No quiero dejar pasar este artículo que leí hace unos días en Diario16 porque lo considero desafortunado pero, lamentablemente, también una muestra de una forma de pensar que es común entre algunos psicólogos. El artículo se llama Evaluaciones de ingreso: la prohibición no es la solución, y se lee aquí.
Como puede verse, esta psicóloga está a favor de que persistan las evaluaciones para el ingreso a los colegios y aduce, en su defensa una serie de argumentos inconsistentes. En primer lugar, dice: “¿Cómo harán ahora los colegios sus procesos de ingreso? Algunos han declarado que usarán filtros basados en sorteos, orden de llegada y hermanos matriculados. Pero esto solo aumentará el nivel de angustia de los padres”.
¿Cómo sabe que eso aumentará el nivel de angustia de los padres? ¿Qué sustenta su afirmación, que no sea el más llano sentido común y sus propios sesgos ideológicos? Por supuesto, hay muy poco de teoría psicológica en lo que dice.
Más preocupante aun, desde mi punto de vista, es ese énfasis en que los niños necesitan “terapias y tratamientos”, y que la evaluación de ingreso permite detectar a aquellos que lo requieren. Para mi, como psicóloga educativa que soy, partir de ese supuesto es una distorsión que no hace sino perjudicar a los niños, quitarles poder a los maestros y pervertir todo el proceso educativo. No es ese el objetivo de una evaluación de ingreso, ni es saludable tener como hipótesis de partida que los niños vienen sí o sí con problemas que hay que detectar a través de pruebas psicológicas. Lo he dicho siempre y lo repito aquí: ese sesgo clínico que busca patología en toda persona le hace mucho daño a la educación y no es pertinente para ella. Por supuesto, si uno busca con lupa algo va a encontrar (“de cerca nadie es normal”, decía Caetano Veloso), pero no absolutamente innecesario y nocivo tener esa aproximación con niños pequeños.
En el fondo, lo que me inquieta más de posiciones como esta es que son el típico discurso que hace girar al niño alrededor de lo que los colegios quieren o decidan y así, es el niño el que no “encaja” en las metas, planes o propuestas de cada colegio, cuando el asunto es al revés: debería ser el colegio el que desarrolle estrategias para llegar a los niños, a cada uno de ellos, con sus características y particularidades. Si alguno “no encaja”, el problema no debe ser del niño sino del colegio, que debe desarrollar creativamente estrategias para incluirlo. Si se tuviera más pensamiento crítico y una visión de la educación no como una mercancía sino como un derecho de los niños, esto que digo resultaría evidente y no tendríamos a psicólogas que escriben artículos tan lamentables como este.
Estimada Susana,
Creo que, aunque bienintencionado, es fácil decir que deb ser el colegio el que se adapte al niño y no al revés. He conversado con algunas profesoras (mi muestra no era representativa, debo precisar) y todas estaban de acuerdo en la necesidad de que existan este tipo de evaluaciones de ingreso. Todas me comentaron que ALGUNAS pruebas en ALGUNOS colegios podían resultar excesivas y en efecto causar estrés a los alumnos, pero, prohibir cualquier tipo de prueba no parece justificado. ¿En todo caso, qué mecanismo de elección planteas cuando la demanda de cupos supere la capacidad de los colegios/nidos?
Por otro lado, leyendo el artículo que criticas, no creo que parta de la premisa de que "los niños vienen sí o sí con problemas". Lo que creo que allí se afirma es que las pruebas sirven para detectar los casos en los que así sea.
Saludos,
Mario
Mario, gracias por comentar. No estoy de acuerdo con las evaluaciones de ese tipo para el ingreso a los colegios. No hay por qué estar detectando patología. Las evaluaciones, desde mi punto de vista, deberían ser para diagnósticas (para conocer mejor al niño y adaptar la curricula a sus características) pero no para seleccionarlo. No hay NINGUNA razón para que un niño no pueda entrar al 1er grado. NINGUNA. Por lo tanto, los criterios deben ser otros, afinidad de los padres con las valoraciones de la escuela, sorteo entre los inscritos, o cualquier otro que no implique dejar fuera a un niño porque aparentemente "tiene un problema". No se trata de que algunos casos aislados sean excesivos en los instrumentos que usan, sino que todo el sistema, la idea misma de evaluar a los niños asi, es perversa.
Susana, ¿y qué piensa de la propuesta del artículo comentado de ¨repensar si los niños deben seguir presentándose a los 3 años, es decir, 2 años antes de lo que hicimos nosotros, para asegurarse un cupo en Kinder, cuando a veces lo recomendable es esperar un año más para que los niños estén emocionalmente preparados¨? La autora parece estar proponiendo MENOS y no MÁS evaluaciones tempranas.
Susana:
Efectivamente, la evaluación previa al ingreso no debería ser para "descartar", sino para establecer un diagnóstico que nos permita que el niño(a) acceda a plenitud a su derecho a la educación. En las escuelas públicas rara vez hay examen de ingreso. Lo usual es que existen prioridades de vacante de acuerdo a la cercanía de los colegios. Por ejemplo, para el secundario A tiene prioridad el primario C que está en la zona y solo después pueden acceder los que vienen de zonas más lejanas. En colegios nacionales grandes usualmente las vacantes son exactas o bien sobran y, en ese caso, se recibe a los alumnos que vienen de zonas lejanas. Además, hay hasta dos o tres colegios secundarios nacionales por distrito, con lo que la demanda generalmente está cubierta.
El problema se genera en los colegios privados, donde la oferta de vacantes es menor a la demanda y se ven obligados a evaluar. Además, hacer el descarte es una muestra de que están "garantizando la calidad" de su servicio, pues "no entra cualquiera", sino "solo los seleccionados".
En resumen, si la calidad de la educación pública fuera mejor el problema de las evaluaciones disminuiría notablemente.
Me parece que hacer evaluaciones psicológica a para escoger a los estudiantes va en contra del derecho a la educación y además es discriminatorio. Pues si detecto un problema en alguien lo correcto sería ayudarlo.
Renato: sigo pensando que no es necesario evaluar de este modo, ni a los 3 ni a los 5. Los niños pueden empezar a asistir desde pequeños siempre y cuando se entienda que la propuesta educativa debe estar basada por completo en el juego. Y sin evaluaciones.
Por lo que plantea el articulo, se entiende que son los niños los que deben adaptarse al perfil del colegio o programa que este utilice; sin embargo, son los programas educativos los que deben adaptarse a las características y necesidades particulares de los niños. La función del colegio es asegurar que todos los niños logren los aprendizajes esperados. Por ello, plantear que el colegio debe "seleccionar" a los estudiantes que encajen en su perfil es un tanto determinista y le quita la responsabilidad que tiene con los padres de familia y la sociedad en general de asegurar el éxito académico de sus estudiantes. No olvidemos tampoco que la educación inclusiva es un derecho, por tanto no cabe pensar que los exámenes de ingreso son una herramienta para sugerir la elección de otro colegio con determinado perfil si es que el niño presenta necesidades especiales. En todo caso, se le debe dar la opción a los padres y son ellos quienes deben tomar la decisión sobre el colegio al que le encargarán la educación de sus hijos.
Buenas tardes, mi nombre es Renato Carhuayo, en este blog una persona ha escrito utilizando mi nombre y un correo electrónico prácticamente igual al mio.
En mi caso no hay otra persona homónima para que pueda tratarse de un caso similar. Este tema me esta causando serios problemas por lo que pediría a la persona que utilizo mi nombre me informe porque utilizo mi nombre, y si la persona que administra este blog tiene alguna información al respecto. Gracias
Los colegios deben de recibir a todos los niños sin discriminación, con habilidades y necesidades ( emocionales y de aprendizaje) y la finalidad del colegio es recibirlos no discriminarlos, aceptar sus diferencias y no olvidar que la finalidad de un colegio es también de recuperarlo dentro de su vida diaria como escolar y sacarlo adelante y no discriminar y eliminarlos, ese es su finalidad y NO LA DE ESCOGER SINO DE ENSEÑARLES y si están en malos pasos de RECUPERARLOS.
En lugar de evaluar a los niños su ingreso mejor evalúen constantemente a los profesores.