Recientemente ha circulado la idea, propuesta por una periodista local, de que otros profesionales vayan a las escuelas a dar clases mientras los docentes están en huelga reclamando sus derechos.
Más allá de la actitud de rompehuelgas de esta persona, cuya poco solidaria idea ya fue promovida por Macri en Argentina, quiero simplemente enfatizar -aunque ya se ha hecho hasta el cansancio- que propuestas así muestran una profunda falta de respeto por la profesión docente y mucha ignorancia sobre lo que significa enseñar.
Si se cree que educar es recitar unas cuantas ideas frente a una pizarra o ayudado por un computador, en efecto cualquiera se aprende algo y va a dar clases a una escuela. Pero ese concepto de lo que es enseñar es absolutamente limitado y está muy distante de lo que debe hacer un profesor en el aula. El profesor no tiene que saber solo su asignatura (es decir, tener conocimiento disciplinar) sino también conocer los procesos psicólogos por los cuales el conocimiento de dicha asignatura se construye a cada edad en particular (conocimiento psicopedagógico), además de dominar las estrategias didácticas que son más apropiadas para cada materia (conocimiento didáctico). Ninguno de estos tipos de conocimiento es una cosa sencilla de la que pueda prescindirse (por si no lo saben, hay congresos enteros y publicaciones específicas, libros y journals académicos sobre cada uno de ellos, en este enlace solo una muestra sobre didáctica de la historia, para ejemplificar).
Paralelamente, un profesor debe también conocer de procesos motivacionales y afectivos que se vinculan al aprendizaje, y de los posibles problemas y dificultades que pueden impedir que el estudiante construya (no paporreteé) una noción, y que además pueda luego usarla en contexto competentemente. Además, se tiene que saber evaluar, y de diversas formas, y contextualizar lo que enseña a las características particulares y el contexto cultural de los estudiantes.
Si queremos hacer cualquier mamarracho con la educación, adelante, que vayan todos a las aulas y reciten lo que saben. Pero con esa falta de respeto a la profesión docente y esa osadía basada en no entender lo que significa educar no vamos a llegar muy lejos. Ni aun otros profesionales que trabajamos también en el campo educativo y tenemos capacidades afines, estamos formados para asumir el rol del educador. En el caso de los psicólogos, ni siquiera los educacionales (mucho menos los de otras especialidades) somos educadores ni podemos asumir ese rol, ya que nos falta por completo la competencia didáctica. Aquí Mari Isabel La Rosa explicó la diferencia entre ser docente y ser psicólogo educacional.
Por supuesto, muchos dirán que la gran mayoría de profesores en el Perú no cumplen con ese perfil, y yo responderé que en efecto no lo cumplen. Pero boicoteando sus luchas nunca vamos a lograr que el Estado asuma con ellos lo que debe asumir, que es mucho más que subirles el sueldo. Y perpetuando la representación social que pone la pedagogía como una cosa fácil que no requiere condiciones ni especialización, tampoco lo lograremos.
Cuáles son tus bases teóricas, en que sustentas tu trabajo.
Interesante reflexión que, por demás, revaloriza la agentividad específica que debe ejercer el educador.
Salta de inmediato la pregunta: ¿Los docentes en ejercicio cuentan con las distinciones que se esperan los hagan diferentes de otros actores?¿Cómo los sistemas educativos latinoamericanos han respondido a esta pregunta?¿Cómo lo asumen los docentes?
La emergencia o avance de alternativas educativas en donde intervienen más activamente los padres de familia, otros agentes sociales, las apuestas tecnológicas, entre otras parecieran ser síntomas de este tema (es decir “para lo que se ve en las escuelas….”).
Probablemente el sector educativo debiera empoderarse de estas discusiones (y articularlas con otras demandas igualmente válidas).
Efectivamente, nosotros mismos que somos educadores estamos en permanente reflexión sobre pedagogía y didáctica para ejecutar adecuadamente nuestro rol pedagógico. Me pregunto ¿Qué harán ellos si no tienen la mínima idea de lo que significa e implica?
Buenas noches Dra. Susana. Sus comentarios dados son muy interesantes, por cuanto revalora la profesión docente. Por otra parte, por favor, desearía saber su opinión sobre las rúbricas con las que se evaluará a los/as profesores/as. ¿Está bien que la evaluación sea única, sabiendo que nuestra realidad educativa es diversa?
Hay cosas que sí pueden evaluarse de manera general porque son válidas para cualquier contexto educativo. Otras no, son más bien particulares. Hay que ver caso por caso.
Realizando un análisis crítico con respecto al presente artículo, reitero por enésima vez que la supuesta pedagogía aprendida por los docentes en las aulas universitarias por el lapso de cinco años no se aprecia por donde se le mire; una prueba de ello es el escaso nivel educativo de los alumnos egresados de educación primaria y secundaria del país. ¿Donde está la pedagogía si estamos últimos en la prueba pisa? en este blog se defiende lo indefendible, pues la teoría dista mucho de la realidad. La gran mayoría de los docentes del interior del país no dan la talla para que se les llame maestros y el problema está en la formación que se les da en sus facultades, pues éstas están secuestradas por comunistas recalcitrantes que solamente enseñan lo que es lucha de clases y punto ESA ES LA PURA REALIDAD. Y también una vergonzosa realidad es que la mayoría de docentes han realizado especializaciones en universidades privadas de escaso prestigio en las cuales realizaron maestrías a distancia, por no decir que pagaron para obtener el grado. Estos sujetos solo saben hacer huelgas. Por ello Propongo la CÁTEDRA VOLUNTARIA en la educación primaria y secundaria, y que sea dictada por los egresados de universidades públicas que se encuentren dentro del tercio y quinto superior. y de esa manera desembarazarnos de:
– Sutep;
– Conare;
– Patria Roja;
– La Derrama Magisterial;
– Pensión por hijo nacido,
– Huelgas
– Corrupción. y;
– Religión.
Porque los profesores donde vayan solamente llevan ignorancia y religión. Digo ignorancia por que religiosamente hacen formar a los alumnos cuando los colegios son NO MILITARIZADOS y hacen rezar de paporreta todos los días cuando la Constitución indica que somos un ESTADO LAICO, y por último digo ignorancia por que siguen y seguirán premiando EL MEMORISMO.
Por una educación de calidad Apoyemos la Cátedra Voluntaria.
Por supuesto, los profesores deben dominar las técnicas de aprendizaje y ser capaces de motivar a sus alumnos. Pero también, es importante que posean profundos conocimientos de las materias que van a impartir, ya que, si no es así, les será complicado explicar y responder las preguntas de los alumnos. Personalmente, he conocido a algunos profesores de matemáticas (pocos, en realidad) que no comprenden 100% los razonamientos matemáticos que explican, limitándose a proporcionar un método de resolución sin más y, por tanto, sus alumnos tampoco comprenden cómo y por qué se resuelven así los problemas.
Debe haber un equilibrio entre los conocimientos sobre la materia y los pedagógicos.