Resumen de la mesa sobre guiones estructurados

El Martes que pasó tuvimos en la PUCP un conversatorio sobre el tema de los guiones estructurados que algunas personas proponen como alternativa para solucionar los problemas educativos.  En esta noticia de Inglaterra se ve esta idea expresada nada mas y nada menos que por un asesor del Departamento de Educación de ese país: profesores deben seguir un guión. Yo misma la he escuchado de personas en el Perú que, probablemente con buena fe, están convencidas de que lo único que queda hacer para rescatar la educación de la crisis en la que se encuentra es pautear al milímetro lo que los profesores dicen en las aulas.

Bueno, soy contraria a esa postura por una diversidad de razones, algunas de las cuales se discutieron en el conversatorio. Por supuesto, es imposible controlar al 100 % lo que el profesor dice o hace en el aula, y ya plantearlo como posibilidad me parece descabellado. Además, la investigación indica, y esto se señaló en la mesa, que todo aquello que vaya en la línea de construir autonomía en el profesor mejora su práctica, su satisfacción laboral, y es bueno a la larga para el proceso educativo. Lo contrario también es cierto. En ese sentido, los guiones contradicen lo que la investigación educativa demuestra y son perjudiciales tanto para el profesor como para el sistema en sí mismo. Obviamente no estoy en contra de que se preparen materiales de apoyo para los docentes, pero es un escenario diferente preparar guias y ofrecérselas al profesor como un recurso opcional que puede decidir usar si le parece, a imponerles un guión estandarizado que deban seguir en sus clases. Más aun, estas guías y/o materiales deberían ser preparadas por el propio profesor, no por terceros. Hay que recordar que cualquier cosa que sea hecha por terceros e introducida en el sistema educativo con la idea de que el profesor acate y ejecute contribuye a su desprofesionalización. Y encima -no se porqué no lo ven- es una tremenda falta de respeto.

Nota: en la mesa participaron Antonio Ray Bazán (ITESO – México), Alejandro Díaz y María Victoria Perez (Universidad de Concepción, Chile) y Francisco Leal (Universidad de Tarapacá, Chile).

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Comentarios

  1. Francisco Marcone escribió:

    Susana, creo que en el tema debemos tener en cuenta que en el Perú los docentes tiene que dedicar mucho tiempo a la diversificación curricular, cartesles de competencias, carteles de contenidos, programación anual, unidades… Cuando llegan a la sesión de aprendizaje, si es que llegan, ya están cansados. No les queda tiempo para revisar y monitorear los trabajos de los alumnos.
    Otro punto a tener en cuenta es la capacidad de comprensión lectora del magisterio nacional. Los resultados de la evaluación de docentes de enero del 2006 son para preocuparse

  2. elena saona escribió:

    Susana:
    Acertado tu análisis del tema. Evidencias conocimiento de la práctica pedagógica concreta. Efectivamente, los funcionarios del sistema educativo y los medios de comunicación en su gran mayoría satanizan al maestro, por un lado, y lo minusvaloran, por el otro; aunque esto resulte contradictorio y maniqueo para una persona medianamente inteligente. Lo consideran un profesional de "última categoría" y una persona poco dotada intelectualmente. Nada más ajeno de la verdad. Aunque es cierto que sí hay maestros corruptos, que han realizado abuso sexual o bien son consumidores de drogas y alcohol; estos casos no se acercan ni a la tercera parte del magisterio nacional. En algún momento visualicé un informe que se hizo sobre estos casos y se calculó que podría llegar en el peor de los casos al 30% del magisterio. De ser así, sería un porcentaje importante; pero no es motivo para hacer escarnio sistemático y tendencioso del otro 70% conformado por maestros que cumplen de regular hacia excelente con su rol, y que no son reconocidos para nada en una sociedad que se ha dedicado a envilecer a una profesión que, junto con la economía y la ciencia, es uno de los pilares de la continuidad y mejoramiento de la humanidad.
    Quienes hemos trabajado durante años en la escuela pública y privada podemos dejar constancia de la dedicación de la mayoría de educadores (la mística y buen desempeño de las docentes de Educación inicial es ejemplar), su afán de capacitarse constantemente, su creatividad para adaptarse a todas estas reformas de escritorio que les cambian la "plana" cada tres años cuando menos; y su compromiso con sus alumnos a pesar del maltrato económico y social que reciben de todos lados.
    Esto de los guiones es un maltrato más y no solo al maestro, sino también a los estudiantes y padres de familia. Se les está diciendo que lo que merecen no es algo personalizado, que se adecúe a sus necesidades y a las variaciones de contexto, sino algo estandarizado, un producto más de esos que venden en el supermercado, iguales unos a otros. Enfoque nada más lejano de lo que se propugna en otros escenarios: la diversificación, la atención personalizada, etc., etc.
    Como bien señalas, ninguna reforma educativa tendrá resultado si es que se pretende maniatar al principal agente de la labor educativa y quitarle toda la creatividad necesaria para dar respuesta a las necesidades de esos seres humanos diversos y en formación que son sus pequeños alumnos.

  3. Ela escribió:

    Estimada Susana:
    Peor aún pinta este escenario, tal cual lo describes, en contextos universitarios en Lima Metropolitana.Ahí sí adquieren ribetes de contradicción total con el sentido de la enseñanza universitaria.
    Saludos!

  4. sfrisan Autor escribió:

    Así es, buenos comentarios. La idea es dar material de apoyo, no obligar al docente a usarlo y repetirlo como si se tratara de la programación de un robot.

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