Copio un extracto del discurso de apertura del año académico 2013 de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas, que ofrecí el Viernes 5 de Abril en la PUCP. Espero que pronto esté el discurso completo en línea para enlazarlo.
¿Cómo puede ayudarse al niño en su proceso de construcción del conocimiento? Por supuesto, un espacio fundamental para la construcción del conocimiento es el juego, que tiene varias ventajas. La primera, el juego provee un espacio natural para la puesta en movimiento de todos los procesos de pensamiento. En el juego el niño organiza y construye la realidad y, como afirmaba Piaget, de este modo se organiza y se construye a sí mismo. Pondré dos ejemplos: el juego de Lego, y el de cartas de yugioh o de Pokemón. Al jugar con Legos, el niño pone en marcha un sinfín de procesos: clasifica la piezas por colores, por tipo de pieza (en una caja las cabezas, en otra los sombreros, etc.), por temática (en un lado los lego star wars, en otro lado los lego de piratas), por valoración (los buenos y los malos, los que tienen cara sonriente y los que tienen cara triste o cara furiosa, los feos y los más bonitos), por tiempo de adquisición (los que se compró primero y los más recientes…), las ordena en series, las juzga, las valora para cambiarlas (las piezas “bazofia” y las raras y valiosas), las trasforma, comprueba y predice sus causas y sus efectos, coordina puntos de vista, abstrae y construye relaciones, y coopera con otros. Sus sistemas clasificatorios son múltiples y complejos y responden a criterios propios, no se necesita enseñarle teoría de conjuntos ni hacerlo clasificar de manera forzada o arbitraria para que él ponga en marcha estas operaciones… a veces el juego espontáneo hace mucho más por el pensamiento de los niños pequeños que una clase preparada aun con la mejor intención.