El colegio mayor: políticas públicas desde un errado sentido común (actualizado)

Escuela rural en Ancash

Recuerdo que cuando estudiaba el doctorado en la universidad de Fordham, en Nueva York, llevé un curso al que llamaban Applied Developmental Psychology (psicología del desarrollo aplicada) y que tenía el objetivo general de analizar los fundamentos psicológicos de las políticas públicas. Como parte del trabajo final del curso uno tenía que ubicar una política pública, investigarla y sustentarla o rebatirla desde los resultados de investigaciones de la psicolgía del desarrollo. Los trabajos que recuerdo versaban sobre los temas más disímiles, por ejemplo: 1) ¿En qué se sustenta la política de separar de sus madres, cuando cumplen 3 años de edad, a los hijos de las presas? ¿Por qué solo se les permite vivir con ellas en la prisión hasta esa edad? ¿Es eso lo mejor para la madre y para el niño, y por qué, desde un punto de vista psicológico? 2) ¿Qué dice la investigación científica en psicología del desarrollo sobre el vínculo padre – niño, como para que en caso de divorcio la tenencia de los hijos pueda ser otorgada a los padres? ¿Qué datos hay que sustenten la política de priorizar a la madre en la tenencia? ¿Debería pensarse en cambiar dicha política a la luz de lo que la psicología del desarrollo conoce hoy? 3) ¿A que edad una persona es verdaderamente responsable de sus actos y cómo se pueden combatir (o fundamentar) ciertas leyes, por ejemplo, la que condena a muerte a menores de edad o la que regula las relaciones sexuales consentidas? 4) ¿Se debe permitir o no adoptar niños a parejas homosexuales? ¿Que dice la investigación respecto al desarrollo de los niños que se crían en una familia de este tipo? ¿Se afecta este en algo, y si es así, en qué? ¿Es eso suficiente para cancelar el derecho de estas personas a la adopción de niños? Y un largo etc. La pregunta final a la que debía responderse era si se sostenía o no determinada política en función de lo que la literatura especializada, proveniente de la psicología del desarrollo en este caso, decía al respecto.

Ésta buena práctica, la de tomar decisiones de políticas públicas no basadas en el sentido común, en una ideología sin mayor fundamento o en los intereses del gobierno de turno sino respaldadas por datos provenientes de investigaciones serias parece que todavía no ha llegado al Perú. El último ejemplo de esto es el anuncio de la creación del así llamado Colegio Mayor secundario del Perú (ver noticia aquí), en el que los 500 mejores alumnos de cuarto y quinto de secundaria puedan estudiar y vivir, contando con instalaciones educativas y deportivas de calidad.

Es lo que en inglés se llama tracking, la separación de estudiantes en diferentes carriles educativos en función de alguna variable previamente definida, usualmente capacidad intelectual, como en este caso.

Aparentemente, esta sería una idea brillante: seleccionar a los más destacados estudiantes y darles las mejores oportunidades para potenciar sus talentos es algo que nadie podría criticar. Se asume que eso motiva al estudiante, que mejora su autoconcepto y autoestima y que es a la larga bueno para todos. ¿Pero cuáles son los fundamentos de esta propuesta? ¿En que se basa? ¿Qué se sabe de este tipo de sistemas en otras partes del mundo? En otras palabras, ¿en base a qué se ha tomado esta decisión?

León Trahtemberg ha expresado su preocupación aquí, señalando no solamente que el anuncio parece ser más una cuestión de imagen y propaganda que de interés real por la educación, sino también planteando varios de los aspectos que este anuncio deja en el aire, por ejemplo, el régimen laboral de los docentes, la articulación de la propuesta con la actual legislación educativa y muchas preguntas sobre el currículo que se asumirá, entre varios otros.

Yo quiero abordar el asunto desde un punto de vista psicopedagógico. Si seguimos los planteamientos constructivistas más conocidos tendremos que aceptar que es mejor y más eficaz, además de más justo para todos, tener a estudiantes con diferentes niveles de competencia aprendiendo juntos en un salón de clases. Solamente de esta manera lograremos establecer andamiajes que favorezcan el aprendizaje de todos los estudiantes. La mejor manera de aprender, se sabe ya hace tiempo, es dentro de un ambiente de diversidad en el que los alumnos que saben más estimulen a los que saben menos y estos últimos, con sus preguntas y dudas, sirvan de motor a los que saben más para cuestionar sus creencias y organizar mejor sus conocimientos, a fin de trasmitirlos a aquellos en desventaja. La idea de que los estudiantes más dotados deben ser separados de la escuela normal es perversa: obviamente no se trata de desperdiciar sus talentos, pero los recursos no deben ponerse solo a disposición de ellos, sino de todos aquellos estudiantes que podrían rendir mucho, muchísimo mejor, si contaran con un sistema educativo eficiente y de calidad. Estamos en la época de la diversidad, no de la segregación.

La idea, por supuesto, no es desperdiciar los talentos de aquellos estudiantes con condiciones sobresalientes. Los colegios deberían contar con programas de detección y estimulación del talento, como existen en otras partes del mundo, pero estos podrían perfectamente funcionar dentro de la escuela, o en los propios barrios y comunidades (si no recuerdo mal, el ex ministro Sota Nadal tenía ideas interesantes al respecto), de modo que por extensión estos programas beneficien a todos. Programas con ciertos énfasis podrían crearse (arte, ciencias, etc.) en función de las dotaciones de los estudiantes. Además, y este es un factor en el que poca gente piensa, las personas con altas capacidades deben aprender a convivir en el mundo, con los demás, y a ser solidarias con los otros. Un programa que solo aliente la competencia y segrege a estos estudiantes en función de una visión sesgada de lo que son las capacidades humanas no apunta en esa dirección, sino justamente en la contraria. Darwin está muy bien para el mundo natural y la biología, pero no para el sistema educativo.

Por si a alguien le parece que estas ideas son románticas y no se ajustan a un mundo en el que la competencia de los más fuertes es lo que prima, les informo también que hay una multitud de investigaciones, no solamente desde la psicología o la educación sino también desde la economía (a la que muchos le hacen más caso por considerarla una disciplina dura), que nos informan que los programas que hacen tracking simplemente no sirven porque, entre otras cosas, incrementan las brechas entre pobres y ricos y aumentan la inequidad facilitando el éxito académico de algunos estudiantes a la vez que condenan a otros al fracaso educativo.

Como empecé señalando que la gente decide cosas desde el más puro sentido común, sin leer absolutamente nada y sin discutir públicamente los supuestos y las implicancias de sus decisiones, dejo algunas referencias que pueden resultar interesantes para los que deseen informarse más (aunque hay muchas otras disponibles en la literatura especializada):

Ansalone, G. (2003). Poverty, tracking, and the social construction of failure: International perspectives on tracking. Journal of Children & Poverty, 9(1), 3–20

Hanushek E. A. y Wößmann, L. (2006). Does educational tracking affect performance and inequality? Differences- in- differences evidence across countries. The Economic Journal, 116 (March), 63–76

Brunello, G. y Checchi, D. (2007) Does school tracking affect equality of opportunity? New international evidence. Economic Policy, October, 781–861

Actualización 1:
Por un post de Daniel Salas en el GCC, que a su vez comentó un post del blog de Rodolfo Ibarra, tomo nota de esta denuncia. A eso me refiero cuando hablo de lo inhumano de nuestro sistema educativo…

Actualización 2:
En el punto.edu del 19 de Octubre ha salido un amplio reportaje sobre el tema. Puede accederse aquí. Hay dos psicólogos que opinan, pero discrepo totalmente con ellos.

Actualización 3:
Se han iniciado las inscripciones para el colegio mayor. De manera poco crítica, algunos centros educativos están cumpliendo con el requisito de seleccionar estudiantes (¿en base a qué? vaya uno a saber) para enviarlos como candidatos. A estos chicos se les hará luego una evaluación; las noticias indican que se usará una prueba de suficiencia, comprensión lectora y razonamiento lógico matemático. Las áreas típicas de siempre…. ¿no que se trataba de identificar el talento? ¿No saben las autoridades que el talento es mucho más que la lectura y la matemática, y que se expresa en múltiples y diversas áreas del conocimiento? (¿y el talento científico o el musical, por decir algo?)… Lo peor: el colegio va a funcionar, “temporalmente”, en Huampani!!!! Da vergüenza ajena tanta improvisación. Vean la noticia aquí

Actualización 4:
Ya empezamos mal. Ver esta noticia de Marzo 2010

Actualización 5:
Siguen las críticas al colegio mayor. Ver aquí

Actualización 6
Y en el ingreso a la UNI los resultados fueron bajos. Ver aquí.

Actualización 7:
Nueva ministra evaluará el colegio, aquí.

Actualización 8:
Un comentario mio sobre el tema en el boletín de TAREA, aquí.

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Comentarios

  1. julios escribió:

    Interesantísimo el curso que llevaste, recién comprendo en algo la relación de la teoría y sus aplicaciones. Sobre el tema, acá la evaluación a una propuesta similar en USA: http://prealblog.blogspot.c
    saludos

  2. Sergio escribió:

    Siempre todo cambio de enfoque en los procesos y metodologías en general va a generar resistencia, Esta ocasión de centralizar a un grupo selecto de estudiantes en el país designados por cuotas regionales, no iba a ser la excepción.
    Siempre habrá PROS y CONTRAS, eso parte de todo proceso. Pero hay que resaltar que más alla de aspectos psicologicos y educativos el fin es que la competencia individual y en niveles iguales, y mejor aún a temprana edad siempre generara mayor desarrollo economico y tecnologico en la sociedad.

  3. sfrisan Autor escribió:

    Sergio, no se trata de un "cambio" de enfoque, sino más bien de la reafirmación de los enfoques educativos más viejos, obsoletos y tradicionales, ahora con una nueva forma de hacer las cosas. Además, el tracking es algo que se ha probado desde hace mucho tiempo en diversos países del mundo, y hay estudios que comprueban su ineficiencia. Debo decir que discrepo con tu planteamiento de fondo, la competencia individual no es un fin en si misma ni genera "desarrollo" tal como yo lo entiendo. Creo que tienes una visión del desarrollo muy unilateral, centrada solamente en lo económico y precisamente es esa visión reducida la que lleva a dificultades sociales profundas, como lo ocurrido el 5 de Junio en Bagua por ejemplo. Hay que revisar los presupuestos en los que uno se basa con mucha mayor profundidad antes de plantear ideas para la educación, justamente de eso se trata este artículo. Estas no se pueden basar en el sentido común, en lo que uno cree, o en lo que a uno le parece.

  4. María Luisa escribió:

    Estimada Susana, me parece muy buena tu opinión al respecto, esto es una reflexión que nos debe llevar a la importancia de contar con políticas públicas sociales acordes con nuestra realidad, sostenidas y sustentables y que obedezcan a las necesidades concretas de la sociedad.
    Esto parte por recoger y confrontar desde las bases las propuestas y no tomar las decisiones desde el lado emotivo del discurso o el estado de ánimo de quienes nos gobiernan

  5. Álvaro Felipe escribió:

    Muy claro y objetivo. Te diré que las ideas que planteas las tenía en la mente pero de forma muy abstracta, amorfa casi. Tu exposición me ayuda a comprender muchos aspectos que intuía pero no lograba definir.

    Y definitivamente, el colegio mayor es populismo, no una mejora de la educación.

  6. Ernesto escribió:

    Me temo que discrepo, salvo en el punto de que la creación de este CM no debe implicar la renuncia del Estado a sus responsabilidades de dar educación a todos.

    Creo que es buena la idea de generar una meritocracia sin distinción de origen social, y esta diversidad del alumnado del CM me parece que sera de gran ayuda para lograrlo.

    Creo que el talento se desperdicia, y que es bueno canalizarlo, y de ser posible que esto no se quede en un experimento "limeño" sino que permita generar unos cuantos mas en las regiones del Peru, facilitando intercambios entre las sedes, a fin de brindar un mayor conocimiento de la realidad nacional.

    Y no, no la considero idea perversa, tan solo parcial.

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