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La importancia de las humanidades – Gonzalo Gamio

Flores pintadas

Ayer Miércoles escuché a Gonzalo Gamio dar la Lección Inaugural del año 2008 en la Universidad Antonio Ruiz de Montoya. El tema de esta lección fué El cultivo de las Humanidades y la construcción de ciudadanía. Pongo el enlace al texto de Gonzalo porque me pareció muy bueno. En palabras del autor, se trata de “…una defensa de la educación humanista en tiempos en los que proliferan las universidades empresa”. Recomiendo muchísimo su lectura.

Va aquí el enlace que Gonzalo mismo ha puesto en el Gran Combo Club.

El texto aborda el concepto de empatía, que se presenta como fundamental para la construcción de la democracia y la ciudadanía. Como simple comentario (que no desmerece en nada la calidad del texto de Gonzalo) quiero decir que me parece que Gonzalo al hablar de empatía debe querer referirse también y principalmente al concepto de simpatía; el primero -la empatía- es un proceso más primario y primitivo (en el sentido de aparecer primero en el curso del desarrollo) y menos mediado por procesos cognitivos superiores que el segundo. Esta distinción psicológicamente es importante y en este blog dije algo sobre ella aquí.

Para los interesados en estas disquisiciones conceptuales sugiero alguna bibliografía:

Blasi, A. (1999). Emotions and moral motivation. Journal for the theory of social behavior, 29, 1

De Waal, F. (2008). Putting the Altruism Back into Altruism: The Evolution of Empathy. Annual Review of Psychology, Vol. 59, 279-300

Eisenberg, N. (2005). The Development of Empathy-Related Responding. Nebraska Symposium on Motivation, Vol. 51, p 73-117

Eisenberg, N. (2000). Emotion, regulation, and moral development. Annual Review of Psychology, Vol. 51, p. 665-697

Hoffman, M. (1993). Empathy, social cognition and moral education. En Garrod, A. (ed.) Approaches to Moral Development. New Research and Emerging Themes. New York: Teachers College Press

Hoffman, M. (2000). Empathy and moral development. Implications for caring and justice. New York: Cambridge University Press

Verducci, S. (2000). A conceptual history of empathy and a question it raises for moral education. Educational Theory, Vol. 50, 1
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Universidad y mercado

En un mundo que cada vez entiende más la educación desde una limitada y reduccionista perspectiva de mercado, me resulta lúcido y refrescante leer un post como el que enlazo a continuación. En él, Gonzalo Gamio vuelve a darnos luces sobre los verdaderos fines de la universidad. Lo recomiendo.

La universidad y la búsqueda compartida de bienes comunes » Leer más

Ideas maravillosas

The having of wonderful ideas

Invito a todos los interesados en el constructivismo de verdad a leer este librito de Eleanore Duckworth: Cuando surgen ideas maravillosas y otros ensayos sobre la enseñanza y el aprendizaje (título original: The Having of Wonderful Ideas and Other Essays on Teaching and Learning).

Es un libro especialmente dirigido a todos aquellos profesores que quieren aplicar a Piaget en el aula. Es un texto fascinante, lleno de ejemplos inteligentes sobre la construcción del conocimiento, muy informativo, entusiasta en lo que expone y -una virtud cuando se trata de traducir, aplicar o divulgar a Piaget- muy claro de entender. Les dejo algunos párrafos del libro:

… de todas las virtudes relacionadas con el funcionamiento intelectual la más pasiva es la virtud de saber la respuesta correcta. Saber la respuesta no requiere decisiones, no implica riesgos y no exige nada. Es una cuestión automática y precipitada.

… En la mayoría de las clases lo que se aprecia es la respuesta correcta y rápida. Saber la respuesta con anterioridad es, en general, más valorado que las formas en que se llega a ella… Es verdad que las pruebas de inteligencia requieren que se descifren ciertas cosas, pero este proceso no cuenta. Si conduce a la respuesta correcta, entonces lo que cuenta es la respuesta. Pero ningún examinador jamás sabrá, ni ningún puntaje podrá revelar, si la respuesta correcta fué un triunfo de la imaginación y una osadía intelectual, o si el niño ya conocía la respuesta de antemano.

Una vez observé una clase de niños de 10 años mientras aprendian a trabajar con péndulos… Después de algunas semanas, los niños observaron algunos vídeos en los que un péndulo iba dejando caer arena a medida que se movía y dejaba, de esa forma, un registro de sus movimientos… Una de las preguntas que los alumnos consideraron fue: cuando un péndulo se balancea hacia atrás y hacia adelante, ¿detiene un poco la marcha al llegar al punto máximo de la trayectoria, o mantiene la misma velocidad y simplemente cambia de dirección? Alec, que por inclinación natural tenía algo de matemático, basándose en la educación más que en la experiencia rapidamente sostuvo que el péndulo no aminoraba la marcha en los extremos, “porque no hay razón para que eso suceda”…. la profesora no dijo nada, pero continuó mostrando la cinta en la que se veía cómo la arena caía entre una hilera de pajillas.
Después de un rato un niño dijo: “no lo entiendo. ¿Entonces porqué no hay la misma cantidad de arena todo a lo largo de las pajillas?” Nuevamente hubo un rato de silencio mientras continuaban mirando. Otro niño dijo: “hay más en los extremos, se junta más allí”…..”¿Cómo puede ser que no haya una línea de arena más alta en el medio si es que pasa una y otra vez por allí cuando se mueve?” “Probablemente pasa más rápido por el medio; más rápido por el medio y detiene un poco la velocidad en los extremos.”…
Gradualmente se fueron agregando comentarios, siempre dirigidos, al menos en forma implícita, hacia la idea de Alec. Por último, uno de los niños se atrevió a comprometerse con una idea: “tiene que estar deteniéndose en los extremos”.

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¿Qué puede hacerse con el nivel de los estudiantes?

Dibujo de Paulo

Estoy sumamente irritada porque tengo que corregir 95 trabajos y la gran mayoría son malísimos. No me molesta solo la cantidad -es bastante pero la asumo, por algo soy profesora- sino sobre todo la calidad de lo que debo leer y corregir: errores ortográficos muy básicos, pésima redacción (a veces las cosas parecen escritas por cantinflas!), mucha copia de internet, ningún rigor para el manejo de fuentes y/o el tratamiento de los contenidos… Reconozco y confieso que soy exigente para corregir lo que producen mis estudiantes, pero también (creo), he aprendido con los años a tomar en cuenta las diferencias individuales y ser por eso un poquito más considerada y flexible. Mi pregunta es ¿hasta que punto? ¿Cuál es el límite para esto?.

Las universidades ofrecen ahora una enorme variedad de programas de extension, diplomas y cursos de post grado que, querámoslo reconocer o no, como deben autofinanciarse terminan muchas veces no seleccionando bien a los candidatos y recibiendo literalmente a cualquiera que postule, es decir, a personas que aun teniendo muy buena voluntad no cuentan con los requisitos mímimos para llevar estos cursos superiores. Se trata a veces de personas que hace muchísimos años no estudian, por lo que no están familiarizadas ya con el ejercicio académico (buscar fuentes, leer, sacar ideas, clasificar teorías y conceptos, argumentar, etc.). O es gente que trabaja, y que tiene poco tiempo disponible para dedicarse al curso. Otras veces son personas con mucha vocación y ganas de aprender, pero que donde están no tienen acceso a material alguno y con esas precarias condiciones (sucede mucho en los cursos virtuales en los que participan alumnos de pequeños pueblos del interior del país) enfrentan muy rudimentariamente el curso. Otras muchas veces se trata de personas que vienen sin los prerequisitos mínimos necesarios, ya sea porque han tenido muy mala escolaridad, o porque son de disciplinas muy disímiles a la del curso, o por alguna otra razón. Súmese a esto el que existe también un grupo de personas altamente desinteresadas, amigas de la ley del mínimo esfuerzo, y motivadas únicamente por la idea de obtener el cartón.

Para mí, este panorama resulta preocupante y desalentador. Soy enemiga de entender a la universidad como una empresa (puede verse aquí un artículo de Gonzalo Gamio sobre este tema, que yo suscribo plenamente), aunque entiendo (a regañadientas la verdad) que los cursos que las universidades ofrecen deben ser rentables. Pero entonces, ¿cual es la salida?. Lo planteo como pregunta porque por más que pienso no se me ocurre ninguna respuesta.

A lo largo de los años que llevo enseñando me he topado con casos terribles, por ejemplo, alguien muy motivado y que hace grandes esfuerzos pero que realmente no reune las condiciones mínimas necesarias para realizar un trabajo medianamente aceptable ni puede lograr los objetivos y aprendizajes del curso… la estabilidad laboral de ese alguien puede además estar supeditada a que apruebe el curso, con lo que una como profesora se enfrenta a dramas humanos y a dilemas morales enormes. O alguien que trabaja, y que argumenta que la empresa no le da permiso de salir y que por eso llega tarde (o simplemente no va) a clases. Yo digo (y se los digo a mis estudiantes, aunque me tilden de “dura”) que si no los dejan salir y no pueden venir a clases derrepente ese no es el momento de asumir llevar un curso, ya que no se pueden comprometer con lo que el curso demanda… Claro, la gente tiene derecho a estudiar y superarse, pero nuevamente, ¿cuál es el límite? Sigo sin saberlo.

Lo peor del caso es que las universidades ejercen muchas veces presión para que uno sea condescendiente. Me ha pasado más de una vez. Los organizadores del curso me dicen que tenga en cuenta que es gente que trabaja, que les de algún trabajito adicional cuando faltan a clases (alguna vez han pretendido que acepte que algún estudiante no venga nunca a clases, aun cuando existe un requisito que estipula una asistencia mínima), o que sea flexible y les anote al borde del trabajo que no se debe plagiar, pero que no los desapruebe por eso (contradiciendo incluso el propio reglamento de la universidad) ya que es gente que no está acostumbrada a estudiar y que debemos comprenderlos. Peor aún, en alguna universidad en la que por ese motivo no he vuelto a dictar curso alguno, me decían las autoridades que “en maestría no se jala”, y por esa razón me obligaron a darle una oportunidad a un alumno que no presentó su trabajo final (porque no le dió la gana en realidad) ¡un año después de terminado el curso!. En otro caso ocurrido en esta misma universidad una alumna me plagió a mi misma, se copió unas 5 o 6 páginas de un libro mío y me las presentó como trabajo final. La confronté y ví que no tenía noción alguna de lo que había hecho pues decía simplemente que ella estudiaba así, mandando tipear porciones de libros (lo que reveló para mí no solo un problema ético sino sobre todo uno intelectual…. ¿cómo creyó que no me daría cuenta o que no lo consideraría grave?). En fin… la desaprobé y luego me dí con la sorpresa al siguiente semestre de que había pasado el curso, pues alguien de “más arriba”, con la idea de que en maestría no se jala (y también seguramente para garantizar que esa alumna no abandonara una maestría ya con pocos alumnos), la había aprobado.

Asi están las cosas. Esa es mi percepción. ¿Cuál es la salida? Algunos dicen que los cursos teóricos no importan tanto y que lo relevante es que el estudiante apruebe los que son más aplicados o técnicos. Yo discrepo. A veces se ha intentado poner cursos de nivelación. ¿Va por allí la solución? No lo sé…. no tengo respuesta para este problema tan complejo. Pero como valoro la vida académica, lo que sí tengo es una tremenda y a veces angustiante preocupación.

Nota:
Para los que no son peruanos, jalar significa desaprobar.

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Tendencias actuales en la educación moral

Mi querido amigo José Alberto Mesa, jesuita colombiano a quien aprecio mucho, amablemente me autorizó a colgar aquí esta ponencia que él preparó para uno de los congresos de la AME (Association for Moral Education) y que yo tenía guardada en mi computadora desde ese entonces.

Dejo el enlace a su interesante trabajo:

Tendencias actuales en la educación moral – José Alberto Mesa

Y aquí la hoja de vida de José Alberto, para los que quieran conocerla:

Hoja de vida – José Alberto Mesa S.J.

Actualización:

El artículo está también en línea, y se descarga aq

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