Soy partidaria de respetar las especialidades al interior de la psicología, y por lo tanto, me parece mejor una formación que prepare a los estudiantes para enfrentar problemas específicos que una que les de solo un perfil general. Aunque reconozco que en el Perú la sobreespecialización puede ser entendida como un lujo, también es cierto que el conocimiento psicológico es demasiado complejo y específico como para que alguien pueda manejarlo todo con un nivel de competencia que pueda considerarse aceptable. La especialización es necesaria.
Es en este contexto que quiero tocar un problema que me procupa sobremanera, y es el poco reconocimiento que hacen muchos psicólogos de los límites de su competencia. Como me interesa la educación pienso sobre todo en la escuela, en donde, lamentablemente, muchos de los psicólogos que conforman los departamentos psicopedagogicos no tienen las competencias necesarias para responder a las demandas que el sistema educativo les hace.
Aunque dudé de discutir este tema en el blog, por miedo a que fuera de interés sólo para psicólogos, lo hago porque creo que tiene importantes aristas éticas, de perfil y responsabilidad profesional, y de relación del psicólogo con la escuela, y que puede interesar también a las instituciones educativas.
Al grano. Tengo muy buenos amigos clínicos, muy competentes como profesionales y muy buenos seres humanos, y no quiero referirme en este artículo a nadie en particular. Más bien me interesa analizar un hecho fáctico: la mayoría de psicólogos escolares (los que trabajan en los colegios) vienen de la clínica, y es innegable que muchos estudiantes de esta especialidad entran a practicar y trabajar a la escuela. El debate sobre si esto es aceptable o no lo he tenido muchísimas veces con mis colegas de clínica, sin que hayamos llegado a ningún acuerdo. Muchos sostienen que donde hay seres humanos hay problemáticas que un clínico puede abordar, que las especialidades tal como las concebimos son obsoletas, y que el mercado (los colegios en este caso) piden a veces psicólogos clínicos, lo que evidencia una demanda a la que ellos deben responder. Yo sin embargo discrepo por varias razones, entre las que destacan que
1) La función del psicólogo en la escuela es muy distinta a la que puede cumplir un psicólogo clínico, quien por su formación no tiene ninguna herramienta para entender el proceso educativo, ni conoce los procesos psicológicos que subyacen a las asignaturas curriculares, ni sabe armar un psicopedagógico (repito, un psicopedagógico, no un consultorio psicológico), ni es capaz de detectar ni corregir dificultades de aprendizaje, ni puede apoyar al docente en su quehacer cotidiano de aula porque no habla siquiera su mismo lenguaje (de allí que muchos psicólogos trabajen en los colegios “a puerta cerrada”, sin que los docentes tengan ni idea de lo que hacen);
2) Tomando en cuenta el lamentable estado de la educación en el Perú, el papel de un psicólogo escolar debería ser optimizar los procesos de aprendizaje y de desarrollo al interior de la escuela, dinamizándolos y haciéndolos más eficaces. Su rol no es el de evaluar y detectar patología (cosa que también podría hacer el psicólogo educacional, en todo caso, para derivar el caso luego si fuera necesario a un psicólogo clínico fuera de la escuela). Aunque los psicólogos clínicos se resisten a aceptar este rol, y argumentan que la clínica está cambiando hacia una orientación más positiva que enfatiza no la enfermedad sino la salud y que trabaja también con grupos y no solo con individuos, yo pienso que el “lente” con el que miran el mundo está orientado a la detección de problemáticas, lo que no es adecuado para un contexto educativo, menos aun si una institución escolar va a contar con un solo psicólogo, lo que hace inviable una aproximación meramente individual;
3) El mercado debe ser educado justamente en las diferencias entre las distintas especialidades, para que se rompa el estereotipo imperante que asocia al psicólogo a la especialidad de clínica. Lo que el mercado pide es para mí, en este sentido, parte del problema.
Creo que esta problemática tiene raíces profundas que no discutiré aquí. Baste decir que la poca valoración que la sociedad le da a la educación en general le cobra su factura a la psicología educativa: los estudiantes no tienen interés en conocerla porque se percibe como fácil y poco especializada, lo que refuerza la creencia -ya existente de antemano- de que las herramientas de la clínica son suficientes para responder a cualquier tipo de situación (recordemos que hay clínicos que hacen selección de personal, para espanto de los psicólogos organizacionales), incluyendo obviamente el proceso educativo.
Les ofrezco un par de ejemplos reales, que muestran las distorsiones a las que hago mención:
1) Una egresada de la especialidad de clínica desea hacer sus prácticas pre-profesionales en un nido. ¿Qué espera hacer allí? Terapia por el arte…. (Preguntas: ¿Todos los niños del nido tienen problemas y necesitan terapia? ¿Qué le aporta esto al docente? ¿La terapia es el instrumento que se debe aplicar, apriori, o se está confundiendo la terapia por el arte con la formación o el desarrollo de capacidades artísticas? ¿es el espacio educativo el lugar para desarrollar procesos terapéuticos? ¿Eso es lo que el nido, como institución, requiere del psicólogo?)
2) Un estudiante (estudiante, no egresado) de psicología clínica “asesora” a un nido desde hace un año. Cuando la problemática educativa lo desborda busca asesoría con un piscólogo educacional, quien descubre que en todo ese año el estudiante no ha tomado un solo apunte, no tiene registro de lo ocurrido, no ha hecho una sola observación de aula, ni ha hecho un análisis de necesidades que le permita identificar lo que la institución necesita de él (según afirmó, no sabía que tal análisis existía…)
No quiero decir que los psicólogos de otras especialidades no puedan hacer nada en la escuela. Algo harán, como lo podría hacer cualquier otro profesional, pero no será lo que la escuela merece, necesita y demanda. La pregunta de fondo es: ¿porqué si lo educativo es despreciable como objeto de estudio -ya que la especialidad de educacional no les es atractiva como para formarse en ella-, no lo es cuando se trata de una oportunidad laboral? Lamentablemente creo que muchas personas no son conscientes de estas contradicciones.
Hola Susana,
En un momento hiciste referencia a lo que pide el mercado como parte del problema. Si lo ponemos en terminos económicos, estariamos hablando de la demanda. Estoy de acuerdo contigo en parte, pues veo que es algo que sucede en varias disciplinas. Sin embargo, creo que podría tratarse mas bien de un problema de información.
Las empresas/instituciones/individuos que demandan servicios profesionales no siempre estan al tanto de toda la gama de servicios que cada profesión puede ofrecer. En ese sentido, los centros de educacion superior no hacen mayores esfuerzos en informar adecuada ni exhaustivamente sobre los servicios que sus profesionales pueden ofrecer, ni los campos en los cuales pueden especializarse. Por ello, la naturaleza de tu post es muy importante.
Pero, habría que preguntarse si las personas encargadas de la contratacion de sicologos en los centros educativos, seguirian contratando Sicologos Clinicos en vez de un Sicologos Educacionales aún despues de leer tu post.
El costo de los servicios profesionales también responde a las fuerzas de oferta y demanda. Una menor oferta/mayor demanda, significara una mayor valoracion del mercado y por ende un mayor costo para los colegios. Si sumamos ese hecho a la falta de información, los colegios podrian estar viendo ambas especialidades como sustituibles entre si, cuando en verdad son insustituibles -o acaso complementarias. Saludos cordiales,
Hola Carlos. Gracias por comentar. Y sí, coincido contigo en que se trata en parte de falta de información, pues creo que incluso muchas veces los mismos psicólogos de otras especialidades no tienen idea de en qué consiste la psicología educativa. Muchas veces he visto que para un puesto que es claramente de psicología educativa el mercado a veces pide docentes, cuando el perfil profesional de uno y otro es completamente distinto. Pero el problema es más complejo. Hay una serie de estereotipos de entrada (de omnipotencia sobre los poderes de la clínica, de devaluación de lo educativo, etc.) que hacen también que la información, cuando esta se ofrece, ni siquiera se procese y/o registre. Sumémosle a esto el hecho de que -precisamente debido a lo que cuento- la mayoría de estudiantes optan por la formación clínica y es un hecho que al egresar la mayor demanda laboral la van a encontrar en el campo educativo, por lo que entran a él a trabajar y se vuelven una pieza más del problema que este post señala.
Interesante post y creo que alienta el debate, no solo para las especialidades de psicología, como bien menciona Carlos.
Sobre el tema he tenido muchísimas discusiones con compañeros de promoción, educacionales y clínicos, sin una conclusión al respecto. Creo, en muchos casos, que la desvalorización de la educación hace que muchos profesionales, no solo psicólogos clínicos, se sientan con el derecho a irrumpir desde sus disciplinas, sobreestimándolas respecto a la educación, sin ningún tipo de diálogo. Pasa con administradores, economistas, abogados, etc, etc. Y la mayoría, en muchos casos, asumen lo que conoce de la escuela por su propia experiencia, ya sea como estudiantes, o como padres de familia. Sobretodo me refiero a mi experiencia en el sector público, en donde a diario pasan cosas cómo que un administrador decide que el trabajo en derechos de los estudiantes es una pérdida de plata y no tiene resultados concretos.
En el caso específico de los psicólogos clínicos en educación, por lo menos 15 de mis compañeras de promoción dijeron que no querían ir a una escuela jamás en su vida, soñaron con sus consultorios (a pesar que la realidad les decía otra cosa) y ahora son felices psicólogas escolares. Me cuentan cosas como que "es increíble que más de la mitad de los chicos de primaria tenga problemas emocionales, no nos alcanzan las manos", "Me falta tiempo para poder atender todos los casos que se presentan en la escuela, entre hacer historia, las pruebas, etc…"…¿pero qué es lo que están buscando? Otro dato: en todas las clases que he dictado hasta ahora en la PUCP, siempre me gusta preguntar a los estudiantes de psicología qué recuerdan de sus psicólogos en la escuela. En resumen: casi nunca los veían, los conocían en 5to de media para la orientación vocacional, y los de mal comportamiento siempre terminaban en el psicopedagógico, lo cual ayuda a perder clases.
Sin teorizar mucho, la lógica debería decirles que, si el ratio psicólogo(a) por alumno es casi siempre entre 100 y 200 alumnos por cada psicólogo en el mejor de los casos, su enfoque o aproximación a la realidad educativa no es la más adecuada. Problema: no conocen otros enfoques de orientación educativa u orientación psicopedagógica (consejería educativa, si quieren), no han sido formados en el tema, lo cual dificulta su capacidad de adaptación.
Usualmente me responden que la clínica está orientada a la salud mental, en este caso de los estudiantes, y que para eso no está preparado un profesor. Y con tanto problema como creen ver, ¿cómo aseguran la salud mental en la escuela, si no logran llegar a todos los estudiantes? ¿Acaso los educadores no consideran estos temas? Pasa por cosas tan sencillas como no palabrear a los profesores con “estilos de vida saludable”, “escuelas promotoras de la salud”, etc. y explicarles las competencias y capacidades que están en el currículo que pueden proporcionar factores protectores a sus estudiantes, con el fin de potencializar su desarrollo. Esto es adaptar el bagaje psicológico, dialogar con los educadores para construir propuestas que efectivamente lleguen al estudiante. Y para eso, hay que saber cómo es que estos aprenden.
Susana, te felicito por la iniciativa de discutir estos temas en un espacio abierto que contribuye a proporcionar información sobre algo que se basa en la ausencia y sesgos de información.
El tema de la delimitación de campos en la psicología siempre lo he resaltado como un problema, tanto para el campo educativo (abarcando a todos los actores involucrados y al sistema en sí) como para el prestigio de la psicología en general, pues la gente termina no creyendo en los psicólogos debido a los inadecuados abordajes profesionales que no se ajustan al campo de especialización. Esta defensa de los espacios de aplicación profesional me ha hecho merecedora del calificativo de "anticlínica". Como lo mencionas en tu opinión sobre el tema, no es un asunto de rivalidad entre especialidades sino de competencias profesionales especializadas. Desde un inicio, la mera aproximación a la educación y los actores del sistema educativo ya marca una diferencia sustancial que no se ajusta a la formación de un psicólogo clínico. Un ejemplo es lo que mencionas de los problemas emocionales. Es de esperar que en un espacio educativo, en donde por su naturaleza se congregan tantas personas, cada una con su propia individualidad y características personales, familiares, etc., se encuentren algunos problemas desde la perspectiva de un psicólogo. Pero lo importante no es lo que los psicólogos ven como problema, porque si se buscan problemas desde este punto de partida se van a encontrar problemas. Lo importante es lo que la persona (estudiante, docente, etc.) ve como problema o si esos problemas están generando alguna disfunción en sus vidas. Asimismo, la creencia de que los problemas "emocionales" son más profundos y requieren de estrategias de abordaje profesional más especializados que solo los ps. clínicos pueden dominar es un absurdo, sin considerar también lo absurdo del diagnóstico "problema emocional" sin mayor precisión. Los psicólogos educacionales estamos igual y hasta mejor entrenados en desarrollar estrategias idóneas para abordar los problemas personales, o mejor dicho, las diferencias individuales en el campo educativo.
El tema es largo y en esta oportunidad solo he querido resaltar lo que mencionaste de la cantidad de estudiantes que terminan teniendo un supuesto "problema emocional" en las instituciones educativas. No es posible centrar el rol del psicólogo en buscar problemas porque si los buscamos los vamos a encontrar pero eso no significa que realmente existan. Como lo señalan tú y Oscar, hay objetivos más importantes referidos a la educación y los psicólogo de las intituciones educativas deberían centrarse en ellos.
Hace unos meses, estudiantes de la especialidad Psicología Educativa-San Marcos- decidimos aperturar un espacio para difundir nuestra área y contribuir de esta forma a que los estudiantes que aún no eligen la especialidad se orienten de forma mejor.
Creo que es una gran dificultad para aquellos que seguimos el área educativa encontrar obstáculos en los espacios de practica profesional creados por colegas o anteriores practicantes del área clínica que que muchas veces, como bien se mencionó en la entrada, no cuentan con las competencias necesarias para desempeñarse adecuadamente en un contexto de enseñanza aprendizaje.
Pero esto no sólo es un tema de demanda y oferta, creo que pasa también por la ética profesional: Hasta dónde yo soy conciente de mis propias limitaciones y capacidades y qué puedo verdaderamente ofrecerles a los alumnos.
Es una forma también de valorar mi carrera y el prestigio que en muchos lugares no tenemos los psicólogos (en mi caso estudiante) y abrirnos camino hacia el respeto y reconocimiento de la población.
Susana, coincido plenamente contigo, ya que este es un tema sensible sobre el que hemos conversado en distintas oportunidades y es claro que nos preocupa sobremanera, por lo que suscribo todas y cada una de tus palabras. También estoy de acuerdo con los comentarios de Carlos, Oscar y Mary. Efectivamente, no se trata de una crítica a la psicología clínica ni a los psicólogos clínicos que trabajan en su campo, ya que tiene un espacio propio en el que trabajan y aportan indiscutiblemente a la salud de las personas. Además en nuestro país contamos con psicólogos clínicos muy competentes, la cuestión es otra. Por eso en cada oportunidad que tengo trato de tocar el tema de la especialización de los campos y además intento compartirlo con psicólogos, tanto educacionales como clínicos, pero el asunto no se agota allí, creo que el debate pasa necesariamente por el desconocimiento (lo he comprobado) que tienen los psicólogos clínicos, inclusive como miembros de la sociedad civil, de lo que es el campo y las demandas de la educación, de la psicología educacional e inclusive el de otras especialidades, entre otros es un problema de cultura psicológica. Por otro lado, si el espacio escolar, en una alta proporción, cuenta con psicólogos clínicos es porque hay razones históricas para ello, era la única área en la que se formaban los psicólogos y por tanto la que más se conoce, nada más. Eso lleva a que la sociedad en general y quienes contratan psicólogos en particular, por desinformación, en su toma de decisiones sólo recurran a este referente profesional, indudablemente con la expectativa de que será capaz de asumir con competencia y responsabilidad el trabajo encomendado. La pregunta es ¿quién define el quehacer psicológico en el campo educativo? La respuesta no es sencilla, porque podría decirse que quien contrata es quien define y conoce las necesidades. Craso error, quien contrata muchas veces solo es capaz de identificar la existencia de una necesidad, mas no la naturaleza e implicancias de la misma. En mi experiencia he podido constatar que quienes toman las decisiones, en muchos casos, ignoran, implícita o explícitamente, las reales necesidades de los actores educativos, que es a quienes debe responder el trabajo del psicólogo en dicho espacio. Un trabajo que requiere especialización, tanta como para ser psicólogo clínico. Efectivamente, pueden hacerse muchas cosas para justificar un rol, pero si son guiadas por la improvisación o carecen de un conocimiento bien fundado resultan ineficaces cuando no perjudiciales para las personas y constituyen una falta de respeto hacia ellas. Los ejemplos que propones son sólo la punta del iceberg. Se que hay muchos puntos más a los que podría referirme en este comentario, pero quiero incidir en uno fundamental y es que la formación de los psicólogos clínicos debería llevar a desarrollar una clara identidad de su rol, de los límites de su competencia profesional y de la responsabilidad en sus actuaciones con un otro, que insisto, no conoce qué necesita y qué debe exigir, por lo que muchas veces acepta lo que recibe como servicio o ayuda, aunque esta sea incompleta, improvisada, intuitiva o irresponsable. Por último quiero referirme a la tan socorrida división entre si los clínicos ven lo emocional y los educacionales se ocupan de lo cognitivo, la división me parece de una ignorancia supina ¿cómo reconocemos lo emocional sino es a través de lo cognitivo? En fin lo dicho, falta cultura psicológica.
Antes que nada queiro felictarte por la reflexión hecha ante la posición del psicológo en los ambientes laborales, especificamente la escuela. Yo soy Psicológo Educativo y he trabajado en dos escuelas, el caso es una idea comentada es reconocer cualés son tus habilidades y que es lo que puedes ofrecer como psicológo de un aréa especializada; sin embargo, la cuestión está en que como una directora me lo dijo: yo sé que para un mejor servicio es necesario tener un psicológo educativo y uno cliníco, una trabajadora social, un terapista y no puedo cubri tales servicos, es por eso que en esa globalidad es necesario puedas conocer, prepararte y mejorar tu servicio.
A donde vamos a ser competentes en amplias gamas de la psicología, siempre y cuando te prepares y no seas un cazador de la suerte.
Hola Soy recién graduado de la Licenciatura en Psicología Educativa, en México y me parecen muy interesantes los comentarios, creo que de alguna o de otra forma, la información que cada uno proporciona me ayuda a fortalecer lo que en el salón de clases me enseñaron.
Respecto al artículo me ha gustado mucho lo citado en el último párrafo, cuando la Mtra. Frisancho habla respecto a las contradicciones. A pesar de todo esto creo que es importante mantener el respeto ante cada especialización, referido a los comentarios y también hacia el enfoque laboral. Algo de esto he escuchado también en alguna parte de mi país, sin embargo, logro percibir que (al menos en este blog) se habla de manera muy directa y sin evasiones respecto a las obligaciones y campos estrictamente marcados para cada área, lo que dijo María Isabel (desinformación de la sociedad civil y de quién contrata), es cierto y creo que puede ser una razón abarcante para esta situación.
Acá en Chile tampoco existe mucha claridad con respecto al rol del psicologo en los colegios, soy un psicologo que trabaja en santiago de chile, en dos colegios y cuya primera profesion fué la pedagogía, lo que es un input importante para mí al competir en el mercado laboral.
pero aún así siento que tengo que enseñar s loa directores de que modo y en que áreas me puedo desenvolver como psicólgo escolar.
configure un blog para intercambiar opiniones,
(http:/psicologia-escolar.blogspot.com) las espero.
un abrazo Luís López García
Luis Fernando,
Gracias por comentar! Voy a visitar su blog con interés. Muchos saludos desde aquí.
Susana
Estimada Susana, felicitaciones por poner en discusión esta realidad, en provincia es más preocupante esta situación, pues vemos como desde pre grado algunos psicólogos encumbran a la psicologia clínica, desmereciendo a las otras áreas, fomentan a que los alumnos crean que si no hacen internado en el área clínica no van a ser "buenos" y más aun si no hacen pasantia por un hospital psiquiátricos , lastimosamente la gran mayoria de estudiantes les creen y lo paradójico es que cuando terminan su internado, regresan y se ubican en un Centro Educativo, pues la demanda laboral en hospitales es escasísima muy contrario a la demanda en el área educativo, presentando entonces una incongruencia entre lo que ellos hacen y lo que se espera de un buen psicólogo educativo.
Los psicólogos educativos estamos esmerándonos por establecer y promocionar las funciones propias en éste área y sobre todo estamos luchando por disipar el mito de que un área es mejor que otra.
Hola Susana:
Nuevamente intervengo en la discusion sin ser del gremio pero te cuento mi experiencia con mi hija mayor.
En el nido que estuvo fue una psicologa clinica la que detecto con acierto un trastorno emocional que tenia. Si no hubiera sido por ella, no habriamos tomado las medidas del caso para poder tratarla con las terapias necesarias en el momento preciso. Gracias a este acierto remontó el cuadro que tenia, y pudo continuar sus estudios en la primaria regular.
Al llegar al colegio me encontre con la situacion inversa: una serie de padres de familia cuyos hijos comenzaban a demostrar ciertos desajustes conductuales y emocionales a partir del 1er. grado que no eran adecuadamente abordados por la psicologa educacional que laboraba en el colegio. Como resultado algunos de estos padres sacaron a sus hijos no sin antes quejarse de que hubieran esperado que la psicologa los alertara – no tratara -acerca de las necesidades especificas de sus niños para tomar las medidas correctas.
Mi conclusion – como madre de familia – es que dado el alto grado de trastornos o desajustes que presentan muchos niños hoy en dia en los colegios, seria recomendable formar a los psicologos educacionales en la detección de estos problemas y en orientacion familiar para estas circunstancias. Ojo, no digo en el tratamiento clinico porque eso le compete a otra especialidad. Yo fui una privilegiada, pero definitivamente cómo necesita uno, como padre de familia, una orientación adecuada en esos momentos críticos, y que frustracion cuando un psicologo educacional ni siquiera tiene el olfato para detectar trastornos que legos como yo – pero con la experiencia de haber acompañado a nuestros hijos en las famosas ‘terapias’ – podemos detectar ‘al vuelo’.
Saludos,
Eva,
Mil gracias por contarnos tu experiencia, esto enriquece el blog! Pero no estoy muy de acuerdo con lo que dices. Yo dudo de que los niños tengan siempre trastornos emocionales como tu dices. Alguno habrá, como siempre ha habido, y "el alto grado de transtornos o desajustes" como tú lo pones no es otra cosa que una distorsión del exceso de psicólogas clínicas en los colegios y nidos, que ven las cosas desde sus lentes esctrechísimos y encuentran patología donde no la hay. Los psicólogos educacionales están tan preparados para el diágnóstico como los clínicos, y la diferencia que tú encuentras no es una deficiencia sino el producto de una formación que los hace entender las cosas desde una perspectiva distinta, pensar por ejemplo que es mucho más factible que el niño tanga alguna dificultad educativa, o que haya un problema pedagógico (del profesor!) antes de recurrir a la hipótesis de lo emocional, que a la primera que recurre un clínico porque no sabe otra cosa. No quiero decir que en el caso de tu hija no haya sido así, no lo sé, pero decir que ahora hay muchos más desajustes que antes es un absurdo. Lo que hay ahora es más clínicos metiendo la pata y más colegios que les permiten hacerlo. Esto me ha motivado a escribir un post! Te agradezco el comentario.
Hola Susana,
gracias por tu espacio de opinión. Soy psicólogo educacional, trabajando en el área ya desde hace 20 años. Mi primer trabajo lo sigo realizando en un liceo desde que egrese de las universidad. Y puedo decirte que gran parte de mi labor en los dos primeros años fue ir clarificando el rol del psicólogo en la escuela, con muchas dificultades y pero con un gran apoyo en ese tiempo de mi profesora de psicologia educacional y de mucha lectura e investigaciones de la escuela italiana al respecto. Un libro que me marcó mucho en ese tiempo fue "El Mago sin Magia" de S. Palazolli. Que hace referencia al mito de esta especie de mago (o mecánico como digo yo)que llega a salvar o solucionar problemas emocionales o conductuales en el estudiante, y que por el solo hecho de llevarlo a una oficina lejos del contexto haciendo psicoterapia se logra "sanar". Para mí lo fundamental fue ir clarificando el rol y definiendo el modo de relación qe tendría con los estudiantes, los profesores, padres y todo el sistema en general, siendo parte de él. Así la labor del psicólogo educaiconal se hace mucho más amplia, flexible y mucho más efectiva en el contexto educacional, no estás solamente para atender niños o adolescentes que llegan porque tienen problemas "psicológicos".
Un abrazo desde la patagonia chilena y felicidades de nuevo.
Hola Susana.
Antes que nada, primero es necesario agradecerte la existencia de este espacio. Quisiera a través de este medio, comentar mi brevísima experiencia.
Recién egresé de la Universidad con especialidad clínica. Resulta que en el estado en que yo vivo, en México, la Secretaría de Educación de Guanajuato solicitó y sigue solicitando psicólogos clínicos para cada una de las escuelas primarias y secundarias; sin embargo no existe un manual de puesto para el psicólogo clínico en la escuela, todo está en blanco, que al mismo tiempo es ventaja.
Según me han comentado, la labor del psicólogo en la escuela, al menos con estos nuevos puestos en mi país, no involucra el proceso enseñanza – aprendizaje, ni analizar la metodología de los profesores porque eso SE SUPONE que lo realiza un docente dentro de la coordinación académica (digo ‘se supone’ porque realmente no lo hacen). Única y exclusivamente uno como psicólogo tiene que trabajar con los alumnos.
Si de por sí es complicado el rol del psicólogo en una escuela, imagína entonces que va a pasar cuando los clínicos entremos a ella. De que falta organización es verdad, pero uno se tiene que adaptar al ámbito al que es uno asignado.
Estimada Susana, interesante este tema. Me parece importante el papel del psicologo en el área educacional, pero tambien la del psicologo clínico. Este ultimo debería ser tomado mas encuenta en los colegios y universidades. No nos olvidemos que el pandillaje es uno de los problemas que más existe en los colegios Peruanos y pienso que es ahi donde debería tomarse mas en cuenta el papel del psicologo clínico. Claro como podemos permitir que se le otorge un título universitario a un futuro delicuente. Me parece que el Ministerio de Educación no solo debería preocuparse por la salud académica de nuestros alumnos sino también por la mental de ellos mismos.
Saludos
Anónimo: Lo que creo es que partimos de distintas hipótesis. Yo asumo que el pandillaje, por seguir con tu ejemplo (pero podría ser otro) es un asunto que puede ser tratado perfectamente por un psicólogo educacional o social. No es un tema clínico necesariamente. Lo que hace que algo sea clínico no es el tema sino el enfoque y las hipótesis de trabajo que se asumen. Si hubiera necesidad de un abordaje estrictamente clínico para un caso como el que mencionas, soy de la idea de que este debería hacerse fuera de la escuela. Todo lo demás (talleres, consejería individual , asesoría a docentes, etc.) puede hacerlo perfectamente un psicólogo educativo bien formado. Para eso es psicólogo, en primer lugar. No se qué te parezca lo que digo.
Tu post es muy interesante, nosotrosmismo como psicologos dejamos de lado algunos principios basicos y que desafortunadamente dan pie a controversias, muchas veces, escuchasmos frases como: ¿para que sirve un psicologo?, ¿No estoy loco para ir al psicologo?, el punto en cuestion de acuerdo al planteamiento es la especializacion, muy importante aunque en nuestro pais, esto no se pueda dar por razones economicas o porque muchas veces la especializacion que buscamos no se da en ningun lugar (cercano), hay que señalar ademas que de por si ya es dificil encontrar un mercado laboral tanto para los clinicos, educativos, sociales u organizacionales, muchas veces recaemos en campos en los que definitivamente no estamos lo suficientemente preparados, no porque seamos malos o pesimos psicologos, sino porque definitivamente cada area necesita de diversas herramientas y capacidades, lo cual no impide tampoco que un clinico pueda desempeñarse en un colegio, ¿no?, en realidad debemos de preparnos y especializarnos en una tarea concreta para ser muchisimo mas efectivos en nuestra labor, y ganarnos el espacio que nos corresponde sobre otras profesiones, sin embargo creo que un buen psicologo, un profesional preparado, puede desenvolverse en cualquier campo.
Un saludo y te seguire leyendo.
Buenos diass Susana, esta es una pregunta que te la dejo aki para ver si me puedes aconsejar, soy un jugador de poker q practicamente acava de empezar,, y queria saber que libro me podriais aconsejar para comprar,, que me hablara de como estudiar alas personar en el juego, de alguna forma a leer su comportamiento y hacerme un estudio aproximado de como es y se comporta esa persona,, nose si e conseguido explicarme, pero por favor agradeceria cualquier tipo de ayuda, graciass.
No conozco nada sobre el tema Manuel. Quizá alguien que lea tu comentario te pueda orientar.
Estimada Susana,
estoy terminando mi formación de licenciatura en Psicología (general) en Panamá. Para culminar mis estudios he realizado mi práctica profesional en una escuela secundaria. Mi práctica la hice con un enfoque clínico.
Estoy de acuerdo con la postura mantenida de que la clínica y la escolar son dos campos distintos de la psicología; que no están reñidas, sino que se complementan. Un enfoque clínico en la escuela tiene menor alcance, en cuanto a número de alumnos; pero los alumnos pueden trabajar aspectos de su personalidad que de otro modo no lo harían.
Creo que es un tema de no acabar, pues surgen múltiples preguntas y observaciones, a favor y en contra, sólo desde lo teórico, sin tomar en cuenta las circunstancias en las que podamos trabajar o de las que procedan nuestros estudiantes.
He disfrutado los comentarios y me ayudan a reflexionar sobre la adopción de una determinada postura de trabajo.
Rafael, me alegro de que el blog y este post en particular te sirva para motivar la reflexión. Gracias por el comentario y muchos saludos desde aquí.
Buenos dias, Susana, me alegro muchisimo tener el acceso a tu blog, ya que me reenviaron, y sobre todo tener muchas coincidencias con tus opiniones.Pienso que en nuestro pais, es necesario la formacion de todo futuro profesional no solo en las competencias cognitivas sino fundamentalmente con el conocimiento de nuestra realidad,y que los cursos que se imparten reflejen eso, mas aun en psicologia, donde se tiende a repetir los aportes de otros paises y no sobre su aplicacion en nuestra realidad.Esto sucede en cuanto a la eleccion de los jovenes con respecto a la "especialidad" y muchos optan por clinica, tal vez, por una tendencia "magica" con respecto a su quehacer profesional. Pienso que la labor profesional siempre va a a estar sesgada por esta area, en donde estes, ya que es importante comprender las conductas y comportamientos y explicarlas adecuadamente.Creo que lo que tu manifiestas explica el por que los psicologos perdimos esa oportunidad cuando se nos abrio los colegios y se instalaron los departamentos sicopedagogicos, en el cual al no hacer sentir nuestra importancia y necesidad en la atencion de miles de alumnos y centrarse en una orientacion clinica hizo que salieramos cerrando una valiosa oportunidad de trabajo para los sicologos.Y lastimosamente veo que en el campo educativo, no hay cambios, el otro dia hablando con una joven del 5to de secundaria de un colegio nivel alto, me decia que "la sicologa que habia en su colegio no le gustaba, que nadie queria ir y sobre todo se morian de verguenza por que los llamaban delante de todos, y que no la consideraba necesaria, pues no hacia nada"¿¿?? esa opinion ahora en marzo del 2009.Creo necesario reorientar nuestra labor y en la formacion del nuevo profesional, que vislumbre ese inmenso campo de trabajo y que las universidades asi mismo inviertan en investigacion y se concientice la importancia de la psicologia educativa, ya que es una opcion laboral cada vez mas fuerte, y se prepare adecuadamente a los estudiantes, sobre todo para no ser nosotros mismos quienes nos cerremos las puertas –
Hola Susana, me aprece muy acertada tu apreciasión, soy un convecido que el profesional debe trabajar en el area con los conocimentos y practicas relacionados al area, y sobre todod dbe defdinir su area de trabajo y de ahi partir su especialización, Me inicie en un centro de educacion especial y ahora me encuentro trabajando hace ya 12 años en educacion regular, tube que hecer toda una reingenieria de mis practias y conocimientos para responder a las demandas de mis alumnos regulares.
saludos
Oscar Solis
¡Hola Susana¡
Soy Lic. Nelis
Gracias por tener la oportunidad de leer este blog pues me a dado la respueta a muchas inquietudes con relacion al rol del psicologo educional
y el psicologo clinico.
Pero continuo con un preocupacion y quiero tu puedas ayudarme.
¿cual es el rol de el mestro enel perfil psicologico de sus alumnos.
por favor contestame esa inquitud.
Trabajo el equipo de evaluacion Ycuando
me dirigi ala y orientadora ella me digeron que esa parte son ellas que tienen que llenarlas por estudiantes.
No es que dudo de ella se que el maetro
es el trabaja en el desarrollo de los conocimiento de su alumnos pero para dar un diagnostico de fin de año ¿No tiene el psicologo que trabajar en este diagnosco? Espro tu respsta gracias.
Nelis, depende de que incluya el diagnóstico. Los profesores pueden hacer su parte, y los psicólogos la suya. Ambos profesionales deberían trabajar coordinadamente.
entiendo lo que plantas y estoy de aucerdo. las diferentes universidades estan mas que nada sesgado a la clínica. pero hay nuevas corrientes y por lo menos en la universidad que estudio yo hemos tenido psicología aplicada ala educación, con investigación de campo (lo cual dio como resultado tu mismo planteo). es consecuencia de un mal enfoque y poca capacitación. se esta recuperando la psicología de su sesgo a la clínica y comenzando a preocuparse de distintas areas en las que se puede ejrcer un rol y cambiar ejerciendo adecuadamente y dando resultados, no solo hacer clinica, terapia. estas areas son laboral educativa, etc.
personalmente he tenido psicología sistémica aplicada a la educación, da buenos resultados pero es algo reciente por lo que muchos psicologos no deben estar informados dando como resultado lo que vos planteas.
Hola Susana, estoy de acuerdo a lo que has hecho mención. Me encuentro cursando la carrera de psicología para el área educativa. Constantemente suele verse casos similares o casi exactos respecto a la función de un psicólogo clínico en centros educativos como colegios o nidos. Lamentablemente, los roles son distintos. El psicólogo escolar cumple con la función de evaluar de manera individual como grupal, fomenta programas especiales como por ejemplo de creatividad, sobretodo en el asesoramiento y nivelación a las cabezas de estos centros como profesores, alumnos y autoridades.
A diferencia del clínico, que como tú mencionaste el “lente” que utiliza esta más relacionado con el tema patológico,
su verdadera labor es la psicoterapia y enfocarse en la salud como en la prevención de la misma. Conozco casos donde psicólogos clínicos practican su profesión en nidos y colegios, y el resultado no es el esperado debido a que no fomentan la optimización o el mejoramiento de los alumnos sino busca algún problema para tratarlo desde un enfoque distinto. Termino reforzando tú crítica diciendo que los psicólogos educativos tanto escolar, educacional y psicopedagogo se encargan de motivar, son un soporte para la enseñanza junto con la cultura, lo que el clínico no realiza.
Hola Susana
El leer tu articulo sobre el limite de la competemcia que tienen los Psicologos y por tanto el desconocimiento de los problemas en las escuelas y por ende no dan soluciones a la problematica escolar, me surgen dos preguntas: Cúal es la problematica mas grande en las escuelas en nuestro pais? (desde el lente psicologico) y si el respetar la especialización en la psicología es la solución a la problematica?.Creo que habria que plantearnos nos dos cosas: Hacer un analisis de la problematica en nuestras escuelas y lo segundo plantearnos todos juntos que podemos aportar para la solución de tal problematica en nuestras escuelas. Por último decirte que estoy completamente deacuerdo en la especialización en el campo psicologico. y que los psicologos educativos tenga conocimiento en lo clinico.
Susana que nos puedes decir para evitar los "Bullying"- la violencia en las aulas. Muchas gracias.