Tengo la siguiente preocupación: creo que la sociedad (urbana y occidental especialmente) valora sobremanera ciertos rasgos de personalidad en detrimento de otros. Convendría ser más conscientes de que en nuestra cultura se valora la extroversión y se ve con malos ojos a la introversión, siendo ambas simplemente dos patrones de personalidad; la valoración que se hace de uno por encima del otro es cultural y no inherente al patrón mismo.
Hago este señalamiento por experiencia propia: personalmente recibo todo el tiempo comentarios (seguramente bien intencionados pero desde mi punto de vista equivocados) acerca de que Paulo tiene que salir más, que debe desapegarse de su mamá y de su casa, que debe variar su rutina y tener más actividades, que debería jugar fútbol… Obviamente se trata de un niño que aunque es muy sociable también es introvertido, al que le gustan más las actividades calmadas (leer cuentos, armar rompecabezas, pintar) que las físicas, la música que el deporte, que no soporta estimulación muy intensa y que disfruta de estar en su casa mucho más que de salir. El asunto es que esos rasgos no son socialmente valorados: muchas veces me han llegado a decir que debe cambiarlos “por su bien”, que si no lo hace “va a sufrir”, y cosas parecidas. En nuestra cultura tan caracterizada por la agitación y la competitividad, la gente -y aquí incluyo también a los docentes- aprecia más al niño que corre todo el tiempo, que no le teme a los extraños, que es activo y se lanza a explorar el mundo sin mayor temor que a uno que, como Paulo, prefiere simplemente estar con personas conocidas, no le gusta que lo visiten a deshoras, y siente temor o rechazo cuando se enfrenta a una situación extraña (de hecho, costó un par de meses lograr que se acostumbrara a manipular la plastilina, pues su textura blanda lo espantó al primer contacto. Que diferencia con uno de sus amigos más cercanos, extrovertido al 100%, a quien todo lo nuevo no solo no lo espanta sino que lo atrae, aunque sea algo peligroso!).
La personalidad, que desde mi punto de vista es uno de los constructos más elusivos de la psicología, puede definirse como un conjunto organizado y dinámico de características que posee cada individuo, y que influyen en sus comportamientos, cogniciones y su motivación en las diferentes situaciones por las que atraviesa. Una definición que deriva de la que propuso Gordon Allport en 1961 entiende la personalidad como la organización dinámica, dentro del individuo, de los sistemas psicofísicos que crean patrones característicos de conducta, pensamientos y sentimientos.
La extroversión es uno de los factores que conforman la personalidad. Este factor es uno de los que componen el modelo de los 5 factores, junto con los factores neuroticismo (o estabilidad emocional), agradabilidad, conciencia y apertura a la experiencia.
La extraversión se caracteriza por una marcada vinculación con el mundo exterior. La persona extrovertida suele disfrutar y buscar la compañía de otros, y tiene la tendencia a buscar estimulación. Usualmente la extroversión se asocia a un patrón comportamental de autoconfianza, competitividad y alta decisión, además de a niveles elevados de energía. Frecuentemente las personas estrovertidas experimentan emociones positivas, son entusiastas y están orientadas a la acción. Los introvertidos por el contrario, suelen tener un nivel más bajo de energía, por lo que son menos activos, más calmados, y mucho menos dependientes del mundo social, lo que no debe interpretarse como timidez ni como depresión, pues se trata solamente de un menor requerimiento de estimulación ambiental y una mayor necesidad de tiempo para con uno mismo (momentos de soledad). Cuando estas diferencias son muy marcadas pueden verse en todos los aspectos de la actividad de la persona, incluso en los patrones de sueño (patrones regulares versus irregulares, facilidad para conciliar el sueño versus dificultad para despegarse de la estimulación del ambiente, etc.).
Como he recalcado, las personas suelen prestar más atención a los niños extrovertidos que a los introvertidos (lo que resulta fatal e injusto en la escuela, dicho sea de paso), y a atribuir una serie de ventajas a las personalidades extrovertidas. Esto sin embargo no es sino un sesgo cultural que minimiza los aspectos positivos de las personalidades introvertidas tanto como los negativos de las extrovertidas. Sobre lo último, un ejemplo: como los extrovertidos se sienten atraídos por las fuentes de estimulación, son más proclives a buscar sensaciones, lo que eventualmente -y dadas ciertas condiciones ambientales- podría llevarlos a explorar situaciones de riesgo. La investigaciones indican por ejemplo que las personas con alta tendencia a la búsqueda de sensaciones son más propensas a consumir alcohol y otras drogas en exceso, a practicar actividades y deportes peligrosos (carreras de autos, alpinismo, etc.) a escoger ocupaciones riesgosas, a mostrar conductas delictivas menores y a tener dificultades para internalizar y cumplir las normas sociales. En este sentido, los introvertidos -que precisamente rechazan la estimulación excesiva- podrían tener un factor de protección.
Los introvertidos, por otro lado, al disponer de mucho más tiempo para sí mismos y necesitar menos estimulación ambiental suelen ser mucho más productivos en, por ejemplo, actividades académicas: se distraen menos, se concentran más y logran terminar sus productos de mejor manera (recuerdo mucho a mi asesora de tesis doctoral, una encantadora extrovertida nata, lamentarse todo el tiempo diciendo Oh my God!!! I am so extroverted!!! y atribuyendo a su caracter sociable y buscador de estimulación todos los atrasos en sus investigaciones…)
Lo dicho no significa que tanto los introvertidos como los extrovertidos no puedan compensar su inclinación y aprender una serie de comportamientos que los hagan adaptarse mejor a las demandas de su ambiente. De hecho deben hacerlo, unos aprenderán a moderarse y los otros, a explorar más. Esto es así, pues nadie está determinado por su carga biológica. Sin embargo, la tendencia de cada persona en este factor de la personalidad sí puede entenderse como un patrón relativamente estable que marca la manera básica en que la persona se relaciona con el mundo.
Personalmente no me preocupa en absoluto que Paulo sea como es, todo lo contrario. Me identifico con él porque también tengo el rasgo introvertido muy marcado. Lo importante, creo, es entender lo que significa valorar la diversidad (la personalidad es un factor de diversidad), y hacernos más conscientes de los sesgos culturales que existen sobre el tema.
Estoy totalmente de acuerdo contigo Susana en que actualmente se sobrevalora a las personas extrovertidas y se les ve como ideales. Esta misma reflexión la tuve cuando estaba conversando con un amigo holandes, introvertido claro está, sobre su desempeño en una entrevista de trabajo. El pobre sentía que si no mencionaba que tenía muchos amigos, que le gustaba salir y conversar no le iba a ir bien y seguramente que así era. Me gustaría saber la opinión al respecto de una psicóloga que se dedique a la selección de personal y que nos explique porque casi todos los perfiles de los mejores puestos deben incluir carcaterísticas de personas extrovertidas. Por qué debemos ser todos sociables y líderes?
Aca va la segunda parte de mi comentario. Si bien, como dije anteriormente, estoy en desacuerdo en sobrevalorar la extroversión, también tengo que admitir que la apertura hacia situaciones nuevas, el arriesgarse es positivo. Lo digo por experiencia propia, pues me costó mucho poder lanzarme a salir a la calle y hacer cosas sola, pero ahora agradezco infinitamente a quien me "obligó"a hacerlo pues me ha hecho una persona independiente y capaz. Claro que igual prefiero estar con personas y en ambientes conocidos, pero ahora, si la situación lo demanda, puede enfrentarme a nuevos retos sin tener que sufrir tanto. Susana, no es cuestión de cambiar el rasgo de personalidad de Paulito, sino de ir enseñandole poco a poco a desenvolverse sólo y en un mundo cambiante.
Gracias Carola. Y justamente eso es lo que digo, nadie es víctima absoluta de su carga biológica y todos pueden aprender con apoyo del ambiente y de su propia capacidad de raciocinio. Pero la idea, más alla del caso de Paulo, es traer a la conciencia de las personas este sesgo cultural.
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Hola Susana:
Yo discrepo contigo y con Carola, yo creo que mas que un culto a la extroversion, existe en las personas una necesidad constante de "salir de si mismas" ante su insatisfaccion consigo mismo y frente a su poca capacidad para lidiar con la soledad, que para la mayoria suele ser dificil de manejar. Ambos rasgos de personalidad, que ademas no son los unicos, son desadaptativos en la medida en que le impidan al individuo instalarse en un ambiente social que sienta poco satisfactorio y recompensante. Independientemente de las caracteristicas de Paulo, con las que el y nada mas que el tendra que lidiar por el resto de su vida, lo importante es que las personas se sientan satisfechas consigo mismas y con su vida dentro del ambiente cultural que les toco vivir sin que eso le suponga sentirse fuera de lugar, incomprendido o poco valorado porque ello le supondra un impacto emocional.
Haydee,
¿Pero cual es el punto de discrepancia? No lo veo. Lo que yo diria es que las personalidades introvertidas deberían valorarse socialmente tanto como las extrovertidas. De ese modo nadie se sentiria menos por las caracteristicas que tiene, porque gran parte de ese sentirse menos viene de creer que no se llenan las expectativas sociales. El mismo término que usas, "lidiar", da la impresión de que se estuviera tratando con una desventaja, una fuente de conflicto, y no creo que sea así. Lo que yo cuestiono no es lo que tú señalas, sino justamente las expectativas sociales, que me parecen completamente sesgadas y que son la fuente de muchas creencias irracionales y desadaptativas para las personas. Creer por ejemplo que por no desear socializar demasiado se están perdiendo algo fundamental del mundo, o que vivir la vida saliendo y estimulándose es vivirla mejor que hacerlo leyendo o pasando tiempo con uno mismo. No creo que la gente deba adaptarse cual ovejas a las expectativas del mundo, porque estas expectativas no son sino formas culturales y particulares de ver la vida. Ese es mi punto.
Yo, que nunca en mi vida he ido a una fiesta de Año Nuevo y habiendo solamente una vez pisado una discoteca, me solidarizo con el derecho de Paulo de no querer hacer lo que los demás hacen, de no escuchar la música que la mayoría escucha y de no bailar el ritmo que la mayoría baila. Hay un fuerte culto a la extroversión, de eso no tengo duda, y otro fuerte culto al gregarismo que muchas veces (como en el caso de las barras de fútbol), me parece, es una sutil forma de opresión. Más aun, estoy seguro de que mucha gente cree estar acompañada al participar de una experiencia masiva como una fiesta bulliciosa cuando, en realidad, está tremendamente sola, obligada por la presión social a participar de una actividad en la que apenas existe la comunicación dado que la bulla misma y el enmascaramiento de una alegría obligatoria están diseñados para impedir el diálogo y el conocimiento de los otros.
Veo que he tocado puntos sensibles sin querer. Cuando hablo de lidiar con sus propias caracteristicas, me refiero a todas y no a una en particular, porque todos tenemos que lidiar todos los dias con nuestra forma de ser y con la forma como ella nos permite andar por el mundo. Aqui entran estilos de personalidad, estilos y recursos de afrontamiento, estilos cognitivos, HH.SS., experiencias previas y de aprendizaje, etc, etc. Por otro lado, no es lo mismo adaptarse que ser gregario, seria un error simplificarlo de esa manera.
Ser extrovertido o introvertido,agradable o dificil, seguro o inseguro, no es ni bueno ni malo…es una forma de ser y ya dependera de cada quien sentirse o no a gusto con su particular forma de ser.
Finalmente, en temas como estos no pretendo llegar a acuerdos con nadie, ni criticar la forma de ser de nadie, simplemente presento un comentario sobre un post interesante de Susana.
Llevo muchos años trabajando con niños y jóvenes. Soy docente. Y comparto contigo susana con lo que dices en cuanto que los docentes a veces están preocupados por los niños que son "introvertidos" y señalan que el niño debe vivir su etapa (jugar, saltar, ser sociable al 100%) cuando no todos desarrollan la misma personalidad. He conocido niños introvertidos que hoy son personas muy equilibradas que optan por llevar una vida tranquila y se adaptan a la sociedad sin ningun problema, y a niños extrovertidos que a veces tienden a perder el sentido de su vida que van sin horizontes y que luego entran en un proceso de reorientar su vida buscando la tranquilidad o equilibrio en la misma.
Lo que debemos hacer como docentes es comprender bien que cada niño es distinto a los demás a quienes debemos respetar y acompañar en su proceso de desarrollo.
si esa es la personalidad y el caracter del nino,y El se siente comodo de esa manera,pues hay que respetarle su forma de ser.El es asi y punto.no todo el mundo tiene que ser extrovertido porque eso es lo mas aceptable en nuestra sociedad.El es un nino calmado,callado,sereno y tranquilo porque nacio con esas cualidades la cuales son muy buenas.
DRA.FRISANCHO LE ESCRIBI ANTERIORMENTE PERO NO OBTUVE RESPUESTA, LE PEDIA POR FAVOR ME RECOMIENDE UN CENTRO O UN PSICOTERAPEUTA PRA MI HIJA DE 19 QUIEN MUESTRA INESTABILIDAD EMOCIONAL Y PERDIDA DE BUENOS HABITOS OCASIONANDOLE DESORDEN EN EL DIA A DIA. YO VIVO EN SAN ISIDRO. SIEMPRE ES BUENO UNA RECOMENDACION PARA IR SEGUROS QUE SERAN BUENOSPROFESIONALES. GRACIAS
Me parecieron muy interesantes las diferentes opiniones expuestas en este foro. En mi caso muy particular, yo tengo una nena de 5 de edad, quien desde muy chica ha desarrollado una personalidad fuerte, independiente y demasiado extrovertida para mi gusto. La verdad me incomoda que hable con desconocidos cada vez que salimos a cualquier lugar, pues no a toda la gente le agrada ello y como esta la situacion en el mundo, uno de madre teme por la seguridad de sus hijos. Lo que hago es llamarle la atencion cuando habla con extranos y siento que asi estoy inhibiendo su propia personalidad, no se si estoy actuando mal o si debo dejarla ser como ha sido hasta hoy? Quizas sus consejos me puedan ayudar. Gracias.
Quizá sea solo eso, una incomodidad debida a estilos personales. Hablar con desconocidos no es malo necesariamente, denota apertura, confianza básica, ganas de conocer… no hay que llamarle la atención si no hace nada malo, ni generarle miedos que no tiene. eso sí, hay que alertarla sobre qué puede hacer y qué no con un extraño, y estar siempre pendiente.
mi tio es de las personas que no van a fiestas ni se relaciona socialmente con nadie, y es auditor de empresas importantes y dicta muy buenos seminarios, creo que hay que ser mas respetuosos con las distintas formas de personalidad de raza y de sexualidad yo soy lesbiana y aunque veo a los gays ir mucho a las discotecas yo no voy y que?tiene un gay necesariamente que ir a discotecas y tomar hasta el dia siguiente? yo voy a tener mi pareja y vamos a estar felices y no necesito ir a fiestas para eso cada quien es feliz de la manera que mas le acomode
Tambien estoy de acuerdo contigo, por que yo tambien fui muy introvertida de niña, sin embargo cuando fui creciendo y ya estudiando una carrera de Diseño le encontre lo divertido a socializar, a investigar. El ser humano tiene eso de maravilloso, sus actitudes puede si quiere modificarlas. Y estoy segura que Paulo, cuando vaya creciendo se ira maravillando y descubriendo muchas cosas.