He dicho algunas de las cosas que pienso sobre el plagio y los bajos niveles de muchos cursos de formación continua o de segunda especialización aquí, y aquí y aquí.
Si toco nuevamente este tema es porque ayer oí en el programa No hay Derecho, de radio San Borja, que varios funcionarios del Instituto de Medicina Legal (si no escuché mal, del laboratorio forense especializado de Ayacucho) que estudiaban becados una maestría en la PUCP, habían plagiado. Y esto me trajo a la memoria que en un diplomado en el que dicté recientemente y cuyos alumnos eran todos gente adulta ya profesional, también tuve tres casos de plagio.
Este tema es preocupante. Por un lado, refleja los paupérrimos niveles de muchos de estos diplomas y cursos (ya escribí bastante de esto y no vale la pena repetirlo, me ratifico en lo dicho en los otros posts), pero por otro, indica también el profundo desprecio por el conocimiento y por las prácticas académicas honestas que tienen algunas personas.
Este punto es complejo, pues es un indicador de la baja calidad de la experiencia escolar y universitaria de mucha gente, la que no los prepara en absoluto para enfrentar la vida académica con un mínimo de decencia ni para sentirse avergonzados de plagiar y utilizar en el camino otras malas artes. Se que hay casos en los que variables culturales hacen que las personas tengan dificultades para interiorizar el lenguaje académico y adquirir sus prácticas (aceptando que se trata de un estilo de conocimiento entre otros posibles y que existen relaciones de poder al interior de él), pero no creo que esa sea la explicación en este caso. Para mis alumnos por lo menos (y asumo que para los señores de Ayacucho también), era clarísimo que bajarse un trabajo entero de internet y presentarlo como propio es una práctica inaceptable, y sin embargo he tenido dos casos de este tipo en el diplomado que dicté, lo cual hace que el problema sea, para mí, doblemente preocupante: además de los evidentes elementos éticos… ¿cómo creen estas personas que yo no me daría cuenta? El caso no es solo moral, sino también intelectual. Pensar que un trabajo de internet puede pasar como propio no es solo ser deshonesto sino también y quizá en mayor grado, tremendamente tonto.
Creo que a la universidad le falta ajustar aquí. En pregrado las cosas están bastante más claras pero en los diplomados y cursos de especialización veo con preocupación que el tema del plagio es un poco tierra de nadie. Si a esto le añadimos que muchos profesores no quieren quedar como “los malos de la película” y no toman en serio estos casos ni los reportan, no veo por donde se puede iniciar un camino de solución.
Nota:
Imagen tomada de aquí
Susana:
En la base del plagio se encuentra la "cultura del menor esfuerzo" que campea en nuestra sociedad.
Los alumnos plagian porque no quieren darse el trabajo de seleccionar, organizar y procesar la información. Los profesores dejan pasar el plagio porque no quieren esforzarse por leer detenidamente los 5 ó 10 trabajos que presentan los alumnos (ojo, que para eso les pagan) y menos el trabajo de tener que redactar un reporte.
Eso se llama "pereza" y es, esencialmente, un problema de moral. Y ya vemos cómo la pereza y la ley del mínimo esfuerzo lleva, finalmente, al delito.
El docente que permite el plagio no solo está permitiendo el delito, lo alienta y es, finalmente, cómplice. La sociedad no puede ser una selva, donde predomina el que pisa más fuerte. Hay reglas y valores que todos debemos practicar para garantizar una vida armónica en sociedad.
Saludos.
Elena Saona
Elena, es cierto. A veces hay un poco de flojera de ambas partes, lo que es una pena. Yo he escuchado a colegas defender que alguien que copió literalmente 8 páginas o más no ha plagiado sino que "ha citado mal", lo que nos puede pasar a todos. La verdad es que no todos los profesores manejamos los mismos criterios respecto a este problema que es endémico en la universidad.
Hola Susana yo agregaría que en la mayoría de los diplomados y cursos de especialización el sistema de evaluación utilizado está muy mal planteado, dando demasiado peso (usualmente más del 50%) a la presentación de un trabajo escrito sobre un cualquier tema relacionado con el contenido del curso. Este sistema de evaluación obviamente es erróneo ya que no permite realmente verificar si el estudiante ha cumplido con los objetivos del curso y además facilita más el plagio (aunque no lo justifica) que cualquier otro tipo de evaluaciones como resolución de casos o presentación de trabajos prácticos, que no se encuentran en Internet.
Hola:
Este no es un problema, es un lacra social arraigado en distintos ámbitos de la cultura.
El problema no es solo institucional sino familiar, es un mal que nace desde la misma familia; ejemplos como permitir que tu padre o algun hermano te haga el trabajo es un caso, y en la universidad esta el hecho de no reconocer en ella un problema endémico.
¿Soluciones? Dar mayor valor al trabajo original. ¿De que forma? Buscando el esfuerzo de los integrantes -los trabajos se hacen en grupos, generalmente-.
Estoy seguro que las ídeas originales y las buenas prácticas saldran ha relucir en las mentes persistentes y que conocen en ello un problema que no hay que rechazarlo, sino afrontarlo.
Hasta otra oprtunidad.
Hola Carola. Coincido contigo. En mi curso de diplomado los organizadores pusieron 40% de peso a asistencia y participación, lo que ha generado un problema pues muchos que no han presentado trabajos o estos son muy malos podrían eventualmente pasar el curso. Creo yo que estas cosas suceden porque quienes organizan estos cursos no tienen ningún criterio psicopedagógico, no conocen de evaluación, etc. etc. Y no se asesoran para ello. Creo que asumen que no se necesita ningún conocimiento específico para hacer este tipo de cosas…. lo que es un error, por supuesto. Creo que aquí se aplica el dicho de que la ignorancia es atrevida.
Hola Susana
Yo veo que suelen pasar varias cosas a la vez…
1. Por un lado los estudiantes siempre encuentran el mecanismo de desconexión moral más apropiado para disminuir su responsabilidad en el asunto del plagio (alguna vez una alumna suspendida me dijo que "así avanza la ciencia, en base a lo que otros hacen, así que yo no veo nada de malo en copiar" y también he tenido uno que dijo que "hay quienes se copian exámenes y a ellos no les dicen nada").
2. Muchos de nuestros estudiantes de pregrado y post grado tienen serias dificultades para articular un discurso propio… en parte porque no alcanzan niveles de comprensión suficiente para crearlo. Cosas tan simples como hacer un plan de redacción, armar un esquema de lo que se va a escribir o recuperar información citando las fuentes resultan en tareas "imposibles" y por eso prefieren copiar algo que otro ya hizo.
3. Algunos trabajos propuestos no animan a la creación individual o a generar un producto nuevo… creo que hay casos en los que aunque tengamos que leer más, o demorarnos más en devolver cosas revisadas, deberíamos pensar en proponer tareas que exijan un proceso de creación que podamos acompañar.
Estimada Susana, tiene que ver mucho el profesor. Te cuento una anécdota super real. Universidad Ricardo Palma, facultad de Ingeniería Industrial, año pasado, primer control de lectura, el ing. Juan Sheput devolvió todas los ensayos con CERO, y nos hizo sentir muy mal a todos. Nunca más te lo juro. Nos dijo que cómo podíamos llegar al 10 ciclo así con plagios. Claro que el ing. Sheput se puede dar ese lujo porque como profesor es extraordinario, pero mi feeling va por el lado de como una universidad que me decepcionaba puede cambiar con un sólo profesor que me enseña dos cursos en el décimo ciclo, cómo me puede incorporar ganas de quedarme en la universidad, te lo juro, de sentir que antes no había aprendido nada. Me exigió como ningún otro profe y me sentía super feliz, recien en el 10 ciclo me sentía universitaria. Tiene que ver muchísimo el profesor. Yo creo que si las universidades apuestan por profesores de gran calidad como el caso de la Richi por Juan Sheput pronto podrán competir con otras universidades como la PUCP o la UPC. Sería bueno que trataras el tema de la calidad de los profesores pues gracias a mi profe sentí que antes había sido estafada. como joven te lo digo, hay muchas universidades que nos estafan. saludos.
Luisa Fernanda, es verdad lo que cuentas. Pero hasta cierto punto. Por supuesto que un buen profesor logra efectos en los estduiantes que un mal profesor no logra, los motiva, los confronta y les genera interés por la materia que enseña. Pero finalmente la responsabilidad siempre es personal, es uno el que decide plagiar o no. A pesar de que la calidad de la enseñanza que ha recibido no haya sido la óptima, nada justifica el plagio. Si el profesor es malo hay que exigirle que mejore o pedirle a la universidad que lo cambie. Jugar con sus reglas y plagiar no debería ser una opción. Gracias por comentar!
Me doy cuenta cada vez más (y coincidiendo un poco con comentarios anteriores), a partir de la gente que conozco y voy conociendo en la universidad, de que a la hora de elaborar un trabajo "personal", el criterio que prima es el de hacer que la información recogida de otros autores se modifique justo lo necesario para que parezcan las ideas de uno mismo. Por un lado, se escapa con las justas de las normas instituídas y de lo que se considera "plagio", y por otro, se logra hacer un trabajo -ensayo, monografía, etc.- sin la necesidad de crear nuevas ideas acerca de los temas requeridos. Lo que a mí me preocupa más, es cómo las asignaciones cuyo fin es promover la investigación y la CREATIVIDAD, terminan siendo, con suerte, un adiestramiento en el arte de maquillar información,
Por cierto, me olvidaba de añadir: Muy buen blog, siempre es agradable leerlo.
ME GUSTARIA EN ALGUN MOMENTO CONVERSAR SOBRE EL TEMA. VEO QUE LA MAYORIA DE COMENTARIOS TIENEN UNA ORIENTACION.
CESAR A. BOCANEGRA
DIRECTOR GENERAL DE TRATAMIENTO
INSTITUTO NACIONAL PENITENCIARIO
Alentador el comentario de Luisa Fernanda. Muy pocos universitarios "encajan" de una forma tan positiva el que los confronten con su realidad. La gran mayoría se siente muy lastimado si les hacen ver que su nivel todavía no es el adecuado para ser considerado "universitario" y otros llegan al descaro cuando, al ser descubiertos en un plagio, piden (y a veces pretenden imponer) que eso no se tome en cuenta, pues fue un "error" y se les debe dar otra oportunidad, y si vuelven a fallar: otra y otra y otra oportunidad…
Este problema a nivel universitario se remonta hasta la Educación Inicial, cuando las profesoras no dicen nada al darse cuenta de que la mamá le hizo la tarea al hijo o hija. O cuando colocan un mejor puntaje al que pegó una lámina y desmerecen un trabajo propio (aunque no esté perfecto).
Con costumbres y hábitos tan arraigados, es difícil hacer entender a los universitarios la justeza del no plagio, del esfuerzo sostenido, de la exigencia para alcanzar un nivel de excelencia. Hay que cambiar la mentalidad desde el inicio de la escolaridad. Y la mentalidad de todos los involucrados: padres, alumnos, profesores, personal jerárquico y medios de comunicación.
Saludos.
Elena Saona
Bueno, quiero comentar también sobre lo que dice Luisa Fernanda. ¿qué pasa cuando la universidad exige a los profesores que no exijan a los alumnos? por el tema de las pensiones. Allí hay un problema. Respecto a lo de Juan Sheput, me parece correcto que jale a todos pero el caso es porqué los alumnos llegan al décimo ciclo plagiando, qué es lo que está mal en el sistema
Bueno, lo primero felicitar por la realidad de decir las cosas tal como son. Creo que concluimos la mayoria que es parte de la formación de nuestros valores y en especial de nuestra cultura innata del facilismo por motivos de nuestra realidad globalizada.
Considero que al leer este blog mas de uno cambiaria su manera de pensar y actuar con respecto al tema.