75 % de interacciones para controlar el comportamiento

Fernando Becker me comentó que una investigación realizada en la escuela pública brasilera había demostrado que más o menos el 75% de las interacciones de los profesores en clases con los niños apuntaba a controlar la disciplina. Casi 15 años después, y siendo la autora de ese estudio jurado en una sustentación de tesis, se dió con la sorpresa de que la nueva tesis encontraba un dato similar: el 75 % por ciento de las interacciones de los profesores en el aula no apuntaba a estimular al niño intelectual o afectivamente, sino a controlar su comportamiento. Es decir, en más de 14 años, nada había cambiado.

En este blog he tocado el tema de la disciplina escolar, por ejemplo, en este post. La pregunta que me hago es: ¿qué encontraríamos si se hiciera un estudio similar al brasilero en nuestro medio?

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Comentarios

  1. Daniel Salas escribió:

    Hola, Susana: Creo que los profesores tienen (aunque ahora debo decir “tenemos”) una obsesión con la disciplina. Una buena clase es aquella en la que los chicos están callados, limpios, uniformados y en la que todos ellos responden obedientemente a las órdenes del maestro. Es, a fin de cuentas, un modelo militar en el que la disciplina agota toda la enseñanza. Tal vez se debe a una inclinación instintiva hacia el control. Creo que tenemos la tendencia a perder de vista la función del poder y convertirlo en un fin en sí mismo. Confieso que a veces ganas no me falta de cambiarles el peinado a varios de mis estudiantes. Pero eso ¿qué diablos tendría que ver con su educación? Tendría que ver con mis deseos de que ellos se adapten a mis gustos, no que ellos aprendan a construir sus propios proyectos de vida.
    El problema que encuentro es que la otra actitud requiere mucho más esfuerzo. Hay que tener mucha generosidad para enfocarse en la formación de la persona, ya que ello significa reconocer que el objetivo no puede ser nunca que mis estudiantes se conviertan en lo que yo quiero que sean. Mi impresión es que muchos maestros conciben su tarea en términos “reproductivos” o “reproductivo-industriales”, como si hubiera un “modelo del producto final” al cual los estudiantes tienen que ajustarse. Y todo lo que se sale de ese modelo simplemente los desconcierta.

  2. Fernando Bolaños escribió:

    Hola, Susana: interesante que no haya cambios, con lo cual se confirma que la cultura de la escuela es más persistente de lo que uno cree, a pesar de los cambios en el currículo y en los modelos pedagógicos. Lo que Abraham Magendzo llamó "el fantasma del orden" es algo que obsesiona a los maestros, y en nombre del orden se hace mucho daño, se emplea un tiempo extraordinario en lograr algo que cada vez más resulta imposible: que los estudiantes estén "tranquilos" y "ordenados". Qué diferencia con las escuelas activas en la que los niños y niñas aprenden a su ritmo, hablando, moviéndose de un lado a otros, conversando en parejas, en grupos!!!. Otro enfoque, otros resultados…

  3. Katherine Velásquez escribió:

    Muy probablemente nos encontraríamos con resultados similares. La pregunta sería, porqué los docentes consideran tan importante el control de la disciplina en el aula de clase, a tal punto de descuidar el fomento de otro tipo de interacciones. Acá en Chile, por ejemplo, existe un sobre diagnóstico de TDHA y muchos profesores a los que me ha tocado entrevistar por el trabajo, mencionan que recomiendan a los padres enviar a sus hijos al médico porque creen que tienen Hiperactividad. Cuándo les pregunto porqué consideran que los y las niñas padecen de esto, responden a que se mueven mucho en la sala o conversan constantemente. Se torna urgente ver la forma de cambiar estas concepciones ya que se podría estar afectando la salud de muchos estudiantes. Quizá no hay una adecuada reflexión acerca de las consecuencias y la importancia de la opinión del docente en la subjetividad de sus alumnos. Lo cual me hace pensar en la ética de la profesión docente.

  4. sfrisan Autor escribió:

    Gracias a los tres. El problema del control del comportamiento del otro es terrible. Lamentablemente, esa tendencia está muy difundida entre los docentes, y hay mucha inconsciencia al respecto en ellos, por lo que ni siquiera se ve como un problema al que deba prestársele atención. Hasta que no se tome conciencia de ello, la cultura escolar no va a cambiar.

  5. orlando tipismana neyra escribió:

    En efecto, la dinámica del conocimiento sobre cambios en las modalidades de enseñanza-aprendizaje, han sufrido transformaciones en todo tipo de cultura. El problema es que tenemos en nuestro país, una cultura de transición sobre lo que implica calidad, innovación, creatividad. Y, quizás requiera más tiempo en la sensibilización de los actores educativos, para pasar a la siguiente etapa.

    Saludos cordiales
    Orlando Tipismana Neyra
    Lima – Perú

  6. Jenny escribió:

    Tendrias en toodo caso definir que tipo de comportamiento se logra controlar en el aula , es decir, en la interacción? Porque l proceso de enseñanza-aprendizaje no es lineal.

  7. orlando tipismana neyra escribió:

    Estimada Jenny, solo intentaba establecer que las razones por la que se mantiene esta tendencia en los docentes -hacia el control-, más que a la creatividad, innovación en el proceso de enseñar y/o en el proceso de aprendizaje, se debe a que los actores, posiblemente requieren de aplicar con más regularidad las estrategias actuales en la educación, según el nivel en que se encuentre.
    Saludos Cordiales
    Orlando T.

  8. Patricia escribió:

    Bueno creo que se confunde disciplina con obediencia. Más que todo, como profesora pienso que la disciplina no es tener alumnos mudos y quietos. Sino tener un clima en el cual se pueda aprender por lo que se debe permitir a los alumnosque que hablen, conversen pero no cuando otros lo hacen o que griten en el aula. Permitir que se muevan de un lugar a otro, pero no corriendo ni fastidiando al compañero o compañera, etc.
    Creo también por la presión de los padres o de las mismas instituciones es que estamos en una educación permisiva, en la cual todo le permitimos al alumno (que grite, que falte el respeto,que se burle de los demás) lo cual genera indisciplina en el aula. Los que son maestros saben bien, que la indisciplina genera desorden, ruido y estres, lo que no permite el aprendizaje ni del alumno ni de los demás.

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