Congreso LASA2024

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Reacción y resistencia: Imaginando futuros posibles en las Américas

Las tendencias contrapuestas de reacción y resistencia son evidentes hoy en las Américas. La disminución del apoyo a los valores e instituciones democráticos y el resurgimiento del autoritarismo, el auge de movimientos y partidos de extrema derecha y la desigualdad e inseguridad económicas, agravadas por la pandemia, están generando ansiedad y miedo. Al mismo tiempo, los esfuerzos de base para fortalecer los derechos, promover sistemas políticos y económicos más inclusivos y hacer retroceder los legados del colonialismo, combinados con el regreso de gobiernos progresistas en muchos países de la región, despiertan la esperanza de que nuevos futuros son posibles. Explorar estas tendencias compensatorias será el tema central del próximo Congreso Internacional de la Asociación de Estudios Latinoamericanos, que tendrá lugar del 12 al 15 de junio de 2024 en Bogotá, Colombia. Se anima a académicos, profesionales y activistas a participar con sus reflexiones y análisis de las fuerzas de reacción que están generando aprensión sobre el futuro, y las formas colectivas de resistencia y cambio social progresivo que nos permiten atrevernos a soñar con nuevos futuros basados en la igualdad, justicia e inclusión.
Las tendencias regresivas son evidentes en toda América. Hemos visto el ascenso de populistas de derecha como Nayib Bukele en El Salvador y Jair Bolsonaro en Brasil; retroceso democrático desde Guatemala hasta Perú; y el endurecimiento de regímenes autoritarios como el de Ortega-Murillo en Nicaragua. Las ideologías de derecha también están en aumento, desde grupos que promueven “guerras culturales” contra la “ideología de género”. Estos movimientos, que a menudo son de naturaleza transnacional, están dando forma fundamentalmente a la forma en que se desarrolla la política local en muchas partes de la región. Al mismo tiempo, la pandemia puso al descubierto las profundas desigualdades, los servicios públicos deficientes, las jerarquías raciales duraderas y la violencia sistémica que caracterizan a las Américas. Todavía estamos evaluando el impacto a largo plazo de la devastación provocada por el COVID-19 y cómo está remodelando nuestra forma de pensar sobre el trabajo, el bienestar y la organización de nuestros órdenes sociales y políticos. La crisis climática y la continua explotación de los recursos naturales sin tener en cuenta el impacto sobre las comunidades indígenas y el medio ambiente también es motivo de ansiedad sobre el futuro de las Américas.
Por el contrario, varios países de las Américas han visto llegar al poder gobiernos de izquierda y, en otros, movimientos sociales de base amplia exigen una profundización democrática y la construcción de sociedades más inclusivas y justas. Los ejemplos incluyen Chile, donde los movimientos sociales han exigido cambios en el sistema político y económico heredado de la dictadura de Pinochet y un presidente izquierdista y “milenario” promete implementar reformas radicales; y Brasil, donde el regreso de Lula a la presidencia genera esperanzas de que el gobierno democrático los retrocesos y otras políticas regresivas, incluida la devastación del Amazonas, pueden revertirse. En Perú, los movimientos sociales de masas, con las comunidades indígenas a la cabeza, están desafiando un sistema que históricamente ha excluido sus voces e intereses; mientras que, en Colombia, después de décadas de conflicto civil, un ex guerrillero y una mujer afrocolombiana fueron elegidos para liderar la nación sobre una plataforma de cambio social y consolidación del proceso de paz. En toda la región, las mujeres continúan exigiendo autonomía corporal y derechos reproductivos, obteniendo importantes avances en lugares como Argentina y México. Los pueblos indígenas desde Chile hasta Brasil y Centroamérica se están organizando para proteger su tierra, el medio ambiente y su autonomía cultural. Estas formas colectivas de resistencia, combinadas con movimientos políticos progresistas a nivel nacional en muchos países de la región, están ayudando a articular nuevas formas de imaginar posibles caminos hacia un cambio político, social y económico progresista y la construcción de nuevos modelos de gobernanza que sean más inclusivos y representativos, y que prioricen la dignidad y el bienestar humanos.
En este contexto de mayor ansiedad sobre el estado de nuestro mundo y mayores expectativas de un cambio progresivo, invitamos a académicos, profesionales y activistas a presentar propuestas que reflexionen sobre estas cuestiones. ¿Cómo están imaginando las formas colectivas de resistencia y las fuerzas progresistas para el cambio nuevos futuros para las Américas? ¿Cómo entendemos las tendencias compensatorias en la región, incluido el retroceso democrático, el aumento del populismo autoritario, la continua desigualdad y la crisis climática? ¿Cómo contribuimos nosotros, como académicos, activistas y profesionales, con la producción de conocimientos, la investigación colaborativa y otras intervenciones para desafiar estas tendencias regresivas y construir futuros nuevos y progresistas en la región? Esperamos que este Congreso de LASA en Colombia, donde un nuevo gobierno está tratando de implementar una plataforma política con el respaldo de diversos movimientos sociales, sea un espacio para una reflexión productiva sobre estas tendencias contrapuestas y los desafíos y esperanzas que presentan para imaginar posibles futuros en las Américas.

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