Ética del cuidado: su enfoque para la educación moral (2/3)

Arbol zen 3 - Henry Rodríguez

En el contexto de la ética del cuidado, la educación moral se entiende como el proceso por el cual se desarrollan las capacidades necesarias para nutrir relaciones humanas de cuidado. Noddings (1984, 1992) plantea que cualquier propuesta educativa debe basarse en una ética de la preocupación o del “cuidado por el otro”. Esta ética se entiende como una tendencia a responder a las necesidades legítimas de los demás, una actitud que centra al “otro” en el foco de nuestras motivaciones. El preocuparse por el otro es una experiencia que pertenece a todo ser humano, especialmente a aquellos que están en la posición de cuidar y educar a otros, como los maestros, para cuyo ejercicio profesional es condición fundamental el mostrar preocupación genuina por los demás. Este sentimiento de preocupación genuina por los otros contribuye a construir el sentido de comunidad al interior de las escuelas.

Noddings mantiene que tenemos una responsabilidad por el perfeccionamiento ético de los otros, y que debido a ella debemos pensar efectivamente en qué podemos hacer en respuesta al otro. Ella afirma:

As we build an ethic on caring and as we examine education under its guidance, we shall see that the greatest obligation of educators, inside and outside formal schooling, is to nurture the ethical ideas of those with whom they come into contact (Noddings, 1984, p. 49)

El énfasis está puesto en la interdependencia moral: la responsabilidad compartida por la fortaleza o la debilidad moral de cada miembro de la sociedad.

En esencial recordar que las identidades (el self) no se traen de nacimiento, sino que se construyen permanentemente a través de los efectos de un sinnúmero de encuentros de todo tipo que se dan a lo largo de nuestras vidas. Es en este sentido que, como miembros de una comunidad y como resultado de los encuentros diarios al interior de la escuela, los profesores influyen tremendamente en la vida moral de los niños y niñas. La docencia es, fundamentalmente, un encuentro personal con los estudiantes, un encuentro de dos personas, el docente por un lado, y el o la estudiante por el otro. Noddings plantea que una cualidad muy importante de la ética del cuidado es la llamada confirmación del otro. Confirmación quiere decir atribuir el mejor motivo posible a las acciones de los demás, de acuerdo siempre con las circunstancias y contextos. Por ejemplo, si descubrimos a un estudiante copiando en un examen, o ayudando a otro a copiar, en lugar de responder con la tradicional mentalidad de desconfianza hacia el estudiante y sus motivaciones, podríamos confirmarlo, es decir, atribuirle la mejor motivación posible, y en lugar de sancionarlo inmediatamente o de reprocharle su falta, podríamos empezar el diálogo con él o ella diciendo: “se que es muy importante para ti pasar este examen….” o “entiendo que quieres mucho a Juan y quieres ayudarlo a salir bien en esta prueba…”. De este modo, el docente está aceptando que los educandos están en una búsqueda sincera y constante de sí mismos, y que sus comportamientos, aun aquellos que nos parecen inadecuados o que van en contra de las reglas tienen una razón de ser que reclama reconocimiento. Confirmar significa entonces atribuir el mejor motivo posible a las acciones de los otros, estimulando de esta manera lo que hay de más bueno y mejor en cada ser humano. Por supuesto, no se trata de alabar ingenuamente a los estudiantes o de pasar por alto sus errores, sino de llegar al fondo de las motivaciones para reconocerlas, y razonar con ellos desde allí. Del mismo modo, confirmar a un colega compañero de trabajo implica atribuir la mejor intención a sus acciones, en vez de sospechar constantemente de sus intenciones. Son finalmente las interacciones diarias cara a cara las que dan significado a la labor educativa y construyen una identidad moral y un sentido de comunidad.
La perspectiva del cuidado aboga por un currículo escolar en el que se enseñe a los niños a mantener relaciones armónicas con los otros, con las plantas y animales, con los objetos de arte, con las ideas, y en general con todo lo que nos rodea. Cuando uno elige ser profesor, está entrando en una relación especializada, una relación de cuidado muy particular en la que todo lo que uno hace tiene connotaciones morales. Lo importante es la relación, el tipo de vínculo que se desarrolla entre maestro y niño. Ambas partes, el maestro y el niño, contribuyen a la relación. Se sugiere que la escuela debería ser un lugar que fomente las relaciones afectuosas, relaciones de diálogo y cuidado mutuo, aunque esto implique una reestructuración de la escuela, sacrificios en el sistema de economía de escala o en las ganancias de la escuela.

Referencias

Noddings, N. (1984). Caring: a feminine approach to morality and moral education. Berkeley: University of California Press

Noddings, N. (1992). The challenge to care in schools: an alternative approach to education. New York: Teachers College Press

Noddings, N. (1995). Philosophy of education. Boulder, CO: Westview Press

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Comentarios

  1. Carlos E Roman escribió:

    Buenas tardes, escribo desde Bogotá Colombia.

    Leyendo el documento con referencia en la educación moral y la imperiosa necesidad que las sociedades tiene en profundizare en este tema por el alto contenido de descomposición social que por desgracia existe en el mundo actual, me gustaría saber de Ustedes sobre estos temas.

    Es claro que, solo la educación en los centros educativos como escuelas colegios, y universidades, no son suficientes puesto que cada vez que se dirige información a la enseñanza sobre la ética, el comportamiento moral, y demás, nos encontramos que cuando los chicos salen de los centros educativos, solo falta ver la televisión para destruir el esfuerzo de todo un día, mi pregunta es; ¿ que planes tienen Ustedes sobre esta problemática que afecta directamente la educación moral?

    ¡Gracias!

    MI email claloc85@latinmail.com

  2. sfrisan Autor escribió:

    Hola Carlos,
    Mira, yo te diría que hay planes aislados y no todos ellos exitosos. Definitivamente en los documentos del Ministerio de educación la formación ética es una prioridad, y se han hecho algunos avances en esta línea, como por ejemplo la propuesta nacional de formación ética. También en el 2004 se evaluo por primera vez la educación ciudadana, a nivel nacional, con resultados preocupantes. Pero no se ha seguido en esta linea. Mi impresión es que en la documentación escrita hay algunas ideas e intenciones interesantes, pero que en la realidad, estas tienen poco o ningún impacto. Lo que si hay son iniciativas privadas (de colegios privados por ejemplo), mucho más armadas. pero aún es un terreno en el que estamos en pañales. En este tema Colombia nos saca una venytaja enorme!

  3. Ana Karina escribió:

    Nada como el buentrabajo del hogar, pero las funciones de los docentes es fundamental en la formacion de los muchachos. Pero es claro que nadie da lo que no tiene y los profesores debemos enseñar este tipo de actitudes con el ejemplo
    esto no es catedra, esto es del diario vivir, si los niños se acostumbran al trato y el comportamiento adecuado estaran en capacidad de rechazar lo que entre por otros canales que ellos cooncideren nocivos para su integridad.

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