no entiende enseguida lo que se le pide. Piensa en irse, literalmente, al desierto de Judá, en Palestina. Pide ayuda a su director espiritual. Pasan once años desde esa primera llamada al desierto, sin que Julia abandone jamás su propósito. Intenta entrar en algunas comunidades religiosas muy estrictas, como el Carmelo, pero no es exactamente lo que busca. Aconsejada por sus directores espirituales, encontrará lo que desea en Roma, en el monasterio de San Antonio Abad, en la colina del Aventino. Se convertirá en una reclusa de la Orden Camaldulense que, desde sus orígenes y por voluntad de su fundador San Romualdo, está dividida en una rama cenobítica y otra eremítica.

En cinco metros por tres

El 21 de noviembre de 1945 Julia es recibida por el papa Pío XII, que la bendice y, sobre todo, lee la regla de vida que Julia ha escrito para su propia reclusión. Pío XII teme que el estilo de vida de reclusa sea demasiado exigente para la joven, pero al final, visto su insistencia, lo aprueba.
Un sacerdote y algunas religiosas que se han ocupado de su alojamiento la acompañan a la celda de la que no saldrá nunca hasta el final de sus días.
Esto es lo que escribe en uno de sus diarios sobre ese día: “En cuanto entré en la celda de reclusión y después de que las religiosas que me habían acompañado se hubieran ido y cerraran la puerta, ¡qué alegría, qué alegría! Alcé los brazos al cielo, sentía dentro de mí con certeza: Aquí estoy, por fin, en mi lugar. En el lugar que Dios ha querido para mí“.
Monasterio camaldulense de San Antonio Abad en Roma.
Sor Nazarena vivirá en una celda de cinco metros por tres durante 45 años. Duerme, sin colchón ni almohada, sobre un arcón de madera sobre el que ha sido clavada una cruz. Sí, una gran cruz.
La cama de Sor Nazarena.
Fuente: Romualdica.

Trabaja unas horas al día entrelazando las palmeras que se distribuyen en el periodo de Pascua. El resto del día lo transcurre rezando, estudiando y participando en la misa desde una pequeña ventana con reja, a través de la cual recibe la comunión.
La celda de Sor Nazarena.
Fuente: Romualdica.

Su mirada al mundo se la ofrece una ventana con vista al Circo Máximo. Con un esfuerzo, se puede ver desde allí la cúpula de San Pedro. No habla con nadie. Sólo tiene acceso a ella su confesor. Las propias religiosas de la comunidad no la han visto nunca.
Vista de la celda de Sor Nazarena.
Fuente: Romualdica.

Sor Nazarena come sólo pan y agua casi todos los días de la semana. En periodos litúrgicos especiales come aún menos. Sin embargo, siempre está sana, equilibrada y de buen humor. Viste un hábito muy modesto. No lleva nada consigo, ni siquiera su amado violín. En su celda sólo hay espacio para algún libro.
Sor Nazarena, como novicia.

Diarios místicos y reglas

Lo que sabemos de ella se lo debemos a sus diarios, a las cartas que enviaba a sus directores espirituales y a sus recuerdos autobiográficos, que nos hablan de una experiencia fuera del tiempo, con palabras y acentos que recuerdan a los de los Padres del Desierto y a un profundo conocimiento de la Biblia.
Escritos que son verdaderas obras maestras de la mística. Textos que al final de los años ochenta empezaron a circular en ambientes católicos. Se leían y se meditaba sobre ellos. Fascinaron incluso a Vittorio Gassman. Alrededor de su figura nacen en Roma círculos y encuentros en los que los participantes se interrogan sobre líneas como esta: “Sólo en la soledad silenciosa me siento feliz, en paz, en el lugar hecho para mí. Fuera, en contacto con las almas, me siento infeliz, inquieta, como un pez fuera del agua. Sufro hasta que no vuelvo y entonces, ¡qué alegría estar encerrada aquí sola con Él!“.
El cardenal Paul Augustin Mayer (1911-2010) fue prefecto de la Congregación para el Culto Divino y presidente de la Comisión Pontificia Ecclesia Dei.
Muchas de sus cartas están dirigidas al padre Paul Augustin Mayer, religioso benedictino alemán y futuro cardenal. Sor Nazarena redacta también su propia regla de vida. Una regla que actualiza continuamente. Las reglas han sido, a lo largo de los siglos, instrumentos formidables para conocer la historia de los reclusos. Además, hay estudios fascinantes en este sentido sobre las donaciones testamentarias. De hecho, es gracias a estos documentos jurídicos que ha sido posible reconstruir la historia de quienes han elegido este tipo de vida ascética.
El recluso, precisamente por su vocación especial, no quiere dejar nada de sí mismo. Lo decíamos antes: el recluso quiere morir a los ojos del mundo. Por lo tanto, cuando un recluso o  una reclusa no deja escritos, es dificilísimo reconstruir su vida; por eso ha sido posible tener conocimiento de la existencia de algunos reclusos gracias a las disposiciones testamentarias dejadas a su favor.

45 años en el lugar deseado por Dios

Nunca, nunca en 43 años de reclusión“, escribe la religiosa en uno de sus diarios, “he sentido una sola vez la tentación de salir de la reclusión. Siempre he sentido, con alegría y reconocimiento, que estoy en mi lugar, en el lugar que Dios quiso para mí. Ningún sacrificio ha sido demasiado grande para permanecer siempre en la reclusión“.
Fuente: ReligiónEnLibertad.com

Joe Biden se santigua

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Obispo Thomas Paprocki de Springfield, Illinois.

Por Michael Haynes– www.lifesitenews.com
El obispo de Springfield, Thomas Paprocki, ha declarado que el presidente Joe Biden “se burla de nuestra fe católica”, luego de la última medida pro-aborto de Biden al persignarse al escuchar sobre las restricciones al aborto en Florida.
En un vídeo del 8 de mayo, Paprocki unió su voz a la del obispo español José Ignacio Munilla para condenar el enfoque selectivo de Joe Biden hacia el catolicismo y su apoyo al aborto.
Hacer la señal de la cruz es uno de los gestos más profundos que un católico puede hacer para mostrar reverencia por la muerte de Cristo en la cruz y creer en la Santísima Trinidad al firmarnos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”, dijo el obispo. “Hacer un mal uso de este gesto sagrado es burlarse de nuestra fe católica”.
El 23 de abril, se vio a Biden haciendo la señal de la cruz en reacción a las leyes aprobadas por el gobernador de Florida, Ron DeSantis, para restringir los abortos de 15 a seis semanas. Mientras hacía campaña en Florida, Biden atacó la prohibición estatal de seis semanas como “extrema” y volvió a declarar su posición de que matar a los no nacidos debería ser “un derecho constitucional en la Constitución federal”.
La Iglesia Católica enseña que el aborto siempre es malo porque mata a un ser humano inocente, violando así la prohibición de asesinato de la Iglesia. (CCC 2270-2272) El memorando del Vaticano de 2004 establece que un político “consistentemente haciendo campaña y votando por leyes permisivas sobre el aborto y la eutanasia” manifiesta una “cooperación formal” con un pecado grave y se le debe “negar” la Eucaristía.
Paprocki resumió la acción de Biden como si hubiera “agravado su apoyo al pecado del aborto”.
Antes de la ahora viral señal de la cruz de Biden, el cardenal Wilton Gregory de Washington había comentado durante una entrevista el domingo de Pascua que el presidente era un “católico de cafetería”. Esto, dijo Gregory, se debió a que Biden “decide ignorar” ciertas cuestiones de la fe, como las relacionadas con la vida y la muerte.
“No se puede elegir”, dijo Gregory. “O eres alguien que respeta la vida en todas sus dimensiones, o tienes que hacerte a un lado y decir: ‘No soy provida’”.

Ascensión de Nuestro Señor Jesucristo

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Evangelio según San Marcos 16,15-20.
Entonces les dijo: “Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación“.
El que crea y se bautice, se salvará. El que no crea, se condenará.
Y estos prodigios acompañarán a los que crean: arrojarán a los demonios en mi Nombre y hablarán nuevas lenguas; podrán tomar a las serpientes con sus manos, y si beben un veneno mortal no les hará ningún daño; impondrán las manos sobre los enfermos y los curarán“.
Después de decirles esto, el Señor Jesús fue llevado al cielo y está sentado a la derecha de Dios.
Ellos fueron a predicar por todas partes, y el Señor los asistía y confirmaba su palabra con los milagros que la acompañaban.

Homilía del Padre Paul Voisin CR de la Congregación de la Resurrección:

Hay una historia sobre un soldado que durante la Segunda Guerra Mundial se encontró en un pequeño pueblo francés. Mientras caminaba se encontró con la Iglesia Católica. Aunque el techo se había derrumbado debido al bombardeo en la aldea, podía ver claramente el santuario de la Iglesia. En un nicho en la pared del santuario había una estatua del Sagrado Corazón de Jesús. Al igual que con esas estatuas, las manos de Jesús suelen extenderse así (hacia abajo y hacia adelante). Sin embargo, cuando el techo se derrumbó en las dos manos de la estatua fueron cortados. Alguien había escrito debajo de la estatua, en la pared, “No tengo manos más que las tuyas”.
Pensé en esta historia, que es una de mis favoritas, cuando leí por primera vez el evangelio de este domingo (Marcos 16:15-20), la Ascensión. En este evangelio Jesús nos dice que somos sus manos, su boca, sus oídos, sus pies y su corazón. Él nos envía adelante, como hizo sus primeros discípulos, para “ir por todo el mundo y proclamar el evangelio a toda criatura”. Somos parte de ese testigo apostólico. Llenos de su vida, a través de nuestra unión con Él, compartimos esa vida con otros. Somos sus testigos en el mundo.
Mientras reflexioné sobre el evangelio esta semana, no pude evitar pensar en cómo esto debe haber afectado a los discípulos. Escuchamos en la Primera Lectura (Hechos 1:1-11) de los Hechos de los Apóstoles que se despiden con los discípulos en Jerusalén. Después de su resurrección, él se había aparecido ante ellos en numerosas ocasiones y continuó enseñándoles y preparándolos para esta misión. Lo oyeron, lo tocaron, e incluso comieron con Él. Él estaba verdaderamente presente para ellos. Y ahora esa presencia física terminó con su ascensión al cielo. Su presencia era ahora una presencia mística o espiritual. Sus seguidores todavía estaban unidos a Él espiritualmente, pero no podían verlo ni oírlo como lo habían hecho antes de su muerte y después de su resurrección. Para todos ellos, la vida había cambiado, pero no había terminado. Ahora su misión comenzó. Iban a cumplir la voluntad del Padre como Jesús tenía. Iban a continuar con los ministerios de predicación y sanación que Jesús comenzó, y que fueron testigos.
Para nosotros también, que la vida de Cristo está en cada uno de nosotros. Sin embargo, a veces podemos ser demasiado tímidos o cautelosos para aceptar esa misión. Puede que seamos como los discípulos en la primera lectura a la que los dos ángeles dijeron: “¿Por qué estás ahí parado mirando al cielo? ¡Estamos llamados a la acción! Con demasiada frecuencia, muchas personas responden pensando “No estoy preparado”; “¿No hay algunos cursos que tomar para hacer esto? ”, “¿Quién soy yo para hacer esto? No deberíamos posponer esta misión. No debemos frustrar este llamado del Señor a todos nosotros. Todos podemos contribuir –en nuestras propias maneras – a la misión de Cristo y su Iglesia. Podemos mirar a otra persona y decir: “Yo nunca podría hacer eso”, “Yo no soy así”, “No tengo esos dones”. Pero, cada uno podemos ser esa persona enviada por Jesús a nuestra manera, y a nuestro propio tiempo, y a nuestra propia gente. La contribución de cada uno completará la de otros para llevar la plenitud del mensaje y la vida de Cristo a los demás. De esa manera estaremos cumpliendo el mandato de Jesús, como en el evangelio de hoy cuando envió a sus discípulos y ellos respondieron. A través de sus palabras y acciones Jesús se manifestó, y lo volverá a hacer a través de nosotros, si tomamos en serio su mandato y hacemos lo que Él nos ha enseñado.
La Segunda Lectura de la Carta de San Pablo a los Efesios (1:17-23) alienta en esta misión. Él nos dice que somos amados y bendecidos por Dios, y que Él nos ha dado el ‘espíritu de sabiduría y revelación’ para conocerlo, amarlo y servirle. Pablo nos recuerda que Jesús es la “cabeza sobre todas las cosas”, y que nosotros somos partes de su cuerpo. Así como cada parte del cuerpo tiene una función separada y única, todos trabajan juntos por un cuerpo sano. Así también, cada uno de nosotros – al igual que las partes individuales del cuerpo de Cristo – hacemos nuestra parte para construir el cuerpo de Cristo, la Iglesia, y para compartir esa vida con otros. No es sólo mi “trabajo” (como sacerdote), es el “trabajo” de cada persona bautizada en Cristo para hacer su parte en la evangelización del mundo. El Papa Juan Pablo II a menudo hablaba de la ‘Nueva Evangelización’, y el Papa Benedicto y el Papa Francisco han renovado esa llamada. Esa ‘Nueva Evangelización’ requiere que cada uno de nosotros, sin importar cuál sea nuestro estado en la vida, desempeñemos un papel en ser testigo de Cristo. Lo estamos haciendo – estemos conscientes o no – diariamente en casa, en el trabajo y en la escuela. Donde quiera que vayamos, con todos los que nos reunimos, y en todo lo que decimos y hacemos somos testigos de Cristo y del reino. Si no somos testigos de Cristo y el reino, ¿de qué estamos presenciando? Esperemos que sea algo más que nosotros mismos y nuestra vida ‘humana’, sin olvidar nuestra vida espiritual y la relación mística y espiritual que tenemos con Jesús, resucitado y ascendido al cielo.
La fiesta de la Ascensión no es sólo acerca de Jesús ascendiendo al cielo, para estar con su Padre, sino sobre lo que nos ha dejado hacer en su nombre. Las lecturas deberían hacernos eso obvio, que la obra de Cristo continúa, la misión de Cristo continúa y lo hace a través de nosotros. Él nos dice (si puedo poner palabras en su boca), “no tengo manos más que las tuyas”. En casa, ¿somos las manos de Cristo, trayendo comprensión y perdón? En el trabajo, ¿somos las manos de Cristo mostrando buen ejemplo usando y compartiendo bien nuestro tiempo y talentos? En la escuela, ¿somos las manos de Cristo creando una atmósfera positiva para aprender y compartir? En nuestras relaciones y amistades, ¿somos las manos de Cristo compartiendo las ‘Buenas Noticias’ y trayendo alivio y sanación a través de nuestra presencia en sus vidas? Somos sus manos, su boca, sus oídos, sus pies y su corazón. No sigamos mirando hacia los cielos, como discípulos en la Primera Lectura, pero empecemos a nuestra misión “ir por todo el mundo y proclamar el evangelio a cada criatura”.

Jesuitas expulsan a Felipe Berríos

A través de un comunicado, la Compañía de Jesús puso término a sus históricos lazos con el sacerdote Felipe Berrios, a quien abrió -en abril de 2022- una investigación tras una denuncia de hechos de connotación sexual en su contra. Ese mismo año, en agosto, la abogada María Elena Santibáñez determinó la “verosimilitud” de los testimonios de las víctimas y frente a ello el Vaticano ordenó a la congregación un proceso administrativo que finalizó con la expulsión y posterior orden de no celebrar misas en público y la prohibición de cercanía pastoral con menores de edad en un plazo de 10 años. Todo esto, pese a que la justicia civil -los tribunales penales- decretaron su sobreseimiento definitivo tras una autodenuncia que el propio religioso presentó.
Ante la comunicación de su excongregación, a la que además decidió renunciar en noviembre de 2022, Berríos sostuvo -también por escrito- que “esta mañana he sido notificado del decreto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe que me impone sanciones canónicas por cuatro supuestos atentados contra el Sexto Mandamiento, y del decreto de la Compañía de Jesús que me expulsa de la Congregación a la cual renuncié hace ya un año y medio, tiempo durante el cual tampoco he ejercido el sacerdocio”.
El religioso, avencidado en “La Chimba” en Antofagasta, apuntó a que “estas decisiones, si bien profundizan la tristeza que me ha acompañado durante todo este proceso, no constituyen para mí ninguna novedad ni sorpresa. Como dije desde el primer día, el procedimiento canónico no es garantía de debido proceso ni de justicia, ya que al amparo del secreto impide que la opinión pública sepa de qué y con qué prueba se me acusó; y por qué y con qué prueba se me condena”.
Junto a esto apuntó a imprecisiones en el comunicado de los Jesuitas respecto a su situación canónica. “Las resoluciones que se me han notificado me sancionan por cuatro casos -todos los cuales niego- y entre los cuales se destaca como más grave un supuesto abrazo dado en el año 2000, en el patio de una casa de retiros, al cual se le atribuye un carácter erotizado. Las otras tres denuncias se refieren a supuestos contactos fugaces con los labios, rodillas, muslos o glúteos de las denunciantes. La declaración pública que acaba de hacer la Compañía de Jesús, una vez más, confunde a la opinión pública al calificar estos hechos como solicitación a pecar en contra del sexto mandamiento”.

“Culpable de delitos contra el sexto mandamiento cometidos con menores de edad”

Frente a los hechos que concluyen su proceso personal con la congregación a la que perteneció durante 45 años, Berríos expresó que “el decreto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe tiene apenas seis carillas, de las cuales sólo dos se refieren a los hechos por los cuales se me acusó; el decreto de la Compañía de Jesús tiene sólo dos carillas, en las cuales se limita a explicar el procedimiento a través del cual se acordó mi expulsión. Ninguno de los decretos analiza la prueba rendida, sus contradicciones, ni razona sobre el mérito de mis descargos como lo haría el tribunal de un estado de derecho”.
Junto con estas reflexiones expresó que “estoy triste pero tranquilo. Durante todo este proceso he sufrido la opacidad del Vaticano y el ataque furioso de algunos usuarios de las redes sociales incluso antes de haber sido informado de la investigación. Sin embargo, también he recibido el apoyo de muchísima gente, lo que me consuela y alegra. Y también estoy tranquilo porque durante todo este período siempre me esforcé por no dañar a las denunciantes”.
Finalmente sostuvo: “el sacerdocio nunca ha sido para mí un instrumento de poder sino de servicio. En la situación en que me encuentre y bajo las circunstancias que sean, seguiré siempre dedicado a servir, con humildad, a la gente que me necesita. Mi ruptura es con la jerarquía de una institución, no con el Evangelio, y confío en que el paso del tiempo pondrá las cosas en su lugar.
Fuente: LaTercera.com

Beatificación de aeromoza

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El arzobispo de Cracovia, Marek Jędraszewski, bendice una placa en memoria de Helena Kmieć en Libiąż, Polonia, el 6 de febrero de 2018. Captura de pantalla del canal de YouTube @archidiecezjakrakowska8170.

Por LUCAS COPPEN– The Pillar.
En marcha la causa de beatificación de una joven polaca que trabajó como aeromoza antes de servir como misionera laica en Bolivia.
Los miembros del tribunal que supervisa el proceso de beatificación de Helena Kmieć, asesinada a puñaladas en la ciudad boliviana de Cochabamba en 2017, cuando tenía 25 años, prestarán  juramento el 10 de mayo, en una ceremonia en la capilla del Palacio Episcopal de Cracovia, sur de Polonia.
Los miembros del tribunal escucharán a los testigos y reunirán otras pruebas para determinar si Kmieć  mostró virtudes heroicas, un requisito para la beatificación.
Kmieć nació en 1991, unos meses antes que Carlo Acutis, el primer milenio en ser beatificado. Pero si bien el adolescente italiano murió en 2006, antes de la llegada de WhatsApp y Facebook Messenger, Kmieć era usuario de aplicaciones de mensajería instantánea.
Padre Paweł Wróbel, el postulador de su causa, dijo que cuando se reunieron los escritos de la millennial polaca antes de la apertura formal de su causa de beatificación, incluían mensajes instantáneos.
Recopilamos lo que pudimos en términos de los escritos de Helena“, dijo a Radio Vaticano en abril. “Ella dejó muy pocos de estos escritos que se entienden tan estrictamente”.
Pero es un signo de los tiempos: al examinar la compatibilidad de los escritos de los candidatos a la beatificación con las enseñanzas de la Iglesia, también se examinan los mensajes en Messenger, WhatsApp o la correspondencia electrónica“.
Añadió: “A menudo escribía mensajes de correo electrónico. La mayoría de sus comunicaciones fueron escritas a través de medios electrónicos y no a través de cartas tradicionales u otros mensajes escritos en papel. Esto también es un signo de los tiempos, los santos se mueven con los tiempos”.
Helena Agnieszka Kmieć nació el 9 de febrero de 1991 en Cracovia. Su madre murió pocas semanas después de su nacimiento y fue criada por su padre y su madrastra.
Asistió a la escuela en la cercana ciudad de Libiąż, donde fue reconocida como intelectualmente talentosa. Después de ganar una beca para la Leweston School, una escuela independiente en el suroeste de Inglaterra, se especializó en ingeniería química y tecnología en la Universidad Tecnológica de Silesia en Gliwice.
Asistió a misa casi a diario durante sus estudios, además de ayudar a los niños en un centro comunitario de Caritas y participar en las actividades de la capellanía universitaria. A lo largo de su educación, también perfeccionó su talento para el canto.
Siendo estudiante, conoció el grupo Voluntariado Misionero Salvator, dirigido por la Sociedad del Divino Salvador (Salvatorianos). En su primera misión, dirigió un campamento de verano para niños en Galgahévíz, Hungría, en 2012.
En 2013 trabajó con niños de la calle en Zambia y en 2014 con jóvenes en Timișoara, Rumania.
Después de graduarse en 2014, Kmieć trabajó durante un tiempo como asistente de vuelo para Wizz Air, una aerolínea húngara de bajo coste. En 2016, supervisó un comité parroquial que acogió a los peregrinos que asistían a la Jornada Mundial de la Juventud en Cracovia.
En una solicitud para un viaje misionero, describió su motivación para la obra misionera.
Se me ha dado la gracia de Dios… y tengo que compartir este regalo”, escribió. “Todas las habilidades que tengo, las capacidades que adquiero, los talentos que desarrollo, no son para servirme, sino que están ahí para que los use para ayudar a otros”.
El regalo más grande es que conozco a Dios y no puedo guardármelo para mí, ¡tengo que difundirlo! Si puedo ayudar a alguien, hacerle sonreír, hacerlo más feliz, tal vez enseñarle algo, ¡quiero hacerlo!
El 8 de enero de 2017, comenzó una misión de seis meses en un orfanato infantil dirigido por las Siervas de Dębicka en Cochabamba, en el centro de Bolivia.
La noche del 24 de enero de 2017, un hombre llamado Romualdo Mamio Dos Santos irrumpió en el orfanato con la intención de robar. Se encontró con Kmieć y la golpeó 14 veces con un cuchillo. A pesar de los esfuerzos por resucitarla, fue declarada muerta. Posteriormente, su asesino fue condenado a 30 años de cárcel.
El cardenal Stanisław Dziwisz celebró la misa fúnebre de Kmieć el 19 de febrero de 2017 y fue enterrada en el cementerio de Libiąż. Recibió póstumamente la Cruz de Oro al Mérito de Polonia por su servicio a las personas necesitadas.
Padre Wróbel, que conocía a Kmieć, fue nombrado postulador de su causa en diciembre de 2022. Después de recopilar sus escritos, presentó una solicitud al arzobispo de Cracovia, Marek Jędraszewski, para abrir la etapa diocesana de su causa de beatificación.
Tras consultas con la conferencia episcopal polaca y tras obtener el consentimiento del Dicasterio para las Causas de los Santos del Vaticano, Jędraszewski anunció la apertura de la causa de Kmieć en un decreto del 7 de abril .
Decía: “Después de la muerte de Helena Kmieć, surgió espontáneamente entre los fieles una opinión sobre su vida santa y dedicada a Dios y a la Iglesia. Mucha gente oró y continúa orando por su intercesión”.
“El ejemplo de la Sierva de Dios puede ciertamente ser una inspiración para que las personas, especialmente los jóvenes, prosigan su vocación a la santidad con gran pasión y compromiso a través del voluntariado y la actividad misionera”.
El decreto llama a “todos aquellos que tengan algún documento, carta o información sobre la Sierva de Dios, tanto positivos como negativos”, a presentarlos antes del 30 de junio.
En la ceremonia del 10 de mayo, que se transmitirá en vivo, los miembros del tribunal designados por Jędraszewski prestarán juramento y se comprometerán a desempeñar sus tareas con diligencia y confidencialidad.
Después de la primera sesión, todas las sesiones posteriores del tribunal se desarrollarán a puerta cerrada, excepto la sesión final, que también será pública.
El tribunal podrá decidir establecer un tribunal subsidiario en la Arquidiócesis de Cochabamba, para escuchar a los testigos en Bolivia.
En una entrevista publicada el 7 de mayo en el sitio web de la arquidiócesis de Cracovia, el Padre Wróbel dijo que un milagro sería un requisito para la beatificación de Kmieć.
Sólo en el caso de un proceso de martirio no se requiere un milagro“, dijo. “Para que un proceso de beatificación pueda proceder por motivos de martirio, deben cumplirse ciertos criterios, incluido el de que la muerte infligida por el autor debe deberse al odio a la fe o a la virtud derivada de ella”.

Sexto domingo de Pascua

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Evangelio según San Juan 15,18-21.
Jesús dijo a sus discípulos: «Si el mundo los odia, sepan que antes me ha odiado a mí.
Si ustedes fueran del mundo, el mundo los amaría como cosa suya. Pero como no son del mundo, sino que yo los elegí y los saqué de él, el mundo los odia.
Acuérdense de lo que les dije: el servidor no es más grande que su señor. Si me persiguieron a mí, también los perseguirán a ustedes; si fueron fieles a mi palabra, también serán fieles a la de ustedes. Pero los tratarán así a causa de mi Nombre, porque no conocen al que me envió».

Homilía del Padre Paul Voisin CR de la Congregación de la Resurrección:

En la Segunda Guerra Mundial, un sacerdote Franciscano fue arrestado por hablar contra el gobierno. Su nombre fue Maximiliano Kolbe. Un dia alguien ha robado algunos panes del comedor de los soldados, y el comandante ha reunido a todos los prisioneros para descubrir quien fue el ladron. Por no encontrar el ladron, el comandante ha eligido a diez hombres para morir. Uno do ellos, el padre de muchos hijos ha empezado a llorar, y Padre Maximiliano ha ofrecido de llevar su lugar, para morir para salvar a este hombre. Asi, Padre Maximiliano Kolbe es ahora un santo de la Iglesia, y el hombre cuya vida el ha salvado fue presente en la Plaza de San Pietro en Roma en dia en que fue canonizado por el Papa Pablo Sexto el 17 de Octubre de 1971.
Jesús habla tan bellamente sobre el amor del Padre y nos llama a “permanecer en mi amor, así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor”. Él dice: “amaos unos a otros como yo os he amado”. Con cinco palabras Jesús se transforma en nuestro modelo de amor, nuestro ideal de amor “como yo os he amado”. Sabemos que este amor es muy difícil, por no decir imposible, de lograr, al igual que la valentía del compañero en el campo de concentración . Sin embargo, sabemos que con Dios todo es posible. “Nada es imposible para Dios”.
¿Qué distingue el amor del que habla Cristo? Hay tres palabras que, para mí, hablan de ese amor inspirado y bendecido por Dios: entrega, perdón y acción de gracias.
Jesús nos mostró lo que significa darse uno mismo, no sólo en su vida y ministerio terrenal, sino en su sufrimiento, muerte y resurrección. Desde la cruz nos muestra las profundidades de la entrega, del sacrificio. La cruz se convierte en su púlpito desde donde nos habla de amor. Hay una pequeña historia, quizás ya la mencioné en una homilía anterior, sobre el cumpleaños de un granjero, y todos los animales decidieron darle un desayuno especial. Las vacas ofrecieron leche, las gallinas huevos, pero los cerdos guardaron silencio. Finalmente, los demás animales de la granja se quejaron a los cerdos de que no les daban nada en el desayuno. Entonces uno de los cerdos dijo: “Eso es fácil para ti”. Para ustedes es un aporte, para nosotros es un compromiso”. Jesús no quiere contribuciones de amor – cuando nos sentimos “con ganas”, cuando nos gusta, cuando se adapta a nuestro horario. Quiere un compromiso con el amor, cuando es difícil, cuando estamos de mal genio, cuando no se trata de nuestra persona más querida. La entrega de uno mismo es ese ejemplo de amor que inspira a las personas a hacer grandes cosas, no sólo en nombre del amor, sino también en nombre de Dios.
Entonces el amor es perdonar. Si amamos de verdad debemos perdonar, como queremos ser perdonado. Una y otra vez en el Padrenuestro decimos: “perdónanos nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden”. Sin embargo, qué difícil es reflejar esos sentimientos cuando las palabras o acciones de alguien cortan como un cuchillo nuestro corazón, cuando sentimos que nos faltan el respeto o nos dan por sentado. Nuevamente, desde la cruz Jesús nos habla del perdón: “Perdónales, Padre, porque no saben lo que hacen”. Allí Él está proclamando Su amor por nosotros. Allí Él está nuevamente dándonos un ejemplo de lo que inspira el verdadero amor: el perdón. ¡Así de amados somos! Nuestro desafío es amar y perdonar como somos amados y perdonados. Celebramos el perdón de Dios en el Sacramento de la Reconciliación.
La tercera cualidad de ese amor que refleja el amor de Dios es la acción de gracias. Deberíamos estar llenos de un espíritu de gratitud al darnos cuenta de cuánto somos amados por Dios. En nuestros mejores momentos conocemos y experimentamos ese amor, pero a veces ese conocimiento y experiencia parecen efímeros en nuestros recuerdos. Muchas veces abundan actitudes de falta de agradecimiento, de falta de aprecio. La famosa actriz Helen Hayes escribió sobre su experiencia como actriz de dieciocho años ese día en que terminó la Primera Guerra Mundial. Mientras muchos salieron de fiesta y celebración, ella decidió ir a la Catedral de San Patricio y dar gracias. ¡Pensó que no habría nadie allí! ¡La iglesia estaba tan llena que tuvo que rezar su oración de acción de gracias desde las escaleras de la entrada! La acción de gracias y la gratitud deben ser parte de nuestras vidas y de nuestro vocabulario, que estemos constantemente dando gracias a Dios por Su amor y Sus bendiciones.
¡Que nuestras vidas reflejen estas realidades: de entrega, perdón y acción de gracias!
Hoy, cuando estos niños de nuestra Comunidad Parroquial reciben a Jesús por primera vez en la Sagrada Comunión, recordamos ese amor de Dios Padre por nosotros, al enviarnos a Su Hijo, y el amor de Jesús al enseñarnos a vivir en unión con al Padre a través de Su vida, sufriendo muerte y resurrección. Hoy entras en una amistad nueva y más profunda con Jesús al venir a la mesa del Señor y hacer tres cosas, tres cosas de las que hablamos en uno de nuestros momentos juntos. Venimos a comer, a compartir y a celebrar. Así como en casa comemos alrededor de nuestra mesa para estar saludables, venimos a esta mesa para estar saludables en nuestra vida espiritual: nuestra vida con Dios. Así como compartimos alrededor de la mesa en casa, cómo ha sido nuestro día, cuáles son nuestras alegrías y preocupaciones, en esta mesa compartimos nuestra oración y nuestros cantos. Así como alrededor de nuestra mesa en casa celebramos eventos especiales (cumpleaños, aniversarios, graduaciones, primeras comuniones), celebramos cada día que nos amamos unos a otros, que nos preocupamos por el bienestar de los demás y que estamos sanos y fuertes.
Al recibir la Sagrada Comunión y regresar a su banco para estar con su familia, diga una oración de acción de gracias a Jesús por compartir Su vida, ore para buscar siempre perdonar a los demás y ore para ser generoso al compartir sus dones. y talentos. Entonces la gracia de este sacramento será real y visible para todos los que conoces y amas.

Un paso atrás en el tiempo

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‘Un paso atrás en el tiempo’: la Iglesia católica de Estados Unidos ve un inmenso cambio hacia las viejas costumbres

Por  TIM SULLIVAN- Associated Press News.
Fue la música lo primero que cambió. O tal vez fue entonces cuando muchas personas en la iglesia católica de ladrillo pálido en el tranquilo vecindario de Wisconsin finalmente comenzaron a darse cuenta de lo que estaba sucediendo.
El director del coro, en Santa Maria Goretti durante casi 40 años, desapareció repentinamente. Los himnos contemporáneos fueron reemplazados por música arraigada en la Europa medieval.
Muchas cosas estaban cambiando. Los sermones se centraban más en el pecado y la confesión. Rara vez se veía a los sacerdotes sin sotana. Las monaguillas, durante un tiempo, estuvieron prohibidas.
En la escuela primaria parroquial, los estudiantes comenzaron a escuchar sobre el aborto y el infierno.
“Fue como un paso atrás en el tiempo”, dijo un ex feligrés, todavía tan aturdido por los tumultuosos cambios que comenzaron en 2021 con un nuevo pastor que solo habló bajo condición de anonimato.
No se trata sólo de Santa María Goretti.
Los hermanos Leven Barton, izquierda, Florian Rumpza, centro, y Angelus Atkinson, cantan en latín durante la misa católica en el Benedictine College el domingo 3 de diciembre de 2023, en Atchison, Kansas (Foto AP/Charlie Riedel).Los hermanos Leven Barton, izquierda, Florian Rumpza, centro, y Angelus Atkinson, cantan en latín durante la misa católica en el Benedictine College, el 3 de diciembre de 2023, en Atchison, Kansas (Foto AP/Charlie Riedel).
En todo Estados Unidos, la Iglesia católica está atravesando un inmenso cambio. Generaciones de católicos que abrazaron la marea modernizadora provocada en la década de 1960 por el Vaticano II están dando paso cada vez más a conservadores religiosos que creen que la Iglesia ha sido torcida por el cambio, con la promesa de salvación eterna reemplazada por misas con guitarra, despensas parroquiales de alimentos y una indiferencia casual hacia doctrina de la iglesia.
El cambio, moldeado por la caída en picada de la asistencia a la iglesia, sacerdotes cada vez más tradicionales y un número cada vez mayor de jóvenes católicos que buscan más ortodoxia, ha remodelado las parroquias en todo el país, dejándolas a veces en desacuerdo con el Papa Francisco y gran parte del mundo católico.
Los cambios no se están produciendo en todas partes. Todavía hay muchas parroquias liberales, muchas que se consideran intermedias. A pesar de su creciente influencia, los católicos conservadores siguen siendo una minoría. Sin embargo, es imposible pasar por alto los cambios que han traído. Generaciones de católicos estadounidenses están dando paso a conservadores religiosos que creen que el cambio ha torcido la Iglesia. Ha remodelado parroquias y universidades en todo el país, dejándolas a veces en desacuerdo con gran parte del mundo católico.
Los sacerdotes progresistas que dominaron la Iglesia estadounidense en los años posteriores al Vaticano II tienen ahora entre 70 y 80 años. Muchos están jubilados. Algunos están muertos. Los sacerdotes más jóvenes, según muestran las encuestas, son mucho más conservadores. “Dicen que están tratando de restaurar lo que nosotros, los viejos, arruinamos”, dijo el reverendo John Forliti, de 87 años, un sacerdote retirado de Twin Cities que luchó por los derechos civiles y las reformas en la educación sexual en las escuelas católicas. Doug Koesel, un franco sacerdote de 72 años de la parroquia Blessed Trinity en Cleveland, fue más directo: “Sólo están esperando que muramos“.

En Santa María Goretti, que alguna vez estuvo impregnada del espíritu del Vaticano II, muchos feligreses vieron los cambios como un réquiem.
No quiero que mi hija sea católica”, dijo Christine Hammond, cuya familia abandonó la parroquia cuando la nueva perspectiva se extendió a la escuela de la iglesia y al salón de clases de su hija. “No si la que viene es la Iglesia Católica Romana”.
Pero ésta no es una historia sencilla. Porque son muchos los que dan la bienvenida a esta nueva y vieja iglesia.

A menudo se destacan en los bancos, con los hombres con corbata y las mujeres a veces con la cabeza cubierta de encaje que prácticamente desapareció de las iglesias estadounidenses hace más de 50 años. A menudo, al menos un par de familias llegan con cuatro, cinco o incluso más hijos, lo que indica su adhesión a la prohibición de la anticoncepción por parte de la Iglesia, que la mayoría de los católicos estadounidenses han ignorado casualmente durante mucho tiempo.
Se confiesan con regularidad y se adhieren estrictamente a las enseñanzas de la iglesia. Muchos anhelan misas que resuenen con las tradiciones medievales: más latín, más incienso y más cantos gregorianos.
“Queremos esta experiencia etérea que sea diferente de todo lo demás en nuestras vidas”, dijo Ben Rouleau, quien hasta hace poco dirigió el grupo de jóvenes adultos de St. Maria Goretti, cuyo número de miembros se disparó incluso cuando la parroquia se redujo en medio de la agitación.
Están, dijo Rouleau, felizmente desconectados de una ciudad liberal como Madison. “Es radical en algunos aspectos”, dijo Rouleau. “Estamos regresando a las raíces de la iglesia”.

Una mujer y un niño se arrodillan durante la misa católica en el Benedictine College el domingo 29 de octubre de 2023 en Atchison, Kansas (Foto AP/Charlie Riedel)Una mujer y una niña se arrodillan durante la misa católica en el Benedictine College, el 29 de octubre de 2023, en Atchison, Kansas (Foto AP/Charlie Riedel)
Si este movimiento surgió de algún lugar, podría ser un estadio de fútbol de Denver ahora demolido y un helicóptero militar prestado que transportaba al Papa Juan Pablo II.
Unas 500,000 personas llegaron a Denver en 1993 para la fiesta católica de la Jornada Mundial de la Juventud. Cuando el helicóptero del Papa aterrizó en las afueras del Mile High Stadium, el suelo tembló por los pisotones.
El Papa, cuya apariencia de abuelo contradecía un carisma eléctrico, y que era querido tanto por su bondad como por su severidad, se enfrentó a una Iglesia estadounidense moldeada por tres décadas de cambios progresistas.
Si bien la Iglesia es a menudo más conocida entre los no católicos por su oposición al aborto, se ha vuelto cada vez más liberal desde el Vaticano II. El control de la natalidad fue aceptado silenciosamente en muchas parroquias y apenas se mencionaba la confesión. La enseñanza social católica sobre la pobreza en las iglesias. La mayoría de los sacerdotes cambiaron sus sotanas por camisas negras sencillas con cuello romano. El incienso y el latín se hicieron cada vez más escasos.
En algunas cuestiones, Juan Pablo II estuvo de acuerdo con estos católicos de mentalidad liberal. Habló en contra de la pena capital y presionó por los derechos de los trabajadores. Predicó incansablemente sobre el perdón: “el oxígeno que purifica el aire del odio”. Perdonó a su propio posible asesino.
Pero también fue intransigente con los dogmas, advirtió sobre el cambio y tomó medidas enérgicas contra los teólogos liberales. Instó a regresar a los rituales olvidados.
Los católicos “están en peligro de perder su fe”, dijo ante la multitud en la misa final en Denver, denunciando el aborto, el abuso de drogas y lo que llamó “desórdenes sexuales”, una referencia apenas velada a la creciente aceptación de los derechos de los homosexuales.
En todo el país, jóvenes católicos fervientes escucharon.
Los Centros Newman, que atienden a estudiantes universitarios católicos, se hicieron cada vez más populares. Lo mismo hizo FOCUS, una organización tradicionalista que trabaja en los campus universitarios estadounidenses. Los medios católicos conservadores crecieron, en particular la red de televisión por cable EWTN, una voz destacada a favor de una mayor ortodoxia.
Hoy en día, el Estados Unidos católico conservador tiene su propia constelación de celebridades en línea dirigidas a los jóvenes. Está la hermana Miriam James, una monja siempre sonriente y con hábito completo que habla abiertamente sobre sus días universitarios de fiesta. Está Jackie Francois Angel, que habla con sorprendente franqueza sobre el sexo, el matrimonio y el catolicismo. Está Mike Schmitz, un apuesto sacerdote de Minnesota estrella de cine que irradia bondad mientras insiste en la doctrina.
Incluso hoy en día, las encuestas muestran que la mayoría de los católicos estadounidenses están lejos de ser ortodoxos. La mayoría apoya el derecho al aborto. La gran mayoría utiliza métodos anticonceptivos.
Pero cada vez más, esos católicos no están en la iglesia.
En 1970, más de la mitad de los católicos estadounidenses decían que iban a misa al menos una vez por semana. Para 2022, esa cifra había caído al 17%, según CARA, un centro de investigación afiliado a la Universidad de Georgetown. Entre los millennials, la cifra es sólo del 9%.
Incluso cuando la población católica de Estados Unidos ha aumentado a más de 70 millones, impulsada en parte por la inmigración de América Latina, cada vez menos católicos participan en los ritos más importantes de la iglesia. Los bautismos infantiles han caído de 1.2 millones en 1965 a 440,000 en 2021, dice CARA. Los matrimonios católicos se han reducido en más de dos tercios.
La disminución de las cifras significa que aquellos que permanecen en la iglesia tienen una influencia enorme en comparación con la población católica en general.
A nivel nacional, los conservadores dominan cada vez más la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos y el mundo intelectual católico. Incluyen a todos, desde el filántropo fundador de Domino’s Pizza hasta seis de los nueve jueces de la Corte Suprema de Estados Unidos.
Luego está el sacerdocio.
Los sacerdotes jóvenes impulsados ​​por la política liberal y la teología progresista, tan comunes en las décadas de 1960 y 1970, “prácticamente han desaparecido”, según un informe de 2023 de The Catholic Project de la Universidad Católica, basado en una encuesta de más de 3,500 sacerdotes.
Es mucho más probable que los sacerdotes jóvenes de hoy crean que la Iglesia cambió demasiado después del Vaticano II, enredándose en las opiniones rápidamente cambiantes de Estados Unidos sobre todo, desde el papel de las mujeres hasta las personas LGBTQ.
Realmente ya no hay muchos liberales en los seminarios”, dijo un joven sacerdote del Medio Oeste recién ordenado. Habló bajo condición de anonimato debido a la agitación que envolvió a su parroquia después de que comenzó a presionar por servicios más ortodoxos. “No se sentirían cómodos“.
Los estudiantes se van después de asistir a una misa católica en el Benedictine College el domingo 3 de diciembre de 2023, en Atchison, Kansas. Muchos En un momento en que la matrícula universitaria en Estados Unidos se está reduciendo, la escuela católica conservadora se ha expandido en los últimos 15 años. (Foto AP/Charlie Riedel)Los estudiantes se van después de asistir a una misa católica en Benedictine College, el 3 de diciembre de 2023, en Atchison, Kansas (Foto AP/Charlie Riedel).
A veces, el cambio hacia la ortodoxia ocurre lentamente. Tal vez haya un poco más de latín en la misa, o un recordatorio ocasional para confesarse. Quizás las guitarras queden relegadas a los servicios del sábado por la noche o abandonadas por completo.
Y a veces los cambios llegan como un torbellino, dividiendo a las parroquias entre quienes están sedientos de un catolicismo más reverente y quienes sienten que les han quitado su hogar espiritual.
Saldrías de Misa pensando: ‘¡Dios mío! ¿Qué acaba de pasar?’”, dijo otro ex feligrés de St. Maria Goretti, cuya familia finalmente abandonó la iglesia, describiendo la promoción de un nuevo pastor en 2021 y un enfoque repentino en el pecado y la confesión.
Como muchos ex feligreses, habló sólo bajo condición de anonimato, preocupado por molestar a los amigos que todavía estaban en la iglesia. El clero diocesano no respondió a las solicitudes de entrevistas.
Soy católico de toda la vida. Crecí yendo a la iglesia todos los domingos”, dijo. “Pero nunca había visto algo así“.
La nueva perspectiva se ha extendido por todo Estados Unidos.
En iglesias desde Minnesota hasta California, los feligreses han protestado por los cambios introducidos por los nuevos sacerdotes conservadores. En Cincinnati, llegó cuando el nuevo sacerdote abandonó la música gospel y los tambores africanos. En un pequeño pueblo de Carolina del Norte, hubo un intenso enfoque en el latín. En el este de Texas, fue un obispo de derecha expulsado por el Vaticano después de acusar al Papa Francisco de socavar las enseñanzas de la Iglesia.
Cada uno puede parecer una escaramuza más en las batallas culturales y políticas que azotan a Estados Unidos.
Pero el movimiento, ya sea que se le llame conservador, ortodoxo, tradicionalista o auténtico, puede ser difícil de definir.
El reverendo Gabriel Landis oficia una misa católica en el Benedictine College el domingo 3 de diciembre de 2023 en Atchison, Kansas (Foto AP/Charlie Riedel)El reverendo Gabriel Landis oficia una misa católica en el Benedictine College, el 3 de diciembre de 2023, en Atchison, Kansas (Foto AP/Charlie Riedel)
Va desde católicos que quieren más incienso hasta seguidores de la Misa en latín que han recuperado antiguas oraciones que mencionan al “judío pérfido”. Hay supervivientes de derecha, exorcistas famosos, ambientalistas y un puñado de cuasisocialistas.
Está el medio de comunicación católico que critica al “séquito perverso” del Vaticano y el sacerdote de un pequeño pueblo de Wisconsin que relaciona el COVID-19 con una profecía centenaria y advierte sobre una dictadura inminente. Está la reciente “Oración católica por Trump”, una cena de 1,000 dólares el plato en el resort Mar-a-Lago del expresidente, en la que participaron una serie de teóricos de la conspiración.
Sin embargo, el movimiento ortodoxo también puede parecer una maraña de perdón y rigidez, donde la insistencia en la misericordia y la bondad se mezclan con advertencias de la eternidad en el infierno.
Sobre la división estadounidense se cierne el Papa Francisco, quien ha presionado a la iglesia global para que sea más inclusiva, incluso cuando se atiene a la mayoría de los dogmas.
El movimiento ortodoxo lo ha observado con nerviosismo desde los primeros días de su papado, enojado por sus puntos de vista más liberales sobre temas como las relaciones homosexuales y el divorcio. Algunos lo rechazan por completo.

Y el Papa claramente se preocupa  por Estados Unidos.
La Iglesia estadounidense tiene “una actitud reaccionaria muy fuerte”, dijo a un grupo de jesuitas el año pasado. “Mirar hacia atrás es inútil“.
ARCHIVO - El Papa Francisco saluda a la multitud durante un desfile el sábado 26 de septiembre de 2015 en Filadelfia. (Foto AP/Matt Rourke, Pool, Archivo)El Papa Francisco saluda a la multitud durante un desfile, el 26 de septiembre de 2015, en Filadelfia. (Foto AP/Matt Rourke, Pool, Archivo)
Puedes encontrar esta nueva visión de la América católica en las misas en latín en Milwaukee, con los bancos llenos de fieles incluso al mediodía de un día laborable. Está en conferencias celebradas en la región vinícola de California, en parroquias revitalizadas en Tennessee y en grupos de oración en Washington, DC.
Y es en una pequeña universidad de Kansas construida en lo alto de un acantilado sobre el río Missouri.
A primera vista, nada parece inusual en el Benedictine College.
Los estudiantes se preocupan por los ensayos sin terminar y las complejidades de las citas. Usan pantalones cortos cortados en las cálidas tardes de otoño. El fútbol es enorme. La comida de la cafetería es mediocre.
Pero mira más profundamente.
Porque en Benedictine, la enseñanza católica sobre anticoncepción puede convertirse en lecciones sobre Platón, y nadie se sorprende si te ofreces como voluntario para las oraciones de las 3 am. Están prohibidos la pornografía, las relaciones sexuales prematrimoniales y tomar el sol en traje de baño.
Si estas reglas parecen preceptos de una época pasada, eso no ha impedido que los estudiantes acudan en masa a las universidades benedictinas y otras universidades católicas conservadoras.
En un momento en que la matrícula universitaria en Estados Unidos se está reduciendo, la expansión de Benedictine en los últimos 15 años ha incluido cuatro nuevas residencias universitarias, un nuevo comedor y un centro académico. Se está construyendo una inmensa biblioteca nueva. El rugido de los equipos de construcción parece no parar nunca.
La matrícula, que ahora ronda los 2200, se ha duplicado en 20 años.
Los estudiantes, muchos de los cuales crecieron en familias católicas conservadoras, lo llaman en broma “la burbuja benedictina”. Y podría ser una ventana al futuro de la Iglesia católica en Estados Unidos.
En un Estados Unidos profundamente secular, donde una cultura en constante agitación ofrece pocas respuestas absolutas, el benedictino ofrece la tranquilidad de la claridad.
Obviamente, no todos estamos de acuerdo en todo”, dijo John Welte, estudiante de último año con especialización en economía y filosofía. “Pero yo diría que todo el mundo tiene una comprensión de la verdad“.
Hay ciertas cosas que puedes saber mentalmente: esto está bien y esto está mal“.
A veces, la gente aquí admite en voz baja, que se va demasiado lejos. Como los estudiantes que proclaman en voz alta con qué frecuencia van a misa, o el joven que abandonó su curso de clásicas porque se negó a leer las obras de los antiguos paganos griegos.
Muy a menudo, lo que se habla aquí hace eco de los escritos del siglo XIII de Santo Tomás de Aquino, quien creía que Dios podía encontrarse en la verdad, la bondad y la belleza. A veces, dicen, eso significa encontrar a Dios en principios estrictos sobre la sexualidad. A veces, en la inquietante belleza de los cantos gregorianos.
“Es una renovación de algunas cosas realmente buenas que podríamos haber perdido”, dijo Madeline Hays, pensativa estudiante de último año de biología de 22 años.
Estudiantes de Benedictine College, de izquierda a derecha, Madeline Hays, Niki Wood, Ashley Lestone y Hannah Moore se reúnen para las oraciones vespertinas en una habitación que convirtieron en capilla en la casa que comparten el domingo 3 de diciembre de 2023 en Atchison, Kansas. En Estados Unidos, la Iglesia católica está atravesando un inmenso cambio. Generaciones de católicos que abrazaron la marea modernizadora están dando paso cada vez más a conservadores religiosos que creen que el cambio ha torcido la Iglesia. (Foto AP/Charlie Riedel)Estudiantes de Benedictine College, de izquierda a derecha, Madeline Hays, Niki Wood, Ashley Lestone y Hannah Moore se reúnen para las oraciones vespertinas en una habitación que convirtieron en capilla en la casa que comparten, el 3 de diciembre de 2023, en Atchison, Kansas (AP) Foto/Charlie Riedel)
Se toma en serio las reglas de la iglesia, desde el sexo prematrimonial hasta la confesión. No soporta la arquitectura de la iglesia moderna. Está considerando seriamente hacerse monja.
Pero también le preocupa la pobreza y el despilfarro de Estados Unidos y la forma en que los estadounidenses –incluida ella misma– pueden verse atrapados en la división política sin siquiera saberlo.
Ella lucha con su creencia en una doctrina católica infalible que puede ver a las personas buenas, incluidos algunos de sus propios amigos, como pecadores.
Sin embargo, ella no quiere cambios.
“La iglesia no sería la iglesia si cambiara las cosas que había establecido como: ‘Esta es una doctrina infalible y no cambiará a través de los siglos’”, dijo.
Ellos entienden eso en la pequeña comunidad gay de Benedictine, en su mayoría encerrada. Como el joven, alguna vez profundamente religioso, que sufre en silencio mientras la gente en el campus lanza casualmente insultos contra los homosexuales.
Muchas veces ha pensado en irse, pero la generosa ayuda económica lo mantiene aquí. Y después de muchos años, aceptó su sexualidad.
Ha visto la alegría que la gente puede obtener de Benedictine, cómo algunos regresan a Atchison después de graduarse, sólo para permanecer cerca.
Pero no él.
“No creo que vuelva a Atchison, nunca jamás”.
ARCHIVO - Anna Buss, feligresa de Santa María Goretti, de 10 años, hace una pausa frente a un santuario dedicado al Papa Juan Pablo II antes de la misa del sábado 2 de abril de 2005, en Madison, Wisconsin (John Maniaci/Wisconsin State Journal vía AP, Archivo)Anna Buss, feligresa de Santa María Goretti, de 10 años, hace una pausa frente a un santuario dedicado al Papa Juan Pablo II antes de la misa, el 2 de abril de 2005, en Madison, Wisconsin (John Maniaci/Wisconsin State Journal vía AP, archivo)
Durante décadas, los bancos de Santa Maria Goretti estuvieron llenos de familias de plomeros, ingenieros y profesores de la Universidad de Wisconsin, a solo un par de millas de la carretera. La iglesia es una isla de catolicismo bien cuidada escondida en las frondosas calles residenciales de una de las ciudades más liberales de Estados Unidos.
Como tantas otras parroquias, había sido moldeada por los ideales de los años 1960 y 1970. La pobreza y la justicia social se entrelazaron estrechamente con los sermones y la vida parroquial. Los homosexuales se sintieron bienvenidos. Algunos de los absolutos morales de la Iglesia, como la prohibición de los anticonceptivos, se convirtieron en dogmas olvidados.
El cambio llegó en 2003 con un nuevo obispo, Robert C. Morlino, un conservador declarado. Muchos liberales lo recuerdan como el hombre que arremetió contra el mensaje de aceptación del himno moderno “Todos son bienvenidos”.
Su sucesor, el obispo Donald J. Hying, se mantiene alejado de las batallas públicas. Pero en muchos sentidos continúa silenciosamente el legado de Morlino, advirtiendo sobre “el pensamiento enredado del modernismo”.
En 2021, Hying nombró al reverendo Scott Emerson, antiguo asistente importante de Morlino, como pastor de la iglesia de Madison.
Los feligreses observaron, algunos complacidos, otros con inquietud, cómo se remodelaba su hogar espiritual.
Hubo más incienso, más latín, más conversaciones sobre el pecado y la confesión.
No todos los sermones de Emerson son de fuego y azufre. Habla a menudo de perdón y compasión. Pero su tono sorprendió a muchos feligreses de toda la vida.
Se necesita protección, dijo en un servicio de 2023, contra “la corrupción espiritual de los vicios mundanos”. Ha advertido contra los críticos – “los ateos, periodistas, políticos, los católicos apartados” – que, según dijo, estaban socavando a la Iglesia.
Para algunos, los cambios de Emerson fueron bienvenidos.
Un hombre ora durante la misa católica en el Benedictine College el domingo 29 de octubre de 2023, en Atchison, Kansas. Muchas parroquias católicas se están volviendo más conservadoras a medida que se alejan de las reformas modernizadoras que arrasaron la iglesia hace más de 50 años. (Foto AP/Charlie Riedel)Un hombre reza durante una misa católica en el Benedictine College, el 29 de octubre de 2023, en Atchison, Kansas (Foto AP/Charlie Riedel)
Muchos de nosotros dijimos: ‘¡Oye, más confesiones! ¡Dulce!” dijo Rouleau, quien dirigía el grupo parroquial de jóvenes adultos. “¡Mejor música!
Pero la parroquia, que a mediados de 2023 pasó a formar parte de un “pastorado” de dos iglesias en medio de una reestructuración de toda la diócesis, se estaba reduciendo rápidamente.
Durante décadas, muchos católicos tradicionales se han preguntado si la Iglesia se reduciría –y tal vez debería– a un núcleo más pequeño pero más fiel.
En cierto modo, así es como luce Santa María Goretti hoy. La misa del viernes a las 6:30 am, dice Rouleau, es cada vez más popular entre los jóvenes. Pero las misas dominicales que antes estaban repletas ahora tienen bancos vacíos. Las donaciones han bajado. La matrícula escolar se desplomó.
Algunos de los que se fueron se fueron a parroquias más liberales. Algunos se unieron a iglesias protestantes. Algunos abandonaron la religión por completo.
Ya no soy católica”, dijo Hammond, la mujer que se fue cuando la escuela de la iglesia comenzó a cambiar. “Ni siquiera un poquito“.
Pero Emerson insiste en que se demostrará que los críticos de la Iglesia Católica están equivocados.
¿Cuántos se han reído de la iglesia, anunciando que ella estaba pasada, que sus días habían terminado y que la enterrarían?” dijo en una misa de 2021.
La iglesia”, dijo, “ha enterrado a cada uno de sus enterradores”.

Quinto domingo de Pascua 2024

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Evangelio según San Juan 15,1-8.
Jesús dijo a sus discípulos: «Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el viñador.
El corta todos mis sarmientos que no dan fruto; al que da fruto, lo poda para que dé más todavía. Ustedes ya están limpios por la palabra que yo les anuncié.
Permanezcan en mí, como yo permanezco en ustedes. Así como el sarmiento no puede dar fruto si no permanece en la vid, tampoco ustedes, si no permanecen en mí.
Yo soy la vid, ustedes los sarmientos. El que permanece en mí, y yo en él, da mucho fruto, porque separados de mí, nada pueden hacer.
Pero el que no permanece en mí, es como el sarmiento que se tira y se seca; después se recoge, se arroja al fuego y arde.
Si ustedes permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y lo obtendrán.
La gloria de mi Padre consiste en que ustedes den fruto abundante, y así sean mis discípulos».

Homilía del Padre Paul Voisin CR de la Congregación de la Resurrección:

En la película ‘La Sombra del Halcón’ hay una pareja joven y un guía nativo que están escalando una montaña. Al cabo de un rato, la mujer se desploma en el suelo y dice que no puede dar un paso más. ¡Está completamente agotada! El joven la levanta, pero ella continúa diciendo que no puede continuar. El guía le dice: “Mantenla cerca de tu corazón. Deja que tu fuerza y tu coraje fluyan de tu cuerpo al de ella”. Él hizo esto y después de unos minutos la mujer sonrió y dijo que ahora podía continuar.*
Vi el tema de esta historia reflejado en nuestro evangelio de hoy (Juan 15:1-8). Jesús nos dice “Yo soy la vid, vosotros sois las ramas”. Así como las ramas reciben su vida de la vid, así también nosotros –los seguidores de Jesús– recibimos nuestra “vida” de Jesús el Señor. ¡Separados de Él nada podemos hacer! Qué hermosa imagen nos presenta Jesús para ayudarnos a reconocer cuánto lo necesitamos. En nuestra vida con Cristo sólo podemos dar el fruto que él nos pide en la medida en que compartamos su vida. Esa vida comenzó en nuestro bautismo, pero necesita ser nutrida y crecer todos los días. Los pámpanos reciben su vida de la vid constantemente, sin interrupción. El desafío para nosotros, como discípulos de Cristo, es permitir que la vida de Jesús fluya en nosotros y a través de nosotros todos los días. No podemos limitarlo a la hora que pasamos juntos aquí en la Eucaristía, o a nuestros momentos de oración personal y lectura de las Escrituras. No podemos limitarlo a los momentos que identificamos como nuestro servicio a Dios y a los demás. ¡Debería ser por siempre y para siempre!
En el evangelio Jesús habla de la “poda”. Dice que somos “podados” por él para que “damos más fruto”. No sé mucho sobre el cuidado de los árboles, pero sé que normalmente los árboles se podan con regularidad. A veces recuerdo haber visto árboles podados tan radicalmente que dudaba que alguna vez volvieran a florecer y producir. ¡Pero lo hicieron! ¿Qué es esta poda de la que habla Jesús? Esta poda es un acto de la mente, el corazón y la voluntad que corrige nuestras faltas y nos une más estrechamente a Jesús. Digo la mente, porque Jesús nos ilumina para reconocer su llamado al cambio y a la conversión. El cambio nunca es fácil y a nadie le gusta que lo corrijan, pero para que Jesús nos pode debemos reconocer nuestra necesidad de Él y de Su gracia. Digo el corazón, porque se suele hablar del corazón como el centro de nuestra existencia. Esta poda no puede ser un ejercicio intelectual, sino que debe estar arraigada en nuestras palabras y acciones, en todo lo que hacemos y somos. Digo la voluntad porque esta poda implicará determinación y resolución para permitir que el Señor haga Su obra en nosotros. No puede obligarnos, debe ser un acto libre de la voluntad. Esta poda de Jesús, para unirnos más a “la vid”, puede ser dolorosa y difícil, pero el resultado valdrá la pena –“llevando mucho fruto”– el “fruto” del reino de Dios. La vida de Cristo en nosotros –como la vid y los pámpanos– dará testimonio de nuestro amor a Dios y de nuestro fiel seguimiento de Él.
La Segunda Lectura de la Primera Carta de Juan (3:18-24) habla muy bellamente sobre esta vida en Cristo. Juan nos dice que debemos amar “no (sólo) de palabra o de palabra, sino de hecho y en verdad”. Nuestro amor debe ser sincero y reflejar verdaderamente el amor de Dios por nosotros. ¡Sólo ese amor puede sanar y salvar! ¡Solo ese amor puede transformarnos y darnos nueva vida! Juan retoma el tema del corazón, tal como en mi historia al principio. Dice que “pertenecemos a la verdad y tranquiliza nuestro corazón ante él”. Así como el hombre de la historia compartió su fuerza y coraje con la mujer al sostenerla cerca de su corazón, Jesús el Señor comparte su fuerza y coraje con nosotros mientras nos sostiene cerca de Su corazón. De hecho, Él “tranquiliza nuestro corazón” de que está con nosotros. Juan continúa diciendo que “tenemos confianza en Dios y recibimos de él todo lo que le pedimos, porque guardamos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada”. Esto habla directamente de nuestro tema de la vid y los pámpanos porque no dudamos –no debemos– dudar de que si buscamos fervientemente la gracia de Dios, Él nos dará Su gracia y vida. Esa vida para nosotros, las ramas, es vida abundante, generosa y plena. Si “guardamos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada”, esa vida fluirá abundantemente a través de nosotros. Nuestra unión con Él será real y tangible, “de hecho y en verdad”, y no sólo de “palabra”. Esa es la voluntad de Dios para nosotros, y se logrará si nos dirigimos sinceramente a Él y nos abrimos al “Espíritu que él nos dio”. Dios está esperando nuestro movimiento de la mente, el corazón y la voluntad, para que Su vida pueda fluir en nosotros y a través de nosotros.
La imagen que Jesús usa se vuelve más dramática cerca del final de este evangelio cuando nos cuenta lo que les sucede a los pámpanos que no obtienen su vida de la vid. Ellos “serán desechados… y se marchitarán”. Los “arrojarán al fuego”. ¡Muy escalofriante! Fuera de la vid los pámpanos no tienen vida. Son inútiles. Sin Jesús el Señor no podemos “dar mucho fruto y ser sus discípulos”.
Nuestra presencia aquí hoy da testimonio del hecho de que reconocemos nuestra necesidad de Dios: de “la vid”. Con amor Jesús nos recuerda que para que esa vida crezca será necesaria una poda. ¡Aún no ha terminado con nosotros! Dejemos que Jesús nos lleve a Su corazón, “tranquilice nuestro corazón” –para darnos fuerza y coraje– para que seamos “ramas” más fieles de la “vid” –Jesucristo- y que de hecho “llevaremos mucho”. Fructificad y sed sus discípulos”.
*Desconozco el origen de esta historia, ya que no pertenece a mis dos fuentes habituales.

Serapio Rivero Nicolás OSA

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Historia de la Orden de San Agustín

La Orden de San Agustín, busca seguir a Jesucristo a través de las enseñanzas de san Agustín de Hipona (354- 430 d.C.) y la espiritualidad de tradición mendicante (s. XIII). El carisma agustino tiene como referente las primeras comunidades descritas en los Hechos de los Apóstoles.
La Orden de San Agustín nació jurídicamente en marzo de 1244, cuando el Papa Inocencio IV unió a varios grupos de ermitaños al servicio de la Iglesia Universal como comunidad de frailes mendicantes. La Orden, desde sus comienzos, ha reconocido a San Agustín de Hipona como su padre, maestro y guía espiritual, no solo porque ha recibido la Regla y el nombre de la Orden de él, sino también porque ha recibido de él su doctrina y espiritualidad.
La Gran Unión se llevó a cabo en el año de 1256, en el convento romano de la fundación toscana de Santa María del Popolo, nuevamente bajo la dirección del cardenal Annibaldi, con delegados que vinieron de cada convento. Lanfranco Septala de Milán, anterior superior de los Ermitaños de Juan Bueno, fue el primer prior general de la Orden, que abarca 180 casas religiosas en Italia, Austria, Alemania, Suiza, Países Bajos, Francia, España, Portugal, Hungría, Bohemia e Inglaterra.
La Unión de 1256 fue un paso importante en la reforma de la vida religiosa de la Iglesia. Por ello el Papa intentó poner fin a la confusión que se originaba por el excesivo número de pequeños grupos religiosos y canalizar sus fuerzas espirituales en un apostolado de predicación y cuidado pastoral en las naciones ciudades de Europa. Los Agustinos ocuparon su lugar como frailes mendicantes junto a los Dominicos, los Franciscanos, y, poco después, los Carmelitas.
La identidad espiritual de la Orden tuvo dos fundamentos. El primero en la persona de san Agustín de quien recibió sus ideas sobre la vida religiosa, especialmente la importancia de la búsqueda interior de Dios y de la vida común. La segunda fue el Movimiento mendicante por el que la Orden de San Agustín llega a ser una fraternidad apostólica.
Hoy en día la Orden, tiene presencia en los 5 continentes, siendo parte de su misión evangelizadora más de 330 parroquias, 110 colegios y 6 universidades.
Fuente: Agustinos.pe

Cuarto domingo de Pascua 2024

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Evangelio según San Juan 10,11-18.
Yo soy el buen Pastor. El buen Pastor da su vida por las ovejas. El asalariado, en cambio, que no es el pastor y al que no pertenecen las ovejas, cuando ve venir al lobo las abandona y huye, y el lobo las arrebata y las dispersa.
Como es asalariado, no se preocupa por las ovejas. Yo soy el buen Pastor: conozco a mis ovejas, y mis ovejas me conocen a mí -como el Padre me conoce a mí y yo conozco al Padre- y doy mi vida por las ovejas.
Tengo, además, otras ovejas que no son de este corral y a las que debo también conducir: ellas oirán mi voz, y así habrá un solo Rebaño y un solo Pastor.
El Padre me ama porque yo doy mi vida para recobrarla.
Nadie me la quita, sino que la doy por mí mismo. Tengo el poder de darla y de recobrarla: este es el mandato que recibí de mi Padre”.

Homilía del Padre Paul Voisin CR de la Congregación de la Resurrección:

Hay una historia sobre una pareja cuyo hijo era piloto de helicóptero. Un día que estaba visitando a sus padres, él y su padre estaban hablando sobre los mecanismos involucrados en el avión. Les dijo a sus padres que el rotor giratorio se mantiene en su lugar mediante una sola tuerca hexagonal. Les preguntó si conocían el nombre particular que se le daba a esta nuez. Por supuesto, no tenían idea. Dijo que se llama “nuez de Jesús” porque mantiene unida esta parte más importante y crucial del helicóptero. Sin él el helicóptero no puede volar. Toda su confianza está en esa nuez.*
Pensé en esta historia cuando leí tanto la Primera Lectura (Hechos 4:8-12) como el evangelio (Juan 10:11-18). Ambos nos presentan imágenes significativas de Jesús y su papel en la vida del pueblo de Dios.
En la Primera Lectura Pedro le habla al pueblo sobre el poder de Jesucristo como Salvador del mundo. Le dice al pueblo que Jesús “es la piedra desechada por vosotros, los constructores, y que se ha convertido en piedra angular”. Qué imagen tan interesante para Jesús: una piedra angular. Sabemos lo que es una piedra angular. Es, como en nuestra propia iglesia, la piedra, única entre todos los demás materiales de construcción utilizados en la construcción, que lleva el año de construcción. Adquiere un significado en la vida del edificio. Distingue el edificio e incluso puede convertirse en un símbolo del mismo.
Jesús es esa piedra angular sobre la cual Dios, mediante el poder del Espíritu Santo, ha construido la Iglesia. Aunque Pedro le dice al pueblo que lo escuchaba que lo rechazaron a él y a su mensaje de vida eterna, y la salvación que prometió, él fue el elegido para ser el primero y más importante de la edificación espiritual del pueblo de Dios. Como Dios hecho hombre, él es la piedra fundamental de la Iglesia y de nuestra vida.
Pero no estamos involucrados en la construcción, entonces, ¿qué tiene esto que decirnos? Al reflexionar sobre ello esta semana, llegué a ver más claramente el papel de Jesús como esa fuente esencial de vida en la Iglesia y en nuestras vidas como miembros suyos. A medida que nos unimos a Él, compartimos más plenamente Su vida. Al tratar de hacer la voluntad del Padre –como Él siempre lo hizo– compartimos Su amor y verdad. Al abrirnos al Espíritu Santo, experimentamos los frutos de esa vida divina dentro de nosotros. Pero nuestro desafío es aceptar a Jesús como la piedra angular, aceptarlo como nuestro Señor y Salvador. Necesitamos entregarnos a Él para realmente darle Su papel en nuestras vidas como piedra angular. No podemos dejarlo a un lado y esperar que mediante alguna magia nos salve de nosotros mismos. Necesitamos abrazarlo a Él y a Su camino como la piedra angular de nuestra vida. Él nos mostrará cómo vivir, cómo amar y cómo servir, si estamos dispuestos a darle ese papel principal en nuestras vidas, no como un ‘complemento’ o un ‘extra’, sino como la piedra angular. de nuestra vida.
En el evangelio, Jesús nos habla de la bella imagen del Buen Pastor. Estamos muy familiarizados con esta imagen en las Escrituras. Una vez más, Jesús nos ha dado una idea de su papel en nuestras vidas: el papel que Él quiere tener. Es un papel de liderazgo. Sin embargo, a veces en nuestra condición humana no queremos que alguien nos guíe. ¡Queremos hacerlo a nuestra manera!
Sabemos cuál es el papel del pastor con las ovejas.
Los lleva a fuentes de comida y agua.
Él los guía hacia la seguridad y la protección.
Él los cuida cuando están enfermos.
Él va tras ellos cuando se pierden, cuando han elegido perderse.
Pero a menudo, en realidad, no queremos ser alimentados y nutridos por lo que Dios nos ofrece –Su amor y verdad en nuestra oración, Su Palabra salvadora, Sus Sacramentos de gracia– sino que tenemos hambre y sed de otras cosas que no son Suyas.
No queremos aceptar Su seguridad, sino participar en actitudes y actividades que creemos que son mejores.
Creemos que sabemos qué es mejor y, a veces, elegimos cosas que amenazan nuestra salud, paz y bienestar, y no le prestamos atención. Incluso puede parecer que QUEREMOS estar perdidos, queremos extraviarnos.
Nos convencemos de que no necesitamos un pastor. NOSOTROS somos el pastor, sin ninguna ayuda de Él.
¡Qué equivocados estamos!
Jesús quiere ser nuestro pastor. Él quiere ser nuestra piedra angular. Quiere ser ese loco que nos mantiene unidos. Pero no puede obligarnos contra nuestra voluntad. No somos robots ni marionetas, sino personas con libre albedrío, un libre albedrío que a veces no ejercitamos bien.
En el evangelio, Jesús nos dice que “escuchamos su voz”. En nuestra condición humana a veces no “escuchamos” su voz. No podemos distinguirlo del ruido de otras voces que escuchamos y que nos llaman lejos del Señor y del reino de Dios. A veces podemos escuchar Su voz, pero no queremos seguirla. ¡Es demasiado difícil! ¡Requiere demasiado sacrificio! ¡Requiere demasiada entrega de uno mismo! ¡Requiere “morir a uno mismo” para aceptar su camino!
Hoy Jesús nos está diciendo –a través de estas imágenes– el papel que Él quiere tener en nuestras vidas. El desafío es permitirle ser nuestro pastor, nuestra piedra angular, nuestra “nuez de Jesús”. Tomémonos tiempo para reflexionar sobre nuestra respuesta a Jesús, el papel que le hemos dado en nuestras vidas hasta este momento y el papel que Él quiere tener en nuestras vidas, y recurramos a Él en busca de la gracia para compensar. la diferencia, para hacer realidad nuestra unión profunda con Él. No nos decepcionaremos. Él no nos defraudará. Valdrá la pena el precio.
*Esta historia introductoria está tomada de Homilías dominicales ilustradas, Año B, Serie II, por Mark Link, S.J. Tabor Publishing, Allen Texas. Página 37.

Caritas Internationalis

La Iglesia en Japón es una minoría: los católicos representan menos del uno por ciento de la población total. De un millón de católicos, aproximadamente la mitad son japoneses y la otra mitad son católicos inmigrantes.
Tokio es la diócesis católica más grande, con alrededor de 96,000 católicos japoneses nativos y entre 50,000 y 60,000 extranjeros. Los católicos están repartidos en 15 diócesis de todo el país, incluidas las archidiócesis de Tokio, Osaka y Nagasaki
Si nos fijamos en la Iglesia global en este momento, las Iglesias de África y Asia están generando vocaciones. Somos el centro de la evangelización, como en India, Vietnam y Filipinas. De estos países proceden un gran número de sacerdotes, seminaristas y religiosos consagrados. Ésa es la valiosa contribución que actualmente estamos dando al mundo católico“.
El arzobispo Tarcisio Isao Kikuchi de Tokio es el presidente de la Conferencia Episcopal de Japón (CBCJ) y secretario general de la Federación de Conferencias Episcopales Asiáticas (FABC). Kikuchi, de 65 años, es también el actual presidente de Caritas Internationalis, una confederación global de más de 160 organizaciones católicas de ayuda, desarrollo y servicios sociales que operan en unos 200 países y territorios.
La Iglesia en Japón es una minoría: los católicos representan menos del uno por ciento de la población total. De un millón de católicos, aproximadamente la mitad son japoneses y la otra mitad son católicos inmigrantes. Tokio es la diócesis católica más grande, con alrededor de 96,000 católicos japoneses nativos y entre 50,000 y 60,000 extranjeros. Los católicos están repartidos en 15 diócesis de todo el país, incluidas las archidiócesis de Tokio, Osaka y Nagasaki.
La Iglesia católica en Japón sobrevivió a una brutal persecución, que comenzó en Nagasaki, donde se fundó y donde hay mártires por los que llorar. Sin embargo, en los tiempos modernos la situación es relativamente estable, con alrededor de 500,000 católicos japoneses.
¿Cómo adoptaron los japoneses la Iglesia católica?
La Iglesia católica en Japón tiene una historia muy larga. En 1549, el misionero jesuita Francisco Javier introdujo la fe cristiana en Japón. Después de eso, vivimos bajo persecución durante dos siglos. Sólo entonces el país se abrió lentamente y el catolicismo se extendió por Japón. Desde entonces, somos muy respetados, especialmente por nuestro trabajo educativo y social. Dirigimos muchas escuelas e instituciones sociales en el país. Los japoneses están muy agradecidos a la Iglesia católica.
¿En qué se diferencia la vida católica en Japón de la de Europa?
El cristianismo tiene raíces profundas en la cultura europea, eso no se puede ocultar, por lo que los valores cristianos desempeñan un papel natural en los países europeos. Pero Japón es muy diferente. Somos un país predominantemente budista y eso se puede ver en la cultura. Estas dos culturas son completamente diferentes.
¿Cómo se llevan los cristianos y los budistas en Japón?
La mayoría budista no está interesada en la minoría cristiana. Pero ellos tampoco tienen ningún problema con nosotros. Los budistas no tienen ningún problema con la libertad religiosa porque su propia posición es muy fuerte y estable. Las minorías no desempeñan ningún papel.
Monseñor Kikuchi
¿Cómo es la vida cotidiana de las comunidades católicas en esta situación?
No puedo decir exactamente cuántos católicos van a misa, pero sí puedo decir que la vida cristiana se concentra los domingos. Escuelas dominicales, reuniones parroquiales, servicios religiosos. Todo ocurre el fin de semana. No hay muchas actividades durante la semana en sí.
¿Cómo se compara el desarrollo observado en Alemania y Japón?
Ambos están desarrollados en términos de tecnología, industria y valores seculares y tienen una población que envejece. La sociedad japonesa está envejeciendo rápidamente y, al mismo tiempo, la tasa de natalidad está cayendo. En el pasado, nuestra vida social se desarrollaba principalmente por la noche, con estudios bíblicos y catequesis. Ahora que nuestras iglesias están envejeciendo cada vez más, se está volviendo cada vez más difícil brindar estos servicios a altas horas de la noche porque simplemente nadie viene. Ésta es otra razón por la que suceden tantas cosas los domingos.
Ha visitado Alemania para celebrar el 70º aniversario de la colaboración entre las archidiócesis de Colonia y Tokio. ¿Cómo evalúa esta relación de larga duración?
Esta asociación existe desde hace 70 años. Durante los primeros 25 años, la archidiócesis de Colonia ofreció a Tokio mucho apoyo financiero. Con ese apoyo construimos muchas iglesias, incluida nuestra catedral. En el 25º aniversario de esta asociación, los entonces obispos, el cardenal Höffner y el cardenal Shirayanagi, decidieron apoyar a otras iglesias que tenían mayores necesidades económicas. Desde entonces, los fondos de ambas diócesis van a Myanmar. Se trata de una iglesia pequeña, también en situación de minoría absoluta. Con nuestra colaboración conjunta apoyamos a otros cristianos que necesitan esta ayuda.
A excepción de Filipinas, la Iglesia católica en los países asiáticos es una minoría absoluta y precisamente por eso necesita nuestro apoyo, no sólo económico sino también espiritual
¿Qué papel juega la Iglesia en Japón en este contexto asiático más amplio?
A excepción de Filipinas, la Iglesia católica en los países asiáticos es una minoría absoluta y precisamente por eso necesita nuestro apoyo, no sólo económico sino también espiritual. Sin esta ayuda, la Iglesia ya no existiría en muchos países. En algunos países –como India, Sri Lanka o Pakistán– hay una religión mayoritaria muy fuerte, por lo que la Iglesia católica tiene problemas y lucha por su supervivencia. Necesita apoyo espiritual.
Como Iglesia en Japón, tratamos de ayudar tanto como podamos. También somos una minoría, pero disfrutamos de libertad religiosa y no tenemos que preocuparnos por nuestra existencia. Así pues, tenemos escenarios completamente diferentes en Asia.
Monseñor Kikuchi, en Radio Vaticana Vatican Media
¿Qué papel juega el Dicasterio para la Evangelización del Vaticano para la Iglesia en su país y en el mundo?
Si nos fijamos en la Iglesia global en este momento, las Iglesias de África y Asia están generando vocaciones. Somos el centro de la evangelización, como en India, Vietnam y Filipinas. De estos países proceden un gran número de sacerdotes, seminaristas y religiosos consagrados. Ésa es la valiosa contribución que actualmente estamos dando al mundo católico.
¿Cómo ve las ideas reformistas que surgen actualmente de la Iglesia europea?
Durante muchos años, la Iglesia europea ha sido el modelo a seguir para nuestra Iglesia en Asia. Sin el apoyo de los misioneros de Europa, hoy no existiríamos. Las Iglesias europeas hoy en día están perdiendo influencia y miembros, pero al mismo tiempo siguen siendo muy fuertes, al menos en comparación con la influencia de la Iglesia católica en Asia. Esto se debe principalmente al fuerte arraigo que tienen en las sociedades europeas desde hace siglos. Por eso, a pesar de todo, consideramos a Europa como un modelo a seguir. Y al final también nos apoyamos unos a otros.
Quizás Europa debería prestar un poco más de atención a la universalidad de la Iglesia católica. La Iglesia católica no es una institución europea o americana; es una iglesia universal que debe abarcar a todos los pueblos y culturas. Este carácter es muy importante para los cristianos y debe ser un signo de esperanza para el futuro.
¿Puede contarnos sobre la reunión ad limina que tuvo con el Papa?
Estuvimos en Roma una semana y conocimos al Santo Padre. Estábamos un poco preocupados porque habíamos leído mucho sobre sus problemas de salud y que estaba muy débil. Pero cuando lo conocimos en persona, nos sorprendió lo fuerte que era. Caminaba con un bastón, hacía chistes y realmente nos impresionaba en la conversación.
Pero su mensaje importante fue que no debemos olvidar nuestro sentido del humor y sonreír a pesar de todos los problemas. No debemos perder la esperanza y mirar al futuro con optimismo.
Tarcisius Isao Kikuchi, nuevo presidente de Caritas Internationalis
Como presidente de Caritas Internationalis durante el año pasado, ¿cuáles considera usted las razones detrás de sus conflictos internos y cuál es la situación ahora?
Caritas Internationalis es la segunda ONG más grande del mundo, después de la Cruz Roja Internacional. Puede que sea cierto, pero no nos consideramos una ONG en el verdadero sentido de la palabra. Somos una asociación de varias organizaciones de ayuda nacionales de más de 160 países. Así, cada organización Caritas nacional tiene su propia identidad y objetivos. Sólo coordinamos estas organizaciones de ayuda entre sí. Algunas asociaciones nacionales tienen importantes recursos financieros; otros son muy pequeños y dependen ellos mismos del apoyo financiero. Nuestra tarea principal es conectar estas 160 asociaciones y actuar como una voz familiar para el mundo exterior.
Cuando tantas asociaciones están posicionadas de manera tan diferente, naturalmente surgen conflictos entre quienes tienen recursos y quienes no. Ése es el núcleo del conflicto que estalló hace dos años. Aquellos con mayor margen de maniobra financiera quieren marcar la pauta y determinar la dirección de la organización. Las asociaciones más pequeñas deberían entonces guardar silencio y aceptarlo. Esta desigualdad y falta de equilibrio también impactan en la toma de decisiones y las políticas de la organización.
Esto es precisamente lo que ocurrió en Caritas Internationalis. No sé los detalles exactos. Ahora hay un equipo directivo completamente nuevo. Por eso tenemos confianza en el futuro, ya que también mantenemos buenos contactos con el Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral. Esperamos poder reposicionar Caritas Internationalis para cumplir mejor los objetivos del Santo Padre.
Usted fue delegado en la primera ronda del Sínodo sobre Sinodalidad el otoño pasado. ¿Qué esperanzas tiene para el proceso de reforma?
Representé a la Iglesia japonesa en las consultas del otoño pasado y también participé en las conferencias de prensa. Me preguntaron repetidamente sobre la ordenación de mujeres y las decisiones de reforma muy específicas tomadas por el sínodo, pero realmente no puedo decir nada al respecto.
Puedo decir que el Sínodo no es el lugar para tomar tales decisiones. Podemos discutirlo, pero no decidiremos sobre ningún cambio ni introduciremos nuevos sistemas. Queremos recorrer un camino común con este proceso sinodal y, con oración, discernimiento y discusión, encontrar un camino a seguir para la Iglesia que corresponda a la voluntad del Espíritu Santo. Este es el objetivo del Sínodo de la sinodalidad en general, y de los cristianos en todo el mundo. Debe comprender e internalizar esto.

Tercer domingo de Pascua 2024

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Evangelio según San Lucas 24,35-48.
Los discípulos, por su parte, contaron lo que les había pasado en el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.
Todavía estaban hablando de esto, cuando Jesús se apareció en medio de ellos y les dijo: “La paz esté con ustedes“.
Atónitos y llenos de temor, creían ver un espíritu, pero Jesús les preguntó: “¿Por qué están turbados y se les presentan esas dudas? Miren mis manos y mis pies, soy yo mismo. Tóquenme y vean. Un espíritu no tiene carne ni huesos, como ven que yo tengo“. Y diciendo esto, les mostró sus manos y sus pies.
Era tal la alegría y la admiración de los discípulos, que se resistían a creer. Pero Jesús les preguntó: “¿Tienen aquí algo para comer?“.
Ellos le presentaron un trozo de pescado asado; él lo tomó y lo comió delante de todos.
Después les dijo: “Cuando todavía estaba con ustedes, yo les decía: Es necesario que se cumpla todo lo que está escrito de mí en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos”.
Entonces les abrió la inteligencia para que pudieran comprender las Escrituras,
y añadió: “Así estaba escrito: el Mesías debía sufrir y resucitar de entre los muertos al tercer día, y comenzando por Jerusalén, en su Nombre debía predicarse a todas las naciones la conversión para el perdón de los pecados. Ustedes son testigos de todo esto”.

Homilía del Padre Paul Voisin CR de la Congregación de la Resurrección:

Hace algunos años estuve en Chicago para una reunión con el Superior Provincial de los Resurreccionistas Americanos. Un día, mientras me conducía, de repente un automóvil que transportaba a tres jóvenes giró hacia la puerta del pasajero de su vehículo. Nos detuvimos inmediatamente y luego seguimos al otro auto hasta un estacionamiento cercano. Enseguida uno de los jóvenes dijo que nos topamos con ellos. De repente, otro joven apareció de la nada (al parecer) y nos preguntó al provincial americano y a mí si estábamos bien, y dijo: “¡Ese tipo te chocó!”. Creo que ambos dimos un suspiro de alivio: teníamos un testigo independiente.
En el evangelio de este fin de semana (Lucas 24:35-48) Jesús dice: “Sois testigos de estas cosas“. Así como ese hombre fue un testigo para nosotros en ese accidente, somos llamados a ser testigos. Los discípulos fueron testigos. Habían visto a Jesús resucitado de entre los muertos. Se les había aparecido. Lo habían tocado, y, como escuchamos en el evangelio, incluso habían comido con Él. Una y otra vez Él se hizo presente a ellos. Estas preciosas oportunidades con el Señor resucitado las preparó para ser sus testigos.
Un testigo es aquel que ha visto algo, escuchado algo o experimentado algo. Un testigo “ojo” es una gran prueba. En la primera lectura de los Hechos de los Apóstoles (3:13-15, 17-19) Pedro dice al pueblo: “Somos testigos”. ¿Pero testigos de qué? Pedro les dice que han sido testigos de la muerte y la resurrección de Jesús. Ellos lo entregaron. Lo negaron. Pidieron la libertad de Barrabás y la crucifixión de Jesús. Y, ellos -algunos de ellos- lo habían visto resucitar de entre los muertos. Habían visto mucho, escuchado mucho y experimentado mucho.
Pedro los llama al arrepentimiento y a la conversión, para que sus “pecados sean borrados”. Ellos también son testigos del perdón de Jesús, y del llamado a la conversión que Él proclamó, continuando la predicación anterior de Juan el Bautista. En sus parábolas dio imágenes conmovedoras de humildad y contrición que conducen al perdón. Tal vez el más dramático de estos sea el Hijo Pródigo. Desde su cruz predicó también el perdón, asegurando al ladrón arrepentido del perdón, y con sus dramáticas palabras, “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”. Una y otra vez, Jesús nos ofreció aliento para abrazar esa humildad y contrición y hacer las paces con Dios. Una y otra vez prescindió perdón a aquellos que se acercaron a él con un corazón sincero.
En el evangelio Jesús nos dice que somos testigos de ese perdón. Tenemos que “predicar… arrepentimiento por el perdón de pecados. “De todas las cosas que Jesús podría decirnos que diéramos testimonio, es eso. Sin embargo, qué hermosa señal nos da de ese perdón en su resurrección de los muertos. Él había hecho lo improbable y lo imposible, más allá de nuestra imaginación. Él nos ha dado una nueva vida, y nos ha resucitado.
Damos testimonio del perdón de Dios, ante todo, en nuestras propias vidas, reconociendo nuestra propia necesidad de arrepentimiento y conversión. Para la mayoría de nosotros no es un momento en el tiempo, sino un proceso continuo de abrirnos cada vez más a la gracia salvadora de Dios. Si nos tomamos el tiempo podemos ver cómo Dios ha obrado en nuestras vidas; cómo los fracasos y las decepciones nos han hecho más dependientes de Dios; cómo las pérdidas nos han hecho darnos cuenta de lo que es realmente importante y de valor; y cómo la gracia de Dios nos ha sorprendido y nos ha dado una nueva oportunidad, una nueva oportunidad. Dado que la visión retrospectiva es siempre 20/20, podemos mirar en nuestro pasado y tal vez apenas reconocer a la persona que solíamos ser.
Como testigos del perdón de Dios también somos llamados a llegar a aquellos que luchan con la fidelidad a Dios, luchan con la humildad y la contrición, luchan con el arrepentimiento y el perdón. Estas realidades pueden hacernos sentir aislados, solos y vulnerables. Una vez más, nuestra memoria puede ayudarnos a recordar nuestras propias luchas, y darnos compasión al tratar con quienes nos rodean. No leemos la mente, así que no siempre podemos saber lo que están experimentando los que nos rodean, incluso los miembros de nuestra familia más cercanos. Podemos dar por sentado fácilmente que “todo el mundo está bien” y no ser perceptivos ante las luchas de los demás. A veces puede que ni siquiera queramos reconocer esas luchas, porque eso nos llamaría a una respuesta. Nuestro propio testimonio personal de fidelidad, humildad, contrición, arrepentimiento y perdón puede ayudar a otros a bajar la guardia y considerar esas realidades en sus propias vidas. Puede que no pensemos que tenemos todas las respuestas (y probablemente no las tenemos), pero nuestro testimonio personal y nuestro ejemplo actual pueden ser un estímulo para que abracen una nueva forma de vida mediante la búsqueda del perdón. Esto podría ayudarlos a ‘resucitar’ y acercarse al Señor resucitado.
Así como nos sentimos aliviados de tener un testigo de nuestro accidente automovilístico, deberíamos animarnos a ser testigos de Cristo. Este testimonio no se limita a los discípulos, o a los santos, o a aquellos a quienes consideramos ‘santos’. Este testimonio debería ser parte de la vida de todos y cada uno de los cristianos. Todos tenemos el potencial de ser esos testigos y alentar y mostrar virtudes y valores cristianos, uno de ellos es el perdón.
Seamos testigos fieles compartiendo unos con otros lo que hemos visto, lo que hemos oído y lo que hemos experimentado en nuestra vida con Dios, y en nuestra propia experiencia de ser perdonados y perdonar a otros.