ALBERTO GÓMEZ DE LA TORRE
Por Luciano Revoredo– LaAbeja.pe
Hace algunas semanas se publicó el informe del periodista Miguel Ramírez sobre la performance periodístico del inglés Seamus Mirodan, y de los peruanos Daniel Yovera y Paola Ugaz, en la elaboración del reportaje “The Sodalitium Scandal” que se estrenó en diciembre de 2016 a través de la cadena árabe Al Jazeera. Como hemos venido publicando en La Abeja, el punto central del informe Ramírez es dar cuenta de cómo, de manera que parecería intencionada, se obviaron varios pasos en el proceso de validación de fuentes y de información periodística con el fin de dañar a una de las dos partes implicadas en la historia. Una de las víctimas más reconocidas de esta falta de rigor periodístico fue el ciudadano Alberto Gómez de la Torre Pretell quien fue acusado, sin mayor sustento, de asesino y traficante de tierras por los periodistas mencionados, dañándole así de manera casi irreparable la honra y la vida.
En este artículo hablaremos de una parte también muy relevante que evidencia el informe de Miguel Ramírez y tiene que ver con otro de los testigos clave de “The Sodalitum Scandal”. Recordemos que el reportaje de Mirodan, Yovera y Ugaz tiene como único sustento para su historia precisamente lo que declaran los testigos. Sin embargo, como demostró Ramírez en una meticulosa investigación, lo afirmado por estos no ha podido ser corroborado. Así como ya compartimos en una nota previa el caso del testigo Samuel Alberca quien hoy purga prisión, en esta ocasión presentaremos el caso del ex suboficial de la Policía Nacional, Pedro Zapata Monteza.
¿Quién es Pedro Zapata Monteza?
Según el reportaje de Al Jazeera, Zapata Monteza era uno de los integrantes de la operación que desarticuló a la organización criminal La Gran Cruz del Norte en enero de 2014. Según la hipótesis presentada en “The Sodalitium Scandal”, esta sería la organización con la que los ejecutivos de la inmobiliaria piurana Miraflores Club Perú habrían trabajado para expropiar tierras indebidamente. Según el reportaje, en el 2012, el hijo de Zapata Monteza –Fidel Zapata- fue secuestrado junto con un pasajero de la mototaxi que conducía siendo torturado y luego asesinado por esta organización criminal. Sería debido a este episodio que Zapata Monteza decidió investigar a esta banda. Así declara a Yovera: “Ahí descubrimos que cuando caían no le pasaba nada a esta banda criminal lo que me llevó a descubrir que, detrás de esta mafia criminal, estaban los sodalicios.” Y en esta línea argumentativa incluye a Alberto Gómez de la Torre Pretell como el responsable del financiamiento de dicha banda delincuencial, dando detalles de pagos que habría realizado el ejecutivo a los cabecillas. Inclusive incluye a miembros del clero en estas movidas delincuenciales.
Sin embargo, el informe de Miguel Ramírez saca a luz aquello que los periodistas Mirodan, Yovera y Ugaz no hicieron: corroborar la veracidad de lo expuesto por el ex suboficial Zapata Monteza. Según Ramírez, el ex suboficial “fue pasado al retiro por medida disciplinaria el 20 de diciembre del 2012, a través de la Resolución Directoral 9673 emitida por la División Portuaria Antidrogas (Divpad) de la Policía Nacional. El 2013 logró que el Poder Judicial lo reincorporara. Pero reincidió en su mala conducta. El 16 de junio del 2015 fue pasado al retiro definitivamente por medida disciplinaria, mediante la resolución 176 del Tribunal de Disciplina de la Policía Nacional. En el 2012, uno de sus hijos llamado Fidel Zapata, quien era conductor de mototaxi, fue secuestrado y luego asesinado cuando llevaba como pasajero a un delincuente de La Gran Cruz del Norte (y no un “presunto informante de la policía”, como dice el periodista en el documental)”. Pequeños detalles que parecerían poco relevantes para los “investigadores” profesionales.
Del mismo modo, también el informe de Ramírez da cuenta de que Zapata Monteza siempre quiso ser político pero con poca suerte. “En el año 2019 intentó postular como Gobernador Regional de Piura y en el 2020 pretendió ser Congresista de la República. En ambos casos su inscripción fue rechazada por el Jurado Nacional de Elecciones por irregularidades administrativas”.
Pero tal vez lo más grave es que Pedro Zapata Monteza nunca integró el operativo de la policía que desintegró a la Gran Cruz del Norte tal como lo afirma el documental. Ramírez cuenta desde su propia experiencia: “Acudimos a la policía y allí verificamos que la megaoperación fue realizada por un Equipo Especial de la División de Secuestros y Lavado de Activos, al mando del coronel PNP Luis Gonzáles Silva. La fiscal que dirigió la investigación y estuvo en la intervención fue la doctora Doris Villanueva, de la Fiscalía Especializada en Crimen Organizado, cuyo jefe coordinador es el fiscal superior Jorge Chávez Cotrina”. Si bien el coronel Gonzales Silva falleció el año 2018, Ramírez entrevistó a uno de los integrantes del equipo. Algo que, sin duda, debió hacer el trío de Al Jazeera quien negó que Zapata Monteza haya integrado el operativo. “Un policía en retiro no puede participar en una intervención y menos dirigir una investigación. Fue una investigación que la hicimos desde Lima con participación del Ministerio Público. Fue un gran trabajo en el que participaron muchas personas. Conseguimos abundantes evidencias, documentos, testimonios, escuchas telefónicas que permitieron al Poder Judicial condenar a los integrantes de esa banda”, dijo el agente a Ramírez. Además confirmó que Gómez de la Torre y la empresa no les pagaba como socios sino como producto de una extorsión. “Eso lo hacen muchos empresarios aquí en Lima y en todo el país. Los delincuentes relacionados a la construcción civil extorsionan y chantajean a los empresarios para no afectar sus obras, sino toman represalias contra ellos o sus familias. Fue por eso que la entidad y Gómez de la Torre no fueron incluidos en la denuncia de la fiscalía”, dijo el oficial.
Otro de los hallazgos del informe de Miguel Ramírez con respecto a Zapata Monteza fue confirmar que el ex suboficial tiene poca credibilidad en los medios periodísticos de Piura. “En enero del 2014, cuando la Gran Cruz fue desarticulada y sus miembros fueron detenidos por el equipo especial de policía de Lima, se atribuyó haber participado en esa operación y dio una amplia entrevista al diario ‘La Hora’. Allí mostró un organigrama, con fotografías y nombres, de todas las autoridades relacionadas con el grupo delincuencial, como si fuera producto de la investigación oficial de la policía. El mismo día de la publicación, varias personas mencionadas llamaron a la dirección del diario señalando que ellas no tenían ningún vínculo con lo que denunciaba Zapata Monteza y amenazaron con querellar al periódico. Los periodistas investigaron y descubrieron que el organigrama había sido elaborado por el propio Zapata, según sus propias indagaciones, y no por la policía”, cuenta Ramírez.
Hoy Zapata Monteza enfrenta diversos juicios por estas declaraciones que aún no se han resuelto. Sin embargo, como periodistas seguimos haciendo las preguntas sobre las cuales no recibimos ninguna respuesta:
¿Por qué Al Jazeera, ante tanta evidencia de falta de rigor periodístico, no retira el documental de su canal de Youtube y se rectifica?
¿Por qué Daniel Yovera no ha dicho nada sobre el informe Ramírez a pesar de que se le menciona directamente y a la calidad de su trabajo?
¿Cuáles son los verdaderos intereses que llevaron a hacer un documental tan poco riguroso periodísticamente hablando? ¿Por qué Paola Ugaz, luego de ponerlo hasta en un tuit, quiso negar que ella fue la productora de esta nefasta pieza periodística?
Mientras las respuestas siguen escondidas en algún cajón remoto, nosotros seguiremos ahondando en este tema ya que es una obligación de todo aquel que dice defender la libertad de expresión y busca defender la bondad de la labor periodística, algo que, tal parece, no les interesa a Seamus Mirodan, Daniel Yovera y Paola Ugaz.