Sobre los organizadores para los libros y materiales de aprendizaje

Resultado de imagen para librosSi nos tomamos en serio la idea de que es el sujeto quien construye sus conocimientos a través de la actividad que ejerce con y sobre los objetos del mundo, tanto concretos como abstractos y simbólicos (idea básica de la epistemología constructivista), entonces habría que construir materiales educativos que ayuden a este proceso de construcción.

Contrariamente al sentido común y a lo que se piensa en el sector educación, materiales demasiado organizados, donde todo ya está hecho, que vienen con mapas conceptuales propuestos por el autor, o con organizadores en prácticamente cada página, no ayudan al proceso de construcción del conocimiento, sino todo lo contrario.

Las personas aprendemos mejor cuando encontramos ciertas dificultades en el camino. Nuestra memoria no es un recipiente que acumula pasivamente información; al contrario, la memoria para funcionar y almacenar mejor requiere un proceso activo de interpretación. Por lo tanto, materiales demasiado organizados, que no dejan espacio a la re-organización y re-interpretación por parte del sujeto que aprende no aportan mucho al proceso de aprendizaje.

Ya había señalado algo en esta línea, respecto a los mapas conceptuales, aquí, y respecto a la manera de espaciar los cursos, aquí.

Lo vuelvo a señalar porque me he encontrado, nuevamente, con propuestas para la formación de maestros en los que el autor hace todo el trabajo, planteando tablas, gráficos, organizadores (para usar la jerga que se usa en educación) o mapas conceptuales en cada unidad, de modo que el docente que lee el texto no tenga nada que hacer más que aprenderlo. Pero esto, siguiendo lo que plantea la psicología del aprendizaje y de la memoria, y la epistemología constructivista, es un error muy grande. Siempre será más instructivo tener que reorganizar un material que está preparado de manera incompleta y cuya información no está organizada o lo está regularmente, que aprender de memoria un cuadro, una tabla, un mapa conceptual o un gráfico realizado por otro. Contrariamente a lo que se piensa, mientras más organizado esté un texto con todas esas ayudas, menor será la retención del que aprende.

 

 

 

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Comentarios

  1. José Agustín Ortiz Elías escribió:

    Por supuesto que este planteamiento es correcto: la estructuración de los materiales de aprendizaje siempre pone en riesgo la posibilidad del descubrimiento, porque fuerza (o anula) la disonancia cognitiva. Sin embargo, existen varios aspectos a tener en cuenta antes de llegar a una conclusión muy categórica al respecto. Por ejemplo, si se conoce bien a la población, la estructuración del contenido puede facilitar las conexiones con los aprendizajes previos; también puede ser que los alumnos más competentes se beneficien con la estructuración, dado su alto nivel de experiencia con este tipo de materiales. Lo que me parece fuera de toda duda, es que este debería ser el primer paso para iniciar un cambio en la cultura (hacia una mayor autonomía) en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

  2. José LLopis escribió:

    Yo creo que estas herramientas están bien para los alumnos jóvenes, a quienes todavía les cuesta sintetizar el temario. Pero, obviamente, el alumno debe aprender a ser más autónomo y desarrollar sus técnicas para aprender el temario. Si no lo hacen, se acostumbran, como dice, a tenerlo todo hecho, lo cuál no les ayudará cuando terminen sus estudios y deban enfrentarse ellos mismos a sus propios problemas.

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