Complejidad – simplicidad cognitiva y fundamentalismo

Angel TEC Monterrey

Maalouf (2001) llama “identidades que matan” a aquellas identidades tan fuertes que para subsistir necesitan anular al otro y negarle sus derechos fundamentales. en efecto, el desarrollo de identidades fuertes entraña el riesgo de producir fundamentalismo, entendido este como la creencia en una verdad absoluta (religiosa o de otra índole) a la que se le atribuye autoridad única y/o máxima, la cual se asume debería imponerse siempre, aun por encima de los principios de las sociedades democráticas.

Desde un punto de vista psicológico, el fundamentalismo y el autoritarismo han sido ampliamente estudiados, lo que puede verse tanto en autores clásicos como Teodoro Adorno (1965) como en investigaciones más recientes sobre el tema (por ejemplo, Lehmiller y Schmitt, 2007; Rogers, Loewenthal, Lewis, Amlôt, Cinnirella y Ansari, 2007; Shaffer y Hastings, 2007).

Ya Adorno (1965) describía a las personas autoritarias como de pensamiento rígido y “blanco y negro”, deseosas de obedecer siempre a la autoridad y seguidoras de jerarquías, lo que estaría haciendo alusión a un particular estilo cognitivo. Una definición clásica de estilo cognitivo lo entiende como la variación individual de los modos de percibir, recordar y pensar, o como formas distintas de aprender, almacenar, transformar y emplear la información (Kogan, 1970). Un estilo cognitivo supone un conjunto de modos relativamente consistentes de funcionamiento que la persona muestra en su actividad perceptiva o intelectual, y se refiere a la manera típica en la que un individuo interpreta la realidad, y deriva significados de las experiencias. El estilo complejidad cognoscitiva (versus simplicidad) hace referencia a las diferencias individuales en la tendencia a construir el mundo, particularmente el de la conducta social, en forma multidimensional y discriminatoria, es decir, a la capacidad que tienen las personas de representarse el mundo de manera pluridimensional.

Usualmente, en el continuo de simplicidad-complejidad los individuos que se ubican en el extremo de simplicidad tienden a ser más rígidos y a considerar solamente una dimensión en su evaluación e interpretación de los eventos sociales. Estas personas también toman decisiones en base a sólo unos pocos items sobresalientes de información, y muestran la tendencia a extraer conclusiones rapidamente. Los sujetos que se encuentran al otro extremo del continuo, por el contrario, tienden a interpretar las situaciones en términos multidimensionales, y a integrar una variedad de evidencias antes de tomar una decisión (Tetlock, Bernzweig & Gallant, 1985). Ortega & Weinstein (1988) afirman que las personas cognitivamente simples se caracterizan por tener la tendencia a percibir la ambigüedad como amenazadora, ser poco perceptivos de las diferencias sutiles entre estímulos y sub-utilizar la información disponible durante una toma de decisión. Los individuos cognitivamente simples presentan un pensamiento categórico “blanco/negro”, sujeción del comportamiento a condiciones externas y una minimización de los conflictos. Suelen centrarse en una sola idea o argumento, no identifican alternativas, y tienen la tendencia a restar y repetir información. Por otro lado, los individuos complejos sistematizan la información mediante redes causales; pueden generar estructuras teóricas para organizar los eventos; utilizan metáforas, paralelos y analogías para entender una situación; hacen generalizaciones y transferencias, esbozan múltiples conexiones y pueden precedir consecuencias (Schoder et. al. 1961; Mc Daniel & Lawrence, 1991).

La relación entre la complejidad cognoscitiva y el autoritarismo y fundamentalismo ha sido ampliamente estudiada. Si bien en general se considera que los fundamentalistas exhiben menor grado de complejidad cognitiva que la población en general, existen algunos estudios que han encontrado que personas con ideologías fundamentalistas razonan de manera compleja y sofisticada (Van Hiel y Mervielde, 2003; Heiser, 2005), aunque en general la literatura apoya la idea de que los fundamentalismos expresan una visión empobrecida y “blanco y negro” del mundo. Tetlock (1983, 1984, 1986, 1993; Tetlock et al., 1984) realizó diversos estudios acerca de la relación entre la ideología política y la complejidad cognitiva. Aunque Tetlock asumía que los extremistas tanto de izquierda como de derecha eran cognitivamente rígidos y dogmáticos, en algunos estudios esta hipótesis no fue confirmada pues se encontró que solo los fundamentalistas de derecha se caracterizaban por bajos niveles e complejidad cognitiva (Tetlock, 1983), mientras que en otros casos se encontró sustento para la hipótesis inicial acerca de la baja complejidad cognitiva de los fundamentalistas de izquierda y derecha (Tetlock, 1984; Tetlock et al., 1984).

Referencias

Adorno, T. W. (1965). La personalidad autoritaria. Estudios sobre el prejuicio. Buenos Aires: Proyección.

Heiser, D. (2005). A study of fundamentalism and cognitive complexity among undergraduate students at a fundamentalist college. Dissertation Abstracts International: Section B: The Sciences and Engineering, 66(2-B), 1172.

Lehmiller, J. y Schmitt, M. (2007). Group domination and inequality in context: Evidence for the unstable meanings of social dominance and authoritarianism. European Journal of Social Psychology, 37, 704–724

Maalouf, A. (2001). In the name of identity: violence and the need to belong. New York: Arcade

Mc Daniel, E. y Lawrence, C. (1990). Levels of Cognitive Complexity. An Approach to the Measurement of Thinking. New York: Springer-Verlag

Rogers, M.; Loewenthal, K.; Lewis, C.; Amlôt, R.; Cinnirella, Marco y Ansari, H. (2007). The role of religious fundamentalism in terrorist violence: A social psychological analysis. International Review of Psychiatry, Vol. 19, 3, 253-262

Shaffer, B. y Hastings, B. (2007). Authoritarianism and religious identification: Response to threats on religious beliefs. Mental Health, Religion & Culture, 10, 2, 151-158

Tetlock, P. E. (1983). Cognitive style and political ideology. Journal of Personality and Social Psychology, 45, 118–126.

Tetlock, P. E. (1984). Cognitive style and political belief systems in the British House of Commons. Journal of Personality and Social Psychology, 46, 365–375.

Tetlock, P. E. (1986). A value pluralism model of ideological reasoning. Journal of Personality and Social Psychology, 50, 819–827.

Tetlock, P. E. (1988). Monitoring the integrative complexity of American and Soviet policy statements: What can be learned? Journal of Social Issues, 44, 101–131.

Tetlock, P. E. (1993). Cognitive structural analysis of political rhetoric: Methodological and theoretical issues. In S. Iyengar & W. J. McGuire (Eds.). Explorations in political psychology. Durham: Duke University Press.

Tetlock, P. E., Hannum, K. A., & Micheleti, P. M. (1984). Stability and change in the complexity of senatorial debate: Testing the cognitive versus rhetorical style hypothesis. Journal of Personality and Social Psychology, 46, 979–990.

Van Hiel, A. y Mervielde, I. (2003). The Measurement of Cognitive Complexity and Its Relationship With Political Extremism. Political Psychology, 24, 4, 781-801

Puntuación: 3.33 / Votos: 6

Comentarios

  1. CAROLINA ESPINOZA escribió:

    ESTIMADA SUSANA:
    ESTABA LEYENDO TU ARTÍCULO (POR CIERTO ESTOY INTENTANDO LEERLOS TODOS) Y ME PARECIÓ SUMANENTE INTERESANTE ESTOS ESTILOS COMPLEJIDAD Y SIMPLICIDAD COGNITIVA. HE LEÍDO TAMBIÉN QUE HICISTE UN TRABAJO DE INVESTIGACIÓN RELACIONADO A ESTE TEMA Y JUICIO MORAL.
    VIVO EN PROVINCIA PERO ESTOY DESEOSA DE PODER ACCEDER EN UNA DE MIS VISITAS POR "LA CAPITAL" PARA LEER LA PUBLICACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN, SIN EMBARGO ME GUSTARÍA QUE ACCEDIERAS A SUGERIRME UNA REFERENCIA DE DÓNDE ADQUIRIR LA PUBLICACIÓN.
    ASIMISMO COMO MUCHAS PSICÓLOGAS, ME INTERESA SABER SI EXISTE ALGÚN INSTRUMENTO QUE MIDA ESPECIFICAMENTE ESTOS ESTILOS. AGRADECERÉ ME ILUSTRES AL RESPECTO. GRACIAS
    CAROLINA.

  2. marisela rojas zamora escribió:

    Los estilos cognitivos abarcan una extensa lista de categorías y análisis, en este caso las categorías de simple y complejo, de influencia desde el piagetianismo, resultan sugerentes e interesantes. Gracias.

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