Los que me conocen saben que soy contraria a la idea, muy difundida últimamente, de que las neurociencias son la solución y la panacea para la educación. Lo he dicho varias veces pero no tengo éxito, pues la gente cree que lo digo porque no conozco el área o porque no es mi línea de investigación y por eso “le tengo envidia” y no quiero que progrese. Son tonterías, pero la gente las piensa.
Mi postura sobre el tema se resume en lo que puse aquí. Es la psicología la que puede aportar a la educación, no son las neurociencias.
Como a mí no me hacen mucho caso con esto, qué mejor manera de empezar el año que enlazando un artículo que dice lo mismo pero es de dos reconocidos científicos que sí trabajan en el campo de las neurociencias. Quizá el principio de autoridad funcione…
Puede leerse aquí.