¡BASTA DE CORRUPCIÓN!
MARIO ALVA MATTEUCCI
La investigación relacionada con la corrupción de funcionarios públicos y empresas, llevadas a cabo en Brasil en el caso Lava Jato tiene varios años, pero en los últimos tiempos ha tomado protagonismo, sobre todo a raíz de las confesiones de varios funcionarios de la empresa Odebrecht ante la justicia norteamericana, además de la información proporcionada por otros países como Suiza.
Por lo que se observa, la corrupción y el avance de la misma no sólo ocurrió en Brasil sino que se trasladó hacia otros países donde las empresas brasileras operaron, entre ellas el Perú. Prueba de ello son los grandes proyectos como la carretera interoceánica, las concesiones viales, hidroeléctricas, el esperado Proyecto Olmos, el tren eléctrico de Lima y el Gasoducto Sur Peruano (que actualmente está en vías de concesionarse con otras empresas).
La presencia de las empresas brasileras no solo fue en grandes obras nacionales sino también algunos de carácter regional o hasta local. En algunos de estos proyectos existía un presupuesto inicial pero por una cuestión de aprobación de varias adendas a los contratos originales, extrañas prórrogas y evitarse ciertos controles presupuestarios, terminaron por costar varias veces su valor inicial, con cierta anuencia de los gobiernos de turno en las fechas que se ejecutaron, toda vez que se dieron “facilidades” para que determinadas empresas sean las que “resulten ganadoras” de los concursos públicos, hasta con la posibilidad de ser el único postor. Sigue leyendo