Pena de muerte

Leteo - Artista plástico Henry Rodríguez

Voy a opinar sobre la pena de muerte con un extracto de un artículo más grande que estoy preparando con Mary Claux y María Isabel La Rosa, y que espero publicar pronto: creo que la pena de muerte no es justicia. La pena de muerte constituye un castigo indigno y plantearla como alternativa revela en las personas un nivel primitivo de juicio moral.

Considero que la pena de muerte es un castigo indigno e injusto, pero corresponde a la filosofía y no a la psicología el argumentar por qué (una excelente argumentación sobre el punto en el blog de Lucho Bacigalupo). Sin embargo, se puede analizar desde una perspectiva psicológica el tipo de razonamiento que subyace a una postura favorable a la reimplantación de la pena de muerte, y hacer evidente que conforme se avanza en el razonamiento moral, las personas y las sociedades toman una postura contraria a dicha pena. En este sentido, puede afirmarse que el estar a favor de la pena de muerte y proponerla como una alternativa de castigo justo revela un nivel inferior de razonamiento moral.

Como es sabido, existen indicadores de que en el mundo la actitud hacia la pena de muerte está evolucionando hacia posiciones abolicionistas. Según cifras de Amnistía Internacional, que pueden confrontarse en su página web, en 1977 sólo 16 países habían abolido la pena capital para todos los delitos, mientras que en la actualidad hay 87 países abolicionistas. Psicológicamente, estos cambios de postura reflejan el avance de un nivel de juicio moral convencional a uno post-convencional basado en principios.

Desde una perspectiva pre-convencional y convencional, la pena de muerte se considera un castigo justo ya sea porque devuelve al criminal aquello que este hizo (justicia retributiva, la ley del talión del ojo por ojo y diente por diente), o porque erradica un problema, hace que se mantenga el respeto por la ley, y ayuda a la sociedad a protegerse. En ninguna de estas dos posturas aparece la idea de que la pena de muerte constituye un castigo indigno, profundamente injusto para el criminal. Dicha idea requiere de una estructura cognitiva capaz de razonar con principios éticos universalizables –el respeto a la dignidad del ser humano por ejemplo- que son independientes de hechos fácticos tales como la capacidad de disuasión de la pena, principios que están ausentes en los primeros estadios del desarrollo del juicio moral.

Con datos de una investigación longitudinal de más de 20 años de duración, Kohlberg (1981) llegó a la conclusión de que conforme maduraba el razonamiento moral de los participantes, también aparecía la condena moral a la pena de muerte. Esto quiere decir que conforme las personas se hacen capaces de razonar con principios éticos universales de respeto a la vida de las personas y reconocimiento irrestricto de su dignidad como seres humanos, coinciden en una postura contraria a la pena capital.

Con esto en mente, es importante señalar que no es la mayor o menor información que la persona tenga acerca de las consecuencias de la pena de muerte lo que la hace asumir una postura a favor o en contra de ella, sino su particular nivel de razonamiento y toma de perspectiva, y su manera de entender la justicia. Las personas que son contrarias a la pena de muerte usualmente creen que difundiendo información que demuestre que la pena de muerte no es disuasiva o que ésta se administra de manera discriminatoria (por ejemplo, que se ejecuta sobre todo a personas de bajos recursos económicos o pertenecientes a minorías) se convencerá a aquellos que están a favor. Sin embargo, tal como Kohlberg (1981) argumenta, el estar a favor o en contra de la pena de muerte no tiene que ver con la cantidad o el tipo de información que la persona maneja sino con su estructura de pensamiento y su nivel de juicio moral. Debido a que el nivel de juicio moral que ha alcanzado la persona determina los principios éticos que están disponibles para analizar la realidad, una persona de niveles inferiores usualmente argumentará desde una perspectiva pragmática, y centrará su razonamiento no en los principios éticos universales que hacen que la pena de muerte sea indigna e injusta, sino en una perspectiva utilitaria de defensa del orden social. En otras palabras, los estándares morales que la persona usa para razonar no le permiten organizar y darle sentido a la información factual, reconocer su relevancia para la moralidad de la pena de muerte, y razonar en consecuencia. Si una persona razona desde una perspectiva instrumental del “ojo por ojo y diente por diente”, y piensa simplemente que quien viola a un niño merece morir, entonces cualquier información acerca de la falta de poder disuasivo de la pena de muerte será para esta persona irrelevante. Como sabemos, las personas que proponen la retribución (el “ojo por ojo”) argumentan muchas veces que saber si la pena de muerte es o no disuasiva es irrelevante para determinar si se trata de un castigo justo. Como ilustración de esta forma de pensar, en las páginas 9 y 11 del proyecto de ley 164/2006–CR de la congresista Lourdes Alcorta –que pretende reinstaurar la pena de muerte en el Perú para los violadores de menores- puede leerse:

El tema no es que la pena de muerte sea o no disuasiva. Su imposición es el justo castigo que la sociedad impone a estos desgraciados violadores. Si más adelante es disuasiva, en buena hora.

Este párrafo ilustra una forma de pensamiento que no reconoce principios éticos ni respeta derechos fundamentales en las personas. Como puede observarse, desde esta perspectiva la pena de muerte no solo se considera una alternativa válida sino que pasa a constituir un fin en sí misma, incluso más allá de su eficacia. Esta forma de pensar, que evolutivamente es esperable encontrar en niños pero que constituye un retraso moral cuando aparece en adultos es la que, lamentablemente, prima en el proyecto de ley que menciono.

Referencias

Kohlberg, L. (1984). Essays on moral development. Vol 2: The psychology of moral development. San Francisco: Harper and Row.

Proyecto de Ley de la congresista Alcorta

Puntuación: 3.92 / Votos: 13

Comentarios

  1. Jael Andía escribió:

    Impresionan los argumentos que utiliza la congresista Alcorta, incluyendo frases como "ante los ojos de Dios", "esos malnacidos", "estos desgraciados violadores". No parece que estuviéramos leyendo un proyecto de ley sino un panfleto de una fanática. Es obvio que la Sra. Alcorta quiere contagiarnos su pasión por el tema, pero para ello nos restriega unas imágenes que no vienen el caso (como la de la niña violada y encontrada muerta), todo con el fin de mostrar al violador como un no-humano incurable que justifica el castigo.
    ¿Ese es el nivel de los proyectos de Ley del Congreso? Me he quedado impresionado.

  2. sfrisan Autor escribió:

    Si Jael, ese es el nivel… asi de lamentable. Y eso, que a veces el proyecto además de impresentable, es plagiado. El proyecto de la congresista Alcorta no es el único, esta también el proyecto de ley de reforma constitucional 281/2006 – PE que envían el Presidente de la República y el Presidente del Consejo de Ministros a la Presidenta del Congreso, y algunas otras iniciativas en la misma línea. Todas panfletarias y desinformadas. Asi estamos…

  3. Luis Saavedra escribió:

    La pena de muerte no debe implementarse porque al que hierro mata a hierro muere.
    La congresista Alcorta quiere impresionar con palabras duras que tiene la razón. Pero la razón nos llama a la reflexión. Los primeros violadores en este país son los políticos que no educan a la población. El hombre no es bueno ni malo. El hombre tiene conocimiento o ignorancia. El hombre tiene alimentos o tiene hambre y finalmente el hombre tiene un hogar o un infierno. Porqué no se convierte en delito el ser rico. De dónde obtiene el rico sus riquezas?
    Si el mundo nos provee ricos, también nos provee pobres. El que no entiende la pobreza no es solidario. El que no es solidario no es humano. Y sin embargo son estos los que estiran el dedo para condenar.
    ¿Cuanta gente mata la ignorancia de los políticos?

  4. Tito Manuel Carrillo Morán escribió:

    Buenas noche, como todos sabemos que hoy que esta tanto en dia sobre el tema de la pena de muerte,como sabemos no es una solucion al problema de nuestro país. Mi pregunta es por que no se ejecute esta sanción ya que la encontramos estipulada en nuestra constitución

  5. Dorian Dennon escribió:

    buenas tardes…
    antes de opinar y dar mi postura sobre la pena de muerte. quiero especificar que soy un abogado perteneciente a la escuela ius positivista (información sobre esta corriente, es en el libro teoría del derecho de máximo pacheco. también,hay otro autor que es squella y¡su libro se titula de = manera) donde el derecho posee un papel importante y la moral es separada del derecho. bueno mi postura es a favor de dicha pena. he leído la opinión, y me detendré en: "Dicha idea requiere de una estructura cognitiva capaz de razonar con principios éticos universalizables –el respeto a la dignidad del ser humano por ejemplo- que son independientes de hechos fácticos tales como la capacidad de disuasión de la pena, principios que están ausentes en los primeros estadios del desarrollo del juicio moral." a ese niño violado, a aquel hombre valeado en un supermercado, ese joven estadounidense que disparó a sus compañeros. por que estas personas no pensaron el la dignidad de sus victimas. obviamente me respondras que poseen algún tipo de enfermedad mental, si la muerte no justifica el que la vida de estos delincuentes no sea quitada. entonces, por que debemos permitir que nuestros niños, nuestras familias sean amenazadas con actos tan espantosos.

  6. Rolando Rivarola escribió:

    Es increible como mucha gente que habla contra la pena de muerte, derehos humanos..etc. este a favor del aborto, realmente, inexplicable. la pena de muerte existe actualmente en la legislación peruana, esto es, NO SE HA ABOLIDO, y debe aplicarse a gente que Asesina, Violadores Asesinos, Secuestradores Asesinos, Extorcionadores Asesinos, no hay más, lo demás es palabrería, la pena de Muerte se debe sentenciar y ejecutarse en un plazo no menor de 5 años. Porque tenemos casos, MUCHISIMOS, en que el asesino sale libre por el 3 x 1 y esas tonterias y vuelve a matar. Debemos aplicarla con energía y sin sentimentalismos tontos, solo porque a nosotros no nos a tocado, pero ¿y si no toca un día?, que ese desgraciado que salio libre mata a nuestro niño, o niña, o amigo. Derrepente no es "ETICO", pero is NECESARIO.

  7. eduardcerrillo escribió:

    Hola, mi nombre es Eduard Cerrillo y estoy haciendo un trabajo de recerca sobre este mismo tema, sobre la Pena de muerte. Me ha parecido muy interesante el artículo y me gustaría saber si tiene alguna otra página web, libro o cualquier otra información que yo pueda utilizar. Muchisimas gracias.

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