Irritaciones, quejas y cuestionamiento de fin de semestre

jalandose los pelos

Aunque me gusta enseñar y es una actividad que generalmente disfruto, este semestre ha sido uno de los más difíciles y menos motivadores para mi. Reconozco que he estado a veces de pésimo humor, irritada por el comportamiento de muchos estudiantes. Creo que nunca antes, en todo el tiempo que llevo como profesora, he visto comportamientos tan inadecuados todos juntos en un mismo grupo y un mismo semestre. Y una cosa refuerza la otra: mi malestar me hace más sensible a ciertas conductas de los estudiantes y por eso las percibo con mayor nitidez cada que ocurren, lo que no hace sino aumentar mi malestar en un círculo vicioso que parece no acabar nunca.

En primer lugar están los que fuman cuando y donde les da la gana, a pesar de la ley que prohibe hacerlo dentro de la universidad. Ya he expuesto aquí, aquí y aquí lo que pienso sobre el tema así que no voy a repetirlo. Solo me queda decir que considero este comportamiento una muestra de escaso autocontrol personal (además de una falta de respeto) que futuros psicólogos deberían preocuparse en superar, y que aunque ya no espero control de pares (es mucho pedir los estudiantes que no fuman ejerzan presión sobre los que sí lo hacen), sí me parece lamentable no encontrar apoyo en muchos colegas para hacer los señalamientos del caso a los alumnos cuando los ven fumando (parece que nadie quiere ser visto como “malo”…).

En segundo lugar están aquellos que no cumplen sus tareas, que no leen para los cursos, que no pueden articular una respuesta decente a las preguntas que hago, que están viendo sus correos en sus laptops mientras yo hablo, que entran y salen del aula todo el tiempo o que simplemente se duermen en clase. De estos hay muchos, lamentablemente, y cada vez los tolero menos. Con alumnos así, que muestran tan abiertamente su desinterés, yo me desmotivo y aburro.

También están los que faltan a clases sin razón alguna, o los que teniendo alguna explicación no tienen la delicadeza o la responsabilidad de avisar al profesor o al menos excusarse luego. Simplemente desaparecen por semanas enteras o están fuera del aula conversando durante las clases sin entrar a ellas, no asumen responsabilidad alguna con el curso y luego pretenden que el profesor les de tareas adicionales o les tome una nueva evaluación. La verdad, me parece el colmo.

Otro grupo lo constituyen los que no responden a los compromisos asumidos en clases, llegan tarde a las mismas constantemente o no se presentan el día en que son ellos los encargados de hacer la exposición. Aunque parezca impensable, he tenido -al igual que otros colegas- varias experiencias con alumnos que el día en que deben exponer una lectura en base a la cual se desarrollarán toda las actividades siguientes de la clase simplemente no vienen, ya sea porque no terminaron su trabajo y no son capaces de enfrentar al profesor, o porque no les importa en absoluto quedar mal, afectar a sus compañeros o interferir con el normal desenvolvimiento del curso. Y por supuesto, ni se disculpan.

Un grupo final pero no menos molesto lo constituyen los que hacen caso omiso de lo que uno les dice, ya sea apagar el celular en el aula, corregir errores ortográficos en su Powerpoint o entregar sus trabajos en fecha y con cierto orden y limpieza. He recibido más de una vez trabajos borroneados, con tachones, sin referencias, y por supuesto con muchos errores de redacción y ortografía. Algunos alumnos además parecen no tener sentido de lo correcto y oportuno, ni vergüenza por tomar ciertas decisiones: me preguntan por ejemplo si me pueden entregar el trabajo tarde y les digo que no, e igualmente lo entregan tres horas después de lo pactado, como si el acuerdo de clase o la indicación del profesor no tuvieran valor. Y se sorprenden cuando una les llama la atención.

En fin…. no se si estoy siendo muy negativa. Por supuesto, siempre hay estudiantes lúcidos y motivados que salvan el curso y animan al profesor, pero me preocupa que los comportamientos que señalo sean casi endémicos, y que en general, los alumnos tengan poca o ninguna conciencia del problema. ¿Qué tipo de identidad reflejan? ¿que manera de relacionarse con el trabajo académico y en general, con las metas de vida, revelan? ¿qué forma de entender la obligacion, la responsabilidad, el respeto al otro, muestran tales conductas? Como cuerpo docente deberíamos estar mucho más preocupados de lo que estamos, pues los aspectos técnicos de la educación universitaria no servirán de mucho si seguimos formando personas tan irrespetuosas de los otros y tan poco comprometidas con lo que emprenden.

Nota:
Cuando escribía este post recordé que ya había puesto algo parecido aquí, en el 2006. Cuatro año y las cosas no solo no cambian sino que empeoran.

Puntuación: 5.00 / Votos: 4

Comentarios

  1. Patricia escribió:

    Dra. Susana
    Creo que la seleccion de los estudiantes para seguir una carrera profesional es fundamnetal, en especial psicologia, creo que debe considerarse un perfil basico para admitir a los estudiantes , no solamente de conocimientos si no sobre todo de personalidad, de vocacion , de aptitud, la verdad no se como se maneje este tema en las universidades, pero parece que todo se reduce al nivel lucrativo y los resultados son preocupantes, observo colegas que distan verdaderamente de ser profesionales psicologos y asi ejercen. Por otro lado no pierda la motivacion y mucho menos la exigencia con sus alumnos.

  2. Mónica Cassaretto escribió:

    Ay Susana, coincido con mucho de lo que pones. Pero creo que buena parte de lo que ocurre se debe a lo que un amigo querido llama "alumno-cliente"; es decir, el alumno se ve como un cliente, cree que paga con su boleta por un servicio, y cree que por ello los profesores debemos dictar divertido, ser "fáciles", entender sus dificultades, etc. En otras palabras, nosotros debemos motivarlos para el estudio y es un fracaso nuestro si no lo logramos.

    Yo creo que esto se agrava cuando los profesores comienzan a sobrevalorar las encuestas de docentes y/o temen que los alumnos los vean como "malos (osea, "rigidos", osea plantear normas de convivencia, estándares de rendimiento es ser rigido?¿).

    Creo que no asumimos que parte del bajo nivel (que solemnos mencionar) se debe a lo que nosotros mismos hacemos cuando tenemos estándares distintos de claificación, exigencia e incluso discursos contradictorios entre nosotros.

    También es cierto que nuestro plan de estudio sobresatura a los alumnos con muchos temas y horas de dictado y practica, poco espacio reflexivo, diversos niveles de exigencia, poca claridad respecto a las competencias que queremos desarrollar, y alguno que otra "vaca sagrada" que realmente maltrata a los alumnos.

  3. Haydee escribió:

    Estoy de acuerdo contigo totalmente Susana y creo que justamente por este tipo de alumnos que describes es que las famosas encuestas no deberian ser tomadas en cuenta, no solo cuando hablan mal de un profesor sino tambien cuando hablan bien. De ahi que algunos te salgan con el tema de "no quiero ser malo" y no opinan o hacen algo frente a actitudes inadecuadas de los estudiantes;solo piensan en las encuestas. Soluciones? Deberiamos pensar en conjunto como reaccionar ante estas conductas, no pensando en la satisfaccion del cliente sino en la formacion de psicologos.Pero si ya pasaron 4 anhos desde tu ultimo post, pueden pasar 4 mas y seguira siendo lo mismo porque nadie asume responsabilidades. La otra es reflexionar si seguir en la batalla o buscar actividades alternativas a la docencia, aunque parezca radical.

  4. Leo escribió:

    No sé, pero -siendo un poco más extremista- creo que a la universidad va cada vez más gente que no debería ir… (o que no quiere ir)
    ¿Acaso es obligatorio en la vida pasar por la universidad? Parece que para muchos sí lo es, y claro se portan como uno espera de alguien que va "por obligación". Y luego entra la lógica del mercado, la tasa de retorno, el flujo de caja y todos esos conceptos maravillosos que nuestras universidades han hecho suyos 🙂

  5. TANIA escribió:

    Estoy de acuerdo contigo en la mayoria de los aspectos,nuestros alumnos requieren de consejeria individual, orientación que les permitiría tener bien clara sus ideas y el interes al curso que desarrollamos,una vez que realize esto con mis alumnos, logre que tuvieran mas atención y compromiso. Todo ello lo realize fuera del horario del curso,me manifestaron que tenian serias dificultades emocionales, se les oriento en función a ello y mostraron más interes. Susana te admiramos bastante, en relación al cigarro eso no lo perdono, establezco las normas de convivencia claras el primer dia, cariños de tu colega.

  6. sfrisan Autor escribió:

    Coincido con Leo, muchos de mis alumnos parecieran querer hacer otra cosa en lugar de estudiar psicología. Definitivamente, esto último no es su prioridad. Yo no diría que todos tienen problemas emocionales, alguno abrá por supuesto, pero creo más bien que se trata de una actitud generalizada para con la vida, en el sentido más amplio del término, producto de la manera en que han sido educados y socializados. Es, en otras palabras, un asunto de desarrollo, no de patología. La perspectiva de Mónica (el alumno como cliente) da luces sobre una de las aristas de esto,

  7. Humbelino Ticona Tintaya escribió:

    En el nivel secundario sucede lo mismo, incluso los padres lo saben y pareciera que no les importara. Nosotros, los profesores, comunicamos en el cuaderno de control la falta de los/as alumnos/as pero no existe respuesta alguna. Solo al finalizar el año académico vienen a reclamar. Como profesor me pregunto ¿en qué debo mejorar?, ¿será mi responsabilidad el desinterés en el estudio?

  8. sfrisan Autor escribió:

    Humbelino, yo no lo responsabilizaría al 100% pues hay un sinnumero de variables sociales, históricas, económicas etc. que hacen que los alumnos estén desmotivados para ir a la ecuela y/o terminen desertando. Seria injusto culpar solo al profesor por ello. Esto no quiere decir, sin embargo, que los profesores no tengan parte de responsabilidad, o, para decirlo de otro modo, que no podrían hacer las cosas de modo diferente a como las hacen a fin de atraer y retener a los alumnos en la escuela. Yo siempre digo que si lo que se hace en la escuela tuviera más sentido y fuera más atractivo que lo que los chicos tienen fuera (mas atractivo que el internet, que jugar futbol en la calle, que vagar, o incluso mas atractivo que otras actividades que ellos realizan como cuidar sus animalitos por ejemplo -¿hay algo así para cuidar en la escuela?-), ellos irian más a clases. Lo mismo se aplica al trabajo con padres, hay que saber ganárselos y tenerlos de aliados, no de enemigos. Los padres de todos los estratos colaboran cuando se sienten parte… esto hay que saber hacerlo. En fin, no se si respondo a sus interesantes y válidas preguntas con esto que le digo.

  9. Humbelino escribió:

    Dra. Susana
    Sus respuestas son válidas y las consideraré en el presente año. Gracias.
    Por otra parte, ¿Está bien crear una sección con los mejores estudiantes de cada grado? Este proyecto pretende evitar su retiro del colegio ante el desinterés por el estudio de sus compañeros. Para ello adecuaremos la enseñanza-aprendizaje por el nivel de aprovechamiento.

  10. sfrisan Autor escribió:

    Humbelino, yo estoy en desacuerdo con la segmentación de las aulas por rendimiento. Creo que solo trae consecuencias negativas, a todo nivel. Los que estan en las aulas de "bajo rendimiento" lo saben, y eso afecta su autoconcepto y su autoeficacia. Además, el profesor los estimula menos, les da cosas menos complejas, más fáciles, y tiene expectativas mucho más bajas sobre ellos, lo que no hace sino dejarlos en el lugar en el que están, es decir, como estudiantes de bajo rendimiento. No me parece una buena práctica, lo animo a no llevarla a cabo. Para lo único que sirve es para facilitarle la vida al profesor (cosa que no debería ser el objetivo), pero los alumnos se ven tremendamente perjudicados por ella. Algo puse sobre el tema en un artículo acerca del colegio mayor y el tracking: http://blog.pucp.edu.pe/ite

  11. sfrisan Autor escribió:

    Lo que si se puede hace en juntar a los chicos por rendimiento en una determinada tarea, pero luego cada quien vuelve a su clase. Un chico esta en un grupo u otro segun el tema (por ejemplo, los de lectura más avanzada y los principiantes) y su nivel de competencia en él. Así todos varían y no son encasillados en un solo grupo estático (el que está en el grupo de principiantes en lectura puede estar en el de avanzados en matemáticas).

  12. Ela Villa escribió:

    Estimada Susana:
    Coincido plenamente con el comentario de Monica Cassaretto. Gonzalo Gamio tambíen publico en su blog un post esclarecedor sobre las "universidades-empresa" y su postura frente a ello hace como 2 años. Si bien no es la única raíz de todos los males, es también una cuestión generacional, donde todo es "light", sin límites para muchas cosas, y por qué no, energía para ejercer autoridad dentro del aula. Muchos profesores universitarios son temerosos de las famosas encuestas; a propósito de la partida del maestro Luis Jaime Cisneros, se me viene a la cabeza toda esa generación de maestros que con solo una mirada manejaban todo un grupo, tenían subyugados a 100 alumnos, la autoridad venía del saber. Me pregunto ¿alguien se hubiera atrevido a aplicar una encuesta sobre el rendimiento del maestro Cisneros?
    Saludos,

  13. sfrisan Autor escribió:

    Ela, me ha dado mucha pena el fallecimiento del profesor Cisneros. Fue mi maestro en EEGG y lo recuerdo con mucho cariño y respeto. Y no, eso de encuestitas y Power Points como que se ve ridículo frente a la calidad de personas como él.

  14. pati escribió:

    se lamenta que una educaciòn de primer nivel llegue apenas a quien la puede pagar y no la merece con actitudes tan deplorables.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *