Para los que piensan que desde la teoría del cuidado se excluyen los procesos cognitivos de la respuesta ética:
One cannot dismiss thinking and reasoning from ethical conduct, and I have made no attempt to do this. It is a matter of emphasis and of origin. When I have recognized the affective “I must,” I must think effectively about what I should do in response to the other. I do not respond out of blind sentiment, but I put my best thinking at the service of the ethical affect. If I exclude cognition, I fall into vapid and pathetic sentimentality; if I exclude affect-or recognize it only as an accompaniment of sorts-I risk falling into self-serving or unfeeling rationalization.
No se puede descartar el pensamiento y el razonamiento de la conducta ética, y no he intentado hacerlo. Es una cuestión de énfasis y de origen. Cuando he reconocido el afectivo “debo”, debo pensar con eficacia sobre lo que debo hacer en respuesta al otro. No respondo por un sentimiento ciego, pero pongo mi mejor pensamiento al servicio del afecto ético. Si excluyo la cognición, caigo en un sentimentalismo insípido y patético; si excluyo el afecto, o lo reconozco solo como una especie de acompañamiento, corro el riesgo de caer en una racionalización egoísta o insensible.
(Caring. A Relational Approach to Ethics and Moral Education. Nel Noddings, 2013).