Por Alvaro Reyes- Diario Perú21.
“Hay una campaña política para desprestigiar a la doctora Gisella Orjeda”. Bajo este argumento, el congresista Alberto de Belaunde ha decidido defender personalmente a la presidenta del Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica (Concytec) de las denuncias por presunto conflicto de interés que pesan sobre esta y que Perú21 dio a conocer.
El legislador oficialista ha gastado líneas en la columna de opinión que publica en un diario local y ha usado sus recursos para intentar contrarrestar lo que él considera una ofensiva de la oposición contra otro funcionario cuestionado de este gobierno.
A través de las redes sociales, De Belaunde ha compartido un elaborado gráfico con el que busca librar de culpa a Orjeda, quien fue designada en el puesto en agosto de 2012.
En este indica que la titular del Concytec no ha cometido falta porque, pese a que la entidad entregó en 2012 (noviembre y diciembre) subvenciones por cerca de medio millón de soles a quien era su socio comercial en ese entonces, la empresa que ella fundó con este en 2011 “no estaba funcionando” para cuando se entregaron los fondos.
“La denuncia no tiene la suficiente fortaleza, pero ello está siendo aprovechado por sectores como el fujimorismo, que ha presentado un proyecto de ley en esta coyuntura para elegir al titular del Concytec desde el Parlamento”, explicó De Belaunde en diálogo con Perú21.
Sin embargo, este diario comprobó que la sociedad anónima Genome Technology & Chemical Analysis (GTCA), creada por Gisella Orjeda, Carlos Merino y Joanna Gambetta, está vigente. Y si bien fue dada de baja en 2014 por la Sunat al estar inactivo su RUC, Merino -el beneficiado con las subvenciones- sigue siendo para el Estado el gerente general de GTCA. Es decir, la compañía está potencialmente activa porque nunca se formalizó su cierre ante la Superintendencia Nacional de Registros Públicos (Sunarp).
El parlamentario también alegó que Orjeda no incurrió en alguna irregularidad porque quien eligió los proyectos ganadores fue una junta de expertos internacionales, y que ella estaba obligada a firmar automáticamente la resolución de ganadores.
“No puede haber un conflicto de interés porque el propio mecanismo del Concytec hace que la presidencia no tenga ningún tipo de injerencia en la elección de ganadores”, acotó.
No obstante, especialistas consultados por este diario para un informe anterior señalaron que la funcionaria debió abstenerse porque podía estar en cuestión su transparencia al tener una relación comercial con uno de los participantes.
“Esto es amiguismo”
Para el legislador aprista Mauricio Mulder, la postura que ha tomado Alberto de Belaunde “pone en evidencia el amiguismo” que tendría el congresista de Peruanos por el Kambio con Gisella Orjeda.
El vicepresidente de la Comisión de Fiscalización indicó que Orjeda deberá aclarar ante el referido grupo de trabajo cómo se entregaron las referidas subvenciones. “Orjeda puede decir que había un comité aparte, pero en la reglamentación se estipula que sin el respaldo del titular del Concytec no se entregan los fondos”, señaló a este diario.
Por Alvaro Reyes- Diario Perú21.
La presidenta del Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica (Concytec), Gisella Orjeda Fernández, está en la mira del Congreso. Un trabajador de esa institución la denunció por presunto conflicto de interés, luego de que la entidad subvencionara proyectos de investigación a cargo del biólogo Carlos Merino Méndez, quien era socio de Orjeda cuando recibió cerca de medio millón de soles para ejecutar dos de estos trabajos científicos.
En abril de 2011, Gisella Orjeda, Carlos Merino y Joanna Gambetta fundaron la sociedad anónima Genoma Technology & Chemical Analysis (GTCA), según escritura pública de la Superintendencia Nacional de los Registros Públicos (Sunarp). Meses después, sin embargo, se cambió una letra de la palabra Genoma, y en adelante quedó con Genome.
Más de un año después, en agosto de 2012, Orjeda fue designada titular del Concytec, el organismo adscrito a la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) que tiene por objetivo normar, supervisar y fomentar acciones en el campo de la ciencia. Por este último es que está facultado para entregar subvenciones a terceros que elaboren proyectos circunscritos al rubro.
Tres meses después de ese nombramiento, en noviembre, Carlos Merino ganó una subvención por S/200 mil al ser uno de los investigadores elegidos para realizar un proyecto de mejoramiento del cultivo de quinua. En ese momento, el especialista en biología molecular representó a la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH), donde hoy es director de la Unidad de Genómica.
Un mes después, según la denuncia, Merino volvió a ser beneficiado con un premio del Concytec al ser el investigador principal de un proyecto de caracterización varietal de piscos presentado por la Asociación Nacional de Productores de Pisco. De acuerdo al contrato, el monto total otorgado bordeó los S/600 mil, de los cuales 271 mil soles fueron entregados al propio científico.
Todo esto sucedió mientras Orjeda era presidenta del Concytec y gerente general de GTCA al mismo tiempo. Recién en diciembre de 2013, según consigna la Sunarp, ella renunció a su cargo en la compañía.
Rechaza denuncia
Puesta al tanto de la denuncia, Gisella Orjeda rechazó haber incurrido en conflicto de interés. En diálogo con Perú21, adujo que Carlos Merino es un investigador independiente a quien, sostuvo, no se le puede negar que concurse para recibir este tipo de fondos.
“Él no se ha presentado a nombre de la empresa GTCA, lo ha hecho como un científico que postula a concursos nacionales y extranjeros como parte de su trabajo, ¿por qué tendría yo que impedirle trabajar?”, argumentó.
Orjeda se defendió también explicando que ella no elige los proyectos ganadores, sino una junta de expertos internacionales que no quiso mencionar. No obstante, como la máxima autoridad del Concytec es la única que puede autorizar la entrega de subvenciones.
“Todo proyecto que postula no lo ve la presidencia de Concytec, para ello se elige a una o varias personas que escogen a evaluadores externos que deben cumplir dos requisitos mínimos: no tener relación con la entidad y tampoco con los investigadores. Y por cuestiones legales tengo que firmar la resolución para que siga el proceso, no lo puedo detener”, expresó.
Consultada por este diario sobre por qué no dio un paso al costado a GTCA antes de asumir la presidencia de Concytec, Orjeda señaló que no pudo hacerlo porque necesitaba el consenso de los otros dos socios. Para 2012, dijo, Joanna Gambetta estaba en Australia y no regresó al Perú sino hasta el 2013, año en el que se formalizó su salida de la empresa. Perú21 intentó contactarse con Gambetta para recoger su versión de los hechos, pero no tuvo éxito.
Este diario se comunicó con Carlos Merino, quien precisó que conoció a Orjeda en el año 2010 (cuando esta trabajaba en la Universidad Cayetano), luego de regresar al Perú tras estudiar un doctorado en la Universidad Ludwig Maximilian (Alemania). “Algunos colegas me recomendaron que hablara con ella, fue así que ingresé a trabajar a la Unidad de Genómica de la universidad”, manifestó a través de un correo electrónico.
Merino aseguró que la empresa que conformó con la funcionaria “no generó rentas” y que esta no accedió “a ningún tipo de financiamiento” público. Agregó que no evaluó un posible conflicto de interés porque quien calificó las propuestas científicas “fue un panel anónimo de expertos”, mas no su socia de ese entonces.
En diciembre de 2015, un año después de que GTCA fue dada de baja de oficio, según registra la Sunat, la UPCH ganó una subvención por más de 3 millones 600 mil soles para ejecutar, entre otros, el Centro de Excelencia en Cacao, para el cual se destinaron S/2 millones del total. El vicepresidente de investigación de este centro es Merino, según detalla en su cuenta de Linkedin, y tiene por responsabilidades planear y coordinar actividades científicas.
Cuestiones legales
Consultado para este informe, el abogado experto en gestión pública Julio César Castiglioni indicó que, como señala el artículo 8 de la Ley del Código de Ética de la Función Pública, este caso califica como un conflicto de intereses.
“Sí se incurre en una falta. Ambos pertenecían a la misma persona jurídica y la señora Orjeda no podía ignorar o desconocer ello al momento de firmar el otorgamiento del beneficio”, explicó.
Castiglioni indicó que, como presidenta de Concytec, Gisella Orjeda pudo inhibirse de firmar la entrega de subvenciones a Carlos Merino, de quien dijo que puede contar con los mejores títulos académicos que lo califiquen como un investigador experto “pero era un allegado a la funcionaria y ella debió preservar los caudales públicos” evitando suscribir las resoluciones.
El gobierno de Pedro Pablo Kuczynski ratificó en el cargo a Gisella Orjeda. El primer ministro, Fernando Zavala, decidió mantenerla al frente del organismo que depende de la PCM. Quizás porque no era una desconocida para él.
Y es que en mayo de este año, Concytec le entregó a la cervecera Backus, cuando por ese entonces Zavala era gerente general, un reconocimiento que le valió acceder a beneficios tributarios.
El artículo 88 de la Ley de Procedimientos Administrativos es claro. Señala que el funcionario debe solicitar su abstención cuando tenga una relación laboral, familiar o comercial con una persona sobre la cual debe tomar una decisión.
Conocidos. Fernando Zavala recibió reconocimiento de Orjeda en mayo. (Andina)
Mónica Yaya: Funcionaria debió abstenerse
“Para evitar el conflicto de intereses, el servidor público debe pedir inhibirse de firmar a su superior jerárquico, en este caso la funcionaria debió comunicar a la Presidencia del Consejo de Ministros para que esta entidad decida si el concursante sigue participando o es retirado. Porque puede darse que a un concurso se presente un familiar o un amigo y, ante ese escenario, lo mejor es advertir la situación. La firma de un funcionario implica una conformidad y al darla está dando su aprobación, está tomando una decisión. Lo que está en tela de juicio es la imparcialidad del funcionario, porque, más allá de que el concursante tenga las mejores referencias académicas, hay otros que postulan por lograr la subvención. El servidor público debió solicitar la abstención para no manchar la elección del postulante”.
En diálogo con Perú21, el titular de la Comisión de Innovación y Tecnología del Congreso, Juan Carlo Yuyes, indicó que el grupo de trabajo investigará la denuncia contra Concytec.
“Estamos coordinando con la Comisión de Fiscalización para viabilizar las indagaciones que correspondan”, dijo.
Concytec pasó a depender de la PCM en junio de 2012. Antes estaba adscrito al Ministerio de Educación.
A la entrega de subvenciones hechas a su socio comercial Carlos Merino se suman otros señalamientos: “Ha pasado de gastar 1’009,073 soles en remuneraciones de los trabajadores de régimen CAS en 2012, a 14’313,534 soles en 2015”.
Es decir, la funcionaria incrementó ese rubro un 1,418%. Pasó de 25 plazas CAS en 2012, a 193 en 2015.
Según la comisión del Congreso, muchas de esas nuevas contrataciones fueron injustificadas. “Por ejemplo, contrató dos choferes para una unidad que no tenía ningún vehículo asignado”, se lee en el informe.
A 200 investigadores les regaló dispositivos electrónicos lectores de documentos, que no fueron adquiridos por el Concytec ni recibidos en donación, “por lo que no ha podido explicar su origen”.
En su informe, la comisión también advierte que Fernando Ortega San Martín, denunciante de algunas de las irregularidades en Concytec, fue amenazado por Orjeda, que en una carta le advirtió que iniciaría acciones penales, administrativas y civiles en su contra.
Según el documento, la presidenta de Concytec “ha incumplido la normatividad vigente sobre protección al denunciante”.
Primera subvención
Perú21 pudo establecer que la otra accionista de Genome Technology & Chemical Analysis también recibió una subvención de esa entidad pública cuando aún era socia de la presidenta del Concytec. Se trata de la ingeniera en industria de alimentos Joanna Gambetta.
En octubre de 2012, la Asociación Nacional de Productores de Pisco presentó a Gambetta como parte del equipo de investigadores que ejecutarían el trabajo científico: “Caracterización varietal de los piscos del valle de Ica”. Solo dos meses después, en diciembre, la propuesta ganó una subvención especial de 271,000 soles.
Esa información ahora resulta clave, pues Gisella Orjeda ha insistido en que no había renunciado a Genome Technology & Chemical Analysis porque su socia, Joanna Gambetta, se encontraba fuera del país, adelantando estudios de doctorado en Australia. Sin embargo, un documento oficial la desmiente.
Los reportes migratorios de la ingeniera en industria de alimentos revelan que recién viajó a Australia en mayo de 2013, después de que Gisella Orjeda se posesionó en su cargo. Es decir, sí tuvieron tiempo de disolver su vínculo comercial y conjurar el riesgo de un posterior conflicto de interés.
Perú21 intentó conversar con Jaime Marimón, presidente de la Asociación Nacional de Productores de Pisco, quien suscribió el acuerdo con el Concytec y presentó a Joanna Gambetta y a Carlos Merino como parte del equipo de investigadores, en esos días todavía socios comerciales de Gisella Orjeda. Pese a la insistencia, el líder gremial decidió guardar silencio.
Segunda subvención
En diciembre de 2013, Joanna Gambetta fue la investigadora principal del proyecto: “Incremento de la competitividad del café especial peruano”, al que el Concytec le otorgó casi 400,000 soles.
En esa ocasión, Gambetta representó a la Universidad Cayetano Heredia (UPCH), tal como lo hizo Carlos Merino la primera vez que participó en un concurso convocado por la institución que dirigía su todavía socia comercial Gisella Orjeda.
Nuevas dudas surgen cuando se advierte que el listado con los diez proyectos ganadores, entre los que figura el de Joanna Gambetta, fue publicado cinco días después de que la también propietaria de Genome Technology & Chemical Analysis retornó al Perú, luego de pasar siete meses en Australia.
Gambetta se postuló como investigadora titular de ese proyecto, pero tras obtener la subvención de casi 400,000 soles cedió su titularidad a Antonio Salas Vinatea, doctor en Ciencias Agrícolas de la North Carolina State University, quien también aparece en la relación de ganadores con un proyecto sobre tecnologías aplicadas a la agronomía, a nombre de la Universidad Cayetano Heredia.
Sí podía
En una misiva enviada a este diario, el pasado 20 de noviembre, Gisella Orjeda pregunta: “¿Cómo podría incurrir en conflicto de interés si debido al reglamento la Presidencia no tiene información sobre los postulantes?”.
Lo cierto es que en las cartas de presentación de los investigadores se detallan sus nombres y título académico.
Evidencia. Orjeda aseguró que no sabía qué investigadores participaban en las convocatorias. Esta carta, dirigida a ella, demuestra que las entidades sí se los presentaban.
En esa misma carta a este diario, Orjeda asegura: “Yo no puedo abstenerme de una evaluación y selección en las que no participo”. Al parecer no es así.
El Reglamento de Subvenciones Especiales, justo las que recibieron sus socios comerciales, establece que sean aprobadas por la Presidencia del Concytec. Perú21 pudo acceder a varias actas en las que Orjeda, con su puño y letra, aprueba y desaprueba la entrega de subvenciones.
Ante las evidencias, este diario buscó una entrevista con Fernando Zavala, titular de la Presidencia del Consejo de Ministros, de cuyo sector depende el Concytec. La intención era preguntarle si están investigando las denuncias. Los asesores de Zavala dijeron que no podía atendernos.
Hasta ahora, la genetista Gisella Orjeda, cuyos trabajos científicos le han merecido reconocimiento profesional dentro y fuera del Perú, parece insistir en que no es grave lo que los legisladores advierten como escandaloso.
SIN RESPUESTA
Por tres semanas, Perú21 intentó, sin éxito, realizar una entrevista con Gisella Orjeda.
En carta enviada a este diario el pasado 14 de noviembre, la presidenta de Concytec se mostró dispuesta a responder cualquier pregunta. En uno de sus apartes escribió: “Es por eso que reitero mi apertura para explicarle sobre el tema en detalle y mostrarle y entregarle todos los documentos necesarios. Desde la primera vez que Perú21 se puso en contacto conmigo he colaborado con total transparencia y lo seguiré haciendo. Los hechos no han cambiado”.
Un resumen de los hechos
El Concytec es la institución rectora del Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología e Innovación Tecnológica (Sinacyt), integrada por la academia, los institutos de investigación del Estado, las organizaciones empresariales, las comunidades y la sociedad civil.
Gisella Orjeda es doctora en Genética por la Universidad de Birmingham del Reino Unido. Su experiencia profesional no está en duda: ha dirigido equipos de mejoramiento biológico del arroz, la cebada y la uva, entre otros. Ha sido la investigadora principal del proyecto de secuenciación del genoma de la papa.
Fuente: Unidad de investigaciones del Diario Perú21.