¿Sólo por castigo?

Artículo publicado en el diario La República el Viernes 2 de Noviembre de 2007.

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Comentarios

  1. Daniel Salas escribió:

    Hola, Susana:

    Creo que estoy de acuerdo con este artículo tuyo pero hasta cierto punto. Por un lado, en efecto, debemos aspirara a una moral autónoma y evitar las decisiones heterónimas. Pero hay una primera dificultad: ¿qué pasa si mi moral autónoma es diferente de la que promueve el Estado, la sociedad o el colegio? Por ejemplo, los antiabortistas creen mediante un razonamiento autónomo que el Estado, los médicos o las mujeres que permiten y practican el aborto son inmorales. Como consecuencia de ello, algunos promueven campañas agresivas en contra del aborto, sin respetar los sufrimientos de las mujeres involucradas; algunos, incluso, han puesto bombas en hospitales. En Chile hay una cadena de farmacias que se niega a vender la píldora del día siguiente (si bien la misma cadena no tiene problemas en venderla en el Perú). En Estados Unidos hay farmacéuticos cristianos que se niegan a venderlas (a pesar de que son píldoras de emergencia) y recuerdo que en la farmacia Deza de San Isidro no se vendían condones (no sé cómo será ahora y no tengo idea si la farmacia sigue existiendo, pero en los 80 y los 90 era así aunque suene ridículo).

    La otra dificultad es que, sin una fuerza coactiva, no es de esperar que la mayoría de personas cumpla las reglas. Mientras convences a la gente de que no debe manera borracha, ni debe conducir poniendo en peligro a los demás, tiene que haber un castigo claro para quienes infringen las normas, ya que las potenciales víctimas de estas conductas no pueden esperar a que todos interioricen el principio.

    Te pongo otro ejemplo: una autoridad de mi universidad recomendó a las chicas que evitasen caminar solas muy tarde o sin algún tipo de arma que las defienda de alguna agresión. Esto, porque recientemente un desconocido había empezado a perpetrar agresiones sexuales. Pues bien, un grupo de feministas protestó, arguyendo que las mujeres tienen el mismo derecho que los hombres de caminar por la ciudad a la hora que les dé la gana y que eran los hombres a quienes había que educar para que no agredan a las mujeres. Suena bien, pero no puedes garantizar que todos los hombres se comporten respetuosamente y no puedes garantizar que todos los hombres estén mentalmente sanos y posean el discernimiento moral necesario como para que sepan que es malo agredir a las mujeres.

    Por más que estemos de acuerdo en que la educación debe enfocarse en la autonomía moral, es inevitable la coerción y estar preparados, incluso, para el uso legítimo de la violencia. No debería ser necesario, pero sí me parece cierto que si, por ejemplo, las mujeres supieran responder firmemente a las agresiones, habría menos hombres pensando que pueden atacarlas. Por lo mismo, su hubiera más multas por infracciones de tráfico y los policías se mostrasen inflexibles e incorruptibles, estoy seguro que habría menos faltas. Un claso claro en el que no me queda duda de que hay que actuar con firmeza es el del transporte interprovincial. Saludos.

  2. sfrisan Autor escribió:

    Hola Daniel,
    Tú como siempre con comentarios agudos. En realidad estoy de acuerdo contigo. No soy ilusa para creer que la gente actua moralmente todo el tiempo o que no existen adultos heterónomos a los que hay que regular con normas rigurosas y sanciones consistentes. Quizá el límite que tengo para la columna (2,000 caracteres contando espacios en blanco) no me haya dejado explicarme bien. Por supuesto que los primeros aprendizajes se dan por contingencias ambientales, en eso le doy toda la razón a los conductistas, pues la única manera de mantener comportamientos es a través de sus consecuencias. Yo misma he hablado de Skinner en un post anterior, y soy una abanderada de que las multas sean consistentes y se apliquen sí o sí a los que cometen faltas como las que mencionas (las infracciones de tránsito por ejemplo). Mi idea con el artículo era señalar que además de eso (que ya sería bastante si se hiciera bien!!) uno debe dar a las personas argumentos algo más complejos, de modo que se apoye el proceso de construcción de estructuras morales autónomas, y que sería positivo que los medios lo hagan. La gente razona mucho en función a leyes y normativas y nada mas, y cualquier cosa que los haga salir de esa perspectiva y mirar un poco por encima me parece positiva. Sobre tu ejemplo de las píldoras, yo creo que hay grandes principios que deben respetarse, y que las perosnas que maduran moralmente van re-construyéndolos en sus propios razonamientos. En tu ejemplo la legislación pertinente debería hacer que las personas hagan aquello que no quieren hacer, es decir, no se le puede privar a alguien de un condón o de una pastilla si es una política de estado (estoy pensando en las entidades públicas). Cuando yo estudiaba en NY en una universidad jesuita decían que no les daban condones a los chicos en el servicio médico… pero claro, era una universidad privada y confesional (y no me consta que no los dieran, aunque siempre oí rumores sobre ello). Puede suceder el caso contrario: que por ley tengas que hacer algo que va contra tu conciencia y que esta sea moralmente más justificable que la ley, como cuando la ley te obliga a expulsar migrantes ilegales pero tú crees que eso es atentatorio de sus derechos fundamentales… de hecho han habido casos en que las personas se han enfrentado a la legislación vigente por un razonamiento propio y autónomo y una objeción de coinciencia. La verdad es que no tengo una respuesta satisfactoria para todos los casos, pero espero que quede claro mi punto, que tu pregunta me ha permitido afinar.

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