Muchas personas, especialmente padres y docentes, están en búsqueda de estrategias concretas que ayuden a fomentar el desarrollo moral en los niños.
La verdad, pienso que las estrategias por sí mismas no tienen mayor valor si no se tiene una postura teórica y epistemológica que permita generarlas y/o adecuar las que ya se tienen a las necesidades de cada caso en particular, y creo que no es tan difícil como se piensa si las personas están familiarizadas con lo que la psicología y la educación morales dicen al respecto. Pero incluso el sentido común sirve de mucho, y el propio desarrollo moral es el aliado más valioso en la tarea educativa. Mucho más que estrategias para realizar en el aula en una hora de clase (lo que siempre será limitado y artificial) lo que se necesita es modificar el tipo de interacción diaria que se tiene con los niños, de modo que esta se vuelva estimulante y nutritiva para la toma de roles, la empatía y la capacidad de razonar.
La experiencia me ha enseñado que un ambiente cargado de señales es estimulante y necesario para el desarrollo moral de los niños. Al igual que en la lectura, en la que los niños inmersos en un ambiente letrado tienen una ventaja comparativa frente a los que no lo están, para el desarrollo moral un ambiente cognitiva y afectivamente estimulante es igualmente importante. A los niños se les debe explicar siempre el sentido de las normas, de modo que estas no aparezcan como arbitrarias o sin fundamento. Lo importante es focalizar la atención del niño en las consecuencias que tienen sus acciones para los demás, en lugar de recurrir solamente a la lógica de los premios y castigos. Por ejemplo: si un niño tira una basura a la calle es mucho más educativo pedirle que la recoja explicándole que así le da mucho trabajo extra a la persona que barre (y esta se puede cansar), o que alguna persona puede tropezarse y caerse, que decirle simplemente que la recoja porque lo vamos a castigar o porque alguien se molestará si no lo hace. Las primeras explicaciones fomentan la toma de perspectiva en el niño y el reconocimiento de cómo sus acciones afectan al otro; las segundas fomentan el acatamiento a la autoridad externa y la heteronomía. Es importante por ello estimular a los niños a ver las cosas desde la perspectiva de los otros, preguntándoles siempre cómo creen que una situación afecta a la otra persona, o como la verían ellos si estuvieran en el lugar del otro.
En esta línea, es necesario que las personas adultas aprendan a responder sencilla pero claramente todas las preguntas que los niños hagan acerca de por qué se toman las decisiones que se toman. Esto es difícil porque muchos adultos están acostumbrados a tomar decisiones unilateralmente y a imponerlas a los niños. Sin embargo, resulta crucial para el desarrollo de la toma de perspectiva de los niños que se den estas explicaciones, y que el adulto esté dispuesto a modificar una decisión a partir de una sugerencia del niño si esta es justa y razonable.
Por último, es también importante permitir que los niños experimenten emociones variadas, en lugar de protejerlos excesivamente de ellas. Experimentar las propias emociones prepara a los niños para poder entender y “sentir” las de los demás.
Susana,
Tu post ha despertado algunas preguntas en mí. En tu discusión sobre cómo “fomentar el desarrollo moral” dices lo siguiente: “A los niños se les debe explicar siempre el sentido de las normas, de modo que estas no aparezcan como arbitrarias o sin fundamento.” Luego das un ejemplo y dices “Es importante por ello estimular a los niños a ver las cosas desde la perspectiva de los otros, preguntándoles siempre cómo creen que una situación afecta a la otra persona, o como la verían ellos si estuvieran en el lugar del otro.” Si te entiendo bien, ambas apelan fundamentalmente al desarrollo del razonamiento sobre asuntos morales. Si es así, esto presupone una capacidad moral previa, de lo contrario ninguna explicación de las normas o de las consecuencias de las acciones va ha ser suficiente para modificar la conducta del niño. Mi pregunta es la siguiente: ¿en qué cosiste esta capacidad moral? ¿Es un tipo de capacidad “formal” (es decir, una capacidad vacía de contenidos en torno a lo bueno y lo malo) o es un tipo de capacidad innata con contenidos específicos en torno a lo bueno y lo malo? ¿O quizas ninguna de las dos? Sospecho que la pregunta es complicada. En todo caso, ¿qué dicen los psicólogos al respecto?
Gracias.
Apreciada profesora,
Interesante analisis, pero entiendo que es para niños de inicial. ¿Que pasa con los niños algo mayores o los adolescentes? Por ejemplo, ¿no se deberia ser drastico en el no permitir el plagio en los examenes? ¿y en las universidades, que estamos haciendo al respecto? ¿Sera que no podremos nunca tomar examenes por internet, para usar ese tiempo en dictar una clase en vex de omportarnos como profesores guachimanes? Este es un tema sobre el cual nadie escribe y pienso que ud puede desarrolarlo muy bien, ya que la educacion sin moral alimenta la inmoralidad en otras areas del desarrollo personal como la politica, la empresarialidad, el trabajo asalariado o la misma enseñanza?
Con aprecio,
Eugenio
Eduardo,
Una muy buena pregunta, es verdad. Y no se si seré capaz de contestarla. Hay varias respuestas. Si nos vamos por la línea evolucionista lo que se diría, más o menos, es que nuestros cerebros están preparados hasta cierto punto para la moral, entendiéndose ella como un conjunto de códigos y de comportamientos que son buenos para la supervivencia del grupo. Por lo tanto, desde este enfoque hay ciertas características (biológicas, genéticas) que hemos ido desarrollando a lo largo de la evolución y que ahora nos permiten adaptarnos mejor al medio en que vivimos (colaborar con el otro para que el otro colabore con nosotros, etc. etc. etc.). Lo que habría aquí serían solamente estas características biológicas y adaptaciones a los distintos contextos y demandas… por eso dicen algunos desde esta perspectiva que los grandes principios morales son un mito, una manera de engañarnos que hemos creado los humanos a partir de lo que son simplemente conductas adaptativas para la supervivencia individual y del grupo. Yo discuto mucho esto con Jorge Yamamoto, colega de la PUCP quien asume esta postura y está convencido de que nuestros cerebros no están aun evolucionariamente preparados para la ética y la moral, tal como la entendemos desde un punto de vista filosófico. Esta explicación a mi no me convence en absoluto, pues creo que las personas tienen capacidad de razonar más allá de sus variables genéticas. Otra explicación viene más bien por el lado de las emociones, de la capacidad de empatizar con el otro y sus circunstancias… esta es una capacidad muy primaria que efectivamente se encuentra muy temprano en la vida, pues incluso los recién nacidos muestran una proto-empatía al -por ejemplo- llorar cuando escuchan llorar a otro bebé. Algunas tendencias dicen que finalmente el origen estaría en el apego a las primeras figuras de cuidado, la madre o su sustituto. Justamente estoy leyendo ahora mismo algo de esta idea en un trabajo de Augusto Blasi. Pero esto hay que tomarlo con mucho cuidado porque la teoría del apego es, para mi gusto, rígida y determinista. En realidad, como puede ver el desarrolo moral es sumamente complejo, y abarca bastantes otros procesos además del razonamiento que es al que me he referido sobretodo en este post.
Eugenio,
Gracias por la sugerencia. Le cuento que yo sí tomo exámenes por internet. Algunos controles de lectura, para ser más precisos. Y no espero que los estudiantes no se copien o no lo hagan con el libro abierto, no hay forma de controlar eso en verdad. Espero simplemente que hagan la lectura y piensen sobre ella, con libro, sin libro, o como quieran hacerlo, y las preguntas están hechas para hacerlos pensar pues las respuestas no se encuentran tan fácilmente en la lectura ya que casi nunca son literales. Es una evaluación pero sobretodo una experiencia de aprendizaje para ellos.
Ahora, sí creo que uno debe ser drástico con el plagio, aunque creo también que la universidad tiene principalmente una función educadora a la que no puede ni debe renunciar, y por lo tanto es su responsabilidad no solo sancionar la falta sino entender la manera en que los estudiantes la ven y trabajar para ayudarlos a desarrollar una percpeción más compleja y adecuada del problema. De hecho, no es lo mismo plagiar cuando se es cachimbo que cuando se está terminando la carrera. Lamentablemente muchos colegios en su afán de hacer que los estudiantes usen fuentes de internet (por mencionar solo un ejemplo) los hacen buscar y copiar información sin educarlos en el respeto a la propiedad intelectual y sin darles ninguna herramienta sobre cómo deben hacerse las citas. Y así entran a la Universidad, con esa experiencia de aprendizaje, de modo que en algunos casos ni tienen idea de que la manera en que trabajan constituye plagio. Es un plagio ingenuo, a veces, que se puede entender en un primer ciclo pero es efectivamente inadmisible -y constituye un fracaso educativo- en semestres superiores.
Hola Susana:
Este tema me ha movilizado como madre. Tengo dos niñas. Una de ellas – la menor – parece haber nacido con un ‘chip’ adicional que le permite ser muy intuitiva percibiendo las necesidades emocionales de los demas. Es pequeña – tiene 6 años – pero tiene antenas para saber cuando alguien necesita algo, o esta triste, y asi por el estilo. La otra, mas bien, es ‘volada’, como dicen para este aspecto, y eso que han sido criadas básicamente de la misma manera por las mismas personas. Esta experiencia me lleva a estar de acuerdo con tu postura frente a Jorge Yamamoto: lo vivo en carne propia. Y esto tambien me lleva a reflexionar que en parte la moral es una costumbre y se enseña. Frente a la desventaja que tiene mi primera hija con respecto a la segunda en este punto, he recurrido a enseñarle- un poco forzarla, si se quiere- a preguntarnos a mi esposo y a mi como nos va, como nos sentimos, que hacemos… y esta dando resultado, porque se esta ‘acostumbrando’ poco a poco a salir de si misma, esta aprendiendo forzadamente, es cierto, a ponerse en los pies del otro. Yo siento que estoy haciendo lo correcto, porque no puedo esperar a que de forma espontanea tenga la intuicion de mi primera hija. Y si no la tiene se la enseño, parto de la premisa que poco a poco la idea ira internalizandose cada vez mas hasta el punto en que sea totalmente natural en ella interesarse más y ser mas sensible hacia los otros.
Tambien es cierto que es mas prudente explicar a un niño el sentido de las normas y el por qué de ellas. A nosotros nos da resultado, pero tambien llega un momento en que el niño se encapricha, no entiende razones y no queda otra que recurrir a frases antiguas: ¡basta, se hace asi porque aqui mando yo!. No es frecuente, pero da resultado sobre todo cuando ya el niño empieza a perder la perspectiva de la autoridad en casa. Y bueno, todos hemos sido hijos y hay que obedecer, en ciertos contextos, sin chistar…
Como verás, mi entrada al tema no es para nada académica sino puramente vivencial. Y asi lo expreso.
Saludos,
Hola Ela,
Por supuesto. Los niños no son iguales aunque sean hermanos, y es buenísimo que los padres se den cuenta de esto. Hay que tratarlos de modo diferente pues es cierto que un ambiente estimulante ayuda mucho a compensar de alguna manera las limitaciones de cada persona. Yo te diria que haces bien… y es cierto que a veces uno debe imponerse, pero aún allí hay que imponerse lo más persuasivamente posible. Decirles que hay cosas que hay que hacer aunque no nos gusten, y darles siempre la razón para ello aunque se les obligue a obedecer. Saludos!!!