Allí dice PEC…

Muchos profesores y psicólogos tienen sus dudas acerca de qué tanto puede un niño ayudar a otro en el aprendizaje. El concepto de Zona de Desarrollo Próximo de Vygostky, se les hace difuso. ¿Cuáles son los límites del trabajo colaborativo entre pares?, se preguntan. ¿Puedo confiar en que realmente los niños aprenderán las cosas bien si los pongo a trabajar en parejas?

Estas preguntas, que son comprensibles desde cierto punto de vista, parten de la idea de que la ayuda de pares es algo que ocurre, por así decirlo, de manera “artificial”, es decir, solamente cuando el profesor arma grupos de trabajo o coloca a los estudiantes en parejas. Pero esto no es cierto; la ayuda de pares y el aprendizaje a partir de dicha ayuda ocurre todo el tiempo, de manera espontánea, muchas veces incluso sin que el profesor se haya dado cuenta.

carta

Fíjense por ejemplo en los intercambios de cartas y tarjetas que están tan de moda ahora entre los niños. Cuando estos intercambios ocurren, son los pares los que “aconsejan” al amigo sobre los criterios que debe usar para intercambiar: “no le des esa, vas a perder” “¿No te das cuenta que 3,000 es más que 2,500?”, corrigiendo de ese modo su percepción del valor. Hay aprendizajes espontáneos en esa interacción.

PEZ

Rebeca Mejía contó una experiencia durante su presentación en el Seminario sobre aprendizaje, cultura y desarrollo de hace unas semanas. Durante la observación a un grupo de niños que aprendían a escribir en un salón de clases de la ciudad de México, vió a dos de ellos que tuvieron la interacción siguiente:

• Has escrito mal… Allí dice PEC, no PEZ
• ¿Por qué? Dice PEZ
• No, has escrito la C… dice PEC
• Ah….
• Se escribe con Z
• Ah… ¿y eso como es?
• Así, como la mía, mira… (el niño le dibuja la letra Z, el otro corrige su palabra).

¿Alguien diría que no hubo aprendizaje? Y completamente espontáneo, sin que el profesor haya siquiera prestado atención a los niños. Si el colegio dejara interactuar y conversar a los niños entre sí de manera más libre, sin sospechar todo el tiempo de esas conversaciones, muchas más interacciones como estas tendrían lugar en el aula.

Nota: Imagen del pez obtenida de aquí

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Comentarios

  1. Ela Villa escribió:

    Estimada Susana: Como siempre, tus comentarios son de lo mas interesantes. En este punto, creo ademas que los aprendizajes se refuerzan en el niño que muestra, que enseña. Por eso creo que los hermanos menores, en muchos casos, son mas avispados y saben "antes de tiempo" muchos temas. Y la experiencia que expones, creo que mas de un profesor de aula ha sido testigo de una conversacion similar.
    Saludos,
    Ela

  2. Víctor Hugo escribió:

    Buenas, así es, la oportunidad que tienen los estudiantes para interaccionar no la cre el docente, se produce de manera espontanea. Basta escuchar en la hora de recreo como unos aconsejan a otros en la forma como enfrentar problemas tanto en la escuale como en la casa (algunas de estas orientaciones son buenas, otras no). En la adolescencia esta interacción se incrementa, no podemos interferir en los temas que conversan, pero para prevenir, desde pequeños deberán formar la voluntad para poder decir NO, y esto pasa por el que sepan evaluar que es bueno y malo para ellos.

  3. Marco Antonio escribió:

    Srta. Susana. Comentando sobre el tema y tomando el ejemplo de pez estoy seguro que para el niño que recibió la corrección de su compañero, el aprendizaje fue significativo; sin embargo, si le hubiese corregido su profesor el resultado sería menos halagador. Ello nos lleva a reflexionar acerca de nuestras estrategias empleadas y lo más importante cómo cultivamos la relación maestro-estudiante…

  4. sfrisan Autor escribió:

    Gracias por los comentarios. En efecto, las interacciones infantiles son una fuente inagotable de aprendizaje.

  5. Jen escribió:

    Recien estoy estudiando educación y todavía no había escuchado de la "Zona de Desarrollo Próximo de Vygostky" ¡pero que interesante!
    En clases hay tres personas de 6 años que fácilmente pueden ayudar a sus compañeros y son muy asertivos. Al comienzo una de ellos era muy tímida pero poco a poco salio su naturaleza asertiva. Muchas veces les pido su ayuda con otros compañeros y forman grupos gustosos y trabajan y en un momento los veo y me doy cuenta que ya nadie me llama ni a mí ni a la profesora. Sólo los observo cuidadosamente y veo lo bien que se explayan. Es realmente genial.

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