No suelo poner opiniones personales sobre temas de actualidad en este blog, que intento mantener dentro de los limites de lo academico. Sin embargo, quiero comentar algo esta vez (y he abierto para ello la nueva categoría “Opiniones”) porque me parece que merece unas palabras justamente desde la óptica educativa y de psicología evolutiva -especialmente del desarrollo moral- que este blog trata.
No se si vieron ayer en la Ventana Indiscreta al señor Francisco Diez Canseco en monólogo desmesurado -y a grito pelado- con Cecilia Valenzuela, quien tambien gritaba… quienes no lo vieron pueden leer las noticias en la página web de agencia peru.com
y acceder al video de la entrevista en la página de la Ventana Indiscreta, programa del 15 de Noviembre 2006.
En lo que se suponía debía ser una entrevista, el señor Diez Canseco hizo gala de la más absoluta intransigencia, egocentrismo y prepotencia, además de lo que coloquialmente llamaríamos “cuero de chancho”, es decir, su completa falta de sensibilidad, empatía o vergüenza (ya no se pide remordimiento) por las acusaciones que se le hacían. ¿Que Consejo por la Paz puede presidir una persona que es incapaz de escuchar al otro y responder con transparencia y honestidad a las preguntas -completamente válidas por cierto- que se le hacen? El mecanismo de lavarse las manos y decir que uno no es responsable de nada porque el responsable es, en todo caso, la empresa, además de ser un hábito muy arraigado entre el empresariado peruano, es un recurso psicológico muy burdo que mediante personalizar un organismo y dotarlo de “voluntad” (como si las empresas pensaran y decidieran por sí solas), sirve para que los verdaderos responsables (las personas, los individuos, el señor Diez Canseco en este caso) aminoren sus sentimientos de culpa, matengan una imagen intacta de sí mismos, no se sientan responsables y sigan adelante en la vida como si no hubiera pasado nada.
Hablaré de estos mecanismos en entradas futuras. Espero colgar pronto también un artículo mío sobre el tema que esta por salir publicado y que colgaré apenas me avisen de que la edición impresa está lista. Leer más